En una conversación entre personas, existe una regla universal, casi innata, que limita
ciertos temas por su naturaleza controversial. Esto se debe a la gran diversidad de opiniones que,
usualmente, retan las creencias arraigadas que tiene cada individuo. Uno de los temas limitados,
es la pena de muerte, considerada por muchos como la sanción máxima, ya que no existe un
castigo más inclemente que la muerte misma. En la actualidad, existen cincuenta y ocho naciones
que favorecen y practican la pena de muerte, Estados Unidos es una de ellas. Allí, ha sido
La pena de muerte es una ejecución o pena capital. Es catalogada como una pena
corporal, puesto que el castigo tiene un efecto directo sobre el sentenciado. La condena es
eléctrica, la inyección letal, la horca, la decapitación y el fusilamiento son algunas de las muchas
maneras en las que es empleada la pena de muerte a través del mundo. (1) No obstante, en el
transcurso del tiempo, algunas de estas modalidades han sido olvidadas o reformadas por ser
una forma de retribución para la sociedad como creen aquellos que lo respaldan. Es importante
tener claro que aun con los métodos contemporáneos, sigue siendo un castigo atroz. Con el
de muerte, ya que era un castigo con la que estaban familiarizados y consideraban efectiva. La
llamado George Kendall fue ejecutado por traición. En los primeros días coloniales, los europeos
debido a que comenzó a perder popularidad. Los estados ya no realizaban ejecuciones públicas y
poco a poco comenzaron a llevarlas a cabo en privado. Pensilvania fue el primero en adoptar esta
tendencia y con el paso del tiempo, algunos estados abolieron la pena de muerte. En la
actualidad, catorce, de cincuenta estados ya no practican la pena de muerte. Estos estados son:
(4) Alaska, Hawaii, Iowa, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Dakota del Norte, Nueva
Jersey, Nuevo México, Nueva York, Vermont, West Virginia y Wisconsin. (3)
Una serie de casos relacionados con la pena de muerte fueron llevados al Tribunal
Supremo. Muchos trataron de argumentar en contra de la misma, diciendo que violaba la octava
enmienda debido a que era cruel e inusual. (7) En el 1972, Furman v. Georgia trajo exitosamente
un final temporal a la pena de muerte que solo duró diez años. En la eventualidad, la pena de
muerte fue restablecida con la ejecución de Gary Gilmore el 17 de enero de 1977. Hoy por hoy,
en los Estados Unidos aun practican la pena capital. Sin embargo, la misma tiene limitaciones
como, por ejemplo: no se puede ejecutar a un individuo con impedimento mental y tampoco se
pueden ejecutar a menores. Aunque aún se practica esta forma de castigo, las estadísticas
(5) Aquellos que están a favor de la pena de muerte, afirman que la misma sirve como
una disuasión, pues es la única forma de venganza hacia los asesinos. El castigo como disuasión,
para que disminuyan los crímenes, es usado como mecanismo de miedo con el objetivo de
influenciar a todas las personas, de todas las edades. En el artículo “Death penalty is a
deterrance” (11) (D. Nagin & J. Pepper, 2012), sus autores afirman que, al practicar la pena de
muerte, los delitos violentos disminuyen. También establecen que dichos crímenes ya han
disminuido un 11%, haciéndo énfasis en el homicidio que muestra la mayor disminución con un
22%. Sin embargo, existe una gran cantidad de evidencia contradictoria de estudios similares que
Otro motivo por la que algunos respaldan la pena de muerte, es porque aseguran que es
una retribución de parte del asesino para la sociedad. El poder cobrar el delito con la vida del
asesino, les da satisfación colectiva por el daño que le ha hecho a la sociedad. “Ojo por ojo y
diente por diente” ha sido una ley de castigo que ha existido por siglos y es por la que se
fundamenta la retribución. En otro artículo que está a favor de la pena de muerte, su autor, que
decidió permanecer en anonimato, establece que cuando alguien se quita la vida, se altera el
equilibrio de la justicia. Tomarle la vida del asesino, es lo único que puede reestablecer el
equilibrio perdido. Esto permite demostrarle a la sociedad que los crímenes de violencia son
Ninguno de los dos artículos integra evidencia sólida que respalden su argumento (10). El
Fagan, describe múltiples errores que descubrió en estudios recientes de disuasión. Algunos de
los errores, fueron: análisis estadísticos inadecuados y datos y variables ausentes que son
necesarias para proveer una imagen completa e imparcial del sistema de Justicia Criminal. Fagan
postula que, sin una evidencia confiable ni científicamente sólida, que demuestren no tan solo
que las ejecuciones puedan ejercer un efecto disuasivo, sino también, los defectos y omisiones de
la disuasión sobre cuerpo de evidencia científica, hace que la ley y el poder judicial parezcan
poco confiables para generar decisiones de vida o muerte. Para sustentar lo antes mencionado, el
Centro de Información de Pena de Muerte, o DPIC por sus siglas en inglés, llevó a cabo una
investigación de siete años, respecto a la correlación de los estados sin la pena de muerte con la
tasa de homicidios, y encontraron que estos estados mostraron una disminución de 40% de dicho
piensan que serán atrapados. Por lo tanto, sin reconocer que existe un riesgo real, la disuasión no
de muerte. Algunos tuvieron éxito temporeramente, como Furman v. Georgia, pero en la mayoría
de los estados en donde lograron abolir la pena de muerte, la restablecieron después una revisión
judicial.
Baze v. Rees, en el 1976, fue uno de los casos más recientes que atacó el proceso de
ejecución, específicamente inyecciones letales. Baze sostuvo que las inyecciones letales van en
cruel e inusual. Ese debate fracasó debido a que los jueces mantuvieron una postura a favor de la
pena de muerte y argumentaron que no existe métodos de ejecución legal que satisfagan a
quienes se oponen por motivos morales, religiosos o sociales. Concluyeron que el procedimiento
actual cumple con los requisitos constitucionales contra el castigo cruel e inusual. En ese caso,
Sin embargo, la cruel ejecución de Jack Jones, que fue llevada a cabo en el 2017, sustenta el
argumento de Baze. Jones se sumó a una larga historia de ejecuciones fallidas en los Estados
Unidos. Los testigos describieron las dificultades que tuvo el equipo de ejecución para encontrar
una vena en el cuello del sentenciado que permitiera administrarle las drogas. Esto le tomó 45
minutos, Jones pasó 14 minutos en agonía antes de morir. ¿Cuántos más deben morir de manera
atroz para que el gobierno (12) de Estados Unidos admita que este método de castigo es arcaico
En fin, no hay evidencia concluyente que respalde las afirmaciones de aquellos que creen
en la pena de muerte. Al contrario, existe evidencia sobre cómo la pena de muerte ya no está
siendo eficiente y no está cumpliendo con los propósitos iniciales que colocaron este castigo
dentro del sistema judicial de Estados Unidos. Muchos presos mueren antes de que su ejecución
pueda llevarse a cabo y otros mueren de forma inhumana. Es evidente que la pena de muerte ya
no mantiene vigencia como mecanismo de miedo, tampoco como método de paga por parte del
asesino para la sociedad. En la actualidad, la pena de muerte como retribución, envía un mensaje
Unidos se contradice a sí mismo. La pena de muerte demuestra venganza. Pasan por alto que la
muerte del asesino no traerá de vuelta al asesinado. Dos errores no harán un bien (9). En el siglo
XXI, las leyes criminales deberían reflejar un estándar más alto, no usar como modelo leyes
1. Anonymous. Death Penalty Curriculum "A just society requires the death penalty for the
2. D. Nagin and J. Pepper, "Deterrence and the Death Penalty," Committee on Law and Justice at
the National Research Council, April 2012; D. Vergano, “NRC: Death penalti effect
3. Death Penalty Information Center, "Discussion of Recent Deterrence Studies", Ohio State
Journal