Gigante de Arroyito. La Verdadera Historia - Fabian Bazan

0-Gigante 8/27/09 3:46 PM Página 4
El Gigante de Arroyito
La verdadera historia
El Gigante de Arroyito
La verdadera historia
Fabián Bazán
Indice
A manera de introducción 11
Prólogo 17
1889 - 1894. Los portones 3 y 4 21
1894 - 1902. La Plaza Oldendorff 25
1902 - 1918. La cancha del Cruce 27
1919 - 1925. La Parada Castellanos 31
1925 - 1926. El Club Bolsa de Comercio.
La Independencia 33
Domingo 14 de noviembre de 1926.
Primer partido en Arroyito 37
1928 - 1929. Las obras 43
27 de octubre de 1929. La inauguración oficial 51
El Gigante de Arroyito 1934 - 1945. Siguen las obras 55
La verdadera historia 1946 - 1949. Los terrenos propios 57
Fabián Bazán 26 de junio de 1951. La permuta de los terrenos 61
2009 1955. Central no deja de crecer 69
1957 - 1974. Se viene el Gigante 75
Editorial Cultura Canaya 1974 - 1978. Sub sede Mundial ‘78 95
Secretaría de Cultura Canaya 1978. El Mundial en Arroyito 119
Club Atlético Rosario Central Después del Mundial 131
Bv. Oroño 49 bis, Rosario, provincia de Santa Fe, República Argentina Apéndice 137
Anexo 1 145
Diseño Editorial: Diseño Armentano Anexo 2 147
Fotografías de tapa: Gentileza Canalla.com Resumiendo 151
Esta tirada de 1.500 ejemplares se terminó de imprimir en Agosto de 2009 Bibliografía y fuentes consultadas 157
9
Gentileza Canalla.com
A manera de introducción
s evidente que el Gigante dejó en algunos sectores de

E la comunidad rosarina profundas heridas difíciles de
cicatrizar. De otra manera no se explica que hoy, a más
de 30 años de la designación del estadio de Rosario
Central como sub sede del Mundial ‘78, haya sectores que perió-
dicamente quieran revivir una estéril y absurda polémica que ya
debería estar definitivamente archivada.
Los frágiles e inconsistentes argumentos que se esgrimieron
en contra de dicha designación pudieron estar justificados de
alguna manera en aquellos años, decisivos para los intereses de
ambas instituciones. Y era lógico, casi diríamos una obligación
de la dirigencia ñulista de entonces, tratar de sacar el mayor pro-
vecho posible si la coyuntura le era favorable.
Y así fue que dispusieron de todo tipo de influencias políti-
cas sobre el oficialismo de la A.F.A. de ese año 1974, a través de
sus buenas relaciones con David Bracutto, que era nada menos
que el presidente de dicha Asociación durante el gobierno pero-
nista. Y por medio de esa buena relación casi logran burlar el
informe de la F.I.F.A. que era favorable al estadio de Rosario
Central, después de la visita realizada a nuestra ciudad por Joao
Havelange y Otto Neuberger en octubre de 1974.
Y fue recién allí que Antonio Rodenas dispuso de sus contac-
tos políticos para evitar ser burlado. Si se hubiera respetado la
11
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia A manera de introducción
opinión de la gente de la F.I.F.A. no hubiera hecho falta com- en un solo lateral, el de la visera, y detrás de un solo arco, el del
prometer ningún contacto político para la elección definitiva Palomar. El resto del estadio se reducía a un lateral con tribunas
del estadio. totalmente de madera y, detrás del otro arco, el del Hipódromo,
Pero ellos sabían de antemano que llevaban todas las de per- no había prácticamente tribunas, apenas 10 escalones, con muy
der, ya que el estadio Gigante de Arroyito estaba casi termina- escasa capacidad.
do. En definitiva, había que hacer un estadio prácticamente
A principios de 1972 Rosario Central, bajo la conducción de nuevo con un costo que se acercaba, como dijimos, a los 4.000
Víctor Vesco y Antonio Rodenas, había encarado la termina- millones de pesos. En cambio Rosario Central solicitaba un prés-
ción del doble anillo de cemento en todo el perímetro del esta- tamo de 500 millones de pesos para acelerar la terminación del
dio prolongando la línea de la doble tribuna con visera que da proyecto propio en marcha que ya estaba casi terminado.
sobre calle Cordiviola, y que fuera inaugurada en 1968, duran- Creo que no había mucho para discutir.
te la presidencia de Adolfo P. Boerio. También se tuvo en cuenta, a la hora de decidir, la precaria
El proyecto y dirección de esta futura ampliación fue encar- situación en que se encuentran los clubes y las otras institucio-
gado a los arquitectos Hope y Pujals, y la empresa constructo- nes privadas que ocupan tierras públicas en el Parque de la
ra fue Noguerol y Brebbia S.A.. Se comenzó a ejecutar por eta- Independencia.
pas y la F.I.F.A. fue invitada a supervisar las obras. En 1961, durante la intendencia de Luis Cándido Carballo,
El Banco Monserrat financió estas obras por medio de la los clubes y otras entidades que ocupan precariamente dichas
venta de 5.000 abonos a plateas por 10 y 15 años. tierras en el Parque aceptaron, ante las exigencias de las autori-
El cronograma se venía cumpliendo casi sin atrasos. En 1974 dades municipales, abandonar definitivamente dichas tierras
ya estaba construida más de la mitad de la platea alta que da liberándolas al uso público y cediendo al municipio todos los
sobre el río Paraná, sector este, y en ejecución el resto de ese inmuebles construidos. Así se pactó, cumpliendo con la conce-
lateral de plateas altas, cuando el E.A.M. decidió hacerse cargo sión original, y se les concedió un tiempo prudencial para que
de la construcción del resto de las tribunas altas, en especial las las instituciones desalojadas pudieran trasladarse a otros terre-
que dan detrás de los arcos, y de adecuar el resto del estadio a nos. Nos referimos a la Sociedad Rural, el Jockey Club, y los clu-
las exigencias de la F.I.F.A. bes Gimnasia y Esgrima, Provincial y Newell’s.
Es bueno recordar que para acelerar esta etapa final Rosario El golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de Arturo
Central solicitó un préstamo de sólo 500 millones de pesos a Frondizi permitió que las sucesivas intervenciones militares pro-
pagar con garantía de su propio estadio. Pero el E.A.M. tenía sus rrogaran por más años estas concesiones precarias y es así que
intereses y decidió asumir por su cuenta el tramo que faltaba. el 45% de la superficie del Parque de la Independencia continúa
Pero quede bien en claro: CON MUNDIAL O SIN MUN- todavía ocupado por entidades privadas.
DIAL ROSARIO CENTRAL TENDRIA IGUAL SU GIGAN- Todos estos datos se pueden ampliar en el Nº 10 de la Revista
TE DE ARROYITO, totalmente construido, tal como lo enca- «Rosario. Historias de aquí a la vuelta», dedicado a la historia
raron Vesco y Rodenas y como lo proyectaron los arq. Hope y del Bvard. Oroño y el Parque Independencia y escrito por la
Pujals en 1972. Arquitecta García Ortúzar.
En cambio la situación de Newell’s era totalmente distinta. Aquel mandato de la intendencia de Carballo, acatado enton-
Para construir el doble anillo de cemento, o algo similar, había ces por los clubes e instituciones del Parque, está todavía pen-
que hacer prácticamente un estadio nuevo, y con un costo cer- diente.
cano a los 4.000 millones de pesos. Queda en claro, pues, que las autoridades de la F.I.F.A. y del
Recordemos que Newell’s tenía tribunas bajas de cemento E.A.M. 78 no tuvieron ninguna duda a la hora de elegir y, en
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia A manera de introducción
octubre de 1974, tras la visita de Joao Havelange y Otto yó totalmente la tribuna alta que da sobre el Río de la Plata, y
Neuberger, todo debió quedar resuelto sin ninguna connota- que ocupa exactamente la cuarta parte de la circunferencia alta
ción política. del estadio Monumental (con más capacidad que lo que se le
Sin embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se construyó a Central), además del campo de juego, sistema de
usaron inteligentemente en contra de la designación del esta- iluminación, palcos especiales de lujo, vestuarios, salas de pren-
dio de Rosario Central, casi dan sus frutos si no fuera por los sa, etc., y a nadie se le ocurrió decir que a River le regalaron el
rápidos y ágiles reflejos de Antonio Osvaldo Rodenas, quien estadio, aunque la inversión en River haya sido mucho mayor
logró desbaratar las maniobras que se urdieron desde arriba. que en Rosario Central.
Realmente hubiera sido un fraude. Por eso decimos que todo esto no sólo es injusto sino que es
Sin embargo hoy, a la distancia, algunos pretenden «vender- una falta de respeto.
nos» al historia al revés: los que usaron todas las artimañas, dila- La comunidad rosarina tiene una deuda de gratitud con aque-
ciones, contactos políticos, etc. para evitar que fuera designado llos 6.000 o 7.000 plateístas que en 1968 primero (plateas altas
el estadio de Rosario Central que, repito, tenía el visto bueno sobre Cordiviola) y en 1973 después (plateas altas sobre el río)
de la F.I.F.A., dicen que a Central le «regalaron» el estadio por- compraron abonos por 10 o 15 años, o plateas vitalicias, para
que Rodenas era peronista. Es el colmo del caradurismo. hacer posible la construcción de las nuevas tribunas del Gigante
Pero esa farsa no termina aquí. Casi dos años después, apro- de Arroyito.
vechando el golpe militar que derrocó al gobierno peronista, Y ese reconocimiento se debe hacer extensivo a aquellos diri-
hubo quienes acudieron «sin pudor» a los despachos del gobier- gentes que hicieron posible este Gigante que es orgullo de la ciu-
no militar presentándose como víctimas del gobierno derroca- dad. Desde aquellos pioneros del primer estadio de cemento,
do y acusando a los dirigentes de Central como cómplices de allá por 1929, pasando por Roberto Monserrat, Federico Flynn,
ese gobierno peronista. Adolfo P. Boerio y culminando con la feliz gestión de Víctor
Esa actitud poco digna no les dio resultado, por más que Vesco y Antonio Rodenas.
tuvieran algún dirigente amigo formando parte de la interven- El esfuerzo de esas generaciones de socios y dirigentes debe
ción militar que en la provincia destituyó y reemplazó al gober- servir de ejemplo para las actuales y futuras dirigencias.
nador Carlos Silvestre Begnis. Durante aquellos años Rosario Central apuntó alto y tuvo su
No fue posible modificar la designación del estadio porque recompensa.
las obras de remodelación ya habían sido adjudicadas.
El Gigante de Arroyito se mantuvo incólume ante la andana-
da de intrigas, presiones de todo tipo y los más insólitos recur- Eduardo Ferrari del Sel
sos o argumentos «retorcidos». Por ejemplo: se llegó a decir
que el estadio de Rosario Central no era apto para la televisión
en colores porque «el espejo de aguas del Paraná interfería la
televisación». Cuesta creer esta barbaridad expresada por un
dirigente en un reportaje en el diario «Clarín» de esos días.
Hoy, a la distancia, todavía quedan resabios de aquellas male-
dicencias y aún se sigue mintiendo: «el estadio es de la comu-
nidad», «al estadio lo pagamos todos», «se lo regalaron los
peronistas», «se lo regalaron los militares», etc.
Es bueno recordar que a River Plate el E.A.M. 78 le constru-
14 15
Prólogo
l 30 de mayo de 2001, cuando faltaban apenas cinco

E minutos para terminar el partido por cuartos de final
de la Copa Libertadores de aquel año, Rosario Central
perdía por 3 a 0 (y con baile) contra el América de Cali.
El partido se jugaba en Colombia, teníamos un jugador de
menos porque el «Torpedo» Arias se había hecho expulsar
infantilmente, las esperanzas se agotaban y ya se estaban prepa-
rando los festejos rojinegros en algunas zonas (pequeñas) de
Rosario. Pero de pronto, cual Cid Campeador al frente de su
mini ejército de 9 hombres, apareció Don Juan Antonio Pizzi
con dos goles en dos minutos. Después Tombolini se vistió de
héroe en la definición por penales y Central logró la clasifica-
ción para las semifinales de la Copa. Al día siguiente, Roberto
Fontanarrosa escribió en el diario La Capital un artículo titula-
do «Más que hazaña fue milagro», en el que decía que «Central
es un equipo que tiene más mitología que historia».
No caben dudas de que la aguda observación del entrañable
«Negro» es correcta. Si tomamos el Diccionario de la Real
Academia Española, nos enteramos que «historia» es el «con-
junto de los acontecimientos ocurridos a alguien a lo largo de
su vida o en un período de ella», mientras que «mitología» es
una «narración maravillosa (…) protagonizada por persona-
17
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia
jes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta (…)

grandes acontecimientos de la humanidad».
Esto es, más o menos, lo que enmarca la historia del que hoy
conocemos como nuestro Gigante de Arroyito, nuestra cancha,
la casa en la cual nos encontramos cada vez que once jugadores
—no importa si buenos o malos, si queridos o no, si emergen-
tes del Club o «extranjeros»— se ponen una camiseta azul y
amarilla —no importa si de mejor o peor calidad, si lleva publi-
cidad o no, si es la rayada original o una suplente— y salen a dis-
putar un partido —sin importar que sea amistoso u oficial, por
el Campeonato local o por alguna copa internacional, contra el
Milan o contra Godoy Cruz de Mendoza—.
Porque todos los hechos que rodearon a la adquisición de los
terrenos y a la construcción de la cancha propia, están imbuidos
de una especie de realismo mágico, constituyen en sí mismo una
«narración maravillosa», «protagonizada por personajes de
carácter heroico» e interpretan uno de los «grandes aconteci-
mientos de la humanidad». Ni más ni menos. No podemos
minimizarla diciendo simplemente que se trata de un «conjun-
to de acontecimientos ocurridos a alguien a lo largo de su vida
o en un período de ella». Eso sería menospreciar el trabajo —
a veces anónimo, otras con nombre y apellido— de miles de
socios e hinchas de Central que trabajaron en pos de un objeti-
vo común y de tradición tan arraigada en nuestro país —a tra-
vés de nuestros abuelos italianos— como es la del «sueño de la
casa propia».
Trataremos, en las próximas páginas, de recordar a todos
quienes han aportado su granito de arena para que hoy poda-
mos disfrutar de uno de los mejores estadios de fútbol del país
y del continente, protagonista de una historia tan rica como la
de nuestro querido Rosario Central.
18
1889 - 1894
Los portones 3 y 4
omo todos sabemos, el Central Argentine Railways

C Club (rebautizado en 1903, a pedido del socio Miguel
Green, como Club Atlético Rosario Central) fue fun-
dado por un grupo de trabajadores y funcionarios del
Ferrocarril en la Nochebuena de 1889. El Ferrocarril Central
Argentino había iniciado sus actividades en 1863, junto a los
Talleres de Rosario, inaugurados en 1886. Se daba forma, con
la fundación del Club, a una tradición ya acendrada entre los
propios trabajadores de la empresa de prenderse en picados den-
tro del ámbito de los terrenos donde laboraban. Tanto es así que
en 1863 se inició la práctica de fútbol en Rosario, frente a la
Parada Castellanos y/o Villa Sanguinetti, aunque no se sabe con
certeza si en una cancha o en dos.
Cuenta la tradición oral que el equipo del nuevo Club tuvo
su bautismo de fuego (o de juego) contra otro formado por la
tripulación del buque de guerra inglés Beagle, que allá por mayo
de 1890 había atracado en el muelle de Comas, en la actual
Bajada Sargento Cabral. Frente a un público que no superaba
las 40 personas, el primer equipo de nuestra historia lograba un
empate en un gol en el primer partido y una notable victoria por
2 a 1 en la revancha. El lugar donde se habrían disputado los dos
históricos partidos sería el actual Parque de España.
21
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1889 - 1894 - Los portones 3 y 4
Aquel primer equipo canalla formó con F. Barton; Postell y

Gamp; J. Muskett, J. Barton y King; Mc Lean, T. Muskett,
Miguel Green, Mac Intock y Hooper.
«La primera época estuvo erizada de dificultades. Se jugaba
por el deporte mismo. El juego de los ‘cuatro ingleses locos’ se
practicaba, realmente, por pura diversión. Esos obreros entu-
siastas después de pasar muchas horas del día entregados a la
tarea que a cada cual correspondía en los talleres del ferrocarril,
junto a hierros y maquinarias, necesitaban, fuera del trabajo,
buscar motivos de distracción. Rosario Central, puede decirse,
abarcó desde los primeros tiempos en su zona de influencia todo
el barrio norteño de la ciudad: Arroyito, Refinería, Industrial,
Alberdi. En ese enorme sector, verdadero pueblo aparte de
Rosario, si se nos permite, florecieron los grandes cracks de nues-
tro fútbol. Sus figuras fueron a enriquecer el historial argentino
con sus actuaciones internacionales» (1).
En sus primeros años, los muchachos despuntaban el vicio
de pegarle a la pelota entre los portones 3 y 4 de los talleres de
la estación Rosario Norte (es decir, saliendo del túnel Celedonio
Escalada y yendo hacia el norte, a la derecha), cerca del Pasaje
Celedonio Escalada (en aquel entonces Pasaje de las cadenas),
al este de lo que hoy es la rotonda Gualberto Venesia y la plaza
Ing. Della Paolera, aproximadamente en el lugar en el que actual-
mente se levanta el Albergue Municipal «La Casona». Las ges-
tiones para lograr que la empresa permitiera tal cosa habían sido
hechas por dos ingleses que formaban parte del personal supe- Gente necesaria. Los obreros de los talleres ferroviarios fundaron Central.
rior del Ferrocarril Central Argentino: W. O. Lucas y T. G.
Russell. Alguno de los tantos vagones en desuso que se encon- La Revista del Cincuentenario nos confirma que «el ferro-
traban en la zona hacían las veces de vestuario, secretaría y hasta carril aportó bien pronto un terreno para que se hiciera el campo
de tribunas para los curiosos de la época aunque, por supuesto, de deportes. Aquellas tardes del viejo barrio Talleres hallaba a
las comodidades de la cancha eran muy escasas: apenas los arcos los ‘pioneers’ del gran fútbol de ahora, entregados a la práctica
y los banderines que marcaban los corners. de un deporte que, con el correr de los años, habría de alcanzar
enorme arraigo y popularidad. Pero si bien es cierto que el
campo de juego, contando con la colaboración de la empresa,
significaba un aporte considerable, no salvaba ello todas las nece-
sidades del momento. Había que comprar los implementos
necesarios para la práctica del fútbol, que no eran pocos, (y eso)
22 23
representaba un gasto apreciable, si se tiene en cuenta la caren-

cia de un número calificado de contribuyentes y lo elevado de
esos artículos importados que más de una vez habrían de cau-
sar la risa de los empleados aduaneros» (2).
1894 - 1902
La Plaza Oldendorff
sta especie de luna de miel vivida entre el Ferrocarril y

E sus trabajadores estaba condenada a durar poco.
Apenas cinco años después de otorgar el permiso, el
Ferrocarril reclama las tierras, argumentando necesi-
tarlas para su actividad. Lejos de renunciar a seguir adelante con
lo que ya era su pasión, las autoridades del Club, con la ayuda
del mismo Russell, «quien intercedió ante las autoridades del
ferrocarril, consiguiendo que le cedieran un terreno mayor, que
era donde entonces se practicaba cricket» (3) consiguieron que
otro filántropo, Hermann Oldendorff*, cediera parte de una
propiedad suya ubicada en la Plaza Oldendorff, en la estación
Parada del barrio Talleres, frente a lo que actualmente es el
Ferrocarril Nuevo Central Argentino, cerca de la Av. Alberdi
entre Humberto Primo y Jorge Harding (hoy Bv. Avellaneda)
y cerca también del mítico café de Fuggini y de la Farmacia
Británica del Sr. Taylor Paul. La misma fuente informa además
que el terreno «se lo habían pedido en préstamo Green, Lucas,
Calder y otros (…) Se sabe ciertamente que bajo la presiden-
cia del señor Taylor Paul se siguió trabajando con la voluntad
de siempre jugándose cada domingo un partido, y que la mayor
parte de los integrantes Directivos eran sus propios jugadores.
Había entonces 47 asociados» (4).
24 25
Si bien la estadía de la cancha en ese lugar fue más prolonga-

da que lo que había sido en la primera, no han quedado dema-
siados rastros de ella en la historia. Sí se sabe que frente a la can-
cha «se levantaba un chalé de estilo inglés de dos plantas,
amplio, del mismo estilo que el núcleo habitacional del barrio
inglés (pero de la vereda de enfrente), donde vivía Aurora del
Río Imbert, pionera de la educación en nuestra ciudad» (5) y
que a mediados de 1902, los terrenos que formaban la Plaza
Oldendorff se lotearon y los viejos centralistas se quedaron otra
vez sin lugar para disfrutar del fútbol.
1902 - 1918
La cancha del Cruce
nte este nuevo contratiempo, los dirigentes de la época

A (con el presidente Muhall a la cabeza) consiguieron
habilitar la nueva cancha en la manzana que hoy for-
man las calles Alsina, Catamarca, Castellanos y las vías
* En algunas historias del Club figura que «H. Ollendorf» era británico, del Ferrocarril, que en aquella época era un descampado y en la
pero una entrevista con su bisnieto, éste nos aclaró algunas cosas: en reali- actualidad es la Plazoleta Alfredo Palacios. Los terrenos perte-
dad, y para empezar, se llamaba Hermann Oldendorff, y había llegado de necían en su tercera parte al propio Ferrocarril Central
Alemania junto con su padre, militar, en 1850, quien había conseguido que Argentino y el resto a los sucesores de Bernardo Sanguinetti.
el gobierno le entregara 20 leguas en Azul, con la condición de que defen- «Cerca de la calle Alsina y al sur de la cancha se levantaba una
diera ese lugar de los ataques de los indios. Oldendorff organizó, entonces, casa de dos plantas: la Villa Sanguinetti, nombre de los propie-
una estancia modelo en Sudamérica e importó algunas máquinas a vapor tarios» (6).
desconocidas por aquel entonces en el país. Con los años fue Secretario de
Agricultura de Bartolomé Mitre. Hermann, por su parte, era Ingeniero agró- A su vez, la nueva cancha fue bautizada popularmente como
nomo y la única relación que tuvo con Inglaterra fue su pasión por los depor- «la cancha del Cruce» (por su cercanía a la interesección de la
tes, dominados en aquella época por los nacidos en la isla. Llegó a Rosario Avenida Alberdi con el Bv. Avellaneda) o «la cancha de
por negocios que tenía con el ferrocarril y aquí se quedó, convirtiéndose en Talleres», ya que así era conocido por aquel tiempo el barrio.
una de las personalidades más importantes de la época. Era propietario de Se llegaba a ella con el tranvía 5, en una época en que el lugar
un palacio en la manzana que hoy ocupan las calles Mitre y Av. Pellegrini y quedaba muy lejos del centro y prácticamente no había autos.
de incalculables extensiones de tierra en la despoblada zona lindera con el ferro- Según las crónicas de aquel entonces, el paraje era tan descam-
carril —entre ellas, en las que hoy se erige la Subsede Cruce Alberdi—. Fue pado que de noche se guardaban los arcos por temor a que fue-
fundador y primer presidente de Gimnasia y Esgrima —apasionado por ran usados como leña, y se volvían a rearmar cuando se necesi-
ese deporte— y en 1880 fue designado Presidente del Banco Provincial de taban para disputar el partido de la semana siguiente.
Santa Fe.
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1902 - 1918 - La cancha del Cruce
Agrega Jorge Brisaboa en su notable libro «De Rosario de en otras entidades puede decirse que estaban ligados fuertemen-
Central», que «en ese campo brillaron las figuras de la época te al instituto de la divisa azul y oro. Por eso aquellos clásicos
de oro de Rosario Central: Zenón Díaz, los hermanos Hayes, partidos entre los obreros ferroviarios alcanzaron popularidad
Danny Green, Vázquez, Serapio Acosta, Rota, Perrazo. Debu- y fama. No eran todos futbolistas centralistas, mas, podían con-
taron los hermanos Blanco y los Flynn. Y muchos más. Con la siderarse, tal era la amistad y el entusiasmo por el popular juego.
euforia que el equipo despertaba se construyó una tribuna de Con emoción se recuerdan los encuentros entre los equipos
veinticinco metros, con tablones pintados de verde y con el car- denominados Locomotoras vs. Coches y Vagones. No habrá
tel en la escalera de acceso: ‘Para socios solamente» (7). nada más que hacer desfilar por la memoria a los players que
integraban aquellos conjuntos para apreciar la importancia, riva-
lidad y valor deportivo de aquellas jornadas inolvidables. Por
Locomotoras solían jugar Serapio Acosta; Zenón Díaz e I. R.
Rota; P. Molina, J. Díaz y E. Fagginani; C, Grieshaber, A. Blanco,
M. Argüelles, C. Guidi y Ramírez.
La tribuna «para socios solamente».
Los días de «partidos promocionados como importantes,

colocábase alrededor del tejido de alambre, por la parte interior,
una ancha faja confeccionada con bolsas de arpilleras para impe-
dir presenciar los partidos sin abonar entrada, precaución poco
efectiva para los más audaces que, encaramados sobre los techos El viejo equipo Locomotoras de comienzos del siglo XX, con la Copa Carlos H.
de vagones de carga, casi permanentemente estacionados sobre Pearson. Parados, de izquierda a derecha, el segundo es Zenón Díaz y el cuarto
las vías férreas existentes casi tocando el sector norte del campo Ignacio Rota. En la fila del medio, el segundo es Juan Díaz.
de juego, burlaban impedimentos visuales» (8).
Cabe preguntarse qué tipo de partidos se disputaban por Y no menos poderoso era el plantel de Coches y Vagones:
aquellos remotos tiempos: amistosos. «Hubo entre los players Colombo; Morgoux y Paldal; Jamil, E. Blanco y J. Perazzo;
una familiaridad nunca desmentida. Jugadores que militaban Barbieri, Sánchez o Antuña, H. Hayes o Laiolo, E. Hayes y
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Pimentel. Cracks de Rosario Central y Tiro Federal se confun-

dían, pues, en partidos que tenían el alto significado de un acer-
camiento que con el correr de los años ha quedado grabado con
caracteres indelebles» (9).
1903 será un año fundamental para el Club, no sólo porque
«pasan a Rosario los talleres de Campana y del San Martín
FFCC, que unían a Rosario con Buenos Aires; al juntarse con
el Central Argentino (luego Mitre), que unían Rosario con
Córdoba» (10), sino porque fue en ese año que una histórica
Asamblea, que tuvo a Miguel Green como protagonista funda-
mental, castellaniza el nombre del club, modifica sus antiguos
colores por los luminosos azul y amarillo y se da un paso funda- 1919 - 1925
mental hacia la creación del club moderno declarándolo abier- La Parada Castellanos
to a todo el pueblo, sean o no ferroviarios, lo que permitió un
crecimiento insospechado de simpatizantes y socios a lo largo
de toda la ciudad. otra vez la mitología, esa «narración maravillosa (…)
Y protagonizada por personajes de carácter divino o
Los restantes clubes de la ciudad recién se fueron fundando heroico» que «con frecuencia interpreta (…) gran-
durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, des acontecimientos de la humanidad». ¿Qué otra cosa
por lo que no se puede hablar de torneos y campeonatos hasta podría ser la mudanza de una cancha en apenas 48 horas, sino
la creación de la Liga Rosarina de Fútbol, que la Revista del una narración maravillosa protagonizada por personajes de
Cincuentenario cuenta de la siguiente manera: «El club Rosario carácter heroico..?
Central, un activo propulsor del fútbol desde fines del siglo pasa-
do, no podía estar ausente en el acto de fundación de una enti- Porque, como aclara Brisaboa, «la convivencia entre los diri-
dad que diera vida oficial al juego de la redonda. Y así, con la gentes del club y las autoridades de la empresa no era de la mejor.
colaboración decidida de los dirigentes del floreciente institu- Y éstos siempre priorizaban los negocios al espíritu deportivo».
to auriazul, surgió la Liga Rosarina de Fútbol, el 30 de marzo de Y agrega, como preámbulo a lo que luego vendría, «…las rela-
1905. Es memorable aquella reunión en donde se echaron las ciones de los ingleses con la comunidad rosarina y con Central
bases para la fundación de la Liga, llevada a cabo en el hotel continuaban mal. Ya era presidente Federico Flynn —había asu-
Britania, que a la sazón estaba situado en la calle Urquiza a la mido en 1918—, y notaba las diferencias. Periódicamente el
altura del 1200. Fue primer tesorero de la Liga Rosarina de Ferrocarril insistía en recuperar los predios que cedía, en parte
Fútbol don Miguel Green, representante del Club A. Rosario por cuestiones comerciales y en parte —según decían los cen-
Central» (11). tralistas— porque sus autoridades no habían asimilado nunca
que el club se acriollara y permitiera que ingresaran socios que
no fueran empleados de la Empresa» (12).
En la rigurosa Historia de Rosario Central de Andrés Bossio,
bajo el título «A TRABAJAR SE HA DICHO…» se da cuen-
30 31
ta de esta nueva epopeya: «En 1917, propietarios de una fran-

ja de terreno que ocupaba el ferrocarril reclamaron la misma de
inmediato. Era, justamente, parte también de la cancha que
usaba Central para sus partidos oficiales. La Liga Rosarina, ante
esta situación, intimó a Central para poner en condiciones su
campo de juego —que había quedado ‘mutilado’ al entregarse
el sector de terreno reclamado a sus propietarios—. Dos días
después debían jugar contra Argentino (hoy Gimnasia) y si no
arreglaban su campo debían jugar el bravo encuentro en el
Parque. Cuando todos estaban desconsolados, pensando qué
hacer, alguien resuelto exclamó: ‘¡Vamos, a trabajar se ha dicho,
que solo faltan 48 horas para el partido!’ Allí comenzó una febril
tarea. Jugadores, dirigentes y simpatizantes se unieron. Unos 1925 - 1926
traían tierra, otros alisaban el terreno, mientras algunos se ocu- El Club Bolsa de Comercio. La independencia
paban de correr los arcos. Agotados y exhaustos, al momento
de comenzar el partido con Gimnasia —que terminó uno a
uno— la nueva cancha estaba en condiciones y sus ‘hacedores’ urante estos dos años Rosario Central juega de local
satisfechos…» (13). El gol de Central en aquel partido fue con- D en la cancha que le alquila al Club Bolsa de Comercio,
vertido por Zenón Díaz, de penal. en la manzana ubicada entre las calles Ovidio Lagos,
Zeballos, 9 de julio y Callao.
La nueva cancha estaba en la Parada Castellanos, también
cerca del Central Argentino, «…al comienzo de la calle Iriondo, Pero para aquellos pioneros no parecía ser eso lo más impor-
contra la calle Facundo Zuviría, hoy Central Argentino, lindan- tante en aquel momento, sino la independencia: «Largo tiem-
do con los viejos terrenos de esa empresa que, frente al comien- po estuvo Rosario Central bajo tutela. La empresa del ferroca-
zo de la calle Humberto 1º, siguen teniendo acceso por el Portón rril ejercía influencia directa sobre la institución. Sus altos emple-
nº 1» (14). Hoy Central Argentino es la Avenida Intendente ados eran sus dirigentes. Sus asociados no podían ser otros que
Luis Lamas y esos terrenos forman parte del parque Scalabrini obreros y empleados del F. C. Central Argentino» (16).
Ortiz.
Por eso, «el 1º de agosto de 1925 hay una Asamblea General
En 1923 Federico J. Flynn convence a Mister M. F. Ryan, alto en el Club. La presidencia informa que en la última reunión lle-
funcionario del Ferrocarril, de que éste done toda la madera que vada a cabo entre altos jefes del F.C. se habló de fundar otro Club
la empresa no utilizaba y «con la contratación de algunos peo- a base de Rosario Central, oficializado por la Empresa, pero tal
nes especializados y cientos de socios y simpatizantes centralis- vez sin cambiarle el nombre y, además, que se sabía que para
tas que prestaron su desinteresada colaboración, se construyó antes de fin de año la Empresa pediría a todos los clubes que
una tribuna con cien metros de gradas de unos diez escalones, ocupaban terrenos suyos, incluso el nuestro, que se los desocu-
de cada lado de la cancha, con lo que se dio comodidad a unos paran. Pide la palabra el Sr. Poy y manifiesta que Rosario Central
quince mil espectadores» (15). El costo de la obra fue de $ es uno de los clubes más viejos de la ciudad, pero no ha progre-
15.000 de aquel entonces. sado más a causa de verse siempre ligado a la Empresa, y que
debe optarse por conseguir un terreno propio, liberándose defi-
32 33
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1925 - 1926 - El Club Bolsa de Comercio. La independencia
nitivamente de aquella tutela, máxime teniendo en cuenta que declarando hacerlo extensivo a los socios no empleados de la
hace más de cinco años que se trata de oficializar nuestro Club Empresa también, pero sin voz ni voto en las Asambleas.
por parte de la Empresa. El Sr. I. R. Rota dice que cree compren-
der por lo expuesto por la Presidencia que el Club tiende a des- La Asamblea decide contestar correctamente la nota recibi-
aparecer y que, teniendo en cuenta que gran parte de los socios da, donde se agradece la invitación, pero que este Club no tiene
más viejos se hallan presentes, mejor sería no seguir tratando el interés en asociarse colectivamente y que podrán hacerlo los
asunto, pues considera que si se oficializara el Club, los socios socios que así lo deseen, ya que los reglamentos de nuestro Club
estarían subyugados a los jefes y capataces de la Empresa y de no lo prohíben…
tal manera quedarían oprimidas las ideas de los socios, que el
Club antes de fusionarse con la Empresa debería disolverse, El Sr. Sparpa pide un aplauso para Rosario Central, ¡pues
como lo hizo Alumni cuando creyó terminada su misión (aplau- entiende que desde ese instante el Club queda libre para siem-
sos), se entraría a formar parte de otro Club con nuestro capi- pre de extrañas tutelas!… La Asamblea de pie aplaude unáni-
tal y premios y que así quedarían en el olvido todos los triunfos memente.
conquistados. Que vería con agrado que la C.D. tratara de lla-
mar a la mayor cantidad posible de socios para tratar en otra La Asamblea, por moción de la Presidencia, nombra una
Asamblea la cuestión. Comisión de Finanzas para que de inmediato se aboque a la
tarea de conseguir un terreno apropiado y así poder seguir ade-
La Presidencia manifiesta que, por no haberse recibido noti- lante con los destinos de la institución. Dicha Comisión queda
ficación directa de la Empresa, sería prudente esperar un poco formada con los Sres. A. Ré, A. Rossi, J. Casagrande, D. Brangieri,
para tomar medidas concretas, pero que cree sumamente impor- V. Fuggini, F. J. Flynn y M. Morales, con la Presidencia del Sr.
tante que de inmediato se tomen medidas para conseguir un Flynn. Se nombra una Comisión para la reforma de Estatutos,
terreno para campo deportivo del Club, que de ninguna mane- la que cuenta con los Sres. J. Silva, V. B. Pisso, A. Pergolis y la
ra se debe pensar en disolver la institución; que teniendo el terre- Presidencia.
no, según sean las propuestas de la Empresa, se estaría en con-
diciones de aceptarlas o rechazarlas. Habla otra vez el Sr. Rota Se corre la voz entre la masa asociada de lo que acontece y en
y dice: que aquella es una de las mejores iniciativas que se pue- todo Rosario hay una verdadera convulsión. De inmediato se
den tomar en previsión, y que la C.D. podría hacer suya la mani- produce un hecho que es maravilloso para la historia de la enti-
festación del Sr. Presidente, que se busque un terreno, etcétera. dad, infinidad de personas vienen a asociarse al Club, adhirién-
dose así a la hora de libertad definitiva que disfruta Rosario
De inmediato se colocan avisos en los diarios solicitando Central!» (17).
terreno para el Club. Se hace otra reunión el día 3, y allí el Sr.
Flynn informa que ha vuelto a ser invitado a otra reunión de jefes Pongámosle cifras a esta afirmación: «En el año 1918 los
y que, aunque no se nombró a Rosario Central, cree él que se socios apenas si llegaban a 182 y el capital oscilaba en los seis
creará otro club, que ha de tener sede en el pueblo de Pérez y mil pesos. En 1926 los asociados sumaron la cantidad de 1.700
contará con todo el apoyo de la Empresa, pero ha de ser abso- con un capital de 47.000 pesos. Tres años más tarde se triplica-
lutamente un club ferroviario. El 10 de octubre hay otra ba el número de socios y el capital ascendió a 73.000 pesos.
Asamblea y la Presidencia informa haber recibido con fecha 7 Apenas lograda la autonomía, el club fue organizado en su carác-
de setiembre pp. una nota del nuevo club, llamado ‘Deportivo ter de sociedad civil y el gobierno de la provincia le acordó la
Central Argentino’, invitando a todos los socios para asociarse, personería jurídica (18).
34 35
El 28 noviembre 1925 sucede un nuevo acontecimiento de

importancia histórica: ante la imposibilidad económica de com-
prar el terreno adecuado —que había sido el mandato de la
Asamblea—, y por iniciativa del socio Rossi, quien además rea-
lizó las gestiones, la Municipalidad le cede al Club Atlético
Rosario Central por 20 años los terrenos de B. Avellaneda, Calle
31 (Cordiviola), Av. Central (hoy Génova) y el río Paraná,
donde se comienza a construir la cancha. Las gestiones de Rossi
contaron con el apoyo del Ministro de Hacienda de la provin-
cia, Dr. Félix Roca, el intendente de la ciudad, Dr. Manuel
Pignetto y una larga lista de concejales, entre los que debemos
mencionar a Casas Duchenois, Bollero, Garavano, Nirich, Stoisa,
Morcillo, Caramutti y Cepeda. Domingo 14 de noviembre de 1926
Primer partido en Arroyito
Las mitologías también admiten casualidades.

omo quedó dicho, durante 1925 y 1926, y ante la falta
C de un terreno propio, Rosario Central disputaba los
partidos de local en la cancha que alquilaba al Club
Bolsa de Comercio. Pero cuando le tocó jugar con
Newell’s por la Copa Vila de Primera División de 1926, que orga-
nizaba la Liga Rosarina de Fútbol, la cancha de calle Ov. Lagos
no se podía utilizar. Entonces, las autoridades del Club decidie-
ron jugar el partido en la cancha que con el tiempo sería nues-
tro orgullo y que en aquel entonces no estaba terminada aún: el
Gigante de Arroyito, que ya tenía el alambrado perimetral y los
arcos. Poco más. Ni vestuarios había…
De esa manera, el 14 de noviembre de 1926, Rosario Central
vence nuevamente a Newell’s, esta vez por 4 a 2, en lo que no
sería un partido más: era el primero en nuestra nueva cancha.
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia Domingo 14 de noviembre de 1926 - Primer partido en Arroyito
cia». «Una de las obras más importantes es el Jardín de Niños,

que por entonces es el primero entre sus similares en la provin-
cia. Su inauguración significó todo un suceso; concurrieron cien-
tos de familias y más de 2.000 niños. Dichas instalaciones eran
para los hijos de asociados y también para todos los niños del
barrio» (20).
Diario La Capital del 14 de noviembre de 1926.
El diario La Capital del 14 de noviembre titulaba «ROSA-

RIO CENTRAL, SOSTENDRÁ, EN SU NUEVO FIELD, UN Las primeras instalaciones del Jardín de niños, inaugurada en el Estadio el 14 de
MATCH CON NEWELL’S OLD BOYS» y comentaba que noviembre de 1926.
«con el match a celebrarse hoy, la representación nombrada en
primer término, dará por inaugurada su cancha situada en El 15 de noviembre, lunes, La Capital titula «EN SU
Sorrento, en el ángulo que forman las calles avenida Central MATCH CON NEWELL’S OLD BOYS, ROSARIO CEN-
(hoy Génova) y 31 (hoy Cordiviola). Se trata de un amplio TRAL ALCANZÓ UN MERECIDO TRIUNFO». Dice la cró-
campo de deportes, al que se le ha dotado de toda clase de como- nica que «fue tanta la cantidad de público que las autoridades
didades para la concurrencia de público, que sin mayores moles- de la entidad local, se vieron en la necesidad de suspender la
tias podrá presenciar el encuentro que se celebre en el mismo» venta de entradas, quedando incluso gente sin poder entrar al
(19). También informaba que ese día reaparecería Octavio Díaz, field» (21), habiéndose recaudado la suma de $ 2.515. Rosario
después de su exitosa participación con la Selección Nacional Central formó ese histórico día con Octavio Díaz; Florencio
en el Campeonato Sudamericano de Chile. Ese día también se Sarasibar y De Cicco; Félix Sarasibar, Fioroni y Fajardo; Macías,
inauguraba, a las 9 de la mañana, el Jardín de Niños en el Campo Ongaro, Bertey, Coirini e Indaco. El árbitro fue Angel Gamez.
de Deportes ubicado en Av. Central y Bulevar Avellaneda, com- «A las 17 horas inició el juego Bertey, haciendo un pase a Coirini
puesto por «diversos aparatos de entretenimientos para la infan- que fue despojado por Vila». A los 10 minutos Central perdía
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia Domingo 14 de noviembre de 1926 - Primer partido en Arroyito
2 a 0, pero a los 15’ descontó de penal Sarasibar —quien fue, a

la postre, el autor del primer gol canalla en su nueva cancha—,
empató Castagno en contra a los 24’ y a los 25’ Bertey anotó el
3 a 2. El mismo Bertey, a los 6’ del segundo tiempo, puso el 4 a
2 definitivo. La Capital de ese día publicó, en un gesto que lo
caracteriza, la foto del segundo gol de Newell’s…
El partido, entonces, se jugó. Pero, ¿en qué andaban las
obras?, ¿cómo estaba la cancha?
«La memoria del año siguiente —1926— indicaría que
todas las obras fueron ejecutadas por administración,
habiéndose logrado con ello importantes economías que
—dice— si no fueron apreciables en todos los casos repre-
sentaron un aporte al caudal social. Es que —agregamos
nosotros— cada peso en aquellos años tenía un valor fun-
damental. De allí que entre esas pequeñas economías y la
ayuda personal de socios y simpatizantes, el estadio fue
teniendo poco a poco su campo de juego sembrado y sus
tribunas se fueron levantando lenta pero inexorablemen-
te, lo mismo que las instalaciones sanitarias y demás»
(22).
Un plan financiero cuidadosamente elaborado en 1926 y la
colocación de un empréstito interno, permitió que en 1927 se
encarara en firme la construcción de la obra, que es encargada
a la empresa «de los señores Ferrarese Hnos y Cia., de esta plaza
comercial, cuya seriedad y profesionalidad avalaban la erección
de edificios tales como el Palacio Fuentes, el Banco de la Nación
Argentina, sucursal Arroyito, compañías de seguros y demás. El
contrato fue firmado por un monto total de $ 46.955» (23). Ello
después de que, el 1º de diciembre de 1927, el Intendente Isaías
Coronado firmara el decreto nº 277 que otorgaba a Central los
terrenos del Barrio de Arroyito por un plazo de 20 años.
Es dable recordar que el presidente canalla, entre 1923 y
1931, era nada más y nada menos que don Federico J. Flynn,
quien ejercía la segunda —y extraordinaria— presidencia de las En el primer partido jugado en Arroyito, que ganó Central 4 a 2, La Capital mues-
cuatro que le concedió la historia. tra uno de los goles de Newell’s…
40 41
1928 - 1929
Las obras
n 1928, el presidente Flynn contrata al constructor y

E socio canalla Román Rodríguez para que construya las
tribunas populares. El mismo Rodríguez financió la
obra, debido a que los intereses que le pedían a Central
en el banco para el préstamo eran muy elevados. Esa generosa
actitud de Rodríguez le significó al Club el ahorro de $ 1.975.
La Memoria de ese año informa detalladamente sobre el tema:
«TRIBUNAS POPULARES. Con respecto a este importante
asunto, la Comisión Directiva queriendo dar cumplimiento al
deseo expresado por las autoridades anteriores, se avocó de lleno
a su estudio, y reuniendo antecedentes y precios confeccionó
un extenso memorial que, leído, fue puesto a consideración de
la H. Asamblea Gral. Extraordinaria de fecha 13 de noviembre
1928. Como recordarán los Señores asociados se aprobó en la
misma el proyecto presentado, facultando a la C.D. la adjudica-
ción de la obra al Constructor o Empresa Constructora que ofre-
ciera precios y condiciones más ventajosas, a la vez que las nece-
sarias garantías. En reunión extraordinaria de Comisión, fueron
discutidas las propuestas, resolviéndose por unanimidad adju-
dicarse la obra al Socio Sr. Román Rodríguez, quien a su vez y
para mejor ayudar al Club decidió dejar sin efecto la operación
Bancaria y conceder él las mismas facilidades de pago que hubie-
ra dado el Banco. Al aceptar esta nueva propuesta, la C.D. ha
43
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1928 - 1929 - Las obras
tenido muy en cuenta el beneficio que reportaría a la Institución detrás de los arcos, y el lateral bajo, sobre el río Paraná. Esas gra-
por la diferencia de intereses que se calcula más o menos en derías macizas eran un privilegio casi único en Sudamérica, ya
pesos 1.975.— m/n. a nuestro favor y que por otra parte revela que solamente Independiente tenía un estadio de esas caracte-
en alta forma el espíritu de ayuda hacia el Club que anima al Sr. rísticas» (25).
Rodríguez, obligándonos a dejar expresa constancia de nuestra
Así se veía la Tribuna Oficial en la época de la inauguración de la cancha.

gratitud, y quedando conceptuado por tan noble gesto como
un socio ejemplar» (24). La obra total costó $ 164.788,50. Es interesante atender el tono en que narra el hecho la Revista
Las nuevas tribunas de cemento (con capacidad para 35.000 del Cincuentenario: «El estadio de Arroyito que supliera a la
personas) «son las mismas que hoy ocupan las tribunas bajas vieja cancha de los ‘talleres’, tenía su tribuna oficial, que enhies-
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1928 - 1929 - Las obras
ta se levantaba, como índice del progreso de Rosario Central.

Frente a ella, las populares parecían más pequeñas que nunca y
su capacidad era fácilmente colmada apenas se jugaba un cote-
jo más o menos interesante. Es que al team representativo auria-
zul lo seguían millares de aficionados, que a medida que la enti-
dad crecía en prestigio se sumaban en forma intensa, para llegar
a reclamar mayores comodidades. Fue entonces cuando se creyó
conveniente la construcción de las tribunas populares de cemen-
to que hoy bordean el hermoso campo de juego. Crecieron ellas
de la misma manera que creció Rosario Central: sobre bases fir-
mes, y cuando quedaron terminadas, parecían como si quisieran
demostrar a los que las vieran, que se sentían orgullosos de ser-
vir para evidenciar la importancia poderosa de su club. Sus espa-
ciosos escalones, fuertes como la tradición del club, de haber teni-
do el don de la palabra, habrían, con seguridad, manifestado su
inmensa alegría de poder albergar a la bulliciosa concurrencia
que hasta ella llegaría para asistir a los futuros espectáculos» (26).
Vista aérea de la cancha en la década del ‘30.
Ingreso a la primer cancha de Rosario Central Vista del frente de mampostería donada por los Sres. Fernández y Sust.
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia 1928 - 1929 - Las obras
Fantástica imagen de nuestra primera cancha.
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27 de octubre de 1929
La inauguración oficial
a nueva cancha con sus flamantes tribunas se inaugu-

L ró oficialmente el 27 de octubre de 1929, en un recor-
dado partido contra Peñarol de Montevideo, antiguo
club amigo de Central, adversario de muchos partidos
históricos contra el auriazul. Tanto es así, tanta era la amistad
entre ambas instituciones, que la inauguración de la nueva can-
cha fue postergada hasta que Peñarol pudiera venir a Rosario:
en las memorias del Club de 1928 se informa que «no obstan-
te haber sido habilitada desde hace tiempo, aún no fue inaugu-
rada en carácter oficial, quedando esto posiblemente hasta tanto
Peñarol, cuadro elegido con preferencia, pueda cumplir el com-
promiso contraído con nosotros, que ha de ser en el año en
curso» (27).
Esta demora en la inauguración de la cancha permitió al Club
poder inaugurar todas las tribunas, es decir, la oficial que ya esta-
ba construida, y las populares que se construyeron en 1928.
También pudieron inaugurarse las mejoras interiores, como «la
instalación del servicio de agua caliente para baños, habilitada
en el mes de Julio, tanto en las dependencias destinadas a los
jugadores locales como en las de los visitantes, poniendo a
cubierto con ello la salud de los jugadores en épocas poco pro-
picias para baños con agua fría» (28). y «el salón para el Buffet,
sala para el Botiquín, habitaciones para el mayordomo, bolete-
50 51
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 27 de octubre de 1929 - La inauguración oficial
rías, vestíbulo, ampliación de los servicios sanitarios y de la vere-

da en un total de 165 metros, y cuyo costo asciende a $ 13.783,30
m/n» (29).
Las tribunas, todas de cemento, permitían el ingreso al esta-
dio de 36.000 personas, 6.000 en la Oficial y 30.000 en las popu-
lares. La cancha de Central y la de Independiente eran, por aquel
entonces, las dos únicas en toda Sudamérica que podían mos-
trar esa prosperidad…
Rosario Central formó aquel día con Octavio Díaz; De Cicco
y González; Podestá, Juárez y Romano; Vázquez, Rivaz,
Tamalet, Indaco y Luna. El encuentro terminó 2 a 2 y los tan-
tos canallas fueron convertidos por Tamalet y Vázquez. Las
entradas costaban 50 centavos, uno y dos pesos.
Ese día, entonces, Central estaba de fiesta, y por eso los fes-
tejos comenzaron temprano y terminaron bien tarde, de acuer-
do al detalle que consignamos:
PROGRAMA DE ACTIVIDADES PARA ESE DÍA

9:00 horas: Venta de medallas conmemorativas del acto inaugural
9:30 horas: Excursión por la ciudad
11:30 horas: Vermouth en el Hotel Italia
12:30 horas: Partidos preliminares entre Atlético Arsenal de Guerra de San
Lorenzo vs. Segunda división A de Rosario Central.
13:45 horas: Sporting Club de Corral de Bustos vs. Segunda división B de
Rosario Central.
14:45 horas: Inauguración del Estadio.
15: 00 horas: Desfile de ex dirigentes, ex jugadores y jugadores actuales
del Club.
15:15 horas: Entrega al presidente del Club, señor Federico J. Flynn, de un
obsequio que un grupo de socios le hace por su actuación dentro del Club
después de 10 años.
15:20 horas: Entrega en el field, a la delegación de Peñarol, de una pla-
queta como acto recordatorio de la inauguración.
15:30 horas: El Sr. Cónsul del Uruguay, Dr. Manuel Núñez Regueiro, dará Entradas para la inauguración oficial.
el kick off y seguidamente se iniciará el partido entre Rosario Central y
Peñarol. pro festejos, jugadores del Club y periodistas.
17:45 horas: Lunch en el Estadio con la presencia de la delegación de Peña- 21:00 horas: Banquete en el Hotel Italia en honor a los delegados y juga-
rol, Sporting Club, Arsenal de Guerra, Comisión Directiva, Sub Comisión dores de Peñarol.
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1934 - 1945
Siguen las obras
l 28 de enero de 1934 Federico J. Flynn retoma la pre-

E sidencia de Rosario Central por un nuevo período, esta
vez el tercero. Se produce un serio entredicho por
aquellos días entre las autoridades municipales y las de
Rosario Central. Aquellas reclaman una franja del terreno que
ocupaba en concesión el club auriazul. (Recordemos que la can-
cha se levantaba sobre terrenos cedidos en 1927 por la Muni-
cipalidad por espacio de 20 años.) Incluso inspectores comu-
nales llegan a derribar el alambrado que circundaba el predio.
Central recurre a la Justicia, que ordena a la Municipalidad no
innovar. Después de numerosas y fatigosas tratativas, el coman-
do auriazul se compromete a realizar una serie de obras mien-
tras permanece usufructuando la tenencia precaria de que goza-
ba.
También por aquella época se coloca la primera iluminación
al estadio. La inversión fue de $ 22.000 (amortizables en 5 años)
que incluía la instalación de un equipo sonoro para publicidad
comercial y divulgación de información deportiva. Gracias a
aquel notable avance tecnológico, el 4 de enero de 1936 se jugó
en Arroyito el primer partido nocturno, en el cual Central derro-
tó a Nacional de Montevideo por 2 a 1, inaugurando el primer
Diario La Capital del 27 de octubre de 1929. torneo nocturno del país, del que tomaron parte Boca, River,
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Racing, Independiente, San Lorenzo, Central, Newell’s y

Peñarol y Nacional de Uruguay, y en el cual Central terminó ter-
cero.
El 31 de diciembre de 1939 se coloca la piedra fundamental
de la nueva tribuna oficial de la cancha, y en 1940 se adquiere la
sede de calle Mitre en $ 70.000, cerrando un período fecundo
en obras, en crecimiento patrimonial del Club y en una notable
cantidad de socios nuevos que ya habían colocado a la institu-
ción entre las más importantes del país y, lejos, la más grande
del interior.
1946 - 1949
Los terrenos propios
ara los centralistas, la cuestión del terreno propio era

«P una idea fija, una obsesión que se transmitía de gene-
ración en generación. Desde el mismo nacimiento del
club este tema había acentuado las diferencias con los
ingleses del ferrocarril y el punto final había sido la liberación
de la tutela de la empresa, allá por 1925» (30).
Es por ello que el 25 de junio de 1946 Central compra, en
subasta pública, unos terrenos del Central Argentino ubicados
en la manzana que circundan las calles Av. Pellegrini, Vera
Mujica, Iriondo y Pje. Boero para construir su futuro Estadio
Monumental. El 2 de septiembre del mismo año se firma la escri-
tura respectiva.
«Eran 38.665,16 metros cuadrados por los que Don
Adrián Giannini —dirigente y miembro de la
Subcomisión de fútbol— peleó con funcionarios del
Ferrocarril Central Argentino —propietario del predio—
hasta lograr las ventajas de financiación y precio que tor-
naron posible la adquisición. La Comisión Directiva —
que presidía don Roberto Monserrat— resolvió en su reu-
nión del 25 de junio de 1946 aprobar y apoyar todo lo
actuado por Giannini. Y convocó a la familia centralista a
56 57
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1946 - 1949 - Los terrenos propios
avalar aquella operación, que fue finalmente corrobora- ‘Les decíamos que el club necesitaba los terrenos para un
da y consolidada definitivamente el 2 de septiembre cuan- gran estadio, que patatín, que patatán. Los vasquitos sabí-
do se firmaron las pertinentes escrituras» (31). an de fútbol y de Central tanto como si les hablaran en
groenlandés, así que prestaban atención muy gentilmen-
Es imperdible el relato de la subasta hecho por la sabia pluma te pero querían seguirla en las ofertas. Giannini y nosotros
de Jorge Brisaboa, porque demuestra la catadura de la que esta- los queríamos convencer de que no terciaran en el asun-
ban hechos aquellos mitológicos canallas de la época, dispues- to’, contaba O’Shea reviviendo el ‘apriete’.
tos a todo para lograr el sueño de la casa propia:
—¿No hay quién de más?— apuraba el martillero.
«Aquella compra se había concretado en un remate, pre-
cisamente del ferrocarril Central Argentino (¡cuando no!), Los vascos seguían rodeados, estaban dispuestos a subir
producto de la visión del presidente Roberto Monserrat la propuesta pero desorientados por lo que O’Shea defi-
y de la picardía —y algo más— de un grupo de hinchas nió como ‘amigable charla’.
‘canallas’ liderados por el ‘Gringo’ Adrián Giannini, quien
además había sido el buscador de ese espacio verde. —Una… dos… yyyy… tres… adjudicado al Club
El escenario de la adquisición fue uno de los salones de la Atlético Rosario Central— bajó el martillo Sánchez
Bolsa de Comercio. Entre quienes acompañaban a Granel.
Giannini estaba Alfredo O’Shea, el hincha—periodista :
‘La cosa es que la tarde del remate un grupo numeroso de La operación se cerró en 252.000 pesos, de los cuales
centralistas, por supuesto, bien aleccionados, hacíamos Central entregó al contado 50.000 y el resto en cinco cuo-
vigilia en armas esperando la hora decisiva… Los que está- tas iguales y anuales.
bamos nos conocíamos todos salvo tres personas fácil-
mente identificables por sus boinas que evidentemente ‘La Capital’, en su edición del 26 de junio de 1946, con-
iban a participar de la puja, ¿y estos vascos?, nadie los cono- signó que ‘los socios del club que se encontraban presen-
cía’, rememoraba años después O’Shea. tes se manifestaron dispuestos a iniciar un movimiento
con el propósito de colaborar con las autoridades de la
—Hablemos con ellos— reaccionó con rapidez el entidad, a fin de facilitar el cumplimiento de la deuda con-
‘Gringo’ Giannini. traída’.
En ese mismo instante el rematador Virgilio Sánchez Giannini y sus amigos habían hecho el ‘trabajo sucio’ para
Granel abrió el juego de ofertas: que el costo no se fuera tan arriba y el club pudiera com-
prar los terrenos. Ahora saldrían a buscar la plata» (32).
—La base es 250 mil pesos.
—251 mil—gritó uno de los vascos. Por aquel entonces «…el Gobierno de la Nación comenzó
—252 mil—contragolpeó el presidente centralista a dar prioridad a las obras destinadas a difundir la práctica del
Roberto Monserrat, junto a quien estaban otros directi- deporte. Racing estaba construyendo en Avellaneda un monu-
vos y el gerente interino Alberto Errico. mental estadio (que inauguraría en 1950) y otras instituciones
menores recibían créditos a largo plazo para construir o mejo-
El grupo de la hinchada, mientras, ya rodeaba a los vascos. rar sus instalaciones. Los directivos de Central enteraron al sena-
58 59
dor nacional Alejandro B. Giavarini de las ambiciones que envol-

vía a aquella gestión, que bien pronto dio sus frutos; no bien
acreditadas la solvencia y trayectoria de la institución así como
los fines para los que sería destinado el préstamo solicitado, el
Gobierno Nacional dictó el decreto nº 1634 del 23 de enero de
1947, que en su parte resolutiva dice textualmente: ‘Artículo 1º.
Acuérdase al Club Atlético Rosario Central, de Rosario, un prés-
tamo de hasta un millón quinientos mil pesos ($ 1.500.000 m.n.)
moneda nacional, que podrá hacerse efectivo una vez reunidos
los antecedentes e informes y llenados los requisitos exigidos
por las disposiciones para la realización de tales beneficios, con
destino a la financiación de obras en su campo de deporte sito
en Rosario para la exhibición y práctica de la cultura física. Fdo.: 26 de junio de 1951
Juan Domingo Perón (Presidente) Ramón A. Cereijo (Ministro La permuta de los terrenos
de Hacienda).
Los antecedentes, informes y requisitos mencionados por esumamos la situación a esa fecha: después de vagar
dicho decreto llevaron un largo año de gestiones y trámites hasta R por distintos predios durante años, y con la idea de «la
que el 6 de abril de 1948 —cubiertos todos los recaudos lega- casa propia» entre ceja y ceja, los dirigentes canallas
les exigidos por el Gobierno— se dictó un minucioso, extenso habían conseguido comprar, en 1946, un terreno de
y esclarecedor decreto en el que se estipulan todas y cada una casi 40.000 metros cuadrados cercado por las calles Av.
de las exigencias oficiales, el destino de los fondos adelantados, Pellegrini, Vera Mujica, Iriondo y Pje. Boero, con la idea de cons-
la forma de proceder a su devolución, las garantías y todos los truir allí el futuro Estadio Monumental del Club. Lograron, ade-
demás extremos normales en estos tipos de créditos que, no obs- más, que el gobierno peronista de la época le otorgara a Rosario
tante la frecuencia con que eran otorgados, no constituían fon- Central un préstamo de un millón y medio de pesos moneda
dos facilitados alegremente. Todo un proceso engorroso de lar- nacional destinados a tal fin. Mientras tanto, y desde 1925,
gos trámites y barreras burocráticas debían ser superadas hasta Central continuaba construyendo la cancha en los terrenos que
poder disponer de los mismos. Junto a todos los términos de la la Municipalidad le había cedido por 20 años en Av. Génova y
relación que regía aquella vinculación entre el Club y el Cordiviola, donde ya jugaba oficialmente desde 1929.
Gobierno de la Nación vale la pena transcribir el artículo 11 de
aquel Decreto nº 9797 del 6 de abril de 1948 que, junto a Perón Sin embargo, y como acertadamente comenta Bossio, «cos-
y a Cereijo, suscribía el ministro de Obras Públicas, Juan taba mucho construir sobre la nada. Y había que gastar mucha
Pistarini: ‘El Club Atlético Rosario Central se obligará a acor- plata para desmantelar el terreno de Arroyito. Además —esta
dar las franquicias que oportunamente requiera el Gobierno de fue la razón de mayor peso— el corazón de Rosario Central esta-
la Nación y el de la Provincia de Santa Fe para los alumnos de la ba y latía en Arroyito, mucho más que a unas pocas cuadras del
enseñanza primaria y media para la práctica de los deportes y Parque Independencia. Un precursor centralista —don Adrián
concurrencia a los espectáculos deportivos por él organizados» Giannini— el mismo que había conseguido el terreno de ave-
(33). nida Pellegrini, se ocupó de hacer viable la permuta de ese pre-
dio por el de propiedad municipal donde estaba el estadio auria-
60 61
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 26 de junio de 1951 - La permuta de los terrenos
zul. Hubo que vencer muchas dificultades, felizmente supera- Ahora, los concejales de la ciudad se disponían a aceptar
das por la buena disposición de otras autoridades más sensibles una propuesta de los dirigentes de Central: el trueque
al sentir popular y por la aceptación de las garantías hipoteca- directo de los 39.704,94 metros cuadrados junto al río,
rias que el Ministerio de Hacienda de la Nación admitió aten- donde la cancha crecía con tribunas, vestuarios, y demás
diendo al cambio de los inmuebles» (34). instalaciones, por un terreno de 39.860,16 metros cuadra-
dos ubicado en Pellegrini e Iriondo, que el club había
Tengamos en cuenta que Rosario Central no reclamaba terre- adquirido en 1946 para levantar el ‘Estadio Monumental’.
nos más valiosos que los que ofrecía a cambio, ni mucho menos:
en aquella época la zona que hoy ocupa el Gigante era una zona Eran tiempos de política y deporte. El peronismo se acer-
de quintas, muy poco habitada y alejada del centro, donde sólo caba al fútbol. Y no pasó mucho para que los contactos se
se llegaba con el tranvía Cuatro. O sea que, a casi el mismo tama- aceitaran. En 1948 el presidente Juan Perón y su ministro
ño, tenía mayor valor el terreno que el Club ofrecía que el que Ramón Cereijo firmaron un decreto acordando un prés-
pretendía a cambio, donde ya estaba asentado. tamo de 1.500.000 pesos a Rosario Central para financiar
la construcción de su campo de deportes. Pero el grueso
En este, como en otros muchos temas del presente trabajo del dinero no llegaba y el proyectado ‘Estadio Monumen-
—que no pretende la originalidad sino que busca la informa- tal’ estaba cada vez más lejos.
ción y la divulgación— es imposible no reproducir textualmen-
te el capítulo que le dedicara al mismo el periodista Brisaboa, Por eso, con Federico Flynn nuevamente en la presiden-
bajo el subtítulo «EL CAMINO HACIA EL ESTADIO PRO- cia, tomó impulso la posibilidad del cambio. El terreno de
PIO»: Pellegrini, que ya era de Central, por el de Arroyito que
estaba cedido precariamente desde 1927.
«Sr. Presidente (Diez Mori): —En consideración.
Sr. concejal Gladis: —Pido la palabra. La sesión del 26 de junio de 1951 seguía su curso en el
Sr. Presidente: —Tiene la palabra. Concejo Deliberante:
Sr. Gladis: —Sé que al sancionar el Honorable Concejo Sr. Gladis: —…La comisión de Gobierno, Interpretación
este despacho —que desde ahora descuento ha de ser y Acuerdos al producir su despacho no ha fijado precio ni
aprobado por unanimidad—, será criticado por un redu- conveniencia en este asunto, por cuanto siguiendo la polí-
cido sector de la ciudad, que lo hace por costumbre. Sé tica del general Perón —que es quien nos inspira en estos
también que los dirigentes del Club Atlético Rosario actos— llegamos a la conclusión de que debemos prestar
Central se verán en la misma situación que los componen- toda clase de ayuda a las instituciones deportivas…
tes de este Cuerpo (…).
Y como fundamento del despacho, el concejal peronista
La sesión del Concejo Deliberante del 26 de junio de 1951 Gladis citó una y otra vez a Perón, recordó sus discursos,
comenzaba a tratar sobre tablas la permuta de terrenos habló de una ‘nueva época’ en la vida política argentina y
propiedad de Rosario Central por el predio municipal que definió a Rosario Central:
ocupaba la institución desde 1927 en Arroyito, para enton-
ces ya denominado barrio Doctor Lisandro de la Torre, —Es una gloria del deporte rosarino porque dio el primer
en homenaje al tribuno desaparecido. jugador criollo para integrar el seleccionado argentino: el
62 63
ex jugador Zenón Díaz, de tan destacada actuación y ejem- Socio D’Agostino.— Pido un voto de aplauso para la
plo del deportista caballeresco. comisión directiva por los trámites que ha realizado y que
están a punto de finiquitarse y por la buena predisposi-
Sr. Hasán: —Pido la palabra. Para destacar sólo la nece- ción y sano fin que ha existido en la tramitación de este
sidad urgente de que el Honorable Concejo se pronuncie asunto, que va a coronar lo que Rosario Central necesi-
acerca de este despacho, con el objeto de que una vez apro- ta…
bado ocupe esos terrenos (los de Pellegrini e Iriondo) la
Empresa de Transporte de Rosario, lo que resolverá un (Aplausos generales)
problema de mucha importancia…
Socio Borro: —No se puede negar que en una forma agra-
Sr. Ricardo Mainetti: —Señor Presidente: los demócra- dable, de acuerdo con los principios del amor que le tene-
tas progresistas vamos a votar favorablemente esta per- mos a nuestra institución, esta noche va a ser memorable
muta sin que ello signifique un precedente. Y lo haremos e histórica para Rosario Central… Vamos a llegar en
porque la Comuna no renuncia ni enajena bienes propios, forma definitiva a ser una de las primeras instituciones de
sino que los permuta por otros de igual valor (…). Por la ciudad, ya que va a tener su gran estadio propio…
otra parte, estamos en presencia de una entidad tradicio-
nal de indiscutible arraigo popular que lleva brindando a (Aplausos generales)
los rosarinos más de una satisfacción en el campo de la
acción deportiva. Su estadio monumental habla del espí- …Deseo que se aclare si además del trámite oficial, que
ritu progresista y de la iniciativa de sus hombres. Nada celosamente y con tanta perfección ha cumplido la comi-
más. sión directiva, que obliga al agradecimiento de los asocia-
dos, ha intervenido algún otro socio, como he tenido refe-
Sr. Presidente (Diez Mori): —Se va a votar nominalmen- rencia… Sé que se trata de Adrián Giannini, viejo socio
te, en general (votan por la afirmativa 16 concejales, inclui- que siempre le ha dado todo lo que pudo al club, sin espe-
do el presidente). rar ni recibir nada jamás…
Sr. Presidente (Diez Mori): — Afirmativa de 16 votos. (Aplausos generales)
El diario de sesiones convalida los dichos. Por unanimi- …Es necesario que se sepa que ha sido este amigo quien
dad el Concejo autoriza el trueque. trajo al seno de la comisión directiva la noticia sobre la
Eso sí, en la parte resolutiva se aclara que del terreno com- posibilidad de hacer esta permuta…
prendido entre Génova, el río Paraná, el límite con el Club
Regatas Rosario y Cordiviola, se quitarán 1.040 metros (Grandes aplausos y felicitación de la asamblea para el
de la Subprefectura Marítima. socio Giannini. Se lee la carta de un alto funcionario de la
La historia del predio propio no terminó ese día de junio en Empresa de Transportes donde se pone de manifiesto que
el Concejo Deliberante. El 7 de agosto de 1951 Central con- ha sido el señor Giannini quien iniciara los primeros pasos,
vocó a una asamblea general extraordinaria, uno de los actos que luego desarrolló hasta muy feliz término en aras del
más trascendentes de la vida de la institución, tal cual se des- engrandecimiento de Rosario Central)
prende del acta 51:
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El ‘Gringo’ Giannini, el buscador del terreno, el líder del

grupo de hinchas que ‘persuadió’ a los vascos en el rema-
te, el que ‘siempre dio sin esperar ni recibir nada jamás’
—como dijo el doctor Borro—, habló. Agradeció.
Recordó los años de lucha. Y se emocionó.
Socio Borro: —¡Que se vote…!
La asamblea se pone de pie, por unanimidad y por acla-
mación, aprueba la permuta.
Central transita ya el camino hacia el estadio propio. Por
obra y gracia de personajes como el ‘Gringo’ Giannini, de
algunos dirigentes que supieron ver un horizonte lejano
—Monserrat, Flynn— y de los vínculos con la política
peronista.
La cancha de Arroyito es de Central» (35).
La historia se completa con la siguiente anécdota que cuen-
ta don Silvio Jou, dirigente del Club durante décadas: «Junto a
Flynn conseguimos permutar nuestro terreno de Av. Pellergini
e Iriondo por el predio que ocupábamos en Génova y Cordi-
viola. Fue muy difícil la gestión ya que había una condición espe-
cialísima: Cordiviola había donado los terrenos para una plaza
pública y, por lo tanto, no se podía escriturar. Junto al gerente
Errico tuvimos un arduo trabajo desde 1951 hasta 1954. Re-
corrimos el país para localizar a los herederos del donante, quie-
nes finalmente dieron el consentimiento» (36).
Finalmente, como broche de oro a este titánico —mitológi- Momento en que el Sr. Federico J. Flynn suscribe la escritura de permuta de los
co— trabajo, el nuevamente presidente Federico J. Flynn escri- terrenos que poseía el Club por el actual, donde se asiente el Gigante.
tura los terrenos, en presencia del histórico Escribano General
de Gobierno del peronismo, el Dr. Jorge E. Garrido, el 26 de
enero de 1955.
66 67
1955
Central no deja de crecer
espués de muchos años de lucha, Rosario Central tenía

D su estadio propio, edificado sobre terrenos que tam-
bién le pertenecían, con sus imponentes tribunas de
cemento e iluminación acorde a la época. Pero el afán
progresista de aquellos dirigentes no se detendría: siempre se
podía hacer más:
«LAS OBRAS EN EL ESTADIO
No podemos ocultar el íntimo regocijo que experimenta-
mos al señalar a la consideración de los estimados conso-
cios la cristalización de un deseo unánime; tal es las obras
que se están efectuando en nuestro estadio del barrio Dr.
Lisandro de la Torre, que permitirá una mayor capacidad
en lo atinente a tribunas y plateas, como así también la
construcción del balneario aprovechando el río Paraná
que, sin lugar a dudas, brindará a los señores asociados
interesante motivo para disfrutar momentos de sano
esparcimiento.
69
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1955 - Central no deja de crecer
Nuestra playa hacia 1957, cuando todavía no era el Caribe Canaya. Baños del Balneario hacia 1957.
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1955 - Central no deja de crecer
Por el Club A. Rosario Central, los Sres. FEDERICO J.

FLYNN y Arq. ATILIO TODESCHINI; por la Sociedad
de Arquitectos de Rosario, el Arq. Sr. ROBERTO
MOLLER; y por los Concursantes, el Arq. Sr. MIGUEL
A. MENDOZA CASACUBERTA.
El Jurado resolvió por unanimidad declarar desierto el
Primer Premio y acordar el Segundo Premio al antepro-
yecto presentado con el lema ‘AVENIDA GENOVA’, de
los Arquitectos Sres. HOPE y PUJALS, a quienes, luego
del respectivo asesoramiento de la Sub Comisión de
Obras, resolvió la Comisión Directiva otorgarles la direc-
ción de las obras. Posteriormente, se procedió al llamado
a licitación, acto al que se presentaron dos firmas, optán-
dose por la Empresa Constructora ‘R. Verna Useglio
S.R.L.’, quien tendrá a su cargo la ejecución de las obras
que seguidamente se detallan:
Tribuna oficial, codo sudoeste, con plateas altas cubier-
tas y bajas, con un total de 2.081 asientos; Balneario y
Vestuarios: El importe total de estas obras asciende a pesos
2.994.813,16 m/n., permitiendo una capacidad de 10.000
espectadores más en relación con la que disponemos.
Con lo expresado se cumple la primera parte del plan tra-
zado de acuerdo al proyecto elevado por los Sres.
Estas obras, que es el principio de un plan debidamente Arquitectos Hope y Pujals, y formulamos votos para que
estudiado, han tenido feliz éxito con la muy eficaz colabo- el mismo se complete en su totalidad y en el menor tiem-
ración de los miembros integrantes de la Sub. Comisión po posible.
de Obras Auxiliares en el Estadio. No podemos cerrar este capítulo sin mencionar el gesto
del Arquitecto Sr. ATILIO TODESCHINI, al renunciar
Previo a todo, se llamó a Concurso de Anteproyectos del a los honorarios que le correspondían por su función en
Gran Estadio y Campo de Deportes bajo el patrocinio de el carácter de Jurado del Concurso de Anteproyectos»
la Sociedad de Arquitectos de Rosario, entidad ésta que (37).
designó al Arquitecto HILARION FERNÁNDEZ LAR-
GUIA Asesor del referido Concurso. Cuatro fueron los
interesados en el mismo y el Jurado quedó integrado de
la manera siguiente:
72 73
1957 - 1974
Se viene el Gigante…
urante este período se producen otros dos hechos que

D demuestran la clara vocación de crecimiento del club
en el terreno patrimonial: el 5 de abril de 1967 se inau-
gura la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria, que
actualmente lleva el nombre de su gestor, Adolfo Pablo Boerio
y se construyen, después de la compra de los terrenos, las plate-
as altas que dan sobre la calle Cordiviola, que reemplazan a la
vieja tribunal oficial de 1927. La obra se realiza en tres etapas,
en los años 1957 (el codo de Cordiviola y Av. Génova, pagado
con el dinero de la venta de Oscar Massei —goleador del año
anterior— al Inter de Italia), 1963 (el codo de Cordiviola y el
Club Regatas) y 1968, año en que queda finalmente terminada.
Un partido de 1966 sería especial. Veamos por qué: «Motivo
de gran orgullo fue para los dirigentes centralistas la instalación
del nuevo sistema de iluminación en el viejo estadio de Arroyito,
inaugurado con bombos y platillos el 21 de enero de 1966.
Por diversas circunstancias, fue aquella una jornada inolvi-
dable. Veamos: la iluminación era fantástica, como nunca se
Proyecto de tribuna oficial: codo sudoeste y un total de 2.801 plateas, de las cua- había visto en una cancha argentina. Jugó esa noche el Rapid de
les 318 serán cubiertas. Hacia 1955 ya estaban en construcción. Viena, un equipo de gran prestigio y trayectoria en el fútbol euro-
peo, lo que constituía una gran novedad para los rosarinos.
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El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1957 - 1974 - Se viene el Gigante…
Ese día debutaba en Central un director técnico con los per- la ciudad de Rosario. Como ya dijimos, el primero fue en la can-
gaminos más importantes que se podía presentar: el de haber cha de Central, el segundo en el estadio municipal del Parque
conducido a la victoria a los jugadores de Independiente, en épi- Independencia, y los nueve posteriores volvieron a jugarse en
cos partidos por la Copa Libertadores de América. Arroyito. O sea que de esos 11 partidos, 10 se jugaron en nues-
tra casa, incluidos, por supuesto, los tres que disputó por el
De todo aquello quedó muy poco para la historia centralis- Mundial de 1978.
ta, porque la iluminación quedó superada con la construcción
del Gigante; el triunfo ante el Rapid por 3 a 1 solo es estadística
y Manuel Giúdice —el técnico triunfante de aquellas horas—
fue un técnico sin trabajo poco tiempo después.
Pero algo quedó de aquella noche. Algo grande, muy gran-
de. Sin lustrosos pergaminos, silencioso y parco, había llegado
desde Montevideo Jorge José González. Que jugó esa noche,
por primera vez, con la casaca de Central. Esa noche y quinien-
tas veces más, González lució la auriazul sobre su pecho. Fue el
profesional que más veces la usó. Y con todas las luces de su
talento encendidas, como las de la vieja cancha de aquel 21 de
enero de 1966, cuando el ‘Negro’ González llegó y se quedó para
siempre» (38).
El 11 de febrero de ese mismo año se presenta en la cancha
de Arroyito el Santos de Pelé, el equipo más importante del
mundo en esa época. Ganan los brasileros 1 a 0, recaudándose
$ 6.561.157,60. Central formó con Spilinga; Manilo y J. J.
González; Ainza (Aranda), Sesana y Bautista; Pignani (Poy),
Bulla (Manfredi), Borgogno, Palma y Bielli.
El 17 de agosto de 1968 se inaugura la primera tribuna doble
con visera sobre la calle Cordiviola, y el 27 de noviembre del
mismo año, a las 20,30 horas, se produce otro hecho que será
histórico: por primera vez la Selección Argentina se presenta en
la ciudad de Rosario y, como no podía ser de otra manera, la can-
cha elegida es la de Central. Esa noche, Argentina, con Edgardo
Norberto Andrada —el «Gato» Andrada— custodiando los
tres palos y el «Coco» José Aurelio Pascuttini en el banco de
suplentes, vence a la Selección de Chile por cuatro goles a cero.
Vale aquí hacer mención a otro dato que no es menor: la
Selección Nacional disputó, a partir de ese día, 11 partidos en Adolfo P. Boerio, dirige la obra de la segunda bandeja sobre Cordiviola
76 77
Vista aérea de nuestra cancha (siempre llena) a comienzos de los ‘60.
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia 1957 - 1974 - Se viene el Gigante…
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Aviso publicitario de las nuevas obras.
La primera parte de la platea alta sobre Cordiviola ya está terminada. …La segunda parte está en construcción.
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Fines de la década del ‘60. La platea alta sobre Cordiviola está terminada.
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El plantel Campeón de 1971 posando con el fondo de la nueva platea.
Maqueta del Gigante, donde se observan algunas leves diferencias con el resul-
tado final.
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Pero el espíritu progresista de las autoridades del Club no iba

a detenerse ahí: en la vieja revista Central de febrero de 1972
(ver imagen en página 92), el entonces presidente Víctor José
Vesco informa que «no lo diría con absoluta seguridad en cuan-
to a fecha, pero estamos estudiando la firma de contratos por
obras de tal magnitud que muy pocas entidades de nuestras
características, al menos en la AFA, están en condiciones de
intentar. Para demostrarle que todo ha superado ya el nivel de
intención, puedo afirmarle que los planos están terminados, y
concretados algunos importantes detalles de financiación con
una poderosa institución de nuestro medio, de inmediato echa-
remos manos a la obra. Se trata de unir las actuales tribunas en
la parte alta cerrando así el anillo norte y sur de Cordiviola. Se
construirán 20.000 plateas altas con una inversión estimada al
momento de 370 millones de pesos viejos (…) es obvio signi-
ficar que este tremendo esfuerzo marcha hacia la designación
de nuestra ciudad como sub sede del Mundial y, por reflejo,
nuestra cancha como escenario de los principales partidos»
(39).
Las obras comienzan en el mismo año (1972). Los arquitec-
tos Nelson Hope y Oscar Pujals, los mismos que se habían adju-
dicado las obras de 1951, a través de la empresa Noguerol &
Brebbia S.A., son los responsables de unir el resto de la tribuna
en la parte alta, cerrándose así el doble anillo de cemento. Para
financiar la obra, en 1973 salieron a circulación unas chequeras
del Banco Monserrat, con las cuales los socios y simpatizantes
aportaban dinero para las obras, habiéndose vendido para tal
fin la impresionante cifra de 5.000 abonos a plateas por 10 y 15
años. Todo este empuje puesto de manifiesto por los distintos
dirigentes que fueron pasando a lo largo de la historia, con la
colaboración siempre incondicional del pueblo canalla, no solo
hicieron de nuestro Club el más grande del interior del país, sino
que lograron que, cuando hubo que elegir cuál de las canchas
de los equipos de Rosario sería designada como sub sede del
Mundial de 1978 a jugarse en nuestro país, nosotros pudiéra-
mos mostrar un espléndido escenario propio terminado en un
85%, mientras que nuestros supuestos rivales apenas pudieron
proponer una cancha alquilada (aunque nunca pagaran el alqui-
92 93
El Gigante de Arroyito | La verdadera historia
ler) y en un estado deplorable, más propio de un club de prime-

ra C que de la primera división del fútbol argentino, en la que
estaba todo por hacer.
Pero esa es la historia que contaremos a continuación.
1974 - 1978
Sub sede Mundial ‘78
o el tema lo conozco bastante bien porque primero la

«Y AFA designó una comisión especial para elegir el esta-
dio de Rosario. En esa época el presidente de AFA era
un Donofrio (se refiere a Raúl D’Onofrio, N. del R.).
Yo integré esa comisión y el que tenía que hacer el dictamen era
un arquitecto (Juan) Alvarez de Buenos Aires. Alvarez me ponía
el mapa de Rosario sobre la mesa y me decía, acá esta la cancha
de Ñuls, acá vienen los de Casilda, Santa Fe, los de Buenos Aires
y San Lorenzo. Ustedes están en un rincón de la ciudad, es decir
que el acceso al estadio de Central es más difícil que el acceso al
estadio de Ñuls. Pero las condiciones del estadio en el momen-
to de la construcción mostraban que estaba en mejor posición
el de Central porque nosotros teníamos una tribuna en cons-
trucción que era la que da sobre el río Paraná y teníamos todo
el estudio de más fácil remodelación que el estadio de Ñuls. La
FIFA vino a Rosario, se hizo una reunión en la Municipalidad y
después los dirigentes de FIFA visitaron el estadio de Ñuls y el
de Central, y finalmente esa comisión apoyó al estadio de
Rosario Central. En esa comisión estaba el presidente de
Ferrocarril Oeste, Santiago Leyden, que dictaminó a favor de
En la misma revista Central de febrero de 1972 se deja constancia no sólo del per- Central» (40).
manente espíritu de crecimiento del Club, sino también de que el Gigante se iba
a hacer, con Mundial o sin Mundial. De esta manera, en apariencia sencilla, el entonces presiden-
94 95
El Gigante de Arroyito — La verdadera historia 1974 - 1978 - Subsede Mundial ‘78
te Víctor José Vesco, contaba en el programa televisivo «De decisión ya estaba tomada. Porque esa era una definición esen-
cerca», emitido por Canal 3 hace algunos años, lo que en reali- cialmente política y no otra cosa» (41).
dad se había transformado casi en una guerra entre los dos clu-
bes para que su cancha (en realidad, en el caso de Newell’s no A partir de este inicio oculto hasta el presente, se suceden
podemos hablar de «su» cancha) fuera designada como sub hechos un poco más conocidos: es cierto que, en un momento,
sede del Mundial que se disputaría en nuestro país cuatro años la designación como sub sede del Mundial 78 recayó sobre la
después. cancha municipal del Parque Independencia:
La historia, como siempre, fue bastante más compleja, según «Apareció por esos días (1974, N. del R.) una versión según
quien la cuente. Es más, habrá que recordar que las opciones no la cual el espejo de agua del río Paraná conspiraba contra la irra-
eran sólo dos —la cancha de Central o la municipal del diación de ondas de enlace que el satélite encargado de trans-
Parque— sino que el periodista Evaristo Monti, que por aquel mitir las imágenes televisadas de los partidos necesitaba, por lo
entonces tenía un poder casi ilimitado, encabezaba una movi- que no cabía alternativa respecto a la elección de la subsede: no
da que pretendía la construcción de un estadio único para la ciu- podía ser el estadio de Central; o sea, debía ser en el de Newell’s.
dad de Rosario. Tal ramplonería, sin ningún sustento técnico según explicaron
los que sabían del tema, llegó también a los omnipotentes fun-
En una entrevista mantenida con el Dr. Osvaldo Rodenas, cionarios del EAM 78 (que no necesariamente entendían sobre
hijo del entonces Secretario del Club, don Antonio Osvaldo ciertas especificaciones técnicas), que seguían acopiando datos,
Rodenas, éste ubica el comienzo de la historia un par de años informes, recortes periodísticos, investigaciones privadas, suge-
antes de lo que lo hace Vesco: «Según lo que yo sé, las gestio- rencias y consejos. Aquí debemos clarificar un poco la cuestión
nes comienzan en noviembre de 1972. En ese momento, mi para la mejor comprensión del lector. FIFA, por lo general, acep-
viejo viaja a Puerta de Hierro y ya se comenzaba a hablar sobre taba la sugerencia de la entidad dueña de casa para asignar las
el Mundial ‘78. Mi viejo le lleva a Perón la camiseta de Central, sub sedes por razones elementales, ya que ninguna inspección
una pelota y una foto firmada por todos los campeones de 1971. circunstancial, por minuciosa que fuere, podía reemplazar el
Esa habría sido la primera vez que se habla de la posibilidad de conocimiento acabado que los propios dirigentes del país sede
que la cancha de Rosario Central sea la sub sede del Mundial: tenían de cada ciudad, de cada estadio. Pero el Consejo Directivo
se habla con Perón. Hay que tener en cuenta la situación parti- de AFA estaba profundamente dividido en torno a la elección
cular que vivía el país en esos momentos: recién al año siguien- del estadio rosarino. Y hubo un momento durante 1974 que el
te vino todo el episodio de Lanusse que decía que a Perón no le platillo de la balanza pareció inclinarse hacia el Parque Indepen-
daba el cuero para volver y todas esas cosas. Mi viejo le habría dencia. (…) Los dirigentes de uno y otro club se movieron en
hecho el planteo a Perón de que si Argentina era designada sede busca de apoyatura política para sustentar sus respectivas ambi-
del Mundial ‘78, la cancha de Central debería ser una de las sub ciones. Central tenía muy buenos contactos y excelentes rela-
sedes. En esa reunión habrían participado también Lorenzo ciones en el gobierno peronista de la época; pero también los
Miguel y Eugenio Blanco. Cuando Perón muere, la charla se tenía Newell’s Old Boys. Y una noche, mientras los aficionados
vuelve a repetir con Isabel. Ella se acordaba de la charla en al fútbol se aprestaban a ver uno de los habituales partidos ofi-
Madrid y le asegura a mi viejo que la sub sede era para Central. ciales televisados —que se adelantaba en la noche del viernes—
Por eso, todo lo que viene a posteriori, viene con la seguridad recibió un profundo sacudón cuando el periodista que presen-
que él tenía de esa decisión ya tomada. Es cierto que en un taba la transmisión prometió para la finalización del primer tiem-
momento se designó al de Newell’s, pero mi viejo sabía que la po una noticia de extraordinaria importancia, especialmente
96 97
para el hincha ñulista: aseguró el colega —caracterizado por la de ser hijo del Secretario del club, era hincha fanático de
seriedad de sus datos informativos y la profundidad de su juicio Central. Entonces Vesco me dice:
crítico— que dicha noticia merecería un largo y explosivo fes-
tejo de los simpatizantes rojinegros. (…) Una hora después del — Decile a tu viejo que yo ya hablé con Botti (en ese
anticipo, el colega aseguró tener información fehaciente de que momento presidente de Ñuls) y se comprometió a espe-
el Consejo Directivo de la AFA ya tenía decidida la elección del rar una semana para dar a conocer la noticia oficialmen-
estadio de Newell’s para el Mundial. En ese mismo momento, te, pero la designación ya está.
mientras los rojinegros festejaban, Vesco, Rodenas, Scarabino
y los demás miembros de la directiva centralista llamaban por Cuando yo lo ubico a mi viejo, desesperado como hincha,
teléfono, concertaban citas, planeaban viajes a Capital Federal no como hijo, mi viejo me dice ‘quedate tranquilo que ya
y pedían audiencias con las más altas autoridades de la Nación. está todo arreglado. Vesco no sabe nada, pero la cancha
La noticia era exacta. La decisión —aparentemente— estaba del Mundial va a ser la nuestra’.
tomada. Sólo restaba darle forma y volcarla al papel, comuni-
carla. La celeridad con que se movieron los dirigentes centralis- Lo que había pasado es que se había llamado a una nueva
tas fue pareja con la exactitud de cada movimiento. Finalmente, elección y Santiago Leyden (presidente de Ferro) cam-
la firme postura del presidente de Ferro, Santiago Leyden — bia su voto y apoya a Central. Leyden era peronista, muy
que acompañó junto con River y las ligas del interior la candi- amigo de mi viejo y seguramente a él, como a cualquier
datura del estadio centralista— determinó que el interventor porteño, le daba lo mismo que el estadio designado fuera
en AFA, doctor David Bracuto, postergara la decisión que some- el de Central o el otro, pero por afinidad ideológica, ter-
tería finalmente a la impresión que los delegados de FIFA pudie- minó votando al nuestro. Por eso en un partido contra
ran tomar sobre el propio terreno. Muchos vieron en aquel Ferro, que se juega al poco tiempo (4 de mayo de 1975,
momento, en aquella postura de Bracuto, la que creyeron deci- documentado como el vigésimo abandono pechifresco
siva influencia del secretario afista, Paulino Niembro, ex dipu- en el fascículo de la OCAL ‘Ñuls, la hinchada que (casi)
tado nacional por el peronismo y figura relevante del sindicalis- nunca abandona’, N. del R.) se armó un quilombo feno-
mo de la provincia de Buenos Aires» (42). «Niembro, dirigen- menal, que tiraron plateas a la cancha y alguno que lo veía
te del peronismo histórico, era la pieza clave en el tablero del de afuera se preguntaba por qué tanto despelote entre
poder político—futbolero. Vesco y Rodenas lo sabían» (43). Newell’s y Ferro. Fue por eso, por el apoyo que Leyden le
había dado a Central el año anterior» (44).
Rodenas relata la misma historia desde su vivencia personal:
«Una noche del año 74 suena el teléfono en mi casa, en El hijo del entonces Secretario del Club pone en duda, empe-
calle Valparaíso 1280. Era Vesco. Me pregunta adonde ro, las afirmaciones de Bossio en cuanto a la que habría sido
estaba mi viejo. determinante participación de otras personas en la resolución
favorable que tuvo el conflicto: «La gente que estuvo más cerca
—Víctor, la verdad es que no tengo idea. de la negociación final fueron tres personas: mi viejo, Eugenio
—Necesito ubicarlo en forma urgente, me dice Vesco. Blanco (de la UOM de Villa Constitución) y Lorenzo Miguel.
—¿Por qué?, pregunto yo. Y Lorenzo no lo hacía por una decisión personal, sino por lo que
—Eligieron la cancha de Newell’s. le rompía las pelotas Eugenio… Todo lo que se dice de la
supuesta intervención fundamental en las discusiones de
Nooooooo!!!!!!!!!!!, me quería matar, porque yo, además Scarabino, Vesco y Vanrell no es cierto. No los juzgo a ningu-
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no, pero no es cierto que hayan intervenido en forma directa en de alta congestión. Cuando pasaron por la zona de los colegios
la designación de la cancha de Central como subsede del apostados por Oroño la alarma se incrementó. Autos en doble
Mundial de 1978. Por otra parte, además de que los dos eran fila y una multitud en las inmediaciones lograron que la comiti-
demasiado jóvenes como para tener tanta injerencia, Vanrell ni va demore más de 30 minutos en recorrer sólo 25 cuadras. Eso
siquiera era dirigente de Central (…) Y otro que tuvo que ver no es habitual, se esforzaron en argumentar los leprosos. De allí
(no en las decisiones, pero sí en el proyecto futuro) fue velozmente para Arroyito, los choferes tomaron Avenida Godoy,
Gualberto Venesia, porque él tenía un plan general para Rosario Pellegrini, Avellaneda y de allí derecho al Gigante. Menos de
y en especial para la Costanera» (45). diez minutos para recorrer casi 5 kilómetros» (47).
Como se puede ver, si bien la cuestión ya se venía conversan- En la cancha municipal del Parque, los dirigentes de FIFA
do desde antes y cada uno trataba de hacer valer sus influencias tuvieron que presenciar un «espectacular audiovisual presen-
como mejor podía, la fecha clave de todo este asunto parecía ser tado por Newell’s Old Boys. El documento fílmico fue un alar-
(porque en realidad no lo fue), el viernes 11 de octubre de 1974, de de buen gusto y excelente presentación. El ‘producto’ que se
ya que para ese día estaba prevista la visita a Rosario de una dele- intentaba vender estaba prolija y tentadoramente exhibido, exal-
gación de la FIFA que supuestamente decidiría sobre el tema. tado hasta niveles difícilmente igualables para cualquier com-
petidor. Fue, en suma, una demostración más de calidad de una
Puntualmente, a las 10 de la mañana de aquel día, el enton- agencia rosarina de publicidad que colmó de gozo a los dirigen-
ces presidente del organismo rector del fútbol mundial, el bra- tes ñulistas. Con ese audiovisual, los dirigentes de la FIFA no
silero Joao Havelange, bajaba del avión encabezando la delega- podían hacer otra cosa que señalar con su dedo definitorio el
ción técnica de la FIFA que inspeccionaría ambos estadios. La estadio parquense» (48).
primera reunión se produjo en la Municipalidad de Rosario,
donde agasajaron a los huéspedes el Intendente Rodolfo Ruggeri Una vez en el Gigante (llegaron a las 12,15, después de haber
y el gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Sylvestre visitado la cancha municipal del Parque), el presidente Vesco y
Begnis. «En la intendencia rosarina había una maqueta que las su Secretario, Antonio Osvaldo Rodenas, comenzaron con una
autoridades de Ñuls habían llevado para que las autoridades de serie de argumentaciones que iban de lo real a lo disparatado:
FIFA vean cómo iba a quedar el estadio y qué comodidades tení- «…el escribano Vesco, presidente de Central, anunció: ‘No
an sus adyacencias. En medio del ágape los platitos de sándwich, vamos a descansar para brindar mayores comodidades al perio-
los vasos de vino y gaseosa apoyados entre las tribunas de car- dismo’. Sabía por qué lo decía. En el Parque, los hombres de
tón de la maqueta, hicieron que a los pocos minutos poco que- FIFA habían objetado el lugar reservado a la prensa. Más ven-
dara del proyecto presentado» (46). taja para Central. Y para rematar la gran diferencia que había
entre Central y Newell’s, Antonio Rodenas, quien acompaña-
La exposición de ambos clubes en la Municipalidad no fue ba a Vesco en la conducción del club, le dijo al brasileño
muy larga porque los visitantes no tenían mucho tiempo y que- Havelange, de cara al río Paraná, que los simpatizantes de otros
rían ver las dos canchas in situ, por lo que se subieron a los autos países podrían venir por el río en barco y utilizarlos como hote-
y hacia allá fueron. «Los choferes que conducían los vehículos les ‘flotantes’, una idea que se le acababa de ocurrir. Con el
eran canallas y tenían órdenes precisas. Desde Santa Fe y Buenos mismo ingenio, Rodenas se había dado cuenta de que Hermann
Aires, ir por Santa Fe hasta Oroño y de Oroño derecho hasta el Neuberger había captado la corta distancia que separaba el arco
Parque. Eran horas del mediodía. El lento tránsito de los auto- de la tribuna en la cancha de Newell’s, que no había foso. Central
móviles dieron la impresión a los alemanes de estar en una zona tampoco cumplía las medidas, pero hizo escribir un informe en
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia 1974 - 1978 - Subsede Mundial ‘78
alemán donde explicaba que era imposible solucionar esto en lo impidió. Bracutto debió postergar la definición ante la
el Parque Independencia» (49). firme posición de varios delegados, entre ellos los de River,
Ferro y los clubes del interior. A todo esto, en los pasillos
«El presidente Vesco, ante la prensa nacional, remarcó de AFA, de la Casa de Gobierno, de sedes gremiales, las
entonces: ‘Quedó demostrado que en pocos minutos se operaciones de dos ‘canallas’, el sindicalista de la UOM
llega al centro de la ciudad’. Y con aire peronista adelan- Eugenio Blanco y el joven dirigente peronista Antonio
tó: ‘Para 1978, con el plan ferrourbanístico del gobierno Vanrell, eran cada vez más constantes. A favor de Central,
del pueblo, seremos el estadio mejor ubicado (…) ‘Me por supuesto» (52).
satisface que hayan admirado el espíritu progresista de
Rosario Central construyendo todo sobre terrenos pro- Las posturas existentes en la Asociación del Fútbol Argentino
pios, siguiendo la línea que nos marcaron nuestro funda- se encuentran perfectamente graficadas en el siguiente texto
dores’. Havelange, Neuberger, Franchi y Käser volvieron publicado en aquel momento por la desaparecida revista Goles,
a anoticiarse que, en cambio, Newell’s utiliza un terreno citado en el libro de Brisaboa: «Existían dos tendencias nota-
municipal» (50). bles: una, la del propio presidente de AFA, David Bracutto, que
allá lejos y hace mucho tiempo, se había comprometido con el
«Fue una visita de médico la de la FIFA. A la una de la contador Botti. La otra era obra del ‘bocho’ y la amistad, y, ¿por
tarde ya estaban volando hacia Córdoba. Haciendo gala qué no decirlo?, el convencimiento personal de Paulino
de esa diplomacia que lo hacía quedar bien con Dios y con Niembro acerca de que la cancha de Central era mejor y debía
el diablo, Havelange se despidió con un ‘Cualquiera puede ser sub sede. Pues bien, el martes de la semana anterior, a últi-
ganar la sede. Será una decisión de la AFA» (51). ma hora, se habló en el seno del Comité Ejecutivo de la visita
que iba a hacernos el titular de la FIFA para conocer Mar del
«Un día después, el Día de la Raza, se puso en marcha la Plata sub sede. Entonces Bracutto y Niembro, reflotaron, delan-
era Menotti. La selección argentina empató 1 a 1 con te de los demás integrantes del Comité, el caso de la cancha rosa-
España, y los dirigentes de la FIFA estuvieron en River. rina, porque a dos meses vista, volvía Havelange y no la habían
Carlos Allende, enviado de ‘La Capital’, escuchó de designado. Fueron a votación y Paulino, que tenía apalabrados
Havelange la posibilidad de que ‘los dos estadios sean los a varios, ganó la mano.
escenarios para la Copa del Mundo’ en Rosario ya que ‘esa
determinación será la más justa, los dos se lo merecen’. El barrio Arroyito será escenario de una de las sub sedes. Los
Pero, en recuadro a una columna, escribió: ‘…circuló en demás no objetaron pero a don David le quedó atragantado,
fuentes autorizadas la noticia de que en el día de ayer la porque se dice que recriminó a Paulino. Una vez decidido, se
AFA habría designado al estadio del Club Atlético Rosario juramentaron todos que de ninguno de ellos saldría la noticia.
Central…’ Y al preguntarle a Niembro sobre la versión, Y a fe que cumplieron. Nadie abrió la boca. Ningún periodista
este dijo: ‘Todavía no hay nada defininitivo’. Niembro supo nada. Y cuando a las 23.30 de la noche del pasado viernes
estimaba que debería ser Central, pero uno de sus mayo- nadie quedaba en la Casa del Fútbol, sale un Boletín Oficial con
res opositores era el presidente de la AFA: David Bracutto. la designación. Gran sorpresa, alguna sonrisa (canalla), alguna
Los días fueron pasando y la resolución no salía. Es que bronca (de los otros) y se terminó. A don Joao le presentaron
existía una gran paridad entre las posturas del Comité. En un problema resuelto y listo. Es que el secretario de la AFA,
una reunión se dio la posibilidad de que se volcara la balan- Paulino Niembro, está bien visto ‘arriba’ y lo que él dice…»
za a favor de Newell’s y una eléctrica reacción de Niembro (53).
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«Finalmente, el 17 diciembre 1974, llegó al despacho de dose como víctimas del gobierno derrocado y acusando a
Antonio Andrade, titular del consejo Municipal de Rosario Central como cómplice de ese gobierno peronista. Esta actitud
y entonces presidente del Comité Organizador Rosario poco digna no les dio resultado, por más que tuvieran algún diri-
Sub sede Mundial 78 el despacho telegráfico nº 11.470, gente amigo en la intervención militar que en la provincia des-
que decía textualmente: «Comunícole sus efectos deci- tituyó y desplazó al gobernador Carlos Silvestre Begnis» (56).
sión elegir estadio club Rosario Central para partidos
Copa Mundial 78 debiéndose entregar antes día 20 También es falso que la dictadura haya pagado el costo de la
corriente respuesta cuestionario remitido con nota fecha remodelación del estadio. Recordemos que ya veníamos con-
30 de octubre ppdo. Conjuntamente con informaciones tando todas las obras que había hecho el Club para tener una
sobre necesidades infraestructura hoteleras, viales y aero- cancha como la que tiene aún sin saber siquiera si la Argentina
puerto. Saludos, doctor David L. Bracuto, presidente. sería designada como sede del Mundial de 1978 y Rosario como
Paulino Niembro, secretario. Comité Organizador una de las sub sedes; y que las obras para unir el segundo anillo
Mundial 78’. La carrera estaba ganada. Hubo grandes fes- habían comenzado en 1972. Por eso, cuando el estadio es desig-
tejos y exaltaciones. La memoria centralista de aquel año nado sub sede en un acto de estricta justicia, Rosario Central ya
destaca, en su página 17, la ‘preponderante actuación tenía construido alrededor del 85 % del total de lo que se utili-
(que) en todo momento es dable reconocer en la perso- zaría a partir de junio de 1978. Esto lo dice claramente el libro
na del señor Antonio O. Rodenas» (54). de Editorial Atlántida: «…el Ente Autárquico Mundial 78
(EAM 78), comandado ahora por la dictadura militar que toma
Por todo lo relatado es absolutamente falso e injusto que algu- el poder por la fuerza el 24 de marzo y con el almirante Lacoste
nos simpatizantes de Newell’s sigan diciendo todavía: «A la can- a la cabeza, decidió que se haría cargo del estadio centralista y
cha se la hicieron los milicos». La realidad fue que la designa- que corría por su exclusiva cuenta final la remodelación: campo
ción de nuestro estadio como sub sede del Campeonato Mun- de juego, torres de iluminación, foso perimetral, vestuarios, sala
dial de Fútbol de 1978 la realizó un gobierno democrático como de prensa, etc, además de las tribunas altas que faltaban cons-
era el peronista que gobernaba nuestro país en 1974 y contó con truir en las cabeceras, y el tramo que faltaba terminar en la pla-
el aval de la FIFA. Es más, fueron los inquilinos del Parque tea alta. Esto representó el 15% del estadio. Claro, el 85% de la
Independencia quienes, a partir de la instauración de la dicta- estructura del Gigante de Arroyito la había hecho Rosario
dura en 1976 comenzaron a tender redes hacia ella para tratar Central, por su exclusiva cuenta, antes de 1975: más de 5.000
de torcer la decisión que ya estaba tomada. En este tema todos centralistas pagaron por medio de chequeras del Banco
coinciden, aunque no sean hechos históricos muy conocidos Monserrat las nuevas plateas que hasta hoy son testigo de la
por la mayoría: «Con todo, habría que pasar otra prueba de emoción de cada domingo» (57).
fuego. Al producirse al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976
se movieron algunos intereses para tentar una modificación que El entonces presidente Vesco informa en aquel momento —
era prácticamente imposible, desde que la decisión de FIFA ya en un reportaje publicado en el diario La Capital del 2 de junio
era irreversible. Pero hubo algún militar de muy alta graduación, de 1978—, que «de acuerdo con un convenio suscripto entre
vinculado por lazos familiares a dirigentes del fútbol argentino, el Ente Autárquico Mundial 78 y Rosario Central, una vez ter-
que esbozó un intento que abortó casi antes de nacer. Central minada la Copa del Mundo se realizará un inventario de los bien-
era el estadio para el Mundial» (55). «…aprovechando el golpe es, ya que el 20 de julio recibiremos provisionalmente el esta-
militar que derrocó al gobierno peronista, hubo quienes acudie- dio. Desde esa fecha al 31 de diciembre de este año (1978) se
ron sin pudor a los despachos del gobierno militar presentán- elaborará dicho inventario de los bienes que habrán de quedar
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en el estadio. Se va a constituir una obligación hipotecaria a favor ridades municipales, abandonar definitivamente dichas
del estado y Rosario Central va a pagar esa deuda en 20 años, sin tierras, liberándolas al uso público y cediendo al munici-
intereses ni indexación, semestralmente.» «¿Cuánto va a costar la pio todos los inmuebles construidos. Así se pactó, cum-
obra?», pregunta el periodista, a lo que Vesco responde secamen- pliendo con la concesión original, y se les concedió un
te «Veinte millones de dólares». Además, debemos tener en cuen- tiempo prudencial para que las entidades desalojadas
ta que por aquella época el club contaba con una masa de 45.000 pudieran trasladarse a otros terrenos. Nos referimos a la
socios que sustentaban cualquier proyecto que se encarara. Sociedad Rural, el Jockey Club, y los clubes Gimnasia y
Esgrima, Provincial y Newell’s Old Boys.
También vale la pena aquí hacer una aclaración que resulta
necesaria: hemos intentado contar la crónica de lo sucedido por El golpe de estado que en 1962 derrocó al gobierno de
aquellos días de la manera más honesta posible y de la forma Arturo Frondizi permitió que las sucesivas intervencio-
más detallada que pudimos. Pero, así como quisimos desmen- nes militares prorrogaran por más años estos permisos
tir aquella mentira de que «al Gigante lo hicieron los milicos», precarios, y es así que el 45 por ciento de la superficie del
tampoco debe quedar en nadie la equívoca idea de que Central Parque Independencia continúa ocupado por institucio-
tiene su gran estadio gracias a tres o cuatro dirigentes con bue- nes privadas.
nas relaciones en los círculos políticos donde se necesitaba tener-
las. No fue sólo eso. Por lo que demuestra la historia, por el Aquel mandato de la intendencia de Carballo, acatado por
esfuerzo de cientos de dirigentes y de miles de socios a lo largo los clubes e instituciones del parque, está todavía pendiente.
de más de 80 años, por la labor incansable de hombres y muje-
res canallas que sabían que se podía tener un estadio Gigante y Queda en claro, pues, que las autoridades de la FIFA y del
por el apoyo de la mayor parte de la ciudad donde creció, Rosario EAM 78 no tuvieron ninguna duda a la hora de elegir, y
Central iba a tener su Gigante con Mundial o sin Mundial. Bien en octubre de 1974, tras la visita a Rosario de Havelange
lo explica la OCAL: y Neuberger, todo debió quedar resuelto sin ninguna con-
notación política.
«Newell’s sólo tenía tribunas bajas de cemento en un late-
ral, el de la vieja visera, y detrás de un solo arco, el del Sin embargo, las influencias políticas y de todo tipo que se
Palomar. El resto era un lateral con tribunas de madera, y usaron en contra de la designación del estadio de Rosario
detrás del otro arco, que da al Hipódromo, no había tri- Central casi da sus frutos, pero los rápidos y ágiles reflejos
buna, sólo existían 8 o 10 escalones. En definitiva, había de Rodenas lograron desbaratar las maniobras que se urdie-
que hacer un estadio nuevo. ron desde arriba. Realmente hubiera sido un fraude.
A la hora de decidir, también se tuvo en cuenta la situa- Hoy, a la distancia, algunos pretenden ‘vendernos’ la his-
ción precaria en que se encontraban —y encuentran— toria al revés. Los que usaron todas las artimañas para evi-
los clubes y otras instituciones que ocupan tierras públi- tar que el estadio canalla fuera la subsede del Mundial
cas en el Parque Independencia. dicen que a Central le regalaron el estadio porque Rodenas
era peronista» (58).
En 1961, durante la intendencia de Luis Cándido
Carballo, los clubes y entidades que ocupan precariamen- Reiteramos: con Mundial o sin él, Central tendría igual su
te dichas tierras aceptaron, ante las exigencias de las auto- Gigante de Arroyito, porque el Gigante ya estaba en plena etapa
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de construcción cuando fue designado sub sede del Mundial:

todos coinciden que entre el 80 y el 85% del trabajo ya estaba
hecho cuando los militares de la dictadura tomaron a su cuen-
ta la finalización del trabajo, a lo que, por otra parte, Rosario Central
no podía oponerse, teniendo en cuenta que la Argentina era, en
ese entonces, un país tomado por un ejército de ocupación.
«En cambio, Newell’s en aquellos tiempos, recorrió un
camino inverso. No obstante tener su viejo estadio en
terrenos municipales, con la amenaza de desalojo pen-
diente de la época de Luis C. Carballo, en vez de buscar
soluciones para el futuro, como hizo el Club Provincial
con el complejo deportivo Barrio Cura, se desprendió de
los terrenos que tenía en Ovidio Lagos y Rueda. Luego
malvendió el valioso terreno que tenía en Paraguay al 800
(actual playa de estacionamiento), invirtió en Circunva-
lación y Jorge Newbery, pero luego lo vendió, lo mismo
que hizo con la sede social del Parque Independencia, y
sólo atinó a extender el alambrado tomando para sí más
superficie de dicho Parque» (59).
Mario Kempes y el «Colorado» Killer miran con asombro la maqueta del nuevo
estadio. Proyecto definitivo del Estadio Mundialista Gigante de Arroyito.
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Facsímil del despacho telegráfico en el que se confirma la designación del Gigante Estos son los Bonos del Banco Monserrat que se vendieron para solventar la cons-
de Arroyito como sub sede del Campeonato Mundial de Fútbol de 1978. trucción del 85% del Gigante.
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El anillo superior del Gigante se comienza a cerrar
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El presidennte Víctor J. Vesco y el Secretario Antonio O. Rodenas: verdaderos

artífices del «Gigante de Arroyito».
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1978
El Mundial en Arroyito
l Mundial se acercaba y las obras florecían una tras otra:

E el 13 de mayo de 1978 se inaugura el Paseo Ribereño
(hoy Avenida Centenario del Club Atlético Rosario
Central) que une el Boulevard Avellaneda con el
Parque Alem; el 22 le toca el turno al Hotel de la Ciudad
Deportiva de Granadero Baigorria que, sin que nadie pudiera
preverlo en aquel momento, albergaría a nuestra selección
durante los diez días que duraron las semifinales del Mundial.
Finalmente, el 23 de mayo de 1978, a las 17 horas, se inaugura
el Gigante de Arroyito con un partido amistoso entre dos selec-
cionados de la Asociación Rosarina de Fútbol, una de Juveniles
y otra de Mayores, quienes empataron 1 a 1. El diario La Capital
del día siguiente titularía «Rosario admiró su gran estadio».
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia 1978 - El Mundial en Arroyito
El cartel de bienvenida al Gigante —ubicado sobre la futura Avenida Centenario

del Club Atlético Rosario Central— y un sueño hecho realidad: el Mundial de fút-
bol se juega en casa…
de Santa Fe. Según los entendidos era la tierra ideal para un buen
campo de juego. Los vestuarios, las tribunas altas, las plateas, el
foso perimetral, las torres de iluminación, el tablero electrónico.
Diario La Capital del 24 de mayo de 1978. ‘¡El Gigante!’, dice Vesco. Y será el ‘Gigante de Arroyito» (61).
El 2 de junio de 1978, después de la emotiva ceremonia inau- En cuanto a la nueva iluminación, la encargada de llevarla
gural, se juega el primer partido oficial en el nuevo Gigante de adelante es la Empresa Tecsa S.A., a través de cuatro torres de
Arroyito: la Selección de Túnez vence 3 a 1 a la de México por hormigón armado con encofrado deslizante de 57 metros de
el Grupo 2 de la XI Copa del Mundo FIFA 1978. La Capital se altura. El estadio pasa a tener, además, estacionamiento para
asombra de que, durante el encuentro, hubieran caído 15 pelo- 215 automóviles.
tas al foso perimetral —que era toda una novedad en el país—,
aunque también recalca que «este nuevo estadio de Rosario Después de los partidos de primera ronda, sí, Argentina.
Central ha sido remodelado de una manera tal que desde la más Todos daban por descontado que la Selección Nacional ocupa-
alta tribuna el espectador pueda apreciar panorámicamente todo ría el primer lugar de su grupo y con ello se quedaría en Buenos
lo que acontece en el terreno de juego» (60). Aires para disputar la segunda fase de la competencia. Pero los
tanos no pensaban igual y dieron el gran golpe en el Monumental
«El primer impacto, el verde césped, como decía Angelito de River derrotando a la Argentina por 1 a 0, mandándola a jugar
Labruna. La tierra la trajeron de María Teresa, un pueblo del sur a Rosario. Al Gigante…
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Mario Kempes contra Polonia en el Gigante
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La Selección arribó a Rosario en la noche del 11 de junio, y

el plantel completo con el cuerpo técnico se dirigieron hacia la
Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria, estrenando de ese
modo el nuevo hotel que había construido el Club para la oca-
sión.
El 14 de junio de 1978 la Selección Argentina comienza su
participación en esta segunda ronda del certamen derrotando
por 2 a 0 a Polonia. Marito Kempes (que hasta ese momento
venía con la pólvora mojada) convierte los dos goles («En esa
cancha no podía fallar», tituló El Gráfico) y hace de arquero evi-
tando el transitorio empate polaco con un manotazo que deri-
va en un penal que atajaría Fillol.
«Y otra cosa verdaderamente impactante fue la entrada a la
cancha de Central. Me temblaron las piernas, y no es una figu-
ra gramatical. Me pasó lo que nunca me había ocurrido en mi
vida futbolística. Y reviví el primer gol que hice allí, un partido
contra Boca que ganamos 3 a 1, el día del debut. Miré el arco y
hasta me vi empujando la pelota. Me acordé de cuando íbamos
en bicicleta a la cancha, de pibes, porque yendo por Juan José
Paso no es demasiado lejos de Fisherton. Mi viejo no me deja-
ba ir. No quería que fuera a la cancha si no me llevaba él, pero
me escapaba con alguna excusa y allá íbamos. Juntábamos unos
pesos entre todos y nos metíamos en la popular. La época de
Massei, de Rosa, de Mur… Y de pronto, yo estaba ahí adentro,
en medio de esa hoguera, con los gritos que te pegan en la nuca,
adentro de ese infierno que impacta más aún que la cancha de
Boca. Estaba ahí adentro donde podía culminar la posibilidad
de ser finalista de la Copa del Mundo, ahí mismo donde había
empezado en este trabajo… Estaba ahí adentro en ese estadio
espectacular, que me impresionaba como la vieja canchita. Y
estaba ahí adentro porque iba a empezar el primer partido de la do —con otros dos goles del «Matador»—, el ansiado pase a
segunda serie, probablemente el más importante de los tres» la final del Campeonato Mundial. Brisaboa cita una expresión
(62). conmovedora de aquel maestro del periodismo que fuera
Osvaldo Ardizzone, quien escribió para la desaparecida revista
El 18 de junio se produce el triste pero tenso empate en cero Goles: «¡Lo que era el estadio de Central! Ahí tiene, ve. De eso
con Brasil y, finalmente, el 21 de junio, la Selección Argentina no me podré olvidar nunca. Lo que era ese estadio…» (63).
derrota a Perú por 6 a 0 en un sospechado partido, consiguien- Finalmente, en el partido definitivo contra Holanda, Kempes
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Después del Mundial
espués del Mundial, lo que quedaba era volver a jugar

D en la nueva casa, a enorgullecernos cada vez que entra-
mos, a caminar entre sus tribunas extasiados por tanta
maravilla, a gritar cada gol con más fuerzas que antes,
sabiendo que estábamos en nuestra casa. Como dice Marcelo
Miñozzi en su extraordinaria Semblanza al Gigante: «Génova
y Cordiviola: la historia se hace con hombres y nombres, con
sinsabores y alegrías, con lágrimas y risas. Alguna vez nos pira-
mos de primera para volver y gritar con orgullo ¡Fuerza, Central!
Fijate. Mirá para atrás canalla ¿No parece un sueño todo? No…
No lo nombrés todavía… Miralo… Grandote y mudo por las
Mario Kempes contra Perú en el Gigante noches, con su boca inmensa campaneando el cielo rosarino.
Lo vimos crecer, ¿te das cuenta? Lo sentimos patalear en la panza
de la mama ciudad. De tanto en tanto, nos pirábamos para
vuelve a convertir un inolvidable doblete para poner el 3 a 1 final. Génova y Cordiviola para después echar pinta en el feca hacien-
Argentina es Campeón del Mundo de 1978, habiendo jugado do pata ancha como padre primerizo: ¡Cada vez está más gran-
3 de sus 7 partidos en el Gigante de Arroyito, donde terminó de, viejo, cada vez está más grande..! Fijate, Mirá para atrás cana-
invicta, y habiendo vivido durante una decena de días en el recién lla. Hay tanto recorrido. Son tantos años de este Central queri-
inaugurado Hotel de la Ciudad Deportiva de Granadero do. Tenemos tantos nombres, tantas copas, tanto quedarnos
Baigorria del Club Atlético Rosario Central, que además apor- afónicos en las tribunas al grito de ¡Central! ¡Central! ¡Central!
tó al equipo nacional el Mejor Jugador y el Goleador del torneo Tenemos, como todos los grandes, te lo dije, lágrimas y risas,
y todo el cuerpo técnico. Nada más y nada menos… estrellas de campeones, como cuando vestimos la ciudad ente-
ra a dos colores, azul y amarillo, en nuestra patria por sobre todo
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Después del Mundial
celeste y blanca. Fijate canalla, mirá para atrás. Sentite feliz, feliz primer tiempo, después de casi dos años —exactamente un año,
del pasado, de lo que hicieron junto a vos estos, que continua- ocho meses y veintidós días— de jugar en la cancha municipal
mos: un Gigante. Ya nació, ya tiene vida, ya podemos gritar a los del Parque Independencia. El arquero de San Lorenzo era
cuatro vientos en el feca: ¡Varón, hermano! ¡Varón y nació en Ricardo La Volpe y esa tarde se recaudaron $ 25.716.850.
Arroyito! ¡Es nuestro Gigante!».
A partir de aquel día, no solo una larga serie de éxitos depor-
El 27 de agosto de 1978, por la vigésima cuarta fecha del tivos jalonaría la vida del Gigante, sino que, además, y para que
Campeonato Metropolitano de aquel año, Rosario Central vuel- fuera completo, comenzaron a desfilar por su verde césped los
ve a su casa e inaugura oficialmente el Gigante de Arroyito músicos más importantes del orbe. Los primeros fueron aque-
ganándole a San Lorenzo de Almagro por 1 a 0. El equipo de esa llos cuatro ingleses integrantes del grupo Queen. Efectivamente,
tarde formó con Ferrero; González, Craiyacich (Bauza), Van el 6 de marzo de 1981, Freddy Mercury, Brian May, John
Tuyne y García; Aimar, Mancinelli y Zavagno; Bóveda, Pérez y Deacon y Roger Taylor subieron al escenario del Gigante de
Orte (Pintos). El gol —el primero de la nueva era— fue anota- Arroyito para delirio de 20.000 fanáticos que llenaron el césped,
do de cabeza por Oscar Feliciano Craiyacich a los 4 minutos del la popular de Regatas y gran parte de las plateas que se habían
puesto a la venta.
Diario La capital del 28 de agosto de 1978.
Dos años después, el 11 de junio de 1983, quien convocó casi
la misma cantidad de gente —con el escenario, esta vez, apun-
tando a las plateas del río—, fue el gran canalla Joan Manuel
Serrat, en su regreso al país después de haber estado prohibido
por la dictadura argentina. No fue la única vez que el «Nano»
se presentó en el Gigante, pero además de él desfilaron por el
Gigante monstruos de la canción como Sting (el 23 de marzo
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Después del Mundial
de 1994), Peter Gabriel (el lunes 4 de octubre de 1993), Charly tro. Allí, pegadito a la Ribera, pero pensando que también deba-
García, Fito Páez, Mercedes Sosa, El «Puma» Rodríguez, Julio jo de ese pasto crecido y flamante quedaron muchos gorriones
Iglesias, Seru Giran, Soledad, Mercedes Sosa, Charles Azanvour, bordando gambetas, miles de goles en tardes de gargantas afó-
Alejandro Sanz, Joaquín Sabina y una larga lista de etcéteras. nicas. Y el grito nacido en faroles, calles y cafetines ¡Central!
¡Central! ¡Claro! ¡Soy canalla! ¡Como un grito al viento! ¡Como
De todos modos, creemos que hasta aquí debe llegar nues- un grito guerrero!».
tra historia. El resto, el último cuarto de siglo, está demasiado
fresco en la memoria de todos como para contarlo. Por otra
parte, es necesario que el tiempo decante los hechos y los con-
vierta en historia. Ya se ocuparán las generaciones futuras de
contar las grandes fechas y las grandes hazañas vividas en el
Gigante en estas últimas décadas. Quizás, el 14 de noviembre
de 2026, cuando nuestra casa cumpla 100 años, tenga un anillo
más y sus ubicaciones sean todas plateas, alguien continúe esta
historia —esta mitología, llena de personajes heroicos protago-
nizando gestas maravillosas y grandes acontecimientos— y rela-
te, por ejemplo, lo que ocurrió el 23 de noviembre de 1997, el
día que nuestro rojinegro rival abandonó la cancha cuando per-
día por 4 a 0; o lo que sucedió el 8 de febrero de 1995, cuando
Mario Alberto Kempes les ganó el partido con un gol a los 41
años; o la hazaña del 19 de diciembre del mismo año cuando,
en un hecho inédito a nivel mundial, Rosario Central dio vuel-
ta una derrota por 4 a 0 de visitante para quedarse con la única
copa internacional de la ciudad de Rosario; o el partido del 29
de agosto de 2005, el del Pirulazo; o el 5 a 1 a Racing de Córdoba
para empezar a gritar campeón, o la los motivos por los cuales
el técnico y los jugadores de la Selección Nacional prefieren
jugar en el Gigante de Arroyito antes que en cualquier otra can-
cha del país, o…
Imposible. No se puede. La memoria canalla tiene tantos y
tantos momentos «jalonados de coraje, de hazañas sin par»,
como dice nuestro himno, que el futuro historiador va a nece-
sitar muchas más páginas que las que disponemos nosotros para
contarlas. Mientras tanto, disfrutemos de nuestro estadio, sin
dudas el más hermoso, el de mejor visión, el que tiene más his-
torias, el único mundial, el teatro para los músicos, el Gigante
de Arroyito. Y como dice Miñozzi, «Mirá para adelante, cana-
lla. Saboreemos juntos este triunfo de saber que es todo nues-
134 135
Apéndice
Capacidad del Gigante

ara el Mundial de 1978 la FIFA, autorizó la habilita-
«P ción de sólo 41.000 lugares para espectadores, porque
se exigen mayores comodidades que las habituales,
para evitar tribunas ‘abarrotadas’. Se incluían en esa
habilitación espacios amplios en el sector de plateas y palco ofi-
cial, y en el sector de plateas techadas de Cordiviola, se destina-
ron 700 lugares para periodistas con amplias butacas, mesas
tableros con luces y telefonía. Esos sectores, después del Mundial
78, sin las normas de la FIFA, la capacidad total del Gigante de
Arroyito, supera largamente los 45.000 espectadores.
Es bueno recordar que para la final de la Copa Libertadores
1988 entre Newell’s y Nacional, la Confederación Sudamericana
exigía un estadio con capacidad para 50.000 espectadores. Pues
bien, Newell’s calculó y certificó, con respaldo de la AFA y la
Municipalidad de Rosario, que el estadio de Rosario Central
tenía capacidad para 50.480 espectadores. Esta cifra está certi-
ficada en el anuario de la revista El gráfico de 1988». (64)
Oficialmente, el Gigante contó para el Mundial con lugar
para 25.000 personas en la populares, 16.500 en las plateas, 700
lugares para los periodistas (que posteriormente se convertirí-
an en 2.800 plateas ubicadas en el sector K) y 32 palcos con
137
El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Apéndice
comodidades para 10 personas cada una, lo que da un capaci- 2. 6 junio 1978 Polonia 1 - Túnez 0
dad aproximada de 45.000 ubicaciones, constituyéndose (aún 3. 10 junio 1978 Polonia 3 - México 1
hoy) en la cancha más grande de la ciudad, aunque está com- 4. 14 junio 1978 Argentina 2 - Polonia 0
probado que, por ejemplo, para la final de la Copa Conmebol 5. 18 junio 1978 Argentina 0 - Brasil 0
de 1995, los asistentes al estadio llegaron casi a los 50.000, con 6. 21 junio 1978 Argentina 6 - Perú 0
gente apiñada en los pasillos de las plateas y las populares en las
que no se podía ni respirar… (Quien quiera ahondar en el tema En la cancha municipal del Parque Independencia
y revisar, por ejemplo, El libro de oro del Mundial 1930 -1998,
de Clarín, comprobará que en los partidos contra Polonia y con- …
tra Perú se contabilizaron 40.000 personas, pero en el encuen-
tro con Brasil el Gigante estuvo colmado con 46.000 almas…).
De la final de la Conmebol
Partidos de la Selección Argentina en Rosario. «Un pedazo de tierra a orillas del río Paraná se movía como si
caminaran gigantes en las tribunas y más gigantes en el campo
En el «Gigante de Arroyito» de juego. Era escalofriante ver la cantidad de gente que había en
la cancha aquella noche. El templo estaba repleto y los orado-
1. 27 noviembre 1968 Argentina 4 - Chile 0 res eran miles y miles, arriba de todos aparecía un Dios conmo-
2. 9 julio 1971 Argentina 1 - Paraguay 0 vido dispuesto a escuchar. (…) La final disputada en el Gigante
3. 10 agosto 1975 Argentina 11 - Venezuela 0 se vio en toda América a través de ESPN y Luis Omar Tapia fue
4. 16 agosto 1975 Argentina 0 - Brasil 1 el narrador principal. Sobre el final de la transmisión, contagia-
5. 14 junio 1978 Argentina 2 - Polonia 0 do por la multitud y el clima imperante no pudo evitar decir
6. 18 junio 1978 Argentina 0 - Brasil 0 antes del cierre de la transmisión: ‘Cómo me gustaría ser hin-
7. 21 junio 1978 Argentina 6 - Perú 0 cha de Central esta noche» (CASTILLA, EDUARDO - SONZOGNI,
8. 12 mayo 1982 Argentina 1 - Rumania 0 DIEGO LISANDRO, Gigantes, edición de los autores, 2005).
9. 19 febrero 1991 Argentina 2 - Hungría 0
10. 14 junio 1995 Argentina 2 - Paraguay 1
Textual I
En la cancha municipal del Parque Independencia
«Un hilo muy delgado une a los canallas con el Gigante, que
1. 19 marzo 1969 Argentina 1 - Paraguay 1 pasa exclusivamente por el corazón» (ELISEO TRILLINI, diario
La Capital, 21.10.98, en ocasión de la final de la Conmebol con-
tra el Santos de Brasil).
Partidos disputados en Rosario por Campeonatos Mun-
diales de Fútbol.
Textual II
En el «Gigante de Arroyito»
«Entramos a la cancha nerviosos. En vez de ver la pelota no veí-
1. 3 junio 1978 Túnez 3 - México 1 amos más que la camiseta de Central» (JOSÉ FABRINI, jugador
138 139
de Newell’s, en la revista El Gráfico nº 1041, del 23 de junio de Sobre los palcos oficiales
1939).
Muchas veces nos hemos preguntado cómo puede ser que los
palcos preferenciales y el sector de las autoridades estén del lado
¿Quién fue Cordiviola? más «sufrido» del estadio, con sol de frente y calor insoporta-
ble en épocas estivales. La respuesta tiene que ver con la segu-
Juan B. Cordiviola nació en 1871 y falleció en 1927. Fue una ridad, porque el EAM 78 pensó en ese momento que era más
prestigiosa personalidad del comercio rosarino —propietario sencillo sacar a algún milico que pudiera ser objeto de un aten-
de Cordiviola, Questa y Cía., ubicada em Santa Fe 1051 y Av. tado por la platea del río que por calle Cordiviola; pero también
Pellegrini 486—, como también entusiasta deportista, activi- influyó la loca idea pergeñada por Rodenas de que los turistas
dad a cuyo desarrollo prestó amplia colaboración. pudieran llegar al Estadio por barco, amarrar en el Caribe y tener
También fue presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario y, acceso directo al palco…
en la actualidad, una de las salas principales del edificio de
Corrientes y Córdoba lleva su nombre.
Los nuevos bancos de suplentes
SobrelaTercera Bandeja En agosto de 2006, gracias al aporte de tres empresas de la ciudad,
se cambiaron los viejos bancos de suplentes (los originales de 1978)
Ahora que la tercer bandeja del Gigante parece ser un sueño por unos modernos y adecuados a las nuevas reglamentaciones de
encaminado a concretarse, vale la pena conocer un hecho que la FIFA. Está de más decir que es la única cancha de la ciudad de
pocas veces se hizo público: en la entrevista que mantuvimos Rosario que cumple con esos requisitos. A eso debe sumarse que
con el Dr. Osvaldo Rodenas, el destacado médico y alguna vez se construyeron también dos nuevos vestuarios, con lo cual el
candidato a presidente de nuestra institución, nos reveló que Gigante cuenta hoy —como pocos estadios en el país —, con cua-
«La cancha de Central estaba proyectada con tres bandejas. tro: para el local, para el visitante, para el árbitro y para las reservas.
Yo de esto me enteré muchos años después, cuando mi viejo se
enfermó y no sabíamos cómo llevarlo a la cancha, y una vez me
dijo: «Qué lastima que no hicimos el ascensor que estaba pro- Invicto de local
yectado para la tercer bandeja». Entonces empecé a investigar
el tema y realmente no pude saber nunca si fue por una decisión Central ostentó durante 35 años un récord que será muy difícil
del EAM ‘78 o si alguien se quedó con la plata. de igualar a nivel mundial: entre 1971 y 2005, jugando Copas
Si fue esto último, el que lo debe saber es Scarabino, porque él Internacionales, nunca perdió como local ante equipos extran-
queda como Secretario de Actas a cargo de la Secretaría General jeros: disputó 42 partidos en el Gigante, de los cuales ganó 32 y
y es quien se hace cargo de la relación con el EAM 78 que esta- empató los 10 restantes. Im-pre-sio-nan-te.
ba a cargo de mi viejo. Ahora, como te digo esto, también debo
reconocer que el tipo que más laburó en el tema del Estadio
(encargándose de todos los detalles de todos los días), fue Pablo Personajes
Scarabino».
Durante décadas, se lo conoció como «La voz del estadio». Era
infaltable en cada uno de los partidos que Central jugaba como
140 141
local, donde la gente esperaba que, a través de los altavoces de

la cancha, Cayetano Lico dijera con emoción «Ellll nuestro…» les y nacía el Parque Alem, cuando la canchita de Sparta lucía
y pronunciara el nombre de los 11 canallas que ese día defende- donde queda el Freyre. Y más allá, balconeando el Paraná, la
rían el sagrado trapo azul y amarillo. cancha del glorioso aurizaul: Rosario Central.
Génova y Cordiviola: la historia se hace con hombres y nom-
bres, con sinsabores y alegrías, con lágrimas y risas. Alguna vez
Semblanza del Gigante nos piramos de primera para volver con orgullo y gritar con orgu-
llo ¡Fuerza, Central! Fijate. Mirá para atrás canalla ¿No parece
Vení… Vamos a andar las veredas de siempre, a sentir la caricia un sueño todo? No… No lo nombrés todavía… Miralo…
del encuentro con un tango en el alma y la esperanza chiquilina Grandote y mudo por las noches, con su boca inmensa campa-
de empapelar de mariposas el cielo del presente. Vení… Vamos neando el cielo rosarino. Lo vimos crecer, ¿te das cuenta? Lo
a sentir que nada transcurrió y en la tarde regresan las viejas cosas sentimos patalear en la panza de la mama ciudad. De tanto en
acodadas de estaño brumosos y de ginebras partidas. A sentir tanto, nos pirábamos para Génova y Cordiviola para después
que por patios olvidados nos llega un sonar de tangos como ora- echar pinta en el feca haciendo pata ancha como padre prime-
ción esquinera por lo que no queda. Dale… Sacudí las cenizas rizo: ¡Cada vez está más grande, viejo, cada vez está grande..!
del pucho de la testa y volvela a su color natural. Sentite pibe. Fijate, Mirá para atrás canalla. Hay tanto recorrido. Son tantos
Soñá que por los patios de conventillo nos aguarda una ilusión años de este Central querido. Tenemos tantos nombres, tantas
de sillas en guardia durmiendo el sueño de un gringo jubilado o copas, tanto quedarnos afónicos en las tribunas al grito de
un gato que nadie supo nunca cómo llegó, vagabundo de lunas ¡Central! ¡Central! ¡Central! Tenemos, como todos los gran-
y techos de zinc. Sentite pibe como un tango viejo y volvelo des, te lo dije, lágrimas y risas, estrellas de campeones, como
joven. Regresá almanaques y hacé que el cuore se sienta grillo y cuando vestimos la ciudad entera a dos colores, azul y amarillo,
cante quién sabe de qué lugar escondido del alma. en nuestra patria por sobre todo celeste y blanca. Fijate canalla,
mirá para atrás. Sentite feliz, feliz del pasado, de lo que hicieron
Vení… vení y quedate. Dale manija a la jonora y juguemos un junto a vos estos, que continuamos: un Gigante. Ya nació, ya
desafío a los once invencibles del tiempo que siempre acepta a tiene vida, ya podemos gritar a los cuatro vientos en el feca:
pura tiza en la pared del recuerdo Y si después no te sentís bien, ¡Varón, hermano! ¡Varón y nació en Arroyito! ¡Es nuestro
me la contás. ¿Sabés? Yo soy del tiempo aquel donde el tiempo Gigante!
se hacía a mate bajo la parra del patio enmacetado de geranios,
helechos y malvones. Cuando se colaban por los rombos de los Mirá para adelante, canalla. Saboreemos juntos este triunfo de
alambrados las blancas coronitas de novias para mezclarse con saber que es todo nuestro. Allí, pegadito a la Ribera, pero pen-
el verde de las quintitas particulares. Yo soy como vos: el pibe sando que también debajo de ese pasto crecido y flamante que-
que creció para ver tres adioses, tres partidas sin retorno: el últi- daron muchos gorriones bordando gambetas, miles de goles en
mo organito, el último mateo y, al fin, el último tranvía. Mirá tardes de gargantas afónicas. Y el grito nacido en faroles, calles
cuánto alcanzamos a ver de queruza nomás y el resto contado y cafetines ¡Central! ¡Central! ¡Claro! ¡Soy canalla! ¡Como un
entre tango y tango. Si…. Yo soy del tiempo aquel, cuando aún grito al viento! ¡Como un grito guerrero!
el arroyo se alzaba con bronca y la correntada tiraba con todo,
cuando el barrio era tirado a punta de luna y los primeros asfal- Marcelo Miñozzi
tos… Arroyitro de mis amores… Cuando desalojaron los yuya-
142 143
Anexo 1
Nohaydetalle que no se vea

uien visite el estadio de Rosario Central sin duda que-
Q dará admirado por la imagen que el mismo presenta,
sea desde el exterior, donde la perspectiva permite
apreciar íntegramente su belleza, o desde el interior,
donde no es menor la jerarquía de su diseño. Pero si entre los
múltiples detalles que llaman al elogio hay uno que no pasará
inadvertido para el espectador, ese, indudablemente, será el de
la perfecta visualización, cualquiera sea el ángulo en que se halle
ubicado el mismo. Contrariamente a lo que ocurre en otros esta-
dios del país, en los que existen «puntos muertos» de visión,
este nuevo estadio de Rosario Central ha sido remodelado de
una manera tal que desde la más alta tribuna el espectador podrá
apreciar panorámicamente todo lo que acontece en el terreno
de juego.
Ello se ha logrado merced a un profundo estudio técnico que
determinó en su momento la opción de cortar el anillo de tribu-
nas bajas con lo cual, a la vez de diferenciar netamente las cua-
tro tribunas, se alcanzó un escape visual para el interior y el exte-
rior de la cancha, como también una solución a las situaciones
de circulación. Para el total de circulaciones internas de públi-
co se reemplazó la mampostería interior que bloqueaban las
145
visuales del estadio al exterior (al río principalmente), por un

sistema de cerramientos en base a carpinteras metálicas y mallas
galvanizadas que a modo de piel envuelven las cuatro fachadas,
revalorizando visualmente el sistema de pórticos de acceso.
Como se ve, la preocupación por brindar al espectador la mejor
visión interior y exterior del estadio ha sido una de las pautas
contempladas en la remodelación.
Diario La Capital del 2 de junio de 1978
Anexo 2
Presente y futuro de un estadio que es orgullo

Reportaje publicado en el diario La Capital, el viernes 2 de junio de 1978.
La Capital: Escribano Víctor Vesco, ¿existía con ante-

— rioridad algún proyecto de remodelación?
Víctor Vesco: — Rosario Central tenía proyectada la
remodelación de su estadio desde la época de Federico
Flynn, trabajo que habían realizado los arquitectos Nelson Hope
y Oscar Pujals. Cuando se comienza a hablar del mundial, miem-
bros de la C.D. mantenemos un primer contacto con Raúl
D’Onofrio, allá por el año 1971. Se constituye luego una comi-
sión de subsede y estadio presidida en Buenos Aires por el arqui-
tecto Juan Alvarez e integrada por presidentes de clubes de la
AFA, entre los que me encontraba yo. Posteriormente, viene la
inspección de la FIFA que recorre los dos estadios: el de Newell’s
y el nuestro.
L.C.: —¿Qué sucede entonces?
V.V.: —La FIFA se expide a favor de Rosario Central . Eso suce-
de a raíz de diversas gestiones entre las cuales se destaca la actua-
ción del secretario general de nuestra institución, señor Antonio
Osvaldo Rodenas.
146 147
El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Anexo 2
L.C.: —Pero luego viene la creación del EAM… V.V.: —Estamos realizando un exhaustivo estudio con técni-
V.V.: —Efectivamente. Cuando ello sucede, el contralmirante cos, con gente especializada, sobre el costo de mantenimiento
Lacoste en visita a esta ciudad, confirma la remodelación de del estadio y la forma de mantener las cosas como están actual-
nuestro estadio. Se hacen los proyectos por intermedio de los mente. Es probable que la C.D. designe una comisión exclusi-
arquitectos ya nombrados y por los del estudio Gilli y Sánchez va para la explotación del estadio, la cual estudiará las propues-
Gómez, de la Capital Federal. tas que han llegado ya hasta mi mesa de empresas de televisión
y de espectáculos públicos, por ejemplo, y con el fútbol, por
L.C.: —¿El estadio quedará así después del Mundial? supuesto.
V.V.: —De acuerdo a un convenio suscripto entre el EAM y
Rosario Central, una vez terminada la Copa del Mundo se rea- L.C.: —Una inquietud de los socios es la de saber si Rosario
lizará un inventario de los bienes. Ya que el 20 de julio recibire- Central volverá a contar con su balneario frente al estadio. ¿Qué
mos provisionalmente el estadio. Desde esa fecha al 31 de hay de ello?
diciembre de este año, se elaborará dicho inventario de los bien- V.V.: —El balneario va a estar habilitado para la próxima tem-
es que habrán de quedar en el estadio. porada.
L.C.: —Esos bienes, ¿cómo los pagará Rosario Central? L.C.: —Por último, ¿cuánto costaron las obras del estadio?
V.V.: —Se va aconstituir una obligación hipotecaria a favor del V.V.: —Veinte millones de dólares.
Estado y Rosario Central va a pagar esa deuda en 20 años, sin
interés ni indexación, semestralmente. L.C.: —¿Para que lo disfruten cuántos socios?
V.V.: —Cuarenta y cinco mil, entre activos, patrimoniales y
L.C.: —¿Habrá modificaciones? ¿Por ejemplo, el sector para cadetes.
el periodismo será el actual?
V.V.: —El proyecto definitivo prevé que en el sector actualmen- L.C.: —¿Quiere decir que Rosario Central está entre los clu-
te destinado a la prensa, o sea el ex sector K de la tribuna oficial, bes más grandes del país?
sea totalmente destinado a plateas. Vale decir que se eliminarán V.V.: —Así es.
todos los pupitres para instalar plateas. En cuanto al periodis-
mo, existe un proyecto de prolongar las cabinas que están sobre
la actual tribuna oficial, o sea bajo la visera, para que las ocupen
los periodistas. O bien los palcos que hay en la tribuna oficial…
L.C.: —¿Equivale a decir que en 1979 Rosario Central podrá
decir que su estadio es totalmente suyo?
V.V.: —No, el estadio es de Rosario Central. Los bienes tam-
bién. Lo que pasa es que debemos establecer qué es lo que debe-
mos pagar, porque hay cosas que se han adquirido en carácter
de inmuebles por accesión y que no se pueden devolver. Lo
único que puede devolverse son las cosas muebles.
L.C.: —¿Cómo va a mantener Rosario Central su estadio?
148 149
Resumiendo
24 de diciembre de 1889
Se funda el Central Argentine Railways Club, rebautizado más
tarde como Club Atlético Rosario Central.
Mediados de 1890
Rosario Central juega su primer partido contra la tripulación
del barco inglés Beagle, empatando 1 a 1, cerca del actual Parque
de España. La revancha la ganó Central por 2 a 1.
1889 - 1894
Los primeros partidos del nuevo Club se llevan a cabo entre los
portones 3 y 4 de los talleres de estación Rosario Norte (es decir,
saliendo del túnel Celedonio Escalada y yendo hacia el norte, a
la derecha), cerca del Pasaje Celedonio Escalada, al este de lo
que hoy es la rotonda Gualberto Venecia y la plaza Ing. Delia
Paolera, aproximadamente en el lugar en el que actualmente se
levanta el Albergue Municipal «La Casona».
1894 - 1902
Cando el Ferrocarril solicita los terrenos que había prestado,
Hermann Oldendorff cedió parte de una propiedad suya ubica-
da en la Plaza Oldendorf, en la estación Parada del barrio
Talleres, cerca de la Av. Alberdi entre Humberto Primo y Jorge
151
El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Resumiendo
Harding (hoy Bv. Avellaneda) y cerca también del mítico café Al no conseguirse ese terreno, se logra que la Municipalidad
de Fuggini y de la Farmacia Británica del Sr. Taylor Paul. ceda por 20 años los ubicados entre las calles Bv. Avellaneda,
Calle 31 (Cordiviola), Av. Central (hoy Génova) y el río Paraná,
1902 - 1918 donde se comienza a construir la cancha.
En 1902 se lotean los terrenos de la Plaza Oldendorff, por lo que
los dirigentes de la época (con el presidente J. Muhall a la cabe- 1925 - 1926
za) consiguieron habilitar la nueva cancha en la manzana que Mientras comienza a construir el futuro estadio, Rosario Central
hoy forman las calles Alsina, Catamarca, Castellanos y las vías juega de local en la cancha que le alquila al Club Bolsa de Comercio,
del Ferrocarril, que en aquella época era un descampado y que en la manzana de Ovidio Lagos, Zeballos, 9 de julio y Callao.
hoy es la Plazoleta Alfredo Palacios. La nueva cancha fue bauti-
zada popularmente como «la cancha del Cruce» (por su cer- 14 de noviembre de 1926
canía al cruce de la Avenida Alberdi y el Bv. Avellaneda) o «la Se juega el primer partido en la nueva cancha de Arroyito:
cancha de Talleres», ya que así era conocido por aquel tiempo Rosario Central 4 - Newell’s 2.
el barrio. Al poco tiempo se construyó una tribuna de veinticin-
co metros, con tablones pintados de verde y con el cartel en la 1º de diciembre de 1927
escalera de acceso: «Para socios solamente». El Intendente Isaías Coronado firma el decreto nº 277 que otor-
ga a Central los terrenos del Barrio de Arroyito.
1917
Algunos propietarios reclaman los terrenos y Central debe 1928
mudarse a otra cancha que hubo que «inventar de la nada» en Se construyen las tribunas de cemento que están detrás de los
sólo 48 horas. La nueva cancha estaba en la Parada Castellanos, arcos y las que dan espalda al río. Ninguna otra cancha de
también cerca del Central Argentino, al comienzo de la calle Sudamérica , con excepción de la de Independiente, ofrecía esas
Iriondo, contra la calle Facundo Zuviría, hoy Central Argentino, comodidades al público en aquella época.
lindando con los viejos terrenos de esa empresa que, frente al
comienzo de la calle Humberto 1º, siguen teniendo acceso por 27 de octubre de 1929
el Portón nº 1. Hoy Central Argentino es la Avenida Intendente Se inaugura oficialmente la cancha (con todo el perímetro bor-
Luis Lamas y esos terrenos son el parque Scalabrini Ortiz. deado de tribunas de cemento) en un partido amistoso contra
Peñarol, que termina 2 a 2.
1923
Federico J. Flynn consigue la madera y se construye en la can- 31 de diciembre de 1939
cha una tribuna de cien metros de gradas de unos diez escalo- Se coloca la piedra fundamental de la nueva tribuna oficial de la
nes a cada lado de la cancha, es decir, para 15.000 espectadores. cancha.
10 de octubre de 1925 25 de junio de 1946
Por decisión de la Asamblea, Central se independiza del Central compra, en subasta pública, unos terrenos del Central
Ferrocarril y se forma una comisión que deberá encontrar un Argentino ubicados en la manzana que circundan las calles Av.
terreno definitivo para el futuro estadio. Pellegrini, Vera Mujica, Iriondo y Pje. Boero para construir su
futuro Estadio Monumental.
28 noviembre 1925
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Resumiendo
2 de setiembre de 1946 27 de noviembre de 1968

Se firman las escrituras de los terrenos comprados. La Selección Nacional juega por primera vez en Rosario. En la
cancha de Central, por supuesto, derrota a Chile por 4 a 0. El
23 de enero de 1947 arquero fue el «Gato» Andrada y en el banco estuvo el «Coco»
El gobierno peronista de la época otorga un préstamo de Pascuttini.
$1.500.000 m.n. para la construcción de la futura cancha.
1972
26 de junio de 1951 Comienza la construcción de la platea alta del río y de las cabe-
El Consejo Municipal aprueba por unanimidad el canje de los ceras.
terrenos que Central había ofrecido (los ubicados entre las calles
Av. Pellegrini, Vera Mujica, Iriondo y Pje. Boero) por los que 1973
ocupaba desde 1927, en Arroyito, y donde ya se había construi- Salen a la venta los bonos para financiar la obra: 5.000 canallas
do la primera versión del futuro Gran Estadio Canalla. contribuyen para construir el Gigante.
7 de agosto de 1951 11 de octubre de 1974
La Asamblea del Club también aprueba el canje. Llega a Rosario la comisión de FIFA, encabezada por Joao
Havelange y Hermann Neuberger con el fin de inspeccionar los
26 de enero de 1955 dos estadios.
Federico J. Flynn escritura los terrenos, en presencia del histó-
rico Escribano General de Gobierno del peronismo, Dr. Jorge 17 de diciembre de 1974
E. Garrido. La FIFA confirma a la cancha de Central como subsede para el
Mundial de 1978.
1955
Se resuelve llamar a concurso para la construcción de la bande- 13 de mayo de 1978
ja alta de plateas sobre la calle Cordiviola. Se inaugura el Paseo Ribereño.
1957 23 de mayo de 1978
Se inaugura el codo de la platea alta de Cordiviola y Av. Génova. Primer partido amistoso en el Gigante entre dos seleccionados
de la Asociación Rosarina de Fútbol, una de Juveniles y otra de
1963 mayores, quienes empataron 1 a 1.
Se inaugura el codo de la platea alta de Cordiviola y el Club Regatas.
2 de junio de 1978
21 de enero de 1966 Comienza el Mundial en Arroyito: Túnez 3- México 1.
En un partido contra el Rapid de Viena se inaugura la nueva ilu-
minación de la cancha y debuta Jorge José González. 14 de junio de 1978
Argentina 2 - Polonia 0.
17 de agosto de 1968
Se inaugura la primera tribuna doble con visera sobre la calle 18 de junio de 1978
Cordiviola. Argentina 0 - Brasil 0.
154 155
21 de junio de 1978
Argentina 6 - Perú 0.
27 de agosto de 1978
Después de casi dos años, Central vuelve a su nueva casa y derro-
ta 1 a 0 a San Lorenzo, con gol de Craiyacich.
6 de marzo de 1981
Comienza la serie de grandes recitales en el Gigante: toca Queen.
Bibliografía y fuentes consultadas
(1) Revista del Cincuentenario, 1939.

(2) Revista del Cincuentenario, 1939.
(3) Revista Bodas de Brillante 1889 - 1964, Editorial Sur, noviembre de 1964.
(4) Revista Bodas de Brillante 1889 - 1964, op. cit.
(5) RAZUK, HÉCTOR y RODRÍGUEZ, MARÍA DOLORES: «Central hizo patria
en la educación», Suplemento Lacadé, del diario La Capital, 05.09.1999.
(6) BRISABOA, JORGE: De Rosario y de Central, Homo Sapiens Ediciones,
1996.
(7) BRISABOA, JORGE: De Rosario y de Central, op. cit.
(8) MIKIELEVICH, VLADIMIR: en «Memorias de Rosario», citado por BRISA-
BOA, op. cit.
(9) Revista del Cincuentenario, op. cit.
(10) RAZUK, HÉCTOR y RODRÍGUEZ, MARÍA DOLORES, op. cit.
(12) BRISABOA, JORGE: De Rosario y de Central, op. cit.
(13) BOSSIO, ANDRÉS: Historia de Rosario Central, R. R. Ediciones S.R.L.,
1985.
(14) MIKIELEVICH, VLADIMIR, op. cit.
(15) BOSSIO, ANDRÉS, op. cit.
(17) Revista Bodas de Brillante, op. cit.
(19) Diario La Capital, 14 de noviembre de 1926.
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El Gigante de Arroyito | La verdadera historia Bibliografía y fuentes consultadas
(20) Revista Bodas de Brillante, op. cit. (56) OCAL, Nueva Carta Encíclica Destinum Mágnum y otros temas de
(21) Diario La Capital, 15 de noviembre de 1926. interés, edición ampliada, Ediciones El vuelo continúa, 1996
(22) BOSSIO, ANDRÉS, op. cit. (57) Rosario Central, op. cit.
(23) BOSSIO, ANDRÉS, op. cit. (58) OCAL, «No habrá ninguno igual, no habrá ninguno», suplemento
(24) Memorias y Balances Generales 1928 - 1929. Lacadé del diario La Capital, 27.12.1998.
(25) Rosario Central, Ed. Atlántida, 2001. (59) OCAL, La verdadera historia del Gigante de Arroyito, Diciembre 1993.
(26) Revista del Cincuentenario, op. cit. (60) Diario La Capital, 02.06.1978.
(27) Memorias y Balances Generales 1928 - 1929. (61) BRISABOA, JORGE; op. cit.
(28) Memorias y Balances Generales 1928 - 1929. (62) MENOTTI, CÉSAR LUIS: Cómo ganamos la Copa del Mundo, Ed. El
(29) Memorias y Balances Generales 1928 - 1929. Gráfico, 1978.
(30) BRISABOA, JORGE; op. cit. (63) BRISABOA, JORGE; op. cit.
(31) BOSSIO, ANDRÉS, op. cit. (64) «Los que llenaron el Gigante»; documento de OCAL, diciembre
(32) BRISABOA, JORGE; op. cit. 1997.
(35) BRISABOA, JORGE; op. cit.
(36) Diario La Capital, Suplemento Lacadé, 03.12.00.
(37) Memoria - Balances. Ejercicios Diciembre 1954 - Noviembre 1955 y
Diciembre 1955 - Noviembre 1956
(39) Revista Central, Febrero de 1972
(40) DEL FRADE, CARLOS: La ciudad goleada. Fútbol, lavado de dinero y poder,
edición del autor, 2005.
(41) Entrevista con Osvaldo Rodenas, 15 de febrero de 2008.
(46) ARMENTANO, JAVIER - CAFERRA, ROBERTO: Canalladas. Historia de la
pasión, Homo Sapiens Ediciones, 2000.
(47) ARMENTANO, JAVIER - CAFERRA, ROBERTO; op. cit.
(51) Rosario Central; op. cit.
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