Ramas de la semántica
Las tres tipos o ramas fundamentales de la semántica son las siguientes:
Semántica lingüística: trata de la codificación y decodificación de los
signos lingüísticos.
Semántica lógica: estudia las relaciones lógicas entre el signo lingüístico y
la realidad.
Semántica cognitiva: intenta explicar por qué nos comunicamos y cuál es
el mecanismo psíquico que se establece entre el hablante y el oyente
durante la comunicación.
Connotación y Denotación
El significado, esto es, la imagen mental que surge al escuchar una
palabra dada, es producto de una serie de rasgos conceptuales que todos
los usuarios de una lengua asocian de manera general a un significante.
No obstante, es conveniente distinguir entre denotación y connotación.
La denotación está determinada por los rasgos conceptuales objetivos,
independientemente del contexto. Constituye el núcleo semántico
fundamental y es común a todos los hablantes. Es el significado llano, que
encontraríamos en cualquier diccionario.
La connotación, por el contrario, comprende los rasgos conceptuales
subjetivos, las significaciones añadidas a una palabra en virtud de
factores socioculturales, históricos, etc., y también contextuales.
Dependiendo de los hablantes, una misma palabra puede tener
connotaciones distintas.
Relaciones entre significantes
Homonimia: dos palabras son homónimas cuando su significante es el
mismo, es decir, están compuestas por los mismos fonemas, pero difieren
en sus referentes.
Algunos homónimos son también homógrafos, esto es, coinciden
exactamente en grafía (ejemplo: vino ─bebida alcohólica─ / vino ─del
verbo venir─), en tanto que otras son solo homófonas, pues coinciden en
sus sonidos pero diferentes en sus grafías. Ejemplo: aya (criada) / halla
(verbo hallar).
(Ejemplo.)