Anda di halaman 1dari 24

Época: Décima Época

Registro: 2014124

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 41, Abril de 2017, Tomo II

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: XI.1o.C.31 C (10a.)

Página: 1746

INDEMNIZACIÓN DE HASTA EL 50% DE LOS BIENES ADQUIRIDOS


DURANTE LA VIGENCIA DEL MATRIMONIO. PROCEDE INAPLICAR LA
FRACCIÓN II DEL ARTÍCULO 277 DEL CÓDIGO FAMILIAR PARA EL
ESTADO DE MICHOACÁN, CUANDO SE DEMOSTRÓ QUE AMBOS
CÓNYUGES CONTRIBUYERON A SU ADQUISICIÓN, PERO SÓLO UNO DE
ELLOS APARECE COMO PROPIETARIO.

Con motivo de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial


de la Federación el diez de junio de dos mil once, todas las
autoridades del país, en el ámbito de sus competencias, están
obligadas a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en los tratados internacionales en los que el Estado
Mexicano sea Parte, de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad,
procurando siempre la protección más amplia para la persona; lo que
implica que las autoridades jurisdiccionales del orden común, para
hacer respetar esos derechos, tienen facultades para inaplicar los
dispositivos o porciones normativas que contravengan esos
ordenamientos. Ahora bien, el artículo 277 del Código Familiar para
el Estado de Michoacán abrogado, establece: "Al demandar el
divorcio, los cónyuges podrán reclamar del otro, una indemnización
hasta del cincuenta por ciento del valor de los bienes que hubieran
adquirido, durante el matrimonio, siempre que: I. Hubieran estado
casados bajo el régimen de separación de bienes; II. El demandante
se haya dedicado en el lapso en que duró el matrimonio,
preponderantemente al desempeño del trabajo del hogar y, en su
caso, al cuidado de los hijos; y, III. Durante el matrimonio el
demandante no haya adquirido bienes propios o habiéndolos
adquirido, sean notoriamente menores a los de la contraparte. El
Juez de primera instancia, en la sentencia de divorcio, habrá de
resolver atendiendo a las circunstancias especiales de cada caso.". En
dicho numeral se contiene una especie de compensación económica
que tiene como propósito equilibrar las inequidades patrimoniales
que enfrenta uno de los cónyuges cuando se decreta el divorcio, por
no haber obtenido bienes u obtenerlos en cantidad menor, al haberse
dedicado a las labores del hogar y al cuidado de los hijos. Se trata
pues, de una indemnización destinada a corregir aquellas situaciones
de enriquecimiento o empobrecimiento injusto que se presente en
uno de los cónyuges al disolver el régimen patrimonial de separación
de bienes. De ese modo, el requisito que establece la fracción II del
artículo citado consiste en que, quien pide la indemnización se haya
dedicado, preponderantemente, al trabajo del hogar y al cuidado de
los hijos; no debe ser exigible cuando queda acreditado que ambos
cónyuges trabajaron y contribuyeron del mismo modo para la
adquisición de los bienes; en cuyo caso, procede inaplicar la fracción
aludida, con el fin de equilibrar la desigualdad económica que genera
en perjuicio de uno de los cónyuges el hecho de que la mayoría de los
bienes aparezcan sólo a nombre del otro, por afectarse el derecho
humano a usar y disfrutar los bienes que legalmente le corresponden
y a no ser privado de ellos sino mediante el pago de una
indemnización justa, como lo establecen los numerales 1 y 2 del
artículo 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
inaplicación que procede en atención al principio de mayor beneficio
previsto en el artículo 1o. constitucional.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL DÉCIMO PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 861/2015. 27 de octubre de 2016. Unanimidad de


votos. Ponente: José Ma. Alvaro Navarro. Secretario: Jorge Alejandro
Zaragoza Urtiz.

Esta tesis se publicó el viernes 21 de abril de 2017 a las 10:25 horas


en el Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2005807

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada


Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. CI/2014 (10a.)

Página: 539

DIVORCIO. EL ARTÍCULO 4.46, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO CIVIL


DEL ESTADO DE MÉXICO, QUE PREVÉ LA REPARTICIÓN DE HASTA EL
50% DE LOS BIENES ADQUIRIDOS DURANTE EL MATRIMONIO EN FAVOR
DEL CÓNYUGE QUE SE DEDICÓ COTIDIANAMENTE A LAS LABORES DEL
HOGAR, NO VULNERA EL DERECHO HUMANO A LA PROPIEDAD.

El hecho de que la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, en sus artículos 14 y 27, y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa Rica", reconozcan el
derecho a la propiedad como el derecho humano a no ser privado de
las propiedades sin que medie una indemnización justa por parte del
Estado o bien, un juicio que cumpla con las formalidades esenciales
del procedimiento, no implica que el artículo 4.46, párrafo segundo,
del Código Civil del Estado de México, que prevé la repartición de
hasta el 50% de los bienes adquiridos durante el matrimonio
celebrado bajo el régimen de separación de bienes a favor del
cónyuge que se dedicó cotidianamente a las labores del hogar,
vulnere el derecho humano a la propiedad. Lo anterior es así, toda
vez que el Estado no es quien interfiere en la propiedad de los bienes
repartidos, sino que la repartición es en beneficio del cónyuge que se
dedicó a las labores del hogar o cuidado de la familia. Además,
porque el citado derecho conforme al artículo 21 de la citada
convención, consiste en el deber de respetar el patrimonio personal,
el cual se conforma no sólo con bienes materiales, sino también con
los intangibles e incorpóreos. De ahí que, lejos de contravenir el
derecho humano de propiedad lo resguarda, porque reconoce el valor
de la contribución inmaterial al patrimonio personal de ambos
cónyuges por medio de actividades relativas a la administración del
hogar y del cuidado de la familia que son actos que sí constituyen una
contribución que atañe al derecho de propiedad, al ser beneficios
que cotidianamente se incorporan al patrimonio personal de ambos
cónyuges.

Amparo directo en revisión 2764/2013. 6 de noviembre de 2013.


Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente:
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Cecilia Armengol Alonso.

Esta tesis se publicó el viernes 7 de marzo de 2014 a las 10:18 horas


en el Semanario Judicial de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2004221

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XXIII, Agosto de 2013, Tomo 3

Materia(s): Civil

Tesis: I.14o.C.10 C (10a.)

Página: 1644

DIVORCIO INCAUSADO. LA MEDIDA CONSISTENTE EN LA ANOTACIÓN


PREVENTIVA DE LA DEMANDA, A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 282,
APARTADO A, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO
FEDERAL, TAMBIÉN ES APLICABLE CUANDO LOS CÓNYUGES
CONTRAJERON MATRIMONIO BAJO EL RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE
BIENES.

El artículo 282, apartado A, fracción III, del Código Civil para el


Distrito Federal establece que desde que se presenta la demanda, ya
sea en una controversia del orden familiar o de solicitud de divorcio y
sólo mientras dure el juicio, el juzgador dictará, de oficio, las
medidas provisionales pertinentes, con el propósito de que los
cónyuges no se puedan causar perjuicios en sus respectivos bienes ni
en los de la sociedad conyugal, y ordenar, cuando existan bienes que
puedan pertenecer a ambos cónyuges, la anotación preventiva de la
demanda. Aunque desde el punto de vista estrictamente literal, la
parte que se refiere a la anotación preventiva de la demanda tiene
que ver con la existencia de bienes sujetos a la sociedad conyugal, se
considera que la citada disposición debe ser interpretada
extensivamente, de modo tal que no sólo se limite a controversias en
las que las partes, que hubieren estado unidas en matrimonio,
estuviesen sujetas al régimen de sociedad conyugal, sino también
cuando se trate del régimen de separación de bienes. Para tal efecto,
mediante el uso del argumento teleológico, este tribunal estima que
es razonable tener en cuenta la finalidad que se persigue con la
norma transcrita, que consiste fundamentalmente en evitar que,
cuando se trata de controversias que vinculan los bienes de los
cónyuges se defrauden los derechos que puedan comprender a alguno
de ellos o se realicen actos que puedan dilapidar, vender o donar los
bienes que están en controversia y, por tanto, que se haga nugatorio
el derecho ahí perseguido. De acuerdo con esa finalidad, dicha
disposición también resulta aplicable, por analogía, a los casos que
tienen que ver con los matrimonios que se contraen bajo el régimen
de separación de bienes, ya que en ambos supuestos (ya sea en la
sociedad conyugal o en la separación de bienes), existe un elemento
común, especialmente relevante, que merece una misma protección
cautelar o preventiva que garantice, por igual, la eficacia posterior
de los derechos controvertidos.

DÉCIMO CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo en revisión 147/2013. 5 de junio de 2013. Unanimidad de


votos. Ponente: Alejandro Sánchez López. Secretario: Alberto Albino
Baltazar.

Época: Décima Época

Registro: 2002772

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 1

Materia(s): Civil

Tesis: 1a. CCXLV/2012 (10a.)

Página: 809
DIVORCIO SIN EXPRESIÓN DE CAUSA. PRETENSIONES DE LAS PARTES EN
EL JUICIO (LEGISLACIÓN PARA EL DISTRITO FEDERAL).

En el juicio de divorcio sin expresión de causa, las pretensiones que


la parte actora ha de formular en su escrito inicial (y sobre las
cuales, en correspondencia, ha de formular su respuesta la
demandada, haciendo valer las propias) son las que menciona el
artículo 267 del Código Civil para el Distrito Federal, a saber: i) La
petición de divorcio y ii) La resolución de las cuestiones inherentes a
la disolución del vínculo matrimonial que deberán expresarse en la
propuesta y en la contrapropuesta de convenio. Entre éstas están las
siguientes: a) guarda y custodia de los hijos menores e incapaces; b)
modalidades del régimen de visitas para el cónyuge que no tenga la
guarda y custodia; c) satisfacción de obligación alimentaria respecto
de los menores y del cónyuge, en su caso; d) uso del domicilio
conyugal y menaje de casa correspondiente; e) liquidación de la
sociedad conyugal y, f) compensación en el caso de que los cónyuges
hayan celebrado el matrimonio bajo el régimen de separación de
bienes.

Contradicción de tesis 63/2011. Suscitada entre los Tribunales


Colegiados Tercero, Séptimo y Décimo Primero, todos en Materia Civil
del Primer Circuito. 22 de agosto de 2012. La votación se dividió en
dos partes: mayoría de cuatro votos por lo que se refiere a la
competencia. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Unanimidad de
cinco votos en cuanto al fondo. Ponente: Jorge Mario Pardo
Rebolledo. Secretarios: Mercedes Verónica Sánchez Miguez, Mireya
Meléndez Almaraz, Oscar Vázquez Moreno, Mario Gerardo Avante
Juárez y Rosalía Argumosa López.

Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, ya que no resuelve el


tema de la contradicción planteada.

Época: Novena Época

Registro: 165323

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta


Tomo XXXI, Febrero de 2010

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.775 C

Página: 2803

COMPENSACIÓN DE "HASTA EL CINCUENTA POR CIENTO" DE LOS BIENES


ADQUIRIDOS DURANTE EL MATRIMONIO COMO CONSECUENCIA DEL
DIVORCIO EN EL RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES (ARTÍCULO 267,
FRACCIÓN VI, DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE
A PARTIR DEL CUATRO DE OCTUBRE DE DOS MIL OCHO). ELEMENTOS
DE PROCEDENCIA.

La disposición citada regula la figura jurídica de la compensación


como un derecho entre los cónyuges respecto a los matrimonios
celebrados bajo el régimen de separación de bienes, por lo que
procede que el Juez se pronuncie sobre el derecho del cónyuge a la
compensación de hasta el cincuenta por ciento del valor de los bienes
que se hayan adquirido durante el matrimonio, siempre que se
satisfaga alguno de los requisitos que el propio precepto establece en
su fracción VI, consistentes en: a) que el demandante durante el
lapso que duró el matrimonio, se haya dedicado al desempeño del
trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos, b) que no
haya adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido, sean
notoriamente menores a los de su contraparte. El contenido vigente
de ese precepto ya no exige que el cónyuge se haya dedicado
"preponderantemente" al desempeño del hogar, y en su caso al
cuidado de los hijos, sino solamente que se haya dedicado a esa
tarea. Asimismo, ya no se exige que aunado a ese requisito, también
se reúna el otro relativo a que no haya adquirido bienes, porque en
lugar de una "y" que es copulativa, el legislador utilizó una "o" entre
cada enunciado de los supuestos, lo que es una disyunción. Esto es,
basta cualquiera de estos dos supuestos, y por ende, de ningún modo
es exigible que se haya dedicado al trabajo del hogar y que haya
habido hijos. De modo que atendiendo a la redacción actual del
precepto en análisis no se puede exigir como requisito de
procedencia del derecho a la compensación en el divorcio cuando el
matrimonio se contrajo bajo el régimen de separación de bienes, que
el cónyuge demandante se haya dedicado preponderantemente al
desempeño del trabajo del hogar, y en su caso, al cuidado de los
hijos y que durante el matrimonio no haya adquirido bienes o
habiéndolos adquirido, sean notoriamente menores a los de su
contraparte, porque la conjunción de todos esos requisitos se exigía
porque el artículo 289 Bis del Código Civil para el Distrito Federal,
vigente hasta el 3 de octubre de 2008, unía mediante una "y", el
requisito de su fracción II, con alguno de los de la fracción III.
Entonces, cuando los cónyuges celebran el matrimonio bajo el
régimen de separación de bienes existe el derecho a la compensación
que no podrá ser superior al 50% del valor de los bienes que hubieren
adquirido durante el matrimonio. El derecho es para el cónyuge que
durante el matrimonio se haya dedicado al desempeño del trabajo
del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos o que no haya
adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido, sean notoriamente
menores a los de la contraparte. La compensación prevista en el
artículo 267, fracción VI, del Código Civil para el Distrito Federal se
funda en la necesidad de encontrar un mecanismo paliativo de la
inequidad que puede producirse cuando se liquida el régimen
económico del matrimonio bajo separación de bienes, que es un
sistema de organización económica que no permite la comunicación
entre las masas patrimoniales de los cónyuges. Este derecho ya no se
identifica como una "indemnización" a que se refería el artículo 289
Bis del Código Civil para el Distrito Federal, sino que el artículo 267,
fracción VI, del mismo código lo define como una compensación cuyo
otorgamiento por el Juez es obligatorio porque el legislador utiliza las
palabras "deberá señalarse", lo que atribuye al Juez la obligación de
resolver al respecto atendiendo a las circunstancias especiales del
caso; mientras en el artículo 289 Bis del Código Civil para el Distrito
Federal otorgaba un derecho que quedaba a la potestad del cónyuge
reclamar porque se utilizaba el verbo "podrán demandar", y por ende,
dependía de la instancia de parte.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 616/2009. 3 de diciembre de 2009. Unanimidad de


votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: José Luis Evaristo
Villegas.

Nota:

Por ejecutoria de fecha 28 de abril de 2010, la Primera Sala declaró


inexistente la contradicción de tesis 36/2010 en que participó el
presente criterio.
Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de
tesis 490/2011, de la que derivó la tesis jurisprudencial 1a./J.
54/2012 (10a.) de rubro: "DIVORCIO. COMPENSACIÓN EN CASO DE.
INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 267 DEL CÓDIGO
CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE DEL 4 DE OCTUBRE DE
2008 AL 24 DE JUNIO DE 2011."

Época: Décima Época

Registro: 2000780

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Libro VIII, Mayo de 2012, Tomo 1

Materia(s): Civil

Tesis: 1a./J. 54/2012 (10a.)

Página: 716

DIVORCIO. COMPENSACIÓN EN CASO DE. INTERPRETACIÓN DE LA


FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 267 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO
FEDERAL, VIGENTE DEL 4 DE OCTUBRE DE 2008 AL 24 DE JUNIO DE
2011.

La finalidad del mecanismo compensatorio previsto en el artículo 267


del Código Civil para el Distrito Federal, vigente del 4 de octubre de
2008 al 24 de junio de 2011, es corregir situaciones de
enriquecimiento y empobrecimiento injustos derivadas de que uno de
los cónyuges asuma las cargas domésticas y familiares en mayor
medida que el otro. A partir de esa premisa originada de la
interpretación teleológica de la norma se obtiene que, cuando la
disposición citada establece los supuestos en que debe operar la
compensación, el elemento común e indispensable es que el cónyuge
solicitante se haya dedicado a las labores domésticas y de cuidado,
en detrimento de sus posibilidades de desarrollarse con igual tiempo,
intensidad y diligencia en una actividad en el mercado laboral
convencional. Así, al disolver un matrimonio celebrado bajo el
régimen de separación de bienes, tendrá derecho a exigir la
compensación hasta en un 50% de los bienes de su contraparte, el
cónyuge que se haya dedicado al desempeño del trabajo del hogar y,
en su caso, al cuidado de los hijos, sufriendo con ello un perjuicio
patrimonial tal que, en consecuencia, 1) no haya adquirido bienes, o
2) haya adquirido notoriamente menos bienes que el otro cónyuge
que sí pudo desempeñarse en una actividad remuneratoria.
Corresponderá al juez en cada caso, según lo alegado y probado,
estimar el monto de la compensación con el objeto de resarcir el
perjuicio económico causado.

Contradicción de tesis 490/2011. Suscitada entre los Tribunales


Colegiados Tercero y Octavo, ambos en Materia Civil del Primer
Circuito. 29 de febrero de 2012. La votación se dividió en dos partes:
mayoría de cuatro votos en cuanto a la competencia. Disidente y
Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Mayoría de cuatro votos en cuanto
al fondo. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretaria: Mireya
Meléndez Almaraz.

Tesis de jurisprudencia 54/2012 (10a.). Aprobada por la Primera Sala


de este Alto Tribunal, en sesión de fecha veintiocho de marzo de dos
mil doce.

Época: Novena Época

Registro: 165277

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXXI, Febrero de 2010

Materia(s): Civil

Tesis: I.5o.C.97 C

Página: 2841

DIVORCIO. CUANDO EXISTA DESACUERDO DE LOS CÓNYUGES


RESPECTO A LA COMPENSACIÓN PREVISTA EN LA FRACCIÓN VI DEL
ARTÍCULO 267 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, EL
JUZGADOR DEBE ATENDER A LO DISPUESTO EN EL NUMERAL 287 DEL
MISMO ORDENAMIENTO.
El contenido de los preceptos 283, fracción VII y 287 del Código Civil
para el Distrito Federal, no obstante regular una misma situación,
compensación de uno de los consortes cuando el matrimonio se haya
celebrado bajo el régimen de separación de bienes, las soluciones
que plantean son incompatibles entre sí, ya que no permiten su
aplicación u observancia simultáneas, precisamente en lo referente a
la decisión que el Juez de lo Familiar debe asumir dentro de un juicio
de divorcio, cuando los cónyuges no están de acuerdo con el punto
del convenio relativo a la compensación a que se refiere la fracción
VI del artículo 267 del mismo código, pues mientras un precepto
ordena al Juez pronunciarse en la sentencia definitiva atendiendo a
las circunstancias del caso, el diverso numeral prohíbe esta decisión
en dicho fallo definitivo, al disponer que, ante tal desacuerdo,
deberán dejarse a salvo sus derechos para que los hagan valer en la
vía incidental. Ante esta colisión de normas, cuando exista
desacuerdo de los consortes respecto a la compensación reclamada
por uno de ellos, el juzgador tiene que adoptar la disposición del
citado numeral 287, dado que es en éste donde se contiene un
efectivo derecho de defensa, mediante la preparación y el desahogo
de las pruebas ofrecidas, pues ante tal falta de acuerdo, se pospone
la resolución para una diversa fase (incidental), en la que las partes
podrán alegar y aportar las probanzas para acreditar sus
afirmaciones. Con lo que se cumple con el principio del debido
proceso que se instituye en el artículo 14 constitucional. Lo que no
sucede con la aplicación de la fracción VII del artículo 283, pues
conforme a ella, en la sentencia definitiva, el Juez resolverá sobre la
procedencia de la compensación según las circunstancias especiales
de cada caso.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 619/2009. 3 de diciembre de 2009. Unanimidad de


votos. Ponente: María Soledad Hernández Ruiz de Mosqueda.
Secretario: Miguel Ángel Silva Santillán.

Época: Novena Época

Registro: 166664

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito


Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXX, Agosto de 2009

Materia(s): Civil

Tesis: I.8o.C.285 C

Página: 1604

DIVORCIO POR VOLUNTAD UNILATERAL DEL CÓNYUGE. LA


COMPENSACIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 267, FRACCIÓN VI, DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL DEBE SER MATERIA DE
PRONUNCIAMIENTO AL DICTARSE LA SENTENCIA, ATENDIENDO AL
PRINCIPIO DE ESPECIALIDAD.

Conforme al decreto publicado en la Gaceta Oficial del Distrito


Federal el tres de octubre de dos mil ocho por el que se reforman,
derogan y adicionan artículos a los Códigos Civil y de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal, el procedimiento de divorcio se
reduce a la presentación de una "solicitud" y una propuesta de
convenio, que debe contener lo relativo a la guarda y custodia de los
hijos o incapaces, régimen de visitas, alimentos de los hijos y/o del
ex cónyuge, su modo de garantizarlos, uso del domicilio conyugal y
menaje, administración de los bienes de la sociedad conyugal hasta
su liquidación y señalamiento de compensación, para el caso de que
el matrimonio se haya celebrado bajo el régimen de separación de
bienes, si hay acuerdo en relación al mismo el Juez lo aprobará de
plano decretando el divorcio mediante sentencia; en cambio si no hay
consentimiento del convenio sólo se dicta sentencia en la que se
decreta la disolución del vínculo matrimonial y se deja expedito el
derecho de las partes para que en la vía incidental hagan valer lo
relativo a la materia del convenio. Sin embargo, aun cuando la
compensación también es materia del convenio, al no existir
acuerdo, el Juez responsable debe atender a lo dispuesto en el
artículo 283, fracción VII, del Código Civil para el Distrito Federal,
obligándolo a que sea materia de pronunciamiento en la sentencia en
la que decrete el divorcio, porque se trata de una norma especial,
que prevalece a la regla general de que todo lo que es materia de
convenio, en caso de desacuerdo, se tramite en la vía incidental, y en
la sentencia de divorcio el juzgador debe resolver sobre la
procedencia de la compensación, aun ante su inconformidad
atendiendo a las circunstancias especiales, sin que obste a lo anterior
la circunstancia de que el artículo 283 de la ley citada, previo a la
enumeración de las cuestiones que indica debe contener la sentencia
de divorcio, haga referencia a la situación de los hijos menores de
edad, porque la compensación a que se refiere la fracción VII del
mismo artículo es la relativa a la indemnización que uno de los
cónyuges tiene derecho a recibir del otro, cuando se actualice la
hipótesis de su procedencia, sin que para ello se analicen cuestiones
relativas a la situación de los hijos menores, porque es un beneficio
en lo personal.

OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 146/2009. 1o. de julio de 2009. Unanimidad de votos.


Ponente: Dinnorah Jannett Carbajal Rogel, secretaria de tribunal
autorizada para desempeñar las funciones de Magistrada, en términos
del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación, en relación con el artículo 52, fracción V, del Acuerdo
General del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que
reglamenta la organización y funcionamiento del propio consejo.
Secretaria: Bertha Tafoya Galdamez.

Época: Novena Época

Registro: 168904

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXVIII, Septiembre de 2008

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.700 C

Página: 1297

INDEMNIZACIÓN ENTRE CÓNYUGES SUJETOS AL RÉGIMEN DE


SEPARACIÓN DE BIENES, PREVISTA EN EL ARTÍCULO 289 BIS DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL. LAS BASES PARA SU
LIQUIDACIÓN Y EL MONTO DEBEN DETERMINARSE EN LA SENTENCIA DE
DIVORCIO.
La indemnización prevista en el artículo 289 Bis del Código Civil para
el Distrito Federal, procede siempre que se pruebe que las partes se
hayan casado bajo el régimen de separación de bienes; que el
demandante durante el tiempo que duró el matrimonio se haya
dedicado preponderantemente a las labores del hogar y en su caso, al
cuidado de los hijos; y que durante el matrimonio el demandante no
haya adquirido bienes propios o habiéndolos adquirido, sean
notoriamente menores a los de la contraparte. Por tanto,
corresponde a la actora la carga de probar esos elementos durante la
substanciación del juicio, para que en la sentencia de divorcio se
haga pronunciamiento sobre la procedencia o no de dicha prestación
y se determine el porcentaje a que tiene derecho el demandante. Es
en la sentencia de divorcio, con base en las circunstancias especiales
de cada caso, y no en la etapa de ejecución de sentencia, donde
tiene que hacerse la condena en un porcentaje específico, porque
éste será una de las bases de la liquidación. El número de bienes que
haya adquirido el demandado y sus características, no son un factor
indispensable para fijar el monto, sino el tiempo que duró el
matrimonio, la dedicación preponderante a las labores del hogar y en
su caso, al cuidado de los hijos; la forma en que desempeñó su labor
como esposa, ama de casa y madre, así como el grado de preparación
de la esposa y la posibilidad que hubiera tenido de trabajar y obtener
una remuneración. Luego, basta que se acrediten los anteriores
elementos, para que el juzgador determine el porcentaje al cual
tiene derecho la cónyuge por concepto de dicha indemnización; se
trata de una condena genérica cuya procedencia depende de que se
acrediten los requisitos que exige el citado artículo y no es posible
que la determinación del porcentaje de la indemnización se haga en
ejecución de sentencia, porque el porcentaje es una base necesaria
para la liquidación y no puede darse en una etapa posterior.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 273/2008. 3 de julio de 2008. Unanimidad de votos.


Ponente: Neófito López Ramos. Secretaria: Ana Lilia Osorno Arroyo.

Época: Novena Época

Registro: 173412

Instancia: Primera Sala


Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXV, Febrero de 2007

Materia(s): Civil

Tesis: 1a./J. 89/2006

Página: 40

ACCIÓN REIVINDICATORIA. ES IMPROCEDENTE SI SE INTENTA CONTRA


QUIEN DETENTA LA POSESIÓN QUE DERIVA DEL VÍNCULO MATRIMONIAL
CELEBRADO BAJO EL RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES, POR LO
QUE DEBE EJERCERSE LA ACCIÓN PERSONAL BASADA EN LA
DISOLUCIÓN DE ESE VÍNCULO.

En el régimen de separación de bienes, cada uno de los cónyuges


conserva la propiedad y administración de sus respectivos bienes y
pueden establecer su domicilio conyugal en un inmueble que sea o no
propiedad de ambos o que pertenezca sólo a uno de ellos, ya sea que
lo haya adquirido antes o durante el matrimonio. En este último
supuesto, cuando existe un régimen de separación de bienes, el
inmueble ocupado como domicilio conyugal permanece como
propiedad del cónyuge que lo adquirió, conservando éste la posesión
originaria, mientras que el otro integrante del vínculo tendrá una
posesión que deriva a causa del matrimonio. Ahora bien, sin
menoscabo de ese dominio exclusivo de uno de los cónyuges, el bien
inmueble debe destinarse principalmente a la satisfacción de los
alimentos del otro cónyuge y de los hijos que, en su caso, se hayan
procreado, cubriéndose así, específicamente, el rubro relativo a la
habitación. Por tanto, una vez disuelto el matrimonio celebrado bajo
el régimen de separación de bienes, sin haber hijos procreados por
ambos esposos, el cónyuge que tenga el carácter de poseedor
derivado debe desocupar el inmueble, por haber terminado el acto
jurídico causal de la posesión, e incluso puede ser condenado a ello,
si así se reclamó, en la sentencia que declare el divorcio; además, tal
desocupación también procede si el cónyuge poseedor derivado tiene
derecho a alimentos, pero en tal supuesto el esposo deudor
alimentario debe otorgarle el valor correspondiente al rubro de
habitación que dejará de cubrirse con el que fuera el domicilio
conyugal. En ese sentido, y en caso de que no exista la condena a la
desocupación y entrega del inmueble en la sentencia de divorcio, y el
cónyuge poseedor derivado se abstenga de desocuparlo
voluntariamente tras la disolución del vínculo matrimonial, el
propietario del bien tiene derecho a recuperar la posesión, pero no a
través de una acción real, como la reivindicatoria, sino de la acción
personal basada en dicha disolución, en virtud de que los poseedores
derivados sólo pueden ser compelidos a restituir un bien mediante
acciones personales relacionadas con el vínculo jurídico que les
permitió adquirir la calidad de poseedores. De similar forma, es
decir, por medio del ejercicio de la acción personal correspondiente,
puede reclamar la desocupación del inmueble a los hijos con derecho
a alimentos que, tras el divorcio de sus padres, hayan permanecido
en él, pero en tal caso debe otorgarles el valor correspondiente al
rubro habitación. Asimismo, igual acción personal debe ejercerse si el
cónyuge o los hijos, como acreedores alimentarios, permanecieron en
el inmueble con posterioridad al divorcio por virtud de un convenio o
sentencia que así lo previniera, ya que en esa hipótesis la
modificación o cesación de la obligación alimenticia que promueva el
cónyuge propietario del bien puede llevar a su desocupación.

Contradicción de tesis 70/2006-PS. Entre las sustentadas por el


Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito. 25
de octubre de 2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria:
Guadalupe Robles Denetro.

Tesis de jurisprudencia 89/2006. Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión de fecha veinticinco de octubre de dos
mil seis.

Época: Novena Época

Registro: 174810

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXIV, Julio de 2006

Materia(s): Civil

Tesis: I.3o.C.556 C

Página: 1110
ACCIÓN REIVINDICATORIA. ES IMPROCEDENTE ENTRE QUIENES
DEJARON DE SER CÓNYUGES, POR LO QUE DEBE EJERCERSE LA ACCIÓN
PERSONAL DERIVADA DE DISOLUCIÓN DEL VÍNCULO MATRIMONIAL
CELEBRADO BAJO EL RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES.

Conforme a la interpretación sistemática de los artículos 146, 163,


212 y 266 del Código Civil para el Distrito Federal, el matrimonio
constituye un acto jurídico, en tanto nace a partir de la libre
manifestación de la voluntad de los contrayentes y requiere para su
celebración ciertos requisitos legales; los esposos habitan en un
domicilio conyugal, cuando en éste actúan con plena autoridad e
iguales consideraciones; en el régimen de separación de bienes, cada
uno de los cónyuges conserva la propiedad y administración de sus
respectivos bienes; y, el divorcio disuelve el vínculo jurídico
matrimonial, permitiendo a los cónyuges contraer otro. Los esposos
pueden establecer su domicilio conyugal en un inmueble que no sea
propio de ninguno de ellos, en tanto gocen de la autoridad propia
antes indicada; que sea propiedad de ambos; o, que el dominio
pertenezca sólo a uno de ellos, ya sea que lo haya adquirido antes o
durante el matrimonio. Cuando se da este último supuesto, y existe
un régimen de separación de bienes, el inmueble sede del hogar
permanecerá en todo momento como propiedad del cónyuge
respectivo, quien conservará la posesión originaria, mientras que el
diverso integrante de la pareja tendrá una posesión derivada, cuya
causa se encuentra en el acto jurídico del matrimonio. Sin demérito
de ese dominio exclusivo de uno de los cónyuges, el bien raíz deberá
ser destinado preponderantemente a la satisfacción de los alimentos
del otro cónyuge y de sus hijos, si los hubiere, cubriéndose así,
específicamente, el rubro habitación, como uno de los diversos
satisfactores que comprende la figura de los alimentos, que deben
proporcionarse los cónyuges entre sí y los padres a los hijos, en
términos de los artículos 302, 303 y 308 del invocado Código Civil. Por
ende, una vez que se disuelve el matrimonio celebrado bajo el
régimen de separación de bienes, dejándose a los cónyuges en
aptitud de celebrar otro, sin haber hijos procreados por ambos
esposos, el cónyuge que tenga el carácter de poseedor derivado
deberá desocupar el inmueble, pues terminó el acto jurídico causal
de la posesión, a lo cual podrá, incluso, ser condenado, si se reclamó
así, en la sentencia que declare el divorcio, como consecuencia de
este último. Si dicho cónyuge poseedor derivado tiene derecho a
alimentos, también procederá la desocupación del bien, pero en tal
supuesto, el diverso esposo deudor alimentario deberá otorgarle el
valor correspondiente al rubro de habitación que dejará de cubrirse
con el que fuera domicilio conyugal. En caso de que no exista la
condena a la desocupación y entrega del inmueble en la sentencia de
divorcio, y el cónyuge poseedor derivado se abstenga de desocuparlo
voluntariamente tras la disolución del vínculo matrimonial, el
propietario del bien tiene derecho a recuperar la posesión, empero,
no podrá ejercerlo a través de una acción real, como la
reivindicatoria, sino que deberá intentar la acción personal basada en
dicha disolución. Así es, dado que la posesión que detenta el cónyuge
que carece del carácter de propietario es derivada, precisamente
porque tiene su origen en un acto jurídico (matrimonio) por virtud del
cual el detentador (cónyuge propietario) le entregó la posesión del
inmueble (domicilio conyugal), y los poseedores derivados sólo
pueden ser compelidos a restituir un bien a través de acciones
personales relacionadas con el vínculo jurídico que les hizo entrar a
poseerlo. De similar forma, es decir, mediante el ejercicio de la
acción personal correspondiente, se podrá reclamar la desocupación
del bien a los hijos con derecho a alimentos que, tras el divorcio de
sus padres, hayan permanecido en el mismo a fin de satisfacer la
habitación como parte integrante de la obligación alimenticia, lo que
implicará otorgarles el valor correspondiente a ese rubro. Igual
acción personal deberá ejercerse si el cónyuge o los hijos, como
acreedores alimentarios, permanecieron en el inmueble con
posterioridad al divorcio por virtud de un convenio o sentencia que
así lo previniera, ya que, en esa hipótesis, la modificación o cesación
de la obligación alimenticia que promueva el cónyuge propietario del
bien podrá llevar a la desocupación del mismo. Todo ello, permite
concluir que la acción reivindicatoria es improcedente entre cónyuges
y entre quienes han dejado de serlo.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 58/2006. 11 de mayo de 2006. Unanimidad de votos.


Ponente: Raúl Alfaro Telpalo, secretario de tribunal autorizado por la
Comisión de Carrera Judicial del Consejo de la Judicatura Federal
para desempeñar las funciones de Magistrado. Secretario: José
Alberto Jiménez González.

Época: Novena Época

Registro: 179042

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito


Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXI, Marzo de 2005

Materia(s): Civil

Tesis: I.13o.C.31 C

Página: 1116

DIVORCIO. LA INDEMNIZACIÓN ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 289 BIS


DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE A PARTIR DEL
1o. DE JUNIO DE 2000, CONSISTENTE EN QUE LA DEMANDANTE SE
HAYA DEDICADO PREPONDERANTEMENTE AL TRABAJO DEL HOGAR Y
CUIDADO DE LOS HIJOS, ES UN ELEMENTO QUE CORRESPONDE
DEMOSTRARLO A ELLA.

Si la cónyuge pretende que se le beneficie con la indemnización


establecida en el artículo 289 bis del Código Civil en vigor, en el
sentido de que podrán ser indemnizados hasta con el cincuenta por
ciento del valor de los bienes, siempre que hubieren estado casados
bajo el régimen de separación de bienes y se hubiere dedicado en el
lapso que duró el matrimonio preponderantemente al desempeño del
trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos, es evidente
que la carga probatoria para acreditar tales extremos corresponde al
demandante, puesto que en términos del artículo 281 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, las partes asumirán la
carga de la prueba de los hechos constitutivos de sus pretensiones,
por ende, quien desee verse favorecido con tal indemnización, debe
acreditar encontrarse en el supuesto jurídico que prevé la norma.

DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER


CIRCUITO.

Amparo directo 901/2004. 31 de enero de 2005. Unanimidad de


votos. Ponente: Arturo Ramírez Sánchez. Secretario: Pedro Gámiz
Suárez.

Nota: Esta tesis contendió en la contradicción 132/2008-PS resuelta


por la Primera Sala, de la que derivó la tesis 1a./J. 26/2009, que
aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXIX, junio de 2009, página 112, con el
rubro: "DIVORCIO. CUANDO SE DEMANDA LA INDEMNIZACIÓN PREVISTA
EN EL ARTÍCULO 289 BIS DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO
FEDERAL, CORRESPONDE A LA PARTE SOLICITANTE PROBAR LOS
HECHOS EN QUE FUNDA SU PETICIÓN (LEGISLACIÓN VIGENTE HASTA EL
3 DE OCTUBRE DE 2008)."

Época: Novena Época

Registro: 167124

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XXIX, Junio de 2009

Materia(s): Civil

Tesis: 1a./J. 26/2009

Página: 112

DIVORCIO. CUANDO SE DEMANDA LA INDEMNIZACIÓN PREVISTA EN EL


ARTÍCULO 289 BIS DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL,
CORRESPONDE A LA PARTE SOLICITANTE PROBAR LOS HECHOS EN QUE
FUNDA SU PETICIÓN (LEGISLACIÓN VIGENTE HASTA EL 3 DE OCTUBRE
DE 2008).

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha


sostenido que el artículo 289 Bis del Código Civil para el Distrito
Federal, vigente hasta el 3 de octubre de 2008, prevé la posibilidad
de que cualquiera de los cónyuges demande, bajo ciertas
condiciones, una compensación económica, es decir, una
indemnización disponible para cualquiera de ellos, sin excepcionar
las reglas sobre carga probatoria que regulan el juicio civil y sin
justificar la existencia de una presunción legal a favor de alguna de
las partes. Ahora bien, conforme a los artículos 281 y 282 del Código
de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, la carga probatoria
compete a las partes, atendiendo a su problemática de hacer
prosperar sus acciones o excepciones, según corresponda. En
congruencia con lo anterior, se concluye que cuando en un juicio
ordinario civil de divorcio se demanda la indemnización prevista en el
citado artículo 289 Bis, bajo el argumento de haberse dedicado en el
lapso que duró el matrimonio preponderantemente al desempeño del
trabajo del hogar y, en su caso, al cuidado de los hijos, corresponde a
la parte solicitante probar los hechos en que funda su petición, pues
lo contrario rompería con las condiciones de impartición de justicia
imparcial. Lo anterior sin perjuicio de que de las pruebas aportadas y
de las circunstancias particulares de cada caso pueda desprenderse
una presunción humana que demuestre esos extremos.

Contradicción de tesis 132/2008-PS. Entre las sustentadas por los


Tribunales Colegiados Sexto y Décimo Tercero, ambos en Materia Civil
del Primer Circuito. 18 de febrero de 2009. Cinco votos. Ponente:
José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 26/2009. Aprobada por la Primera Sala de


este Alto Tribunal, en sesión de fecha veinticinco de febrero de dos
mil nueve.

Época: Novena Época

Registro: 179922

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta

Tomo XX, Diciembre de 2004

Materia(s): Civil

Tesis: 1a./J. 78/2004

Página: 107

DIVORCIO. LA INDEMNIZACIÓN ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 289 BIS


DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL, VIGENTE A PARTIR DEL
1o. DE JUNIO DE 2000, PUEDE RECLAMARSE EN TODAS LAS DEMANDAS
DE DIVORCIO PRESENTADAS A PARTIR DE SU ENTRADA EN VIGOR, CON
INDEPENDENCIA DE QUE EL MATRIMONIO SE HUBIERA CELEBRADO CON
ANTERIORIDAD A ESA FECHA.
La aplicación del citado artículo, que prevé que los cónyuges pueden
demandar del otro, bajo ciertas condiciones, una indemnización de
hasta el 50% del valor de los bienes que el cónyuge que trabaja fuera
del hogar hubiere adquirido durante el matrimonio, no plantea
problema alguno desde la perspectiva de la garantía de
irretroactividad de la ley contenida en el artículo 14 de la
Constitución Federal, cuando la misma se reclama en demandas de
divorcio presentadas a partir de la entrada en vigor del mencionado
precepto legal, con independencia de que el matrimonio se haya
celebrado con anterioridad a esa fecha. El artículo en cuestión
constituye una norma de liquidación de un régimen económico
matrimonial que se aplica exclusivamente a las liquidaciones
realizadas después de su entrada en vigor y, aunque modifica la
regulación del régimen de separación de bienes, no afecta derechos
adquiridos de los que se casaron bajo el mismo. Ello es así porque,
aunque dicho régimen reconoce a los cónyuges la propiedad y la
administración de los bienes que, respectivamente, les pertenecen,
con sus frutos y accesiones, no les confiere un derecho subjetivo
definitivo e inamovible a que sus masas patrimoniales se mantengan
intactas en el futuro, sino que constituye un esquema en el que los
derechos de propiedad son necesariamente modulados por la
necesidad de atender a los fines básicos e indispensables de la
institución patrimonial, la cual vincula inseparablemente el interés
privado con el público. Tampoco puede considerarse una sanción cuya
imposición retroactiva prohíba la Constitución, sino que se trata de
una compensación que el Juez, a la luz del caso concreto, pueda
considerar necesaria para paliar la inequidad que puede producirse
cuando se liquida el régimen de separación de bienes. El artículo
citado responde al hecho de que, cuando un cónyuge se dedica
preponderante o exclusivamente a cumplir con sus cargas familiares
mediante el trabajo en el hogar, ello le impide dedicar su trabajo a
obtener ingresos propios por otras vías, así como obtener la
compensación económica que le correspondería si desarrollara su
actividad en el mercado laboral; por eso la ley entiende que su
actividad le puede perjudicar en una medida que parezca
desproporcionada al momento de disolver el régimen de separación
de bienes.

Contradicción de tesis 24/2004-PS. Entre las sustentadas por los


Tribunales Colegiados Octavo y Décimo Tercero, ambos en Materia
Civil del Primer Circuito. 3 de septiembre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Roberto
Lara Chagoyán.
Tesis de jurisprudencia 78/2004. Aprobada por la Primera Sala de
este Alto Tribunal, en sesión de fecha tres de septiembre de dos mil
cuatro.

Época: Décima Época

Registro: 2009513

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 19, Junio de 2015, Tomo III

Materia(s): Constitucional, Civil

Tesis: III.2o.C.27 C (10a.)

Página: 2077

DIVORCIO SIN EXPRESIÓN DE CAUSA. NO OBSTANTE QUE EN EL ORDEN


JURÍDICO DE JALISCO, NO EXISTA DISPOSICIÓN LEGISLATIVA QUE LO
REGULE, LA OBLIGACIÓN DE RETRIBUIR AL CÓNYUGE QUE DESEMPEÑÓ
COTIDIANAMENTE TRABAJO EN EL HOGAR DURANTE SU VIGENCIA, EN
CASO DE QUE ÉSTE SE DECRETE, EN ATENCIÓN A LA SUPREMACÍA DE
LOS DERECHOS HUMANOS, LA INVIOLABILIDAD DE LA DIGNIDAD
HUMANA Y LA IGUALDAD SUSTANTIVA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER,
DEBE OPERAR HASTA POR EL CINCUENTA POR CIENTO DEL TOTAL DE
LOS BIENES ADQUIRIDOS POR EL OTRO.

El artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, enarbola la supremacía de los derechos humanos, bajo los
principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad. Ante estas premisas, con base en los principios de
equidad y justicia, sin perder de vista que el objeto que justifica la
promoción y defensa de los derechos humanos lo es la inviolabilidad
de la dignidad de las personas, debe considerarse que aun cuando en
Jalisco no exista una disposición que regule la existencia del divorcio
sin expresión de causa, ello no impide que, al decretarse la
disolución del vínculo matrimonial bajo tal modalidad con base en el
respeto al libre desarrollo de la personalidad, se retribuya al cónyuge
que sufrió un perjuicio económico cuando, en aras del
funcionamiento del matrimonio, asumió determinadas cargas
domésticas y familiares sin recibir remuneración económica, siempre
que demuestre que, de manera cotidiana, realizó trabajo en el
hogar, consistente en tareas de administración, dirección, atención
de éste o cuidado de la familia, por tanto, tendrá, para los efectos
del divorcio sin expresión de causa, derecho a la repartición de hasta
el cincuenta por ciento del total de los bienes adquiridos por el
cónyuge que trabajó fuera del hogar, independientemente de
cualquier otro porcentaje que exista en la legislación de Jalisco, dado
que aquél es el que refleja, de la manera más exacta, la igualdad
sustantiva entre el hombre y la mujer, así como es el que protege
con mayor eficacia los derechos humanos de los consortes antes y
después del matrimonio, al otorgar el mismo valor a las actividades
propias del hogar y a las realizadas fuera de él, al mismo tiempo que
dignifica una labor que constituye un aporte al patrimonio en
beneficio del cónyuge que adquirió bienes durante su vigencia,
máxime si se considera que quien las llevó a cabo se erigió como un
baluarte al dedicarse no sólo al cuidado del hogar y de la familia,
sino también de su propio consorte; todo lo cual, deberá dirimirse en
ejecución de sentencia, ponderando en todo momento la voluntad de
las partes y, en su defecto, de acuerdo con lo previsto en la ley, para
la disolución de las sociedades, en términos del Código Civil del
Estado de Jalisco.

SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER


CIRCUITO.

Amparo directo 553/2014. 25 de noviembre de 2014. Mayoría de


votos. Disidente: Víctor Jáuregui Quintero. Ponente: Gerardo
Domínguez. Secretario: Manuel Ayala Reyes.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de junio de 2015 a las 9:20 horas en


el Semanario Judicial de la Federación.

Anda mungkin juga menyukai