por consiguiente,
𝑆 = 𝑘𝐵 𝑙𝑛Ω (3)
Es decir, la única función de Ω que satisface las condiciones de que las entropías son aditivas,
mientras que las probabilidades termodinámicas son multiplicativas, es la función
logarítmica. El valor numérico de la constante de proporcionalidad kB debe elegirse de modo
que los valores clásico y estadístico de la entropía coincidan.
Desde un punto de vista estadístico, la entropía de un sistema formado por un número muy
grande de partículas, es proporcional al logaritmo neperiano del número total de microestados
accesibles al sistema. Si pudiéramos preparar un conjunto tal que energéticamente sólo
tuviera un microestado accesible, sería Ω = 1, In Ω = O y la entropía sería cero. Este sistema
está perfectamente ordenado, ya que el estado de cada partícula está unívocamente
especificado. Si existen más estados de energía accesibles al sistema, Ω se hace mayor que
la unidad y la entropía es superior a cero. En este caso no es posible especificar unívocamente
el estado de cada partícula, ya que su estado puede ser diferente cuando el sistema se
encuentre en diferentes microestados. Así, el sistema se hace más desordenado en cuanto más
microestados hay disponibles. La entropía del sistema puede considerarse como una medida
del desorden del sistema.
es decir, la diferencia de energía resulta, en parte, de las diferencias dNj, de los números de
ocupación medios y, en parte, de las diferencias dϵj de los niveles de energía.
Si los valores de los niveles de energía son funciones de cierto parámetro extensivo X, tal
como el volumen V, entonces
𝑑𝜖𝑗
𝑑𝜖𝑗 = 𝑑𝑋 (5)
𝑑𝑋
Y
𝑑𝜖𝑗
̅𝑗 𝑑𝜖𝑗 = [∑ 𝑁
∑𝑁 ̅𝑗 ] 𝑑𝑋
𝑑𝑋
𝑗 𝑗
Y por tanto
̅𝑗 = 𝑇𝑑𝑆
∑ 𝜖𝑗 𝑑𝑁
𝑗
Asi la ecuación
̅𝑗 + ∑ 𝑁
𝑑𝑈 = ∑ 𝜖𝑗 𝑑𝑁 ̅𝑗 𝑑𝜖𝑗
𝑗 𝑗
Es la forma estadística de la combinación del primero y segundo principios de la
termodinámica en un sistema cerrado:
𝑑𝑈 = 𝑇𝑑𝑆 − 𝑌𝑑𝑋
Si el sistema pasa de un esado a otro según un proceso reversible,
𝑇𝑑𝑆 = 𝑑´𝑄𝑟 𝑦 𝑌𝑑𝑋 = 𝑑´𝑊𝑟