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La familia es una palabra que solo con oírla ya evoca una idea en todo aquel que la

escucha, ya sea para bueno o para malo. Unos tendrán la visión de un padre y una
madre sentados en el sofá hablando, mientras a sus píes se encuentran dos niños en
el suelo jugando a montar un castillo. Resulta una idea bucólica y encantadora, pero
no siempre es así, ahí otras personas que lo que imaginan es un padre y una madre
discutiendo fuertemente ya que los niños tienen tiradas las piezas del castillo por el
suelo, mientras a sus píes se encuentran dos niños llorando asustados.

Por supuesto que no sabemos la historia completa pero está claro que entre una y otra
hay diferencias evidentes y cuando tu cerebro evoca la segunda es que
probablemente existan problemas en tu familia.

Por suerte o por desgracia la familia no es algo estático si no dinámico, esto implica
que igual que puede proteger a sus miembros, puede resultar se el elemento más
dañino para ellos.

En las siguientes secciones vamos a ver lo importante de los miembros de la familia,


sus comportamientos, sus debilidades y sus fortalezas, las influencias en la evolución
y desarrollo de las personalidades de cada uno que la compone, y como poder variar
los puntos que nos resultan desagradables.
Tipos de familia
La familia es aún en nuestros días la estructura fundamental de nuestra sociedad, es
una organización que se rige por reglas y dependiendo del tipo así son las familias.
Podemos encontrarnos con familias rígidas, sobreprotectoras, permisiva, centrada en
los hijos, inestables y estables.

Para diferenciar unas de otras vamos a dar detalles de cómo son cada una. En la
familia rígida hay una dificultad grande para asumir, por parte de los padres, los
cambios que experimentan sus hijos, aunque pase el tiempo y dejen de ser niños, los
padres de esta familia los seguirán tratando como cuando eran pequeños, es una
forma de no admitir el crecimiento por eso se muestran rígidos y autoritarios con ellos.
En las relaciones un ejemplo de estos padres es cuando su hijo le pregunta, por
ejemplo, que por qué no puede ir al parque a jugar y le contestan por que NO, sin dar
razones de ningún tipo y si lo hacen lo más probable es que sea: “porque lo
digo yo que soy tu padre/madre”.

Las sobreprotectoras como su nombre indica tienen una fuerte preocupación por
proteger a sus hijos, pero lo hacen de forma descomunal pasan de una protección a
una sobreprotección. Los padres retardan la madurez de sus hijos, no les permiten
desarrollarse, ni por supuesto su independencia. Crean una idea pesimista con la
evolución normal, es decir, dan por hecho que sus hijos no saben ganarse la vida, que
no saben defenderse por si solos… el caso es que las repercusiones de todas estas
cosas dan un resultado nefasto para los hijos que presentan un infantilismo en su
personalidad.

La familia permisiva se diferencia de las demás por la pérdida de roles, es decir los
padres no quieren caer en autoritarismo y como son incapaces de disciplinar a los
hijos, se encubren con la excusa de querer razonarlo todo que desemboca en que los
hijos terminen por hacer lo que quieran, sin control alguno. En definitiva los roles de
padres e hijos se pierden hasta tal punto que incluso parece que los hijos mandan más
que los padres, e incluso se dan caso en el que no se atreven a decir nada por si a
caso el hijo se enfada.

Hay otro tipo de familia que se caracteriza por que los progenitores siempre meten a
los hijos por medio, algo así como que los hijos son la pieza clave de la familia se
centran en ellos, y ni siquiera hablan de la pareja, siempre lo sustituyen por los niños y
esto es debido a que lo utilizan como un método de defensa, es decir, como no saben
enfrentarse a sus propios conflictos utilizan sacan temas sobre sus hijos, como si ese
fuera su único tema de conversación. En este tipo de familia centrada en los hijos lo
que se busca es la compañía de los hijos, de esto depende su satisfacción personal.
Viven exclusivamente para sus hijos.

Dentro de la familia inestable se puede ver que no llega a ser una familia unida, los
padres no tienen metas comunes y eso les lleva al problemade no saber escoger
cómo y cuáles son los principios que quieren inculcar a sus hijos, cuál es el tipo de
mundo que quieren que aprendan sus hijos, se presenta una ambiente de inestabilidad
que hace que los hijos crezcan el ese ámbito con una personalidad marcada por la
inseguridad, la desconfianza, con una imposibilidad afectiva que cuando crecen los
forma como adultos incapaces de comunicar sus necesidades, frustrados, con grandes
sentimientos de culpa por no ser capaces de exteriorizar sus sentimientos.

Por último, la familia estable. En ella hay un claro reparto de roles, las enseñanzas y
valores que se quieren dar a los hijos son claras, llenas de perspectivas y de futuro.
Hay ilusión y se encuentran todos lo miembros unidos y queridos, dando como
resultado seguridad, estabilidad y confianza. Cuando los niños crecen como han
tenido metas y no solo las han conseguido sino que han sido apoyado y llenos de
afecto, se convierten en adultos independientes y sin ningún problema a la hora de
expresar sus necesidades o de mostrar afecto.

Estos los diferentes tipos de familias que se dan en nuestra sociedad, aunque no todo
se puede encasillar, por su puesto que hay variantes, pero por lo general el centro
neurálgico de las familias se puede comparar con alguna de ellas.

Pero lo interesante que no se nos puede olvidar es que debemos reflexionar sobre la
importancia de las experiencias vividas, las situaciones que nos han aportado fortaleza
o por el contrario debilidad, el carácter al igual que los valores, se fraguan en la familia
y son las que nos condicionan y marcan la vida adulta de cada miembro.
TIPOS DE CONFLICTOS
A pesar de que cada crisis es única, se las puede dividir en 4 tipos diferentes. Si
bien se separan en categorías pueden aparecer superpuestas.
 Crisis de evolución o del ciclo vital: Es inevitable una crisis en cada etapa
vital. Son los conflictos más esperados y universales, pero que requieren de
cambios dentro del sistema familiar. Algunos de estos cambios pueden ser
repentinos o dramáticos y otros leves y graduales. Son crisis reales, y deberían
ser manifiestas. Están determinadas social o biológicamente. No se pueden
prevenir. Los problemas aparecen cuando la familia intenta impedir las crisis,
en lugar de definirla y adaptarse; o cuando intentan que sean detenidas o que
se produzcan en forma prematura. Algunos ejemplos son: jubilación,
matrimonio de uno de los hijos, entrada en la pubertad, vejez.
 Crisis externas: Son sucesos inesperados. Son las más simples. El gran
peligro aparece cuando se buscan culpables y se comienza a pensar en lo que
se podría haber hecho para evitar la crisis en lugar de tratar de adaptarse a la
situación. Algunos ejemplos son: pérdida repentina del empleo, muerte
imprevista de un miembro, un accidente.
 Crisis estructurales: Son las más complicadas. Hay crisis reiteradas (la
familia repite antiguas crisis). Lo más factible es que la tensión surja de
fuerzas encubiertas e internas. Estos conflictos tratan de evitar que se
produzca un cambio. Por ejemplo: familias con miembros violentos,
alcohólicos, con un miembro que tiene reiterados intentos de suicidio.
El conflicto es menos problemático si es manifiesto, ya que la familia puede recurrir a
personas externas e incluso unirse para recibir ayuda. Si es oculto nadie se entera y
resulta más difícil su solución.
Si la tensión es habitual (siempre sucede lo mismo), puede resultar ser molesta, más
que preocupar a la familia. Por ejemplo, cuando un miembro que se alcoholiza a diario.
Las familias que identifican la tensión como proveniente desde afuera son familias en
las que nadie acepta la responsabilidad del cambio.
FAMILIAS CONFLICTIVAS
Los conflictos familiares son múltiples y de diversa índole, pero casi todos obedecen a
la falta de unos límites y jerarquías claras, lo cuál ocasiona muchos trastornos
sobretodo en las nuevas familias que deben encontrar sus formas de comunicarse,
adaptarse a la nueva situación y aprender a vivir y convivir juntos.

Limites/Fronteras:

Están constituidos por las reglas que definen quiénes participan, y de quémanera en
un sistema familiar.

La función de los límites reside en proteger la diferenciación del sistema.

Deben ser claros y Permitir el contacto entre los miembros del subsistema.

Se considera que una familia es sana cuando es un sistema abierto, con vínculos y
límites claros con el exterior, que cumple una función de armonía y estabilidad entre
las personas que lo forman y en la sociedad en general; que busca el crecimiento
personal y familiar y el bienestar de todos sus miembros y que se mantiene con el
cambio o la evolución.
La aparición de un problema en la familia, por regla general, amenaza con alterar este
equilibrio que tanto cuesta mantener. Hay momentos de crisis en todas las familias
que son universales y que corresponden a los cambios de ciclo vital:
Las crisis son producto de desacuerdo entre las normas explicitas e implícitas que se
establecen entre los miembros de la familia. Es por esto que hacer una revisión de
éstas analizando la función que cumplen con la evolución normal es una labor que nos
puede facilitar la vida familiar y por extensión la personal.

Característica 1

Una de las características más destacadas de una familia disfuncional puede ser la
adicción por parte de uno o más de sus miembros. Esta adicción no tiene que ser a las
drogas o el alcohol, hay infinidad de ellas: apuestas, redes sociales, la televisión, las
compras… pero que por lo general es manifiesta y evidente, puede afectar a la familia
emocional y económicamente. Normalmente la adicción es un problema que sufren los
adultos en la familia, aunque los niños y adolescentes adultos pueden sufrir de
adicciones en diversas formas.
Los padres deficientes en el sentido de “crianza” lastiman a sus hijos más por omisión
que por comisión. Con frecuencia alguna enfermedad crónica o una enfermedad física
incapacitante contribuye a la insuficiencia de los padres. Los niños tienden a asumir
res- ponsabilidades de adultos siendo demasiado jóvenes en estas familias. Las
necesidades emocionales de los padres tienden a tener prioridad, y a los niños se les
pide a menudo que sean cuidadores de sus padres. A estos niños se les priva de su
propia infancia, y aprenden a ignorar sus propias necesidades y sentimientos, debido a
que son simplemente incapaces de desempeñar el papel de adulto y cuidar de sus
padres, lo que a menudo les lleva a sentirse inadecuados y culpables. Estos
sentimientos continúan en la edad adulta.
Control
Otro sello característico de las familias disfuncionales es el control. Puede
manifestarse, por ejemplo, como uno de los padres no permite que su hijo vaya a
eventos escolares razonables, tales como competiciones deportivas, conciertos o
excursiones. El control por lo general se produce a partir de cónyuge a cónyuge o de
padres a hijos en una familia disfuncional. Este control por lo general resulta en
“retraso del crecimiento” emocional y puede hacer que la gente se sienta como si ellos
no tuvieran derecho a una opinión o una vida propia. El control puede ser abierto, o
puede provocar a la gente, para hacerles sentirse culpables por querer “salir fuera de
la burbuja”.
Los padres controladores no permiten que sus hijos asuman responsabilidades
apropiados para su edad. Estos padres continúan dominando y tomando decisiones
para sus hijos más allá de la edad en que esto es necesario. Estos Padres controlan a
menudo impulsados por el temor de convertirse en innecesario a sus hijos. Este miedo
les hace sentirse traicionados y abandonados cuando sus hijos se independizan.
Por otra parte, estos niños con frecuencia se sienten resentidos, inadecuados, y sin
poder. Las transiciones a roles adultos son bastante difíciles, ya que estos adultos con
frecuencia tienen dificultades para hacer decisiones independientes de sus padres con
criterio propio y cuando actúan de forma independiente estos adultos se sienten muy
culpables, como si crecer fuera un acto grave de deslealtad.
Conflicto
Un indicador más evidente de una familia disfuncional es el nivel de conflictos.
Cierto grado de conflicto dentro de la estructura familiar es normal e incluso esperado.
Pero cuando ese conflicto es continuo o se “calienta” aquí es donde se cruza la línea.

Aunque se espera una cierta cantidad de conflictos en una familia normal. El hecho de
que sea constante y entre varios o todos los miembros de la familia, evidencia la
gravedad de la situación.
Si un argumento serio estalla sobre malentendidos menores de manera frecuente e
inflexible, es que hay una buena probabilidad de que haya un cierto nivel de disfunción
en la familia.
Del mismo modo, un trasfondo de conflicto y resentimiento también pueden ser un
indicador de una familia disfuncional. El conflicto también puede tener lugar en
términos pasivo-agresivos y puede ocurrir entre cualquier miembro de una familia,
afectando a todos mediante el aumento de la tensión y resentimiento entre sus
miembros.
ABUSO
El abuso, ya sea físico o emocional, es otra de las características de una familia
disfuncional. La forma en que el abuso afecta a una familia es obvia, ya que castiga y
disminuye a uno o varios miembros de la familia. El abuso ocurre típicamente de un
cónyuge al otro, o de un padre a un hijo. A veces los niños también abusan de los
demás niños de la familia, ya sea a través de medios físicos o emocionales
EL PERFECCIONISMO
Aunque puede que no parezca ser una característica de una familia disfuncional. El
perfeccionismo puede ser un reflejo de las expectativas poco realistas hacia otros
miembros de la familia, y también puede ser un indicador de las áreas en las que el
miembro de la familia perfeccionista siente que él o ella es inadecuada.
El perfeccionismo puede resultar en una baja autoestima en otros miembros de la
familia, y puede ser auto-perpetuada. Por lo general, el perfeccionismo se produce en
los padres hacia sus hijos.

POBRE COMUNICACIÓN
La falta de comunicación es otro sello distintivo de una familia disfuncional.
La comunicación puede ser tensa, ineficaz o inexistente Los miembros de la familia
pueden tener dificultades para comunicar sus deseos y necesidades a los demás
miembros, que pueden dar lugar a malentendidos. La falta de comunicación a menudo
se produce en todas las familias disfuncionales.
FALTA DE DIVERSIDAD
La falta de diversidad en una familia es una señal de que una familia puede ser
disfuncional. La diversidad en este caso, se refiere principalmente a las diferencias de
intereses y creencias entre los miembros de la familia.
Si todos los miembros de la familia comparten los mismos intereses y creencias, hay
una alta probabilidad de que un miembro de la familia está actuando para controlar y
manipular a los demás. Un ejemplo de esto sería si varios niños de una familia tienen
todos los mismos intereses y aspiraciones que uno de sus padres.

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