El libre mercado, como planteamiento económico, establece unas condiciones
mínimas de intervención estatal que permiten la interacción espontánea de los diferentes agentes económicos en favor de intereses particulares para beneficio del buen funcionamiento del mercado. Los diferentes modelos económicos adoptados en el mundo, a través de la historia, contienen un componente importante de intervención estatal, que impide tal libertad del mercado. Son mercados regulados políticamente, que obedecen más a intereses particulares que a un análisis técnico en favor de intereses colectivos.