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ESCUELA DE ARTE N° 501

TEORIAS DEL ARTE I


PROFESORADO DE MUSICA OR. EDUCACION MUSICAL 3ER. AÑO
PROF: GUSTAVO PALACIOS

LA ESTETICA

La estética es la rama filosófica que estudia e investiga el origen del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte,
según asienta Immanuel Kant en su Crítica del juicio. Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto primordial es la
reflexión sobre los problemas del arte.
INVOLUCRA:
 SUJETO Y OBRA DE ARTE
 SENSIBILIDAD SOBRE LA EXPRESION ARTISTICA (PRODUCE SENSACIONES)
 CONTEXTO VA A BRINDAR MAYOR INFORMACION PARA QUE INFLUYA SOBRE LAS SENSACIONES
 SE PUEDE PRODUCIR UN GOCE ESTETICO O EMOCIONES INTELECTUALES
 CAPACIDAD DE REFLEXION

¿QUE ES LA BELLEZA?
¿QUE HACE BELLA A UNA COSA?
¿QUE ES LO FEO?
¿QUE ES UNA OBRA DE ARTE?

LA ESTETICA ES LA PARTE DE LA FILOSOFIA QUE SE DEDICA AL ESTUDIO TEORICO DE LA BELLEZA EL ARTE Y EL BUEN
GUSTO.

BELLEZA = VALOR ES SUBJETIVA U OBJETIVA

BELLEZA SE CAPTA A TRAVES DE LAS EMOCIONES O A TRAVES DE LA INTELIGENCIA

OBJETIVA ESTARIA FUERA DE SI MISMO

SUBJETIVO SERIA LO QUE UNO SIENTE ME GUSTA, NO ME GUSTA.

PLATON 427-347 aC: BELLEZA OBJETIVA ASOCIADA A LA ARMONIA Y PROPORCION, MAS ALLA DE LO FISICO. (IDEAS)

MONTESQUIEU (1689-1755): BELLEZA SUBJETIVA = DEPENDE LOS SENTIMIENTOS DEL ESPECTADOR.

MARSK SHELLER (1874-1928) BELLEZA SE CAPTA POR LA VIA EMOCIONAL

“PERCIBIR SENTIMENTAL” DIFERENCIA DE LOS SENTIDOS Y DE LA INTELIGENCIA.

HAY PERSONAS QUE ESTAN INCAPACITADAS PARA PERCIBIR LA BELLEZA.

LA TECHNÉ

Para Aristóteles, la razón humana estaba dividida en dos partes: una dedicada a las cosas que son
necesariamente y otra referida a las cosas que siendo de una manera podrían ser de otra. A la primera parte
se la denominó científica y a la segunda razonadora. Ciencia, Intelecto y Sabiduría eran dispositivos o virtudes
propias de la psychécientífica pero aún nos quedaban por revisar qué virtudes son propias de la parte
razonadora. Esta segunda parte del alma es especialmente importante para nuestros intereses ya que la ética es una
disciplina referida básicamente a la acción humana, una realidad contingente que no siendo necesaria pertenecería a
esta segunda parte del alma.

Aristóteles describe el arte (techné) como una acción a partir de la cual el hombre produce una realidad que antes no
existía. Cuando los griegos emplearon el término techné, que traducimos por influencia latina (ars), no debemos
interpretar sólo las “bellas artes” (pintura, escultura…) sino todo tipo de producción en la que, a partir de la acción
humana, se crea una realidad que antes no existía. El zapatero, el escultor, el armador de barcos, el orfebre… todos ellos
son artistas en la medida en que su trabajo es una técnica, una capacidad para producir algo que anteriormente no
existía.

Por ello el arte queda referido a las realidades contingentes: aquellas cosas que sólo existen en la medida en que alguien
las ha decidido crear. El teorema de Pitágoras existiría aunque nadie lo hubiera descubierto pero la silla en la que ahora
estoy sentado sólo existe porque alguien decidió que debía existir e invirtió tiempo, esfuerzo y destreza en su
producción. De este modo ocurre también con nuestras acciones. La acción, correcta o equivocada, surge de la
deliberación y al igual que el buen herrero es capaz de producir objetos útiles y de calidad el hombre excelente obrará
conforme a la virtud.

Artes liberales

Es la expresión de un concepto medieval, heredado de la antigüedad clásica, que hace referencia a

las artes (disciplinas académicas, oficios o profesiones) cultivadas por hombres libres, por oposición a las artes

serviles (oficios viles y mecánicos), propias de los siervos o esclavos.

LIBERALES (LAS SIETE ARTES). Durante la edad media se dividían las ciencias en dos partes designadas con los

nombres de trivium, y quadrivium.

El trivium comprendía El quadrivium, abrazaba

la gramática, la retórica la aritmética, la geometría

(la poesía) y la dialéctica. la astronomía y la música

Las dos clases formaban las sietes artes liberales (septem artes liberales) y tenían bastante relación con lo
que después de las guerras púnicas formaba la base de la educación de los romanos.

Las artes liberales servían de introducción al estudio de la teología que era su objeto y al cual estaban
subordinadas.

Entendíase por gramática la de lengua latina porque la lengua griega no se estudiaba sino en muy pocas
escuelas, en algunas de Inglaterra y Alemania, y la lengua materna en ninguna parte. Se daban a conocer las
letras, las sílabas y las diferentes partes del discurso; se hablaba a los discípulos de los acentos, de los pies, de
la prosa, del metro, de la analogía, de la etimología, de la ortografía, de barbarismos, de solecismos y tropos,
pero sin dar reglas para evitar las faltas indicadas, ni para formar el estilo. La mayor parte de los autores de
aquella época prueban hasta la evidencia que no habían comprendido las reglas más sencillas de la gramática.

La retórica consistía en la definición de los diferentes géneros de elocuencia, en la indicación de las


principales partes del discurso y de las principales figuras, pero sin añadir las reglas necesarias para formar al
orador.

La dialéctica estaba reducida a las definiciones de las ideas generales, sobre todo de las categorías, de las
divisiones y de las explicaciones, a que se agregaba la enumeración de las formas y figuras de argumentación.
Pero si se exceptúan algunas reglas sobre el modo de emplear los silogismos, este arte contribuyó bien poco a
despertar y guiar la reflexión y a fijar la atención del futuro orador en el desarrollo de su espíritu y en las
necesidades de sus oyentes.

La aritmética servia mas bien a las artes mágicas que para dar reglas sólidas de cálculo.

La geometría explicaba las líneas, las figuras, los sólidos, pero los jóvenes no aprendían los teoremas
sentados ya por Euclides. A esto se agregaba un resumen de la geografía tal como se la figuraban.

La música estaba reducida a nociones sobre el canto llano. En astronomía se hablaba de los círculos y los
polos del globo celeste, del movimiento y de la magnitud supuesta de los astros, de la diferencia de los
tiempos, de las medidas, de los instrumentos; pero sin tratar de la práctica.

Como las ciencias sólo se consideraban bajo el punto de vista de su utilidad para el estudio de la teología,
de suerte que las que no conducían a este fin se desechaban como superfluas cuando no como nocivas, por
eso era tan limitada la enseñanza. Según Hraban Mauro, que era uno de los doctores mas célebres de la época
de Carlomagno, la gramática es importante principalmente porque hace conocer los tropos y las expresiones
figuradas de las Sagradas Escrituras; la prosodia por los diferentes metros de los salmos; la dialéctica porque
enseña a conocer el bien y el mal, lo verdadero, lo verosímil y lo falso, al Criador y la criatura, y da los medios
de combatir a los herejes; la geometría, por su utilidad para comprender la estructura del arca de Noé, del
templo de Salomón; y en fin, la música, porque facilita el canto en la iglesia, y la astronomía porque enseña a
computar las festividades movibles del año.

Pero estas siete artes liberales no se enseñaban por completo en todas las escuelas. En las pobres
(minores) no se enseñaba más que lo estrictamente necesario para formar un eclesiástico o un monje, la
lectura, la escritura, el canto, el cálculo y la gramática. En otras más ricas (majores) y por lo mismo más
completas, además de las artes se enseñaba la interpretación de algunos pasajes de las Sagradas Escrituras,
que es lo que se llamaba la Sagrada página (sacra página); en alguna se agregaba a la gramática el estudio de
los clásicos. Pero todo esto dependía del jefe de la escuela.

Durante la antigüedad clásica se denominó artes vulgares a las producidas mediante procedimientos
manuales, frente a las que eran producto del pensamiento, las artes liberales.
En la Edad Media las artes vulgares fueron conocidas como artes mecánicas.

Las vulgares incluían la arquitectura, la escultura y la pintura, pero también otras actividades que hoy
consideramos artesanía.

En época medieval continuó la división del arte entre artes liberales y vulgares, pero estas últimas pasaron a
llamarse “mecánicas”. En el siglo XII, Radulfo de Campo Lungo intentó hacer una clasificación de las artes
mecánicas, reduciéndolas a siete, igual número que las liberales. En función de su utilidad cara a la sociedad,
las dividió en: ars victuaria, para alimentar a la gente; lanificaria, para vestirles; architectura, para procurarles
una casa; suffragatoria, para darles medios de transporte; medicinaria, que les curaba; negotiatoria, para el
comercio; y militaria, para defenderse.

La posterior evolución del concepto de arte, que culminó con la formulación del término bellas artes por
Charles Batteux en 1746 (Las bellas artes reducidas a un único principio), hizo que desapareciese el concepto
de artes vulgares o mecánicas.

Algo que aprender del trivium y el quadrivium


Petra Llamas García

El Trivium y el Quadrivium son dos vocablos latinos


que hacen referencia a las “Siete Artes Liberales” que
se estudiaban en la antigüedad y en las primeras
universidades europeas durante la Edad Media.
Utilizaban las palabras “arte” del griego “areté” que
significa “virtud” y “liberal” porque su finalidad era la
de formar “hombres libres”. Dicha libertad se obtenía
por medio del conocimiento y el desarrollo de las
habilidades intelectuales; en oposición a las “artes
serviles” o “artes menores” que eran las que
proporcionaban al hombre la pericia para desempeñar
oficios y realizar trabajos manuales.

El Trivium (tri-vium) significa tres vías o caminos y


contenía las artes de la “elocuencia”: Gramática,
Retórica y Dialéctica, lo que hoy podríamos considerar las humanidades. La Gramática estudiaba el uso adecuado de la
lengua, el cómo hablar y escribir correctamente. La Dialéctica es la ciencia del pensamiento correcto, se encargaba del
razonamiento y de la búsqueda de la verdad. La Retórica era la expresión del lenguaje en su más bella manifestación, por
tanto está muy relacionada con la Literatura. Las disciplinas del Trivium equipaban al estudiante con las herramientas
intelectuales para poder aprender por sí mismo, por eso se impartían antes que el Quadrivium.
El Quadrivium significa las cuatro vías o caminos y agrupaba las ciencias relacionadas con los números y el espacio:
Aritmética, Geometría, Astronomía y Música. La Aritmética es el estudio de los números. La Geometría, vendría siendo el
estudio del espacio. La Astronomía, el estudio de los astros o el espacio en movimiento y la Música, el estudio de los cantos
y de las matemáticas en movimiento.

Se puede afirmar que el Trivium y el Quadrivium son el antecedente remoto del currículum escolar (conjunto de objetivos,
contenidos, metodología y criterios de evaluación que orientan la actividad académica) y si lo analizamos detenidamente,
podemos detectar la lógica de su planteamiento. Se trataba de adquirir, con el Trivium, los aprendizajes generales, y
destrezas intelectuales para enseñarlos a pensar, para desarrollarles el criterio propio y prepararlos para el autoaprendizaje.
Posteriormente se adquirían las disciplinas científicas, Quadrivium, que proporcionaba los elementos para conocer y dominar
el mundo exterior.

Edad Moderna
El Renacimiento de los siglos XV y XVI, además de permitir la valoración social del artista como humanista que
reflexionaba teóricamente sobre su propio arte, significó una minusvaloración del arte medieval (despreciado
como gótico) y una revalorización la Antigüedad clásica grecorromana, o al menos de lo que se reconstruyó
como su canon. Todo ello se fijó e institucionalizó con el clasicismo de los siglos XVII y XVIII en las instituciones
académicas (academicismo). La Revolución francesa significó la alteración de ese marco, de forma paralela al
desmantelamiento del Antiguo Régimen y a la irrupción del concepto de libertad en el arte de manos del
Romanticismo, cuyo concepto de belleza incluía también la vertiente atormentada que representa la novela
gótica o las Pinturas negras de Goya.

Durante el Renacimiento se empezó a gestar un cambio de mentalidad, separando los oficios y las ciencias de
las artes, donde se incluyó por primera vez a la poesía, considerada hasta entonces un tipo de filosofía o incluso
de profecía –para lo que fue determinante la publicación en 1549 de la traducción italiana de la Poética de
Aristóteles–. En este cambio influyó la situación social del artista del Renacimiento, más valorado que sus
antecesores por cuanto los productos que elabora adquieren un nuevo estatus de objetos destinados a un
consumo estético. Ello es debido al interés que los nobles y ricos italianos tenían por la belleza, que se convierte
a la vez en un medio de destacar socialmente, incrementando el mecenazgo artístico y fomentando el
coleccionismo.
Surgieron en ese contexto varios tratados teóricos acerca del arte, como los de Leon Battista Alberti (De Pictura,
1436-1439; De re aedificatoria, 1450; y De Statua, 1460), o Los Comentarios (1447) de Lorenzo Ghiberti. Alberti
recibió la influencia aristotélica, pretendiendo aportar una base científica al arte. Habló de decorum, el
tratamiento del artista para adecuar los objetos y temas artísticos a un sentido mesurado, perfeccionista.
Ghiberti fue el primero en periodificar la historia del arte, distinguiendo antigüedad clásica, periodo medieval y
lo que llamó “renacer de las artes”.
Con el manierismo comenzó el arte moderno: las cosas ya no se representan tal como son, sino tal como las ve
el artista. La belleza se relativiza, se pasa de la belleza única renacentista, basada en la ciencia, a las múltiples
bellezas del manierismo, derivadas de la naturaleza. Apareció en el arte un nuevo componente de imaginación,
reflejando tanto lo fantástico como lo grotesco, como se puede percibir en la obra de Brueghel o Arcimboldo.
Giordano Bruno fue uno de los primeros pensadores que prefiguró las ideas modernas: decía que la creación es
infinita, no hay centro ni límites –ni Dios ni el hombre–, todo es movimiento, dinamismo. Para Bruno, hay tantos
artes como artistas, introduciendo la idea de originalidad del artista. El arte no tiene normas, no se aprende,
sino que viene de la inspiración.
Los siguientes avances se hicieron en el siglo XVIII con la Ilustración, donde comenzó a producirse cierta
autonomía del hecho artístico: el arte se alejó de la religión y de la representación del poder para ser fiel reflejo
de la voluntad del artista, centrándose más en las cualidades sensibles de la obra que no en su significado.
Jean-Baptiste Dubos, en Reflexiones críticas sobre la poesía y la pintura (1719), abrió el camino hacia la
relatividad del gusto, razonando que la estética no viene dada por la razón, sino por los sentimientos. Así, para
Dubos el arte conmueve, llega al espíritu de una forma más directa e inmediata que el conocimiento racional.
Dubos hizo posible la democratización del gusto, oponiéndose a la reglamentación académica, e introdujo la
figura del ‘genio’, como atributo dado por la naturaleza, que está más allá de las reglas.
Leon Battista Alberti (Génova, Italia, 18 de febrero de 1404 - Roma, 25 de abril de 1472) fue un arquitecto,
secretario personal (abreviador apostólico) de tres papas —Eugenio IV, Nicolás V y Pío II—, humanista,
tratadista, matemático y poeta italiano. Además de estas actividades principales, también fue criptógrafo,
lingüista, filósofo, músico y arqueólogo. Es uno de los humanistas más polifacéticos e importantes del
Renacimiento.
Alberti fue el primer teórico artístico del Renacimiento, una figura emblemática, por su dedicación a las más
variadas disciplinas. Se mostró constantemente interesado por la búsqueda de reglas, tanto teóricas como
prácticas, capaces de orientar el trabajo de los artistas; en sus obras menciona algunos cánones. Por ejemplo,
en De statua expone las proporciones del cuerpo humano, en De pictura proporciona la primera definición de
la perspectiva científica y por último en De re aedificatoria (obra que termina en 1452) describe toda la casuística
relativa a la arquitectura moderna, subrayando la importancia del proyecto, los diversos tipos de edificios
siguiendo las funciones que deben desempeñar.
El aspecto más innovador de sus propuestas consiste en mezclar lo antiguo y lo moderno propugnando de ese
modo la praxis antigua y la moderna, que había iniciado Filippo Brunelleschi. Además, según Alberti: "...el artista
en este contexto social no debe ser un simple artesano, sino un intelectual preparado en todas las disciplinas y
en todos los terrenos". Una idea heredera del enciclopedismo medieval de los doctos, pero adaptada a la
vanguardia humanista.
La clase social con la que Alberti se relacionará es la alta burguesía culta florentina. Trabajó al servicio de los
mecenas más importantes de su época: el papado, los Este en Ferrara, los Gonzaga en Mantua, los Malatesta
en Rímini.

Un poco de historia sobre el periodo Renacentista

En 1453, Mahoma II se apodera de Constantinopla y los sabios griegos emigran a Italia con los manuscritos de
Platón, de Plotino, de Aristóteles: éste es el punto de partida del humanismo, del "renacimiento" de la
literatura antigua y de las antiguas escuelas grecorromanas: platonismo, aristotelismo, estoicismo,
epicureísmo y escepticismo (1). Los hombres del Renacimiento están convencidos de que ha nacido una nueva
época, que supone una ruptura con el mundo medieval. Hacen del hombre el protagonista de todas las cosas.
Descubren que el hombre es libertad, entendida sobre todo como capacidad de infinitas alternativas. Esta
libertad es la que permite al hombre realizar sus facultades esenciales. La inteligencia y el trabajo (las manos)
son las dos armas o medios de que dispone el hombre para llegar a ser lo que quiera, para culminar su
libertad, para crear y crearse a sí mismo.

Este marcado interés renacentista por el hombre da lugar a la corriente de pensamiento conocida como
humanismo (2). Se trata de un movimiento que buscaba mediante la enseñanza de las humanidades (studia
humanitatis: gramática, retórica, historia, poesía, filosofía, etc.) el cultivo de las facultades del hombre. El ideal
educativo humanista fue el del pleno desarrollo de la personalidad. La literatura antigua, griega y romana
principalmente, fue considerada como el principal medio de educación. Lorenzo Valla, Marsilio Ficino, Pico de
la Mirándola, Castiglione, Bruno, en Italia; Montaigne (3), Erasmo, Moro, Vives, en el resto de Europa, no
harán más que crear y provocar este "hombre nuevo" surgido de los principios eternos que se encuentran en
el mundo antiguo.

Una revolución marca el nacimiento de esta nueva época: la Reforma protestante (4) emprendida por Lutero
(1483-1546). Ella viene a impugnar la autoridad de la todopoderosa Iglesia de Roma y, con ello, sustituye la
autoridad del papa por la de la conciencia de cada uno. Además planteó la cuestión de la diversidad de
opiniones y credos; fomentó un nuevo sentimiento de nación; elevó el prestigio de las lenguas vernáculas;
cambió las actitudes hacia el trabajo, el arte y la emoción humana; privó a Occidente de su antiguo sentido de
unidad, etc.

El Renacimiento es también la época en la que se precipitan los grandes descubrimientos. Y no sólo el


descubrimiento de América (que ensanchará el significado de Occidente y el poder de su civilización), sino
sobre todo los descubrimientos científicos (5). Copérnico (1473-1543) afirma el movimiento de la tierra
alrededor del sol. Galileo (1564-1642) confirmará esta teoría y descubrirá las leyes matemáticas de la caída de
los cuerpos. Kepler (1571-1630) expondrá en 1618 las tres leyes del movimiento planetario. Vesalio crea la
anatomía, mientras que Servet concibe por primera vez la idea de la circulación de la sangre. La matemática
pura progresa igualmente. En 1543, Tartaglia resuelve las ecuaciones de tercer grado. Vieta, antes que
Descartes y Fermat, entrevé el principio de la aplicación del álgebra a la geometría.

En el terreno de la reflexión sobre la nueva ciencia, F. Bacon (1561-1626) comprendió muy bien su espíritu:
«saber es poder». El objetivo de la ciencia es establecer y extender el dominio del hombre sobre el universo.
Sólo descubriendo las leyes según las cuales se comportan los fenómenos, el hombre puede dominar
metódicamente la naturaleza. En una de sus obras más conocidas -"Nova Atlántida"- imagina una isla utópica
en la que la ciencia y la técnica dirigen el progreso social. Bacon defiende el método inductivo y experimental
como base de la ciencia y exige, como paso previo, la identificación y extirpación de los prejuicios que
deforman nuestra visión de la realidad (6).

También en el ámbito de la teoría política se innova. Dos nombres destacan: Niccoló Maquiavelo y Thomas
More (7). El primero (1467-1527), en su obra "El Príncipe", no se plantea como problema básico la justificación
metafísica o teológica del poder, sino el conocimiento puro y simple de los mecanismos efectivos por los que
se consigue y se mantiene el poder político. En esta línea, la virtud es la eficacia en la conquista y el dominio
político, la capacidad y astucia para el arte de la política. Ahora bien, el éxito en este arte depende también de
la fortuna, la suerte, y de la habilidad para sacar provecho de las circunstancias. Su teoría política aparece así
como un saber pragmático; no se trata de averiguar cómo "debe ser" el poder, sino cómo "es", como funciona
de hecho en la sociedad moderna. Con Maquiavelo comienza toda una tradición de pensamiento político: la
del pensador realista que investiga los mecanismos del poder.

Para Thomas More (1480-1535), por el contrario, el problema fundamental no es el del poder político, sino el
de la organización social. En su obra Utopía imagina una isla en la que la vida social está organizada con vistas
a lograr la máxima felicidad; sus moradores desprecian el oro y aprecian el trabajo, la igualdad y la naturaleza;
son tolerantes en religión y se rigen por un sistema democrático sin privilegios. La idea base de su
organización es la igualdad y la cultura del pueblo. En torno a este ideal de reforma social aparecen en años
sucesivos otras obras como La Ciudad del Sol de Campanella (1568-1639) o la Nueva Atlántida de F. Bacon.
Si a todo esto añadimos la invención de la imprenta por Gutenberg y la difusión de la cultura resultante,
comprenderemos la efervescencia intelectual de esta época. Un nuevo deseo de libertad y de felicidad se
apodera de los hombres europeos. Es preciso citar también la doctrina panteísta de Giordano Bruno (8) y,
antes que ésta, la filosofía de Nicolás de Cusa (9) que sueña con la tolerancia religiosa, con la cultura con
fundamento en la matemática y con la transformación del mundo por técnicas racionales.

En el curso de este período, tres ideas clave del pensamiento moderno hacen su aparición o se desarrollan: la
necesidad de una separación de teología y filosofía; la idea de que las matemáticas constituyen el lenguaje
básico para conocer la naturaleza; y la idea del método experimental y del conocimiento objetivo de los
hechos de la naturaleza. Estas dos últimas ideas (matematización y experimentación) constituyen los dos
rasgos principales del nuevo método científico que tantos éxitos dará a la ciencia.

La relación estética del ser humano con el mundo


Los seres humanos han mantenido y mantienen diversas relaciones con el mundo. Diversas son también en
ellas su actitud hacia la realidad, las necesidades que trata de satisfacer y el modo de satisfacerlas. Entre esas
relaciones figuran:

1. La relación teórico-cognoscitiva con la que se acercan a la realidad para comprenderla.


2. La relación práctico-productiva con la cual intervienen materialmente con la naturaleza y la
transforman produciendo, con su trabajo, objetos que satisfacen determinadas necesidades vitales:
alimentarse, vestirse, guarecerse, defenderse, comunicarse, transportarse, etc.
3. La relación práctico-utilitaria en la cual utilizan o consumen esos objetos. Las diversas relaciones del
ser humano con el mundo no se desenvuelven paralelamente a lo largo de la historia. Su vinculación
mutua, así como el lugar que ocupa o el nivel que alcanza dentro del todo social, varían de acuerdo
con determinadas condiciones históricas y sociales. Estas condiciones explican, asimismo, el papel
principal o subordinado que desempeña cierta relación; económica, política, religiosa, etc., en una
época o sociedad. Unas relaciones son más importantes que otras en determinada fase histórico-
social.

La estética en la filosofía
Muchos pensadores se han interesado por el arte y su significado:2

 Platón, cita en Eggers Lan, Conrado: El sol, la línea y la caverna.


 «—También decimos que hay algo Bello-en-sí y Bueno-en-sí [...] y llamamos a cada una “aquello que
es”».
 «[...] Leamos el pasaje siguiente de la República VI, 507b: [...] “—También decimos que hay algo Bello-
en-sí y Bueno-en-sí y, análogamente, respecto a todas aquellas cosas que postulábamos como
múltiples, las postulamos como siendo una unidad, de acuerdo con una Idea única, y llamamos a cada
una ‘lo que es’”».

 Mateo Calle Vera: la belleza: «[...] puesto que lo bello — sea animal o cualquier otra cosa compuesta de
algunas —no solamente debe tener ordenadas sus partes sino además con magnitud determinada y no al
acaso — porque la belleza consiste en magnitud y orden —, [...] como en cuerpos y animales es, sin duda,
necesaria una magnitud, más visible toda ella de vez, de parecida manera tramas y argumentos deben
tener una magnitud tal que resulte fácilmente retenible por la memoria».
 Buenaventura de Fidanza: Itinerario de la mente a Dios
 «Considerada la proporcionalidad en su concepto de forma, se llama hermosura, la hermosura y el
deleite no existen sin cierta proporción; y ésta primariamente consiste en el número».

 Diderot: Investigaciones sobre el Origen y la Naturaleza de lo bello.


Hay dos maneras de lo bello: - Lo bello fuera de uno: es todo aquello que contiene en sí mismo el poder de
evocar en el entendimiento la idea de relaciones. Aquí se ve claramente el concepto de Orden. - Lo bello en
relación con uno: todo aquello que provoca la idea anterior. Tiene dos maneras: lo bello real, y lo bello
percibido. No existe lo bello absoluto. No es un asunto sentimental: - «La indeterminación de esas relaciones,
la facilidad de captarlas y el placer que acompaña a su percepción, son los que crean la ilusión de que lo bello
era más un asunto sentimental que racional».
«Situad la belleza en la percepción de las relaciones, y tendréis la historia de sus progresos desde el
nacimiento del mundo hasta nuestros días».
- «El alma tiene el poder de unir las ideas que ha recibido separadamente,...».

 Immanuel Kant: Crítica del juicio: «Para discernir si algo es bello o no, referimos la representación, no por
el entendimiento al objeto con vistas al conocimiento, sino por la imaginación (tal vez unida al
entendimiento) al sujeto y al sentimiento de agrado o desagrado experimentado por éste».
Lo estético: no se funda en conceptos, no se puede medir: «No puede haber ninguna regla de gusto objetiva
que determine por conceptos lo que sea bello, puesto que todo juicio de esta fuente es estético, es decir, que
su motivo determinante es el sentimiento del sujeto y no un concepto del objeto». No hay ciencia sino crítica
de lo bello. La sensación sensorial es incomunicable. La comunicación viene de lo común (u ordinario) a todos.

 Georg Wilhelm Friedrich Hegel: La belleza de la forma en la naturaleza se presenta sucesivamente como:

1. Regularidad;
2. Simetría y conformidad;
3. Armonía.
La belleza es la idea de lo bello: «... la cantidad rige la determinación de la forma puramente exterior, en tanto
que por el contrario, la cualidad determina lo que la cosa en sí y en su esencia interior, ... en la medida se
combinan ambas».

 Arthur Schopenhauer: El mundo como voluntad y representación. «La belleza consiste, por consiguiente,
en la representación fiel y exacta de la voluntad en general, con ayuda de su fenómeno en el espacio solo,
mientras que la gracia consiste en la representación adecuada de la voluntad con ayuda de su fenómeno
en el tiempo,...».

 Martin Heidegger: El origen de la obra de arte.


La belleza descansa en la forma, pero sólo porque la forma se alumbró un día desde el ser como la entidad del
ente. Forma y contenido, es forma y materia, lo racional y lo irracional, lo sujeto y objeto. Aquí forma se la
interpreta como Orden y Clase de materia. Diferencia entre el arte y la belleza: el primero pertenece a la
Lógica y el segundo a la Estética.

 Bertrand Russell: Se refiere al análisis de la materia. plantea varias divisiones de los acontecimientos:
físicos, y los que tienen leyes diferentes cada una en sí:
 Fijos (los de «movimientos fijos»);
 Ritmos (procesos periódicos);
 Trans - acciones (transición de quanta en que la energía pasa de sistema);
 Fijos con ritmos vs. leyes de la armonía.

 Edmund Husserl: Las conferencias de París. La teoría trascendental de la percepción consiste en el análisis
intencional de la percepción, la teoría trascendental del recuerdo e intuiciones, la teoría trascendental del
juicio, la teoría trascendental de la voluntad, etc.
Diferentes autores se refieren a la metodología de estudio del arte y la belleza. A continuación autores y obras
contemporáneas (con excepción de Aristóteles) que estudian la estética y el arte, y una pincelada de su
ideología:

 Nicolas Rashevsky: Progresos y aplicaciones de la biología matemática.


Dados modelos neurofisiológicos de la discriminación de estímulos aferentes, se procede a confeccionar un
modelo cerebral hipotético denominado «centro de sensación estética». Se desarrolla una analítica
matemática al respecto, y se observan múltiples resultados experimentales de laboratorio que son
confirmatorios.

 Calabrese: El lenguaje del arte. Jakobson trata de conjugar el estudio humanístico con las teorías
científicas modernas, sobre todo el de las estéticas informacionales. Se presenta la matematización de la
Estética como forma de expresión.

 Moles: Teoría de la Información en la percepción estética. Considera Moles una estética exacta basada en
los aspectos matemáticos de la teoría de la información y de la cibernética. Se entiende aquí que la
concepción del mundo exterior depende del conocimiento de nuestros procesos perceptivos. Trabaja este
autor en los mensajes visuales y auditivos. La información estética que estudia está sujeta al orden de la
probabilidad de su codificación.

 Bense: Aesthetica define el arte como una intervención de seres inteligentes sobre las situaciones
estéticas, es decir, que toda realidad física es soporte de una realidad estética fundada en un proceso de
comunicación.

 Nake: Tiene una definición precisa y abstracta de estética que define es sus dos
formas analítica y generativa.
Sus pilares han sido la semiótica de Peirce y de Morris, los autores Shannon y Weaver en la teoría de la
información, la cibernética de Wiener, la gestáltica de Ehrenfels, y el impulso de la estética matemática en
Birkhoff.

 Arnheim: Arte y entropía. Tiene en cuenta las teorías analíticas del arte basadas en las ciencias exactas
(cibernética, matemática, física teórica y teoría de la información). Señala una forma unificadora de
teorizar todos los aspectos de la vida cultural. Su fórmula fundamental es la entropía informática,
conectándose de esta manera con el segundo principio de la termodinámica y encuadrando una
estadística de la realidad física.
Arnheim, para teorizar las consideraciones de la información a las actividades estéticas, estudiar mejor los
conceptos de orden y desorden entrópicos, y verificar sus consecuencias en la noción de estructura. La
consecuencia obvia es que el arte escapa a cualquier intento de previsión y de regulación «exacta».
 Umberto Eco: Muestra cómo algunas aplicaciones de la teoría de la información a objetos estéticos
pueden ser reasumidas y englobadas en el cuadro de una semiótica general.

 Volli: La ciencia del arte. Con similares contenidos a la obra de Eco, agrega a la cibernética conceptos
matemáticos. Reconoce una aplicación a ambos dominios culturales: lo humanístico y lo científico. No
intenta englobar los análisis científicos del arte dentro de una semiótica del arte mismo, sino que busca
una interdisciplinariedad con la cibernética, la información, la lingüística y la lógica.

La estética en el siglo XX
El arte del siglo XX supone una reacción contra el concepto tradicional de belleza. Algunos teóricos (Hal
Foster3 ) llegan incluso a describir el arte moderno como «antiestético».
Evoluciones como la aparición de la fotografía, capaz de reproducir con fidelidad absoluta su modelo, o los
medios mecánicos de reproducción de las obras, que las introducen en el conjunto de los bienes de consumo
de nuestra sociedad, suponen a principios del siglo XX una verdadera convulsión para la teoría y la práctica
artísticas. Así no sólo el campo de estudio de la Estética sino el propio campo de trabajo del arte se orienta
hacia una profundísima corriente autorreflexiva que ha marcado todo el arte del siglo veinte: «¿qué es el
arte?», «¿Quién define qué es arte?». El dadaísmo utilizaba el collage para mostrar su naturaleza
fragmentada; Joseph Beuys (y en general toda la corriente povera europea) usaba materiales como troncos,
huesos y palos para su obra, elementos tradicionalmente «feos»; los minimalistas utilizarían acero para
resaltar lo industrial del arte, mientras Andy Warhol lo intentaría mediante la serigrafía. Algunos incluso se
desharían completamente de la obra final para centrarse únicamente en el proceso en sí. En los años
1960 Nam June Paik y Wolf Vostell empiezan a utilizar televisores o monitores de video para crear sus obras.

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