La Figura Superior:
La Presencia YO SOY (corresponde al Padre-Madre), es el YO SOY EL QUE YO SOY, la
Presencia eterna de Dios individualizada para cada hijo e hija de Dios.
El Cuerpo Causal:
En estas esferas se encuentra grabada toda la energía de vida correctamente utilizada por
el alma en todas sus vidas pasadas y se encuentra accesible para su uso hoy y en todo
momento. Estos son los recursos creativos y los talentos, el genio y la gracia ganada por el
servicio en cada uno de los siete rayos.
En el cuerpo causal de cada alma se encuentran los registros de sus buenas obras,
palabras, pensamientos, sentimientos.
La Figura Media:
El Santo Ser Crístico (corresponde al Hijo), es el Unigénito del
Padre, el Cristo Universal. También conocido como tu Ser Superior, es tu Instructor
Interno, tu Esposo Divino, tu ángel de la Guarda y tu mejor amigo.
Su función es ser el mediador entre Dios y el alma. Dios, en el sentido absoluto del Espíritu
es totalmente perfecto y el alma del hombre es un cuerpo corruptible. (de aquí la
necesidad de su mediación). El Cristo es nacido de Dios para enseñar al alma sus errores
humanos. Él es nuestro Maestro, quien nos inspira a través de su Mente Divina y nos guía
de regreso a la Fuente Divina, como lo hizo Jesús. Por medio de palabras y pensamientos
bondadosos, sentimientos y acciones puros, motivados por la buena voluntad, el Cristo
desciende cada vez más hacia el alma y se transforma en Uno con ella. La Luz de Dios
desciende al alma a través del Santo Ser Crístico. Él trasmite las energías de vida desde la
Presencia YO SOY después de reducir su vibración, antes de llegar al alma. Es el
receptáculo de la Mente Pura de Dios y a través de ella conocemos la perfección y
discernimos entre el bien y el mal.
La Figura Inferior:
La Llama Violeta:
Dentro del tubo de Luz blanco y rodeando la figura Inferior está la Llama Violeta, es el
fuego del Espíritu Santo con las características alquímicas de transmutación, libertad y
compasión.
La Chispa Divina:
El Cordón Cristalino:
El Cordón Cristalino o de Plata es la “corriente de vida” que desciende desde el corazón de
la Presencia YO SOY y pasa por el Santo Ser Crístico para nutrir y sostener al alma y sus
cuatro cuerpos inferiores a través de los siete chakras. Por este cordón “umbilical” fluye la
luz de la Presencia, entrando en el cuerpo del alma por el chakra de la coronilla y
proporcionando el ímpetu para que la Llama Trina pulse en la Cámara Secreta del
Corazón.
Cuando el alma concluye una vida en la Tierra, la Presencia YO SOY retira el Cordón de
Plata, con lo cual la Llama Trina regresa al corazón del Santo Ser Crístico. El alma,
cubierta con su vestidura etérica, gravita hacia el nivel de conciencia más alto que haya
logrado en todas sus encarnaciones pasadas. Entre cada una de ellas, el alma es
enseñada en los retiros etéricos hasta su encarnación final, en la que la ley decreta que
regrese a la Gran Fuente Divina para no salir más.
Justo encima de la cabeza del Santo Ser Crístico se muestra la paloma del
Espíritu Santo descendiendo en la bendición del Dios Padre-Madre. Cuando el alma ha
logrado el matrimonio alquímico, entonces está preparada para el bautismo del Espíritu
Santo. Y puede escuchar a Dios pronunciar la aprobación: “Este es mi Hijo bien amado en
quien tengo toda mi complacencia”.
Tu alma es el aspecto no permanente del ser, el cual se hace permanente a través del
proceso de la Ascensión. Mediante este proceso el alma equilibra su karma, se une al
Santo Ser Crístico, cumple su plan divino y regresa por fin a la Presencia viva del YO SOY
EL QUE YO SOY. Así se completan los ciclos de su salida al Cosmos de la Materia. Al
alcanzar la unión con Dios el alma se ha convertido en el Ser Incorruptible, un átomo
permanente del Cuerpo de Dios.