¿Y quién no deja todo para lo último?

¿Quién no se ha sentido ofuscado por la cantidad de tareas a realizar y el tiempo

corto en el que se proponen? Esta parece ser una preocupación de la mayoría de
nosotros, por no mencionar e incluir a todos, puesto que somos la generación que
manejamos mayor cantidad de información, lo que acarrea un incremento en las
actividades a realizar.

Vivir constantemente de prisa parece ser el diario de la mayoría de ciudades, no

somos obstantes a ello y quisiéramos que nuestro tiempo se estirara como chicle.
Tal vez no lo podamos hacer en esa condición, pero si podemos organizarlo de
una manera en la que podamos realizar nuestras obligaciones y actividades
propuestas para cada día.

Somos testigos fidedignos de la aplicación de nuestro tiempo en actividades

inoficiosas, en cualquier ambiente esta situación es notoria y esta circunstancia es
debida a la generación de hábitos incorrectos desde la etapa de iniciación
personal, un ejemplo relevante es la ocupación del ocio de los niños en medios
tecnológicos que corroen la coherencia en sus ocupaciones, lo ideal sería que
primero se aplicara sus deberes académicos y luego tomasen un espacio para su
esparcimiento, en el mismo espacio laboral creamos espacios, actividades y
cualquier interacción con el medio que causa desviación de nuestro tiempo, lo
anterior no pretende afirmar que las relaciones interpersonales no sean
importantes en un ambiente laboral, sino que por el contrario ese tipo de
relaciones se deben manejar en espacios apropiados para su desarrollo que no
interfiera directamente con los deberes laborales. El manejo del espacio tanto en
el trabajo como en el hogar pueden contribuir a la eficacia de nuestras actividades,
un buen manejo del espacio y un adecuado diligenciamiento de los utensilios y/o
herramientas que sean realmente beneficiosas para el desarrollo de nuestra
actividad conducirá a una mejora indiscutible del manejo del tiempo en torno a
medios distractores, ahora bien ¿Sería usted idóneo al momento de desechar los
utensilios que le causen algún tipo de distracción? ¿Necesita usted el control de
su tiempo?

Ejercicios tan sencillos como la organización de sus actividades en el modo ABC

recomendado por la mayoría de los especialistas en la gestión eficaz del tiempo,
constituye una evaluación de las actividades contadas en Tiempo – Eficiencia,
constituir de manera descendente las actividades donde D sean las actividades
que ni considera realizar debido a la ocupación en las mas insignias, esto es
sencillo solo necesita de hacer una evaluación de conciencia donde identifique las
distracciones constantes, también es importante que aprenda a decir no cuando
su carga de ocupaciones es completa, ya que una sobrecarga de trabajo
conducirá a una pérdida de eficiencia, además de un descontrol de su tiempo. El
desanimo por realizar actividades que no son de gusto personal es también una
afectación de lo que se tenía presupuestado, se hace necesario realizar ese tipo
de actividades en primer orden, ya que en ellas se puede gastar mayor o menor
tiempo según corresponda.

No hay que tener miedo de aplicar variables que determinen una organización, su
tiempo es oro, y cada espacio de la vida requiere de un cuidado y dedicación, no
es oportuno dedicarse de manera obsesiva a alguno en particular, ni obsesionarse
por el control del tiempo, eso solo es una medida para mejorar la eficiencia,
además no todas las recomendaciones sobre el tiempo serán útiles a todos,
puesto que todos manejamos situaciones diferentes, ya lo decía Roosevelt: “ Lo
único que hay que temer es al propio temor”

Natalia Hernández

23-02-15