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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

EL FRACKING PARA LA EXTRACCIÓN DE GAS NATURAL


NO CONVENCIONAL EN ESTADOS UNIDOS Y CANADÁ:
BENEFICIOS, RIESGOS E IMPLICACIONES

T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN
RELACIONES INTERNACIONALES
PRESENTA:

LUIS ARTURO CORTÉS ROSAS

ASESORA: ANA CRISTINA CASTILLO PETERSEN

CIUDAD UNIVERSITARIA
FEBRERO DEL 2014
UNAM – Dirección General de Bibliotecas
Tesis Digitales
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Agradecimientos:

A todos los que me han ayudado con el pasar de los años.


A los que han estado pendientes de mi bienestar y mis sueños.
A los que me han dado lecciones cuando más las necesitaba.
A quienes han compartido anécdotas, risas y bellos momentos conmigo.
A mis amigos queridos de la Facultad, a ustedes les deseo lo mejor:
Yatza, Laura, Jimena, Alonso, Emiliana, Margie, Diana y Marco.
A los amigos que llevo en el corazón:
Aída Rodríguez, César Delgado, Conchita, Alexa Barba, Pancho Ruiz,
Rodrigo Lugo, Emma Pérez, Varenka Tuma, Andrea Martínez, Zara…
A mi rival académica, confidente y gran amiga:
Alma Hernández, p’tie puce, lo logramos. Gràcies per tot, toujours.
A Edit Antal y Camelia Tigau, a quienes debo una parte de mi refinamiento profesional:
Doctoras, trabajar y aprender de ustedes es un verdadero honor.
A mis padres, por sobre todas las cosas:
Mauricio y Alma, mis héroes y maestros.
A mi prima, a quien adoro con toda el alma:
Gigi Cortés, my rock.
A mis padrinos, por su ejemplo:
Amada y Leo Beytia.
A mi asesora, por su incansable labor, paciencia y cariño:
Ana Cristina, sin ti, este trabajo no sería posible. Gracias, de corazón.
Y en especial a los que ya no están; trabajo todos los días en su honor:
Un buen amigo y mentor, Roberto Gálvez, QEPD.
Mis abuelos, a quienes extraño todos los días, Lobo y Male, QEPD.

ζῷον πoλίτικoν,
γνῶθι σεαυτόν
Contenido Página

Introducción
1. Contextualización del fracking ………………………………………………… 1
1.1 ¿Qué es el fracking? ……………………………………………………….. 3
1.1.1 Lutitas y shale: precisiones técnicas …..…………………………. 5
1.1.2 Gas natural no convencional ………………………………………. 7
1.2 El origen del fracking ……………………………………………………….. 9
1.3 Ubicación de los yacimientos de lutitas en el mundo…………………… 12
1.4 Yacimientos de gas de lutitas en América del Norte ……………………. 18
2. La producción de gas natural y el valor económico del fracking para
Estados Unidos ………………………………………………………………….. 21
2.1 Contextualización del gas natural estadunidense en el mundo ……….. 22
2.2 Gas natural convencional en Estados Unidos …………………………… 24
2.3 Gas natural no convencional en Estados Unidos ……………………….. 36
3. El gas natural y los beneficios económicos del fracking para Canadá ……. 45
3.1 Canadá en el mercado mundial de combustibles fósiles ………………..45
3.2 El gas natural convencional en Canadá ………………………………….. 46
3.3 El gas natural no convencional y el fracking en Canadá ……………….. 57
4. Balance crítico: los riesgos ambientales del fracking ……………….………. 71
4.1 El gas natural como energía de transición a economías de bajo
carbono…....………………………………………………………………… 71
4.2 Riesgos e impacto ambiental de la utilización del fracking ……………. 78
4.2.1 El fracking, el gas metano y la contaminación del agua ……….. 79
4.2.2 Contaminación superficial: derrama de las mezclas de fractura. 89
5. La respuesta gubernamental en Estados Unidos y Canadá ………………. 95
5.1 Estados Unidos: los esbozos de una regulación federal ………………. 98
5.2 Canadá: respuestas mixtas e indecisión en las provincias ……………. 111
5.3 Consideraciones finales: el futuro del fracking en América del Norte… 122
Conclusiones………………………………………………………………………... 127
Bibliografía y fuentes de consulta ………………………………………………… 137
Imágenes, mapas y gráficos Página

Imágenes
Imagen 1: Producción de gas de lutitas y posibles riesgos ambientales ...…… 80

Mapas
Mapa 1: Reservas técnicamente recuperables de gas de lutitas en los 18 países
con los mayores yacimientos en el mundo; en billones de cm3 …....………….. 14
Mapa 2: Recursos de gas de lutitas en América .………………………….……. 15
Mapa 3: Sitios de exploración y explotación de lutitas en América del Norte… 18
Mapa 4: Ubicación de los yacimientos de gas de lutitas en Estados Unidos… 37
Mapa 5: Ubicación de los yacimientos de gas de lutitas en Canadá ……….… 59
Mapa 6: Requisitos de divulgación del contenido de las mezclas de fractura
en Estados Unidos ……………………………………………………………….… 106

Gráficos
Gráfico 1: Consumo de gas natural por sector en Estados Unidos …………… 28
Gráfico 2: Precios del gas natural en Estados Unidos, 1990-2012 …………… 30
Gráfico 3: Producción y consumo totales e importaciones y exportaciones netas
de gas natural en Estados Unidos, 1990-2040 (en billones de pies cúbicos)... 32
Gráfico 4: Tendencias de producción de gas de lutitas por formación rocosa,
1998-2008 …………………………………………………………………………… 39
Gráfico 5: Producción de gas natural en Estados Unidos según la fuente …... 43
Gráfico 6: Producción y demanda de energía en las provincias canadienses . 49
Gráfico 7: Reservas probadas de GN comercializable en Canadá 1990-2007. 51
Gráfico 8: Producción de gas natural en Canadá por provincia, 1996-2011 (en
Terajoules, TJ) …...…………………………………………………………………. 52
Gráfico 9: Demanda final de GN en Canadá, por provincia, 1995-2011 …...… 54
Gráfico 10: Consumo de gas natural por sector en Canadá, 1975-2020 …….. 56
Introducción

En la década de los años noventa se hizo económicamente viable una nueva técnica
de extracción de gas natural, el fracking, proceso por medio del cual se perforan
formaciones rocosas en las profundidades. Primero se hace de manera vertical y
posteriormente horizontal, luego, se inyecta una mezcla de agua, arena y compuestos
químicos, a fin de disolver la roca, permitiendo el libre flujo del gas natural hacia la
superficie, para su posterior comercialización.
Los recursos energéticos no convencionales, obtenidos a través de la
fracturación hidráulica, se han posicionado como una alternativa para la generación de
energía en los últimos veinte años. Al provocar cambios en los esquemas tradicionales
de producción y comercialización de energía, se han abierto debates sobre su valor
económico y sus implicaciones sociales, políticas y medioambientales. Con la
popularización del fracking, se comenzaron a discutir los beneficios económicos del gas
de lutitas1 para las localidades que se encuentran sobre yacimientos de estas rocas,
antes inaccesibles para las tecnologías extractivas convencionales.
La amplia adopción del fracking en Estados Unidos y su incipiente utilización en
algunas provincias de Canadá han suscitado discusiones sobre los riesgos que dicha
técnica plantea para el medio ambiente y la salud humana, aunado a la polémica en
torno a los derrames de sustancias tóxicas en campo abierto y la contaminación de
reservas de agua potable subterránea. El problema y las inquietudes se recrudecen al
hacerse público que algunas de las sustancias químicas utilizadas durante el proceso
se desconocen, pues se les mantiene en calidad de secretos comerciales. Esta
incertidumbre imposibilita una evaluación certera sobre las consecuencias y riesgos
concretos que conlleva la inyección de químicos peligrosos en el subsuelo, lo cual
dificulta que Estados Unidos y Canadá expresen una decisión oficial sobre la adopción
o prohibición de la técnica en sus territorios.
Esto pone en duda la adopción a gran escala del fracking en Estados Unidos y
Canadá, pues exige un balance crítico entre los evidentes beneficios económicos y los
riesgos aún incalculables. Debido a la falta de información sobre las sustancias

1
En inglés, el término ‘gas de lutitas’ se conoce como ‘shale gas’, por lo cual se ha optado por traducirlo
utilizadas durante las operaciones de fractura, ambos gobiernos se han visto obligados
a reevaluar la técnica y a tomar medidas que regulen su utilización, haciendo incierto el
futuro de este método extractivo.
Es imprescindible realizar un estudio del fracking en Estados Unidos y Canadá,
que permita identificar el origen, la importancia, los usos y las tendencias de esta
tecnología en esos países, pioneros en su utilización. Se tomarán únicamente los
casos estadunidense y canadiense debido que estos temas han visto gran desarrollo e
investigación en su territorio, provocando posturas y decisiones. Se excluye a México
ya que el fenómeno recién comienza a discutirse, pues la coyuntura interna de la
política mexicana ha cambiado. Además, la técnica no se ha estudiado a fondo ya que
recién se comenzó a utilizar en Coahuila en junio de 2011.
Este tema ha sido abordado en gran medida desde perspectivas de ciencias
exactas y naturales, mostrando una cierta ausencia de estudios desde las ciencias
sociales y políticas. Al momento, se cuenta con pocas tesis que estudien al fracking
dentro de la UNAM y las disponibles lo hacen desde la ingeniería. En estos casos el
término más frecuente es gas shale, que es el nombre más utilizado en México para
referirse al gas de lutitas.
En virtud de que Estados Unidos y Canadá representan los casos específicos
del presente estudio, es necesario reconocer que en ambos países suele referirse al
tema por el propio nombre del método extractivo. Por ello, en el presente trabajo se
prefiere hablar de fracking para la extracción de gas natural no convencional, como
proceso y fenómeno, ya que el abordaje planteado no es técnico sino sociopolítico y
medioambiental. Por lo tanto, se busca abrir nuevas líneas de investigación y el
presente estudio servirá como primer acercamiento al tema para los estudiosos de las
ciencias políticas y sociales.
El objetivo central de la presente investigación es determinar la postura que
podrían tomar Estados Unidos y Canadá con respecto del fracking en su territorio tras
la realización de un balance crítico de los riesgos potenciales y beneficios económicos
aparentes de la utilización de dicha técnica a gran escala.
Otros objetivos buscan analizar la importancia del fracking y el gas natural no
convencional para las economías de Estados Unidos y Canadá, poniendo de manifiesto
el papel que juega esta técnica en dichos mercados energéticos; evaluar y analizar las
posturas a favor y en contra en los debates sobre la utilización de la técnica en Estados
Unidos y Canadá; identificar nuevas líneas de investigación en torno a temas
coyunturales y casos específicos relacionados con el fracking y el gas natural no
convencional en Estados Unidos y Canadá; y, ponderar sobre el futuro del fracking en
América del Norte con base en la promulgación de regulaciones en torno a su
aceptación o prohibición en Estados Unidos y Canadá.
Las preguntas de investigación que guían el orden lógico, el capitulado, los
objetivos e hipótesis del presente trabajo son: 1. ¿Qué son el fracking y el gas natural
no convencional?; 2. ¿Cuál es el valor económico del gas natural, convencional y no
convencional, para Estados Unidos?; 3. ¿Cuál es el valor económico de ambos tipos de
gas para Canadá?; 4: De tener un valor económico considerable, ¿cuáles son las
implicaciones medioambientales del fracking?; y, 5. ¿Cuál ha sido la postura y cuáles
las acciones que han tomado los gobiernos de Estados Unidos y Canadá con respecto
de las implicaciones económicas, los riesgos ambientales y las implicaciones políticas a
mediano y largo plazo? Los capítulos, o apartados temáticos, buscan dar respuesta a
cada una de las preguntas de investigación principales y sus preguntas específicas.
Durante el proceso de investigación y de escritura, algunos postulados teóricos
resultaron llamativos para asistir el proceso metodológico, en especial el enfoque del
institucionalismo. Esta teoría ofrece visiones de actores, entramados institucionales y
toma en cuenta el influjo político en la interacción de los actores involucrados. Ya que
el fracking es un tema de interés público, económico y político, dicho enfoque teórico
parecía el más adecuado. No obstante, dada la complejidad del fenómeno, su vasto
desconocimiento y su situación coyuntural, era de esperarse que el entramado político
e institucional no estuviera adaptado para ser sujeto de dicha metodología.
En virtud de que el institucionalismo no responde a cabalidad las preguntas de
investigación planteadas, el presente trabajo de investigación se construye a partir de
diversos apartados temáticos, que siguen las reglas metodológicas de las disciplinas
afines. En espera de que otra teoría ofrezca una mayor capacidad explicativa de este
fenómeno incipiente, este trabajo únicamente esboza el tema y sus implicaciones.
La hipótesis principal, que guía el desarrollo de la presente investigación, dicta
que el balance de riesgos y beneficios de la utilización a gran escala del fracking para
la extracción de gas natural no convencional en Estados Unidos y Canadá generará
investigaciones sobre el proceso y las mezclas de fractura, incipientes regulaciones y
prohibiciones a esta actividad extractiva dentro de sus jurisdicciones y los múltiples
impactos políticos, económicos y medioambientales a mediano y largo plazo.
A fin de profundizar en el tema, también se busca demostrar que el fracking
podría generar respuestas mixtas en los niveles federal y estatal en Estados Unidos y
un conflicto de intereses entre los gobiernos provinciales de Canadá, siendo prohibido
en algunas zonas e impulsado en otras, de acuerdo con la interacción de intereses,
beneficios económicos y el manejo de riesgos en los territorios involucrados. Será
posible abrir líneas de investigación y discusiones sobre temas como geopolítica,
recursos energéticos, agua, medio ambiente, legislación, fronteras, seguridad, salud
humana y sustentabilidad. El fracking podría generar debates en el sector público y
privado en la región de América del Norte en los próximos años, dados los
antecedentes en Estados Unidos y Canadá, haciendo necesario evaluar de manera
rigurosa y expedita la técnica, a fin de dilucidar sus beneficios, riesgos e implicaciones.
Dado que el fracking es un tema complejo, exige un abordaje desde un enfoque
amplio. En consecuencia, la estructura capitular obedece a las preguntas de
investigación antes citadas. Se ha segmentado el estudio del fracking y del gas natural
no convencional en apartados temáticos; en virtud de ello, cada capítulo se enfoca en
una pregunta principal, con preguntas secundarias subordinadas. Hacia el final se
ofrece un análisis amplio, al integrar el contenido y hallazgos de todos los apartados.
El primer capítulo cubre los aspectos básicos del fracking, hace un recuento de
los conceptos técnicos más importantes y las etapas del proceso, se da una breve
síntesis de la historia de este método extractivo y se identifican los yacimientos más
importantes de gas de lutitas en el mundo y en América del Norte.
En el segundo capítulo se construye un breve perfil energético del gas natural en
Estados Unidos, a fin de identificar las tendencias de producción y consumo de este
recurso en su faceta convencional. A partir de esta información se evalúa si el gas es
un recurso importante para la economía estadounidense, y, una vez determinado, se
explica el papel que juega el gas natural no convencional en dicha economía. En el
tercer apartado se sigue el mismo orden lógico: se construye un breve perfil energético
del gas natural, convencional y no convencional, en Canadá.
En la cuarta parte se realiza un balance crítico de los riesgos medioambientales
del fracking, contrastando con los análisis optimistas basados únicamente en la
economía. Aquí se abordan algunos debates inacabados, en especial los que plantean
al gas como un puente energético hacia economías de bajo carbono. De igual manera,
se habla del impacto ambiental de los contenidos tóxicos de las mezclas utilizadas para
las operaciones de fractura, así como perspectivas de salud humana, seguridad en el
proceso y algunas ideas sobre la intervención gubernamental.
En el quinto, y último, capítulo se integran los elementos técnicos, económicos y
medioambientales que intervienen en el proceso de toma de decisiones de los
gobiernos de Estados Unidos y Canadá. En este apartado se hace un recuento de las
respuestas y posturas gubernamentales en ambos países, lo cual refleja que aceptar o
prohibir el fracking es un proceso complejo y muy variado. Tras realizar un breve
análisis de los esquemas jurídico-políticos de dichos Estados y sus regulaciones sobre
la técnica en la actualidad, se ofrecen algunas perspectivas sobre el futuro cercano del
fracking en América del Norte.
Al término de los apartados temáticos se hallan las conclusiones, en las cuales
se realiza un recuento de los apartados, se ofrece un breve análisis integrador y se
discuten algunos temas de gran relevancia para estudios posteriores. De igual manera,
se evalúan los resultados obtenidos durante la investigación y se finaliza con una
explicación de la relevancia del fracking para las Relaciones Internacionales.
1. Contextualización del fracking

Para entender al fracking como un fenómeno de las Relaciones Internacionales es


necesario estudiar esta técnica desde una perspectiva integral, retomando cuestiones
fundamentales como son los impactos, implicaciones y beneficios de la misma. Sin
embargo, antes cabe plantearse algunos cuestionamientos sencillos, pero
fundamentales, a fin de comprender de manera general qué es, cómo surgió y cuál es
el uso que actualmente se le da en las industrias de extracción y explotación de
energéticos en Estados Unidos y Canadá.
Se utilizará, para efectos del presente trabajo de investigación, un tecnicismo en
inglés, fracking, pues es un concepto que engloba las diversas etapas y formas de un
proceso con fines muy específicos. En español no existe un concepto único que
englobe todas las ideas detrás del fracking, para lo cual se hace necesario establecer
una definición, construida a partir de los hallazgos y documentación durante la
investigación. El fracking es un proceso de perforación vertical, perforación horizontal,
inyección de líquidos de fractura, fracturación hidráulica y recaptura de residuos,
dirigido a la extracción de gas natural no convencional dentro de las formaciones de
lutitas. Por lo tanto, toda vez que se utilice el término fracking será una referencia
directa a la anterior definición. Sin embargo, para el entendimiento pleno del término y
de su correspondiente definición, es necesario deconstruirla y analizarla en sus partes.
Es importante hacer dos aclaraciones, la primera es acerca del término fracking,
el cual no debe confundirse como sinónimo de fracturación hidráulica, pues dicha
técnica es un préstamo de la industria convencional, que fue inventada anteriormente.
Este préstamo se estudiará en el apartado de la historia del fracking. A pesar de que se
acostumbre utilizar los nombres de fracturación o fractura hidráulica para referirse al
fracking en algunas fuentes de habla hispana, con intenciones prácticas, durante el
presente trabajo se hará la distinción entre la fracturación hidráulica y el fracking.
Por lo tanto, debe entenderse que el fracking es un término independiente, pues
es una técnica combinada que surgió a partir de la unión de las perforaciones vertical y
horizontal y la fracturación hidráulica de la industria convencional, orientada a la

1
extracción de gas natural no convencional, el que se extrae de formaciones rocosas de
lutitas. Estos detalles serán revisados de nueva cuenta y con mayor detalle en los
siguientes apartados.
La segunda aclaración es sobre el consenso existente con respecto del fracking
como proceso técnico, pues autores como Charles Schmidt 2 ; Cooley y Donnelly 3 ;
Howarth, Ingraffea y Engelder 4 , Podesta y Wirth 5 ; Peduzzi y Harding 6 ; o empresas
como la de auditoría internacional KPMG 7 o la de consultoría ALL Consulting 8 ;
9
organizaciones como la Asamblea Burgos contra la Fractura Hidráulica ; o
10
instituciones como la Oficina del Auditor General de Canadá concuerdan en sus
definiciones del término. Esto demuestra que la complejidad del tema no subyace en la
definición de la técnica por sí misma, más bien los problemas y las divergencias surgen
a partir de las alteraciones producidas por el fracking en ámbitos como la economía, el

2
Charles W. Schmidt, “Blind Rush? Shale Gas Boom Proceeds amid Human Health Questions”, [en
línea], Estados Unidos, Environmental Health Perspectives, volumen 119, número 8, Brogan & Partners,
agosto de 2011, 7 pp., Dirección URL: http://www.jstor.org/stable/41233450.
3
Heather Cooley, Kristina Donnelly, Hydraulic Fracturing and Water Resources: Separating the Frack
from the Fiction, [en línea], 35 pp., Pacific Institute, Oakland, California, Estados Unidos, junio de 2012,
Dirección URL: http://www.pacinst.org/reports/fracking/full_report.pdf.
4
Robert W. Howarth, Anthony Ingraffea; Terry Engelder, “Natural Gas: Should fracking stop?”, [en línea],
364 pp., Nature Journal, s/n, volumen 477, Estados Unidos, Nature Publishing Group – MacMillan
Publishers Limited, 15 de septiembre de 2011, Dirección URL:
www.nature.com/nature/journal/v477/n7364/abs/477271a.html.
5 st
John D. Podesta, Timothy E. Wirth, Natural Gas – A Bridge Fuel for the 21 Century, [en línea], 11 pp.,
Estados Unidos, Center for American Progress y Energy Future Coalition, 10 de agosto de 2009,
Dirección URL: http://www.americanprogress.org/wp-
content/uploads/issues/2009/08/pdf/naturalgasmemo.pdf.
6
Pascal Peduzzi y Ruth Harding, Gas fracking: can we safely squeeze the rocks?, [en línea], 15 pp.,
Ginebra, Suiza, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, noviembre de 2012, Dirección
URL: http://www.unep.org/pdf/UNEP-GEAS_NOV_2012.pdf
7
s/a, Shale Gas – A Global Perspective, [en línea], Estados Unidos, KPMG International, diciembre de
2011, Dirección URL: http://www.gses.com/images/documents/shale-gas-global-perspective.pdf.
8
ALL Consulting, LLC, The Modern Practices of Hydraulic Fracturing: A Focus on Canadian Resources,
[en línea], Tulsa, Oklahoma, s/e, noviembre de 2012, Dirección URL:
http://www.capp.ca/getdoc.aspx?DocId=218399&DT=NTV.
9
s/a, La extracción de Gas No Convencional y la Fractura Hidráulica. Permisos en Burgos, [en línea], 22
pp., Asamblea contra la Fractura Hidráulica, Burgos, España, noviembre de 2011, Dirección URL:
http://www.grupoedelweiss.com/pdf/fracturahidraulica_2012.pdf.
10
Oficina del Auditor General de Canadá, Canada’s National Pollutant Release Inventory reporting of
chemicals used for shale gas and in-situ mining, [en línea], 61 pp., Office of the Auditor General of
Canada, Commissioner of the Environment and Sustainable Development, Canadá, 2011, Dirección URL:
http://www.oag-bvg.gc.ca/internet/English/pet_317_e_35778.html.

2
medio ambiente y la salud. Igualmente cabe destacar que los autores, en su mayoría
de Estados Unidos, que han estudiado el tema han escrito sus documentos en inglés,
pues en ese país el fracking ha visto mayor desarrollo y ha captado más atención.
Entonces, vale describir las partes que conforman el proceso extractivo del
fracking para esclarecer el significado del contenido conceptual y técnico de este
método. Estas definiciones servirán como punto de partida obligado antes de comenzar
a realizar cuestionamientos y problematizaciones de la metodología de las ciencias
sociales y la política. Para ello es necesario retomar el fenómeno desde las preguntas
de investigación más concretas.

1.1 ¿Qué es el fracking?

El fracking es un proceso por medio del cual se inyectan grandes volúmenes de una
mezcla de agua, químicos y arena a muy alta presión dentro de formaciones de lutitas
para provocar fracturas en su interior, posibilitando que compuestos atrapados en la
roca, como el gas natural se liberen11 y fluyan a la boca del pozo.
Se consigue fracturar las rocas al bombear los fluidos de fracturación a alta
presión primero en los pozos y luego muy por debajo de la superficie, donde se
encuentran las lutitas. Estas fisuras en la roca profunda suelen comenzar teniendo
diámetros de unos pocos milímetros de ancho que pueden ser extendidos hasta
decenas o centenas de metros cada una desde la boca del pozo. El proceso de
fracturar la roca es el primer paso, pues la fisura no es permanente, ya que una vez
disminuida la presión de los fluidos estas fracturas comienzan a cerrarse de nuevo,
atrapando una vez más, dentro de sí, los hidrocarburos como el gas natural. Para
mantener abiertas las fracturas y conservar el flujo mejorado de hidrocarburos hacia la

11
Cónfer Pascal Peduzzi y Ruth Harding, Gas fracking: can we safely squeeze the rocks?, [en línea],
Ginebra, Suiza, Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, noviembre de 2012, Dirección
URL: http://www.unep.org/pdf/UNEP-GEAS_NOV_2012.pdf, [consulta: 27 de abril de 2013], p. 2.
Traducción propia.

3
superficie se agregan partículas pequeñas a la mezcla de fractura, como arena o
cuentas de cerámica para rellenar y apuntalar las aberturas12.
Por lo común, “en los pozos de gas de lutitas se perfora de manera vertical hacia
el yacimiento de estos sedimentos, durante este proceso se mantiene una buena
lubricación para reducir la temperatura y sacar restos hacia la superficie. Una vez
terminado el pozo, el equipo de perforación se retira y se sella el pozo vertical con
cemento y acero. Este recubrimiento se refuerza varias veces, sobre todo en las zonas
cercanas a la superficie o en donde se penetren mantos acuíferos subterráneos”13. El
proceso de sellado inevitablemente evoca preguntas sobre la calidad o seguridad del
mismo, hecho que ha provocado intensos debates y reclamos por parte de la sociedad
civil tanto en Estados Unidos como en algunas provincias canadienses. El tema de los
riesgos de contaminación del agua por fracking será evaluado en el tercer capítulo.
Días o semanas tras después de terminado el proceso de fracturación, la
presión del pozo se libera y un poco del líquido de fractura (conocido como contraflujo)
fluye de vuelta a la superficie a través del canal del pozo. Un volumen desconocido de
este líquido de fractura, y sus aditivos químicos, se queda bajo tierra. A largo plazo,
cualquier cuerpo de agua presente en el subsuelo de manera natural se mantiene
fluyendo del pozo hacia la superficie. El contraflujo y esta agua subterránea, que puede
ser considerablemente más salada que el agua marina y contener una variedad de
otros contaminantes, se almacenan típicamente en tanques o fosas antes de ser
reutilizada o desechada14. Esto provoca cuestionamientos sobre los riesgos del fracking

12
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, Golden Rules for a Golden Age of Gas. World Energy
Outlook Special Report on Unconventional Gas, [en línea], Publicaciones de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, París, Francia, 12 de noviembre de 2012, Dirección URL:
http://www.worldenergyoutlook.org/media/weowebsite/2012/goldenrules/WEO2012_GoldenRulesReport.
pdf, [consulta: 15 de mayo de 2013], pp. 25-26. Traducción propia.
13
Paul L. Joskow, Natural Gas: From Shortages to Abundance in the U.S., [en línea], Alfred P. Sloan
Foundation, Nueva York, Estados Unidos, 31 de diciembre de 2012, Dirección URL:
https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCcQFjAA&url=http%
3A%2F%2Fwww.aeaweb.org%2Faea%2F2013conference%2Fprogram%2Fretrieve.php%3Fpdfid%3D48
4&ei=Lp23UdDDIYzdqQGogYHwBQ&usg=AFQjCNGAh4tG8cI0DpmEp9JgYcCLhTXgVg&sig2=H_BMav
UojpiRQhfS_S8xPg&bvm=bv.47810305,d.aWM&cad=rja, [consulta: 11 de junio de 2013], p. 10.
Traducción propia.
14
Cónfer Heather Cooley y Kristina Donnelly, Hydraulic Fracturing and Water Resources: Separating the
Frack from the Fiction, [en línea], Pacific Institute, Oakland, California, Estados Unidos, junio de 2012,

4
para el agua del subsuelo, que serán objeto de un apartado en el tercer capítulo de
esta investigación.
A pesar de existir consenso en la definición básica del fracking por varios
autores, el proceso conlleva diversas etapas, cada una caracterizada por terminología
técnica y diferenciaciones conceptuales que es necesario explicar. El siguiente paso
será definir algunos conceptos: lutitas, shale y esquisto.

1.1.1 Lutitas y shale: precisiones técnicas

El objetivo fundamental del fracking es extraer ‘gas de lutitas’ o ‘gas shale’, pero cabe
realizar algunas precisiones antes de continuar el análisis. Al traducir el término shale
suele incurrirse en imprecisiones lingüísticas pues en inglés incorpora diversos tipos de
roca. En español se comienzan a utilizar, de manera indistinta y hasta intercambiable,
los términos gas ‘shale’, gas esquisto y gas de lutitas; por ello, es necesario definirlos.
Según Luca Ferrari, geólogo, Doctor en ciencias de la Tierra e investigador del
Centro de Geociencias de la UNAM, el equivalente en español del término en inglés
shale es lutitas, que son “arcillas finas, muy compactadas e impermeables15, halladas
en la profundidad. Por su parte, los esquistos son deformaciones metamórficas de las
lutitas. Por lo tanto, no todas las lutitas son esquistosas”16.
Las lutitas, en general, son rocas de grano fino que se forman a partir de la
compactación de partículas de limo y arcilla. El sesenta por ciento de la corteza
sedimentaria de la Tierra consiste en este tipo de minerales y son la fuente primaria de
la cual se extraen la mayoría de los hidrocarburos convencionales en el mundo17.

Dirección URL: http://www.pacinst.org/reports/fracking/full_report.pdf, [consulta: 11 de mayo de 2013], p.


12. Traducción propia.
15
Permeabilidad: Si una roca es permeable quiere decir que los poros están interconectados entre sí y
el gas puede fluir de uno a otro con relativa facilidad. Véase: ídem, p. 4. Esta característica es la que
determina que el contenido de las rocas fluya, o no. Por lo tanto, las lutitas, al ser una roca de muy baja
permeabilidad, sus poros impiden el flujo del gas, lo cual hace necesario el fracking para extraerlo.
16
Luca Ferrari, “Fin de la energía barata”, ponencia presentada para la Especialidad en Política y
Gestión Energética y Medioambiental (EPYGEM), México, Facultad Latinoamericana de Ciencias
Sociales, FLACSO México, viernes 25 de octubre de 2013.
17
Cónfer Tom Alexander, Jason Baihly, Chuck Boyer, et alteori, “Shale Gas Revolution”, [en línea],
Texas, Estados Unidos, Oilfield Review, volumen 23, número 3, Schlumberger, otoño de 2011, Dirección

5
Aunado a la explicación del Dr. Ferrari, cabe definir ‘rocas metamórficas’. Éstas
son producidas cuando sedimentos ricos en arcillas se entierran en las profundidades
de la corteza terrestre, lo cual las somete a presiones y temperaturas muy altas, lo cual
genera cambios físicos. La trasformación de los minerales arcillosos y su grado de
compacidad hacen muy poco permeables y porosas18 a los esquistos19.
Aún cuando los yacimientos de lutitas son vastos, sólo unos pocos pueden
utilizarse para la extracción de hidrocarburos. Las formaciones rocosas en las que se
explora se caracterizan por tener sedimentos ricos en materia orgánica 20, depositados
de modo que se preserva una parte significativa de los restos orgánicos de origen,
mismos que servirán posteriormente como materia prima para la generación de
hidrocarburos en las profundidades. Las lutitas ricas en materia orgánica se forman
bajo dos condiciones específicas: altos niveles de materia orgánica y bajos niveles de
oxígeno, lo cual las diferencia de otros depósitos rocosos. Este tipo de rocas son de
permeabilidad extremadamente baja, lo cual encierra los hidrocarburos generados a
partir de la materia orgánica en la matriz de roca21, lo cual imposibilita que fluyan por sí
solos, haciendo imperativa la utilización de la fracturación hidráulica para extraerlos.
En dichas rocas se emplean las técnicas de perforación vertical, horizontal y
fracturación hidráulica para extraer GNNC de las formaciones; en síntesis, el proceso
del fracking. Ahora, si bien las diferencias entre las rocas son sustanciales, los matices
son mucho más sutiles para un estudio que no esté dirigido hacia ciencias que exigen
un rigor técnico muy avanzado para explicar las diferencias y características de cada
una de estas formaciones rocosas, como la geología o la ingeniería. Dado que la

URL: http://www.slb.com/~/media/Files/resources/oilfield_review/ors11/aut11/composite.pdf, [consulta: 27


de octubre de 2013], p. 40. Traducción propia.
18
Porosidad: Si una roca es porosa indica que existen muchos huecos donde el gas se encuentra
almacenado, por lo tanto, contiene gran cantidad de gas. Véase: s/a, La extracción de Gas No
Convencional y la Fractura Hidráulica. Permisos en Burgos, [en línea], 22 pp., Asamblea contra la
Fractura Hidráulica, Burgos, España, noviembre de 2011, Dirección URL:
http://www.grupoedelweiss.com/pdf/fracturahidraulica_2012.pdf.
19
Cónfer s/a, Shale Gas, la revolución energética en Norteamérica, [en línea], Stream: Repsol-Gas
Natural LNG, España, octubre de 2012, Dirección URL:
http://www.streamlng.com/servlet/ficheros/1297131789762/Art%C3%ADculoShaleGas_Esp_v.pdf,
[consulta: 15 de mayo de 2013], p. 3.
20
Materia orgánica: los restos de animales o plantas preservados en la roca. Véase: Boyer, Charles, et
alteori, “Producing Gas From its Source”, p. 37. Traducción propia.
21
Cónfer Boyer, Charles, et alteori, “Producing Gas From its Source”, p. 42. Traducción propia.

6
presente investigación seguirá líneas críticas de política y ciencias sociales, el rigor de
la diferenciación técnica de las lutitas no es fundamental para un análisis integral. Sin
embargo, esta investigación podrá servir como introducción para profesionales de otras
disciplinas, no importando el carácter de sus líneas de investigación.
Tras definir las lutitas, diferenciarlas de los esquistos y hablar de la traducción
del término en inglés ‘shale’, a partir de sus características y del tipo de hidrocarburos
que encierran, lo siguiente será explicar qué se entiende por gas natural no
convencional y diferenciarlo del gas natural convencional.

1.1.2 Gas natural no convencional

El gas natural es una combinación de gases de hidrocarburos que consiste


primordialmente en metano (CH4) y en menores proporciones en butano, etano,
propano y otros gases. Es incoloro e inodoro, y cuando se le enciende fuego libera una
cantidad significativa de energía. El gas natural se halla en formaciones (yacimientos)
bajo la superficie de la tierra. En algunos casos los yacimientos de gas natural suelen
estar asociados con depósitos de petróleo. Estos yacimientos son perforados y se
extraen los hidrocarburos de las profundidades, y el gas natural, una vez procesado, se
distribuye a través de un sistema de tuberías (llamados gasoductos) a grandes
distancias, en ocasiones de miles de kilómetros, hacia su destino final para consumo
residencial, comercial o industrial22.
El gas recuperado por medio del fracking suele recibir el nombre de gas de
lutitas, siendo este un tipo de gas natural no convencional (GNNC), que se diferencia
del gas natural convencional (GNC) de acuerdo con la posición geofísica, la
profundidad de las rocas y el proceso de extracción que su ubicación exige para su
explotación. Mientras que el GNC está contenido en rocas porosas, de las cuales
puede escapar fácilmente tras la perforación, el GNNC está contenido en formaciones
22
Cónfer Groundwater Protection Council y ALL Consulting, Modern Shale Gas Development in the
United States: A Primer, [en línea], Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, Departamento de Energía de
Estados Unidos, Oficina de la Energía Fósil y Laboratorio Nacional de la Tecnología Energética, abril del
2009, Dirección URL: http://www.netl.doe.gov/technologies/oil-
gas/publications/EPreports/Shale_Gas_Primer_2009.pdf, [consulta: 13 de junio de 2013], pp. 6-7.
Traducción propia.

7
rocosas de baja porosidad, como son las lutitas, arena altamente compactada o
yacimientos de carbón. Dichas formaciones necesitan ser fracturadas para liberar y
recuperar el gas natural a escala comercial ya que mucho del GNNC se encuentra
atrapado dentro de las formaciones de lutitas o esquistos a profundidades de entre
1,500 y 3,000 metros23, dificultando la extracción por medios convencionales.
Este tipo de GNNC recibe el nombre de gas esquisto y se produce en
acumulaciones de gas que pueden presentar los siguientes rasgos: “extensión regional,
falta de un sellado evidente, ausencia de un contacto bien definido entre gas y agua,
fracturación natural, una recuperación final calculada menor que la de una acumulación
convencional y una muy baja permeabilidad”24.
Al contrario del GNNC, los yacimientos de GNC “son creados cuando el gas
migra desde una formación rica en materia orgánica hacia depósitos de roca permeable,
en donde es atrapado por una capa suprayacente de roca impermeable”25. Este tipo de
roca, al ser perforada permite el acceso a los depósitos permeables subyacentes, con
lo cual el gas y otros hidrocarburos fluyen libremente hacia la superficie, lo que facilita
su recolección y extracción. Por ello, se le cataloga a esta técnica como convencional,
y no es necesario utilizar métodos compuestos para extraer los hidrocarburos, como en
el caso del GNNC, que exige el uso del fracking.
Al caracterizar y diferenciar el GNC del GNNC se hace posible explicar la utilidad
del fracking, pues esta técnica plantea nuevos alcances para la industria del gas natural
al contabilizar nuevos yacimientos que antes permanecían inexplorados o eran
imposibles de explotar. Esto será parte fundamental del análisis sobre la importancia
del fracking que se presentará en el segundo capítulo. Antes de sopesar los beneficios
potenciales que ofrece este método extractivo es necesario entender todas sus facetas,
por lo cual se vuelve necesario retomar su historia.

23
Cónfer Pascal Peduzzi y Ruth Harding, opus citatum, p. 2. Traducción propia.
24
Charles Boyer et alteori, “Producing Gas from its Source”, [en línea], Texas, Estados Unidos, Oilfield
Review, volumen 18, número 3, Schlumberger, otoño de 2006, Dirección URL:
http://www.slb.com/~/media/Files/resources/oilfield_review/ors06/aut06/composite.pdf, [consulta: 16 de
mayo de 2013], p. 36. Traducción propia.
25
Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), “What is shale gas and why is it
important?”, [en línea], Energy in Brief, Dirección URL:
http://www.eia.gov/energy_in_brief/article/about_shale_gas.cfm, [consulta: 17 de mayo de 2013].

8
1.2 El origen del fracking

El fracking es un gran ejemplo de innovación tecnológica a partir de avances ya


existentes, pues combina dos técnicas tradicionalmente utilizadas en otros sectores de
extracción de energéticos. La combinación de estos métodos y su redirección hacia la
extracción de gas natural de los yacimientos de lutitas que antes no eran sujetos de
explotación ha atraído la atención de los grandes industriales y los Estados hacia el
fracking y sus potenciales beneficios, sobre todo para las economías de Estados
Unidos y Canadá, pues América del Norte26 cuenta con grandes formaciones rocosas;
la ubicación de los yacimientos de lutitas en el mundo y en América del Norte será
tratado en el siguiente apartado.
Al hablar de América del Norte, México no es la excepción en cuanto al gas de
lutitas recuperable por medio de fracking, sin embargo, la técnica recién sólo ha sido
utilizada de manera experimental en junio de 2011 en el estado de Coahuila 27 . La
técnica no se ha incorporado al esquema productivo mexicano, pues hasta finales del
2013 comenzó a discutirse la utilización del fracking a gran escala en el país, a raíz de
la propuesta de la reforma energética federal. Esto evidencia el interés de México para
desarrollar la técnica a futuro, aunque el tema recién comienza a cobrar importancia en
las discusiones políticas, en la opinión pública y en la producción académica.
El fracking era técnicamente posible desde la década de los años setenta, pues
las herramientas necesarias ya existían y se encontraban en espera de ser combinadas
y refinadas. “Estas tecnologías fueron mezcladas a finales de la década de 1990 para
hacer más redituable la extracción de gas de lutitas” 28 . Dichas técnicas fueron la
perforación horizontal, la perforación vertical y la fracturación hidráulica. De las
industrias del petróleo y del gas se tomaron la clásica perforación vertical y la posterior

26
Cuando se hable de América del Norte se entenderá que se hace referencia a Canadá, Estados
Unidos y México, como los tres países que conforman la región. En su mayoría, esta investigación
excluirá del análisis a México, dando paso solamente a Estados Unidos y Canadá. Cuando sea
necesario abordar el caso mexicano para hacer más completo el análisis, se consignará por adelantado.
27
Cónfer Fortuna, “México se incorpora a la revolución silenciosa del Shale Gas”, [en línea], Revista
Fortuna, 30 de junio de 2011, Dirección URL: http://revistafortuna.com.mx/contenido/2011/06/30/mexico-
se-incorpora-a-la-revolucion-silenciosa-del-shale-gas/, [consulta: 5 de mayo de 2013].
28
Paul L. Joskow, opus citatum, p. 10. Traducción propia.

9
técnica de perforación horizontal, que permite redirigir y extender la abertura del canal
para extraer mayores cantidades de recursos de un mismo pozo, desde un mismo
emplazamiento. Una de las ventajas de la perforación horizontal es que a unos 2.5 km
del sitio de entrada puede multiplicar por cinco o diez veces la longitud de un solo pozo.
Una vez perforado el canal horizontal en la profundidad de las lutitas, se pone en
marcha la fracturación hidráulica, por medio de la cual se presuriza el canal horizontal
del pozo al bombear rápidamente tres o cuatro millones de galones de agua mezclada
con arena y químicos, provocando una fractura de unos 300 metros de ancho que se
mantiene abierta debido a la presencia de arena. El proceso puede repetirse hasta 30
veces en un mismo canal y es posible perforar diez pozos desde un mismo
emplazamiento de exploración, maximizando así las utilidades29.
Las compañías ‘fracturadoras’, que operan en yacimientos y formaciones de
lutitas 30 , al combinar la perforación horizontal y la fracturación hidráulica, hicieron
posible liberar volúmenes comerciales de hidrocarburos de dichas formaciones rocosas.
Tras el descubrimiento del potencial que guarda el fracking para la industria del gas
natural, se inició una búsqueda de yacimientos potenciales, dándole mucha importancia
a rocas que habían estado completamente ignoradas por la industria de exploración y
producción de hidrocarburos 31 . Esto se evidencia con el interés de las empresas
‘fracturadoras’ enfocadas a la búsqueda y explotación de gas de lutitas en Estados
Unidos; un fenómeno que se ha trasladado recientemente a Canadá, donde el fracking
ha captado la atención de actores públicos y privados en algunas provincias, tema que
se desarrollará en el segundo capítulo. Para entender el auge e importancia del
fracking en las discusiones políticas en materia de energéticos en Estados Unidos y
Canadá es necesario remitirse a los primeros casos en el mundo.

29
Cónfer Richard A. Kerr, “Natural Gas From Shale Bursts Onto the Scene”, [en línea], Estados Unidos,
Science Magazine, volumen 328, s/n, American Association for the Advancement of Science (AAAS), 25
de junio de 2010, Dirección URL: http://eps.mcgill.ca/~courses/c666/Module_1/Kerr%202010.pdf,
[consulta: 5 de febrero de 2013], pp. 1624-1625. Traducción propia.
30
A partir de este momento se utilizará el término ‘fracturadoras’ para englobar esta definición.
31
Cónfer Chuck Boyer, et alteori, “Shale Gas: A Global Resource”, [en línea], Texas, Estados Unidos,
Oilfield Review, volumen 23, número 3, Schlumberger, otoño de 2011, Dirección URL:
http://www.slb.com/~/media/Files/resources/oilfield_review/ors11/aut11/composite.pdf, [consulta: 15 de
mayo de 2013], p. 29. Traducción propia.

10
La historia del fracking se remonta al surgimiento de la fracturación misma en el
siglo XIX en la industria petrolera estadunidense, cuando en 1858, Preston Barmore,
uno de los primeros ingenieros petroleros utilizó pólvora para fracturar un pozo de gas
en Fredonia, Nueva York. 32 La fracturación continuó desarrollándose y refinándose
como una técnica independiente hasta que en el siglo XX alcanzó una nueva etapa, al
utilizar la inyección de fluidos en el subsuelo en lugar de explosivos.
La fracturación hidráulica, una de las técnicas que utiliza el fracking en la
actualidad, surgió en 1947 en Kansas como un experimento de la compañía
estadunidense Stanolind Oil. Este descubrimiento fue documentado como una nueva
tecnología y publicado por J.B. Clark ese mismo año. Dos años más tarde, en 1949, la
compañía de cementación de pozos petroleros Halliburton recibió la patente del
proceso de ‘Hydrafrac’, otorgándole derechos de exclusividad sobre la técnica. La
fracturación hidráulica fue usada por primera vez con fines comerciales en Duncan,
Oklahoma y en Holliday, Texas, el 17 de marzo de 1949. Durante ese año se
fracturaron hidráulicamente 332 pozos, que mostraron un amento del 75% en la
productividad con respecto de los pozos convencionales33.
El catalizador para el reciente auge de la exploración de formaciones de lutitas
proviene del éxito obtenido por las empresas ‘fracturadoras’ en la formación rocosa
Barnett, en Texas. Sin embargo, fueron necesarios veinte años de experimentación,
perforación e innovación antes de que la obra fuera considerada económicamente
viable. El desarrollo de la formación Barnett se puede remontar hasta 1981, cuando la
Corporación Mitchell para Energía y Desarrollo perforó un pozo con la finalidad
exclusiva de producir gas a partir de las lutitas. El aumento en los precios de las
mercancías y bienes de consumo generó un ambiente propicio, donde la viabilidad
comercial del fracking finalmente se cristalizó34.
Una vez cubierta la historia del fracking es menester abordar la presencia de
yacimientos de lutitas en el mundo y en América del Norte. Este apartado servirá como
32
ALL Consulting, LLC, The Modern Practices of Hydraulic Fracturing: A Focus on Canadian Resources,
[en línea], Tulsa, Oklahoma, s/e, noviembre de 2012, Dirección URL:
http://www.capp.ca/getdoc.aspx?DocId=218399&DT=NTV, [consulta: 9 de mayo de 2013], p. 1.
Traducción propia.
33
Cónfer ALL Consulting, LLC, ibídem.
34
Cónfer Chuck Boyer, et alteori, “Shale Gas: A Global Resource”, pp. 28-29. Traducción propia.

11
preámbulo para abordar la importancia del fracking y del GNNC para las economías de
Estados Unidos y Canadá.

1.3 Ubicación de los yacimientos de lutitas en el mundo

Antes de atender a las ubicaciones de los yacimientos y las cantidades de


hidrocarburos que éstas contienen, es necesario hacer una aclaración sobre las
unidades de medida utilizadas en las fuentes estadunidenses, pues existen diferencias
en las escalas numéricas entre las lenguas inglesa y española.
Estas diferencias lingüísticas tienen que ver con la cantidad de ceros que se
agregan a las cantidades como billones y trillones. Esto complica la traducción pues los
términos en inglés de ‘billion’ y ‘trillion’ no corresponden directamente a los españoles
de billón y trillón. En la lengua española, según la Real Academia, el término billón se
refiere a “un millón de millones, que se expresa por la unidad seguida de doce ceros” 35,
mientras que un trillón se refiere a “un millón de billones, que se expresa por la unidad
seguida de 18 ceros”36. En cambio, en la lengua inglesa de Estados Unidos37 se utiliza

35
Real Academia Española, billón, [en línea], DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA – Vigésima
segunda edición, s/l, Dirección URL:
http://buscon.rae.es/drae/?type=3&val=fisible&val_aux=&origen=REDRAE, [consulta: 28 de mayo de
2013].
36
Real Academia Española, trillón, [en línea], DICCIONARIO DE LA LENGUA ESPAÑOLA – Vigésima
segunda edición, s/l, Dirección URL:
http://buscon.rae.es/drae/?type=3&val=fisible&val_aux=&origen=REDRAE, [consulta: 28 de mayo de
2013].
37
Existen diferencias en la escala numérica y correspondencia de ceros entre la lengua inglesa de
Estados Unidos y la del Reino Unido en los términos billion y trillion. Esto lo evidencia el Diccionario
Oxford de la lengua inglesa: “In British English, a billion used to be equivalent to a million million (i.e.
1,000,000,000,000), while in American English it has always equated to a thousand million (i.e.
1,000,000,000). British English has now adopted the American figure, though, so that a billion equals a
thousand million in both varieties of English.
The same sort of change has taken place with the meaning of trillion. In British English, a trillion used to
mean a million million million (i.e. 1,000,000,000,000,000,000). Nowadays, it's generally held to be
equivalent to a million million (1,000,000,000,000), as it is in American English.”
Véase: Oxford Dictionaries, How Many is a Billion?, [en línea], Oxford Dictionaries Online, s/l, Dirección
URL: http://oxforddictionaries.com/words/how-many-is-a-billion, [consulta: 28 de mayo de 2013].

12
el término billion para referirse a “un número igual a 1,000 millones” 38. En inglés el
concepto de trillion puede referirse a “un número equivalente a mil veces un billion”39, o
un millón de millones, un “mil billions, el número 1,000,000,000,000”40. A fin de evitar
una posible confusión al traducir incorrectamente los términos, para efectos de este
trabajo se entenderá que la traducción a la lengua española del término en inglés billion
corresponderá a “mil millones”41 y el término trillion a “un billón”42.
Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), los yacimientos de lutitas y de GNNC, explotables por medio de fracking, en
el mundo se distribuyen como se especifica en el Mapa 1.
Los yacimientos de gas de lutitas, como se puede observar en el gráfico del
PNUMA (Mapa 1), están presentes en todos los continentes, mas no en todas las
naciones. Los países con las mayores reservas del recurso en el mundo son: China,
Estados Unidos, Argentina y México, en ese orden.
El entendimiento de la ubicación de los yacimientos será fundamental para abrir
nuevas líneas de investigación, pues cada nación tiene sus especificidades. Aún
cuando exista consenso en la definición del fracking y su utilización para la producción
de energía es necesario estudiar cada región e incluso cada país como un caso
específico, ya que las características de cada nación y las implicaciones de la
implementación de esta técnica extractiva varían según cada caso.

38
Merriam-Webster Dictionary, billion, [en línea], Definition and More from the Free Merriam-Webster
Dictionary, s/l, Dirección URL: http://www.merriam-webster.com/dictionary/billion, [consulta: 28 de mayo
de 2013]. Traducción propia.
39
Merriam-Webster Dictionary, trillion, [en línea], Definition and More from the Free Merriam-Webster
Dictionary, s/l, Dirección URL: http://www.merriam-webster.com/dictionary/trillion, [consulta: 28 de mayo
de 2013]. Traducción propia.
40
Merriam-Webster Learner’s Dictionary, trillion, [en línea], Merriam-Webster Learner’s Dictionary, s/l,
Dirección URL: http://www.learnersdictionary.com/search/trillion, [consulta: 28 de mayo de 2013].
Traducción propia.
41
José Elías, “1 Billion” en inglés es diferente a “1 Billón” en español, [en línea], eliax – para mentes
curiosas, s/l, Dirección URL: http://www.eliax.com/index.cfm?post_id=2994, [consulta: 28 de mayo de
2013].
42
Merriam-Webster Dictionary, billion, [en línea], Definition and More from the Free Merriam-Webster
Dictionary, s/l, Dirección URL: http://www.merriam-webster.com/dictionary/billion, [consulta: 28 de mayo
de 2013]. Traducción propia.
42
Merriam-Webster Dictionary, trillion, [en línea], English to Spanish Translation | Merriam-Webster, s/l,
Dirección URL: http://www.merriam-webster.com/spanish/trillion, [consulta: 28 de mayo de 2013].
Traducción propia.

13
Mapa 1: Reservas técnicamente recuperables de gas de lutitas en los 18 países con los mayores
3
yacimientos en el mundo; expresado en billones de cm .

43
Fuente: Royal Society, 2012; PNUMA, Ginebra.

Aún cuando el GNNC recuperable de estos yacimientos está concentrado en su


mayoría en China, el definitivo representante y beneficiario del recurso en Asia, el
continente americano está marcado por tener a las otras tres naciones con los mayores
yacimientos de lutitas en el mundo. Es importante, entonces, analizar el caso de
América continental de un modo más específico, a fin de entender cuáles son los
países con presencia del gas de lutitas en el continente.
En el Mapa 2 se puede observar que en América continental los países con los
mayores yacimientos del gas son Estados Unidos, Argentina, México, Canadá y Brasil.
Al cruzar la información del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, de
Pascal y Peduzzi, y la de la agencia de auditoría internacional KPMG, la ubicación de
los yacimientos es consistente en ambas fuentes.
Al partir de la noción que el gas de lutitas es un recurso recuperable tanto en
América del Sur como en América del Norte, será necesario realizar estudios
posteriores para identificar las variables, consecuencias y posturas en Argentina y los
países que le rodean y cuentan también con yacimientos, aunque en menor medida.

43
Pascal Peduzzi y Ruth Harding, opus citatum, PNUMA, p.1.

14
Mapa 2: Recursos de gas de lutitas en América.
44
Expresado en billones de pies cúbicos

45
Fuente: KPMG International

Este tema sin duda tendrá que ser evaluado por los gobiernos de Argentina, Uruguay,
Chile, Paraguay, Bolivia y Brasil, que comparten frontera y el acceso a algunos
yacimientos con Argentina. El análisis no puede dejar a Venezuela y Colombia, que si
bien no comparten las mismas zonas productivas de gas de lutitas, sí cuentan con

44 3
Un billón de pies cúbicos, 1,000,000,000,000 ft (originalmente TCF, trillion cubic feet) equivale a
10
2.8317x10 m³, por lo que en aras de la practicidad, se mantendrán las unidades originales cuando se
hablen de TCF. Véase: s/a, Cubic Feet to Cubic Meters conversion, [en línea], Estados Unidos, Metric
Conversions Org., Dirección URL: http://www.metric-conversions.org/volume/cubic-feet-to-cubic-
meters.htm, [consulta: 28 de mayo de 2013].
45
s/a, Shale Gas – A Global Perspective, [en línea], Estados Unidos, KPMG International, diciembre de
2011, Dirección URL: http://www.gses.com/images/documents/shale-gas-global-perspective.pdf,
[consulta: 11 de abril de 2013], p. 9.

15
yacimientos de lutitas. Sin embargo, en el presente trabajo no se realizará una
investigación acerca del fracking en América Latina, se le dará preferencia únicamente
a dos de los países de América del Norte, Estados Unidos y Canadá.
Sin embargo, debido a la gran concentración de reservas de GNNC en América
del Norte es necesario analizar la situación de los tres países que conforman la región,
para así entender las implicaciones de la existencia de dichos yacimientos en sus
territorios nacionales. Para ello, es necesario identificar las formaciones rocosas de
lutitas más importantes en Estados Unidos, Canadá y México, de las cuales se extrae
el GNNC por medio de fracking. Es necesario anotar que en este apartado se incluye a
México con el fin de realizar un análisis de toda la región, aunque sólo se harán
esbozos muy simples del fracking en el país.
En las siguientes secciones del presente trabajo no se estudiará a profundidad el
caso mexicano debido al incipiente desarrollo del fracking en dicho Estado. Sin
embargo, estos análisis preliminares servirán para un análisis de prospectiva en el
último capítulo, donde se buscará integrar todos los elementos para ofrecer una visión
del futuro cercano para el fracking en América del Norte, incluyendo a México.
Asimismo, el objetivo de la presente investigación es aprender de los precedentes
sentados por Estados Unidos y Canadá en materia de debate y regulación del fracking,
lo cual servirá como base para estudios de posgrado centrados en el caso de México,
sus instituciones y procesos normativos.

1.4 Yacimientos de gas de lutitas en América del Norte

Como lo evidencian Boyer, Clark, Jochen, Lewis, Miller y Camron en el Oilfield Review
del otoño de 2011, con datos de un reporte extenso, altamente técnico, específico y
dividido por regiones y países representativos, elaborado por Kuuskraa, Stevens, Van
46
Leeuwen y Moodhoe para la Administración de Información Energética del
Departamento de Energía de Estados Unidos, en la actualidad los únicos sitios de obra

46
Vello Kuuskraa, et alteori, World Shale Gas Resources: An Initial Assessment of 14 Regions Outside
the United States, [en línea], Estados Unidos, U.S. Energy Information Administration, 17 de febrero de
2011, Dirección URL: http://www.eia.gov/analysis/studies/worldshalegas/pdf/fullreport.pdf, [consulta: 11
de abril de 2013].

16
con pozos de fracking abiertos y activos a nivel comercial para la explotación de
recursos de las lutitas en el mundo están localizados en América del Norte, y la notable
mayoría están ubicados en Estados Unidos.47
Para esos fines es necesario evaluar la presencia de dichas formaciones
rocosas en los países de América del Norte, a fin de entender cuáles son las zonas o
entidades que están involucradas en la extracción de GNNC por medio de esta técnica.
Esta misma información podrá ser retomada después para guiar una investigación
acerca de las interacciones entre las entidades federativas de cada nación con
respecto de la demanda y la producción de GNNC y el consumo. A fin de evaluar estos
datos y regiones, se presenta el Mapa 3.
La formación rocosa Marcellus, en el noreste de Estados Unidos es, por mucho,
el desarrollo extractivo más grande de ese país y del mundo, con una extensión
territorial de alrededor de 246,000 km2. Después le sigue la formación de New Albany,
con cerca de la mitad del tamaño que la Marcellus. Otras formaciones importantes en
Estados Unidos van desde los 13,000 hasta los 30,000 km 2, algunas de las cuales han
resultado tener una producción prolífera.48
Si bien la formación Marcellus es la más explotada y explorada en la actualidad,
no es la única, pues existen otros desarrollos extractivos en otras zonas del país. Como
se puede notar en el Mapa 3, los yacimientos de gas de lutitas están presentes en
prácticamente todo el territorio de los Estados Unidos, pues estos sedimentos se hallan
en prácticamente todo el territorio. Otra explicación para la importancia de la formación
Marcellus en la actualidad es que las investigaciones, exploraciones y fracturaciones
han abandonado la formación Barnett, en Texas, que fue una de las más productivas
desde los inicios del fracking.
Si bien Estados Unidos es el país con el mayor número de yacimientos de lutitas
en América del Norte, es necesario analizar también el caso de Canadá, donde hay
numerosas cuencas con gran potencial para extraer GNNC. Las más grandes están
ubicadas al oeste e incluyen la cuenca de Río Horn, la bahía de Córdova, la cuenca de
Laird, la Cuenca Profunda y el grupo de Colorad. Estos cinco yacimientos contienen

47
Chuck Boyer et alteori, opus citatum, p. 32.
48
Cónfer Chuck Boyer et alteori, “Shale Gas: A Global Resource”, pp. 31-32. Traducción propia.

17
aproximadamente 37.6 billones de m3, de los cuales 10 billones de m3 son
técnicamente recuperables.

Mapa 3: Sitios de exploración y explotación de lutitas en América del Norte.

49
Fuente: Chuck Boyer et alteori, “Shale Gas: A Global Resource”

Al este de Canadá también existen varios yacimientos potenciales, aunque no


han sido tan estudiados como aquellos en el oeste. Las áreas prospectivas incluyen la
porción superior de la formación de Utica en la faja montañosa de los Apalaches, que
se extiende más allá de la frontera con Estados Unidos y tiene aproximadamente 4.4
billones de m3 de gas en el sitio, de los cuales 877 miles de millones de m 3 son
técnicamente recuperables. En la formación de Utica sólo se han perforado unos

49
Chuck Boyer et alteori, opus citatum, p. 32.

18
pocos pozos y aunque ha sido posible recuperar el gas durante etapas de prueba, ha
sido a un ritmo muy lento. En cambio, más al oeste de Canadá, la formación Frederick
Brook en la cuenca Maritimes de New Brusnwick se encuentra en las etapas
preliminares de exploración y evaluación50.
Una vez estudiadas las formaciones rocosas en Estados Unidos y Canadá, que
son el foco central del presente trabajo, es necesario retomar el caso de México. En
México los yacimientos de lutitas potenciales están ubicados en el noreste y al este del
centro del país, a lo largo de la cuenca del Golfo de México. Estas formaciones son las
mismas que contienen las reservas convencionales más grandes.
Aunque se ha reportado muy poca actividad de exploración de gas de lutitas en
las cinco cuencas mexicanas por la Administración de Información Energética de
Estados Unidos, existe un aproximado de 67 billones de m 3 de gas en el sitio, de los
cuales 19.3 billones de m3 se consideran técnicamente recuperables. Las cinco
cuencas de lutitas o esquistos de interés para los desarrollos extractivos son la de
Burgos (formaciones de Eagle Ford y Tithonian), la de Sabinas (Eagle Ford y La
Casita), la de Tampico (formación Pimienta), Tuxpan (las formaciones Pimienta y de
Tamaulipas) y la de Veracruz (formación Maltrata).
A pesar de haber interés en explotar las reservas de gas de lutitas en México,
muchas de las formaciones rocosas ricas en materia orgánica son estructuralmente
complejas o están a más de 5,000 metros de profundidad, lo cual imposibilita la
extracción por medio de la tecnología actual. El potencial para el fracking está al norte,
en las formaciones de Eagle Ford y la Tithonian, en las cuencas de Burgos y Sabinas.
A lo largo del Río Grande, al sur de Texas, o el Bravo, al norte de México, la
formación Eagle Ford ha producido tanto gas como petróleo. Ya que esta formación se
extiende a lo largo de la frontera hacia las cuencas de Burgos y Sabinas en México, la
producción exitosa de esta zona del lado estadunidense augura buenos resultados
para el lado mexicano de la frontera.
En su primer pozo exploratorio de lutitas, la división de exploración y producción
de la compañía Petróleos Mexicanos (PEMEX) reportó recientemente una prueba
exitosa de extracción de gas de la formación Eagle Ford en la cuenca de Burgos. La

50
Cónfer Chuck Boyer, et alteori, opus citatum, pp. 32-33. Traducción propia.

19
explotación comenzó en mayo del 2011 con una producción de 84,000 m3/d. PEMEX
planea perforar otros 20 pozos adicionales en el futuro cercano para continuar
evaluando el potencial de las cinco cuencas y los yacimientos51.
En Estados Unidos, como evidencia del éxito de la producción de GNNC, la
formación Barnett se convirtió en el 2008 en el yacimiento más productivo de gas en
Estados Unidos, al contribuir con 7% de todo el GN producido en los 48 estados
contiguos, en ese mismo año52. Esto tiene que ver con que “la producción significativa
de gas de lutitas en otros estados, incluyendo Arkansas, Pennsylvania y Louisiana,
comenzó apenas entre el 2007 y el 2009” 53 , dándole una ventaja comparativa a la
extracción en esa formación rocosa. Dado que la formación Barnett ha sido, en la corta
historia del fracking, una de las más estudiadas y exploradas, gran parte de las
investigaciones se centran en ésta, que corresponde a algunos estados de la Costa
Este, sobre todo los que están al Norte, como Pennsylvania, Philadelphia y Nueva York.
Una vez aclarados los conceptos, los procesos, las definiciones y el origen del
fracking, es necesario comenzar a dimensionarlo como un fenómeno de las Relaciones
Internacionales, lo cual conducirá a evaluar la relevancia que guarda el GNNC para las
economías de Estados Unidos y Canadá. Asimismo, será imprescindible identificar a
los actores más importantes en la implementación del proceso para la perforación de
sitios extractivos y los cambios que el GNNC ha traído para la industria energética de
ambos países al replantear capacidades antes imposibles con el uso del gas natural
convencional. Estos cambios forman parte fundamental de un estudio integral del
fracking y serán abordados durante el siguiente capítulo.

51
Cónfer Chuck Boyer, et alteori, opus citatum, p. 33.
52
Cónfer ídem, p. 29.
53
Robert W. Howarth y Anthony Ingraffea, “Point: Fracking: Too High Risk: Natural Gas: Should fracking
stop?”, [en línea], Nature Journal, s/n, volumen 477, Estados Unidos, Nature Publishing Group –
MacMillan Publishers Limited, 15 de septiembre de 2011, Dirección URL:
www.nature.com/nature/journal/v477/n7364/abs/477271a.html, [consulta: 22/febrero/2013], p. 272.
Traducción propia.

20
2. La producción de gas natural y el valor económico del fracking para Estados Unidos

El gas natural es un energético fósil que ha estado presente en las economías del
mundo por largo tiempo, pero recientemente ha cobrado mayor importancia y se ha
popularizado su uso en sectores como la industria, lo cual aumenta su demanda global.
Para entender los beneficios del GNNC extraído por medio de fracking, lo primero es
elaborar un breve perfil energético en Estados Unidos y Canadá, a fin de entender cuál
es la posición que guarda el gas natural, tanto el convencional como el no convencional,
en el consumo y producción de energía en estos dos países norteamericanos.
Para construir este breve perfil energético de Estados Unidos y Canadá se
utilizarán datos de la Agencia Internacional de la Energía (IEA)54, agencia dedicada a
reunir información sobre la energía en los países de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La IEA publica reportes estadísticos
básicos cada año, y además, dedica un año para una evaluación completa de uno de
sus países miembro. A Estados Unidos le correspondió una revisión exhaustiva en el
2007 y a Canadá en el 2009. Se excluirá a México en este apartado debido a tres
factores importantes: 1) la ausencia de un reporte especializado de la IEA, a pesar de
ser miembro de la Agencia; 2) es necesario abordar el caso mexicano desde otro nivel
de análisis, a partir de la información nacional y las estructuras internas; y 3) México no
forma parte del objeto de estudio de la presente investigación. A fin de mantener la
objetividad, en el presente estudio se preferirá la utilización de datos de los organismos
internacionales antes que bases de datos nacionales, en tanto sea posible.
Esta investigación servirá como primer paso para establecer un análisis sobre la
importancia que juega una producción aumentada de GN por medios no
convencionales, que se desarrollará a lo largo del presente escrito. Sin embargo, este
análisis puede ser retomado en investigaciones futuras, orientadas hacia esquemas de
producción o economía estructural, a fin de darle otra perspectiva al mismo análisis. Lo
54
Se preferirá el acrónimo en inglés de IEA, International Energy Agency, ya que el acrónimo traducido
al español sería AIE, que puede confundirse fácilmente con el acrónimo en español de AIE,
Administración de Información Energética del Departamento de Energía de Estados Unidos. Por lo tanto,
los acrónimos de ambas instituciones serán utilizados en su idioma original, correspondiendo el de IEA a
la Agencia Internacional de Energía y el de EIA a la Administración de Información Energética del
Departamento de Energía de Estados Unidos.

21
anterior reitera uno de los objetivos de esta investigación al tratarse de un enfoque
integral y transversal que busca la apertura de nuevas líneas de investigación, no sólo
en los campos de la política internacional sino en otras disciplinas.
Para entender la importancia del gas natural para estas dos economías es
necesario abordarlas primero desde la óptica global y después como casos específicos,
haciendo un análisis transversal de los factores que las componen. En este apartado
no se hará hincapié en datos estadísticos o en indicadores económicos, sino en los
patrones de uso y consumo de gas en sus territorios, los cuales son propensos de sufrir
alteraciones a partir de la incorporación del GNNC y el fracking a los procesos
productivos nacionales. Primero se estudiará el caso del gas en los Estados Unidos y el
siguiente capítulo se dedicará al análisis del gas en la economía de Canadá.

2.1 Contextualización del gas natural estadunidense en el mundo

Es menester contextualizar el rol que juega este país en el mundo desde su capacidad
de producción de combustibles fósiles. Con respecto del petróleo, para el 2012,
Estados Unidos ocupaba el tercer puesto mundial en producción de crudo (346
millones de toneladas, el 8.6% de la producción global), por debajo de Arabia Saudita
(517 mt, 12.9% global) y de Rusia (510 mt, 12.7% global) 55 , quienes ocupan los
primeros puestos. Al no ser uno de los primeros productores de petróleo, es necesario
evaluar su papel como importador, en donde ocupa el primer lugar mundial, al importar
513 mt de crudo. El siguiente peldaño corresponde a China, con una importación
menor que la mitad de la estadunidense, de 235 mt56, lo cual evidencia patrones de
consumo muy elevados en Estados Unidos, que serán analizados más adelante.
Con respecto del carbón, Estados Unidos es el segundo productor mundial, con
1004 mt, o un 12.9% de la producción global. El líder global de producción de carbón
es China, con más del triple que Estados Unidos, 3576 mt, o un 45.9% de la producción
global. Sin embargo, la relación de estos dos líderes con respecto del exterior es

55
Agencia Internacional de la Energía, Key World Energy Statistics 2012, [en línea], Publicaciones de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Francia, 2012, Dirección URL:
http://www.iea.org/publications/freepublications/publication/kwes.pdf, [consulta: 16 de julio de 2013], p.11.
56
Ibídem.

22
diametralmente opuesta, pues Estados Unidos es el cuarto exportador mundial de
carbón (85 mt) mientras que China es el primer importador global (177 mt)57.
Para el GN, Estados Unidos ocupa el segundo lugar mundial en producción, al
aportar con 651 miles de millones de centímetros cúbicos, o un 19.2% de la producción
global, únicamente por detrás de Rusia, que genera 677 mcm3, o 20% de la producción
global58. El siguiente puesto lo ocupa Canadá, sin embargo, su producción es muy
inferior a la de ambos países, al ser 160 mcm3, o 4.7% de la producción global59. Esto
demuestra que la producción de gas en el mundo está dominada por Rusia y Estados
Unidos, quienes controlan casi el 40% de la producción global. Como es de esperarse,
Rusia encabeza las exportaciones de gas, dada su cercanía con el mercado europeo.
Sin embargo, Estados Unidos no figura en el mundo como un exportador, sino
como un importador, ocupando el cuarto puesto a nivel global, con 55 mcm3, debajo de
Japón, Italia y Alemania60. El análisis de los patrones de consumo en Estados Unidos y
su elevada demanda de recursos, sobre todo para la producción de energía eléctrica,
será realizado más adelante en este apartado, en contraste con otros sectores.
No obstante la gran capacidad productiva estadunidense en cuanto a gas, su
consumo es mucho mayor que la producción interna, orillándole a buscar importaciones
para cubrir el déficit. Por ello, el fracking representa una gran oportunidad de cambiar el
esquema energético estadunidense, al prometer no sólo mayor producción, sino que
ofrece satisfacer la demanda y posteriormente la reducción de las importaciones de GN.
En cuanto a producción de electricidad a partir de GN, para el 2012 Estados
Unidos ocupaba el primer puesto a nivel mundial al producir 1018 Tera Watts-hora61,

57
Agencia Internacional de la Energía, Key World Energy Statistics 2012, opus citatum, p. 15.
58
Ídem, p. 13.
59
Ibídem.
60
Ibíd.
61
Es fácil confundir los términos watt (o vatio) y watt-hora (vatio-hora o Wh) pues se relacionan con dos
conceptos diferentes: potencia y energía. […] La energía es susceptible de cuantificación a través de su
unidad de medida, el Joule (J). El equivalente a 3600 Joules de energía es lo que se conoce como un
Kilo-Watt-hora (KWh). Es la energía necesaria para mantener encendida [un foco] de 100 W de
potencia durante 10 horas o la necesaria para elevar una masa de 10 kg una altura de 36 metros.
Potencia es la rapidez con la cual se “transforma” la energía. Su unidad de medida es el Watt (o Vatio).
Es decir, un Watt es un Joule consumido en un segundo: 1 W = 1 J/s. Por lo tanto:
1 watt-hora (1 Wh) = 3600 Joules/segundo
1 kilo-watt-hora (1 kWh) = 1000 x 3600 Joules/segundo

23
seguido de Rusia (532 TWh) y Japón (305 TWh)” 62 , en segundo y tercer puesto,
respectivamente, con producciones mucho menores que la estadunidense.
El gas natural comparte el dominio del escenario energético internacional de los
combustibles fósiles, haciendo necesario evaluar sus diversas facetas en la economía
estadunidense. Debe entenderse primero desde la perspectiva convencional, siendo
ésta la más amplia, para realizar proyecciones sobre las tendencias de producción y
consumo, así como de la influencia que podría tener un incremento en la producción de
gas natural para este país. La comprensión del peso del GNC en Estados Unidos y,
posteriormente en Canadá, hará posible juzgar si el fracking, al ofrecer nuevas
oportunidades de extracción y producción de gas natural, es una herramienta relevante
para ambas economías y, de serlo, en qué medida.

2.2 Gas natural convencional en Estados Unidos

Estados Unidos es uno de los mayores productores de gas natural y petróleo en el


mundo, al aportar, para el 2006, un 8% de la producción global de petróleo y un 18%
de la producción mundial total de gas natural. Sin embargo, se espera que esta
tendencia sufra un declive sostenido en el futuro63. Hablar de una disminución en su
producción energética es importante dado que Estados Unidos “depende de los
combustibles fósiles para prácticamente todo su suministro energético”64.
A pesar de la notable presencia de los combustibles fósiles para las actividades
básicas, Estados Unidos, en algunos sectores, goza de fortaleza productiva, por

Véase: Conermex, ¿Qué es un kilowatt-hora (kWh) y cuánto cuesta?, [en línea], Energía Solar en México,
Soluciones en Energías Renovables, Paneles Solares Conermex, México, Dirección URL:
http://www.conermex.com.mx/preguntas-frecuentes-faqs/que-es-un-kilowatt-hora-kwh-y-cuanto-
cuesta.html, [consulta: 29 de Julio de 2013].
1 tera-Watt-hora (1 tWh) = 1 mil millones de kilo-Watts-hora (kWh)
Véase: Woodbank Communications Ltd., Electropaedia Conversion Table, [en línea], Electropaedia –
Battery and Energy Technologies, Reino Unido, Dirección URL:
http://www.mpoweruk.com/conversion_table.htm, [consulta: 29 de julio de 2013]. Traducción propia.
62
Agencia Internacional de la Energía, Key World Energy Statistics 2012, opus citatum, p. 25.
63
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: United States 2007, [en
línea], Publicaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 15 de febrero
de 2008, Dirección URL: http://www.oecd-ilibrary.org/energy/energy-policies-of-iea-countries-united-
states-2007_9789264030749-en, [consulta: 04 de junio de 2013],p. 105. Traducción propia.
64
Ídem, p. 15. Traducción propia.

24
ejemplo, es completamente autosuficiente en la producción y consumo de carbón y
ampliamente autosuficiente en la de gas natural. El porcentaje restante, alrededor de
un quinto de la producción de gas, es suministrado a través de importaciones de sus
vecinos en América del Norte. En cuanto al petróleo, Estados Unidos depende de las
importaciones para satisfacer su alta demanda, misma que ha visto un aumento
constante desde 1990, y que para el 2005 ya había superado el umbral del 50%65.
“La producción local se incrementó lentamente entre 1991 y el año 2000 (un
aumento de 6%). Para nivelar la diferencia se recurrió a las importaciones (que
muestran un aumento de 15% en el mismo período), en su mayoría desde Canadá” 66,
lo cual revela que el déficit está siendo atendido por uno de sus principales socios
comerciales, Canadá. La creciente demanda estadunidense de GN producido en
Canadá juega un papel importante para la toma de decisiones en torno al fracking en
las provincias canadienses que tienen yacimientos de gas de lutitas.
Ante el déficit productivo y una creciente demanda energética local, Estados
Unidos ha buscado asegurar la oferta interna por medio de las importaciones de otros
países, en un claro esquema de interdependencia. Esta necesidad de una oferta
constante ha servido para la génesis de una intensa búsqueda de alternativas, en
donde el fracking revela nuevas posibilidades, ya que puede utilizarse para la
extracción tanto de petróleo como de GN. A pesar del potencial que guarda el fracking
para el sector petrolero estadunidense, en el presente trabajo sólo se analizará el peso
que tiene el gas natural, ya que es el sector donde el fracking ha mostrado más fuerza
y ha atraído el mayor interés en el mundo.
El fracking es parte de una revolución que comienza a gestarse en Estados
Unidos, pues la necesidad de hacer más eficientes los mecanismos de producción de
energía exige innovaciones. Entre estas nuevas formas de satisfacer la demanda
destacan los emplazamientos en el mar en vez de explotar hidrocarburos en tierra firme
o la extracción de energéticos no convencionales como el GNNC extraído por medio de
fracking. El impulso que han adquirido las nuevas técnicas productivas en la última
década se evidencia al observar que “los recursos no convencionales ya generaban el

65
Cónfer ídem, pp. 15-16. Traducción propia.
66
Paul L. Joskow, opus citatum, p. 7. Traducción propia.

25
44% de la producción total de energéticos de Estados Unidos para el 2005, a
comparación de un 15% en el año 2000” 67 . Esto muestra que las tendencias de
producción energética en Estados Unidos están reorientándose hacia medios no
convencionales, lo cual explica la atención que reciben el fracking y el GNNC.
El papel de los recursos energéticos no convencionales es trascendental para
entender el auge del fracking en Estados Unidos y sus comienzos en otras naciones
del mundo. Sin embargo, es necesario estudiar primero el papel que juega el GNC en
los Estados Unidos y Canadá, a fin de poner en perspectiva los beneficios potenciales
del fracking. El GNNC será estudiado con mayor detenimiento en el siguiente apartado,
antes vale estudiar los patrones de consumo de GN en Estados Unidos.
El GNC es un combustible importante en la economía estadunidense, al
contribuir con el 22% del suministro primario total de energía, el 20% del consumo total
final y el 18% de la producción de electricidad para el 2005. La EIA prevé que la
importancia del gas en el suministro primario total de energía se incremente hacia el
2020, antes de sufrir otra caída, mientras que el consumo total final continuará
elevándose hasta el 2030. Sin embargo, esta predicción depende en gran medida de la
elección en el futuro para la generación de energía. El GN contribuye de manera
significativa a la demanda energética industrial, residencial y comercial en los Estados
Unidos, aun cuando su cuota de mercado haya sufrido una disminución sostenida en
estos sectores desde 199068.
La reducción del consumo de GN en los sectores industriales en esa década
puede corroborarse con datos más recientes. “Entre 1997 y el 2010, la demanda de GN
por parte de la industria en Estados Unidos cayó un 22%, pasando de 23.3 miles de
millones de pies cúbicos por día a ser 18.1, lo cual condujo a los consumidores
industriales a buscar fuentes más baratas en las costas y el mar”69. A pesar de los

67
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: United States 2007,
opus citatum, p. 105. Traducción propia.
68
Ídem, p. 112.
69
Michael J. Economides, Ronald E. Oligney, Phillip E. Lewis, “U.S. natural gas in 2011 and beyond”, [en
línea], Journal of Natural Gas Science and Engineering, s/n, volumen 8, Estados Unidos, Elsevier B.V.,
septiembre de 2012, Dirección URL: http://ac.els-cdn.com/S187551001100134X/1-s2.0-
S187551001100134X-main.pdf?_tid=59b07418-d451-11e2-8a9d-

26
cambios en los patrones de consumo del sector industrial estadunidense, donde se
concentra gran parte de la demanda de GN total, y de la caída en la demanda,
Economides, Oligney y Lewis preveían en el 2011 un cambio en esta tendencia. Este
viraje “dará lugar a un crecimiento del consumo industrial de GN, lo que se traducirá en
la recuperación de la demanda de los 5.2 miles de millones de pies cúbicos por día
entre el 2013 y el 2020” 70 , fortaleciendo de nueva cuenta la demanda de gas en
Estados Unidos. Ahora, si bien el GN va a recuperar el nivel de consumo que tenía
antes de la caída de 1990, es importante pensar al gas desde diversos ámbitos, pues al
ser un energético versátil, no se le utiliza únicamente en la industria.

A últimas fechas, el gas natural se ha convertido en una fuente


importante de energía para los sectores industrial, comercial y de
producción de electricidad, además de jugar un papel fundamental
para la calefacción residencial. A pesar de existir desacuerdo
entre los pronósticos de la demanda de GN a futuro, se puede
asegurar que éste conservará su importancia en el perfil
energético de Estados Unidos en años futuros71.

Los hidrocarburos convencionales, y en especial los combustibles fósiles, son la


principal fuente de energía de Estados Unidos y entre ellos, el GN destaca debido a
sus tendencias de crecimiento y potencialidades; además, por medio del fracking se ha
hecho posible aumentar la capacidad productiva de GN, un recurso energético con
gran relevancia económica y comercial. A fin de evaluar el peso del GN en los diversos
sectores de la economía estadunidense, entre los cuales se distribuye el consumo, se
presenta el gráfico 1, “Consumo de gas natural por sector en Estados Unidos”.
Es importante recalcar la creciente integración del GN al esquema energético,
pues este sector ha mostrado expansión y diversificación. Sin embargo, también está
marcado por una demanda interna elevada, que se divide en cuatro sectores
representativos, siendo el industrial el más grande. Esto evidencia que el gas es cada
vez más necesario para las actividades productivas de Estados Unidos, pues al ser el

00000aab0f26&acdnat=1371145843_7c37945f7091b05e32dd39fe960ce7c3, [consulta: 14 de junio de


2013], p. 7. Traducción propia.
70
Ibídem.
71
Cónfer Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 3. Traducción propia.

27
gas una fuente primaria de energía para la industria, se convierte en una pieza clave
para entender la economía estadunidense.

Gráfico 1: Consumo de gas natural por sector en Estados Unidos

Otros
3%
Eléctrico
29% Industrial
35%

Residencial
Comercial
20%
13%

72
Fuente: Traducción propia, datos de la Administración de Información Energética de EUA (2009)

El gas natural, como se ha explicado con anterioridad, ha estado presente en la


industria energética de Estados Unidos por varias décadas y ha adquirido mayor
importancia a partir de su vínculo con la innovación tecnológica. Los cambios
comenzaron a surgir, a un ritmo mucho menor que el actual, a principios de la década
de 1990, en la cual “se había llegado al fin de la regulación del precio del gas en la
boca del pozo 73 , se había logrado una integración de los mercados intra- e
interestatales, el sector productivo de gas natural estaba gobernado por la competencia
del mercado y desapareció la escasez de gas”74.
El tema de la escasez es fundamental para entender la importancia del fracking
para Estados Unidos, pues esta técnica lo ha obligado a diversificar su estrategia
energética. Asimismo, le ha dado nuevos ímpetus a la industria gasera para satisfacer

72
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 4.
73
Dicha regulación vio su origen en 1938 con la Ley de Gas Natural. Cónfer Paul L. Joskow, opus
citatum, p. 1. Traducción propia.
74
Paul L. Joskow, opus citatum, p. 7. Traducción propia.

28
la demanda interna, la cual “ha aumentado un 22% entre 1990 y el 2005, y se prevé
que se mantenga el incremento a un ritmo sostenido, para alcanzar 24% entre el 2005
y el 2020. La demanda está creciendo en todos los sectores de la economía, pero lo
está haciendo en gran medida en los sectores de transportes y el residencial”75.
Ante este aumento en la demanda, “los precios del GN se mantuvieron bajos y
estables durante la década de 1990, y se preveía que esta situación persistiera por
mucho tiempo. Sin embargo, los precios del GN comenzaron a aumentar
significativamente durante la década del 2000 y se han vuelto mucho más volátiles”76.
Sobre esto, Economides, Oligney y Lewis expresan en el Journal of Natural Gas
Science and Engineering, que:

a cierto precio, que bien podría ser más bajo que el actual precio
del petróleo con respecto del contenido energético, existen
cantidades inmensas de gas por descubrir, provocando que siga
aumentando la importancia relativa del gas en el mundo. Sin
embargo, no es posible desarrollar ese potencial bajo los precios
actuales, y en especial con los cálculos cortoplacistas de la EIA 77.

En la economía estadunidense, a diferencia de muchos países de la IEA, los precios


del gas no se derivan de contratos a largo plazo o de la indización trimestral de los
precios del petróleo; esto puede deberse a que gran parte del consumo de gas en
Estados Unidos tiene su origen en el sector de energía, en donde el petróleo casi no se
utiliza y el carbón domina la producción. Asimismo, no existen impuestos especiales, u
accisas78 para la compraventa de gas, aunque algunos estados sí lo gravan79.
Estados Unidos, a pesar de contar con una gran cantidad de recursos, consume
el GN natural a un ritmo que exige un rápido reemplazo de reservas, una tendencia que
genera una brecha entre la demanda y la oferta local. Se espera que este déficit
aumente hasta alcanzar un aproximado de 9 billones de pies cúbicos para el 2025,

75
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, opus citatum, 2008. Traducción propia, p. 16
76
Paul L. Joskow, opus citatum, pp. 7-8. Traducción propia.
77
Michael J. Economides, Ronald E. Oligney, Phillip E. Lewis, opus citatum, p. 5. Traducción propia.
78
Las accisas son impuestos federales a la producción. En inglés se conocen como Federal Excise Tax.
79
Agencia Internacional de la Energía, opus citatum, 2008, p. 122. Traducción propia.

29
aunque se piensa que el GNNC puede alterar esta relación significativamente 80. Las
nuevas fuentes de gas inciden también en el establecimiento de los precios del gas a
nivel nacional e internacional al alterar la relación entre oferta y demanda.

Gráfico 2: Precios del gas natural en Estados Unidos, 1990-2012


Expresado en dólares/millón de pies cúbicos

16

14

12

10
Boca del pozo
8 Industrial
Comercial
6
Residencial
4

0 2011
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010

2012

81
Fuente: Elaboración propia con datos de la Administración de Información Energética de EUA

Durante toda la década de 1990 se mantuvieron estables los precios, pues en


esa época se detuvo su regulación y se aseguró la oferta. Sin embargo, hacia finales
de la misma década, y a inicios de la del 2000, se nota un ligero aumento en el precio,
lo que revela un crecimiento de la demanda. La tendencia durante prácticamente toda
esa década, hasta la caída debido a la crisis en el 2008, es de crecimiento continuo,
demostrando una relación muy cercana entre el precio en la boca del pozo y el
industrial, pues los precios se mantienen a niveles muy similares. Esto puede deberse

80
Cónfer Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 4. Traducción propia.
81
Administración de Información Energética de Estados Unidos, U.S. Natural Gas Prices, [en línea],
Estados Unidos, U.S. Energy Information Administration Independent Statistics and Analysis, 28 de junio
de 2013, Dirección URL: http://www.eia.gov/dnav/ng/hist/n3035us3a.htm, [consulta: 16 de julio de 2013].

30
a que la demanda proviene mayoritariamente del sector industrial, pues el gas que
utilizan lo compran desde el pozo, al precio más bajo, y lo utilizan sin someterlo a un
proceso de transformación para la satisfacción de otras necesidades.
Los costos entre los consumidores comerciales y residenciales muestran
grandes similitudes entre sí, y se evidencia la existencia de intermediarios, que deben
absorber los costos de transporte y distribución del gas para los consumidores finales,
aumentando el precio final del recurso. Además, el aumento en la producción y el
precio a inicios de la década del 2000 es consistente con una mayor producción de GN
debido a la incorporación del fracking en la formación Barnett como actividad comercial.
Con el despunte de la oferta de GN durante la década de 1990 y de la nivelación
de la oferta y la demanda, se intensificó la búsqueda de fuentes productivas de gas con
precios más altos para alcanzar un equilibrio comercial. Esta búsqueda de alternativas
para reducir el déficit condujo al aumento de las importaciones de gas de Canadá y
otras partes del mundo, impulsando la construcción de un gasoducto que va desde el
Norte de Alaska hasta Estados Unidos, a través de Canadá82.
En el gráfico 3 se muestra una comparación entre las tendencias de producción,
consumo e importación de GN en Estados Unidos entre 1990 y el 2011, en billones de
pies cúbicos. En dicho gráfico se demuestra que se mantiene hasta fechas recientes
una tendencia ya identificada desde principios de la década de 1970, en donde la
demanda “excede, de manera incremental, la producción convencional local. Sin la
producción local de gas de lutitas […], la brecha entre la demanda y la oferta se hará
aún más grande, haciendo necesarias las importaciones para nivelar el déficit”83, lo cual
representa un reto a las capacidades energéticas estadunidenses y en algunos foros
podría interpretarse como un problema de soberanía o de seguridad.
Sin embargo, con el advenimiento del fracking se ha mejorado la capacidad
productiva de gas en Estados Unidos. De mantenerse la tendencia de crecimiento del
sector gasero debido a la incorporación de esta técnica, se espera que el déficit entre
producción y demanda, subsanado por las importaciones de gas del extranjero, sufra
una reconversión hacia un superávit productivo en las próximas décadas. Este

82
Cónfer Paul L. Joskow, opus citatum, p. 8. Traducción propia.
83
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 4. Traducción propia.

31
escenario plantea a Estados Unidos como una economía de transición, pasando de ser
un país que importa gas para cubrir una brecha productiva del 8% para 2011 a ser un
país capaz de satisfacer toda su demanda interna y comerciar con un 12% de su
producción total para el 2040.

Gráfico 3: Producción y consumo totales e importaciones y exportaciones netas de gas natural en


Estados Unidos, 1990-2040 (en billones de pies cúbicos)

84
Fuente: Agencia de Información Energética de Estados Unidos (2013)

Las variaciones entre los precios, la demanda y la capacidad productiva


estadunidense obligan a replantear los modelos energéticos y las relaciones
internacionales y comerciales entre Estados Unidos y sus socios mayoritarios, sobre
todo con Canadá. Además, estos cambios en las condiciones del mercado de

84
Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), Annual Energy Outlook 2013 with
Projections to 2040, [en línea], Washington, D.C., Estados Unidos, Administración de Información
Energética del Departamento de Energía de Estados Unidos, abril del 2013, Dirección URL:
http://www.eia.gov/forecasts/aeo/pdf/0383(2013).pdf, p. 78. Traducción propia.

32
energéticos en el mundo hace necesario considerar como una alternativa viable a los
medios no convencionales de producción de energía, como el fracking. Estas
tecnologías no convencionales plantean una oferta mejorada de GN, al reducir la
dependencia hacia las importaciones. Éste es uno de los argumentos más
trascendentales para los países que cuentan con yacimientos y reservas de gas de
lutitas, pues la extracción del GNNC no sólo ofrece posibilidades de satisfacción de la
demanda energética interna, sino que brinda oportunidades de crecimiento económico
a partir de la exportación de los excedentes a otros países con alta demanda
energética pero baja producción.
El fracking y sus renovadas capacidades productivas han producido un cambio
en el esquema de energía en Estados Unidos. En el reporte Panorama Anual de la
Energía 2012 de la IEA se explica que, “para el 2010 la producción de GNNC ya
alcanzaba los 5 billones de pies cúbicos y se esperaba que subiera hasta los 13.6
billones de pies cúbicos para el 2035. De mantenerse este crecimiento, Estados Unidos
dejará de ser un importador para convertirse en un exportador neto de gas licuado para
el 2016 y en un exportador neto de gas natural para el 2021”85. El fracking ha planteado
nuevas estrategias de crecimiento económico, no sólo en materia de ingresos brutos,
sino en reducción de la dependencia hacia los energéticos del extranjero, haciendo de
Estados Unidos un fuerte competidor en el mercado global de energía, sobre todo con
el GN, que ha ido ganando terreno sobre otros energéticos.
Un grupo de panelistas de la Agencia Internacional de la Energía, del Foro
Internacional de la Energía y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo,
notaron que “la creciente demanda de gas natural, prevista por la IEA como la era
dorada del gas natural86, iguala al incremento esperado en la demanda combinada de
carbón, energía nuclear y petróleo. Esto podría indicar que el gas ha tomado el lugar
del carbón como el segundo combustible más importante. Existe consenso con

85
Paul L. Joskow, opus citatum, p. 9. Traducción propia.
86
Agencia Internacional de la Energía, World Energy Outlook 2011. Are We Entering a Golden Age of
Gas?, [en línea], París, Francia, IEA/OECD Publications, junio de 2011, Dirección URL:
http://www.worldenergyoutlook.org/media/weowebsite/2011/WEO2011_GoldenAgeofGasReport.pdf,
[consulta: 28 de junio de 2013].

33
respecto de que los recursos de gas en el mundo, tanto GNC como GNNC, son
suficientes para satisfacer la demanda futura bajo cualquier circunstancia”87.
La extracción de energéticos fósiles, que ha sido el modelo tradicional de
producción de energía para la satisfacción de la demanda local y para la exportación de
excedentes, ha generado problemas estructurales y ha conducido a la búsqueda de
alternativas, entre las cuales destacan los recursos no convencionales y la energía
renovable. Sin embargo, en Estados Unidos esta última “juega un papel secundario
muy limitado en el suministro energético, al contabilizar únicamente un 3.2% del
suministro primario total de energía, que se ha sostenido desde 1990; y sólo un 8.9%
del suministro de electricidad, lo cual evidencia un declive del 25% con respecto del
11.8% en 1990. El Servicio de Información Energética prevé que la cuota de energía
renovable regrese a los niveles de 1990 para el 2010 y después reinicie su descenso” 88.
Debido a esto se puede prever que los recursos naturales no renovables, y en
especial los combustibles fósiles, se mantendrán como la fuente principal de energía
para Estados Unidos y como uno de los pilares de su economía. Empero, cabe
mencionar que si bien los medios convencionales de explotación de energéticos son
los imperantes en la actualidad, los métodos no convencionales son cada vez más
necesarios, pues ofrecen alternativas para reducir el déficit de la producción
convencional ante una creciente demanda.
Otro factor atractivo del “GN como fuente energética es su confiabilidad, pues el
97% del gas utilizado por Estados Unidos se produce en América del Norte, del cual un
84% se produce en el mismo Estados Unidos”89. La creciente demanda y la mejoría en
la oferta de GN, sobre todo a partir de la extracción de GNNC, permiten entrever la
existencia de un amplio mercado potencial en América del Norte, sin menoscabo de
otras regiones en el mundo. Esto se configura como uno de los principales argumentos

87
Agencia Internacional de la Energía, Foro Internacional de la Energía y Organización de Países
Exportadores de Petróleo, Joint IEA-IEF-OPEC Report on the First Symposium on Gas and Coal Market
Outlooks, [en línea], París, Francia, s/e, 4 de octubre, 2012, Dirección URL:
http://www.opec.org/opec_web/static_files_project/media/downloads/publications/Joint_Report_on_Symp
osium_on_gas_and_coal_market_Outlooks_Paris.pdf, [consulta: 28 de junio de 2013], p. 5. Traducción
propia.
88
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, opus citatum, Energy Policies of IEA Countries: United
States 2007, p. 16. Traducción propia.
89
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 5. Traducción propia.

34
a favor de la utilización del fracking en Estados Unidos, pues los beneficios económicos
se presentarían con rapidez y le otorgarían a ese país una posición de liderazgo en la
producción de energía, aun en la electricidad, industria que consume gran parte del GN.
Además, dada esta gran capacidad productiva regional, sobre todo al interior de
Estados Unidos, el sistema de distribución de gas se vuelve mucho más confiable que
uno apoyado de las importaciones del exterior, pues un sistema que se nutre de la
producción local y de aquella de los países vecinos más cercanos es menos propenso
a sufrir interrupciones, ya que el abastecimiento no depende de países con
inestabilidad política o económica 90 . Esto respalda la postura de los adeptos y
defensores del uso del fracking en Estados Unidos, quienes además observan en el
GNNC un posible rival ante las energías renovables poco redituables.
Aunado al empuje que obtiene el fracking de sus defensores en la sociedad
estadunidense, “la respuesta demasiado entusiasta del gobierno de Estados Unidos
sugiere que éste cree (o al menos pretende) que este combustible barato y
relativamente amigable con el ambiente puede ser la varita mágica que logre armonizar
sus prioridades normalmente irreconciliables: energía barata para los consumidores,
crecimiento económico sostenible, independencia energética, seguridad nacional y casi
nulos riesgos humanos y ambientales”91. Esta perspectiva obliga a pensar el fracking
no sólo desde el ámbito de la técnica, sino de la propia política y la toma de decisiones
en el sector público, pues los referentes existentes lo plantean como una gran
oportunidad de resolver algunos de los problemas estructurales más antiguos, sobre
todo al partir de un esquema en el cual el gobierno cada vez debe estar más
consciente del impacto ambiental antes de iniciar un proyecto de desarrollo.
En cuanto al papel que juegan el fracking y el GNNC con respecto de la energía
renovable, se plantea que este tipo de gas puede servir como una energía de transición
hacia economías de cero carbono: “debido a que el GN emite sólo la mitad de CO 2 que
el carbón, y aproximadamente 30% menos que los combustibles a base de petróleo, se
le considera como parte central de los planes de energía dirigidos a la reducción de

90
Cónfer ídem.
91
Michael J. Economides, Ronald E. Oligney, Phillip E. Lewis, opus citatum, p. 5. Traducción propia.

35
emisiones de gases de efecto invernadero” 92 (GEI); este aspecto del GN, gran
argumento a favor del fracking, formará parte del balance crítico del tercer capítulo.

2.3 Gas natural no convencional en Estados Unidos

Si bien existen diversos recursos energéticos no convencionales en Estados Unidos, en


el presente estudio únicamente se analizará el papel jugado por el GNNC, sin embargo,
cabe aclarar que se hablará únicamente de aquél extraído por medio de fracking, ya
que al ser un recurso no convencional y poco explotado, existe la posibilidad de que
una nueva técnica extractiva se desarrolle en el futuro y se presente como alternativa al
fracking. De igual manera cabe destacar que únicamente se le tratará como técnica
para la extracción de gas natural, dejando fuera del análisis las labores de explotación
de yacimientos petroleros, que bien podrían ser objeto de estudios posteriores.
A partir de la creciente popularización de esta técnica para extraer y producir gas
natural en Estados Unidos, su economía ha visto grandes cambios a fechas recientes,
pues “la perspectiva para el mercado de energéticos de Estados Unidos ha mejorado
dramáticamente en los últimos años, ya que el país importa 90% menos petróleo crudo
dulce que hace una década y el gas natural se produce a bajo costo y de manera
abundante. El cambio se debe casi exclusivamente a los avances en el fracking”93.
Este método de extracción promete grandes beneficios económicos para los
países que decidan utilizarlo. Estados Unidos, un claro ejemplo, “vio un incremento del
6% en sus reservas de gas natural entre 1970 y el 2006, al haber producido
aproximadamente 725 billones de pies cúbicos de gas. Este aumento es resultado
directo del avance tecnológico, lo cual ha provocado que la explotación de las reservas
de gas de lutitas ahora sea considerada económicamente viable”94.
El “desarrollo de los recursos energéticos no convencionales está sujeto a
considerables retos tecnológicos y medioambientales, que necesitan ser superados”95

92
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, pp. 5-6. Traducción propia.
93
Knowledge@Wharton, opus citatum, p. 1. Traducción propia.
94
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 7. Traducción propia.
95
Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: United States 2007, opus
citatum, p. 109. Traducción propia.

36
antes de su explotación sistemática como método de crecimiento de la economía
estadunidense, “particularmente la posible contaminación de reservas de agua potable
subterráneas”96. Por ello, se realizará un balance crítico en el tercer capítulo, pues es
necesario abordando tanto el valor económico del recurso como sus implicaciones.

Mapa 4: Ubicación de los yacimientos de gas de lutitas en Estados Unidos

97
Fuente: ALL Consulting, adaptado del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS)

Para entender el papel del GNNC y del fracking en la economía estadunidense,


se incluyó el Mapa 4, un mapa que muestra los yacimientos de gas de lutitas en
Estados Unidos, a fin de identificar los más grandes y los estados en los cuales se
encuentran ubicados. La localización de éstos por el territorio nacional explica algunas
de las razones detrás del auge de solamente algunas formaciones rocosas. No sólo

96
Knowledge@Wharton, The Natural Gas Boom: Cheap Energy, but at What Cost?, [en línea],
Pennsylvania, Estados Unidos, Wharton School, 30 de abril del 2013, Dirección URL:
http://knowledge.wharton.upenn.edu/article.cfm?articleid=3239, [consulta: 17 de julio de 2013], p. 1.
Traducción propia
97
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 8.

37
hay intereses económicos, sino que deben tomarse en cuenta aspectos jurídicos,
políticos y sociales. Al ser Estados Unidos un país tan extenso, es comprensible que
sus reservas de GNNC sean también grandes, además de estar repartidas a lo largo de
todo su territorio en diversos estados, evitando fuertes concentraciones.
Es notable el tamaño de las dos formaciones más grandes, la Marcellus y la
Utica98, que han sido estudiadas a profundidad. La Barnett tuvo un papel trascendental
en la popularización del fracking en Estados Unidos, a pesar de no tener el misma
magnitud que las dos anteriores. El tamaño de las reservas también explica la atención
que comienza a recibir la formación de New Albany. De igual manera resta expresar
que algunos yacimientos están compartidos por varios estados, sobre todo la Marcellus
y Utica, lo cual ha hecho más difícil alcanzar una regulación, al enfrentar jurisdicciones
estatales muy diferentes99. Al compartir los mismos recursos, las regulaciones para la
explotación y la seguridad durante la perforación y el sellado se trasladan al ámbito de
los gobiernos locales, dificultando así una regulación federal unificada, pues los
intereses de cada estado se construyen y dirigen a través de su corpus jurídico,
enmarcado por un sistema de Derecho Común de tradición inglesa100.
En el gráfico 4 se presentan las tendencias de producción de gas de lutitas de
las formaciones más importantes entre 1998 y 2008. Es notable la gran presencia del
gas proveniente de la formación Barnett, ubicada cerca de la zona de Fort Worth, en el
estado de Texas. Cabe destacar que la producción ha aumentado rápidamente en la
última década, a pesar de ser uno de los yacimientos menos utilizado. El Mapa 4 brinda
mucha información sobre algunas reservas de lutitas, sin embargo, deja fuera a la
Marcellus, en la Costa Este, donde se han generado los mayores problemas. Si bien
esa formación rocosa, junto con la Utica, son de mucho mayor tamaño, al estar
compartidas por varios estados, y tener facultades jurisdiccionales diferenciadas, no se

98
La formación Utica se extiende más allá de la frontera, hasta el sudeste de Ontario, Canadá.
99
Cabe aclarar que las atribuciones de facultades y jurisdicción en Estados Unidos sobre recursos
naturales y energía no se encuentran centralizadas bajo el gobierno federal, sino que cada estado de la
Unión Americana tiene cierto grado de autonomía sobre su territorio.
100
Retomar las diferencias entre los sistemas de Derecho Común y Derecho Civil (Common Law-Civil
Law) es imprescindible para evaluar una política energética regional, sea sobre recursos energéticos
convencionales, no convencionales o renovables, o una regulación a las actividades extractivas o una
norma de protección al medio ambiente. Véase el apartado 3.3 del presente trabajo, donde se explican
las principales diferencias entre ambas tradiciones jurídicas.

38
ha avanzado en la extracción. En esa zona, que incluye a Nueva York, Pennsylvania,
Indiana, New Jersey, Washington D.C., Virginia, West Virginia, Maryland y en menor
medida otros estados, se ha fortalecido el debate sobre la prohibición del fracking, los
riesgos y las posibles regulaciones.

Gráfico 4: Tendencias de producción de gas de lutitas por formación rocosa, 1998-2008


Expresado en millones de pies cúbicos

101
Fuente: Groundwater y ALL Consulting, adaptado de Navigant (2008)

La incorporación del gas de lutitas en el sector energético de la economía


estadunidense se ha acelerado desde que el fracking se volvió una técnica de
extracción económicamente viable en la década de 1990. El proceso es, en sí mismo,
muy novedoso y la repentina explosión en la productividad de los pozos fracturados se
dio en la última década, provocando una revolución del gas de lutitas. La configuración
del GNNC como energético dominante tiene sus orígenes en el 2004.

101
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 10.

39
Para el 2004 se producía muy poco gas de los yacimientos de lutitas
o esquistos; hoy en día, el gas de lutitas ya representa un 25% de la
producción local y ha ayudado a mantener los precios del gas a
niveles relativamente bajos. Para el 2004, los precios mensuales en
el pozo variaron entre los $5.73 y los $10.33 dólares por millón de
pies cúbicos, mientras que los mismos precios, para el 2012,
variaron entre $1.89 y $3.50 dórales por millón de pies cúbicos 102.

A partir del fin de la regulación de los precios del gas en Estados Unidos hacia finales
de la década de 1990, se presenta un despunte en la producción, que se mantiene
durante la década del 2000. Esa tendencia de crecimiento en la producción está
íntimamente ligada a la explotación de nuevos yacimientos de gas de lutitas en nuevas
formaciones rocosas, ubicadas en otros estados. Asimismo, ante el apoyo expreso del
gobierno federal al fracking y su producción mejorada de GN, es posible proyectar un
mayor crecimiento en el consumo y producción de este recurso en años futuros,
haciendo aún más necesario evaluar los riesgos que conlleva antes de tomar una
decisión y considerar una regulación, con sus implicaciones políticas y jurídicas.
Si bien el GNNC se caracteriza por mantener los precios bajos y el consumo en
constante crecimiento, su origen se debe a la caída en los precios y la producción de
GNC en décadas pasadas. Mientras que el convencional sufría una fuerte disminución
del consumo industrial, siendo éste el sector de mayor demanda en la economía
estadunidense, el no convencional, en especial el producido por medio de fracking, se
hacía más barato y comenzó a ser utilizado a gran escala en la formación Barnett en
Texas. La causalidad entre la disminución del GNC y el auge del GNNC se debe a la
reducción en las ganancias del ámbito convencional: se generó un vacío, que estaba
siendo llenado por importaciones para satisfacer la demanda. Por lo tanto, la
fracturación hidráulica no convencional trajo consigo un despunte en la producción local
de gas, permitiendo anular el déficit entre producción y consumo desde el interior,
reduciendo la necesidad de asegurar la oferta desde el exterior.
El fracking se posiciona como una oportunidad viable, pues sus beneficios
económicos son bien conocidos y están documentados en las últimas décadas de
producción de gas en Estados Unidos. El GNNC promete beneficios de crecimiento

102
Paul L. Joskow, opus citatum, p. 9. Traducción propia.

40
económico para Estados Unidos, al reducir déficits y generar empleos en el interior. Sin
embargo, el fracking, como cualquier tecnología de reciente incorporación, “genera
controversia debido a las preocupaciones y consideraciones ambientales que alza, de
modo particular la posibilidad de contaminación de yacimientos subterráneos de
agua”103. La relación entre el medio ambiente, el fracking y los riesgos que conlleva
serán tratados en el tercer capítulo, donde se realizará un balance crítico integral.
A pesar del posible surgimiento de problemas al utilizar el fracking, éste ha
recibido atención de los medios y de los gobiernos, en especial del federal
estadunidense. El Presidente Barack Obama dijo en un discurso sobre cambio
climático en junio de 2013 que “se impulsará la energía renovable, la conservación de
recursos naturales y el uso del fracking para producir más GN, lo cual generó
descontento entre ambientalistas y opositores de la técnica. Además, se tiene la visión
del gas como un recurso energético más limpio, que crea empleos, ayuda a reducir la
emisión de GEI y reduce los costos para las familias estadunidenses”104.
Dada la importancia de los recursos energéticos no convencionales en la
economía estadunidense, que se mencionó al principio del anterior apartado, y como lo
evidencia la IEA, en años recientes los productores han descubierto la existencia de
nuevas áreas productivas debido a la disminución de la producción local. Éstas
incluyen los yacimientos de roca compacta en la formación Barnett al noreste de Texas,
gas profundo y gas en aguas profundas en el Golfo de México, metano en capas de
carbón (coalbed methane) y petróleo no convencional producido a partir de recursos
como el petróleo de lutitas (oil shale105), arenas de petróleo (oil sands106), carbón y gas
en líquidos y, eventualmente, los hidratos de carbono107.

103
Paul L. Joskow, Ibídem.
104
Associated Press, “Obama seech praises natural gas fracking boom”, [en línea], Estados Unidos, The
Wall Street Journal, 27 de junio de 2013, Dirección URL:
http://online.wsj.com/article/APb3a85c89e614402eb69703a5b4246d15.html, [consulta: 27 de junio de
2013]. Traducción propia.
105
Gran parte del oil shale, o petróleo de lutitas, está concentrado en Colorado y Wyoming, al este de las
Montañas Rocosas en Estados Unidos. Véase: Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of
IEA Countries: United States 2007, opus citatum, p. 109.
106
Este término puede aludir a petróleo extraído de las llamadas arenas bituminosas (conocidas como oil
sands en inglés o como bitumen en inglés y francés). Se trata de una fusión de petróleo y distintos tipos
de arena, ubicadas al norte de la provincia canadiense de Alberta, en específico en la zona de
Athabasca. Este tema es de gran importancia para el estudio de Alberta, el centro energético de Canadá

41
El recurso al cual se dedicará el presente estudio será el GNNC, pues se ha
anticipado que éste “verá una mayor presencia en las reservas probadas de gas en
Estados Unidos, a la par de la disminución constante de las reservas de gas
convencional. Entre el 2000 y el 2010, la producción de fuentes no convencionales ha
aumentado casi un 65%, pasando de 5.4 billones de pies cúbicos por año en 1998 a
8.9 en el 2007”108. Esta relación inversa entre el gas convencional y el no convencional
ha demostrado la necesidad de continuar la diversificación de la producción de energía
en Estados Unidos. El GNNC comenzó a sustituir a la producción convencional de gas
cerca del 2005, aunque la producción ha visto un aumento acelerado desde la década
de 1990. Esto es sintomático del comienzo en la utilización del fracking en Texas en los
primeros años de la década de 1990. En el gráfico 5 se observa que a partir de la
década del 2010, la producción de GNNC crece a un ritmo constante, consistente con
la estabilización y maximización de las ganancias de los complejos extractivos situados
en los yacimientos descubiertos en décadas anteriores (1990-2005), las cuales
impulsaron el crecimiento de este sector productivo en ese tiempo.
Debido al rápido crecimiento del sector productivo de gas en Estados Unidos a
partir de la utilización de fracking, se ha hecho indispensable ubicar y explotar nuevos
yacimientos de lutitas, alimentando el debate que gira en torno a la permisión o
prohibición de la técnica en algunos estados de la Unión Americana y en algunas
provincias canadienses a últimas fechas.
Los beneficios de una producción mejorada de GN en Estados Unidos son, de
primera mano, económicos, al reducir los precios y favorecer el acceso a los diferentes
ámbitos de la economía estadunidense. Además, el GNNC se configura como una
oportunidad de mejorar la competitividad estadunidense en el comercio global desde
diversos frentes, haciéndola una opción atractiva y económicamente redituable.

por excelencia, ya que cuenta con muchos recursos naturales y en especial con vastos yacimientos de
bitumen, o arenas bituminosas. El tema de las arenas bituminosas no está asociado al fracking y por ello
no será abordado en esta investigación, sin embargo, es un tema de interés para estudios
medioambientales y de energía en Canadá, ya que genera mucha polémica en cuanto a la limpieza de
los productos y los riesgos ambientales que genera el procesamiento del bitumen crudo. Otro tema de
interés, íntimamente relacionado con el bitumen, es la construcción del sistema de tuberías para
transporte de petróleo de arenas bituminosas desde Alberta hasta Texas, el Keystone XL Pipeline.
107
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, supra.
108
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 8.

42
Gráfico 5: Producción de gas natural en Estados Unidos según la fuente

109
Fuente: Agencia Internacional de la Energía

El GN barato impacta de manera positiva sobre el empleo en los sectores


asociados con la producción de gas en Estados Unidos, en especial la extracción y la
infraestructura. También mejora la capacidad productiva de las plantas generadoras de
energía eléctrica, reduciendo los desechos de las plantas basadas en carbón, lo cual
se traduce en una reducción de hasta la mitad de dióxido de carbono por unidad de
electricidad. Más aún, el retorno del GN barato es especialmente beneficioso para las
industrias petroquímica, de los fertilizantes, del cemento, de la metalurgia y otras que lo
utilizan como principal combustible. Más aún, aumenta la acometividad de las
empresas estadunidenses ante los mercados de Asia y Europa, en donde los precios
del gas son alrededor de cuatro veces más altos que en Estados Unidos110.
La reducción del precio del gas, a causa de una mejoría en la producción,
beneficia a los consumidores de todos los sectores, además de reducir la necesidad de

109
Groundwater Protection Council y ALL Consulting, opus citatum, p. 7.
110
Cónfer Paul L. Joskow, opus citatum, p.13.

43
importar gas para asegurar la oferta interna. Esta misma producción le ofrece a
Estados Unidos un mayor grado de independencia energética, al menos en cuanto al
GN, uno de los energéticos más empleados en la industria. La capacidad de
satisfacción del consumo interno impulsa al crecimiento económico y al empleo,
además de mejorar la oferta destinada hacia las exportaciones. El fracking ha
cambiado el esquema energético estadunidense, permitiéndole a Estados Unidos
convertirse en un exportador, dejando atrás la época en la cual sus reservas iban en
constante descenso y la producción interna era insuficiente para cubrir la demanda.
Para el 2004, aún había necesidad de importar grandes cantidades de gas
licuado del Medio Oriente y del Norte de África para asegurar la oferta y la demanda
locales. Estados Unidos, al recurrir a las importaciones de gas y petróleo para
satisfacer el consumo local, asume también los riesgos inherentes a un mercado
energético volátil. Esta relación de interdependencia fácilmente se convierte en tema de
seguridad nacional, pues exige se destinen grandes sumas de dinero al aseguramiento
de la producción de los países de los cuales importa los recursos 111. El fracking y el
GNNC ofrecen un deslindamiento de estos factores de riesgo, le ofrece cierta
independencia energética y una mayor capacidad productiva, asegurando las variables
económicas y de empleo al interior, sin menoscabo de algunos temas sensibles para
las élites estadunidenses, como la seguridad nacional y la soberanía.
Si bien es claro que los beneficios económicos del fracking son amplios y de
muy diversa índole para la economía estadunidense, es necesario extrapolar el mismo
análisis del gas natural hacia Canadá. Al determinar el papel que juega el GN en la
economía canadiense, se harán evidentes los beneficios económicos del fracking, por
lo cual el debate se hace indispensable para pensar el futuro de la energía canadiense.

111
Ídem, pp.13-14.

44
3. El gas natural y los beneficios económicos del fracking para Canadá

Una vez estudiada la importancia del GN, convencional y no convencional, para


Estados Unidos, lo conducente es analizar el papel que juega este recurso natural para
la economía canadiense. Ubicado más al norte del continente americano que Estados
Unidos, Canadá se caracteriza por su alta explotación de recursos naturales, además
de ser uno de los mercados energéticos más grandes del mundo. Lo primero es
abordar a este país desde una óptica global, contextualizándolo en el mundo con
respecto del lugar que ocupa en el mercado mundial de combustibles fósiles.

3.1 Canadá en el mercado mundial de combustibles fósiles

Con respecto de la producción de petróleo, Canadá ocupa el sexto lugar global, al


aportar el 4.2% de la producción mundial, o sea 169 millones de toneladas de crudo.
Los países que le preceden en la lista, en orden descendente, son: Arabia Saudita,
Rusia, Estados Unidos, Irán y China 112 . Canadá, en cuanto a exportaciones e
importaciones, no figura en la lista de los primeros diez a nivel mundial.
Es importante recalcar el papel que juegan las arenas bituminosas en la
producción de petróleo, pues este recurso no convencional propone hacer a Canadá
más competitiva a nivel internacional al elevar sus reservas y capacidad productiva,
situando potencialmente a la economía canadiense sólo por debajo de Arabia Saudita.

Ubicada en Alberta y Saskatchewan, la producción de petróleo a


partir de bitumen crudo excedió la producción convencional por
primera vez en el 2001. Al considerar estas fuentes no
convencionales dentro de los cálculos de las reservas, las
canadienses se reajustan y se aproximan muy favorablemente a
las saudíes, las más grandes del mundo con aproximadamente
261 miles de millones de barriles 113 de petróleo. Sin embargo,

112
Agencia Internacional de la Energía, Key World Energy Statistics 2012, opus citatum, p. 11.
113
Unidad de medida para el petróleo crudo y sus derivados. Un barril equivale a 42 galones
estadunidenses, 35 galones imperiales británicos, o 159 litros aproximadamente.

45
para finales del 2006 sólo un 2% de las reservas establecidas de
bitumen crudo habían sido utilizadas para producir petróleo114.

Canadá no es de los primeros productores globales de carbón, pero sí uno de los


mayores exportadores en el mismo, ocupa el octavo puesto con 24 mt. En ese mismo
rubro, los cinco líderes son, en orden descendente, Indonesia, Australia, Rusia,
Estados Unidos y Colombia. Las exportaciones coinciden con algunos de los mayores
productores mundiales de carbón, que son China, Estados Unidos, India, Australia,
Indonesia y Rusia (6° productor global)115.
En cuanto a GN, Canadá, ocupa el tercer puesto en producción global con 160
mt, un 4.7% de la producción global, por debajo de Rusia (677 mt, 20%) y Estados
Unidos (651, 19.2%)116, quienes dominan el mercado. Esta disparidad en la capacidad
productiva funge como un incentivo para el fracking, pues podría mejorar notablemente
la competitividad de la economía canadiense en el mercado de gas natural mundial.
Por otro lado, Canadá no está en los primeros puestos de importación o exportación de
gas, lo cual guiará una evaluación de los patrones de consumo internos más adelante.
El siguiente paso es analizar al gas como un energético fósil desde su
perspectiva convencional en la economía canadiense, aludiendo a los grandes centros
productivos y a la producción y demanda de GN en Canadá.

3.2 El gas natural convencional en Canadá

En Canadá, el gas y el petróleo dominan la oferta total primaria de energéticos, pues


juntos representan casi dos tercios del total. La vasta cantidad de hidrocarburos con los
que cuenta este país asegurarán el dominio de ambos en el mercado energético
canadiense en los próximos años. El crecimiento en la demanda de gas es producto de

114
Keith Brownsey, “The New Oil Order: The Staples Paradigm and the Canadian Upstream Oil and Gas
Industry”, en Howlett y Brownsey, opus citatum, p. 234. Traducción propia
115
Agencia Internacional de la Energía, Key World Energy Statistics 2012, opus citatum, p. 15.
116
Ídem, p. 13.

46
la constante utilización de este recurso para la producción de energía y la extracción de
petróleo y gas, en especial en el procesamiento de arenas petroleras y bituminosas117.
Para el 2005, “Canadá ocupaba el segundo lugar como exportador a nivel
mundial de GN, sólo superado por Rusia. Todo el gas para exportación se enviaba a
Estados Unidos, lo cual representaba un 87% de las importaciones estadunidenses”118,
para asegurar su oferta interna. Sin embargo, para el 2010 Estados Unidos desplaza a
Canadá y asume el segundo lugar como productor mundial de GN. Este cambio en el
comercio de recursos energéticos concuerda con el despunte del fracking a finales de
la década del año 2000 en la Unión Americana, sobre todo en Texas. Para el 2010,

Canadá ya era el tercer productor de GN en el mundo, después


de Rusia y Estados Unidos. Para el 2008, la producción
canadiense era de 175 miles de millones de metros cúbicos,
mostrando una pérdida del 5% con respecto del 2007, debido a la
caída en la demanda de gas proveniente de Canadá en Estados
Unidos y una baja en la actividad de perforación en la provincia de
Alberta. La producción canadiense excede por mucho la demanda
interna y más de la mitad de la producción local se exporta hacia
los Estados Unidos119.

Si bien la cercanía beneficia el intercambio comercial entre cualquier país y sus vecinos,
en América del Norte se destaca “el mercado entre Estados Unidos y Canadá debido a
su integración, en especial en cuanto al comercio de GN. Los hidrocarburos de ambos
países pasan libremente a través de las fronteras a través de una extensa y efectiva
red de tuberías, con vehículos terrestres o con camiones cisterna”120. Sin embargo, los
precios también están sujetos a esa misma integración, ya que al ser Estados Unidos el

117
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review,
[en línea], 260 pp., Francia, International Energy Association Publications, abril, 2010, Dirección URL:
http://www.iea.org/publications/freepublications/publication/canada2009.pdf, p. 127. Traducción propia.
118
Jerome D. Davis, “North American Oil and Natural Gas: Current trends, future problems?", [en línea],
International Journal, volumen 60, número 2, Toronto, Canadá, Canadian International Council,
primavera de 2005, Dirección URL: http://search.proquest.com/docview/220859337?accountid=14598,
[consulta: 05 de junio de 2013], p. 429. Traducción propia.
119
Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review, opus
citatum, p.127. Traducción propia.
120
Jerome D. Davis, opus citatum, p. 430. Traducción propia.

47
socio comercial mayoritario de Canadá, es necesario mantener activo el mercado de
importaciones y exportaciones, para asegurar el consumo interno.

Tras la firma del tratado de libre comercio entre Canadá y Estados


Unidos en 1989, se creó un mercado integrado de gas natural
entre estos dos países. Todos los consumidores tienen acceso a
este gran mercado competitivo, compuesto por varios nodos
regionales. Los precios están asociados directamente con la
relación e interconexión entre ambos países, por lo que las
diferencias regionales entre los costos provienen de los gastos de
transporte de los recursos. […] Entonces, no existe un precio fijo
para el gas [canadiense], sino uno provincial, que refleja las
condiciones del mercado norteamericano121.

Además, en Canadá, las diferencias entre las provincias son profundas, en especial en
cuanto a extensión territorial y posesión de recursos naturales. Alberta es una de las
principales zonas económicas del país, pues gran parte de la producción de energía se
genera en esa provincia. Sin embargo, la distribución de recursos naturales y la
presencia de las provincias en la economía canadiense son desiguales, pues sólo
algunas cuentan con grandes plantas productivas y complejos extractivos industriales,
que se traducen en mejores condiciones económicas. La provincia de Alberta domina el
mercado de energía en Canadá, y deja muy por detrás a provincias menos ricas como
Saskatchewan o Manitoba, como se puede apreciar en el Gráfico 6.
Se plantea a Alberta como el centro energético de Canadá, pues se calcula que
“dentro de sus reservas de GN, alrededor de 40 billones de pies cúbicos son
comercializables. A pesar de la perforación de nuevos sitios extractivos, los recursos no
convencionales no han reemplazado a la producción convencional de gas, por lo cual el
GNC es el que domina el mercado canadiense” 122. Entonces, si el GNC domina el
esquema energético canadiense, y Alberta es el principal productor y el centro
121
Jean-Thomas Bernard, “Valeur et impact économique du gaz de schiste au Québec”, [en línea],
L’actualité économique. Revue d’analyse économique, número 4, volumen 86, Montreal, Canadá, HEC
Montréal, diciembre de 2010, Dirección URL : http://www.erudit.org/revue/ae/2010/v86/n4/1005681ar.pdf,
pp. 531-532. Traducción propia.
122
Cónfer Michael Howlett y Keith Brownsey, Canada’s Resource Economy in Transition. The Past,
Present and Future of Canadian Staples Industries, Toronto, Canadá, Edmond Montgomery Publications
Limited, 2008, p. 235. Traducción propia.

48
económico canadiense por excelencia, será necesario evaluar gran parte de la
economía canadiense desde Alberta y las provincias que le siguen, como British
Columbia y Ontario, aunque esta última se caracteriza por tener una gran demanda y
una producción muy baja. Esta disparidad genera problemas para decidir si se debe o
no aceptar al GNNC producido por fracking en Canadá, aunado a las discrepancias
entre las provincias, producto de sus procesos diferenciados de toma de decisiones.

Gráfico 6: Producción y demanda de energía en las provincias canadienses, 1993


15
Expresado en PJ, petajoules (Joules x 10 )

123
Fuente: Statistics Canada, 1994 en John N.H. Britton , 1996

Del Oeste de Canadá, en específico “de la cuenca sedimentaria, se obtiene el 98%


de la producción total de energía, de la cual Alberta representa un 80%, British
Columbia el 16% y Saskatchewan un 4%. El 2% restante de la producción local se
genera en el Atlántico canadiense, la mayoría proveniente de las costas de Nova Scotia,
producido bajo el Sable Offshore Energy Project (SOEP)”124, en Halifax. Estos datos, al

123
John N.H. Britton, Canada and the Global Economy. The Geography of Structural and Technological
Change, Quebec, Canadá, McGill-Queen’s University Press, 1996, p. 139.
124
Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review, ídem.

49
ser más recientes, corroboran que continúan las mismas tendencias productivas en las
provincias, como lo evidencia el gráfico 6.
A pesar de que en la actualidad las industrias gasera y petrolera se concentran
en Alberta, se tiende a pensarlas desde el nivel nacional; a pesar de ello, aunque existe
un aumento en la producción del área de la costa este y Saskatchewan, en British
Columbia y en el Norte, Alberta domina las industrias” 125 . Esto obedece a que la
distribución regional de la producción de GN en Canadá no está equilibrada, pues son
esas provincias las que controlan el grueso de la producción primaria de energía. “Las
diferencias en la posesión de recursos naturales entre las provincias ha creado
disparidades regionales; por ejemplo, el alza en los precios globales de las mercancías
del 2009 sólo benefició al Oeste”126, donde se concentra el sector energético.
Si bien las diferencias entre las provincias en cuanto a crecimiento económico y
desarrollo son debatibles, no serán abordadas en el presente trabajo. En cambio,
factores como la cantidad de recursos naturales con que cuenta cada una, la capacidad
productiva y los patrones de consumo son trascendentales para entender el papel que
juega el gas en la economía canadiense. Las diferencias entre las provincias,
económicas y energéticas, son un factor determinante para la toma de decisiones con
respecto de la incorporación del gas de lutitas en sus esquemas energéticos.
Lo primero es identificar la cantidad de GN con que cuenta Canadá y cada una
de las provincias, a fin de determinar si es necesario incrementar la producción local. A
continuación se presenta el gráfico 7, sobre las reservas probadas de gas natural,
sujeto de comercialización en Canadá durante el período 1990-2007.
La desigualdad se hace presente, pues las reservas de Manitoba son nulas, las
de Quebec son casi nulas y las de Ontario son bastante reducidas. En la zona del
Atlántico se reportan mayores reservas, sin embargo, no representan las condiciones
de sólo una provincia. En los Territorios Noroccidentales (NWT), que es un conjunto de
varios territorios, llama la atención que las reservas se desplomaron entre 1990 y 1995,
dejando incapacitada a esa zona para producir GN.

125
Michael Howlett y Keith Brownsey, opus citatum, p. 236. Traducción propia.
126
Agencia Internacional de la Energía, supra, p.127.

50
Gráfico 7: Reservas probadas de GN comercializable en Canadá, 1990-2007
127
Expresado en metros cúbicos por provincia , en trienios.

6000000

5000000

4000000 1990-1992
1993-1995

3000000 1996-1998
1999-2001
2000000 2002-2004
2005-2007
1000000

0
Atlántico QC ON MB=0 SK AB BC NWT

128
Fuente: Elaboración propia con datos disponibles a julio del 2013 de Statistics Canada

Por otro lado, destacan los casos de British Columbia y Alberta, aunque por
razones diferentes. En la primera se presentan grandes cantidades de gas recuperable,
además de estar marcado por un aumento constante y muestra un despunte a
mediados de la década del 2000, época en la cual el fracking se hace popular y el
GNNC invade los mercados energéticos. La segunda, Alberta, es el caso opuesto a
todas las otras provincias, pues sus reservas son mucho mayores que las de todas
combinadas. Alberta, por esta razón, es conocida como el centro energético y
económico canadiense. Sin embargo, las estadísticas también revelan que esta

127
Acotaciones: Atlántico (incluye New Brunswick, Nova Scotia y Newfoundland and Labrador), Quebec
(QC), Ontario (ON), Manitoba (MB), Saskatchewan (SK), Alberta (AB), British Columbia (BC) y
Northwestern Territories, Yukon y Nunavut (NWT).
128
CANSIM, Table 128-0004 Petroleum and marketable natural gas, remaining established reserves in
Canada, [en línea], Canadá, Statistics Canada, 17 de de septiembre de 2009, Dirección URL:
http://www5.statcan.gc.ca/cansim/a26?lang=eng&retrLang=eng&id=1280004&paSer=&pattern=&stByVal
=1&p1=1&p2=49&tabMode=dataTable&csid=, [consulta: 17 de julio de 2013].

51
provincia sigue un patrón de intensa explotación de sus reservas, lo cual se traduce en
una rápida disminución de las mismas.
Ya que gran parte de Canadá no cuenta con reservas de gas, y que la única
provincia con gran capacidad productiva enfrenta una disminución constante de las
suyas, se justifica la búsqueda de nuevos métodos productivos. La exploración de
nuevos yacimientos se ha intensificado y es parte de la razón por la cual el GNNC se
ha vuelto un tema relevante en la actualidad, pues este recurso promete aumentar de
manera sustancial las reservas de GN recuperable en Canadá.
Cuando la distribución de los recursos no es equitativa, sucede lo mismo con las
condiciones productivas. Es de esperarse que la producción total se concentre en sólo
un par de provincias, pues la disponibilidad del recurso necesariamente se traduce en
capacidad productiva, como se nota en el gráfico 8.

Gráfico 8: Producción de gas natural en Canadá, por provincia, 1996-2011 (en terajoules, TJ)

Producción de gas natural en Canadá


16000000

14000000

12000000

10000000
ON
8000000
Atlántico
6000000
SK
4000000 BC

2000000 AB

129
Fuente: Elaboración propia con datos disponibles para julio del 2013 de Statistics Canada

129
CANSIM, Table 128-0016 Supply and demand of primary and secondary energy in terajoules, annual
(terajoules)(1,2,3), [en línea], Canadá, Statistics Canada, 17 de de septiembre de 2009, Dirección URL:
http://www5.statcan.gc.ca/cansim/a26?lang=eng&retrLang=eng&id=1280016&paSer=&pattern=&stByVal
=1&p1=1&p2=49&tabMode=dataTable&csid=, [consulta: 22 de julio de 2013].

52
En el gráfico 8 no están representados los Territorios Noroccidentales, Nunavut
y Yukon (NWT), Quebec (QC) y Manitoba (MB) por no ser productores de GN. En
cuanto a Ontario y las provincias del Atlántico, su producción es muy baja y no superan
los 36,000 y los 50,000 terajoules, respectivamente. Es notable el dominio de sólo tres
provincias en la producción canadiense (Alberta, British Columbia y Saskatchewan), a
pesar de que no todas las provincias y territorios estén desprovistos de reservas. Las
zonas de contraste están en Manitoba y Quebec, que a pesar de su cercanía con las
dos grandes urbes productivas, no son productoras del recurso fósil.
Además, el clima se torna más agresivo a latitudes más septentrionales, en
donde se ubican los territorios noroccidentales, Nunavut y el Yukon, comprendidos
dentro de los NWT, lo cual se traduce en una mayor necesidad de gas para hacer
frente al gélido invierno canadiense. Entonces, es notable que Alberta domina el
mercado gasero, y de otros energéticos, en Canadá, por lo cual es comprensible que
las provincias y territorios desprovistos de recursos o con producción baja o nula
recurran a las importaciones interprovinciales, en su mayoría provenientes de Alberta.
Este gráfico también revela una gran dependencia energética al interior de Canadá con
respecto de dos centros productivos, con Alberta a la cabeza del mercado nacional.
Ahora, al hablar de un mercado interprovincial se remite el análisis a una
evaluación de los patrones de consumo de GN de cada provincia, pues si bien está
claro que no todas producen GN, existen algunas que tampoco lo utilizan, reduciendo
su dependencia hacia este energético. La fuerte concentración en la producción se
mantiene en la demanda del recurso, pues una economía fuerte es producto de una
gran capacidad productiva, lo cual se traduce en una gran concentración poblacional.
Por lo tanto, en el gráfico 9, “Demanda final de gas natural en Canadá, por
provincia, 1995-2011” se puede notar que, las tendencias de consumo se mantienen
estables en las provincias de menor envergadura económica, aunque no
necesariamente sean las del territorio más pequeño, mientras que el grueso del
consumo de GN se concentra en Alberta y Ontario, nuevamente, debido a la gran
concentración de los grandes centros de población en sus territorios.

53
130
Gráfico 9: Demanda final de GN en Canadá, por provincia , 1995-2011

Demanda final de gas natural en Canadá


1000000
900000
800000 Atlántico
700000 QC
600000 ON
500000 MB
400000 SK
300000 AB
200000 BC
100000 YT/NU/WT
0
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
131
Fuente: Elaboración propia con datos disponibles para julio del 2013 de Statistics Canada

A pesar de que se repite el mismo patrón de concentración y desigualdad antes


explicado, es notable que el consumo de gas en Alberta está en aumento constante y
acelerado, mientras que en Ontario muestra un lento descenso. Incluso se puede notar
que Alberta no sólo ha alcanzado los niveles de Ontario, sino que los ha superado, a
pesar de ser una provincia de mayor extensión territorial y contar con una mayor
concentración poblacional. Se aprecia que ambas provincias están en proceso de fijar
nuevos patrones de consumo: una de ellas, Alberta, se caracteriza por un crecimiento
sostenido en el consumo de gas mientras que la otra, Ontario, busca una reducción
gradual en la demanda del energético. Esto podría indicar que Ontario está buscando
nuevas fuentes de energía en otros recursos naturales, que bien pueden ser fósiles o
renovables, sin embargo, las energías de sustitución de los combustibles fósiles o las
alternativas al GN no serán abordadas en la presente investigación.

130
Acotaciones: Yukon (YT), Nunavut (NU), Northwest Territories (WT).
131
CANSIM, Table 128-0016 Supply and demand of primary and secondary energy in terajoules, annual
(terajoules)(1,2,3), [en línea], Canadá, Statistics Canada, 17 de de septiembre de 2009, Dirección URL:
http://www5.statcan.gc.ca/cansim/a26?lang=eng&retrLang=eng&id=1280016&paSer=&pattern=&stByVal
=1&p1=1&p2=49&tabMode=dataTable&csid=, [consulta: 22 de julio de 2013].

54
Asimismo, British Columbia se caracteriza por tener un consumo bajo de gas, a
pesar de ser uno de los grandes productores canadienses. Esta capacidad productiva
pero baja demanda le asegura un superávit, lo cual refuerza su competitividad entre las
provincias y a nivel internacional, pues impulsa las exportaciones dentro y fuera de
territorio canadiense. También es esencial analizar el caso de Quebec, la provincia más
grande, que no posee yacimientos de gas natural, convencionales o no convencionales,
lo cual le impide producir GN. No obstante, Quebec tampoco consume el recurso en
grandes cantidades. Esta provincia se apoya en otros recursos naturales para la
satisfacción del consumo de energía, destacando el petróleo y la energía hidroeléctrica.
El inusual modelo energético quebequense ha provocado mucho debate e interés en el
mundo, en especial con respecto de los complejos sistemas de tuberías y redes para el
transporte de energía hacia otras provincias y otros países.
Ahora, es importante determinar los sectores de los cuales proviene el consumo
de gas en Canadá como un todo. En contraste con el caso estadunidense, la demanda
por sectores en Canadá se encuentra distribuida de manera uniforme en dos grandes
grupos, el comercial-residencial y el industrial-energético. Dadas las condiciones
climáticas de Canadá, podría esperarse un gran consumo de gas por parte de las
residencias civiles, aumentando el balance del primer bloque, sin embargo, la densidad
de población es mucho menor que la de Estados Unidos, por lo cual el consumo será
destinado a los sectores productivos de gran escala, en especial los industriales.
Los patrones de consumo identificados también son consistentes con la
concentración de la producción en los centros energéticos canadienses de Alberta,
British Columbia y Ontario, como se presenta a continuación. En el gráfico 10 se
muestra el consumo de gas natural por sectores en Canadá y es fácil notar los bloques
antes mencionados. A pesar de la presencia de un rubro llamado “otros”, que incorpora
la mayor parte de la demanda, la Agencia Internacional de la Energía no especifica los
rubros que contempla esa categoría en su reporte original del 2010.
El consumo en los diversos sectores es uniforme, en especial en lo comercial y
residencial, los más bajos. Los rubros que despuntan son el transporte, la industria y la
generación de energía, el último también se presenta en Estados Unidos. Esto obedece
a que Canadá se caracteriza como un país que utiliza la energía como fuente de

55
ingreso básica, es parte fundamental de su comercio exterior, lo cual se traduce en un
consumo por partida doble, por un lado para la satisfacción de la demanda interna y por
el otro para el consumo en la industria y el transporte, más asociados con el comercio.

Gráfico 10: Consumo de gas natural por sector en Canadá, 1975-2020


132
Expresado en millones de toneladas de equivalente de petróleo

133
Fuente: Agencia Internacional de la Energía (2010)

De igual manera se puede apreciar en el gráfico de la IEA una proyección de los


datos y tendencias hacia el futuro. Se espera un aumento acelerado en el consumo
para el 2020, sobre todo en el sector de generación de energía, que rápidamente cobra
132
La tonelada equivalente de petróleo (tep), (del inglés tonne of oil equivalent) “se define como 107 kcal,
la energía equivalente a la producida en la combustión de una tonelada de crudo de petróleo”. Véase:
Instituto Enerxético de Galicia, “Unidades y factores de conversión”, [en línea], Inega, 2013, Dirección
URL: http://www.inega.es/informacion/diccionario_de_termos/unidades_de_conversion.html?idioma=es,
[consulta: 2 de julio de 2013].
La Comisión Reguladora de Energía del gobierno mexicano establece que un tep corresponde a
15
41.868 Gigajoules (10 joules), en donde cada Gigajoule equivale a 239 millones de calorías. Véase:
Comisión Reguladora de Energía, “Factores de conversión”, [en línea], Prospectiva de Gas Natural 2003-
2012, Dirección URL: http://www.cre.gob.mx/articulo.aspx?id=172, [consulta: 2 de julio de 2013].
133
Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review, opus
citatum, p.129.

56
importancia al interior de las economías, pues satisface las necesidades de su
población y le permite utilizar la energía generada localmente para producir otros
bienes dirigidos hacia la exportación. No obstante, uno de los grandes problemas de
analizar a Canadá es la ambivalencia o polaridad de los datos; por un lado se evidencia
gran desigualdad entre las provincias, pero por el otro se muestra estabilidad en las
tendencias y ritmos de crecimiento en los sectores identificados. Esto hace pensar que
las condiciones estructurales de la economía canadiense no son nuevas, y que los
patrones de consumo se mantendrán hacia el futuro.
Entonces, es difícil determinar la importancia del GN para Canadá, pues hay
diversos niveles de análisis y muchos factores involucrados. Para empezar, el gas es
uno de los grandes recursos económicos con que cuenta Canadá en el comercio
internacional, sin embargo, la distribución es desigual y se evidencia una dependencia
energética interprovincial con respecto de Alberta. Por ello, las reservas no
convencionales representan un gran atractivo para la aceptación del fracking como
alternativa viable, más allá de los costos de operación ya discutidos en Estados Unidos.
El GNNC ofrece grandes oportunidades para sustituir las reservas establecidas,
que son inexistentes en algunas provincias, casi nulas en otras tantas y se concentran
en sólo un par. Ofrece posibilidades de crecimiento económico y reducción de la
dependencia energética interprovincial, sobre todo para las entidades más pobres.
Además, Alberta, a pesar de ser el gran centro energético de Canadá, enfrenta una
seria disminución de sus reservas, lo cual exige replantear no sólo sus patrones de
consumo en la actualidad sino sus propios modelos productivos. El fracking, entonces,
es mucho más importante para Canadá que para Estados Unidos, por razones distintas,
pues se estructura desde las disparidades internas y la búsqueda del mejoramiento de
la competitividad energética y comercial canadiense.

3.3 El gas natural no convencional y el fracking en Canadá

Dado que las reservas convencionales de gas están próximas a agotarse, es necesario
evaluar este recurso desde su faceta no convencional y los beneficios que promete a
muy corto plazo: sustituir al recurso convencional y erradicar sus problemas inherentes.

57
Ante el declive de las fuentes convencionales de gas y petróleo ha
surgido una redirección hacia recursos más difíciles de extraer,
como el gas de lutitas o las arenas bituminosas. Lo anterior
provoca un aumento en la utilización de nuevas tecnologías para
acceder a estas nuevas fuentes energéticas, aunque suscita
algunos problemas, pues en algunos casos se emplean químicos
peligrosos. […] El sistema regulatorio aún está lo suficientemente
desarrollado como para atender estos relativamente nuevos
métodos de producción de combustibles fósiles134.

En Canadá, el fracking se ha desarrollado a un ritmo más lento que en Estados Unidos,


pues no ha tenido el mismo impulso o apoyo, a pesar de ser más necesario para
algunas provincias. El caso canadiense varía del estadunidense debido a la estructura
interna, pues el modelo político de Estados Unidos reconoce una estructura federal
fuerte y vertical, en cambio, en Canadá es mayor la participación de las provincias en la
toma de decisiones. Por ello se analizarán más adelante las posturas que han tomado
los gobiernos provinciales y federal, pues éstos suelen asumir posturas diferenciadas.
Al estudiar la incorporación del fracking en la economía canadiense es necesario
considerarla como un proceso incipiente y cuyo entendimiento es parcial en todas las
provincias en las cuales existen yacimientos de lutitas. Por lo anterior, el primer paso
será ubicar los yacimientos de rocas que contienen el GNNC en el territorio canadiense,
para lo cual se presenta el Mapa 5. Cabe mencionar que si bien el territorio de Canadá
es amplio, los depósitos de GNNC se distribuyen de manera desigual en todo el país,
tal como sucede con el combustible convencional.
Las provincias con acceso a yacimientos de GNNC son, de Este a Oeste y de
Sur a Norte: British Columbia, Alberta, Saskatchewan, Ontario, Quebec y Nova Scotia;
al norte están los territorios noroccidentales (Northwest Territories). Esto, una vez más,
evidencia desigualdad entre las provincias, aunque son menos las excluidas. Ahora, si
bien algunas entidades no cuenten con yacimientos, no significa que esto altere sus
patrones de consumo de gas, independientemente de la producción de GNC. De nueva
cuenta, el fracking demuestra ser, en gran medida, un tema de comercio y crecimiento

134
Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, p. 3. Traducción propia. Véase capítulo tercero.

58
económico. Sin embargo, el gas de lutitas no puede discutirse desde una perspectiva
unidimensional, pues no sólo implica factores económicos, sino que se complica debido
al esquema de atribuciones jurisdiccionales sobre los recursos naturales de Canadá.

Mapa 5: Ubicación de los yacimientos de gas de lutitas en Canadá

135
Fuente: Sociedad canadiense para el gas no convencional

“El fracking ha sido utilizado para extraer GNNC en British Columbia y en menor
medida en Quebec. Sin embargo, dado que las reservas de GNC son muy reducidas
en British Columbia, Saskatchewan, Quebec, Nova Scotia y New Brunswick, se espera
que esta industria crezca de manera significativa en la próxima década”136, por lo cual
es trascendental entender las diferencias que impulsan a los roles asumidos por cada
provincia en este nuevo esquema de producción de gas en Canadá.

135
Sociedad canadiense para el gas no convencional, en Agencia Internacional de la Energía, Energy
Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review, opus citatum, p. 132. Traducción propia.
136
Oficina del Auditor General de Canadá, Canada’s National Pollutant Release Inventory reporting of
chemicals used for shale gas and in-situ mining, [en línea], Office of the Auditor General of Canada;
Commissioner of the Environment and Sustainable Development, Canadá, 2011, Dirección URL:
http://www.oag-bvg.gc.ca/internet/English/pet_317_e_35778.html, p. 3. Traducción propia.

59
Uno de los casos más importantes es la provincia de Ontario, donde el debate
sobre el fracking se mantiene activo y aún no se toma una decisión en cuanto a su
aceptación o prohibición. En Ontario “la producción de las reservas locales de gas
natural y de petróleo crudo corresponden al 2% y al 1% del consumo anual local de gas
natural y petróleo crudo, respectivamente. En pocas palabras, toda la producción de
crudo y de gas en Ontario se consume al interior de la misma provincia”137. Esto hace
recordar una de las promesas del fracking: aumentar la producción de GN; pero, si la
producción de gas en Ontario no genera un déficit ante el consumo, la promesa de
mejoría en el sector gasero se debilita y es posible evaluar los contrapesos.
Si bien Ontario podría utilizar los excedentes de la producción mejorada para la
exportación de gas a otros países, es menester recordar dónde se encuentran los
yacimientos de lutitas en esa provincia. Los yacimientos de Ontario se ubican muy
cerca de los Grandes Lagos, lo cual representa un riesgo para la pureza de sus
reservas naturales de agua dulce. Esto remite también al tema de la contaminación por
las mezclas de fractura, que será evaluado en el siguiente capítulo. Además, los
yacimientos de gas de lutitas en Ontario se ubican hacia el sur, cerca de la frontera con
Estados Unidos, dificultando aún más una decisión unilateral.
El caso de Ontario difiere del de Alberta, una provincia con grandes reservas y
una acelerada producción, pues esta provincia utiliza los excedentes de su producción
para la exportación y venta a nivel interprovincial e internacional, lo cual posiciona al
fracking como una herramienta comercial más que una posibilidad de autosuficiencia,
como sucede para las otras provincias que dependen del GN proveniente de Alberta. El
fracking en Ontario es una decisión difícil, pues es imposible descartar los beneficios
económicos, pero en ninguna otra provincia los riesgos ambientales son tan palpables.
En Ontario se ha aprobado una moratoria para que el gobierno provincial se informe
antes de tomar una decisión definitiva. Se espera una resolución para marzo del 2014.
En Alberta, la industria del gas goza de una amplia infraestructura, lo cual facilita
la inserción del GNNC en su esquema productivo. Sin embargo, recién se comienzan a

137
Ontario Ministry of Natural Resources, Crude Oil and Natural Gas Resources, [en línea], Ontario,
Canadá, 02 de agosto del 2012, Dirección URL:
http://www.mnr.gov.on.ca/en/Business/OGSR/2ColumnSubPage/STEL02_167105.html, [consulta: 05 de
junio de 2013], p. 4. Traducción propia.

60
explotar los yacimientos de lutitas, dejando mucho por avanzar con respecto de las
posibilidades económicas del fracking. Aún así, se trata de una tecnología con mucho
futuro y las perforaciones no convencionales han visto un crecimiento rápido y
sostenido en Alberta, pues, “en la actualidad se han perforado 70 pozos horizontales en
la formación rocosa Duvernay, en el centro-oeste de la provincia. Además, las
actividades de exploración muestran un crecimiento acelerado, al pasar de sólo un
pozo horizontal en el 2010 a más de 50 durante el 2012”138.
Si bien la penetración de mercado del fracking es muy acelerada, cabe destacar
que el auge se presenta solamente en la exploración de nuevas fuentes, una de las
actividades más redituables asociadas con el gas de lutitas y el fracking, pues es el
rubro que genera más empleo y dividendos. En cuanto a la extracción, la tendencia es
mucho más lenta. “De los 70 pozos que en la actualidad se han perforado o están en
proceso de serlo, sólo 23 se encuentran en condiciones productivas, lo cual resalta que
la formación Duvernay se encuentra en las etapas iniciales y que se necesita una
cantidad significativa de capital para transitar hacia etapas más avanzadas” 139 de la
extracción y explotación del GNNC. Naturalmente, este recurso todavía no forma parte
del grueso productivo de Alberta, pero se prevé una pronta adopción.
Para British Columbia, el GN producido a partir de las lutitas es el equivalente
del petróleo obtenido de las arenas bituminosas en Alberta, pues ambos procesos
exigen cantidades inmensas de agua y energía. Aunque el bitumen ha atraído mucha
atención y ha generado fuertes debates en Alberta, los desarrollos extractivos de gas
de lutitas en British Columbia han pasado prácticamente desapercibidos, en gran parte
debido a una seria falta de información y un constante desinterés del gobierno
provincial en efectuar consultas públicas en la localidad140. El combustible es extraído y

138
Paula Dittrick, “Montney, Duvernay will be key to Canada shale oil, gas growth”, [en línea], Oil & Gas
Journal, número 4, volumen 111, Estados Unidos, PennWell Corporation, 1 de abril de 2013, Dirección
URL:
http://search.proquest.com.pbidi.unam.mx:8080/pqrl/docview/1328333387/fulltextPDF/13FA22B671B408
A06AF/1?accountid=14598, [consulta: 01 de agosto de 2013], p. 36. Traducción propia.
139
Ibídem.
140
Ben Parfitt, Fracking Up Our Water, Hydro Power and Climate. BC’s Reckless Pursuit of Shale Gas,
[en línea], Canadian Centre for Policy Alternatives (CCPA), Vancouver, Canadá, 2011, Dirección URL:
http://www.policyalternatives.ca/sites/default/files/uploads/publications/BC%20Office/2011/11/CCPA-
BC_Fracking_Up.pdf, p. 5. Traducción propia.

61
procesado en esa provincia con miras comerciales y de exportación. Nuevamente
destacan las transacciones interprovinciales, sobre todo para el sector industrial.

En la actualidad, mucho del gas producido en British Columbia se


transporta por un sistema de tuberías hacia Alberta, en donde la
mayor parte del consumo industrial proviene de la extracción y
procesamiento de las arenas bituminosas. British Columbia está,
literalmente, exportando uno de los tipos de GN con la huella
energética entre los combustibles fósiles, y se le destina para una
de las industrias petroleras que más energía demandan en el
mundo, [la del bitumen en Alberta]. […] De acuerdo con las
proyecciones de la Asociación Canadiense de Productores de
Petróleo, el gas de lutitas proveniente de las dos principales
zonas productivas de British Columbia, el Río Horn y la cuenca
Montney, podría aportar, para el 2020, con un 22% de la
producción total de GNNC en América del Norte. [En contraste],
se calcula que la producción anual de esos dos yacimientos
combinados es de aproximadamente 5 mil millones de pies
cúbicos de gas por día; […] en otras palabras, es el 70% del
consumo total de gas en Canadá durante el 2009141.

Hacia el norte del país, los gobiernos del Yukon, de Nunavut y los Northwest Territories
“han establecido oficinas de desarrollos extractivos para atraer la inversión extranjera.
En mayo de 2013, cuando Canadá asumió la presidencia del Consejo Ártico, nombró
como oficial del Ártico al director de la Agencia para el Desarrollo Económico del Norte
y le instruyó dirigir la política del Consejo hacia el desarrollo para el pueblo del Norte”142.
A pesar de las decisiones tomadas frente al Consejo, con respecto del desarrollo
integral del Ártico, se ha buscado atraer la atención del gobierno federal hacia otros
problemas en la región, sobre todo en los “Northwest Territories, donde la cuenca del

141
Ídem, pp. 12-13. Traducción propia.
142
Scott Borgerson, “The Coming Arctic Boom: As the Ice Melts, the Region Heats Up”, [en línea],
Foreign Affairs, número 4, volumen 92, Estados Unidos, Council on Foreign Relations NY, julio-agosto de
2013, Dirección URL:
http://search.proquest.com.pbidi.unam.mx:8080/docview/1411622848/13FA5A81C295759B081/9?accou
ntid=14598, pp. 87-88. Traducción propia.

62
río Mackenzie provee a los habitantes locales de comida y agua potable”143, haciendo
necesaria una política integral que prevea la seguridad del agua al usar el fracking.
Se planean nuevos desarrollos extractivos en el Norte del país, de la mano de
“ConocoPhillips Canada, que realizará perforaciones durante el invierno del 2013, tras
recibir en junio de 2013 la aprobación del Panel de Aguas y Tierra de Sahtu”144. Para
octubre del 2012, “varias compañías ya habían invertido más de 500 millones de
dólares en los derechos de exploración y se espera que esto genere un crecimiento
económico masivo para muchas comunidades pequeñas en la región del Sahtu”145.
En Saskatchewan, “actualmente no hay producción de GNNC. El fracking se
utiliza únicamente en pozos horizontales para producir petróleo de las formaciones
rocosas, siendo las más importantes la Bakken, la Shaunavon y la Viking”146. La “mayor
actividad de fracturación se presenta hacia el sur de Saskatchewan, en la región de
Bakken”147, donde se lleva a cabo la mayoría de la extracción de petróleo por fracking.
Los yacimientos recuperables de Saskatchewan están ubicados en la zona
limítrofe con la provincia de Alberta hacia el Oeste, y hacia el sur, cerca de la frontera
con Estados Unidos. La producción de petróleo es amplia en ambos lados de la
frontera debido a la cantidad de hidrocarburos en reserva. Para el 2006, se calculaba
que las formaciones de la región Bakken, “la Devonian superior y la del bajo Mississippi,

143
Cameron Jefferies, “Unconventional Bridges over Troubled Water – Lessons to be Learned from the
Canadian Oil Sands as the United States Moves to Develop the Natural Gas of the Marcellus Shale Play”,
[en línea], Energy Law Journal, número 1, volumen 33, Washington, Estados Unidos, Foundation of the
Energy Law Journal, 2012, Dirección URL:
http://search.proquest.com.pbidi.unam.mx:8080/docview/1017689970/fulltextPDF/13FA5A81C295759B0
81/1?accountid=14598, p. 114. Traducción propia.
144
CBC News, “Northern Canadians react to fracking approval”, [en línea], Alaska, Alaska Dispatch, 14
de junio de 2013, Dirección URL: http://www.alaskadispatch.com/article/20130614/northern-canadians-
react-fracking-approval, [consulta: 2 de agosto de 2013]. Traducción propia.
145
Cullen Crozier, “Fracking Stands between NWT and shale oil boom”, [en línea], Manitoba, Aboriginal
Pepoles Television Network (APTN) National News, 10 de octubre de 2012, Dirección URL:
http://aptn.ca/pages/news/2012/10/10/fracking-stands-between-nwt-and-shale-oil-boom/, [consulta: 2 de
agosto de 2013]. Traducción propia.
146
Kent Campbell, “50 years of safe fracking in Sask”, [en línea], Saskatoon, Saskatchewan, The Star
Phoenix, 10 de febrero de 2012, Dirección URL:
http://www2.canada.com/saskatoonstarphoenix/news/forum/story.html?id=e9406b76-2012-421d-b666-
6137ff03dcc9, [consulta: 2 de agosto de 2013]. Traducción propia.
147
s/a, Know the Facts: Fracking, [en línea], Safe Drinking Water Foundation, Canadá, 2011, Dirección
URL: http://www.safewater.org/PDFS/knowthefacts/Fracking.pdf, [consulta: 2 de agosto de 2013].
Traducción propia.

63
en la cuenca de Williston, habían generado al menos 16 mil millones de m3 de petróleo
(100 mil millones de barriles). Además, la fracturación hidráulica a gran escala había
mejorado significativamente la producción en el condado de Richland, Montana”148.
Dado que en Saskatchewan el fracking es utilizado para la producción de
petróleo no convencional y no de GNNC, no se estudiará a fondo. Asimismo, esto
demuestra que las ganancias comerciales esperadas de la técnica en la región de
Bakken no están orientadas hacia el gas, sino a otros combustibles fósiles. Por ello, es
necesario aclarar que Saskatchewan está ausente en algunas de las discusiones en
torno al fracking, pues ha sido utilizado con mayor intensidad para el gas. Lo anterior
será evidente en la evaluación de las políticas regulatorias a nivel federal.
Como se mencionó con anterioridad, la decisión en cuanto al fracking y el GNNC
no se reduce únicamente a la existencia de yacimientos y beneficios económicos.
Aunado a la distribución desigual de los recursos naturales entre las provincias
canadienses, la toma de decisiones en Canadá se complica, pues las atribuciones y
capacidades jurisdiccionales de los gobiernos provinciales y el federal no coinciden y
cada nivel tiene facultades diferenciadas. “La historia de la industria de gas y petróleo
de Canadá revela un gran nivel de competencia entre los niveles de gobierno por el
control de las industrias provinciales. Bajo la sección 109 de la Ley Constitucional de
1867, las provincias obtienen autoridad jurisdiccional sobre los recursos naturales. Sin
embargo, la Ley Constitucional también le otorga jurisdicción al gobierno federal sobre
el comercio interprovincial e internacional, hecho que Ottawa ha aprovechado para
ejercer un papel decisivo en las industrias”149 gasera y petrolera desde el nivel federal.
En la federación canadiense, la facultad de promulgar leyes se divide entre el
Parlamento federal y las asambleas legislativas provinciales y territoriales. El
Parlamento se ocupa, en su mayor parte, de cuestiones relacionadas con Canadá
como un todo; por ejemplo, el comercio entre las provincias, la defensa nacional, la
legislación penal, la moneda, las patentes y el servicio postal; es también responsable
148
Kim Kreis, Andre Costa, Kirk Osadetz, “Hydrocarbon Potential of Bakken and Torquay Formations,
Southeastern Saskatchewan”, [en línea], Saskatchewan Geological Society Special Publication, núm. 19,
s/v, Saskatchewan, Canadá, 2006, Gobierno de Manitoba, Dirección URL:
http://www.manitoba.ca/iem/mrd/geo/willistontgi/downloads/kreis_et_al_bakken-torquay_paper.pdf,
[consulta: 2 de agosto de 2013], p.118. Traducción propia.
149
Michael Howlett y Keith Brownsey, opus citatum, p. 236. Traducción propia.

64
del Yukon, los Territorios del Noroeste y Nunavut150. La presencia del gobierno federal
canadiense es mucho menor al de otros países federalistas, notablemente Estados
Unidos, o México, si se incluye a los tres países de la región de América del Norte.
Las disparidades entre los niveles de atribución de facultades sobre los recursos
naturales generan debates entre las instancias públicas provinciales y el gobierno
federal, pues el involucramiento de una de las partes suele ir en detrimento de la
capacidad de decisión de la otra. Por ejemplo, en 2002, el intento del gobierno federal
de Jean Chrétien (1993-2003) por regular la industria petrolera canadiense, por medio
del Protocolo de Kyoto, causó fuertes discusiones entre las provincias y Ottawa sobre
la jurisdicción local de los recursos naturales y las obligaciones contraídas a partir de la
firma de un tratado internacional. En este caso, Ottawa adoptó una postura menos
rígida, al estar más abierto a la negociación y optar por una regulación ambiental
horizontal, en lugar del esquema tradicional de ‘ordenamiento y control’ económicos151.

En Canadá, la protección ambiental no se encuentra definida en la


Constitución como materia de legislación federal o provincial, se
trata más bien de un conjunto de elementos que se sitúan dentro
de diferentes clases de asuntos, algunos sometidos a la
jurisdicción federal y otros a la jurisdicción provincial. […] Las
facultades en el ámbito federal residen en una jurisdicción
exclusiva sobre algunos recursos naturales [en especial aguas
costeras e interprovinciales y tierras públicas e indígenas],
algunas industrias […] y la facultad residual152 de proponer leyes
para garantizar la paz, el orden y el buen gobierno de Canadá.
[Por el contrario], a los gobiernos provinciales les corresponde la
facultad exclusiva sobre los recursos naturales no renovables y la
energía eléctrica; [además de] derechos de propiedad y derechos

150
Paul Gavrel, “Protección ambiental”, en Nava Escudero, César (editor), Legislación Ambiental en
América del Norte. Experiencias y mejores prácticas para su aplicación e interpretación jurisdiccional.
Environmental Legislation in North America. Experiences and Best Practices for its Implementation and
Adjudication, Serie Doctrina Jurídica, Número 580, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México y la Comisión para la Cooperación Ambiental, 2011, p. 29-33.
151
Cónfer Michael Howlett y Keith Brownsey, opus citatum, pp. 236-237. Traducción propia.
152
Las facultades residuales suelen estar asociadas más con los gobiernos locales que con los centrales
o federales en los esquemas típicos. Tal es el caso de Estados Unidos y México, en donde las entidades
estatales gozan de menos capacidades jurisdiccionales que el gobierno federal. En Canadá, el gobierno
federal es el de menor peso, por lo cual se habla de un sistema de atribuciones residuales inverso.

65
civiles, que autorizan la reglamentación del uso de tierras y la
mayor parte de las actividades de manufactura y comerciales, […]
incluidas la minería y la explotación maderera153.

El tema de las diferencias entre las atribuciones y facultades exclusivas entre los
gobiernos provinciales y el federal en Canadá serán discutidas a fondo en el último
capítulo, donde se hablará del conflicto entre capacidades y jurisdicciones para la
implementación de regulaciones a las actividades productivas. Se hará énfasis sobre el
gas, sin menoscabo de otros recursos naturales no renovables, y las medidas federales
con respecto de las sustancias tóxicas presentes en los cocteles químicos de fractura.
Esta discusión se reserva para el último capítulo debido a que el siguiente
apartado abordará los riesgos ambientales de las mezclas de fractura, y de igual modo,
hacia el final se hará una revisión de las acciones y regulaciones de los gobiernos de
Estados Unidos, Canadá y México. Lo anterior se llevará a cabo en virtud de las
dificultades emanadas de las divergencias en sus sistemas legales y debido a que los
tres países comparten algunos yacimientos rocosos, dada la cercanía entre ellos.
A pesar de la preocupación y las dificultadas regulaciones, el empuje económico
del fracking no es desestimable. Tomando en cuenta que Canadá forma parte de un
mercado regional integrado, forjado a través del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN), los intereses económicos de la industria energética pesan más que
las consideraciones ambientales. El esquema de un mercado regional obliga al
gobierno de Ottawa a asumir algunas responsabilidades con respecto de todas las
provincias y territorios, no sólo en cuestiones de salud, sino en mantener la fortaleza de
la economía canadiense. Esto se ha intentado hacer por medio de la regulación de los
precios y costos de producción, a fin de reducir el costo del consumo final.
Sin embargo, debido a la integración del mercado norteamericano, las políticas
de seguridad energética sobre una base provincial o regional carecen de sentido. Ya no
es posible disminuir los riesgos de los cambios abruptos en los precios debido a la

153
Irène Artru, “Distribución de responsabilidades en la protección ambiental en Canadá”, en Nava
Escudero, César (editor), opus citatum, pp. 611-612.

66
diversificación de las mercancías, puesto que los cambios bruscos repercuten en el
conjunto mismo del mercado; esta es la naturaleza misma de la integración154.
Canadá, al estar sujeto a un mercado regional con Estados Unidos, una de las
economías más importantes del mundo, necesita evaluar su capacidad productiva. En
este respecto, el fracking representa una buena oportunidad para mejorar su
producción de GN, aunque para ello es necesario aceptar la exploración, perforación y
explotación de nuevos yacimientos. La oposición a la que se enfrenta este enfoque es
que no puede permitirse el acceso irrestricto a las nuevas tecnologías de extracción,
perforación e inyección para la producción de gas sin antes evaluar a fondo la situación.
Esta necesidad de información, y de clara incertidumbre con respecto de los riesgos y
consecuencias del fracking, ha impulsado a algunos gobiernos provinciales a promulgar
prohibiciones temporales, o moratorias, al proceso extractivo.

En la actualidad, debido a las moratorias, es imposible la apertura


de nuevas áreas para la exploración y no se le considera como
una prioridad. En el caso del Banco George (fuera de las costas
de Nova Scotia), el Ministerio federal de Recursos Naturales y su
contraparte provincial deben decidir si es necesario llevar a cabo
una revisión pública de la moratoria. Si se acuerda continuar el
proceso, ambos gobiernos deben evaluar los resultados y decidir
si retirar la moratoria o no. De no llegar a un acuerdo en común, la
moratoria continuará estando en vigor hasta finales del 2012. En
el caso de British Columbia no existe una agenda o una fecha
aproximada para reevaluar o considerar un cambio en la política
regulatoria y, por su parte, el gobierno federal canadiense no está
considerando retirar las prohibiciones temporales155.

No obstante, es imprescindible abordar la polarización de la economía canadiense: la


desigualdad entre Alberta, la provincia más productiva de Canadá, y las zonas más
pobres del país, Saskatchewan y los Northwest Territories. De entrada, la oferta de gas
está asegurada en Alberta, lo cual se traduce en una capacidad de satisfacer el
consumo interno. Sin embargo, para las otras provincias, que no cuentan con la misma

154
Cónfer Jean-Thomas Bernard, opus citatum, p. 532. Traducción propia.
155
Agencia Internacional de la Energía, Energy Policies of IEA Countries: Canada 2009 Review, opus
citatum, p. 128. Traducción propia.

67
capacidad productiva ni cantidad de reservas convencionales, el fracking representa
una buena oportunidad de generar empleo y crecimiento. Esto, sin lugar a duda, se
traduce en una mayor exploración y explotación de los yacimientos de GNNC.
Por otro lado, está Quebec, que se caracteriza por tener una economía más
fuerte y también por contar con yacimientos de gas de lutitas. Esta provincia, al
contrario de las otras grandes pues su consumo interno de gas es mínimo, a diferencia
de otras provincias, como Ontario, cuya demanda es muy alta. Además, la producción
quebequense de gas es nula, lo cual se traduce en la ausencia de la infraestructura
necesaria para incorporar el GNNC a gran escala. Además, el gas juega un papel
fundamental para la economía de Quebec, pues se utiliza en gran medida para la
generación de electricidad. Esto ha alterado las condiciones del mercado y los precios.

Uno de los efectos importantes del crecimiento de la oferta del GN


en América del Norte son los bajos precios de la electricidad para
la exportación, consecuencia de la caída del precio del gas. De
hecho, este energético fósil alimenta varias centrales eléctricas en
las regiones limítrofes de Quebec y es el costo de la operación de
este tipo de central el que frecuentemente determina el precio de
la electricidad en los mercados vecinos, donde Hydro-Québec es
un exportador. Este es un efecto decisivo para determinar si en el
futuro Quebec producirá gas de lutitas o no.
Con base en el precio bajo del gas, el Departamento de
Energía de Estados Unidos prevé que su producción local de
electricidad a partir de GN aumentará en 115 tWh entre el 2008 y
el 2020. Esto representa el 35% del aumento total de la
producción eléctrica en Estados Unidos durante este periodo. Así,
se agregarán los 882 tWh ya producidos a partir de esta fuente en
2008 para reportar una producción total de 3981 tWh. Por lo tanto,
habrá una progresión importante de la producción de electricidad
a partir del gas natural de nuestro vecino del sur. Sin embargo, es
una mala noticia para el gobierno quebequense, pues implica
mayor competencia para el sector de la electricidad renovable,
donde se prevén varios aumentos con fines de exportación156.

156
Jean-Thomas Bernard, opus citatum, p. 536. Traducción propia.

68
A pesar de los grandes beneficios comerciales, en esta provincia se ha optado
por la prohibición del fracking, a través de la llamada Bill 18, que refleja una tendencia
en la aprobación de moratorias en Canadá, surgida de la incertidumbre. Las
prohibiciones tienen lugar debido a la falta de información con respecto de las
sustancias utilizadas en el proceso extractivo, pues las compañías no están obligadas
por ley a reportar el contenido de sus mezclas de fracturación. Es imposible determinar
con seguridad cuáles son las consecuencias de utilizar dichos químicos en el subsuelo
y para algunos, las cuestiones medioambientales están subordinadas al interés
comercial, pues la producción de gas sin duda se traduce en beneficios económicos.
Las profundas diferencias en las visiones han creado cismas entre los opositores
del fracking y sus proponentes, los primeros, en su mayoría ambientalistas, y los
segundos, algunos representantes de las industrias. Ante la dualidad de la opinión
pública, la toma de decisiones desde el ámbito gubernamental se dificulta. Las
decisiones de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá con respecto de la regulación
de las actividades relacionadas con el fracking, aunque limitadas, serán evaluadas en
el siguiente capítulo.
Ante tales divisiones ideológicas, ha surgido un punto medio, que reconcilia las
dos posturas en torno al gas de lutitas. Desde el enfoque de la previsión ambiental se
aboga por ver al GN como una pieza clave de la construcción de economías de energía
limpia y de baja emisión de GEI. Una de las grandes críticas al modelo actual de
industrialización y desarrollo es su tendencia a producir contaminación ambiental,
producto de sus patrones de consumo y explotación de los recursos naturales. Sin
embargo, al plantear al gas como una energía más limpia que las actuales, se rebate la
crítica sobre el proceso de industrialización moderno. Esto unifica la acelerada
industrialización con una visión a futuro de una producción sostenida, pero con plena
conciencia de las emisiones de carbono.
Es necesario abordar esta técnica desde el aspecto ambiental, partiendo primero
del análisis de una las posturas mixtas que ha producido mayor debate. Se propone al
fracking como una técnica que ofrece, al mismo tiempo, crecimiento económico y
protección al medio ambiente. Se le promueve como una “alternativa verde” para
reducir, e incluso eliminar, el uso a gran escala de otros combustibles fósiles como el

69
carbón y el petróleo. Asimismo, se realizará un análisis desde el enfoque crítico de los
riesgos e impactos ambientales, que contrasta con la visión unidimensional de los
beneficios económicos a gran escala, tan arraigados en el esquema actual.

70
4. Balance crítico: los riesgos ambientales del fracking

Además de ofrecer grandes beneficios económicos, el fracking ha encontrado


justificación en el debate en torno a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Se le ha planteado como una “energía puente”, una conexión con un esquema futuro
de mínima emisión de carbono al ambiente. Sin embargo, es necesario ir un poco más
allá del terreno discursivo y atender a otros planteamientos, como el papel del gas
metano como GEI, asociado íntimamente con el GN. La visión del GNNC como
solución universal para los déficits energéticos conlleva algunas imprecisiones, pues
deja fuera de la discusión algunos de los riesgos ambientales de este método extractivo.
Para ello, es necesario evaluar al GNNC desde las dos grandes posturas
ambientales: la primera lo postula como la clave para emprender el camino hacia un
futuro con economías de cero emisiones de carbono, y la contraria, que ve al fracking
como una gran amenaza para el aire, el agua y la salud humana. Ambas serán
retomadas más adelante en este capítulo. Con esta información se realizará un balance
crítico entre beneficios y riesgos potenciales, punto de partida para el análisis del último
capítulo: las posturas de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá ante esta técnica.

4.1 El gas natural como energía de transición a economías de bajo carbono

Terry Engelder es uno de los grandes proponentes del fracking como instrumento para
combatir el calentamiento global. Expresa que en un mundo en donde la productividad
está íntimamente ligada al gasto en combustibles, esta técnica resulta vital para
mantener la estabilidad económica global hasta que la energía renovable o la nuclear
sean capaces de llevar el peso de la producción. No obstante, estas tecnologías tienen
graves problemas a su interior: la intermitencia, la falta de potencia y un inadecuado
manejo de desechos157. Engelder plantea que en el futuro sólo será posible dar abasto
a la inmensa demanda energética por medio de las grandes innovaciones, como el

157
Cónfer Terry Engelder, “Counterpoint: Fracking: Too Valuable. Natural Gas: Should fracking stop?”,
[en línea], Nature Journal, opus citatum, p. 274.Traducción propia.

71
fracking. Éstas, además de impulsar el crecimiento económico, prometen una
reducción de las emisiones de GEI al hacer más eficientes los procesos industriales158.
Es importante notar que el calentamiento global está asociado directamente con
los patrones de consumo de combustibles fósiles y las emisiones de GEI. Desde hace
algunas décadas se habla de adaptación y mitigación al cambio climático y se discute
sobre economías basadas en energías limpias. El GN juega un papel fundamental en
estos nuevos debates, “ya que produce alrededor de 45% menos emisiones de dióxido
de carbono por cada unidad quemada equivalente de carbón y un 30% menos que el
petróleo; además, su aparente abundancia permite pensar en la posibilidad de utilizar
al gas como puente hacia un futuro con emisiones de CO2 muy reducidas” 159.
No obstante, es necesario recordar la configuración química del GN, pues se
trata de un hidrocarburo compuesto. Howarth e Ingraffea presentan un análisis
comparativo del ciclo de emisiones de GEI entre el gas de lutitas y los combustibles
fósiles convencionales destinados a la generación de calor, su principal uso. Es de
notarse que el mayor componente en la huella de carbono del GNNC es el metano y se
calcula que entre un 3.6% y un 7.9% de éste se fuga a la atmósfera desde la boca del
pozo, las tuberías y las instalaciones de almacenamiento a lo largo de toda su vida útil.
En el caso de un pozo convencional, las cifras de emisiones de metano oscilan entre el
1.7% y el 6% durante toda su vida útil160, contrastando al GNNC como mayor emisor de
GEI que su contraparte convencional.
El proceso que implica “llevar este recurso desde el sitio de extracción en el
subsuelo hasta las tuberías, para su distribución, requiere un esfuerzo mucho mayor
que su contraparte convencional, lo cual explica que el GNNC tenga una huella de
carbono 161 elevada” 162 . Además, la emisión de CO2 hacia el ambiente de este

158
Ídem.
159
Stephen P.A. Brown, Alan J. Krupnick, Margaret A. Walls, Natural gas: A Bridge to a Low-Carbon
Future?, [en línea], Resources for the Future y NEPI: National Energy Policy Institute, Washington D.C.,
Estados Unidos, diciembre de 2009, Dirección URL: http://www.rff.org/RFF/Documents/RFF-IB-09-11.pdf,
[consulta: 21 de agosto de 2013], p. 1. Traducción propia.
160
Robert W. Howarth y Anthony Ingraffea, opus citatum, p. 272. Traducción propia.
161
Huella de carbono se refiere “a la medida de la cantidad total y exclusiva de emisiones de dióxido de
carbono, generadas directa e indirectamente por una actividad específica, o que se acumulan a través de
las etapas de la vida útil de un producto”. Cónfer Thomas Wiedmann y Jan Minx, “A Definition of ‘Carbon
UK
Footprint’”, [en línea], ISA Research Report, número 7, volumen 1, Reino Unido, ISA UK Research &

72
hidrocarburo se da por partida doble: una es directa, a través de la quema del gas para
la generación de calor y, la otra, indirecta y mucho menor, es consecuencia del proceso
productivo del recurso energético.
El GNNC, debido al proceso de doble emisión de dióxido de carbono a la
atmósfera durante su producción, transporte y quema, se vislumbra como un potente
emisor de GEI. Este postulado se refuerza al considerar los efectos contaminantes de
uno de sus principales componentes, el gas metano (CH4).
Como explican Howarth e Ingraffea, investigadores de la Universidad de Cornell,
el metano es un potente GEI, tanto, que hasta las emisiones pequeñas son importantes.
A lo largo de un período de 20 años, la huella de GEI del gas de lutitas ha sido peor
que la del petróleo o el carbón. La influencia negativa del CH4 se reduce al presentarse
en escalas de tiempo más prolongadas, ya que éste desaparece de la atmósfera
mucho más rápido que el dióxido de carbono. Aún así, al paso de 100 años, la huella
de carbono de este GNNC continúa siendo similar a la del petróleo o el carbón. Cuando
se produce electricidad en lugar de calor, el gas es más eficiente en las plantas
industriales a comparación del bajo desempeño de las plantas de carbón, lo cual se
traduce en una ligera reducción de la huella de GEI de este tipo de GN. Más aún, al
analizar escalas menores a 50 años, la huella total del GNNC excede a la del carbón163.
Entonces, si el gas de lutitas tiene un desempeño tan pobre, es necesario
reevaluar el imaginario de que el gas es una energía limpia o la conexión con un futuro
de bajas emisiones de carbono. Es claro que por sí solo, el GN no cumplirá las
promesas sobre las reducciones de las emisiones de GEI, ya que es necesaria la
intervención del aparato gubernamental. El papel del GNNC puede evaluarse desde
diversos modelos, o escenarios, energéticos. Kerr identifica como el primero al creado
por los economistas Stephen Brown, Alan Krupnick y Margaret Walls, del Instituto
Resources for the Future, en Washington D.C.
Dicho modelo energético predice los precios y patrones de consumo en los
mercados de energía de los Estados Unidos bajo una serie de suposiciones con

Consulting, junio de 2007, Dirección URL: http://www.utm.my/co2footprintutm/files/2011/11/ISA-


UK_Report_07-01_carbon_footprint.pdf, [consulta: 11 de septiembre de 2013], p. 4. Traducción propia.
162
Ben Parfitt, opus citatum, p. 5. Traducción propia.
163
Robert W. Howarth y Anthony Ingraffea, ibídem.

73
respecto del tamaño de las reservas de GNNC y la naturaleza de la política regulatoria,
que utiliza el gobierno para fijar límites a las emisiones de carbono164. Kerr concluye
que el modelo energético basado en la bonanza del recurso no resuelve los problemas
de fondo y coincide con Brown en que la abundancia de gas de lutitas sólo genera
energía barata que se traduce en un mayor consumo; y, aunque el GN, al ser quemado,
produce menos emisiones de GEI que otros combustibles fósiles, el único cambio
radica en el origen del recurso, al provenir de la producción local. En este sentido, se
desplaza sólo una fracción del carbón del esquema energético, aunque sucede lo
mismo con las energías nuclear y renovable. El resultado: tanto el consumo de energía
como las emisiones de CO2 aumentan ligeramente165 con el paso del tiempo.
Michael Levi evidencia, como lo hicieron Kerr, Brown y Podesta, que existe una
tendencia a ver al GN como el energético que conducirá al carbón al desuso y que, al
comportarse como un combustible puente, será capaz de suavizar la transición de un
sistema global de energía fósil hacia uno de cero carbono166. No obstante, anota que
para alcanzar este escenario, “el consumo de GN tendrá que aumentar más allá de la
trayectoria propuesta actualmente, para después ser sustituido por fuentes de energía
de cero emisiones de carbono. [Cabe notar que] los esquemas de estabilización
climática, donde el gas funge como energía puente a escala global, están ausentes de
casi todos los modelos energéticos”167.
Brown et alteori (2009) proponen cuatro modelos para evaluar el papel del GN
como energía de transición hacia un futuro bajo en carbono. Los criterios de evaluación
utilizados en dichos modelos son: disponibilidad del recurso y política climática; los
cálculos se proyectan hasta el año 2030. Dos de los cuatro modelos se presentan bajo
esquemas BAU168 (Business As Usual), en donde se parte del supuesto que Estados
Unidos no adopte nuevas políticas para la reducción de emisiones de dióxido de

164
Cónfer Richard A. Kerr, opus citatum, p. 1626. Traducción propia.
165
Ibídem.
166
Michael Levi, “Climate consequences of natural gas as a bridge fuel”, [en línea], Climatic Change,
volumen 118, número 3-4, Dordrecht, Países Bajos, Springer Science & Business Media, junio de 2013,
Dirección URL: http://link.springer.com.pbidi.unam.mx:8080/content/pdf/10.1007%2Fs10584-012-0658-
3.pdf, [consulta: 21 de agosto de 2013], pp. 609-610. Traducción propia.
167
Michael Levi, opus citatum, p. 610. Traducción propia.
168
El término BAU, o Business as Usual, hace referencia a un esquema en el cual se parte de la noción
de que las condiciones del mercado permanecen estables a lo largo del tiempo proyectado.

74
carbono. El primero utiliza cálculos aproximados conservadores sobre los recursos
disponibles de gas de lutitas169. El segundo modelo también utiliza un esquema BAU,
pero se apoya en cálculos optimistas, basados en las aproximaciones del 2009 del
Comité de Gas Potencial170.
Es de notarse que ambos modelos toman en cuenta, y se ven afectados, por la
actuación u omisión gubernamentales. Esto permite ver que en materia energética, en
específico el GNNC, el gobierno tiene un papel fundamental para su correcta aplicación
y proyección como una energía puente. Entonces, para entender cuál es la verdadera
importancia que tienen los Estados y los gobiernos en un esquema de control y
mitigación de las emisiones de GEI asociados con el fracking, se les consideró dentro
de los escenarios energéticos restantes, identificados por Brown et alteori.
El tercer y cuarto modelos parten de la adopción de una política de bajo carbono
por parte del gobierno estadunidense, a través de la cual se fijan metas de emisiones
de CO2 similares a las contenidas en las Leyes de Energía Limpia y de Seguridad,
propuestas por los congresistas H. Waxman y E. Markey, y a las que utilizaba la
administración Obama antes de la Conferencia sobre el Cambio Climático de Naciones
Unidas en Copenhague. Al igual que el primer modelo, el tercero echa mano de
cálculos conservadores sobre los recursos de gas de lutitas en Estados Unidos. Por su
parte, el cuarto modelo utiliza cálculos optimistas.
Tras realizar las proyecciones y cálculos necesarios para cada modelo
propuesto, los resultados encontrados son que, al existir una política apropiada sobre el
carbono, emanada del gobierno, como la fijación de límites a las emisiones y la
aplicación de incentivos, o la imposición de impuestos y multas sobre el carbono, el GN
puede desempeñar con eficacia su función de combustible puente hacia un futuro de
bajo carbono 171 . Según los resultados hallados en el último par de escenarios, las
características que le otorgan los proponentes del fracking al GNNC como energía

169
Los autores hacen una nota aclaratoria sobre estos datos: “las cifras utilizadas en el primer modelo
datan del año 2007, pero la EIA del Departamento de Energía de Estados los mantuvo en uso hasta el
2009”. Stephen P.A. Brown, et alteori, opus citatum, p. 2. Traducción propia.
170
Cónfer Stephen P.A. Brown, et alteori, opus citatum, p. 2. Traducción propia.
171
Ídem.

75
limpia se hacen visibles, reforzando sus argumentos. No obstante, es necesario
recordar que las acciones gubernamentales son fundamentales en estos esquemas.
Es posible inferir que si, y sólo si, lo gobiernos instituyen una política regulatoria
de amplio espectro, es factible concebir al GNNC como el puente energético que los
defensores del fracking prometen. Bajo esta línea de pensamiento, y como bien explica
Podesta, el papel del GN como agente de tránsito de un esquema energético al otro es
amplio: “el gas puede apoyar la entrada al mercado de la energía eólica y solar. La
unión entre gas y energía renovable puede darse en forma de plantas híbridas de
energía eólica-gas o solar-gas, que aliviará la intermitencia, asegurando una
producción a bajo costo con emisiones reducidas”172.
Por lo tanto, para asegurar el éxito de este modelo de transición, se requiere la
participación activa del gobierno, que proviene de un involucramiento emanado de la
voluntad política para realizar cambios estructurales. Al analizar estos argumentos en
su justa dimensión, y añadir las variables políticas y sociales, los resultados dejan de
ser unívocos, y se hace mucho más complejo llevarlos a término. El enfoque político
brinda nuevas herramientas de análisis, que obligan a incorporar, y asegurar, otras
variables, como son una mayor inversión en energías renovables y el desplazamiento
de los combustibles fósiles a favor de energías limpias durante la transición.
Es importante destacar que los modelos económicos que suelen utilizarse para
sustentar las actividades extractivas están disociados en muchas ocasiones de los
factores políticos, sociales y medioambientales. Por lo tanto, algunos de estos
escenarios energéticos no contemplan la existencia y riesgos de fugas de gas metano
a la atmósfera. Esta lógica articula un pensamiento crítico, que vale la pena ponderar.
Los esquemas económicos son lógicos y de fácil acceso; debido a su simpleza y
linealidad son ideales para argumentar a favor del fracking. No obstante, es imperativo
recordar que esta nueva técnica, como todo procedimiento extractivo, tiene impacto
sobre el medio ambiente. Es menester dejar de lado por un momento las discusiones

172 st
John D. Podesta y Timothy E. Wirth, Natural Gas – A Bridge Fuel for the 21 Century, [en línea],
Estados Unidos, Center for American Progress y Energy Future Coalition, 10 de agosto de 2009,
Dirección URL: http://www.americanprogress.org/wp-
content/uploads/issues/2009/08/pdf/naturalgasmemo.pdf, p. 3. Traducción propia.

76
económicas y atender a los riesgos ambientales. Es necesario pensar al gas de lutitas
como un actor del cambio climático, no sólo como un héroe.
El CH4 es un potente GEI y es el principal compuesto de la huella de emisiones
del gas de lutitas. De hecho, existe una relación entre la producción de GNNC y las
emisiones de metano a la atmósfera. Michael Levi, miembro del Council on Foreign
Relations de Nueva York, resume brevemente la postura de algunos académicos con
respecto del fracking como pieza clave para alcanzar economías de cero carbono.
Según Levi, algunos autores han sugerido recientemente que las emisiones de
metano provenientes de la producción y distribución de GN pueden “reducir de manera
severa, o incluso negar, los beneficios climáticos de las bajas emisiones de CO2
asociadas con una transición de quema de carbón hacia uno de combustión de gas”173.
En los estudios de Wigley del 2011, se ha argumentado a gran detalle que una fuga
sustancial de CH4 podría significar que la transición de carbón a gas podría no ser un
beneficio climático174 y, paralelamente, Álvarez et alteori llegaron a conclusiones mixtas
sobre el tema, que plasmaron en el 2012 en un estudio175. La evidencia y los estudios
existen, “sin embargo, ninguno de ellos examina modelos en los cuales se prevea un
cese al consumo de GN en el futuro; id est, modelos puente”176.
Por ello, Levi ofrece modelos energéticos de puente de GN refinados, que reflejan, y
contabilizan, las emisiones de metano asociadas con un rango de supuestos sobre la
fuga, y les asigna los valores de 1%, 2% y 5%, respectivamente. En publicaciones más
recientes se ha indicado que la filtración en Estados Unidos muy probablemente será
de entre 1% y 2%177; incluso, se ha rechazado la posibilidad de fugas superiores al
5%178. A pesar de esto, la sola existencia de un caso aislado, documentado en el 2012

173
Robert W. Howarth et alteori, “Methane and the greenhouse-gas footprint of natural gas from shale
formations”, en Levi, Michael, opus citatum, p.621.Traducción propia.
174
T.M.L. Wigley, “Coal to gas: The influence of methane leakage”, en Levi, Michael, ibídem.
175
R.A. Álvarez et alteori, “Greater focus needed on methane leakage from natural gas infrastructure”, en
Levi, Michael, ibídem.
176
Michael Levi, opus citatum, p. 621. Traducción propia.
177
M. Jiang, “Life cycle greenhouse gas emissions of Marcellus shale gas”, en Levi, Michael, ibídem.
178
L.M. Cathles, “A commentary on “The greenhouse-gas footprint of natural gas in shale formations” by
R.W. Howarth, R. Santoro, and Anthony Ingraffea”, en Levi, Michael, ibídem.

77
por Robert Howarth et alteori 179 , “permite pensar en la posibilidad de mayores
porcentajes de fuga de metano fuera de los Estados Unidos. Incluso, dada la ausencia
de estudios de caso y observaciones de campo, se mantiene la incertidumbre sobre el
papel del CH4 como GEI, a partir de la quema, producción y distribución”180 del GNNC.
Como se explicó antes, la reducción de emisiones de GEI asociada con el GN
está circunscrita a su quema y correcto manejo en las etapas de producción y
transporte. Se ha abordado someramente el papel que juega el GN en un esquema de
transición hacia economías de cero carbono y, como han concluido los expertos, los
resultados son mixtos y la incertidumbre se mantiene. Por lo tanto, al no existir
consenso en torno al desempeño del GNNC como GEI, es necesario preguntarse si la
extracción de gas de lutitas implica otros riesgos para el medio ambiente.

4.2 Riesgos e impacto ambiental de la utilización del fracking

A la propuesta del fracking como el gran aliciente para los déficits energéticos de este
siglo, se deben incorporar nuevos elementos, notablemente la derrama de sustancias
tóxicas y la inyección de químicos peligrosos en el subsuelo. De no realizarse los
procedimientos extractivos con cuidado, puede provocarse un serio daño ambiental.
Por ello, cabe evaluar cuáles son los riesgos ambientales, hasta ahora conocidos, que
plantea el fracking.
Ruth Wood et alteori identifican los principales impactos y riesgos clave del gas
de lutitas y los organizan de la siguiente manera:

1. La contaminación del agua subterránea por las mezclas de


fractura, provenientes de fallas en las cubiertas de los pozos o la
migración de sustancias cercanas a la superficie; 2.
Contaminación de tierra y aguas, tanto superficiales como
subterráneas, debido a la derrama de aditivos de fractura;
rupturas de los tanques que contienen las mezclas o el arrastre de
químicos de los almacenes de desechos por el agua de lluvia, o la

179
Robert Howarth et alteori, “Venting and leaking of methane from shale gas development: response to
Cathles et al.”, en Levi, Michael, ibídem.
180
Michael Levi, opus citatum, p. 612. Traducción propia.

78
contaminación de cuerpos de agua y lagos con agua de reflujo; 3.
Extracción y consumo de agua; 4. Tratamiento de aguas de
desecho, tras la inyección y extracción de los hidrocarburos; 5.
Daño a la tierra y al paisaje; 6. Impactos asociados con la
construcción de los pozos, como son el exceso de ruido y luz
durante la perforación del pozo, la quema y ventilación de
exhalaciones y afectaciones sobre el tráfico local181.

El que Wood et alteori hayan identificado los principales riesgos asociados con
esta técnica extractiva no excluye la posibilidad de que existan o, incluso, surjan otras
afectaciones aún no previstas. Dado el desconocimiento de las consecuencias a largo
plazo de la extracción de GNNC, es necesario incorporar la evidencia ambiental para
hacer frente a estos retos analíticos.
Si bien las promesas económicas de mayor producción y creación de empleos
son muy atractivas para los países, sobre todo aquellos con deficiencias estructurales o
con problemas de suministro local de energéticos, esta técnica extractiva implica serios
riesgos. Por lo tanto, el siguiente paso será estudiar más a fondo el tema del agua.

4.2.1 El fracking, el gas metano y la contaminación del agua

Para entender la relación que guardan estos tres elementos, es necesario remontarse
al proceso concreto del fracking. Al tratarse de una técnica de perforación, primero
vertical y luego horizontal, para extraer gas natural de las profundidades del subsuelo,
liberándolo de las lutitas, se hace necesario pensar sobre los yacimientos subterráneos
de agua que se encuentran a su paso.
Si además se retoma que el proceso no sólo conlleva perforación, sino que
requiere de la inyección bajo altas presiones de una mezcla de agua, arena y diversos
químicos para conseguir que el GNNC fluya fuera de las rocas, surgen preocupaciones.
Si se entiende que las llamadas mezclas de fractura están compuestas por químicos

181
Ruth Wood et alteori, Shale gas: a provisional assessment of climate change and environmental
impacts, [en línea], Tyndall Centre for Climate Change Research, University of Manchester, Reino Unido,
enero de 2011, Dirección URL:
http://www.tyndall.ac.uk/sites/default/files/coop_shale_gas_report_final_200111.pdf, [consulta: 21 de
agosto de 2013], p. 54. Traducción propia.

79
cuyo contenido exacto y consecuencias se desconocen aún hoy día, la preocupación
por la contaminación de los yacimientos subterráneos de agua potable se hacen
visibles. Esto conduce el análisis hacia la seguridad y el sellado de los pozos, ante una
posible contaminación debido al contacto directo de las mezclas de fractura con el agua.
Sin embargo, este medio de contaminación no es el único, existe una manera de
contaminación de los mismos yacimientos por medios indirectos, en el cual el gas
metano es una pieza clave. Por ello, primero se analizará el riesgo de contaminación
del agua de manera directa, a través de la derrama de las mezclas de fractura, para
después dar paso a la contaminación indirecta, partiendo del análisis de la fuga de CH4
hacia los yacimientos subterráneos de agua dulce, más cercanos a la superficie.

Imagen 1: Producción de gas de lutitas y posibles riesgos ambientales

182
Fuente: Agencia Internacional de la Energía, 2012 (adaptado de Aldhous, 2012) .

En la Imagen 1 se ejemplifican los temas que se han desarrollado a lo largo del


presente trabajo hasta este punto: el fracking como una técnica compuesta por la unión

182
Agencia Internacional de la Energía, Golden Rules for a Golden Age of Gas. World Energy Outlook
Special Report on Unconventional Gas, opus citatum, p. 25.

80
de diversas tecnologías, aplicadas en varias etapas y los riesgos de contaminación
discutidos previamente. El gráfico muestra los posibles puntos de contacto directo, en
donde puede darse la contaminación debido a la fuga de la mezcla de fractura hacia los
yacimientos de agua subterránea. También aborda la cuestión del aire y las emisiones
de GEI, aunque lo hace desde una perspectiva de migración del gas metano a través
de las capas de roca, y no como fugas en las tuberías o sitios de transporte y
producción. Por último, evalúa el papel que tiene el agua de reflujo que se descarga
(water discharge) sobre la superficie, y que es propensa a filtrarse de nuevo en la tierra
hacia las reservas de agua dulce.
Además, la cantidad de pozos extractivos que deben ser desarrollados para
generar una cantidad constante del recurso es muy alta. Dado que los recursos de
GNNC están distribuidos de una manera más difusa y difícil de producir que su
contraparte convencional, se requiere una escala de operaciones industriales mucho
mayor que en la producción tradicional; esto significa que las actividades relacionadas
con la perforación y producción de este GNNC son mucho más invasivas183, lo que se
traduce en un impacto ambiental más extendido.
Ya que los yacimientos de gas de lutitas están mucho menos concentrados que
el GNC, se necesita de más pozos para extraer el GNNC. “Mientras que la extracción
convencional, en tierra firme, requiere poco menos de un pozo por cada 10 km 2, los
desarrollos que utilizan fracking requieren más de un pozo por cada 1 km2. Por ello, el
daño generado hacia el ambiente y los residentes locales se intensifica”184. Además, la
alta concentración de pozos extractivos en una zona tan reducida incrementa la
probabilidad de que las labores de fracturación se empalmen con las reservas
subterráneas de agua dulce. Esto lo evidencian Allen et alteori, quienes realizan un
estudio breve del impacto de los hidrocarburos en la calidad del agua, y destacan que
el “fracking es un proceso de alta exigencia del recurso hídrico, pues cada pozo
consume alrededor de dos a cinco millones de galones185 de éste. El desecho del agua

183
Cónfer Agencia Internacional de la Energía, supra, p. 19. Traducción propia.
184
Ídem.
185
El factor de conversión de un galón es de aproximadamente de 3.79 litros. Por lo tanto, dos millones
de galones de agua equivalen aproximadamente a 7,570,824 litros, mientras que cinco millones de
galones de agua equivalen a 18,927,059 litros.

81
de reflujo y la cantidad y composición desconocidas de los fluidos no recuperados
pueden contaminar los acuíferos subterráneos y algunos cuerpos superficiales”186.
Allen et alteori expanden este tema y explican el papel de algunas sustancias
asociadas con la contaminación, producto de las actividades extractivas de esta técnica,
entre las cuales destacan el benceno, el metano, la radiación y otros químicos. A pesar
de que los profesionales afirman que no existe evidencia concluyente para ligar al
fracking con la contaminación del agua superficial o subterránea, los críticos
argumentan que pueden vincularse más de mil casos con este método específico,
además de incidentes relacionados con derrames accidentales de las mezclas de
fractura sobre la superficie o la filtración de químicos de fractura. Incluso, ha habido
reportes en Estados Unidos de altas concentraciones de gas metano en la red pública
de suministro de agua potable, a tal grado que ésta puede prenderse en llamas187.
Uno de estos casos se dio en Pennsylvania, en Dimock, ubicado al noreste del
Estado en el condado de Susquehanna. Esta comunidad se encuentra ubicada en el
corazón de una las zonas más productivas de la formación rocosa Marcellus. El
primero de enero del 2009 se registró una explosión en un pozo de agua potable
debido a la acumulación de metano y, en febrero de ese mismo año, el Departamento
de Protección Ambiental de Pennsylvania levantó una queja contra la compañía
encargada de extraer gas natural en ese territorio, la Cabot Oil & Gas. En el documento
se expresaba que Cabot era responsable por descargar GN en la red hídrica local,
además, no había logrado prevenir que el gas se fugara hacia el agua subterránea. El
Departamento condujo una investigación sobre la contaminación por metano y
determinó que Cabot era responsable por contaminar 13 pozos de agua, que para el
2010 se le sumaron otros cinco más188.

186
Lucy Allen et alteori, “Fossil Fuels and Water Quality”, [en línea], capítulo 4, P.H. Gleick, The World’s
Water Volume 7: The Biennial Report on Freshwater, volumen XVI, s/n, Pacific Institute for Studies in
Development, Environment and Security, Oakland, California, 2012, Dirección URL:
http://www.worldwater.org/datav7/chapter_4_fossil_fuel_and_water_quality.pdf, [consulta: 15 de agosto
de 2013], p. 81. Traducción propia.
187
Cónfer Lucy Allen et alteori, opus citatum, p. 89. Traducción propia.
188
Cónfer Heather Cooley y Kristina Donnelly, Hydraulic Fracturing and Water Resources: Separating the
Frack from the Fiction, [en línea], Pacific Institute, Oakland, California, Estados Unidos, junio de 2012,
Dirección URL: http://www.pacinst.org/reports/fracking/full_report.pdf, [consulta: 12 de septiembre de
2013], p. 18. Traducción propia.

82
Debido a que el caso atrajo la atención de la esfera gubernamental, fue
necesario tomar algunas medidas. Según lo expresado por Cooley y Donnelly, en
noviembre del 2009, el Departamento ordenó a Cabot que restaurara o reemplazara
todas las fuentes de agua que fueron deshabilitadas para el uso de las viviendas
afectadas, además de reparar cualquier pozo que tuviera un recubrimiento insuficiente
o inadecuado. De igual manera se le prohibió a Cabot seguir utilizando el fracking en
los pozos ya existentes, y también en nuevos pozos, hasta que el propio Departamento
dé autorización expresa para hacerlo189.
Ante el auge del fracking se han vuelto más comunes los estudios que buscan
dilucidar si los pozos de GNNC, efectivamente, contaminan el agua potable. En una
nota publicada en junio del 2013, el autor aborda brevemente el tema y luego explica
que “la evidencia sugiere que un 7% de los pozos cercanos a sitios de perforación
presentan metano, etano y propano, debido a fugas en las cubiertas y el sellado.
Dichos pozos de agua tienen 6 veces más probabilidades de contaminarse que otros,
según los datos de un estudio en viviendas de Nueva York y Pennsylvania”190.
Sin embargo, aún es imposible determinar con precisión el impacto que tienen
estas mezclas y las investigaciones en torno a la contaminación del agua provocada
por el fracking se iniciaron con la aparición de los primeros casos. Muchos de ellos se
dieron en Pennsylvania, uno de los Estados en donde se ubica la formación Marcellus,
que, al ser una de las más grandes y activas, ha sido de las más estudiadas.
Según lo reportado en una entrevista de julio del 2013 por Associated Press, un
estudio del Departamento de Energía de Estados Unidos sobre el fracking revela que
“no existe evidencia de que los químicos empleados para este proceso de perforación
hayan migrado hacia, o contaminado, los mantos acuíferos cercanos a los desarrollos
extractivos al oeste de Pennsylvania” 191 , complicando los alegatos de quienes se
oponen al fracking en virtud de la preocupación por la contaminación del agua.

189
Cónfer Heather Cooley y Kristina Donnelly, opus citatum, p. 18. Traducción propia.
190
Dan Vergano, “Fracking Linked to Well Water Methane”, [en línea], USA Today: Science and
Technology Today, 25 de junio del 2013, Dirección URL: http://www.sci-tech-
today.com/story.xhtml?story_id=121006SBAF7C, [consulta: 12 de septiembre de 2013]. Traducción
propia.
191
Kevin Begos, “Pennsylvania Fracking Study Shows Chemicals Did Not Contaminate Water”, [en línea],
The Huffington Post, Sección: Green, 19 de Julio de 2013, Dirección URL:

83
Los resultados de los pocos estudios realizados a la fecha son mixtos y
prevalece la incapacidad para determinar la causa exacta de la contaminación de los
pozos192, como expresa David C. Holzman en un artículo para Environmental Health
Perspectives. Ahí se explica que “John Hanger, el ex director del Departamento de
Protección Ambiental de Pennsylvania culpa a la construcción o diseño de los pozos, y
no al fracking, por la contaminación de CH4 que se ha registrado” 193 en esa localidad.
Sin embargo, al evaluar el comunicado oficial del Departamento de Energía, los
resultados obtenidos son mixtos, y mucho más similares a lo expresado por los
académicos y expertos con anterioridad. Publicado el 19 de julio del 2013, dicho
documento expresa que el Laboratorio Nacional de Tecnología Energética 194 del
Departamento de Energía de Estados Unidos “aún se encuentra en las primeras etapas
de recolección, análisis y validación de la información recopilada del sitio extractivo [y
que] aún cuando no se ha hallado nada preocupante hasta el momento, los resultados
son demasiado preliminares como para hacer cualquier tipo de afirmación” 195 . Se
espera que se entregue un reporte final por parte del Laboratorio, con resultados
concretos, hacia finales de año, hasta entonces, el tema sigue prestándose a múltiples
interpretaciones.
A pesar de que la evidencia no es concluyente, y que no existe consenso, los
daños a las comunidades tienen consecuencias. Como explican Lucy Allen et alteori,
“cuando el agua potable se contamina por la producción de combustibles fósiles, las
comunidades afectadas tienen tres opciones: 1. Hallar una fuente alternativa de agua, 2.

http://www.huffingtonpost.com/2013/07/19/pennsylvania-fracking-study_n_3622512.html, [consulta: 13 de
septiembre de 2013]. Traducción propia.
192
Nótese que en muchos casos se habla de “contaminación de los pozos”, se excluye a propósito la
palabra “posible”, lo cual confirma la existencia de casos, sobre todo en Pennsylvania.
193
David C. Holzman, “Methane Found in Well Water Near Fracking Sites”, [en línea], Estados Unidos,
Environmental Health Perspectives, volumen 119, número 7, Brogan & Partners, julio de 2011, Dirección
URL: http://www.jstor.org/stable/41329080, [consulta: 22 de mayo de 2013], p. A289. Traducción propia.
194
Traducción libre. En inglés se denomina National Energy Techonology Laboratory (NETL).
195
Departamento de Asuntos Públicos, NETL Statement on Reported Fracking Study, [en línea],
Department of Eenergy National Energy Technology Laboratory, Estados Unidos, 19 de julio de 2013,
Dirección URL: http://www.netl.doe.gov/publications/press/2013/StudyStatement.pdf, [consulta: 13 de
septiembre de 2013]. Traducción propia.

84
Tratar el agua antes de utilizarla para consumo humano, o, 3. Beber el agua
contaminada y arriesgarse a consecuencias negativas para su salud”196.
Los problemas surgidos a partir de la incorporación de la extracción de GNNC al
esquema productivo han atraído la atención del gobierno estatal. Hanger expresa que
“Pennsylvania ha promulgado una regulación que establece estándares estrictos para
el diseño, construcción y tipo de materiales utilizados en los pozos gaseros; entró en
vigor en febrero del 2011. Además, el [gobierno del] estado exige pruebas, monitoreo y
divulgación de los químicos utilizados con el fracking”197 . Sin embargo, debido a la
naturaleza del gobierno estadunidense, las regulaciones estatales son distintas entre sí.
Amy Mall, analista de políticas del Consejo para la Defensa de los Recursos
Naturales, argumenta que, además de que “las regulaciones estatales son muy
variadas, una ley federal, aprobada en el 2005, exenta al fracking de la Ley de Agua
Potable Segura (LAPS-SDWA) 198 y a las compañías [‘fracturadoras’] de revelar los
químicos utilizados en el proceso” 199 . Ante esta disparidad de criterios regulatorios,
surgen problemas, pues el fenómeno es uno mismo, pero las reacciones no lo son.
El primer intento por hacer que el sector industrial revelara el contenido de las
mezclas de fractura se dio en el 2009, cuando se presentó al Congreso la FRAC-Act, la
propuesta de Ley por la Responsabilidad y Conciencia de los Químicos de
Fracturación200. Esta ley permitiría la regulación del fracking bajo lo estipulado por la
Ley de Agua Potable Segura (LAPS-SDWA), y exigiría que las compañías gaseras y
petroleras revelaran los químicos utilizados en las operaciones de fracturación201.
El proyecto de regulación del 2009 se postulaba como posible solución a los
problemas que se suscitaron a consecuencia de la postura del Congreso, que, en el
2005, decidió exentar al fracking del cumplimiento de la Ley de Agua Potable Segura.
Lo hizo, en parte, debido a lo reportado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA)

196
Lucy Allen et alteori, opus citatum, p. 88. Traducción propia.
197
John Hanger, en: David C. Holzman, opus citatum, p. A289. Traducción propia.
198
Traducción libre. En inglés se le denomina Safe Drinking Water Act (SDWA).
199
Amy Mall, en: David C. Holzman, opus citatum, p. A289. Traducción propia.
200
Traducción propia. FRAC-Act en inglés significa Fracturing Responsibility and Awareness of
Chemicals (FRAC) Act.
201
John Manuel, “EPA Tackles Fracking”, [en línea], Estados Unidos, Environmental Health Perspectives,
volumen 118, número 5, Brogan & Partners, mayo de 2010, Dirección URL:
http://www.jstor.org/stable/25653866, [consulta: 14 de septiembre de 2013], p. A199. Traducción propia.

85
en su ‘Evaluación de los impactos a las fuentes subterráneas de agua potable por la
fracturación hidráulica de reservas de gas metano ubicadas en yacimientos de
carbón’202. En el cuerpo del documento se presenta al fracking como una amenaza
mínima para el agua potable y la EPA habla sobre la improbabilidad de que se
realizaran estudios posteriores. Sin embargo, uno de los problemas que enfrentó este
reporte fue no monitorear directamente los pozos de agua, sino que la Agencia se valió
únicamente de la literatura revisada por expertos y de entrevistas con autoridades de
los gobiernos locales y estatales para dictaminar los resultados. Además, estaba
estrictamente limitado a un solo tipo de perforación, lo cual deja fuera del análisis a las
consecuencias de explotar otro tipo de sustratos203, como las lutitas o el esquisto.
Este documento de la EPA fue el principal argumento que utilizó el Congreso
para justificar la exención del fracking en la LAPS-SDWA, ya que los riesgos de la
técnica eran desconocidos. Dicha postura refleja un profundo desconocimiento de las
implicaciones de estas técnicas no convencionales, aunque es congruente con la
información que se genera al principio de su abordaje, en su mayoría desde la visión
del crecimiento económico rápido y asegurado. Esta concepción se mantuvo en pie por
un tiempo, pues las consecuencias concretas de esta exención sólo se hicieron visibles
hasta que comenzaron a suscitarse reportes de contaminación del agua. Aún cuando
los problemas generados llaman la atención de la EPA, como consecuencia de la
decisión del Congreso, la Agencia, “tiene prohibido regular el impacto del fracking sobre
el agua subterránea”204. Ya que en el 2005 se desestimó la peligrosidad del fracking, la
intervención de la institución se hace innecesaria, de ahí que limitaran sus capacidades.
Debido a que “el Congreso echó mano de la Ley de Política Energética del 2005
para aprobar la exención, los científicos de la EPA arguyeron, [en reportes posteriores,]
que, no podían llevar a cabo investigaciones adecuadas de los casos de contaminación

202
Traducción propia. En inglés el reporte de la EPA se denomina ‘Evaluation of Impacts to Underground
Sources of Drinking Water by Hydraulic Fracturing of Coalbed Methane Reservoirs’.
203
John Manuel, opus citatum, p. A199 Traducción propia.
204
Lena Groeger, “EPA's Fracking Rules Are Limited and Delayed, Critics Charge”, [en línea], The
Huffington Post, Sección: Green, 20 de abril de 2012, Dirección URL:
http://www.huffingtonpost.com/2012/04/20/epa-fracking-rules-limited-delayed_n_1440353.html, [consulta:
14 de septiembre de 2013]. Traducción propia.

86
y mucho menos determinar si la causa de los mismos era el fracking o no”205. Estos
sucesos impulsaron, tiempo después, la propuesta de la FRAC-Act. A pesar de
haberse presentado nuevas propuestas ante los Representantes para reformar la
regulación de las técnicas extractivas de hidrocarburos no convencionales, emanando
de la urgente necesidad de más estudios, “las propuestas en el Congreso para
otorgarle mayores capacidades de vigilancia a la EPA han sido infructíferas”206.
Con el hallazgo de nueva evidencia y la aparición de incidentes relacionados con
la contaminación del agua a causa del fracking, se hizo necesario reevaluar las
condiciones de seguridad de la técnica desde el ámbito gubernamental. Ante la
creciente presión pública para incentivar la acción federal, la EPA, como respuesta al
llamado de la Comisión de la Conferencia de Asignaciones de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos207, anunció, el 18 de marzo del 2010, que llevaría a
cabo una nueva y extensa investigación para estudiar los potenciales efectos nocivos
del fracking sobre la calidad del agua y la salud pública208.
En la actualidad, estos estudios siguen en curso, aunque los resultados
preliminares se publicaron en el 2012; se espera que la EPA entregue los resultados
finales en un reporte definitivo, programado para el 2014 209 . Dados los cambios
recientes, se ha visto que el enfoque tradicional, utilizado en años pasados, es
insuficiente para entender todos los matices del fracking, por lo cual han surgido
nuevos enfoques y otros esfuerzos de regulación.
En algunos estados de la Unión Americana se ha avanzado con la cooperación
de las empresas ‘fracturadoras’ para acatar las normas regulatorias, no obstante,
todavía existen problemas: aun cuando “algunas compañías ya reportan los químicos

205
Abraham Lustgarten, FRAC-Act — Congress Introduces Twin Bills to Control Drilling and Protect
Drinking Water, [en línea], ProPublica, 9 de junio de 2009, Dirección URL:
http://www.propublica.org/article/frac-act-congress-introduces-bills-to-control-drilling-609, [consulta: 14 de
septiembre de 2013]. Traducción propia.
206
Lena Groeger, “EPA's Fracking Rules Are Limited and Delayed, Critics Charge”, opus citatum.
Traducción propia.
207
Traducción propia. En ingles, “U.S. House of Representatives Appropriations Conference Committee”.
208
John Manuel, opus citatum, p. A199 Traducción propia.
209
Agencia de Protección Ambiental, EPA Announces Final Study Plan to Assess Hydraulic Fracturing,
[en línea], United States Environmental Protection Agency, 30 de agosto de 2013, Dirección URL:
http://www.epa.gov/sciencematters/december2011/fracturingstudy.htm, [consulta: 14 de septiembre de
2013]. Traducción propia.

87
que utilizan para la fracturación en registros públicos en internet210, no siempre están
obligadas a hacerlo. Muchas de ellas aseguran que el hecho de reportar el contenido
exacto de sus mezclas equivaldría a revelar secretos comerciales” 211, por lo que se han
mostrado renuentes a aceptar este tipo de regulaciones, lo que imposibilita evaluar con
exactitud las consecuencias del fracking, sobre todo a largo plazo.
En este sentido, se puede observar que la economía lleva a cabo dos funciones
primordiales: la primera, como herramienta que justifica la utilización del fracking a gran
escala, con miras a aumentar la productividad y ganancias del sector energético, lo
cual se traduce en un fortalecimiento al interior. La segunda está orientada a que la
argumentación económica sirva como escudo para preservar el statu quo, conservar
las ventajas comparativas de las compañías ‘fracturadoras’, aún cuando esto vaya en
detrimento del mantenimiento de la seguridad ambiental y la salud humana.
La falta de consenso en torno al debate entre comercio libre e intervencionismo
gubernamental, como piedras angulares de la utilización del fracking, ha impedido que
se formule una política regulatoria uniforme, tanto en Estados Unidos como Canadá.
Por ello, en el siguiente apartado se discutirá más a detalle el proceso regulatorio a
nivel federal de ambos países, haciendo énfasis en el papel que tiene el gobierno en el
aseguramiento de los pozos de GNNC para evitar los riesgos ambientales. Cabe
destacar que el caso de Canadá es menos claro que el de Estados Unidos, pues ahí
persiste el dilema y es difícil vislumbrar con claridad las decisiones que cada provincia
tomará con respecto de la técnica en el futuro cercano. Para entender todas las
implicaciones de esta técnica en ambos países será necesario referirse a todos los
apartados previos, pues, como se ha demostrado, esta técnica debe estudiarse con un
enfoque amplio, desde múltiples niveles de análisis y sobre la base de estudios de caso.
Al entender que el fracking representa un riesgo para el medio ambiente, en
especial para el agua y el aire, es necesario retomar algunas ideas. Al parecer, ya no
basta con la intervención gubernamental en materia de emisiones de GEI para validar

210
Se hace en el sitio FracFocus - Chemical Disclosure Registry, con Dirección URL: http://fracfocus.org/
211
Lena Groeger, “EPA’S Fracking Rules Cover Only a Sliver of Land”, [en línea], The Huffington Post,
Sección: Green, 05 de septiembre de 2012, Dirección URL:
http://www.huffingtonpost.com/2012/05/09/epa-fracking-rules_n_1503035.html, [consulta: 14 de
septiembre de 2013]. Traducción propia.

88
al fracking como una técnica segura, sino que es imperativo considerar la calidad y
seguridad del agua como un tema prioritario de la agenda pública. Este argumento no
es nuevo para los académicos y, según lo que expresa Paul L. Joskow, “se necesitan
fortalecer las regulaciones que gobiernan la perforación para asegurar que el sellado y
cubierta de las secciones verticales de los pozos se realicen adecuadamente, y así
evitar que ocurran fugas hacia los acuíferos subterráneos”212, minimizando los daños.
Los riesgos de contaminación ambiental no existen únicamente en el subsuelo o
en el aire, sino que también pueden ocurrir derrames de las mezclas de fractura en la
superficie, cerca de los emplazamientos extractivos, con serias consecuencias para la
flora y fauna circundante y para la salud humana. Aún cuando se tenga claro que se
necesita de un correcto procedimiento de sellado y cimentación de los pozos verticales
para evitar fugas, no se excluye por esa sola razón la posibilidad de que haya
accidentes durante el traslado de los químicos hacia el sitio o hacia plantas de
tratamiento del agua de desecho. Además, pueden presentarse escurrimientos de
líquidos peligrosos al interior de la maquinaria, durante o después de la inyección a
muy alta presión de sustancias al subsuelo, en las áreas cercanas a los pozos.

4.2.2 Contaminación superficial: derrama de las mezclas de fractura

El espacio territorial es otro aspecto imprescindible para el análisis, pues los


emplazamientos de pozos para fracking requieren de gran cantidad de terreno
disponible para llevar a cabo sus actividades extractivas. Esto, naturalmente se traduce
en una alta densidad de pozos por km 2, lo cual incide en los riesgos ambientales. En la
superficie, el equipo y fosos de almacenamiento de líquidos de fractura y de agua de
desecho, asociados con el emplazamiento de una plataforma de perforación,
generalmente ocupan un área de 100 m2. Además, el establecimiento de sitios
extractivos en nuevas ubicaciones puede requerir entre 100 y 200 traslados con
camiones para entregar todo el material necesario. Esa cifra puede aumentarse según
la demanda de suministros durante los procesos de perforación y terminación de los

212
Paul L. Joskow, opus citatum, p.15. Traducción propia.

89
pozos213, aumentando el riesgo de una derrama durante su transporte, sin menoscabo
de los riesgos que conlleva el transporte del propio GNNC, que, como se explicó con
anterioridad, al escaparse a la atmósfera sin ser quemado actúa como un potente GEI.
Una vez iniciada la perforación, suele convertirse en una operación en actividad
durante las 24 horas del día, y, debido a la utilización de generadores operados con
diesel se produce ruido y humo de manera continua. Además, estas actividades
requieren de poderosas luces y de un flujo constante de materiales transportados por
tierra en camiones durante las etapas de emplazamiento y desensamble. Las
operaciones extractivas y las molestias que éstas acarrean para la población local
pueden durar desde unos pocos días hasta varios meses, dependiendo de la
profundidad del pozo y del tipo de roca214 que se esté explotando.
Una vez terminada la extracción, se reduce “la presión dentro del pozo, se
invierte la dirección de la circulación del fluido e inicia la recuperación del agua ‘de
reflujo’ y ‘de producción’; conocidas en conjunto como ‘agua de desecho215’, pueden
contener químicos asociados con las mezclas de fractura, […] hidrocarburos y
productos reactivos o degradantes”216.
En el reporte especializado de la IEA, publicado en el 2012, sobre GNNC en el
mundo, se aborda el tema de la presurización controlada de los pozos. Así, explica que
para controlar la presión dentro del pozo, desde el inicio de la inyección hasta la
terminación de las actividades de fracturación y de extracción del recurso,

se circula un líquido de fractura, conocido como ‘lodo’, a fin de


mantener la presión [constante al interior] y remover los sobrantes
de roca cortada, producidos durante la perforación. Este ‘lodo
213
Agencia Internacional de la Energía, Golden Rules for a Golden Age of Gas. World Energy Outlook
Special Report on Unconventional Gas, opus citatum, p.22. Traducción propia.
214
Ídem, p. 23. Traducción propia.
215
En inglés se hace una diferenciación entre “flowback water” y “produced water”. En ambas instancias
se trata del agua recuperada de los pozos tras la inyección, pero el agua de reflujo se refiere a la
utilizada para la perforación y apertura del pozo y la de producción es aquella recuperada durante el
proceso de extracción del GNNC.
216
Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking
Water Resources. Progress Report, [en línea], US Environmental Protection Agency Office of Research
and Development, Washington, D.C., Estados Unidos, diciembre de 2012, Dirección URL:
http://www2.epa.gov/sites/production/files/documents/hf-report20121214.pdf, [consulta: 16 de septiembre
de 2013], p. 19. Traducción propia.

90
lubricante’ está conformado por una base líquida, que puede ser
agua o aceite, mezclada con sales, partículas sólidas y aditivos
químicos, que aumentan su densidad. Este ‘lodo [de perforación’,
al igual que los líquidos de fractura,] se almacena[n] en
contenedores móviles o en fosos al aire libre, cavados en la tierra
que rodea al pozo y han sido forrados con material
impermeable217.

La EPA explica, en su reporte preliminar sobre los impactos del fracking sobre
los recursos hídricos, que “el agua de desecho se almacena en pozos de captura o en
tanques ubicados en los emplazamientos. La transferencia y almacenamiento de agua
de desecho de fracking puede ocasionar emisiones accidentales, como son derrames o
fugas, que pueden alcanzar recursos cercanos de agua potable”218 y contaminarlos. Ya
que durante la producción y extracción de GNNC se genera grandes volúmenes de
agua ‘de desecho’ y ‘lodo de perforación’, “es necesario mantenerlos bajo monitoreo y
contención, para prevenir derrames o fugas. Una plataforma de perforación puede
llegar a tener cientos de toneladas de lodo en circulación, lo cual genera gran demanda
de suministros. Una vez utilizado, el lodo debe ser reciclado o desechado de manera
segura”219, a fin de reducir los riesgos e impactos ambientales.
Si bien el agua sobrante debe ser capturada para no generar problemas
ambientales, los impactos potenciales del agua de desecho sobre los acuíferos
potables son muy similares a los identificados en la etapa de mezcla de las fórmulas de
inyección, aún cuando la composición de los líquidos de fractura y de desecho es
distinta en ambos casos220.
“El agua de desecho tiene un nivel muy alto de sólidos disueltos, que en algunos
casos excede los 200,000 mg/l, tres veces mayor a lo que contiene el agua de mar”221,
y que en su mayoría son químicos peligrosos. Debido a esto es posible afirmar que el

217
Agencia Internacional de la Energía, Golden Rules for a Golden Age of Gas. World Energy Outlook
Special Report on Unconventional Gas, opus citatum, p.23. Traducción propia.
218
Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking
Water Resources. Progress Report, opus citatum, p. 18. Traducción propia.
219
Agencia Internacional de la Energía, supra.
220
Ibídem.
221
Heather Cooley y Kristina Donnelly, opus citatum, p. 23. Traducción propia.

91
agua es el recurso natural con el mayor riesgo de contaminación a causa del fracking, y
el riesgo está presente durante todas las fases de extracción del GNNC.
El fracking exige la utilización de grandes cantidades de recursos hídricos para
extraer el GNNC; se calcula que del agua inyectada se recupera entre 10 y 70% de los
desechos, dependiendo de la formación geológica222, de la “ubicación geográfica del
pozo, del tipo de hidrocarburos extraídos y del método utilizado” 223. Para un proyecto
de fracking que consume 5 millones de galones de líquidos de fractura, se recuperarán
entre 500,000 y 3.5 millones de galones del fluido, que regresará a la superficie. Según
la EPA, el agua recuperada generalmente se desecha por medio de pozos de control
de inyección subterránea224, de tratamiento y descarga sobre cuerpos superficiales de
agua o del tratamiento y reutilización225. No obstante, cabe destacar que es imperativo
dar tratamiento correcto y expedito al agua recuperada, de lo contrario, los fluidos
conservan sus características nocivas para el medio ambiente.
La reutilización del agua de desecho para nuevos proyectos de fracking reduce
el volumen total de agua limpia requerida, lo que ayuda a minimizar los impactos
asociados con el consumo hídrico. Esa misma agua puede utilizarse para irrigación,
control del polvo en caminos sin pavimentación y para descongelar carreteras 226. De
esta manera puede darse mayor valor a la recuperación del agua, pues, al ser tratada,
es posible utilizarla en un mayor número de situaciones. Sin embargo, en “algunos
casos, el agua de desecho [no es tratada, y] simplemente se mezcla con agua dulce
para reducir los niveles de sólidos disueltos totales y otros componentes hasta un
rango aceptable”227, o considerado inocuo.

222
Cónfer Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on
Drinking Water Resources. Progress Report, opus citatum, p. 19. Traducción propia.
223
U.S. Government Accountability Office, Report to the Ranking Member Committee on Science, Space
and Technology, House of Representatives. Energy-Water Nexus. Information on the Quantity, Quality
and Management of Water Produced during Oil and Gas Production, [en línea], Government
Accountability Office, Estados Unidos, enero de 2012, Dirección URL:
http://www.gao.gov/assets/590/587522.pdf, [consulta: 17 de septiembre de 2013], p. 9. Traducción propia.
224
En inglés, Underground Injection Control (UIC).
225
Cónfer Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on
Drinking Water Resources. Progress Report, opus citatum, p. 19. Traducción propia.
226
Cónfer Heather Cooley y Kristina Donnelly, opus citatum, p. 25. Traducción propia.
227
Heather Cooley y Kristina Donnelly, ibídem. Traducción propia.

92
Este tipo de medidas, que, en aras de evitar los costos de tratamiento de los
desechos utiliza agua limpia para diluir los componentes peligrosos, deviene en un
desperdicio y contaminación innecesarios. Además, demuestra que el tratamiento del
agua de desecho es uno de los temas más sensibles del fracking, pues las respuestas
no son unívocas, como parecían al evaluarse únicamente desde el prisma económico.
Por otro lado, los derrames en la superficie pueden ocurrir en cualquier momento
de la vida útil del pozo, pues en los sitios extractivos se preparan las mezclas de
fractura. Los accidentes y las fallas en el equipo durante el proceso de mezcla de los
fluidos de fractura son las principales causas de la liberación de químicos al medio
ambiente, aunado a que los fosos superficiales o los tanques de almacenamiento
pueden presentar fallas. El vandalismo también es una actividad a considerar, pues
puede provocar derrames o una disposición poco adecuada de los desechos228.
Asimismo, como se comentó con anterioridad, dado que el fracking requiere
grandes cantidades de suministros, el transporte terrestre es primordial para efectuar
los procesos de extracción del GNNC y, “dado el gran volumen de tránsito de camiones,
los accidentes también pueden provocar derrames de químicos [de fractura] o del agua
de desecho. En el 2011, en Miffin, Pennsylvania, un accidente vial llevó a la derrama de
agua de desecho de fracking en un arroyo cercano”229.
Las compañías ‘fracturadoras’ necesitan evaluar los costos que conlleva
desechar de manera correcta los líquidos peligrosos asociados con la extracción de
GNNC y así fijar una postura con respecto de la seguridad del proceso bajo su cargo.
Dado el fuerte interés comercial, es más probable que suceda una derrama o fuga de
los líquidos de fractura que el escape de los propios hidrocarburos, pues dado que son
insumos para las compañías interesadas, se mantienen mayores niveles de sellado y
seguridad. También es insoslayable el peligro que representa el constante transporte
terrestre de los líquidos peligrosos asociados con el fracking, pues suele imaginársele
solamente desde la inyección, ignorando la cadena de hechos que permiten la
realización de pozos y la consecuente extracción del GNNC; el fracking es, desde su
origen y definición, un proceso de múltiples etapas.

228
Cónfer Heather Cooley y Kristina Donnelly, opus citatum, p. 27. Traducción propia.
229
Ibídem.

93
Debido a esta misma complejidad, es necesario tener una visión integral, que
incorpore un balance crítico de los beneficios económicos y los riesgos ambientales,
que además sea imparcial. Guiar el análisis únicamente desde los argumentos de una
de las visiones conduce a falacias, pues el fracking, al involucrar tants ámbitos del
conocimiento, exige, para su entendimiento, un abordaje a múltiples niveles, que
incorpore las variables técnicas, económicas, ambientales, sociales y políticas.
Esta dimensión de integralidad e imparcialidad ha sido el núcleo de la
metodología del presente trabajo, que desde un inicio ha sido propuesto como una
estrategia válida para hacerle frente a este fenómeno estructurado en múltiples etapas.
Las respuestas y decisiones con respecto de los impactos, los beneficios y los
riesgos no son sencillas, pues muchos intereses convergen en la industria energética.
Cabe aclarar, entonces, se pretende visibilizar de manera objetiva todo el espectro de
las consecuencias e implicaciones que conlleva la utilización del fracking. Ante los
múltiples riesgos ambientales es comprensible el surgimiento de prohibiciones a esta
técnica extractiva, pero es imprescindible tomar en cuenta los intereses económicos de
los Estados. Al realizar el balance crítico, la toma de decisiones se torna compleja.
Esta diferenciación y sistematización de los criterios se reflejará en las acciones
que cada gobierno toma, además de ser el referente para la toma de decisiones futuras,
ya sea que se opte por continuar la producción, fortalecer las regulaciones o reiterar las
prohibiciones, será necesario evaluar todos los ámbitos. Con esto en mente, se
presenta el siguiente capítulo, en el cual se enfatizarán las posturas gubernamentales
en Estados Unidos y Canadá. Tras estos análisis serán presentadas algunas
consideraciones finales y las conclusiones, que pretenden integrar y dilucidar todas las
variables que intervienen durante la utilización del fracking a gran escala para la
extracción de GNNC en Estados Unidos y Canadá.

94
5. La respuesta gubernamental en Estados Unidos y Canadá

La expansión del fracking a través de Estados Unidos y Canadá no sólo ha significado


una abundante producción de gas natural, sino que ha provocado mucha controversia
con respecto de la seguridad y sus impactos ambientales. La EPA y muchas entidades
locales en Estados Unidos han hecho frente a la creciente preocupación con la emisión
de nuevas legislaciones y políticas. En Canadá, algunas provincias ya han promulgado
leyes y regulaciones similares, o al menos han prometido que lo harán230.
Estas preocupaciones generaron algunas oleadas de regulación e incluso
algunas prohibiciones temporales, conocidas como moratorias. Esta decisión por parte
de algunos gobiernos locales en Estados Unidos y Canadá obtuvo gran impulso debido
a que las compañías, encargadas de la fracturación y extracción del GNNC, no están
obligadas a reportar los químicos utilizados en el fracking, a pesar de que los riesgos
de usar dichas mezclas sean altos. Según lo registrado por la Oficina del Auditor
General de Canadá, “el Comité de Comercio y Energía de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos encuestó a 14 compañías y descubrió que, entre el
2005 y el 2009, éstas utilizaron unos 750 químicos en 780 millones de galones de
líquido de fractura”231 durante sus operaciones.
Debido a la multiplicidad de variables que confluyen en este proceso extractivo,
es comprensible que el gobierno se involucre en los estudios y regulación de dichas
actividades, para minimizar los riesgos. “En Nueva York y Quebec, las operaciones de
fracturación han sido detenidas por completo y están a la espera de una evaluación
más a fondo del alcance a corto y largo plazo del impacto ambiental del fracking. Las
regulaciones más amplias sobre esta técnica han sido propuestas en Nueva York”232.

230
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, “Regulatory and Liability Issues in Horizontal Multi-Stage
Fracturing”, [en línea], Alberta Law Review, número 50, volumen 2, Edmonton, Alberta, Canadá, Alberta
Law Review Society, diciembre de 2012, Dirección URL:
http://ehis.ebscohost.com.pbidi.unam.mx:8080/ehost/pdfviewer/pdfviewer?sid=ac233128-bd4b-46ee-
8cbb-5a797df540a3%40sessionmgr111&vid=5&hid=8, [consulta: 9 de octubre de 2013], p. 409.
Traducción propia.
231
Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, p. 4. Traducción propia.
232
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, ibídem.

95
De esos 750 químicos identificados, de acuerdo con información de la Oficina
del Auditor General de Canadá, se sabe que al menos 29 tienen potencial cancerígeno
para los seres humanos o están enlistados bajo las leyes federales estadunidenses
LAPS-SDWA y la Ley de Aire Limpio233 debido a su impacto en la salud humana. De
estos 29 químicos identificados como riesgosos en Estados Unidos, 28 se encuentran
listados en el Inventario Nacional de Emisión de Contaminantes234 (NPRI) de Canadá.
Para el 2011, las compañías canadienses no habían revelado los químicos utilizados
durante la fracturación de las lutitas. Esto significa que, tanto el gobierno federal como
el pueblo canadiense continúan en la incertidumbre sobre la fuga de sustancias
potencialmente peligrosas hacia el agua potable subterránea, como son la acrilamida o
el formaldehído, químicos que pueden provocar cáncer235.
La EPA, en su reporte preliminar del 2012, proporciona una tabla actualizada
con todos los químicos identificados236 en los fluidos de fracturación hidráulica y en el
agua de desecho por medio de sus estudios más recientes.

Las fuentes de información [de la EPA] incluyen documentos del


gobierno federal, de los estatales y datos proporcionados por el
sector industrial y otras fuentes confiables. [Los criterios de
selección se basan] en la disponibilidad de una metodología
científica clara y fuentes originales y verificables. […] La EPA no
ha emitido juicio alguno sobre el alcance de los impactos de la
exposición a estos químicos cuando se les utiliza en los líquidos
de fractura o aquellos hallados en agua de fractura de desecho, o
de sus impactos potenciales sobre los recursos de agua potable.
Las tablas en el Apéndice [A] incluyen información proporcionada
por nueve compañías que prestan el servicio, […] 9 operadoras
de gas y petróleo […] y [el sitio web público] de FracFocus237.

233
Ley de Aire Limpio (LAL), traducción propia del nombre de la “Clean Air Act” estadunidense.
234
El acrónimo del Inventario Nacional, NPRI, corresponde al nombre en inglés “National Pollutant
Release Inventory”, también llamado “Inventaire national des rejets de polluants”, en francés. El NPRI
funge como el registro nacional de emisión y transferencia de contaminantes en Canadá desde 1992.
235
Cónfer Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, p. 4. Traducción propia.
236
La lista completa de químicos se encuentra en el anexo A del reporte preliminar de la EPA, y consta
de 31 páginas. Cónfer “Appendix A: Chemicals Identified in Hydraulic Fracturing Fluids and Wastewater”,
Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking
Water Resources. Progress Report, opus citatum, pp. 197-228.

96
Sin embargo, los esfuerzos de la EPA se vieron limitados por una contramedida
de la industria, pues “muchos de los datos proporcionados en respuesta a la solicitud
de septiembre del 2010 por parte de la EPA a las nueve [compañías ‘fracturadoras’] fue
declarada como información comercial confidencial bajo la Ley de Control de
Sustancias Tóxicas” 238 , imposibilitando su incorporación a las listas públicas de
sustancias del reporte de la EPA. Este es un factor importante para los gobiernos, pues
la toma de decisiones no sólo está fundamentada en la convergencia del interés
económico y la correcta gestión de los recursos naturales, sino que entran en juego los
intereses de actores privados, estos últimos suelen impulsar medidas económicas
liberales que les favorezcan. Por ello, en aras de mantener la libertad del comercio
global, es necesario limitar la intervención estatal, aunque se traduzca en riesgos
ambientales y sociales aún inciertos. A pesar de ello, los gobiernos deben establecer
medidas precautorias con respecto de estas actividades, tomando en cuenta la
multiplicidad de factores y actores que convergen en un tema tan apremiante.
Al analizar las posturas tomadas por los gobiernos federales de Estados Unidos
y Canadá, es necesario recordar que, debido a sus raíces de Derecho Común, sus
decisiones suelen reflejar formas y tradiciones jurídicas específicas. Esto es otro factor
importante del fracking, pues al impactar en la legislación de cada país, es necesario
abordarlos como estudios de caso, partiendo del análisis de sus sistemas jurídicos. Sin
embargo, este trabajo no se plantea el objetivo de realizar un estudio a profundidad de
las jurisdicciones de ambos países, sino ofrecer un esbozo general y muy breve.
El sistema jurídico dominante en Estados Unidos y Canadá es el basado en
Derecho Común heredado de la tradición inglesa, que influencia el tono y alcances de
las políticas regulatorias o de protección ambiental. Si bien ambos países coinciden en
un sistema jurídico inglés, existe una excepción en importante en Canadá. La provincia
de Quebec. Debido a su pasado histórico, marcado por la colonización francesa, se
rige bajo un sistema híbrido: en su base es Derecho Común inglés, al igual que toda la
federación canadiense, pero conserva figuras del Derecho Civil francés239.

237
Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking
Water Resources. Progress Report, opus citatum, p. 196. Traducción propia.
238
Ibídem.
239
Paul Gavrel, “Protección ambiental”, en Nava Escudero, César (editor), opus citatum, p. 29-33.

97
Estas aparentes similitudes son superficiales, pues la forma de asimilación del
Derecho y la dotación de contenido de las normas varía en formas y procesos en
ambos países. El análisis de los marcos regulatorios de cualquiera de estos dos países
es lo suficientemente amplio como para la realización de estudios posteriores, tomando
en cuenta factores internos que deben soslayarse en un estudio de macrotendencias a
nivel internacional. En esta investigación se estudiaron a Estados Unidos y Canadá,
con el fin de recopilar y sistematizar los antecedentes del fenómeno para el aprendizaje
y abordaje futuro de otros estudios de caso en el mundo. A pesar de las similitudes, es
necesario estudiar a Estados Unidos y Canadá por separado, debido a la falta de
sincronía temporal en los hechos, pues el fracking se ha desarrollado a ritmos distintos
en ambos países.
Es importante mencionar que el enfoque de la política es el menos utilizado para
el estudio del fracking, pues existen pocas fuentes que lo sustenten. Hasta el momento,
la bibliografía utilizada ha consistido en su mayoría de textos especializados de algunas
ciencias ambientales, la ingeniería, o incluso reportes entidades gubernamentales, lo
cual demuestra un gran déficit en estudios políticos con rigor académico. Para hablar
de regulación y legislación de las actividades extractivas en ambos países, las fuentes
son mucho más limitadas. Con respecto de Estados Unidos existen varios trabajos y
autores, aunque ninguno profundiza demasiado. Por otro lado, el caso de Canadá está
extremadamente limitado, pues las fuentes confiables son reducidas. Es necesario
valerse casi en su totalidad del trabajo de una agencia federal y al artículo académico
de Keith Luft, Thomas O’Leary e Ian Lang, consejeros para algunas empresas de
extracción de hidrocarburos en Canadá.

5.1 Estados Unidos: los esbozos de una regulación federal

En Estados Unidos, la gestión de los temas ambientales está repartida en distintos


departamentos y divisiones de la administración gubernamental; destacan algunas
divisiones del Departamento de Energía y en especial la EPA, una entidad del gobierno
federal donde se estudian, regulan y legislan las variables ambientales y se toman
decisiones con respecto a ello, aplicables en todos los estados de la Unión Americana.

98
La EPA expidió en el 2012 las primeras regulaciones nacionales sobre
contaminación del aire para el fracking. Ya propuesta por primera vez en julio del 2011,
las reglas finales fueron muy bien recibidas por grupos ambientalistas y fueron
consideradas un muy necesitado primer paso240 en la reducción de la contaminación y
la protección de la salud pública ante los químicos tóxicos utilizados en la perforación241.
Si bien la EPA tiene jurisdicción federal, no tiene las mismas capacidades
coercitivas o de exigencia de rendición de cuentas que gozan otras entidades
gubernamentales en algunos sistemas jurídicos y políticos alrededor del mundo. Es
más, las capacidades de la Agencia están limitadas y circunscritas a ciertos temas.
Como explica Lena Groeger, “las nuevas reglas de la EPA no cubren la mayoría de los
problemas [ambientales]. En su lugar, se concentran en sólo uno de los problemas del
GN: la contaminación del aire”242, dejando de lado las implicaciones para el agua y las
comunidades cercanas a los pozos extractivos.
Como explica Erik Schlenker-Goodrich, Director Ejecutivo del Centro de Derecho
Ambiental del Oeste243 (de Estados Unidos), “estas reglas no resuelven los problemas
crónicos del agua, de la salud pública y otros más, asociados con el fracking y el GN”244.
No obstante, es comprensible que la EPA se concentre en la calidad del aire, dado que
la LAPS-SDWA no contempla regulaciones específicas, lo cual limita su campo de
acción. La crítica de Groeger y Schlenker-Goodrich es atinada, pues es necesaria
mayor intervención por parte de la EPA y el gobierno federal, sin embargo, sería
irresponsable dejar el análisis trunco, pues la Agencia está reevaluando el tema de la
calidad del agua, la seguridad de los pozos, la utilización de químicos y su capacidad
de actuación y regulación en la actualidad.
Las actividades de regulación de la EPA y sus múltiples lagunas se extienden
hasta 1988, cuando la Agencia “determinó que el gas y el petróleo quedaban exentos

240
Cuando habla de la recepción de las nuevas normas por parte de los grupos ambientalistas, Lena
Groeger enfatiza la condición de ‘primer acercamiento’, dejando ver que falta mucho trabajo por realizar
en el futuro cercano en esta materia.
241
Cónfer Lena Groeger, “EPA's Fracking Rules Are Limited and Delayed, Critics Charge”, opus citatum.
Traducción propia.
242
Lena Groeger, ídem. Traducción propia.
243
Traducción propia. En inglés, “Western Environmental Law Center”. Una síntesis curricular de Erik
Schlenker-Goodrich se encuentra disponible en http://www.westernlaw.org/erik-schlenker-goodrich.
244
Erik Schlenker-Goodrich, en Lena Groeger, opus citatum. Traducción propia.

99
de las regulaciones de desechos peligrosos contenidas en la Ley de Conservación y
Recuperación de Recursos245, permitiendo la disposición de los desechos en pozos
convencionales en lugar de pozos para residuos peligrosos” 246 , de acuerdo con la
clasificación establecida por la LAPS-SDWA.
Dicha ley federal regula la inyección subterránea del agua de desecho de
fracking al haber establecido un programa de control específico, el Underground
Injection Control (UIC). Este programa protege a las fuentes subterráneas de ser
contaminadas debido a las malas prácticas de inyección, en virtud de lo cual prohíbe
algunos procedimientos y reglamenta otros tantos. En el marco del programa UIC, la
EPA cataloga los pozos de inyección subterránea en cinco clases, cada una con
requisitos y estándares diferentes. Ya que la EPA no clasifica el agua de desecho de
las lutitas como peligrosas, no se necesita que ésta sea inyectada en un pozo Clase I,
diseñado para desechos peligrosos. En cambio, esta agua de desecho se inyecta en
pozos Clase II, normalmente utilizados para la producción de gas y petróleo
convencionales, cuya normatividad es mucho menos estricta que la de los Clase I,
diseñados para contener sustancias peligrosas247.
Desde que la EPA anunció en noviembre del 2011 que publicaría un estudio final
como respuesta a la petición del 2010 por parte del Congreso para evaluar el impacto
del fracking en el agua potable subterránea, ha mantenido una serie de reuniones
públicas en todo Estados Unidos para obtener la opinión de los estados, el sector
industrial, los grupos ambientalistas, representantes del sector salud y de algunos
ciudadanos. Además, el estudio fue evaluado por el Consejo Asesor de Ciencia, un
panel independiente de científicos, para asegurar que la investigación de la EPA siga
un método científico sólido. Como se mencionó con anterioridad, se espera que en
2014 se publique el reporte final248.

245
Traducción propia. En inglés, “Resource Conservation and Recovery Act”, emitida en 1976.
246
Heather Cooley y Kristina Donnelly, opus citatum, pp. 23-24. Traducción propia.
247
Cónfer Rebecca Hammer, Jeanne VanBriesen, In Fracking’s Wake: New Rules are Needed to Protect
Our Health and Environment from Contaminated Wastewater, [en línea], Natural Resources Defense
Council, Estados Unidos, mayo de 2012, Dirección URL: http://www.nrdc.org/energy/files/fracking-
wastewater-fullreport.pdf, [consulta: 12 de octubre de 2013], p. 7. Traducción propia.
248
Agencia de Protección Ambiental, EPA Announces Final Study Plan to Assess Hydraulic Fracturing,
opus citatum. Traducción propia.

100
Como ya se han abordado los resultados preliminares del 2012, sólo queda
esperar a que la Agencia publique los resultados para observar la nueva postura del
gobierno federal y del Congreso. Es importante destacar que el papel de la EPA como
entidad del gobierno federal ha mostrado serias deficiencias en su capacidad de
respuesta al avance de los hechos. Los vacíos legales creados por la visión
cortoplacista del Congreso en el 2005 demuestran que el fracking no debe tomarse a la
ligera, al contrario, es un tema sumamente complejo. El fenómeno sigue su curso y los
hechos continúan presentándose, por lo cual se hace necesario abordar al fracking
como tema de actualidad y de gran relevancia, dadas sus múltiples implicaciones.
Como explica Lena Groeger, la cobertura mediática de la propuesta de la
Administración Obama durante abril y mayo del 2012 para generar nuevas
regulaciones para el fracking se concentraron tanto en cómo las compañías
‘fracturadoras’ tendrían que revelar los químicos utilizados, que se pasaron por alto
algunas de sus disposiciones más duras. Entre ellas destaca que se le exigiría a las
compañías perforadoras poner a prueba la integridad física de sus pozos, además de
ampliar la cantidad de agua protegida del uso para perforación. Asimismo, las nuevas
pruebas podrían prevenir filtraciones peligrosas, dado que muchos pozos presentan
fugas debido a que los recubrimientos se cuartean y permiten el flujo de sustancias249.
En otra nota de Lena Groeger, sobre la discusión del ámbito de aplicabilidad de
las regulaciones propuestas por la Administración Obama, ella denuncia la existencia
de una limitación importante. A pesar de que estas leyes son interpretadas como
directrices ‘nacionales’, las propuestas de ley sólo serían válidas para los minerales
administrados por la Oficina de Administración de Tierras250, las áreas controladas por
ésta y las tierras tribales. Esta disposición deja fuera a las tierras controladas por el
Servicio Forestal Estadunidense251 y los terrenos de propiedad privada y estatal, que es

249
Cónfer Lena Groeger, “EPA's Fracking Rules Are Limited and Delayed, Critics Charge”, opus citatum.
Traducción propia.
250
Traducción propia, en inglés “Bureau of Land Management”. Es una agencia del Departamento del
Interior de Estados Unidos que administra el territorio público estadunidense.
251
Traducción propia, en inglés “U.S. Forest Service”. Es una agencia del Departamento de Agricultura
de Estados Unidos que administra sus bosques y praderas nacionales.

101
donde ocurre gran parte de la perforación. La industria ha opuesto una crítica férrea,
calificando estas reglas como ‘demasiado restrictivas’252.
Hasta el 2010, el acceso del público a la información relativa a las sustancias
utilizadas por las empresas ‘fracturadoras’ y la divulgación pública de los requisitos
impuestos para la industria extractiva eran mínimos. En septiembre del 2010, Wyoming
se convirtió en el primer estado de la Unión Americana en exigir que se revele el
contenido de las mezclas de fractura253 utilizadas dentro de su jurisdicción.
El antecedente de Wyoming es el primero en una lucha constante de los
gobiernos, la sociedad civil y el público en general por conocer los contenidos precisos
de las mezclas, que se había gestado desde la exención del cumplimiento de la LAPS-
SDWA en 2005 para el fracking. Como se ha explicado con anterioridad, los grandes
industriales se escudan en las provisiones que protegen los secretos comerciales,
inherentes a una economía liberalizada. Ellos argumentan que, de dar a conocer sus
mezclas químicas, estarían perdiendo una ventaja comparativa sobre otras empresas,
afectando de manera negativa su competitividad. Entonces, es imposible evaluar a
fondo los daños a mediano y largo plazo de la inyección de sustancias químicas en el
subsuelo, tanto para la extracción del GNNC como para el desecho, mientras se
desconozcan los ingredientes exactos de las mezclas de fractura.
Conforme se incrementa la exigencia en la cantidad de información que las
empresas deben revelar sobre sus mezclas de fractura, los involucrados se mantienen
más a la defensiva y la protección de esta información se hace más importante. Para
hacer frente a estas preocupaciones, las legislaturas en todas las jurisdicciones en las
cuales existen regulaciones que contemplan la divulgación de los ingredientes de
dichas mezclas, han promulgado protecciones explícitas contra la divulgación de
secretos comerciales, abarcando información que se considera sensible, que se le
puede adjudicar un título de propiedad o la característica de confidencialidad254.

252
Cónfer Lena Groeger, “EPA’S Fracking Rules Cover Only a Sliver of Land”, [en línea], The Huffington
Post, Sección: Green, 05 de septiembre de 2012, Dirección URL:
http://www.huffingtonpost.com/2012/05/09/epa-fracking-rules_n_1503035.html, [consulta: 14 de
septiembre de 2013]. Traducción propia.
253
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 410. Traducción propia.
254
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 413. Traducción propia.

102
Esto demuestra una tendencia gubernamental a proteger los intereses de los
grandes industriales y sus fuentes de capital e inversión. Si bien las regulaciones son
estrictas, al permitirles conservar algún porcentaje de su mezcla en secreto, se protege
su integridad y competitividad comercial, aunque eso signifique darle continuidad a la
incertidumbre. El gobierno mantuvo las concesiones y, como si no fuera suficiente, “las
compañías tendrán que revelar dicha información solamente después de haber
completado la perforación, lo cual refleja un cambio drástico en la propuesta original,
que exigía la divulgación del contenido químico 30 días antes del comienzo de las
operaciones en un pozo”255. Esta salvaguarda protege, aún más, los intereses privados,
en detrimento de los intereses de la ciudadanía general.
Las normas que rigen al fracking en Texas, Colorado, Wyoming, Pennsylvania y
las propuestas de regulación en Nueva York, contemplan exenciones explícitas para la
divulgación de secretos comerciales, aunque las características exactas varían
dependiendo de la ley vigente. Wyoming y Pennsylvania permiten pretensiones de
confidencialidad, mientras que la eficacia de los alegatos de secretos comerciales está
determinada de acuerdo con la legislación vigente de acceso general a la información.
Sin embargo, la protección de secretos comerciales no es absoluta. Las regulaciones al
fracking en Texas exentan la información de ser concebida como secreto comercial
cuando ésta es requerida por profesionales de la salud o el personal de emergencias256.
De los estados evaluados por Luft, O’Leary y Laing, destacan Texas y Colorado,
pues ambos promulgaron recientemente legislaciones muy similares entre sí, que
exigen la divulgación de los ingredientes y volúmenes de los fluidos de fractura en el
sitio web de FracFocus. En Nueva York se propusieron regulaciones que también
prevén de manera expresa dichas revelaciones, pero no fijan los medios para llevarlo a
cabo257, generando un vacío de aplicación de la norma. Es importante destacar a estos
tres estados, pues son los primeros antecedentes de una regulación amplia en la
materia. Por lo general, la legislación específica sobre el fracking hallaba sus límites en
255
John M. Broder, “New Proposal on Fracking Gives Ground to Industry”, [en línea], Estados Unidos,
The New York Times, Sección: U.S., 4 de mayo de 2012, Dirección URL:
http://www.nytimes.com/2012/05/05/us/new-fracking-rule-is-issued-by-obama-
administration.html?_r=4&hp&, [consulta: 12 de octubre de 2013].
256
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 414. Traducción propia.
257
Ídem, p. 410.

103
las moratorias, que buscan posponer la decisión un determinado tiempo, a fin de
investigar más a fondo los impactos ambientales y a la salud humana; en este sentido,
las leyes de Texas y Colorado son pioneras en la aplicación del ‘principio precautorio’,
por medio del cual se entiende que, ante la falta de certeza científica sobre las
consecuencias ambientales específicas de un acto, técnica o fenómeno, se abogará
por una visión preventiva que fomente evitar los posibles daños.
Por medio de la aplicación de esta nueva ley, se busca unificar los esfuerzos de
reportaje de los gobiernos estatales y el federal, ayudando a expandir el conocimiento
sobre los contenidos de las mezclas de fractura. Sin embargo, algunos ambientalistas y
grupos civiles han experimentado dificultades para utilizar el sitio de FracFocus. Otro
de los puntos importantes de la nueva regulación es que amplía la protección del agua
durante las operaciones de perforación al intercambiar el concepto de ‘agua dulce’ por
el de ‘agua utilizable’, que comprende otros usos del recurso, por lo que ahora también
se protege al agua utilizada para la construcción y la agricultura 258 . El tema del
consumo hídrico para la producción de cultivos y crianza de ganados es especialmente
sensible, pues la calidad del agua es primordial para asegurar la salubridad de sus
productos comerciales.
Es notable la diversidad de legislaciones sobre el tema en Estados Unidos, pues
se les permite a las entidades estatales tomar decisiones diferenciadas y promulgar
normas específicas basadas en el marco de las directrices nacionales, fijadas por el
gobierno federal. El debate sobre el fracking “continúa en varios estados y se ha
convertido en un ejercicio de balance. Los policymakers, responsables de que las
regulaciones protejan al ambiente y la salud pública, también reconocen los ingresos
potenciales que esta industria podría significar para las economías estatales locales”259,
dificultando que asuman una postura clara a favor o en contra. Son muchos intereses y
los que están en juego y ya que la decisión no es unánime en Estados Unidos, es
necesario identificar cuáles estados han aprobado marcos regulatorios para el fracking.

258
John M. Broder, opus citatum. Traducción propia.
259
Jacquelyn Pless, Natural Gas Development and Hydraulic Fracturing. A Policymaker’s Guide, [en
línea], National Conference of State Legislatures, Estados Unidos, junio de 2012, Dirección URL:
http://www.ncsl.org/documents/energy/frackingguide_060512.pdf, [consulta: 13 de octubre de 2013], p. 4.
Traducción propia.

104
Para marzo del 2012, ya se habían presentado al menos 119 proyectos de ley
en 19 estados que contemplaban al fracking. Nueve estados, Indiana, Maryland, Nueva
Jersey, Carolina del Norte, Pennsylvania, Dakota del Sur, Tennessee, Utah y Vermont,
ya habían promulgado una legislación. Las legislaturas estatales trabajan activamente
para aliviar las preocupaciones sobre la salud pública y el medio ambiente, mientras
toman ventaja del potencial económico del gas de lutitas. Las propuestas específicas
incluyen: cambios en la estructura de tributación de los impuestos de ruptura o
separación 260 ; cuotas de impacto; regulaciones sobre el distanciamiento entre los
pozos; requisitos de límites; tratamiento; eliminación de residuos y requisitos para la
divulgación de nombres y/o composición de los químicos en las mezclas de fractura261.
El reporte de Jacquelyn Pless para la National Conference of State Legislatures
contiene un mapa de Estados Unidos, en donde se representa con colores la existencia
y etapa de la regulación a los requisitos de divulgación del contenido de las mezclas de
fractura. En virtud de ello se incluye el Mapa 6.
Como se puede observar en el mapa de Jacquelyn Pless (Mapa 6),
prácticamente todos los estados de la Unión Americana se encuentran en alguna etapa
de legislación para la regulación del fracking en su territorio, con sus notables
excepciones, como Washington, Minnesota, Iowa, Missouri, Wisconsin, Illinois,
Tennessee, Carolina del Sur, Delaware, Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut,
Rhode Island, Massachusetts, Vermont y Maine. Cabe destacar que los estados que sí
cuentan con propuestas de cambio en la legislación están agrupados en la Costa Este,
donde se ubica una de las formaciones rocosas más importantes, la Marcellus, siendo
Pennsylvania el referente más claro de esta tendencia, al igual que los estados de
Maryland y Virginia.

260
En inglés el término es “severance taxes” y se entiende por ello: “un impuesto fijado a la remoción de
recursos no renovables, como el petróleo, el gas natural, el metano en capas de carbón, y el dióxido de
carbono. Este impuesto se le cobra a los productores o a cualquiera con interés laboral o de regalías
sobre el gas o el petróleo en los estados que imponen el gravamen”. Cónfer, s/a, Investopedia |
Severance Tax Definition, s/l, Dirección URL: http://www.investopedia.com/terms/s/severance-tax.asp,
[consulta: 12 de octubre de 2013]. Traducción propia.
261
Jacquelyn Pless, opus citatum, pp. 4-5. Traducción propia.

105
Mapa 6: Requisitos de divulgación del contenido de las mezclas de fractura en Estados Unidos

262
Fuente: Adaptado de Jacquelyn Pless y National Conference of State Legislatures

Bob Weinhold, miembro de la Society of Environmental Journalists, dedicado a


los temas de salud ambiental desde 1996, explica brevemente el panorama del fracking
como actividad extractiva y su regulación en algunas entidades de Estados Unidos.
Explica que las operaciones de perforación para la extracción de GN y petróleo se
llevan a cabo en 33 estados, aunque el número podría incrementarse en el futuro
cercano. Por ejemplo, Carolina del Norte está trabajando de manera agresiva para
averiguar si los desarrollos recientes en tecnología de fracking pueden permitir que sus
depósitos pequeños, antes considerados como económicamente marginales, sean
rentables. Vermont, que para el 2012 tampoco tenía pozos productivos, está tomando
un enfoque distinto, pues ha optado por prohibir la técnica al menos hasta el 2016, a fin
de estudiar los impactos potenciales sobre la salud pública y el medio ambiente, lo cual
le permitiría desarrollar lineamientos para regular dicha práctica extractiva 263.

262
Jacquelyn Pless, opus citatum, p. 5. Traducción propia.
263
Bob Weinhold, “THE FUTURE OF FRACKING. New Rules Target Air Emissions for Cleaner Natural
Gas”, [en línea], Environmental Health Perspectives, volumen 120, número 7, Estados Unidos, Brogan &

106
“En Texas, Wyoming, Oklahoma, Colorado y Pennsylvania existe actividad
significativa o potencial y ahí la EPA ejerce su jurisdicción con respecto del manejo del
agua de desecho. Muchas de estas jurisdicciones, desde mediados del 2010,
expresaron una intención de promulgar regulaciones al fracking, o ya lo han hecho”264.
Ahora, la regulación no puede concentrarse únicamente en el contenido de las
mezclas de fractura, pues, a pesar de que este es uno de los temas más importantes y
al cual se le ha dado gran seguimiento, se soslayan temas importantes, como son las
acciones de las operadoras y las emisiones de contaminantes generadas por la
utilización continua del equipo de fracturación.
Para establecer un ambiente regulatorio eficiente y efectivo, más allá del ámbito
de divulgación de químicos y estandarización de la legislación local y federal, se debe
hacer partícipes a las operadoras desde las primeras etapas para fijar las directrices de
los desarrollos extractivos265, y así asegurar la protección ambiental. Esto es esencial,
pues ellas fijan los lineamientos para el uso de maquinaria especializada y su personal
debe estar capacitado para tomar decisiones in situ sobre las anomalías que se
presenten durante el procedimiento de inyección, recaptura y desecho de los fluidos de
fractura. Por lo tanto, si se les excluye del proceso regulatorio o de estandarización, las
normas no logran ser puestas en acción, ya que los actores fundamentales desconocen
los protocolos de seguridad y protección del medio ambiente y de la salud humana.
Además, “las características locales y los factores regionales son clave para
enmarcar las opciones de administración de los recursos hídricos de las operadoras.
Se deben considerar el marco regulatorio local, la geología de la formación rocosa, sus
características de gestión hídrica, la infraestructura local y la disponibilidad de agua” 266.
Otro de los avances en materia de regulación del fracking está en función de la
utilización de equipo capaz de controlar las emisiones contaminantes, las llamadas

Partners, julio de 2012, Dirección URL: http://www.jstor.org/stable/41548766, [consulta: 13 de octubre de


2013], p. A277. Traducción propia.
264
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 409. Traducción propia.
265
Melissa Stark et alteori, Water and Shale Gas Development. Leveraging the US experience in new
shale developments, [en línea], Accenture, Estados Unidos, 2012, Dirección URL:
http://www.accenture.com/SiteCollectionDocuments/PDF/Accenture-Water-And-Shale-Gas-
Development.pdf, [consulta: 13 de octubre de 2013], p. 53. Traducción propia.
266
Melissa Stark et alteori, opus citatum, p.54. Traducción propia.

107
‘terminaciones verdes’ 267 , que consisten en la utilización de equipo de captura y
separación de gases mezclados, líquidos y otras sustancias que fluyen desde los pozos
recientes o nuevos. Gran parte del material capturado incluye recursos con un
sustancial valor de mercado, entre los cuales destacan el propano, el butano y el GN
licuado. Gracias a la regulación reciente, las ‘terminaciones verdes’ serán obligatorias a
partir del 1º de enero del 2015 ya se promueve su utilización de manera voluntaria268.
“Los propietarios y operadoras que decidan no utilizar este equipo antes del 2015,
deben quemar las emisiones emanadas del pozo nuevo, [sin embargo,] este proceso
genera contaminantes relacionados con la combustión” 269 en grandes volúmenes, lo
cual se traduce en impactos ambientales sobre la calidad del aire.
Existe gran renuencia por parte del sector industrial a aceptar las medidas
regulatorias propuestas recientemente, pues las perciben, como se explicó con
anterioridad, como demasiado restrictivas. No obstante, al realizar un balance sobre los
costos y beneficios de seguir los lineamientos regulatorios, se revelan algunas
sorpresas. Según cálculos de la EPA, después de absorber los costos directos del
“seguimiento de las reglas […] sobre la venta de recursos capturados, la industria
podría obtener alrededor de 11 a 19 millones de dólares anuales. [No obstante],
Sgamma expresa que eso sólo es viable para una cantidad minúscula, de unos 900 a
1500 dólares de ganancia por cada pozo” 270 , poniendo en entredicho los cálculos
optimistas de la EPA, que exageran las cantidades de recursos comercializables al
reducir el margen de los costos directos para las operadoras.
La regulación a las actividades extractivas nunca es un tema sencillo, pues
trastoca intereses de grupos de presión y de individuos del sector privado cuyo poder
de influencia sobre el sector público es muy amplio. Los puntos de convergencia de los
intereses de los actores públicos, privados y mixtos 271 son poco claros en este

267
Traducción propia del término en inglés green completions, que comprende nociones del proceso en
todas sus etapas, haciendo énfasis en los detalles finos y los acabados.
268
Cónfer Bob Weinhold, opus citatum, p. A 275. Traducción propia.
269
Bob Weinhold, ibídem.
270
Bob Weinhold, opus citatum, pp. A 276-A277. Traducción propia.
271
Actualmente se habla en Estados Unidos y Canadá de actores público-privados. Este concepto trata
de explicar que algunos tomadores de decisiones de la política nacional también ocupan puestos de alto
cargo en las empresas de capital privado. Esto genera conflictos de intereses, pues las agendas de cada

108
momento, y sería necesario realizar un estudio independiente, a profundidad, para
dilucidar cuáles son los factores que impulsan la toma de decisiones en la regulación y
legislación del sector de extracción de hidrocarburos en Estados Unidos. Ya que el
presente trabajo no se propone esta meta, sólo resta expresar que se han hallado
nuevas variables y posibles líneas de investigación en los temas de las élites
económicas y políticas, cuya interacción determina el avance en la regulación.
Sin embargo, existen comunes denominadores para la normatividad del fracking
en Estados Unidos, pues la falta de información acerca del contenido de las mezclas de
fractura imposibilita planear a largo plazo las medidas que deben tomarse para mitigar
las consecuencias negativas de la inyección de estas sustancias en el subsuelo. Se
mantiene irresoluto el interés de algunos grupos ambientalistas y de la sociedad civil
por la protección del medio ambiente en materia de calidad del agua y del aire y de la
evitación de derrames, ya sean superficiales o subterráneas.
Ante la promulgación de un marco jurídico que norma las actividades de
extracción de GNNC por medio de esta técnica, se hace evidente el surgimiento de
algunos casos específicos, por medio de los cuales se denuncian los daños causados a
individuos. En Estados Unidos existen alrededor de 20 demandas activas por parte de
los dueños de la tierra, quienes alegan contaminación del suelo, el agua o el aire y en
algunos casos hasta lesiones personales, derivadas o relacionadas con el fracking”272.
Estas demandas han comenzado en varios estados, incluyendo algunos con
largas historias de desarrollos extractivos de petróleo y GN, como Texas, Colorado y
Louisiana. De igual manera, han surgido en otros estados donde ese nivel productivo
es más reciente, como Arkansas, Pennsylvania, Nueva York y West Virginia. A pesar
del alto volumen de demandas incoadas en Estados Unidos en los últimos años,
ninguna ha llegado a juicio y se desconoce si los demandantes tendrán éxito en
comprobar la legitimidad de sus alegatos, lo cual se traduciría en un ordenamiento para
la recuperación de los daños273.

sector suelen diferir. Este tema debe estudiarse con lujo de detalles y quizás las teorías de élites
permitan entender mejor su funcionamiento. Debido a su complejidad, se preferirá no usar este término.
272
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 423. Traducción propia.
273
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, ídem.

109
La capacidad de respuesta de las agencias federales ante la evolución del
fracking se ha mostrado muy lenta, pues la EPA mantiene un rezago constante desde
el 2005, a partir de la exención del cumplimiento de la LAPS-SDWA. Si bien el gobierno
federal impulsa la regulación de las actividades de fracturación, es imposible pensar a
Estados Unidos como un país que toma decisiones a la ligera o que incluso alcanza el
consenso entre los estados con rapidez. Debido a la capacidad de decisión y relativa
autonomía de las entidades locales estadunidenses, se ha promovido un ambiente de
dispersión en la regulación del fracking a lo largo de la Unión Americana. Hay estados
que han hecho grandes avances en la materia y buscan incorporar las ganancias
económicas de esta técnica al tiempo que protegen el medio ambiente, aunque es más
bien un esbozo de las regulaciones robustas que podrían surgir en el mediano plazo.
Por otro lado, están los estados que solamente han logrado imponer moratorias
o prohibiciones temporales al proceso, pues no están seguros de cómo proceder. Esto
recuerda el amplio desconocimiento de las implicaciones de la técnica, en gran medida
producto de los vacíos en la legislación federal. Empero, es menester destacar que
esta misma característica de autonomía estatal limitada ha permitido a los gobiernos
locales regular con mayor contingencia al fracking. Esto plantea una diversidad de
legislaciones y regulaciones en todo el país, pero es posible hallar correlaciones entre
la cantidad de GNNC disponible en cada estado y el impulso dado a la regulación.
También es importante recordar que la convergencia de los intereses de los
diversos actores políticos y económicos determina en gran medida el curso de acción
de los gobiernos. Por el momento, es necesario esperar al dictamen de la EPA sobre
los riesgos e impactos ambientales en 2014, que seguramente alterará la postura del
gobierno federal estadunidense con respecto del fracking. Como se mencionó desde un
inicio, la complejidad del tema obliga a estudiar a esta técnica desde diversas
perspectivas para concebirlo como un fenómeno de la política y de las Relaciones
Internacionales. Tras haber realizado el balance de los hechos, beneficios, riesgos e
implicaciones, es comprensible que los Estados requieran evaluar todos estos factores
antes de utilizar ampliamente esta técnica. Dado el carácter internacional del presente
trabajo de investigación, hace falta estudiar la regulación al fracking en Canadá.

110
5.2 Canadá: respuestas mixtas e indecisión en las provincias

El estudio de Canadá siempre remite a sus diferencias culturales y a su política interna,


marcada por la diversidad y la autonomía. Es imperativo recordar que el sistema
jurídico canadiense atribuye mayores capacidades a las provincias que a la federación,
por lo cual, tienen mayores facultades para la toma de decisiones con respecto de la
gestión de sus recursos naturales. Debido a que son estas entidades gubernamentales
y estatales las que deciden la vía de aprovechamiento del GNNC en territorio
canadiense, les corresponde, en gran medida, la regulación de esta técnica. No
obstante, en Canadá no todo queda a criterio de las provincias, sino que el gobierno
federal tiene un papel trascendental en la toma de decisiones de ciertos temas,
específicamente, sobre el manejo de sustancias tóxicas y peligrosas. En el presente
apartado se citarán menos fuentes que las utilizadas para Estados Unidos, debido a la
falta de contenido especializado en la materia de regulación al fracking en Canadá, por
lo cual el análisis será breve y un tanto superficial.
Las cuestiones relativas al medio ambiente están vinculadas al poder federal en
Canadá y la normatividad emana del Ministerio Federal de Medio Ambiente 274 ,
responsable de la Ley Canadiense de Protección Ambiental275 (CEPA), que, entre sus
principales elementos, incluye las disposiciones para controlar todos los aspectos del
ciclo de vida de las sustancias tóxicas. Ésta cubre todas las etapas: desarrollo,
manufactura, importación, transporte, distribución, almacenamiento y uso, su liberación
en el medio ambiente en las diversas etapas de su ciclo de vida y su deposición final
como desechos. También es responsabilidad del Ministerio de Medio Ambiente la
aplicación de la Ley de Pesca, importante instrumento para proteger de la
contaminación al medio marino y que prohíbe el depósito directo e indirecto de
sustancias dañinas en aguas frecuentadas por peces276.

274
Al Ministerio Federal de Medio Ambiente, figura del derecho común inglés basado en las tradiciones
parlamentarias europeas, se le suele conocer en inglés simplemente como Environment Canada. Para
efectos del presente trabajo, ambos términos serán utilizados de manera intercambiable.
275
Traducción propia de la “Canadian Environmental Protection Act”, CEPA, vigente desde 1999.
276
Cónfer Paul Gavrel, “Protección ambiental”, en Nava Escudero, César (editor), opus citatum, p. 29-33.

111
Si bien la CEPA se instrumenta desde la esfera del gobierno federal, es
importante matizar los temas ambientales en la jurisdicción provincial. En Canadá, la
protección ambiental no se encuentra definida en la Constitución como materia de
legislación federal o provincial, se trata, más bien, de un conjunto de elementos que se
sitúan dentro de diferentes clases de asuntos, algunos sometidos a la jurisdicción
federal y otros a la jurisdicción provincial277. El sistema de facultades provinciales fue
abordado en el tercer capítulo, en la formulación de la propiedad de los recursos
naturales en Canadá. A manera de recordatorio, se ofrece una muy breve síntesis del
tema. “Las facultades en el ámbito federal [canadiense] residen en una jurisdicción
exclusiva sobre: algunos recursos naturales […], las actividades de algunas industrias
[…], la ley penal […] y la facultad residual de proponer leyes para garantizar la paz, el
orden y el buen gobierno de Canadá”278. Nótese que la lista de atribuciones federales
es sumamente corta, pues sus atribuciones son meramente residuales.
Al contrario, las provincias, en el sistema jurídico y político canadiense, gozan de
mayores facultades que la federación. Con este respecto, se habla de facultades
exclusivas y residuales, siendo las segundas las que le corresponden a la entidad
gubernamental de menor jerarquía. En muchas jurisdicciones en el mundo, suele ser el
gobierno federal el que goza de las mayores atribuciones, pero en Canadá esta
previsión es inversa. Las facultades provinciales residen en la jurisdicción exclusiva
sobre recursos forestales, recursos naturales no renovables y energía eléctrica;
derechos de propiedad y derechos civiles, que autorizan la reglamentación del uso de
tierras y la mayor parte de las actividades de manufactura y comerciales, además de
que permiten la adopción de leyes como la Carta de Derechos Ambientales
(Environmental Bill of Rights); tierras públicas provinciales, lo cual incluye la minería y
la explotación maderera; e instituciones municipales. Por último, los gobiernos federal y
provinciales poseen facultades concurrentes sobre agricultura e impuestos279.
Por lo tanto, al tomar en cuenta que en Canadá no se puede estudiar la
regulación únicamente desde el ámbito federal, como fue el caso de Estados Unidos,

277
Irène Artru, “Distribución de responsabilidades en la protección ambiental en Canadá”, en Nava
Escudero, César (editor), opus citatum, pp. 611-612.
278
Ibídem.
279
Ibídem.

112
es necesario estudiar las normatividades provinciales por separado. Con esto en mente,
se hará énfasis en las dos provincias con mayor producción de hidrocarburos no
convencionales, British Columbia y Alberta. El caso de Ontario es especial, pues se ha
inclinado por una moratoria que estará en vigor hasta marzo del 2014, fecha en la cual
considera que habrá recopilado suficiente información sobre los riesgos del fracking y
estará en condiciones de asumir una postura. En cambio, Quebec ha optado por una
prohibición indefinida del fracking en su territorio por medio de la promulgación de la Bill
18. En el presente estudio se excluye la provincia de Saskatchewan ya que la zona de
extracción de hidrocarburos no convencionales, Bakken, produce únicamente petróleo,
y no GN. En cuanto a los territorios noroccidentales, no serán tratados en este apartado,
ya que no gozan del mismo carácter de autonomía que las provincias y se encuentran
supeditados a las disposiciones federales.
La regulación insuficiente y la falta de conocimiento acerca del fracking y sus
implicaciones ambientales en Canadá hace imposible asegurar cómo será el
desenvolvimiento de esta técnica en el futuro cercano. Sin embargo, sí es posible
identificar tendencias, explicar los sucesos actuales y ver su proyección hacia el futuro.
Además, las múltiples demandas interpuestas por los propietarios de tierras en Estados
Unidos servirán como punto de referencia tanto para las operadoras como para los
demandantes en Canadá, pues en ambos países los hechos son muy similares280.
El Comisionado de Medio Ambiente de Canadá, Scott Vaughan, explicó en
febrero de 2013 en una entrevista para CBC News que, las provincias, en su mayoría,
son responsables por la regulación de los sectores del petróleo y el GN, pero Ottawa
está al mando cuando se trata de sustancias tóxicas281. Esto significa, de facto, que la
capacidad de acción de Ottawa se limita a la regulación de la divulgación del contenido
de las mezclas, catalogadas por la Oficina del Auditor General de Canadá en el NPRI.
Entonces, como el fracking es un proceso de extracción de energéticos, en
especial de GNNC, es necesario remitirse a la legislación provincial para entender el

280
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 423. Traducción propia.
281
Max Paris Environment Unit, “Environmental watchdog worried about rise of fracking”, [en línea], CBC
News, Sección: Politics, 5 de febrero de 2013, Dirección URL:
http://www.cbc.ca/news/politics/environmental-watchdog-worried-about-rise-of-fracking-1.1354456,
[consulta: 13 de octubre de 2013]. Traducción propia.

113
proceso de aceptación de un emplazamiento de este tipo en territorio canadiense. Al
comienzo, el Departamento de Energía emite un llamado para las propuestas de
exploración, que después son revisadas y evaluadas; si una resulta aceptada, el
gobierno puede ofrecer un contrato de arrendamiento. Cada compañía sólo puede
iniciar operaciones, como el fracking, al enviar una solicitud por separado al
Departamento de Energía, donde se describa el proyecto. Esta nueva solicitud se
evalúa por un comité conformado por los departamentos gubernamentales involucrados
y un ingeniero independiente. Al final, a la compañía se le solicita que abra sus puertas
a la comunidad y arregle un contrato de arrendamiento con el propietario de la tierra282.
“El caso canadiense ha atraído todavía más escrutinio debido a que Quebec aún
debe decidir si el fracking puede, o no, […] llevarse a cabo de manera segura debajo
del Río San Lorenzo”283, por lo cual ha implantado una moratoria desde el 2012. Ante
dicha medida tan controversial, una compañía estadunidense demandó al gobierno
federal de Canadá por más de 250 millones de dólares. La compañía Lone Pine
Resources, con sede en Calgary, notificó en noviembre del 2012 que planeaba
demandar a Ottawa bajo las provisiones del TLCAN. Lone Pine explicaba que la
decisión del gobierno quebequense de cancelar un permiso para exploración de GN
debajo del Río San Lorenzo, en el cual la compañía había invertido grandes sumas de
dinero, fue arbitrario, caprichoso e ilegal, pues, sin previo aviso o consulta, el gobierno
de Quebec aprobó la Bill 18, que suspende todas las exploraciones de gas y petróleo
en la provincia, salvo que tengan objetivos científicos284.
Lone Pine cita el artículo 17 del capítulo 11 del TLCAN para respaldar su
demanda, refiriéndose a la pérdida de un derecho valioso, sin el debido proceso, sin

282
Environment Nova Scotia, Hydraulic Fracturing, Frequently Asked Questions, [en línea], Government
of Nova Scotia, Nueva Escocia, Canadá, abril del 2011, Dirección URL:
http://www.gov.ns.ca/nse/pollutionprevention/docs/Consultation.FAQ.Hydraulic.Fracturing.pdf, [consulta:
13 de octubre de 2013], p. 1. Traducción propia.
283
Julian Beltrame, “Quebec Fracking Ban Lawsuit Shows Perils Of Free Trade Deals: Critics”, [en línea],
The Huffington Post, Sección: Business Canada, 3 de octubre de 2013, Dirección URL:
http://www.huffingtonpost.ca/2013/10/03/quebec-fracking-ban-lawsuit_n_4038173.html, [consulta: 13 de
octubre de 2013]. Traducción propia.
284
Cónfer Canadian Press, “Ottawa sued over Quebec fracking ban”, [en línea], CBC News, Sección:
Business, Canadá, 23 de noviembre de 2012, Dirección URL: http://www.cbc.ca/news/business/ottawa-
sued-over-quebec-fracking-ban-1.1140918, [consulta: 13 de octubre de 2013]. Traducción propia.

114
recibir compensación y sin un objetivo público discernible con claridad. También
argumenta que su demanda fue interpuesta contra el gobierno federal porque éste es
responsable de los actos de las provincias bajo el TLCAN y el derecho internacional.
Lone Pine expresó, a través de un comunicado, que esperaba que la disputa pudiera
resolverse de manera amigable a través de la consulta y la negociación. Y, aún si la
consulta y la negociación fallaban, Lone Pine continuaría con un proceso de arbitraje
en el seno del TLCAN en contra de Ottawa 285 . Este es un claro ejemplo de la
internacionalización de las externalidades del fracking, situándolo en el área de interés
de las Relaciones Internacionales, y en este caso, del Derecho Internacional Público.
Por otro lado, en la provincia de British Columbia, durante los últimos 15 años, el
gobierno ha reducido la supervisión de la industria del petróleo y el gas, permitiendo así
su rápida expansión. Este cambio fundamental en la política interna se dio en 1998,
cuando esta provincia estableció la Comisión del Petróleo y el Gas 286 (OGC) como un
corpus regulatorio único para estas industrias. Cuando se creó esta comisión, también
se le otorgaron poderes bajo la Ley de Aguas (Water Act), que la faculta para asignar
derechos temporales a las compañías de GN para acceder a las aguas públicas, los
llamados permisos Sección 8. Con esta enmienda, dichas compañías fueron las únicas
en British Columbia con derechos de acceso al agua otorgados por una entidad
diferente a la Rama provincial de Administración del Agua287. Mientras tanto, el resto de
los usuarios del agua, que abarca los molinos de pulpa y papel, los distritos de
irrigación, los servicios públicos y hasta los municipios, necesitan la aprobación de los
oficiales provinciales de agua288 para hacer uso del recurso
En el caso de la eliminación del agua de desecho, en gran medida se hace por
medio de la inyección de la misma en el subsuelo. De hecho, “la naturaleza de los
requisitos de inyección y eliminación de desechos en Alberta y British Columbia son
comparables a los que establece la EPA en Estados Unidos bajo el programa UIC”289,
lo cual confirma el papel de la jurisdicción estadunidense como un gran antecedente
285
Cónfer Canadian Press, ibídem.
286
Traducción propia. En inglés se le denomina “Oil and Gas Comission”, OGC.
287
Traducción propia del término “provincial Water Stewardship Branch”. Se trata de una División del
Ministerio del Medio Ambiente de British Columbia.
288
Ben Parfitt, opus citatum, p. 8. Traducción propia.
289
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 422. Traducción propia.

115
para la toma de decisiones en materia de regulación del fracking, no sólo para Canadá,
sino cualquier otra nación que se halle en un proceso similar.
Como explican Luft, O’Leary y Laing, consultores para el sector industrial
canadiense, a pesar de que no existen tendencias de regulación específica sobre los
desechos de pozos profundos, como consecuencia del creciente escrutinio al fracking,
se podrían dar nuevos ímpetus que impulsen una normatividad más estricta de
monitoreo y reportaje de la información relativa a la eliminación de sustancias y
tratamiento de los desecho en los pozos profundos290. Aquí es importante recalcar el
papel de la legislación federal propuesta por la EPA en Estados Unidos, pues sentó los
precedentes de estas regulaciones, sobre todo al aportar su aprendizaje de las fallas y
vacíos generados por la decisión del 2005 del Congreso.
A pesar de que el nivel de escrutinio del fracking en Canadá se ha incrementado
entre los propietarios de tierras, grupos ambientalistas y reguladores, se ha iniciado
únicamente un proceso de demanda por parte de un propietario privado que busca la
reducción del daño ambiental derivado de las operaciones de fracturación. Así, en el
caso Ernst se alega que el suministro de agua del demandante se contaminó como
consecuencia de las actividades de extracción de metano en capas de carbón, a cargo
de Encana, cerca de su vivienda en Rosebud, Alberta. Este caso es muy similar a los
que ya se han presentado en Estados Unidos291, haciendo pensar en que el fracking
plantea riesgos comunes en cualquier nación que lo utilice. Las implicaciones de utilizar
la técnica varían según el marco regulatorio gubernamental e incluso la capacidad
productiva está determinada por factores específicos, pero es importante notar que los
daños y riesgos son similares en todas las instancias en donde se lleve a cabo este tipo
de extracción.
Emanado de esta evaluación de los riesgos, cada provincia debe decidir el curso
de acción y “las occidentales han desarrollado regímenes regulatorios muy avanzados,
que le imponen estrictos requisitos a los productores de gas y petróleo, diseñados para
asegurar que todas las operaciones se realicen de manera segura, sin impactos

290
Ibídem.
291
Ibíd.

116
ambientales para los propietarios de las tierras o para otros productores” 292 . No
obstante, “la escasez de litigios canadienses derivados de las operaciones de fractura,
a pesar de que ya se han llevado a cabo miles de estos procesos, es un reflejo de la
eficacia de dichos regímenes regulatorios y de las sólidas prácticas operativas
293
utilizadas por los productores de gas y petróleo en el Oeste de Canadá” .
Indudablemente, esto pone en entredicho la respuesta de los gobiernos provinciales,
demostrando que ésta ha sido insuficiente, aunque valdría evaluar los motivos que
impulsan este tipo de decisiones. Es necesario remitirse al apartado económico del
presente trabajo, pues gran parte de las decisiones regulatorias se han presentado en
las provincias con la mayor producción de hidrocarburos no convencionales, lo cual
también refleja la existencia de élites económicas, cuyos intereses trastocan lo político.
No obstante la existencia de estos marcos regulatorios, independientemente de
su efectividad o alcance, en el caso de que los productores no se adhirieran a dicha
normativa, o que no lleven a cabo sus operaciones de acuerdo con las buenas
prácticas en los yacimientos, el daño causado a los propietarios privados o a otros
productores podría conducir a litigios futuros. Aunado a estas circunstancias de falla
operativa, las consecuencias del aumento en la perforación, los avances tecnológicos
en la extensión de los pozos horizontales y el número y tamaño de las etapas de
fracturación en cada pozo podrían conducir a conflictos de intereses, haciendo cada
vez más posible que surjan demandas y litigios, en especial entre operadoras y
productores294.
En el espectro de las regulaciones gubernamentales se hallan temas muy
diversos, que van desde la salud y el medio ambiente hasta los estándares industriales
para la perforación. Al igual que en Estados Unidos, la atención ha estado circunscrita
a ciertos factores, en especial los que se relacionan con la salud humana. El tema que
más atención ha recibido es la revelación de los contenidos y volúmenes de las
mezclas de fractura. Al ser Canadá un país con tanta diversidad jurídica, es necesario
estudiar las regulaciones del gobierno federal y de los provinciales por separado.

292
Ídem, p. 425. Traducción propia.
293
Ibídem.
294
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, pp. 425-426. Traducción propia.

117
En el nivel federal, de acuerdo con un reporte de la Oficina del Auditor General
de Canadá del 2011, Environment Canada tiene la autoridad para regular los impactos
ambientales de los desarrollos extractivos de gas y petróleo en todo el país. El papel
del Ministerio con relación a la prevención de la contaminación y protección de los
hábtitats están comprendidos en el texto de la CEPA y la Ley de Pesca295, que son
actividades de la competencia jurisdiccional de la federación canadiense, no provincial.
De igual manera, a nivel federal, los desarrollos de gas de lutitas corresponden a
la jurisdicción de varios de sus departamentos, agencias y oficinas. En tierras federales,
la Oficina Nacional de la Energía 296 (NEB) es responsable de la regulación a la
exploración, desarrollo y producción de crudo y GN. Sus responsabilidades regulatorias
incluyen la mejora de la seguridad laboral y la protección ambiental. La NEB también es
la agencia líder de la evaluación ambiental de los proyectos dentro de su jurisdicción297.
Environment Canada, hasta el 2011, aún se encontraba evaluando el estado de
las sustancias que se han identificado como contaminantes dentro de las mezclas de
fractura en Quebec y Estados Unidos y muchos de ellos se procesan actualmente en el
marco del Programa de Administración de Químicos298. Hoy día, el Ministerio de Medio
Ambiente de Canadá no recolecta información acerca de la composición de las
mezclas de fracturación de las compañías gaseras y petroleras comprendidas en la
CEPA de 1999. No obstante, Environment Canada reconoce la necesidad de actuar
con rapidez para obtener un mayor entendimiento de las sustancias potencialmente
contenidas en dichas mezclas y está explorando opciones para conseguirlo 299, aunque
no ha declarado proyectos concretos.

295
Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, p. 10. Traducción propia.
296
Traducción propia. En inglés se denomina “National Energy Board” y en francés “Office national de
l’énergie”. La NEB es una agencia federal independiente, establecida en 1959 por el Parlamento de
Canadá para regular los aspectos internacionales e interprovinciales de las industrias del petróleo, el gas
y la electricidad. Véase: National Energy Board, Who we are & our governance, [en línea], National
Energy Board – Office national de l’énergie, Canadá, 18 de junio de 2013, Dirección URL:
http://www.neb-one.gc.ca/clf-nsi/rthnb/whwrndrgvrnnc/whwrndrgvrnnc-eng.html, [consulta: 13 de octubre
de 2013]. Traducción propia.
297
Oficina del Auditor General de Canadá, ibídem.
298
Traducción propia del “Chemicals Mangament Plan”, puesto en marcha por el gobierno federal
canadiense en diciembre de 2006. Véase Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, p. 11.
299
Oficina del Auditor General de Canadá, opus citatum, pp. 12-13. Traducción propia.

118
Por otro lado, en el nivel provincial, British Columbia estableció una serie de
requisitos sobre la divulgación pública en un sitio en línea similar al sistema FracFocus
que se utiliza en Estados Unidos. Dichas regulaciones exigen que las operadoras
revelen información de sus mezclas, incluyendo tipos químicos y volúmenes300 de éstas.
Las nuevas regulaciones de British Columbia están, en lo general, en la misma
línea que las de Texas y Colorado en términos de la protección a los secretos
comerciales. La información confidencial está protegida por medio de la determinación
de confidencialidad comprendida en la Ley federal de Revisión de la Información de
Materiales Peligrosos301, que establece provisiones y definiciones para dichos criterios.
En Alberta, la regulación exige la divulgación de los fluidos en cierta medida,
pero no obliga a la divulgación pública de ningún tipo de información relacionada con
las operaciones de fracturación. Se espera que el acceso público a estos registros esté
regido por la legislación general de acceso a la información que está en manos de cada
una de las entidades gubernamentales 302 . Este lento avance en la regulación y la
laxitud de la norma de divulgación en Alberta puede explicarse al recordar que en esta
provincia se concentra la producción del GNNC, así como gran parte del Producto
Interno Bruto, ya que es el centro energético canadiense.
Además, esta provincia no se caracteriza por ser la más preocupada por el
medio ambiente, de hecho, la explotación intensiva de arenas bituminosas en su
territorio ha generado mucha crítica por parte de la opinión pública internacional debido
a sus impactos nocivos para el medio ambiente. Tras haber realizado un balance crítico
del fracking y el gas de lutitas en Canadá, en el tercer capítulo, se hizo evidente que
Alberta es la provincia que obtendría las mayores ganancias de incorporar esta técnica
a su esquema energético, ya que le proporciona al mercado interprovincial los recursos
energéticos e hidrocarburos, tanto convencionales como no convencionales.
Aún tomando dichos factores en cuenta, los gobiernos no pueden ignorar los
riesgos que conllevan estas sustancias para su población y, en el mejor de los casos,
también consideran al medio ambiente en sus balances críticos, lo cual ha provocado
que “la tendencia hacia la divulgación pública haya sido fuertemente reforzada por
300
Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 411. Traducción propia.
301
Cónfer Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, p. 414. Traducción propia.
302
Ídem, p. 411. Traducción propia.

119
algunas asociaciones industriales y los gobiernos”303, esto, sin considerar la presión
ejercida por los medios de comunicación internacionales. Tomando en cuenta que
algunas de las formaciones rocosas de Canadá se comparten con Estados Unidos, es
comprensible que los procesos regulatorios de la Unión Americana afecten a los de
Ottawa y las provincias.
En Alberta, la Comisión para la Conservación de Recursos Energéticos 304
declaró recientemente su intención de exigir la revelación de contenidos de estas
mezclas. El grupo líder en la industria canadiense, la Asociación Canadiense de
Productores de Petróleo 305 (CAPP), publicó sus propios estándares voluntarios y
pautas para sus miembros, por medio de las cuales hace un llamado para que las
compañías proporcionen y revelen en su totalidad los contenidos de las mezclas de
fractura en los sitios en línea de acceso público306, promoviendo la pronta regulación de
las operaciones de fracking en Canadá.
En New Brunswick (NB), ante la aparición del fracking como una posible adición
a su panorama de minería y energía, el gobierno de esa provincia se ha visto obligado
a adoptar medidas muy estrictas. El gobierno provincial de NB ha emitido una serie de
cambios en la legislación, a partir de unas consultas que se llevaron a cabo en el 2011,
en el marco de algunas protestas y mucha oposición pública al fracking. Con las
nuevas regulaciones, se le exige a las compañías mineras que pretendan explorar en
búsqueda de GN que se realicen pruebas de referencia en todos los pozos de agua
circundantes al sitio extractivo y pruebas sísmicas previas al inicio de operaciones; una
divulgación completa de los fluidos y químicos utilizados en el proceso de fracturación;

303
Ibídem.
304
Traducción propia. En inglés se denomina “Energy Resources Conservation Board”, ERCB. Fue una
agencia independiente del gobierno provincial de Alberta, regulaba el desarrollo y explotación seguros,
responsables y eficientes de los recursos energéticos de la provincia. Llevó a cabo estas funciones
desde diciembre del 2012 hasta junio del 2013, cuando sus facultades le fueron otorgadas al Regulador
de Energía de Alberta (Alberta Energy Regulator). Véase: Alberta Canada, Energy Resources
Conservation Board (ERCB), [en línea], AlbertaCanada.com, Canadá, 12 de junio de 2012, Dirección
URL: http://www.albertacanada.com/business/invest/energy-resources-and-conservation-board.aspx,
[consulta: 13 de octubre de 2013]. y Alberta Energy Regulator, Who we are, [en línea], Alberta Energy
Regulator, Canadá, 2013, Dirección URL: http://www.aer.ca/about-aer/who-we-are, [consulta: 13 de
octubre de 2013].
305
Traducción propia. En inglés “Canadian Association of Petroleum Producers”, CAPP.
306
Ídem, p. 411. Traducción propia.

120
y la creación de un sistema de protección, para evitar que los propietarios sufran
agravios debido a accidentes potenciales307.
Entre las regulaciones en Canadá, las de esta provincia destacan como las más
completas y avanzadas, a pesar de que sus actividades extractivas de gas de lutitas no
son las más altas a nivel nacional, o incluso internacional. Para NB es importante
aprovechar los beneficios económicos de este GNNC para fortalecer su economía,
pues es una provincia pequeña, sin embargo, también toma en cuenta los riesgos. En
2011, el gobierno provincial prometió establecer medidas para que los dueños de las
propiedades y las comunidades locales sean partícipes de los beneficios financieros de
esta industria gasera. Más allá del mero impulso económico, el Primer Ministro de NB,
David Alward, prometió que la provincia tendrá los estándares más estrictos para el
fracking en toda América del Norte308, a diferencia de las regulaciones laxas de Alberta
o la indecisión de Ontario o la prohibición rígida de Quebec.
Es posible identificar dos grandes posturas en torno a la legislación y regulación
de las actividades de fracturación en Canadá y Estados Unidos. Una impulsa
regulaciones más estrictas, que impiden las actividades extractivas sin control o
rendición de cuentas. La otra postura busca una mayor apertura de las regulaciones
para sacar provecho de los recursos naturales, aunque en estos casos la normatividad
es más bien una salvaguarda para el comercio o el sector industrial, más que un acto
de prevención de los impactos ambientales inherentes al fracking.
Las normas deben contemplar múltiples dimensiones del proceso extractivo, no
sólo concentrarse en uno o dos temas. Es importante recordar que la legislación es
incipiente, por lo cual está imposibilitada para hacerle frente a todos los aspectos de
esta técnica extractiva, sin embargo, en algunos casos es suficiente que los gobiernos
estén comprometidos con seguir fortaleciendo la legislación específica.
Al haber llegado al final de los apartados temáticos propuestos en el principio de
esta investigación, es necesario anotar los últimos pasos hasta el final. El tema es muy
amplio y, conforme se realizó la búsqueda de información, surgieron muchos temas

307
s/a, “IN DEPTH: N.B. shale gas industry”, [en línea], CBC News, Sección: Canada – New Brunswick,
26 de noviembre de 2011, Dirección URL: http://www.cbc.ca/news/canada/new-brunswick/in-depth-n-b-
shale-gas-industry-1.1041598, [consulta: 13 de octubre de 2013]. Traducción propia.
308
s/a, “IN DEPTH: N.B. shale gas industry”, ídem.

121
que fueron dejados de lado, pues no obedecen a los objetivos de investigación
propuestos. Por ello, se presenta a continuación un apartado con las consideraciones
finales, el cual recopila los temas que no pudieron ser incluidos en el cuerpo del texto,
ya que dar seguimiento a estas líneas de investigación, no importando su grado de
interés, no abonaba a demostrar las hipótesis de esta investigación.
Después de las consideraciones finales se hará una apartado de conclusiones,
donde se concentrarán los temas y hallazgos de la presente investigación, sintetizando
e integrando las diferentes variables que confluyen en un tema tan complejo como el
fracking. En esta sección se explicarán los aportes para la disciplina de Relaciones
Internacionales, pues se utilizará un enfoque multi, trans e interdisciplinario. También
se identificarán los temas y directrices del fracking en Estados Unidos y Canadá, que
servirán como fundamento para la evaluación de los objetivos, hipótesis y resultados
de esta investigación, tanto los esperados al principio como los obtenidos hacia el final.

5.3 Consideraciones finales: el futuro del fracking en América del Norte

Como se explicó con anterioridad, es imprescindible retomar el papel que cada actor
juega en el esquema de toma de decisiones en Estados Unidos y Canadá. Sin
embargo, dentro de los objetivos de este trabajo no figura hacer un análisis de los
sujetos involucrados y cómo se relacionan entre sí, no obstante, queda claro que su
sola presencia afecta las regulaciones y decisiones de los Estados y los gobiernos
involucrados. A pesar de los grandes esfuerzos por regular esta actividad extractiva, los
actores309 de la política del GN han participado activamente en la búsqueda de una
estrategia de contención de problemas que se oponga de manera activa a cualquier

309
Los principales actores que influencian la política en Estados Unidos y Canadá, algunos desde el
sector privado, lo hacen por medio del apoyo para la retención de la autoridad regulatoria del gobierno
estatal sobre el GN. Éste es especialmente fuerte entre los grupos comerciales industriales, como la
“America’s Natural Gas Alliance” y el “American Petroleum Institute”, en algunas compañías grandes,
como “Chesapeake Energy” y “Halliburton”, o en la “Interstate Oil and Gas Conservation Commission” y
entre oficiales electos por el estado y empleados asociados con las regulaciones. Véase: Charles Davis y
Katherine Hoffer, “Federalizing energy? Agenda change and the politics of fracking”, [en línea], Policy
Sciences, volumen 45, número 3, Estados Unidos, Springer US, 5 de julio de 2012, Dirección URL:
http://link.springer.com.pbidi.unam.mx:8080/content/pdf/10.1007%2Fs11077-012-9156-8.pdf, [consulta:
13 de octubre de 2013]. Traducción propia, p. 232.

122
desplazamiento en la jurisdicción de las políticas del fracking del nivel estatal hacia la
EPA o el Departamento del Interior310, lo cual generaría tensión entre los órganos de la
administración pública de dichos países.
Además, se genera un beneficio a partir de un sesgo estructural que asegura un
mayor grado de autonomía desde un primer momento, ya que muchas de las agencias
o comisiones reguladoras están separadas de la organización de los departamentos de
conservación o protección ambiental y suelen tener una misión organizacional que
hace hincapié en el desarrollo ordenado de los recursos energéticos. Los reguladores
estatales también obtienen ventajas de su habilidad para manipular la información
técnica311, lo cual demuestra que los actores también inciden activamente en la toma
de decisiones, según el peso de sus atribuciones o funciones. Esto revela un sistema
de relaciones de poder al interior de los gobiernos, en donde el control de los recursos
energéticos y su debida regulación están supeditados a las atribuciones de facultades
entre gobiernos y jurisdicciones.
Este tipo de análisis de sistemas políticos, donde las instituciones y los actores
privados alteran el esquema, son de sumo interés para los estudios políticos. A pesar
de que este tema no obedece a los objetivos del presente trabajo, es insoslayable, por
lo que se ofrecerán algunos puntos clave, quedando reservados para estudios futuros.
En Estados Unidos, la EPA ha identificado a nueve empresas que utilizan el
fracking, pues en septiembre del 2010 pidió información a algunas compañías sobre la
composición química de los líquidos de fractura, utilizados entre 2005 y 2010.
Asimismo, les pidió información sobre los procedimientos operativos estándar, el
impacto de los químicos sobre la salud humana y el medio ambiente y la ubicación de
los pozos de petróleo y gas en los cuales se utilizó el fracking entre el 2009 y el 2010312.
Las nueve compañías que recibieron la solicitud de la EPA son: BJ Services
Company, Complete Production Services, Halliburton, Key Energy Services, Patterson-
UTI Energy, RPC, Schlumberger, Superior Well Services y Weatherford International.
Estas empresas varían en cuota de mercado y tamaño, aunque cabe destacar que

310
Cónfer Charles Davis y Katherine Hoffer, supra, p. 237. Traducción propia.
311
Ibídem.
312
Agencia de Protección Ambiental, Study of the Potential Impacts of Hydraulic Fracturing on Drinking
Water Resources. Progress Report, opus citatum, pp. 39-40. Traducción propia.

123
entre BJ Services Company, Halliburton y Schlumberger, se realizaron el 93% de los
servicios de fracturación hidráulica en Estados Unidos durante el 2003, además de ser
las empresas con los ingresos anuales más altos para el 2009 entre todas las
compañías evaluadas313 por la EPA.
También es necesario dar seguimiento a la evolución de las políticas de
regulación del fracking, en especial en Estados Unidos, que tiene un doble papel, como
actor y antecedente. Si bien se ha avanzado en términos de la agenda legislativa sobre
los hidrocarburos no convencionales, los resultados que la EPA publicará en 2014, son
de especial interés, pues a partir de ellos podrá explicarse un viraje de las políticas
estadunidenses sobre el fracking y el GNNC. Una vez sentado el precedente del
estudio a profundidad de la EPA, que también servirá como enmienda para los errores
del Congreso, los estudios en el área tendrán que ser mucho más especializados, pues
ya no bastará con conocer los riesgos potenciales, sino que habrá que estudiar los
cambios y reajustes institucionales y gubernamentales que esta valoración conlleva.
Dado el volumen y naturaleza de los fluidos utilizados para el fracking, es
imperativo considerar la seguridad, el sellado y la integridad de los pozos. Según Luft,
O’Leary y Laing, puede decirse que las regulaciones que se refieren a la integridad de
los pozos abordan estos temas de manera indirecta y dejan de lado cuestiones
trascendentales, como son el monitoreo 314 y reportaje de pozos específicos. Esto
sucede debido a que la legislación es de aplicación general y ha existido por décadas,
sin ser adaptada a los factores sui géneris del fracking. Aún así, las jurisdicciones que
tratan de regularlo suelen incorporar provisiones sobre el aislamiento del agua
subterránea y de otros yacimientos y formaciones. A pesar de que las medidas
específicas varían entre sí, cada una busca establecer estándares mínimos para el
recubrimiento, sellado, cementación y de prueba y monitoreo de los pozos con fines de
reportaje y regulación315 amplios.

313
Agencia de Protección Ambiental, ídem, p. 40. Traducción propia.
314
Otro de los grandes errores de la EPA durante sus primeros estudios de los pozos fue la falta de
monitoreo específico de los pozos antes de la publicación de sus resultados para el Congreso, lo cual
condujo a la exención del fracking del cumplimiento de la normatividad de la LAPS-SDWA en el 2005.
315
Cónfer Keith Luft, Thomas O’Leary, Ian Laing, opus citatum, pp. 415-416. Traducción propia.

124
Otro tema importante es el abastecimiento de agua para las operaciones de
fracturación en los pozos, pues sólo Pennsylvania y Nueva York tienen propuestas para
regular los permisos de utilización del recurso para fracking, el resto de los estados lo
agrupan con la minería y otros usos industriales316, convencionales y poco actualizados,
lo cual se traduce en una legislación deficiente. Dado que el fracking es una técnica
que exige grandes volúmenes de agua, también es necesario evaluar la disponibilidad
de la misma, pues en muchas regiones del mundo la escasez hídrica es un tema
sensible, que dificulta la adopción de la técnica a gran escala.
Es de esperarse una evolución relativamente rápida de todos estos aspectos en
la medida que el fracking comienza a ser entendido más ampliamente por legisladores,
el gobierno y el público en general 317 , sin olvidar a los políticos y tomadores de
decisiones. El futuro ofrece perspectivas de legislaciones más robustas en Estados
Unidos y Canadá, además del posible surgimiento de problemas y nuevas
investigaciones. Aún así, es necesario recordar que la región de América del Norte no
sólo comprende a estos dos países, sino que la nación mexicana también forma parte
de este grupo y aprende de las experiencias y regulaciones de sus vecinos al Norte.
En México, las discusiones sobre los beneficios e impactos del fracking recién
comenzaron en 2013, aunque existen antecedentes que pueden remontarse al 2011 en
el estado de Coahuila, al norte de la República, en donde se iniciaron experimentos
para llevar a cabo la fracturación hidráulica a escala comercial. Es importante destacar
que hay una gran ausencia de estudios especializados y en español sobre esta materia,
pues los únicos documentos disponibles cubren las nociones más básicas del tema.
Estas fuentes han sido publicadas, en su mayoría, por agrupaciones ambientalistas.
El tema comienza a formar parte de la agenda de los medios de comunicación y
está hallando su lugar en la opinión pública, al abrirse paso en la política mexicana. En
estos momentos, sólo algunos individuos conocen las múltiples implicaciones del
fracking y, ya que se les considera especialistas, se dedican a la consultoría ambiental
o energética para el gobierno y algunas empresas.

316
Ídem, pp. 419-420. Traducción propia.
317
Ídem, p. 436. Traducción propia.

125
Las discusiones sobre esta técnica y el GNNC se mantenían en una estasis
relativa hasta mediados del 2013, pues no existían actores que impulsaran su adopción
en territorio nacional. Sin embargo, el despunte en el interés y desarrollo de los debates
se dio con la propuesta del gobierno federal de una reforma energética en el 2013, por
medio de la cual se replantean las directrices y estrategias energéticas del país, el
gobierno y sus dependencias institucionales.
A pesar de la amplia disponibilidad de documentación e información 318 relativa a
los impactos ambientales del fracking, en México se está reproduciendo la visión
cortoplacista, enfocada únicamente en el crecimiento económico inmediato, que generó
problemas en Estados Unidos desde el 2005. Se podría decir que México está
siguiendo los pasos del vecino del Norte hasta antes de la reevaluación de los riesgos
ambientales por la EPA, pues “el gas de lutitas compite por inversión con las energías y
tecnologías verdes, alentando su desarrollo y distrayendo a los políticos y al público del
desarrollo de una política energética sustentable a largo plazo”319 en territorio nacional.
El caso de México debe reservarse para un estudio muy profundo, basado en un
análisis del entramado institucional del gobierno federal, que además debe incorporar
temas de gobernanza y procesos de toma de decisiones. También es necesaria la
realización de un perfil energético y de un análisis prospectivo de las ganancias, lo cual
permitirá llevar a cabo un balance crítico del fracking en México. Para tomar una
decisión sobre la fracturación hidráulica es imprescindible estudiar todos estos
elementos y sus relaciones. Sin embargo, ello escapa los objetivos del presente trabajo
de investigación y funge, más bien, como marco de referencia futura.

318
Cabe aclarar que ésta no ha sido publicada en español o por mexicanos, pues hasta el momento los
máximos referentes son los estadunidenses. Sucede lo mismo con Canadá, pues Estados Unidos suele
dominar el quehacer académico global, en especial el del mundo anglófono.
319
Robert W. Howarth y Anthony Ingraffea, opus citatum, p. 273. Traducción propia.

126
Conclusiones

El fracking es un fenómeno de múltiples dimensiones que exige un enfoque amplio


para su estudio, construido a partir de la multi, trans e interdisciplinariedad de las
ciencias sociales. Debido al carácter integral de las Relaciones Internacionales, existen
temas que escapan a los abordajes tradicionales desde la política, haciendo necesaria
la utilización de herramientas y métodos de otras ciencias y disciplinas. Los estudios
unidisciplinarios carecen de capacidad explicativa ante fenómenos coyunturales y
multidimensionales como el fracking. Por ello, es imperativo integrar y coordinar las
visiones más técnicas con las de la política y las ciencias sociales. Los estudios más
difundidos sobre este método extractivo se han centrado en los aspectos de la
ingeniería, la química o la ecología. Sin embargo, se les ha restado importancia a los
aspectos políticos del fenómeno, tanto internos como internacionales.
Por lo tanto, el fracking se consolida como un fenómeno con cabida en el campo
de estudio de las Relaciones Internacionales. Su abordaje en el presente trabajo exigió
incorporar aspectos técnicos de ingeniería, física y química, estudios económicos,
evaluaciones de riesgos e impactos ambientales y la documentación del entramado
político, jurídico y regulatorio en Estados Unidos y Canadá. El enfoque interdisciplinario
hizo necesario estudiar cada una de las esferas del conocimiento como un apartado
por separado, aunque no como ámbitos independientes, pues el proceso metodológico
permitió integrar nuevos elementos al correr de la investigación. Dado el carácter de
multi, trans e interdisciplinariedad del presente estudio, es necesario recuperar los
temas más importantes que cada apartado temático cubrió, a fin de dilucidar las
conexiones y relaciones entre algunos elementos que podrían parecer disociados.
El fracking se desenvuelve en un contexto de incertidumbre, pues, al ser ésta
una técnica de reciente utilización, no existe certeza sobre aspectos trascendentales,
como son los impactos a mediano y largo plazo de la inyección a escala industrial de
sustancias químicas en el subsuelo. Al tratarse de una técnica de múltiples etapas para
lograr la extracción de hidrocarburos no convencionales de las lutitas, que hasta hace
poco se consideraba inviable, el fracking se estudió, primero, desde la visión técnica.

127
Se trata de un proceso de perforación de pozos verticales, en los cuales
posteriormente se cambia la dirección del canal para realizar obturaciones horizontales.
Una vez abiertos los pozos, se inyectan sustancias químicas a muy altas presiones, lo
cual termina por fracturar las rocas, que, al entrar en contacto con los químicos
contenidos en las ‘mezclas de fractura’, se disuelven y permiten el libre flujo del gas
hacia la superficie, donde se le captura para su posterior comercialización.
El fracking se concentra en algunas áreas limitadas en el mundo, repartidas por
zonas geográficas. Una de las áreas con la mayor concentración de yacimientos de gas
de lutitas se encuentra en Estados Unidos y Canadá, donde, consistentemente, se han
llevado a cabo el mayor número de operaciones de fracking en el mundo. La
incorporación de esta técnica en sus esquemas productivos se ha traducido en un
despunte del sector energético, fortaleciendo ambas economías a muy corto plazo.
Debido a que se concibe al gas natural no convencional (GNNC) como un medio
efectivo para impulsar el crecimiento en las economías de ambos países, se estudió el
consumo habitual de gas natural (GN) en sus territorios, a fin de determinar su valor y
necesidad. El gas es uno de los energéticos fósiles más utilizados en Estados Unidos y
Canadá, se le considera una pieza fundamental en la generación de electricidad para la
industria y las viviendas. Además, debido a las condiciones climáticas y geográficas de
ambas naciones, la demanda del mismo durante el invierno es muy alta, por lo cual una
oferta aumentada o asegurada del recurso es muy atractiva. Al determinar que el GN
es uno de los energéticos más importantes de ambas economías, que además fija
directrices para su comercio exterior e interno, se hace plausible la incorporación del
GNNC a sus esquemas productivos, con especial atención a su alta demanda.
Para Estados Unidos, el fracking posibilita la reducción del déficit que existe
entre la producción local de gas y la importación del recurso. En la Unión Americana, la
producción convencional de dicho hidrocarburo está en constante declive desde hace
algunos años, por lo cual dejó de ser considerada como una potencia exportadora de
gas. Por ello, la economía estadunidense comenzó a satisfacer su demanda interna a
través de la oferta externa, otorgándole una posición de vulnerabilidad frente a sus
principales socios comerciales, países de Medio Oriente y Rusia, con quienes las
relaciones políticas son ambivalentes. Al asegurar una oferta al interior por medio del

128
GNNC, se disminuye la necesidad de importar el gas natural de otros países, aunado al
crecimiento y expansión del sector energético tras su incorporación.
Según los estudios y reportes, al incorporar el GNNC al esquema energético,
Estados Unidos no sólo obtendrá mayor importancia como productor de gas, sino que
en unas cuantas décadas se convertirá en un país autosuficiente en GN. Al satisfacer
su demanda interna, es plausible que su producción se transforme en exportaciones,
restaurando su alta competitividad en el mercado internacional de energéticos.
En el proceso de toma de decisiones, desde las esferas gubernamentales, los
Estados suelen basarse en un solo indicador: el crecimiento del Producto Interno Bruto.
Por lo tanto, al haber un dominio de lo económico al interior de la política, es necesario
estudiar fenómenos como el fracking desde un enfoque crítico e integral, capaz de
incorporar otras perspectivas. Se realizó, como uno de los objetivos principales, un
balance crítico en donde se evaluaron los pesos y contrapesos de los beneficios,
riesgos, consecuencias e implicaciones de utilizar esta técnica extractiva a gran escala
en Estados Unidos y Canadá. Es comprensible que la economía estadunidense esté
muy permeada por el GNNC y el fracking, pues las oportunidades que genera para ese
país no son solo comerciales, sino también políticas.
Para Canadá, esta técnica también ofrece un crecimiento económico rápido, sin
embargo, es más importante entender sus implicaciones para la economía de las
provincias. Existe una seria disparidad entre los niveles productivos al interior de
Canadá, pues gran parte del comercio y del crecimiento económico se concentran en
Alberta, British Columbia y Ontario, dejando a provincias menos productivas de gas
natural, como Saskatchewan, Manitoba o Nueva Escocia a la deriva. De igual manera,
Quebec, a pesar de tener una inmensa extensión territorial, es incapaz de competir con
la productividad del centro energético canadiense por excelencia, Alberta.
Ante la fuerte desigualdad entre las provincias, el fracking ofrece alternativas
para el crecimiento de las economías locales, pues algunas provincias que suelen tener
muy baja productividad en hidrocarburos cuentan con grandes yacimientos de gas de
lutitas. Este recurso no convencional promete alterar, en el corto y mediano plazo, el
equilibrio, o desequilibrio, económico interprovincial.

129
Aún cuando el GNNC está distribuido en varias regiones, la concentración del
recurso se presenta, al igual que su contraparte convencional, en Alberta, reforzando
las desigualdades en Canadá. Además, el comercio interprovincial podría verse muy
favorecido por una mayor producción de gas en las entidades locales, pues el comercio
se facilita en distancias cortas. Esto ha llevado a que cada provincia tome decisiones
diferenciadas con respecto de la técnica, pues algunas han optado por la prohibición
temporal y Quebec la ha hecho indefinida. Por otro lado, Nueva Escocia, una provincia
pequeña y con menor fuerza económica, intenta aprovechar los pocos yacimientos del
recurso que se hallan en su territorio.
En materia económica, no todo se traduce en crecimiento, también existen
efectos negativos. De continuar el aumento en la producción, la oferta y la demanda
sufrirán cambios en su equilibrio. Al existir una mayor producción de GN, la oferta se
hace constante y el precio tiende a la baja; esto hace más atractivo el producto para el
comprador intermediario, pues aumenta su margen de ganancia con respecto del
comprador final. Sin embargo, los productores, al ver reducida su capacidad
competitiva en el mercado de gas, optarían por diversificar su mercado hacia otras
fuentes de ingresos. Aquí se inserta el uso del fracking para la extracción de petróleo
no convencional, pues no está limitado a sólo un tipo de hidrocarburos. No obstante,
este petróleo podrá desarrollarse a la par del GNNC, pues no son excluyentes entre sí.
Sin embargo, las características y especificidades de cada estado o provincia de
Estados Unidos y Canadá impulsan decisiones mixtas, sobre todo al considerar los
esquemas de atribuciones de facultades en cada país. En Estados Unidos, cada estado
tiene un cierto grado de autoridad sobre sus recursos, aunque ésta se encuentra
limitada por los lineamientos del gobierno federal, que centraliza la política energética.
En Canadá, al contrario, las decisiones de los gobiernos provinciales se encuentran
muy poco limitadas por el gobierno federal, pues éste carece de competencia sobre los
recursos naturales de las provincias. Por ello, cada entidad ha conducido estudios y ha
fijado posturas diferenciadas sobre el fracking, pues dicho proceso de toma de
decisiones está determinado por la coyuntura interna.
Ambos países coinciden en atribuir al gobierno federal competencias sobre las
sustancias tóxicas utilizadas durante el proceso, lo cual exige un balance crítico que

130
enfatice los riesgos para el medio ambiente y la salud humana. De hecho, los
potenciales efectos nocivos del fracking sobre estos dos ámbitos han desalentado la
adopción de la técnica en algunas entidades de Estados Unidos y Canadá. Los riesgos
del fracking explicitan la necesidad de estudiar las posibles consecuencias. Los riesgos
de derrama y contaminación son muchos y muy variados, lo cual obliga a evaluar
consideraciones sobre seguridad durante y después de las operaciones de fractura.
Aunado a las serias preocupaciones por la contaminación generada a partir de la
derrama de sustancias tóxicas desde los pozos, el tema del agua se hace presente a
cada paso del proceso. Ante la importancia de este recurso, es imperativo estudiar
aspectos como la calidad del recurso hídrico superficial y subterráneo, la integridad de
las reservas y redes de suministro de agua potable, el ritmo y tipo de consumo, la
contaminación directa e indirecta, los riesgos de los derrames y fugas, los riesgos
emanados del transporte de las sustancias necesarias para el proceso y su inyección.
Otro de los temas importantes en materia ambiental se centra en la calidad del
aire. Se ha promocionado al fracking como una solución para las crecientes emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo, pues se plantea al GN como un
puente energético hacia economías de bajo carbono. Sin embargo, este es un debate
inacabado. Por un lado se dice que el gas servirá para subsanar las intermitencias de
las energías renovables, permitiendo suavizar la transición hacia economías basadas
en energías renovables, mientras que los estudios científicos describen al GN como un
potente GEI, lo cual anula los aparentes beneficios climáticos de su utilización.
Entonces, es necesario identificar ambas posturas y pensar al gas no sólo como
un héroe climático y energético, sino como un actor del deterioro de la calidad del aire,
al emitir grandes cantidades de gas metano a la atmósfera, un potente GEI. El debate
se expresa de dos maneras, la primera, a través del rigor científico-académico y la otra,
bajo la forma de discursos políticos y de mercado. El segundo argumento es mucho
más accesible, tanto para el público en general como para los tomadores de decisiones,
lo cual podría explicar que sea esta visión la que predomine.
A pesar de que algunos Estados han puesto en marcha políticas de adopción
temprana de la técnica, en aras del crecimiento económico, esta visión cortoplacista
provoca más problemas de los que pretende resolver. Como demuestra la experiencia

131
de la EPA en Estados Unidos, a partir de la decisión del Congreso, se suscitaron
muchas deficiencias en la capacidad de respuesta de las entidades gubernamentales,
pues los problemas se presentaron con rapidez, una vez que la técnica fue considerada
como poco peligrosa. Este caso sirve para ejemplificar que los estudios que soslayan
los riesgos de la técnica, favoreciendo una concepción meramente económica del
GNNC, provoca serias consecuencias a mediano plazo. Si bien la EPA ha intentado
recuperar el terreno perdido en la última década sobre la regulación del fracking, la
incertidumbre persiste y las decisiones se complican conforme se amplía el número de
actores involucrados en la promoción y adopción del fracking en ese país.
Si bien el GNNC promete un acelerado crecimiento económico y una reducción
de las emisiones de GEI, es indispensable la participación del gobierno para asegurar
el correcto funcionamiento y éxito de dicho modelo energético. Como se discutió
durante la investigación, en los modelos económicos donde se minimiza la intervención
estatal se exacerban los riesgos y las consecuencias nocivas para el medio ambiente.
Entonces, al considerar que la peligrosidad de la técnica sólo puede ser contenida por
el Estado, quien está encargado de vigilar que las actividades realizadas en su territorio
no representen un riesgo para su población, su territorio o sus medios naturales, fue
necesario estudiar la postura de sus gobiernos.
Con el fin de minimizar los riesgos de la técnica, el gobierno ha intervenido en la
regulación de su utilización, aunque estas normas se encuentran en sus primeras fases
de desarrollo, por lo cual son incapaces de hacer frente a todas las situaciones que
emanan de la explotación intensiva de GNNC por medio de fracking. Dado que los
estudios son inconclusos y que se mantiene información clave en secreto, los
gobiernos en ambos países han tratado de regular lo más posible al fracking, aunque
sin gran éxito hasta el momento debido a los vacíos legales y obstáculos políticos.
La promulgación de una regulación robusta para estas actividades en Estados
Unidos, Canadá y el mundo se muestra improbable al dimensionar al fracking como un
fenómeno complejo, pues la convergencia de múltiples ámbitos exige evaluaciones
profundas y desde diversos niveles de análisis. Entender a cabalidad todas las
implicaciones de la fracturación hidráulica no convencional conlleva el análisis integral
de aspectos muy diversos, que en ocasiones parecen irreconciliables.

132
El fracking involucra la regulación simultánea de los recursos naturales y la
utilización de sustancias químicas peligrosas, lo cual genera conflictos de intereses
entre los niveles de gobierno en ambos países. En Estados Unidos, la regulación
federal emana de la EPA, pues dicha agencia federal fija las políticas de protección del
ambiente de contaminantes y sustancias peligrosas, pero sus facultades y campo de
acción se encuentran limitados desde el 2005. A pesar de esto, los gobiernos locales
han establecido requisitos y estándares mínimos para permitir las operaciones
extractivas en su territorio, aunque aún no se presentan de manera uniforme.
Entre las regulaciones más amplias y sólidas destaca la de Colorado, que exige
la divulgación pública del contenido de las mezclas de fractura, aunque hay muchos
estados de la Unión Americana que aún no cuentan con una política similar. Existe una
seria disparidad en las etapas de promulgación de normas que regulen al fracking en el
territorio estadunidense, aunque los precedentes de algunos estados han servido para
dar comienzo a una regulación federal, que se espera cobre mayor fuerza a partir de la
publicación de los resultados finales de las evaluaciones de la EPA en 2014.
En Canadá, el tema de la regulación es aún más difuso, pues las atribuciones de
facultades generan limitaciones para la intervención federal, ya que las provincias
cuentan con autonomía sobre sus recursos naturales y energéticos. Además, el
fenómeno ha sido mucho menos estudiado en ese país, pues el fracking se concentra
en Alberta, provincia que ha mostrado poco compromiso con los temas ambientales. La
explotación de combustibles fósiles es la base de la economía de Alberta, que en gran
medida es uno de los pilares de la economía canadiense. A pesar de que el gobierno
federal de Canadá tiene capacidad de regular la utilización de químicos tóxicos,
necesarios para esta técnica, éste aún no expresa una postura uniforme, pues necesita
recopilar más información antes de tomar una decisión final.
Como se ha dicho, el tema es amplio y los riesgos e implicaciones son muchos,
por lo cual es imposible concebir decisiones rápidas. En Canadá, es notable el amplio
desacuerdo en cuanto al tema, pues algunas provincias optaron por aprovechar los
beneficios económicos y otras han aprobado prohibiciones que les permitan esperar a
la publicación de nuevos reportes y estudios antes de mostrar una postura oficial.

133
Las regulaciones al fracking aún no surgen ni se consolidan, o si lo han hecho
son débiles, ya que los contenidos de las mezclas de fractura se mantienen como
secretos comerciales, lo cual imposibilita determinar con certeza las consecuencias de
su utilización, a corto, mediano y largo plazo. Aunque los riesgos para el medio
ambiente y la salud son constantes en los sitios en donde se llevan a cabo las
actividades de fracturación, las regulaciones no están armonizadas internacionalmente,
debido a que el contexto interno de cada país condiciona su surgimiento.
De adoptarse el uso de fracking a gran escala, al tratarse de un fenómeno con
repercusiones políticas, las estructuras y el entramado político e institucional podrían
sufrir alteraciones en el corto y mediano plazo, pues los Estados deberían adaptarse a
las condiciones que esta nueva técnica genera. Los cambios políticos, emanados de
situaciones coyunturales, suelen expresarse más bien en el largo plazo, por lo cual las
decisiones gubernamentales deben meditarse con cuidado, pues sus implicaciones
sociopolíticas, económicas, ambientales y jurídicas son de gran alcance y magnitud.
El fracking es un fenómeno que recién comienza a internacionalizarse, ya que
en otros países, como Argentina, España, Inglaterra o México, aún no cobra la misma
fuerza que en Estados Unidos, lo cual obedece a los entramados político y económico
internos. Asimismo, la aceptación, regulación o prohibición de la técnica está
condicionada por el contexto específico de cada caso. No obstante, en el futuro, el
tema irá en expansión, cruzará fronteras, ocupará un puesto importante en la opinión
pública, se adentrará en la agenda política de las altas esferas gubernamentales, se
continuará el proceso de promulgación de regulaciones en el mundo, se estudiará con
mayor detalle las implicaciones y riesgos que conlleva su utilización, se hará necesario
evaluar tanto su productividad energética como su valor comercial y, en el corto plazo,
se presentará una rápida diversificación extractiva.
La extracción de GNNC por medio de fracking en Estados Unidos, Canadá y el
mundo, es un tema incompleto, cuyos beneficios, riesgos e implicaciones recién
comienzan a vislumbrarse. Hace falta continuar estudiando los alcances y limitaciones
del fracking, pues en el futuro cercano se abrirán nuevas líneas de investigación
conforme avancen los estudios y la comprensión a mediano y largo plazo de dicha

134
técnica. Será necesario, entonces, reevaluar algunos de los hallazgos actuales. Por lo
pronto, vale concluir el presente trabajo evaluando los resultados obtenidos.
Como se evidenció durante el proceso de investigación, tras el balance de
riesgos y beneficios de la utilización del fracking para la extracción de GNNC en
Estados Unidos y Canadá, se comprobaron las ideas centrales, pues se produjeron un
mayor número de investigaciones al correr del trabajo documental, en especial las
relacionadas con los avances en la identificación, divulgación pública y regulación del
contenido y volumen de las mezclas de fractura. De igual modo se comprobó que las
regulaciones al fracking son incipientes, que las prohibiciones se mantienen y se
esperan mayores avances y estudios en el futuro cercano.
Al término de la investigación también se comprobó que las respuestas en
ambos países, en los niveles federal, estatal y provincial son mixtas, pues se conserva
la indecisión, siendo prohibido el fracking en algunas zonas, como Quebec. Sin
embargo, no se hallaron indicios de impulso gubernamental hacia la técnica, sino que
el apoyo es tácito, al permitir que las actividades de fracturación se realicen fuera de un
marco regulatorio estricto, que sirva para la contención de los riesgos. Los intereses
públicos y privados generan conflictos y sientan precedentes para los procesos de
toma de decisiones, aunque cada actor vela por sus propias ganancias y obligaciones.
Tras la documentación y análisis del fenómeno se hallaron nuevas líneas de
investigación que no han sido cubiertas en la actualidad; no obstante, se hizo evidente
que no todos los temas requieren la misma cantidad de atención, pues algunos son
tangenciales, como la geopolítica o las fronteras. En cambio, temas como los recursos
energéticos, la salud humana, la sustentabilidad, el medio ambiente, la legislación y el
agua deben ser estudiados a fondo, pues ofrecen múltiples perspectivas.
Con respecto al futuro del fracking en los ámbitos público y privado en otros
países, entre los cuales es posible destacar a México, se comprueba que los casos de
Estados Unidos y Canadá se consolidan como los referentes para estudios posteriores,
en especial el primero, en donde se ha avanzado mucho en la comprensión del tema.
Por lo tanto, los antecedentes en la Unión Americana, recopilados en la presente
investigación, se mantienen como las principales fuentes para los estudios y
regulaciones posteriores del fracking en todo el mundo.

135
Más aún, se trata de un tema de gran interés para la economía internacional,
pues la explotación de recursos naturales al interior de un país impulsa el comercio
dentro y fuera de su territorio, aunque el Estado no es el único actor que se beneficia
de estas actividades. En el núcleo de este argumento se halla una lucha de poder entre
actores, pues algunos de ellos velan por intereses privados, mientras que el Estado,
además de asegurar las condiciones para que los actores privados persigan sus metas,
debe proteger el interés público. Si bien el fracking podría parecer, a simple vista, un
objeto de estudio de la ingeniería o la química, su resonancia va más allá de dichos
foros, pues las repercusiones son políticas y recaen sobre los Estados y gobiernos.
En suma, el fracking es un fenómeno de las Relaciones Internacionales, con
impactos políticos, jurídicos, ambientales, económicos y sociales, que puede y debe
estudiarse desde enfoques multi, trans e interdisciplinarios. Se justifica como objeto de
estudio al considerar que, al ser el Estado quien ejerce soberanía sobre los recursos
naturales al interior de un territorio a través de su aparato jurídico-político, es éste el
principal actor involucrado. Además, dadas sus funciones, los Estados son los únicos
capaces de promover medidas de contención de los riesgos e impactos que conlleva el
fracking para extraer el GNNC a nivel comercial. Dada la multiplicidad de implicaciones,
riesgos y beneficios de una técnica extractiva tan compleja, aunado a la disparidad de
obligaciones y responsabilidades, es de esperarse que Estados Unidos, Canadá y otros
países requieran de tiempos prolongados para asumir posturas con respecto del
fracking, pues la decisión no es sencilla y mucho menos puede ser unidireccional.
Si se decide utilizar el fracking para la extracción de gas natural no convencional
a gran escala en Estados Unidos, Canadá o el mundo, es necesario promulgar una
regulación robusta, capaz de hacer frente a los retos y riesgos ambientales, sociales y
políticos de dicha técnica extractiva. De lo contrario, no sería posible recomendar la
incorporación del fracking a los esquemas energéticos nacionales, pues los estudios y
análisis a la ligera sólo promoverían una visión parcial del fenómeno, lo cual podría
traducirse en políticas públicas con poca capacidad de evaluación de los riesgos y de
corto alcance ante la resolución de problemas a mediano y largo plazo.

136
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