permite conocer, entre otros aspectos, las condiciones en que se han desarrollado
las distintas disciplinas, los problemas que afectan su progreso y los distintos retos
que debemos enfrentar los científicos sociales para responder a las demandas de
la sociedad.
Los diversos estudios que han abordado el análisis del desarrollo de las ciencias
sociales en América Latina coinciden en señalar que durante las décadas de 1930 a
1970, la principal característica del desarrollo de las ciencias sociales en la región
fue su institucionalización y consolidación (Graciarena 1970,1974 y 1979; M urga
Frassinetti y Boils Morales 1979; Ratinoff 1979, entre otros).
Los paradigmas que han dominado y orientado el desarrollo de las ciencias sociales
latinoamericanas han presentado semejanzas y diferencias que se explican por los
cambios del mundo ideológico en el que las mismas se han desenvuelto. Y cabe
destacar que si bien han producido un crecimiento notable de disciplinas poco
frecuentes en las universidades de la región antes de la Segunda Guerra Mundial
—al punto que hoy se celebran congresos masivos de especialistas de estas
ciencias—, en lo que respecta a su conexión con proyectos nacionales, no parecen
haber tenido los resultados esperados.
Después de más o menos una década de vigencia de estas ideas y programas, las
consecuencias políticas e ideológicas de la revolución cubana produjeron una
corriente que puso en duda las posibilidades del desarrollo nacional sin una lucha
por la independencia económica, dado que los resultados de los esfuerzos
industrializadores mostraban resultados insatisfactorios debido a la dominación de
nuevas formas de dependencia que, además, desarticulaban internamente las
economías, las regiones y la sociedad misma de los países dependientes. Esto ponía
en el orden del día la revolución socialista.