Anda di halaman 1dari 8

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Repositorio Institucional del ITESO rei.iteso.mx

Publicaciones ITESO PI - Revista Renglones

2003-03

Estudios culturales, fronteras y traspasos. Una


perspectiva desde Brasil

Ortiz, Renato

Ortiz, R. (2003) "Estudios culturales, fronteras y traspasos. Una perspectiva desde Brasil". En
Renglones, revista del ITESO, núm.53: Los desafíos de América Latina: cultura y globalización.
Tlaquepaque, Jalisco: ITESO.

Enlace directo al documento: http://hdl.handle.net/11117/358

Este documento obtenido del Repositorio Institucional del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de
Occidente se pone a disposición general bajo los términos y condiciones de la siguiente licencia:
http://quijote.biblio.iteso.mx/licencias/CC-BY-NC-ND-2.5-MX.pdf

(El documento empieza en la siguiente página)


A RENGLÓN SEGUIDO

ESTUDIOS CULTURALES,
FRONTERAS Y TRASPASOS
Una perspectiva desde Brasil

RENATO ORTIZ*

En una conferencia organizada por Hermann Herlinghaus en Berlín, en 1995, tomé


conciencia por primera vez de que era un practicante de los estudios culturales. Al año
siguiente, en un seminario realizado en Escocia, en el cual participaba Stuart Hall,
esta sensación se reforzó, pues me encontraba allá, al lado de nistas dedicados a los estudios culturales, lo que me propor-
mis amigos Néstor García Canclini y Jesús Martín-Barbero, ciona gran satisfacción. Sin embargo, a pesar de estas pruebas,
como representante de algo que nunca había imaginado. la imagen que tengo entre mis colegas brasileños no se ajusta a
El cuestionario propuesto por la Universidad de Stanford1 esta definición. Para ellos soy, simplemente, sociólogo, antropó-
me cita como uno de los más “sobresalientes” latinoamerica- logo, aunque mis textos, leídos y apreciados en distintas áreas

*Especialista en el estudio de la relación entre mundialización y cultura. Ha desarrollado distintas investigaciones sobre la cultura popular brasileña. Doctor en sociología
y antropología, investigador y docente en la Universidad de São Paulo–Campinas, también ha sido investigador invitado en el Latin American Institute de la Universidad
de Columbia, en el Kellog Institute de la Universidad de Notre Dame y en la Escuela Nacional de Antropología e Historia en México.
1. Este texto, publicado en Punto de Vista, núm.71, Buenos Aires, 2001, pp. 36-40, es la respuesta de Renato Ortiz a una encuesta organizada por la Universidad de
Stanford.

44 RENGLONES 53. Marzo-Abril de 2003


A RENGLÓN SEGUIDO

—crítica literaria, arquitectura, geografía, comunicación— no son para nada univer-


no encajen bien en las fronteras académicas existentes. sales. Éstos siguen el ritmo
En lo personal, no tengo ninguna angustia identitaria, de los cambios ocurridos en
aun en tiempos de globalización, cuando muchos están las universidades estaduni-
preocupados por el afán insensato de descifrar su “yo”
DESDE EL PUNTO denses, pero difícilmente ex-
mayor. Creo que no deberíamos tener ningún documento DE VISTA INTERNO, presan la realidad brasileña y,
de identidad, que dice poco sobre nuestra individualidad, la realidad de las zonas agregaría, latinoamericana.
sino un “documento de diferencias”, rico, complejo, indefi- En la introducción del
nido, capaz de revelar la diversidad de nuestros itinerarios
geográficas tiene poca libro O próximo e o distante:
a lo largo de la vida, y que sólo se cierre con nuestra propia consistencia (incluso Japão e a modernidade mun-
muerte. teórica), y depende do,2 digo que la noción de
Pero si las representaciones sobre mi trabajo son dife- estudios japoneses, cono-
rentes “afuera” y “adentro” de Brasil, es probable que los
más de los influjos cida como japonología, sólo
lugares en que éstas son acuñadas expresen algo acerca de externos tiene sentido cuando se apre-
la actividad intelectual que desarrollamos y presuponemos cia esta cultura desde el ex-
como dada, como objetivamente inmutable. Soy incapaz de terior. Los japonólogos son investigadores, de preferencia
responder por completo a las preguntas que elaboró la Uni- oriundos de Europa y Estados Unidos, cuya intención es com-
versidad de Stanford; muchas de las cuestiones tratadas me prender la realidad de un determinado país. Lo mismo pasa con
resultan relativamente distantes, tal vez por ser brasileño, lati- los brasilianistas y latinoamericanistas. Son personas que se
noamericano, lo que de cierto modo me aleja de la lógica del encuentran “fuera” de Brasil y de América Latina, que trabajan
campo universitario estadunidense. Consideraré los puntos por lo general en instituciones norteamericanas o europeas.
que me parecen más relevantes y quizá, con una mirada algo Pero ningún brasileño o latinoamericano se identificaría como
extranjera, pueda contribuir al debate en cuestión. un brasilianista o un latinoamericanista, algo que sólo sucede
Los estudios culturales no existen en Brasil como una cuando emigran a una institución extranjera y se insertan en
disciplina específica. Por cierto, el interés por lo que se produce, otro mercado académico. En ese momento, su identidad pro-
ya sea en Inglaterra, a través de la escuela de Birmingham, fesional se alterará. Por eso, no hay japonólogos en Japón ni
sea en Estados Unidos, estudios literarios, posmodernidad, latinoamericanistas en América Latina, sino sociólogos, eco-
globalización, está presente entre nosotros. Pero los términos nomistas, historiadores, etcétera.
del debate son otros. No sé si constituirán en el futuro Desde el punto de vista interno, la realidad de las zonas
una especialización académica ni sabría decir si eso sería real- geográficas tiene poca consistencia (incluso teórica), y depende
mente deseable. La verdad es que la institucionalización del más de los influjos externos. A pesar de que la situación no sea
conocimiento en la esfera de las humanidades se encuentra la misma —los estudios culturales no coinciden con una zona
más o menos definida, constituida por disciplinas y algunas geográfica determinada—, ocurre algo semejante, ya que el
actividades específicas tales como comunicación y artes. conocimiento está marcado por la historia de los lugares en
Aun en los institutos y departamentos de letras, las divi- los cuales se ha producido. ¿Constituyen estos estudios una
siones tradicionales entre enseñanza e investigación pare- disciplina en particular? ¿Configuran un área específica de
cen estar en vigencia sin mayores problemas. Esto establece conocimiento? La respuesta puede ser positiva cuando los
de inmediato un adentro y un afuera, pues las preguntas consideramos en el contexto de las universidades estaduniden-
sobre la posible relación entre estudios culturales y estudios ses, pero negativa, o al menos ambigua, si miramos hacia Amé-
literarios, el destino de los primeros, su politización o no, rica Latina. En lo que concierne a Brasil, me parece que la pene-

2. São Paulo, Brasiliense, 2000.

Marzo-Abril de 2003 RENGLONES 53 45


A RENGLÓN SEGUIDO

tración de los estudios culturales se lleva a cabo por los (religión, política, provincia-
márgenes, es decir, para usar una expresión de Bourdieu, nismo local, sentido común).
en la periferia del campo jerarquizado de las ciencias socia- El enfoque multidisciplinario
les, en particular en las escuelas de comunicación (lo que no es por consiguiente un va-
demuestra por cierto el conservadurismo de disciplinas LOS ESTUDIOS lor en sí mismo sino un valor
como la sociología, la antropología y la literatura). Sin CULTURALES SE relacional (esto es, se esta-
embargo, ninguna de ellas se propone modificar su esta- blece en relación con las “ver-
tuto institucional. Se leen los textos y se cultivan autores
caracterizan por su dades” de las disciplinas), y
sin que el concepto de comunicación, como área específica dimensión es necesario entonces vincu-
de conocimiento o, si se quiere, de agregación de intereses, multidisciplinaria, por larlo con una cuestión ante-
se vea amenazado. rior: en qué medida favo-
Los estudios culturales se caracterizan por su dimen-
la ruptura de las rece o no la realización más
sión multidisciplinaria, por la ruptura de las fronteras fronteras tradicionales adecuada del propio pen-
tradicionales establecidas en los departamentos y univer- establecidas en los samiento.
sidades, un aspecto muy positivo de proceso de reno- Si los estudios culturales
vación de las ciencias sociales.
departamentos y proponen una solución mul-
No hay dudas de que el movimiento de institucionali- universidades tidisciplinaria, no es menos
zación del conocimiento durante el siglo xx se encaminó cierto que también pueden
muchas veces hacia una especie de fordismo intelectual, en explorarse otras alternativas, por ejemplo, el enfoque trasdis-
el que las especialidades, las subdivisiones disciplinarias y ciplinario. En este caso, los horizontes de las disciplinas surgen,
temáticas (sociología rural, antropología de la familia, partidos no como un obstáculo que debe abolirse, sino como punto de
políticos, etc.), alentadas sobre todo en los momentos de cele- partida para un “viaje” entre saberes compartimentados.
bración ritual, los grandes congresos académicos, implicaron la El tema de las fronteras puede explorarse también desde
preponderancia de un saber fragmentado en relación con una otro ángulo. La comparación con Estados Unidos es sugerente.
visión más globalizadora, totalizadora de los fenómenos socia- Desde la década de los veinte, con la Escuela de Chicago, la
les (recuerdo que para Marcel Mauss la categoría de totalidad sociología conoce en Estados Unidos un intenso movimien-
era fundamental en la construcción del objeto sociológico). to de institucionalización. Introduction to the science of so-
No se puede decir que el proceso de especialización haya sido ciology, de Park y Burgess, considerada la pequeña biblia
del todo negativo; de alguna manera posibilitó el análisis más de los sociólogos de Chicago, se publicó en 1921 . La expan-
detallado de ciertos “hechos”, pero queda la impresión de que la sión de la enseñanza universitaria, la creación de departamen-
fragmentación existente no favorece demasiado el perfecciona- tos e institutos de investigación, multiplicarían los nichos ins-
miento del conocimiento y que se vincula más con los intereses titucionales e incentivarían el florecimiento de las diferentes
de los grupos profesionales que rivalizan por subsidios de áreas académicas. Ya en la década de los cuarenta diversas
investigación y posiciones de autoridad en el campo intelec- escuelas de pensamiento, funcionalismo, culturalismo, se pre-
tual. Sin embargo, no se debe considerar la importancia de lo sentan como referencias teóricas importantes en el campo inte-
multidisciplinario como algo idéntico al “fin de las fronteras”. lectual estadunidense.
Caeríamos en la obviedad del sentido común que ha hecho En Brasil, para emplear un término caro a la intelectualidad
alarde con insistencia, ya en el ocaso del siglo xx, del “fin” de latinoamericana, la institucionalización de las ciencias sociales
las ideologías, del espacio, del trabajo, de la historia. En este es tardía. La “escuela paulista” de sociología, personalizada
caso sería como sustituir una insuficiencia real por un falso en la figura de Florestan Fernandes, data de los cincuenta.
problema. En ese momento existían por cierto otras disciplinas, como la
Las fronteras son necesarias para la existencia de un antropología, pero apenas de forma incipiente, desarrolladas
saber autónomo, independiente de las imposiciones externas en puntos alejados y desconectados del país, y practicadas

46 RENGLONES 53. Marzo-Abril de 2003


A RENGLÓN SEGUIDO

por una cantidad bastante reducida de personas (las ciencias pánica, haya sobrevivido al proceso de formalización de las
políticas no existían aún como especialización). No hay que disciplinas, puesto que su propia naturaleza es no respetar la
olvidar que el desarrollo de una red universitaria de enseñanza formalidad de los límites establecidos.
era, hasta la reforma de 1968, también muy limitado. En verdad, ¿El análisis de la cultura constituye un nuevo paradigma
la institucionalización de las ciencias sociales se consolida en sistémico? No estoy convencido de que las ciencias sociales
las décadas de los setenta y ochenta con el surgimiento de un operen con paradigmas, en el sentido que Kuhn le atribuyó
sistema nacional de posgrado (maestría y doctorado) apoyado al término. Aun si se toma el concepto de una manera más
por los organismos de financiamiento federales (Cordenação alusiva y abarcadora, como sinónimo de referencia teórica, mis
Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior, Conselho dudas persisten. Recuerdo que hace algunos años tuvo lugar
Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico) y un debate semejante en relación con el área de comunicación.
estatales (Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São ¿Existe una teoría de la información distinta de las otras esferas
Paulo). Un panorama que hace que Brasil sea en la actualidad de conocimiento? ¿Son las escuelas de comunicación el lugar
un país relativamente “privilegiado” en relación con sus vecinos, privilegiado de este sistema epistemológico? El resultado de
pues en ninguno de ellos hubo un desarrollo tan intenso de esta polémica, hoy apagada por el tiempo, no fue alentador.
las redes universitarias de investigación. Me gustaría, sin embargo, retomar la cuestión, si es que la
Al contrario de las dictaduras chilena, argentina y uruguaya, entendí bien, a partir de una formulación distinta: en la actua-
los militares brasileños fueron “modernizadores”, es decir, lidad, ¿la problemática de la cultura encierra algo cualitativa-
impulsaron el crecimiento económico en los marcos de una mente diferente respecto de las perspectivas trabajadas con
política autoritaria, lo cual tuvo consecuencias importantes en anterioridad? Creo que sí. La tradición de las ciencias sociales,
la restructuración de la universidad. Con esto se quiere decir en sus diversas ramas, confinaba la esfera de la cultura a ciertos
que, en un contexto de institucionalización restringido, las géneros específicos: en la literatura, al debate estético; en la
fronteras entre disciplinas nunca lograron imponerse con la antropología, a la comprensión de las sociedades indígenas, el
misma fuerza y rigidez que en Estados Unidos. No hubo folclor y la cultura popular; en la historia, a la reflexión sobre
ni tiempo ni condiciones materiales para que esto ocurriera. las civilizaciones (hoy revigorizada por el surgimiento de la
Sin duda, estas fronteras existen en las universidades y globalización). Tanto en Europa como en Estados Unidos,
en los centros de investiga- la sociología, cuando se ocupaba del tema, lo restringía
ción, pero son más porosas, prácticamente a la esfera de la Kultur. La literatura y el
fluidas, y permiten una in- arte disfrutaban entonces de un estatuto privilegiado.
teracción mayor entre los El debate sobre el surgimiento de la cultura de masas
practicantes de las ciencias AL CONTRARIO DE en Estados Unidos (décadas de los cuarenta y cincuenta)
sociales. Los pasajes de la LAS DICTADURAS tomaba el universo del arte como referencia obligatoria,
filosofía a la sociología, de las ya sea para criticarlo como “elitista” (los autores liberales
ciencias políticas a la historia,
chilena, argentina y vinculados a la idea de democracia de masas y al mercado),
de la antropología a la comu- uruguaya, los militares sea para valorizarlo (los francfurtianos) como último refu-
nicación, de la sociología a la brasileños fueron gio de la libertad espiritual. Se puede aun decir que el
literatura, no son casos excep- análisis de los fenómenos culturales gozaba de un pres-
cionales, sino que constitu-
“modernizadores”, tigio menor en el campo intelectual. Otros temas, parti-
yen más bien una regla del impulsaron el dos políticos, estado, modernización, industrialización,
campo universitario. Tal vez crecimiento económico urbanización, eran vistos como más importantes que los
por eso, el ensayo, como estudios referidos a la cultura popular, a las religiones, etc.
forma de aprehensión de la
en los marcos de una Por cierto, la esfera de la “alta cultura” permanecía ilesa,
realidad, sobre todo en la tra- política autoritaria pues era considerada como algo aparte, lo que garantizaba
dición latinoamericana his- su aura solitaria. También en América Latina, con las

Marzo-Abril de 2003 RENGLONES 53 47


A RENGLÓN SEGUIDO

debidas proporciones, se reprodujo este movimiento. Pero der. Por tradición, las cien-
a diferencia de lo que se dio en Europa y Estados Unidos, cias sociales tendieron a iden-
la asociación de la temática cultural con el dilema de la tificarse con la política. Hay
identidad nacional fue una preocupación permanente de excepciones que confirman
la intelectualidad. En este sentido, los análisis realiza- EL DILEMA DE LA la regla; por ejemplo, la socio-
dos traspasaron los límites establecidos por las ciencias IDENTIDAD logía de la religión de Max
sociales europeas y estadunidenses. La constitución de la Weber.
nación implicaba una reflexión diferenciada. Sin embargo,
nacional llevó a la Sin embargo, el movi-
en las trasformaciones que tuvieron lugar en las décadas intelectualidad miento dominante en el pen-
de los sesenta y setenta, con el proceso de institucionaliza- latinoamericana a samiento sociológico (en el
ción de las disciplinas, temas como desarrollo, moderni- sentido más amplio del tér-
zación, transición democrática, dependencia, tuvieron un
comprender el mino) fue la consideración
poder de convocatoria mucho mayor entre los científicos universo cultural del poder como algo prefe-
sociales y el público más amplio. como algo rentemente vinculado con
Es posible que la tradición marxista, tal vez de forma el universo de la política.
inconsciente, haya desempeñado en esto cierto papel
intrínsecamente Por eso, temas como estado,
debido a que la noción de superestructura, como reflejo o vinculado a las gobierno, partidos políticos,
no de la infraestructura, atribuía una posición secundaria cuestiones políticas sindicatos, movimientos so-
a las manifestaciones culturales. De cualquier manera, con ciales, se tornaron hegemó-
excepción de la antropología culturalista estadunidense nicos entre los científicos
(confinada a los estudios de las sociedades indígenas y campe- sociales. La cultura quedaba un tanto al margen de todo ello.
sinas y a la aculturación) y del debate sobre la cultura nacional Otra vez, ante este cuadro, puede verse a América Latina
en América Latina, la esfera de la cultura era considerada no de manera diferente, pero es importante dimensionar las cosas
como totalidad sino de forma recortada según los temas y las para no caer en malentendidos. El dilema de la identidad nacio-
disciplinas. nal llevó a la intelectualidad latinoamericana a comprender
Los estudios literarios tenían poco que ver con los análisis el universo cultural (cultura nacional, cultura popular, impe-
sociológicos, la antropología difícilmente dialogaba con la rialismo y colonialismo cultural) como algo intrínsecamente
dimensión “moderna” de la llamada cultura de masas, y así de vinculado a las cuestiones políticas. Discutir sobre cultura era
seguido. En la actualidad, en contraposición a esta tendencia de cierta forma discutir sobre política. El tema de la identidad
hacia la compartimentación del conocimiento, el universo de encerraba los dilemas y las esperanzas referidos a la construc-
la cultura pasó a percibirse como una encrucijada de intencio- ción nacional. Dicho esto, es importante sin embargo cualificar
nes diversas, como si constituyese un espacio de convergencia el contexto en el cual se trababa el debate y señalar los cambios
de movimientos y ritmos diferenciados: economía, relaciones ocurridos desde entonces.
sociales, tecnología, etc. No creo que pueda existir, como se Primero, el surgimiento de una industria cultural, en parti-
pensó en el pasado, una teoría de la cultura (intención algo cular en un país como Brasil, redefinió la noción de cultura
ingenua de los antropólogos culturalistas), pero estoy conven- popular y despolitizó el debate anterior. 3 Segundo, el estado-
cido de que con dificultad este espacio de convergencia pueda nación era el puesto básico de la argumentación desarrollada.
circunscribirse a las fronteras canónicas de las disciplinas Tercero, el movimiento de institucionalización de las cien-
existentes. cias sociales, incluso restringido, con la especialización de
Otro aspecto se relaciona con la problemática del po- las disciplinas, incentivó la separación entre comprensión

3. Véase en Ortiz, Renato. A moderna tradicão brasileira, Brasiliense, São Paulo, 1988.

48 RENGLONES 53. Marzo-Abril de 2003


A RENGLÓN SEGUIDO

de la realidad y actuación política. Además, las trasformacio- De cualquier manera, concebir la esfera de la cultura como
nes recientes desplazan la centralidad del estado-nación y rede- un lugar de poder significa decir que la producción y la repro-
finen la situación en la cual se producen las ciencias sociales. ducción de la sociedad pasan necesariamente por su compren-
Mucho de lo que se define como “crisis política” se asocia con sión (lo que es diferente de la idea de “concientización”, muy
las restricciones impuestas a su actuación. en boga en América Latina en las décadas de los cincuenta y
A partir del proceso de globalización el estado-nación se ve sesenta), dimensión que se acentúa en el contexto de la globa-
debilitado y se escinde el eslabón antes afirmado entre identi- lización.
dad nacional y lucha política. La reflexión sobre la cultura, en el sentido amplio del
El desplazamiento del debate, desde la identidad nacional término, enriquece la comprensión de las relaciones sociales.
hacia las identidades particulares (étnicas, de género, regio- Desplaza la mirada especializada y abre los horizontes de las
nales), refleja esa nueva tendencia. Incluso en el marco de disciplinas hacia un conocimiento más abarcador de la realidad.
los antiguos países “centrales” se puede decir que también Existen no obstante algunos problemas que merecen señalarse.
las instancias tradicionales de la política pierden legitimidad Se trata de cuestiones antiguas en la bibliografía de las ciencias
al definirse casi exclusivamente en términos de las fronteras sociales pero que, con el desarrollo acelerado de los estudios
nacionales (el debate acerca de una posible sociedad civil mun- culturales, no deben ser olvidadas.
dial es un síntoma de eso). Pienso que el análisis cultural debe escapar de dos tentacio-
Otro cambio profundo se relaciona con el modo en que nes constantes: el culturalismo y el relativismo (en el pasado
comienza a percibirse la esfera de la cultura. En América Latina, reciente existía aún el “peligro” del economicismo, pero creo
como se señaló, era vista como un espacio de acción política, que éste es un aspecto, al menos por el momento, relativamente
pero no necesariamente, como entendemos hoy, un lugar de abandonado).
poder. Así, las contradicciones existentes en el seno de las mani- La perspectiva culturalista tiende a enfocar la comprensión
festaciones culturales eran traducidas de inmediato en análisis analítica sólo desde el punto de vista cultural, y deja de lado un
y propuestas apropiados por las instituciones consagradas a conjunto de dimensiones decisivas en la constitución de los
hacer política: gobierno, partidos, sindicatos, movimientos fenómenos sociales: economía, política, tecnología, etc. Cabe
sociales. recordar que la antropología social británica realizó muchas
Se hace cada vez más clara la distinción entre poder y críticas a las insuficiencias de la propuesta culturalista. Al cosi-
política, pues el poder, como ficar la noción de cultura se pierde el tejido de significados
algo inmanente a las socie- constitutivos de los fenómenos sociales. El relativismo,
dades, a las relaciones socia- caro a una visión antropológica tradicional, retorna con
les, no siempre se actualiza fuerza cuando nos enfrentamos con el proceso de globa-
como política. Existen por LA REFLEXIÓN lización y la formación de identidades. Cada “diferencia”
consiguiente mediaciones SOBRE LA es vista como un mundo autónomo, un universo regido
entre las manifestaciones cul- por reglas propias, esto es, relativa en contraposición a las
turales y las instancias pro-
cultura, en el otras. Se olvida que toda diferencia está construida social-
piamente políticas. Sin ellas sentido amplio mente, atravesada por relaciones de fuerza y, sobre todo,
se corre el riesgo de politi- del término, situada en contextos bien determinados: imperialismo,
zar indebidamente la com- capitalismo, globalismo, etcétera.
prensión analítica, dejando
enriquece la El relativismo es en verdad una ilusión óptica, afirma de
de lado los aspectos impor- comprensión manera abstracta la total independencia de las “diferen-
tantes, a veces definitivos, de de las relaciones cias”, cuando éstas son en verdad denegadas por la historia
la constitución de algunos (las diferencias son jerarquizadas según las relaciones de
fenómenos sociales (estética,
sociales fuerzas que determinan los intereses de los grupos sociales,
religión, etcétera). unos frente a otros). ■

Marzo-Abril de 2003 RENGLONES 53 49


A RENGLÓN SEGUIDO

BOCETO PAYASO. TEMPLE Y ANILINAS NATURALES SOBRE PAPEL DE CHINA, 1960.


Colección Familia Reyes.

50 RENGLONES 53. Marzo-Abril de 2003

Anda mungkin juga menyukai