ALFABETIZACIÓN INICIAL: EL ROL DE LOS ADULTOS

En la alfabetización inicial el niño en un proceso activo construye los conceptos sobre las
funciones de los símbolos (letras y números) y del material impreso. El adulto, a través de
interacciones con ellos, facilita experiencias lingüísticas significativas que son base para
sus conocimientos. Si bien es cierto que el foco de la alfabetización inicial está en el
aprendizaje, la enseñanza cumple un rol fundamental para los niños al proporcionarles
múltiples experiencias de usar la lectura y la escritura en contextos significativos de su
vida cotidiana. El adulto actúa como mediador importante, ya sea como padres en un
contexto familiar o como profesores en un contexto escolar, las experiencias que ellos
proporcionen serán determinantes para el proceso de alfabetización en el niño.
La alfabetización inicial comienza desde que el niño nace y es en el contexto familiar
donde adquiere sus primeras experiencias con el entorno y los padres son los encargados
de mediar y proporcionar estímulos positivos que incentiven al niño a experimentar y
comenzar a conocer su medio a través de la expresión de la lengua. El rol de los padres es
prestar atención especialmente desde los primeros años de guiar de la mejor forma
posible las interacciones que tengan los niños. Deben inculcarles el gusto por la lectura,
insertarlos al medio otorgándoles pequeños roles, que ayuden hacer las compras, que
tengan libros en la casa, etc. son ejemplos de cómo los padres pueden ayudar a sus hijos
en el proceso de alfabetización inicial, Así como también atender a dudas e inquietudes
que les surgen a ellos en diferentes momentos.
En el caso de los educadores su papel de mediación en este proceso es desde el primer
día acercar al niño a la cultura letrada, creando un ambiente favorable en el que haya una
variedad de textos infantiles, avisos y etiquetas, así como también diversos materiales
para escribir. La decoración y ambientación del aula debe estar relacionada con el
lenguaje escrito y ocupar un lugar importante así también en la realización de actividades.
El educador como mediador en el proceso de alfabetización de los niños les entrega
herramientas útiles para que éste se efectúe de la mejor manera. “…la intervención
mediadora de las educadoras y profesores va produciendo una transformación en las
estructuras cognitivas de los niños, que facilita el acceso al significado de las palabras y a
sus componentes…”[1].
El educador, como mediador, supervisa el cómo se está realizando este proceso de
alfabetización inicial en los niños. Este papel es importante ya que en los primeros años se
pueden detectar problemas de alfabetización. Los niños que presenten problemas o
dificultades para el aprendizaje de la lectura en los primeros años, es muy probable
que continúen a futuro si no son tratados. Es por esto la importancia de una detección
temprana del problema ya que así se podrán entregar herramientas necesarias para que
el niño pueda llevar a cabo el aprendizaje de la lectura anteponiéndose a sus dificultades.
“… la mayoría de los niños que presentan dificultades en el kindergarten pueden llegar a
ser lectores funcionales si se les otorga una ayuda temprana, intensiva (diaria) y
personalizada a sus fortalezas y debilidades…”[2]
El rol que cumple el adulto ya sea como padre o educador es indispensable, ya que es la
persona que tiene mayor cercanía con los niños y autoridad sobre ellos. Es importante
recalcar también que el educador debe trabajar en conjunto con los padres así el trabajo
será más personalizado y habrá una secuencia de la enseñanza.