Distintas concepciones sobre una filosofía de la naturaleza

Al Hablar sobre filosofía de la naturaleza, es inevitable hacer mención que esta filosofía debe
llevar consigo, una reflexión acerca de lo material entendido como puente o nexo hacia Dios,
esto como sabemos es viable desde una respectiva cristiana de la naturaleza. Siguiendo esta
postura, el gran Auber, hablando de este tema, plantea que esta filosofía, tiene que tener como
eje una reflexión metafísica sobre el mundo corpóreo, en el cual está incluido también el
hombre, que no es sino, aquél que se relaciona, aquél que establece un diálogo con la
naturaleza, en este sentido, si la ciencia quisiese hacerse cargo se vería limitada por su propio
objeto de estudio, por eso, es necesario que la filosofía de la naturaleza tome cartas en el
asunto del estudio del mundo corpóreo, dando luz, a ese sentido de responsabilidad, que tiene
el hombre de comprender de modo global la naturaleza para buscar su bienestar. Siguiendo
esta perspectiva, se puede plantear, que en el caso del cristiano, su misión, es también saber
todo lo que fuese posible acerca de esto porque en este diálogo entre el creyente y el no-
creyente, se abre esa visión hacia Dios, partiendo de lo natural o corpóreo, viendo el universo,
como una cosmología, como un organismo, en el cual existe una orden bien definido, y por el
cual se puede llegar a Dios.

Por su parte Juan José Sanguinetti y Mariano Artigas, plantean una perspectiva, en cuanto
reflexión se refiere de tipo metafísico. Para ellos el objeto material de la filosofía de la
naturaleza es el conjunto de los entes corpóreos, es decir, la totalidad de los seres que
componen el universo físico, sin desligar, el aspecto metafísico de este objeto; con referencia al
objeto formal de la filosofía de la naturaleza dirán, que es el ser de los entes corpóreos. Como
vemos para ellos es indispensable, tener en cuenta el aporte metafísico para la compresión de
la realidad, pero esto no quita que, también valoran el aporte científico, ya que el estudio
metafísico de la naturaleza, se desarrolla, sobre esos datos aportados por la comunidad
científica, es decir, existe una necesidad mutua, y hasta me atrevo a decir, que existe una
complementariedad, ya que las dos ciencias proporcionan conocimientos verdaderos acerca de
la naturaleza material. Esto es muy productivo, porque ayuda a tener una visión global de lo
que en realidad es el ente, su riqueza, complejidad, orden, que es como un saber propedéutico
con respecto al conocimiento natural de Dios, es decir, se llega a Dios, como Causa primera
inmutable, necesaria e inteligente, además que el saber lo que verdaderamente son las cosas
materiales impide errores acerca de Dios, como por ejemplo, el identificar la inmensidad de
Dios con el espacio.