Anda di halaman 1dari 1

A Mayordomos agradecidos.

 Atesorando para la eternidad. Mateo 6:19-20.


— Nuestros pensamientos y nuestras motivaciones tienen que estar puestas más allá de
este mundo.
— Aunque es necesario preocuparse de las cosas terrenales y prever situaciones futuras
(falta de trabajo, jubilación, etc.), no debe ser ésa la meta principal de nuestra vida.
— Debemos ser coherentes con nuestra fe. Nuestra confianza no debe estar puesta en lo
terrenal, sino en Dios.
 Administrando gracia. 1ª de Pedro 4:10.
— De todo lo que Dios nos da, la gracia que nos es dada en Jesucristo es el don más
precioso de todos (Efesios 2:8).
— La gracia que Dios nos manifiesta de diversas formas no es solo para que nos la
quedemos y la disfrutemos, sino para que la compartamos con los demás
(Mateo 10:8).
— La ofrenda de nuestros tesoros, talentos y tiempo permite que otros puedan conocer
la salvación.
B Las ofrendas de gratitud.
 La calidad de la ofrenda. Números 18:29-30.
— Debemos mostrar nuestro agradecimiento por los dones recibidos ofreciendo a Dios
lo mejor.
— Dado que nuestras monedas, billetes y transferencias bancarias tienen siempre el
mismo valor, ¿a qué tipo de ofrendas podríamos aplicar este principio de dar “lo
mejor”?
— ¡Tal vez un frasco de perfume especial para ungir a nuestro Señor! (Lucas 7:37-47).
 La motivación del oferente. 2ª de Corintios 8:12.
— Solo Dios puede conocer los motivos que nos llevan a entregar nuestras ofrendas,
sean pequeñas o grandes. Nadie más puede juzgar estos motivos (Santiago 4:12).
— Podemos realizar acciones correctas por motivos equivocados (para recibir
parabienes, por quedar bien, …).
— La dadivosidad abnegada tiene su motivación en el amor. Un amor que es respuesta al
amor de Dios que hemos recibido y experimentado.
 El gozo de ofrendar. 2ª de Corintios 9:7.
— Cuando hemos experimentado el amor de Dios, podemos comprender que Él siempre
busca nuestro bien. Nunca nos pedirá algo que pueda perjudicarnos. Esto incluye, por
supuesto, su pedido a que seamos dadivosos.
— Ofrendar es un acto de fe, una expresión de gratitud por lo que recibimos de Jesús. A
medida que damos de forma voluntaria, generosa y alegre, estamos reflejando el
carácter de Dios y aumentando nuestra confianza en Él.
— Experimentemos el gozo de dar a Dios lo primero y lo mejor de nuestro dinero,
nuestro tiempo y nuestras capacidades.

Anda mungkin juga menyukai