Interstellar
Director: Christopher Nolan. Guión: Jonathan Nolan, Christopher arrepentirse de haberse dejado un dinero en la taquilla.
Nolan (Historia: Kip Thorne). Intérpretes: Matthew El creador de la mejor saga de Batman cuenta aquí la
McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Michael Caine, historia de un padre que se embarca en una compleja mi-
Matt Damon, Bill Irwin, John Lithgow, Casey Affleck, David sión espacial en busca de una galaxia donde los seres hu-
Gyasi, Wes Bentley. 169 min. Jóvenes. manos puedan vivir, pues la Tierra ha quedado inhabitable.
Matar al mensajero
Kill the Messenger
caína en Estados Unidos para financiar ilegalmente a los re-
beldes nicaragüenses que intentaban derrocar al gobierno
sandinista. Su actuación hizo tambalear su matrimonio y le
echó encima a toda la administración pública y a muchos me-
dios de comunicación al servicio de ella.
El neoyorquino Michael Cuesta acierta al imitar los mejores
filmes periodísticos de los años 70 del siglo pasado, sobre to-
do El último testigo (1974) y Todos los hombres del presiden-
te (1976), ambos de Alan J. Pakula. De este modo, su vibran-
te puesta en escena hiperrealista desarrolla con vigor el sóli-
do guion de Peter Landesman, que dosifica muy bien el abun-
dante material documental de los dos libros en los que se ha
basado: uno del propio Gary Webb (Dark Alliance) y otro de
Nick Schou (Kill the Messenger).
Por su parte, el apabullante reparto —liderado por un con-
Director: Michael Cuesta. Guion: Peter Landesman. Intérpretes: tenido Jeremy Renner— encarna muy bien los dilemas mora-
Jeremy Renner, Michael Sheen, Robert Patrick, Tim Blake Nelson, les de los personajes, dotando así de veracidad a la angustio-
Ray Liotta, Barry Pepper, Rosemarie DeWitt, Oliver Platt, Andy sa intriga, solo rota por contadas secuencias de acción. Cier-
Garcia, Paz Vega. 112 min. Jóvenes. (VSD) tamente, Matar al mensajero resulta algo maniquea, pesimis-
ta y malhablada. Pero sobre esos defectos se impone su no-
Esta película recrea la historia real del periodista estadouni- table factura, su gran intensidad emocional y su valiosa exal-
dense Gary Webb, ganador de dos premios Pulitzer. En 1996, tación del periodismo frente a los abusos del poder. Jerónimo
Webb denunció la vinculación de la CIA con el tráfico de co- José Martín.
funcionó en un suburbio de la India, a mí tiene que funcionar- es que un secundario quiera serlo y sepa estar en la som-
me en una favela, parece que pensó Daldry. Y la verdad es bra para dar luz a los verdaderos protagonistas.
que, sin el toque novedoso de Slumdog, el recurso es eficaz, Por otra parte, como también ocurría en Slumdog, hay un
y lo que en otras circunstancias resultaría de difícil digestión cierto mensaje moral en el que esta película encuentra su ca-
(más de un tercio de la película tiene como único escenario ra y su cruz. Su cara, porque lo que nos cuenta Trash –la mi-
un gran montón de basura), de esta manera se distancia y se seria material no está reñida con la riqueza moral, y muchas
hace más llevadero, especialmente para quien busque una veces las personas más desfavorecidas pueden dar auténti-
cinta comercial (Trash no es Ciudad de Dios). cas lecciones– no solo es positivo sino necesario en una so-
En segundo lugar, el director británico se apoya en un ciedad como la actual. Su cruz, porque la manera de recal-
elenco de buenos actores con unos intérpretes jóvenes muy car el mensaje, con subrayados enfáticos y un final en fosfo-
convincentes y naturales a los que acompañan un valor se- rito que insiste en lo evidente hasta convertir el fondo argu-
guro como Martin Sheen –interpretando a un viejo sacerdo- mental en mitin, resulta un poco cargante. Ana Sánchez de
te–, y la ascendente Rooney Mara, que muestra qué sabio la Nieta.
Jimmy’s Hall
Director: Ken Loach. Guion: Paul Laverty. Intérpretes: Barry
Ward, Simone Kirby, Andrew Scott, Jim Norton. 106 min.
Jóvenes. (V)
Con Jimmy’s Hall, Ken Loach nos ofrece una película histó-
rica, ambientada en la Irlanda de los primeros años treinta.
Concretamente, cuenta un periodo de la vida de James
Gralton (1886-1945), líder del Revolutionary Workers’
Group, antecedente del Partido Comunista irlandés.
Tras una larga estancia en Nueva York, James regresa a
su casa, en un pueblo cercano a la frontera del Ulster, para
cuidar de su madre. La trama gira en torno a un estableci-
miento, el Pearsy-Connolly Hall, donde James organiza pa-
ra la gente del pueblo bailes, jazz, talleres de pintura, de bo-
xeo, de creación literaria… Pero el párroco, el padre Sheri-
dan, considera la iniciativa una provocación, máxime por- tológicas secuencias corales de discusiones y debates, es-
que enseña cosas ajenas a la tradición irlandesa y está ca- cenas violentas –siempre didactistas– junto a otras emoti-
pitaneada por un ateo comunista. Los “señoritos” del pue- vas, recreación casi documental del ambiente de los traba-
blo se alían con el párroco contra James. Solo el coadjutor jadores… La novedad más interesante es el espacio que da
será crítico con esta estrategia destructiva. al jazz primitivo y la música popular irlandesa, lo que hace
Es Ken Loach en estado puro, o sea, inmortal doctrina de más digerible el planteamiento tan ásperamente dialéctico
lucha de clases: ricos y pobres, curas reaccionarios y curas del film. Solo nos queda lamentar lo que siempre lamenta-
tolerantes, malos y buenos, capitalistas y obreros… Pero mos después de ver una película de Loach: su falta de liber-
también es Loach cien por cien en su puesta en escena: an- tad ante su propio credo político. Juan Orellana. ❐