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¡CAPACITAR O

MORIR!
Héctor Noguera Trujillo
“Las empresas de éxito son aquellas que han logrado clarificar el rumbo de sus
actividades cotidianas, a través de la definición o redefinición de su razón de ser".
Canaco del D. F.

Hoy voy a hablar de miopía.


Que no se espante mi
editor, quien me sabe lego
en estos menesteres; no
escribiré sobre ese defecto
ocular que impide ver con
precisión los objetos
lejanos. No.
Me referiré a la miopía de
los propietarios de ópticas,
quienes mantienen a la
capacitación lejos de su
vista y que, por tanto, no
pueden apreciar sus
bondades.
No son todos, pero si la
mayoría. Por desgracia,
dicha lejanía ha
distorsionado la visión de
los ópticos -¿qué paradoja,
no?- hasta el grado de caer
en la mitología.

LOS DIEZ MITOS DE


LA CAPACITACIÓN
En las tres décadas en que
me he dedicado a la
capacitación de personal,
estos son los diez
conceptos erróneos que he
escuchado por parte de
algunos dueños de ópticas:
Mito 1: “La capacitación
es un gasto inútil”Falso.
Como bien lo saben los
empresarios de éxito, la
capacitación no debe
contemplarse
como gasto sino
como inversión. Los
propietarios de ópticas
acostumbrados a ahorrarse
lo de la formación de su
personal, están destinados
a que sus negocios mueran
de asfixia, al no contar con
aires nuevos que los
revitalicen.

¿Qué paradoja, no?


Su alejamiento de la capacitación ha distorsionado la visión de los
ópticos.

Mito 2: “La capacitación es cara”


Falso. No es fácil medir el impacto de la capacitación en la productividad, pero es
factible medir la productividad antes y después de la capacitación. Ahora que, si
usted insiste en que “la capacitación es cara”, le tendremos que contestar con la
consabida frase, “pero es más cara la ignorancia”.
Mito 3: “Si te portas mal, te mando a un curso”
Erróneo. Existen empresarios de la industria óptica que han etiquetado a la
capacitación como un castigo. ¿Y qué sucede? Que cuando el castigado asiste al
curso, va con una actitud negativa enorme: ni aprende –porque está bloqueado-
ni deja que los demás lo hagan. Este tipo de participantes es uno de los “cocos”
de los capacitadores.
Mito 4: “Si te portas bien, te mando a un curso”
Erróneo. Hay empresarios que hacen lo contrario: utilizan la capacitación como
premio –no como obligación legal- ¿qué sucede? Que con esta situación se está
mandando a capacitar a quienes, por lo regular, menos lo necesitan.
Mito 5: “Si los capacito, se me van ”
Probable. Hay dos situaciones: (1) El irresponsable. Cuando se da cuenta de todo
lo que debe hacer y cómo lo debe hacer, prefiere renunciar; (2) El listo. Aprende
tanto en el curso que comienza a detectar fallas en la cúpula. Si hay alguna frase
que hayamos escuchado los capacitadores, es esta:“Este curso lo debería de
tomar mi jefe”. Si “el listo” ve que las cosas no se componen, no es raro que
emigre.

Existen empresarios de la industria óptica que han etiquetado


a la capacitación como un castigo

Mito 6: “Si los capacito, luego quieren ganar más”


Factible. Todo trabajador tiene un valor en el mercado laboral, mismo que se
incrementa en cuanto más se capacita.
Pero, qué bueno que así sea: entre más se capacite un empleado, será más
eficiente –y, por tanto, más valioso.
Tengo un amigo, empresario triunfador, cuyo lema es:“Prefiero a un empleado
bien pagado que haga bien las cosas, a tres empleados mal pagados y mediocres”
Mito 7: “Si los capacito, luego van a saber más que yo”
Cierto... (sobre todo si el dueño no se capacita también). Y, nuevamente, ¡qué
bueno! Los grandes hombres son aquellos que se han parado sobre los hombros
de los gigantes. Recordemos el epitafio de un multimillonario, Andrew Carnegie,
conocido como el rey del acero:“Aquí yace un hombre que supo rodearse de
hombres más hábiles que él”
Mito 8: “La capacitación es la panacea de los problemas empresariales”
Totalmente falso. De seguro esta frase fue acuñada por algún charlatán de la
capacitación.
Hay que tomar en cuenta que la capacitación es sólo uno de los factores que
inciden en la productividad, pero no el único. Por ejemplo, si la dirección o gerencia
son un desastre, de nada vale que los empleados se capaciten. En situaciones
como esta, usted podrá contratar a Drucker, Cornejo y a Covey juntos... y las
cosas van a seguir igual.
Mito 9: “Los mejores capacitadores están en el Distrito Federal”
No necesariamente cierto. Conozco capacitadores de la capital pésimos y de
provincia que son excelentes... y viceversa, ¡de todo hay en la viña del Señor! En
la práctica, es difícil que un empresario contrate a alguien de provincia; y los
empresarios de provincia piensan sólo en los del D. F. Los instructores de provincia
también han trabajado para empresas de éxito, se capacitan con personajes
connotados, tienen acceso a Internet y cuentan con libros actualizados... y cobran
menos que los de la capital.

“Aquí yace un hombre que supo rodearse de hombres más hábiles que él”
Andrew Carnegie

Mito 10:“Los que necesitan capacitarse son mis empleados, no yo”.


Grave error.
Volvemos a la miopía. Hay empresarios que viven en su pequeño mundo, lo que
los sicólogos contemporáneos llaman “zona de confort”. El problema radica en que
están tan alejados de la realidad, que no perciben los cambios. Tengo un amigo
que heredó la óptica de sus padres, su frase favorita –aunque metafórica-es:“A
mi qué me van a enseñar de este negocio, si yo nací atrás del mostrador”.
¡Pobre de mi amigo! No quiero ni contarles en que deplorables condiciones está
su óptica.

LOS CRITERIOS OFICIALES


En México existe un organismo oficial, dependiente de la Secretaría del Trabajo y
Previsión Social, que es el responsable de la promoción y vigilancia de la
capacitación y el adiestramiento.
Me refiero a la Dirección General de Capacitación y Productividad. He aquí algunos
de sus criterios: •La capacitación no debe ser vista como un requisito legal más
que cumplir, sino como una inversión que contribuye al mejoramiento y
crecimiento de la empresa y del personal de la misma.
•La capacitación debe orientarse a lograr que cada trabajador conozca bien su
tarea, por qué, cómo y para qué se hace, de tal manera que todos los trabajadores
realicen un trabajo bien hecho, sin errores, sin desperdicios y puedan así obtener
la máxima satisfacción que produce el realizarlo productivamente y con calidad.

“A mí qué me van a enseñar del negocio óptico, si yo nací atrás del


mostrador ”

•En la medida en que se haga conciencia del vínculo capacitación productividad,


los negocios podrán dar un paso determinante para la superación de las
dificultades de nuestro entorno económico y social, en el logro de mejores
condiciones de vida.
•La mayoría de los empresarios no trabaja para mejorar la efectividad de sus
recursos humanos, aún cuando conocen los beneficios de incrementar el
rendimiento...
Cada vez más empresas perciben que si no desarrollan al factor humano, nunca
tendrán éxito.

LAS BONDADES DE LA CAPACITACION (Decálogo)


(1) Transmite experiencias.
Durante un curso es muy común que alguien llegue con un problema que el
instructor u otros participantes ya han resuelto con anterioridad.
Lo que sucede es que en un curso todos aportan y todos reciben las experiencias
de los demás.
“A mí qué me van a enseñar del negocio óptico, si yo nací atrás del mostrador”
(2) Incrementa conocimientos.
La capacitación funciona de maravilla cuando se trata de adquirir nuevos
conocimientos:“Cómo hacer que los clientes regresen”, “Técnicas para vendedores
de piso y mostrador”, etc. Aquí inciden cuatro elementos: los conocimientos y
experiencias del instructor; la participación de los demás capacitandos; las
prácticas que realice el participante y el uso del manual (que contiene una
metodología que ha probado dar resultados).
(3) Desarrolla aptitudes y habilidades.
La palabra desarrollo significa desenvolvimiento y ¿qué es lo que se desenvuelve?
Lo que está enrollado o envuelto. Existe una teoría en Andragogía que dice que
“lo que hace el instructor no es llenar de conocimientos al capacitando, sino que
le ayuda a sacar lo que ya existe dentro de él ”... de ahí que se haya puesto de
moda la palabra facilitador, para referirse a quien capacita.
(4) Provoca cambios positivos en las actitudes.
Es una de las grandes ventajas de la capacitación:¡Logra que los empleados
cambien de actitud! Se ha dicho por ahí –y coincido con este concepto que el
problema del trabajador mexicano no es de capacidad (¡los mexicanos somos muy
capaces!); el problema es de actitud:“Si puedo, pero no quiero”
(5) Ahorra tiempo.
Es lógico. Cuando se está capacitado para hacer lo que se tiene que hacer, se
trabaja con prontitud.
(6) Ahorra dinero.
También es obvio. Al ahorrar tiempo, se incrementa la productividad. Por el
contrario, los no capacitados provocan desperdicio y re-trabajo. Está comprobado
que la capacitación incrementa la eficacia y la eficiencia.
(7) Reduce la ansiedad de los trabajadores.
Una de las gracias de la capacitación es la de crear armonía en el centro de trabajo,
al enseñar a los empleados a trabajar en equipo, lo cual reduce la ansiedad de
quienes integran el área o departamento.
(8) Fomenta la creatividad tanto individual como de grupo.
Es muy cierto. Y esto es producto de la armonía, dado que la creatividad no surge
en el caos ni en el conflicto.
(9) Logra productos y servicios de calidad
La lógica se impone: la gente capacitada hace bien su trabajo (con calidad); a
gusto (con actitud positiva); y a tiempo (con rapidez).
(10) Hace que el negocio sea negocio.
La capacitación hace más profesional la labor cotidiana de los trabajadores, lo cual
redunda en favor de la rentabilidad de la empresa. ¿Quiere que su negocio sea
negocio?... ¡Capacite a su equipo de trabajo!

Está comprobado que la capacitación incrementa la eficacia y la eficiencia.

¿QUÉ TIPOS DE CURSOS SE RECOMIENDAN PARA UNA ÓPTICA?


Claro que lo ideal sería, en cada caso, realizar lo que se conoce como un DNC
(diagnóstico de necesidades de capacitación). Este estudio es importante en
cuanto a que permite conocer las necesidades tanto manifiestas como encubiertas.
Sin embargo le vamos a dar una guía, producto de experiencias en la industria
óptica:

CURSO JUSTIFICACION
Mientras el empleado tenga “ruidos” en la
1 El enriquecimiento de la
cabeza,
autoestima.
no va a funcionar bien en el trabajo.
Curso básico que eficientiza los espacios de
2 Las 5 “S ”. trabajo y
el equipo, en beneficio de todos.
Sirve para crear un ambiente de trabajo
3 Relaciones humanas en idóneo; para
el trabajo llevarse bien con jefes, compañeros,
clientes y proveedores.
4 Vendedores de
mostrador (conforme las Obvio, todos, en un negocio, deben saber
Normas vender, sobre
Técnicas de Competencia todo los empleados de piso y mostrador.
Laboral)
Qué mejor que capacitar al empleado para que
5 Eficiencia en el trabajo. haga
bien las cosas, a gusto y a tiempo.
Curso obligado para apreciar el enorme valor
6 Calidad en el servicio
del cliente
al cliente.
y aprender a satisfacer sus necesidades.
Que todos aprecien la importancia del apoyo
mutuo
7 Trabajo en equipo y que aprendan a producir la sinergia que hará
que
la productividad se incremente.

Comentarios:
• Este programa no contempla los cursos de tipo técnico que será necesario
agregar .
• El tiempo ideal para cada curso es de 20 horas. Es posible reducir la duración
pero se reduce en efectividad.
• Aquí se contemplan únicamente los cursos para los empleados, falta un
programa específico para dueños y encargados de ópticas.
• ¿Es recomendable que el dueño o encargado tome el curso junto con los
empleados? Yo era de los que opinaban que no, pero la experiencia me ha
enseñado que es altamente recomendable.
• ¿Cuáles serían las ventajas de participar juntos? (1) Que los jefes van a aprender
a hablar el mismo lenguaje que los empleados; (2) los trabajadores van a sentir
al jefe como algo más cercano; y (3) que el jefe va a aprender mucho acerca del
modo de pensar de sus empleados.

¿QUÉ HACER CON EL NUEVO EMPLEADO?


• Lo primero es darle un curso de Inducción al Puesto. Según el tamaño de la
empresa, este evento podría durar de 4 a 20 horas.
Me atrevo a decir que pocas ópticas tienen contemplado este aspecto tan
importante.
• Asigne a su nuevo trabajador a un empleado experimentado, cuando menos los
primeros tres meses.
• Intégrelo a su programa de capacitación en marcha.
• Según los expertos, un nuevo empleado puede ser realmente productivo a los 6
ó 12 meses. Su labor consiste en acortar dicho período.

Pocas ópticas tienen contemplado


un curso de Inducción al Puesto para sus nuevos empleados.

¿CUÁNTAS HORAS AL AÑO POR TRABAJADOR?


No existen indicadores “oficiales” que muestren el número de horas por año, por
trabajador, que se deba capacitar.
Hace ya algún tiempo que los japoneses rebasaron las 400 horas... pero a esos
señores se les guisa aparte.
En nuestro país, las empresas que se preocupan por capacitar, andan alrededor
de las 200 horas y parece que es una cifra más que suficiente. Estamos hablando
de 10 cursos al año de 20 horas cada uno.
Según mi experiencia (y por cuestión de costos), recomiendo un mínimo de 100
horas, equivalente a 5 cursos de 20 horas.
Sea la intensidad que seleccione, le garantizo que usted va a empezar a observar
cambios favorables en su óptica.

¿QUÉ HACER CUANDO NO HAY RECURSOS?


Alguna vez, un empresario norteamericano me dijo:“No entiendo a los mexicanos,
cuando hay crisis o su negocio anda mal, lo primero que hacen es recortar sus
presupuestos de capacitación, siendo que es cuando hay que incrementarlos, para
salir adelante” Aquí le vamos a demostrar que aún sin recursos, es factible
capacitar:
(a) Haga una junta semanal de capacitación. No debe durar más de una hora.
Cada reunión será preparada y conducida por uno de los empleados y se procurará
nunca suspenderla.
(b) Investigue con sus proveedores qué tipo de capacitación le pueden
proporcionar a sus empleados. Por lo regular, los proveedores lo hacen con
gusto... y ¡gratis!
(c) Regale a cada empleado un libro de superación personal o de motivación y
dígales que lo lean y sinteticen, porque en una de las juntas lo van a explicar.
(d) Engrape al sobre de raya –semanal o quincenal una fotocopia con un mensaje
de una sola hoja. Numérelos y haga que se vuelvan coleccionables. La idea es que
el trabajador lo lleve a su casa y sea leído por la familia.
Si usted paga quincenal, a fin de año ellos habrán recibido 26 mensajes; si paga
semanal, contarán con 52.
(e) Fotocopie artículos de Imagen óptica y repártalos a sus empleados y pídales
que una semana o dos después –en una de las juntas de capacitación-le lean una
síntesis del texto.
(f) Si no puede pagar por usted mismo la capacitación, busque en las cámaras,
ellas siempre están ofreciendo cursos a precios mucho más bajos que si usted
contrata en exclusiva para su empresa.

¿No tiene dinero para pagar la capacitación de sus empleados?


Existen muchas opciones que no tienen un gran costo.

(g) Asóciese con otros amigos dueños de ópticas y prorratéense el costo de los
cursos. .
(h) ¡Busque apoyos financieros! En todo el país existen oficinas del PAC (Programa
de Apoyo a la Capacitación). Son un tanto burocráticos pero, una vez cumplidos
los requisitos, el apoyo económico es una realidad.
Estados como el de Campeche cuentan, además, con otras opciones: DECAM, por
ejemplo, un organismo autónomo, creado por los mismos empresarios en apoyo
a la capacitación.
(i) En última instancia:¡sea usted el capacitador! Desde luego, aquí ’se van a dar
dos fenómenos: Primero, usted no está capacitado para capacitar, lo suyo es la
salud visual; y segundo, el efecto no es el mismo que con alguien externo (sucede
como con los hijos: como padre, uno les dice y no hacen caso; viene alguien de
fuera y a él si le creen). Sin embargo, hay que capacitar... o morir.

LAS OPINIONES DE UN EMPRESARIO DE ÉXITO


Ives Bernard es un empresario francés cuyos éxitos han rebasado las fronteras de
su país. Él sostiene tres puntos que vale la pena analizar:
(1) La empresa moderna debe ser la otra escuela.
Comentario: Lo que sucede es que la escuela tradicional es teórica y prepara a la
gente para el futuro. La empresa es una escuela práctica, que capacita para el
aquí y el ahora.
(2) La empresa, si quiere sobrevivir, debe hacer de cada trabajador un
profesional por medio de la capacitación permanente.
Comentario:¿Quiere que su empresa siga viviendo? Capacite en forma continua a
cada uno de sus trabajadores.
(3) La capacitación es una inversión, obligada en sus estrategias si aspira
a seguir viviendo como empresa.
Comentario:¡Capacitar o morir!

El autor es instructor y consultor certificado, maestro universitario y


conferenciante; ha publicado ocho libros de superación personal y es campeón
nacional de oratoria por Toastmasters Internacional. Si desea contactar
directamente: noguerahector@hotmail.com (todos los correos recibirán
respuesta)

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