La LJCA ha introducido en su cuerpo normativo (arts. 114 a 122) las normas destinadas
a regular el proceso especial dedicado a la protección de los derechos fundamentales
frente a las actuaciones dictadas por las AAPP lesivas de aquellos derechos.
En todos los procesos de amparo las partes sólo pueden invocar derechos fundamentales
y el Juez reconocer o denegar la existencia de su vulneración. Esta cuestión ya es
conocida y, por tanto, no volveremos sobre la misma. La particularidad del amparo
administrativo consiste en la especificidad del objeto de dicho proceso que,
necesariamente, ha de estar dirigido a impugnar una actuación dictada por una
Administración Pública sometida al Derecho Administrativo. Sólo cuando concurran
todas estas circunstancias es posible acudir al orden jurisdiccional administrativo para
iniciar este proceso de amparo.
Regulación legal
Su regulación legal viene de la LJCA de 1998, Exposición de Motivos "Se trae al texto
de la Ley Jurisdiccional la regulación del proceso especial en materia de derechos
fundamentales, con el mismo carácter preferente y urgente que ya tiene...". El capítulo I
del Tít. V "Procedimiento para la protección de los derechos fundamentales de la
persona", y consta de nueve arts. (114 a 122), aunque, en puridad, el último de los
citados preceptos regula un proceso especial dedicado al derecho fundamental de
reunión.
Procedimiento aplicable
No obstante la aparente claridad del art. 114.1 LJCA ("El procedimiento de amparo
judicial... se regirá... por lo dispuesto en este Capítulo..."), lo cierto es que, frente a las
actuaciones administrativas lesivas de los derechos fundamentales, la persona agraviada
podrá optar por iniciar el proceso especial de amparo, el proceso ordinario que
corresponda (el común o el abreviado) o, incluso, los dos procesos (el especial y el
ordinario) al mismo tiempo. Lo que no podrá hacer es acudir, en primer lugar, al amparo
administrativo y, después, es decir, en el caso de obtener la resolución firme
desfavorable del amparo solicitado, al proceso ordinario.
Sólo es aconsejable optar por este proceso especial, cuando la vulneración del derecho
fundamental sea evidente.
Objeto
Art. 114.2 LJCA "Podrán hacerse valer en este proceso las pretensiones a que se
refieren los arts. 31 y 32, siempre que tengan como finalidad la de restablecer o
preservar los derechos o libertades por razón de los cuales el recurso hubiere
sido formulado".
Art. 121.2 hace referencia a la obligación del juzgador de dictar una Sentencia
estimatoria de la pretensión del actor cuando la actuación administrativa
impugnada incurra "en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la
desviación de poder, y como consecuencia de la misma vulneren un derecho de
los susceptibles de amparo".
Por una parte, se regula tanto las pretensiones de condena a prestaciones de dar (el
reconocimiento de un situación jurídica individualizada y, en su caso, la indemnización
por los daños y perjuicios por el actor padecidos, art. 31), como las de hacer (en los
casos de la inactividad administrativa del art. 29 o de las vías de hecho; cfr. art. 32); y,
por otra, también se admite que la pretensión de amparo se funde jurídicamente no sólo
en la presunta vulneración de los derechos fundamentales, sino, al mismo tiempo, en las
normas legales que los desarrollan (los llamados derechos fundamentales de
configuración legal).
Legitimación
Activa
Pasiva
En todo proceso administrativo existe una parte pasivamente legitimada necesaria (la
administración demandada) y otra, contingente (el codemandado). La razón de esta
realidad está íntimamente unida al objeto de todo proceso administrativo: la pretensión
administrativa ha de basarse en una previa actuación dictada por una Administración
Pública sujeta a Derecho Administrativo. Es lo que suele calificarse como "el carácter
revisor" del orden jurisdiccional administrativo. Por ello, la Administración autora de la
actuación administrativa impugnada es siempre parte pasivamente legitimada, no sólo
en este proceso especial, sino también en los demás procesos administrativos (art. 21.1.a
LJCA).
Competencia
Procedimiento
Art. 115.1 LJCA regula dos plazos para el ejercicio de la acción de amparo: el común y
el especial.
El plazo común es de 10 días hábiles, el mes de agosto es hábil a estos efectos. El plazo
lo es de caducidad (es improrrogable) y el dies a quo del mismo comienza a computarse
a partir del día siguiente de la notificación del acto (expreso), de la publicación de la
disposición impugnada, del requerimiento para el cese de la vía de hecho o del
transcurso del plazo fijado para la resolución (acto presunto).
Dicho plazo común tiene una especialidad (plazo especial) para los casos relativos a las
vías de hecho, sin requerimiento previo de cese, a la inactividad administrativa o a la
interposición del recurso administrativo potestativo de reposición. En tales supuestos, el
plazo de los 10 días comenzará a computarse una vez transcurridos 20 días desde el
inicio de la actuación administrativa en vía de hecho, la reclamación o la presentación
del recurso de reposición, respectivamente.
Esta especialidad opera como "filtro" que tendrá lugar en la posterior fase de control
judicial de la admisibilidad del amparo (art. 117 LJCA) y tiene por finalidad evitar la
fraudulenta utilización de este proceso especial y acelerado con fines espurios.
Consiguientemente, el demandante tiene la relevante carga procesal, no sólo de
identificar la actuación administrativa impugnada, sino de explicar las razones por las
que estima que ha vulnerado (o puede vulnerar) un derecho fundamental.
Medidas cautelares
Estas se encuentran previstas en los arts. 129 a 136 LJCA. El actor puede solicitar en
cualquier momento del proceso (o incluso antes de su iniciación) no ya la suspensión de
la ejecución del acto impugnado, sino la medida cautelar que estima más adecuada para
la correcta tutela de su concreta pretensión.
Fase de admisión
El art. 117 LJCA regula la llamada fase de admisibilidad del proceso de amparo.
Conforme a lo dispuesto en la citada norma, el Tribunal competente, una vez recibido el
expediente (o precluido el plazo para su remisión) y, en el caso de existir
codemandados, vencido el plazo para su comparecencia, resolverá sobre la
admisibilidad del amparo.
Con ella, la Ley Jurisdiccional pretende crear un filtro a través del cual sólo consigan
pasar los amparos que realmente lo sean y, por tanto, rechazar las peticiones claramente
infundadas. Sin embargo, para estos últimos supuestos la LJCA sigue un sistema tímido
de condena en costas (la temeridad o mala fe), en lugar de establecer un sistema basado
en el principio del vencimiento objetivo, es decir, dicha resolución debería, además,
condenar en costas al actor.
Alegaciones y prueba
1. que se resuelva el amparo sin que haya lugar a la fase de prueba si las partes así
lo solicitan en sus escritos de alegaciones (art. 57 LJCA).
2. cuando las partes deseen la apertura del procedimiento probatorio, así lo han de
solicitar en sus respectivos escritos de alegaciones e indicar los hechos
controvertidos objeto de la prueba (art. 60.1 LJCA). El Tribunal tiene la facultad
de acordar o no el recibimiento del proceso a prueba sólo cuando considere que
existen hechos controvertidos, pertinentes, relevantes y útiles para la suerte del
litigio, ordenará la apertura del procedimiento probatorio.
3. el plazo legalmente previsto para que las partes propongan los medios de prueba,
el Tribunal resuelva admitir los que considere pertinentes y para que éstos se
practiquen es común: 20 días.
Otra de las consecuencias del carácter "urgente" de este proceso, estriba en que,
practicados, en su caso, los medios de prueba por el Tribunal admitidos, o precluido el
plazo antes citado, no habrá lugar a la fase de conclusiones o vista (arts. 120 y 121.1
LJCA).
El art. 121 LJCA dedica tres apartados a regular, respectivamente, el plazo para dictar
Sentencia, las causas de la Sentencia estimatoria y al recurso de apelación y sus efectos.
El plazo para resolver el amparo será de 5 días. Este plazo, que afecta a los órganos
judiciales, no es, sin embargo, una norma imperativa. El Tribunal no resolverá, por
tanto, en dicho plazo, sino "tan pronto como" pueda ser posible, a la vista del volumen
de asuntos pendientes (art. 67.2 LJCA).
Ambos recursos producirán un solo efecto, es decir, el actor favorecido por la Sentencia
estimatoria podrá solicitar la ejecución provisional de la misma. La interposición del
recurso no impedirá la ejecución provisional de la sentencia recurrida (91.1 LJCA).