LUIS E. SIME P.
Esta pregunta es central para un texto que necesita hacerse cargo de la diversidad de
procesos educativos que la sociedad peruana viene produciendo, para en nombre de
ellos proponerle al país orientaciones para su desarrollo en la próxima década,
aunque todos ellos no reciban la misma prioridad en las políticas que lo traduzcan ni
se desarrollen al mismo ritmo. Pero la fuerza de un documento de esta naturaleza
radica, entre otras características, en su poder legitimador y orientador.
Lo anterior tiene que ver con otro punto poco conceptualizado en el documento que
es el de “sistema educativo”; el cual no es explícitamente trabajado: ¿qué se está
entendiendo por “sistema educativo” peruano? ¿Incluye el sistema educativo peruano
a la educación no formal?1 ¿Incluye el sistema educativo a las instituciones
formadoras de la policía y las fuerzas armadas? ¿Incluye el sistema educativo a los
programas de educación que realizan otros Ministerios distintos al de Educación?
1
Los mejores países en desarrollo humano en el mundo muestran un rango de participación de su población entre 25-65 años en
educación de adultos y capacitación de más del 50% (Tuijnman, A. & Boudard, E.(2001). International Adult Literacy Survey.
Adult Education Participation in North America: International Perspectives. Canada: Minister of Industry). Por otro lado, asumimos
la complejidad de la clasificación entre educación formal y no formal, aunque está sigue siendo internacionalmente utilizada para
diferenciar procesos educativos lineales, altamente secuenciados y reglamentados por el Estado de aquellos procesos
educativos cuya reglamentación por parte del Estado es menor o inexistente y a cargo de múltiples instituciones. ( Sarramona, J.
(Ed.). La educación no formal.Barcelona: CEAC)
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Parte de la crisis del Estado Peruano está no solo asociado a sus límites para reflejar
lo nacional, es decir, asumir y potenciar la diversidad que somos, sino también está
vinculado a su capacidad de articularse, de dejar de ser un Estado archipiélago,
compuesto de múltiples islas e islotes, que termina agudizando la fragmentación que
generan otras lógicas como las del mercado en la sociedad peruana. Dada la
complejidad del fenómeno educativo tan condicionado a diversos factores, el sector
educativo debiera ser uno de los que más reivindique la intersectorialidad como un
eje central del Proyecto Educativo Nacional. Compartimos la idea de Cunill (2005)
que “la intersectorialidad es uno de los temas más mentados en la gestión pública,
pero a la vez uno de los menos realizados. Tampoco hay una teoría desarrollada
sobre la que fundar un marco de análisis”2.
¿Cuál es la concepción, el enfoque, las políticas eje, las condiciones esenciales que el
PEN propone para a través de la intersectorialidad superar desde la educación el
2
Cunill, Nuria (2005) La intersectorialidad en el gobierno y gestión de la política social.
http://www.mimdes.gob.pe/clad/documentos/cunill.pdf (revisado 6-5-06)
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Este énfasis en la intersectorialidad que el PEN logra introducir puede todavía ser
más desarrollado para un documento de este tipo u otros que se amparen en éste
reconociéndolo no solo como un concepto operativo de gestión sino como un modo
de crear una cultura estatal sinérgica. Dicha cultura estatal sinérgica permite
potenciar y retroalimentar las políticas públicas en beneficio de los ciudadanos y
promover una actitud diferente ante los recursos públicos tanto por parte del
operador de ellos como del usuario del mismo. En ese sentido, el Estado no está en
las cosas sino en las conductas frente a las cosas, en la racionalidad con qué se actúa
en el espacio estatal.
Desde otro punto de vista, la intersectorialidad asume como premisa que los
problemas cotidianos de la población no se pueden resolver eficazmente sin una
integración de diferentes políticas sectoriales que requieren a su vez de aportes de
diversas disciplinas y tipos de profesionales y técnicos. Sumado a ello, podríamos
advertir en formas de desarrollar la intersectorialidad más tecnocráticamente de
otras más interculturales en las cuales se reconocen las historias locales, las
percepciones con las cuales la gente ha construido diferentes tensiones con lo
público. También podemos distinguir formas de desarrollar la intersectorialidad que
engloban desde el diseño de la política hasta la evaluación de las acciones, de otras
más parciales.
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“El tabaquismo es actualmente un problema de salud pública que representa una epidemia global responsable de muchos
daños en la salud de la población. La situación en el mundo nos indica que 1100 millones de personas fuman, que 4 millones
mueren por año, y se estima que 10 millones morirán por año en el 2030; de ellos, 7 millones serán de países en desarrollo. La
situación del tabaquismo en el Perú para el año 2000 describe que 61% de los varones y 46% de las mujeres han fumado alguna
vez; que 40% de mujeres mayores de 18 años y 60% de hombres mayores de 18 años han fumado en el último año. La
asociación tabaco-cáncer es una relación bien establecida en causa efecto y dosis-efecto; las neoplasias malignas donde ésta
asociación está comprobada son: de la cavidad oral, de la laringe, esófago, del árbol respiratorio y los de la vejiga; éstos han sido
notificados en los fumadores y fumadores pasivos. A pesar de todas las evidencias de que el fumar afecta la salud, las
tabacaleras incrementan su publicidad con mensajes engañosos, asociándola a belleza, placer, deporte y salud”. Pinillos, A. et al.
(2005) Tabaquismo: un problema de salud pública en el Perú. Rev Peru Med Exp Salud Publica 22(1), 65-70
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es obligatoria por todos los firmantes. Igualmente contamos desde el mismo año con
una Ley General del Ambiente (N 28611) que justamente propone en una de sus
partes una “Política Nacional de Educación Ambiental” “cuyo cumplimiento es
obligatorio para los procesos de educación y comunicación desarrollados por
entidades que tengan su ámbito de acción en el territorio nacional” 5. Estas normas
debieran servirnos de apoyo para sustentar a nivel de políticas educativas la
importancia de una educación para la sostenibilidad, que responde a un paradigma
de desarrollo sostenible donde las personas, su salud y los ecosistemas son realmente
decisivos para las teorías, las políticas públicas, las prácticas institucionales y los
estilos de vida personales. En suma, para poner la vida en el centro de nuestras
decisiones y prácticas. Este concepto de sostenibilidad, que pudiera vertebrar la
justificación de diversas políticas, percibo que se pierde a medida que avanzan las
páginas del texto que estamos reflexionando. Las ciudades del siglo XXI necesitan
convertirse más temprano que tarde en ciudades sostenibles y con ello también las
escuelas. En términos prospectivos, se trata de plantear cuáles son aquellos núcleos
estratégicos de intersectorialidad para la próxima década de cara a los problemas
más relevantes de nuestra población y que contribuyan a expandir sus capacidades
como sujetos con derechos y responsabilidades.
Creemos que parte importante de los aportes de un documento como el PEN recae en
su carácter nacional y de proyecto, es decir, en su voluntad política de asumir la
pluralidad de procesos educativos que recorren el país, así como, la necesidad de
proyectar un Estado responsablemente construido desde múltiples sinergias.
REFERENCIAS:
ASOCIACIÓN PERUANA DE EMPRESAS DE SEGUROS (2005) Accidentes de Tránsito y el
SOAT http://www.apeseg.org.pe/gxpsites/hgxpp001.aspx?2,1,5,O,S,0,,
(consultado el 8 de Enero 2006)
CONAM (2005) Urge retirar el azufre. Campaña por combustibles limpios.
http://www.calandria.org.pe/campanas/suplemento.pdf (consultado el 8 de
Enero 2006)
SIME, L. (2002). Hacia una pedagogía de la convivencia. Lima: Fondo Editorial
Pontificia Universidad Católica del Perú.
SIME, L. (2003). ¿A dónde vamos democracia? Notas sobre política y educación. En
Foro Educativo, 5, 22-25
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Ver art. 127 de la Ley en http://www.conam.gob.pe/documentos/LeyGralAmbiente/Ley_28611-%20Ley_
%20General_del_Ambiente.pdf
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SIME, L., y Tincopa, L. (2005) Estado de arte sobre ética, ciudadanía y paz en la
educación en cinco países de América Latina. Lima, Foro-FLAPE, 2004.(e-
book)
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