Uno de los patriarcas más admirados y ejemplares del antiguo testamento, el cual
impresiona y nos da un gran ejemplo de vida, es sin duda el Patriarca Abraham quien se
caracteriza por tener una muy buena figura delante de los ojos de Dios y también delante
de todos los hombres. La figura de nuestro padre Abraham ha transcendido durante
todos los siglos ya que es una de los personajes claves en la historia patriarcal del pueblo
de Dios, quienes le recuerdan siempre con gran gratitud hacia su persona por todo lo que
realizó de la mano de Dios.
Su Figura
Su llamada.
Su Misión
Por último en cuanto a su misión, Dios le encomienda a Abraham una tarea muy
importante, en la cual empieza a trabajar muy duro para llevar a cabo este gran encargo
encomendado, ya que no era fácil pero no imposible, porque él tenía su confianza puesta
plenamente en Dios. Yahvé le revirtió la esterilidad a su esposa para engendrar al pueblo
de Israel, el pueblo elegido, un pueblo además que fuese fiel a Dios y siguiera sus
mandatos. Abraham además, con su obediencia y confianza en Dios siempre tuvo Fe en
que esta gran misión se cumpliera, sobre todo cuando llegó a su vida su hijo Isaac quien
tanto anhelaba tener y de donde saldría de sus entrañas la descendencia que traería al
mundo a las tribus que conformaron y establecieron el pueblo de Israel, cumpliendo así
una de las misiones más importantes que el Señor había puesto en Abraham y que luego
siguieron sus hijos y nietos. Finalmente una misión que se podría resaltar también, es la
de ser un mediador y transmisor de bendición, un intercesor entre Dios y el pueblo que
estaba descarriado y en el cual Dios no tenía su confianza, sino que eligió a uno de entre
todos, el más justo para que fuese intermediario entre el pueblo que más amaba y Él,
estas misiones que Dios le encomendó al Padre Abraham se cumplieron y su trabajo y
esfuerzo, siempre ha sido y será ejemplo para todas las personas que amen a Dios todo
su corazón.