• Reducir el peso del lodo (pero manteniendo el balance con las otras
formaciones).
• Incrementar la viscosidad del lodo (un lodo más viscoso reduce la rata de
pérdida).
Estos parámetros, o la combinación de ellos pueden ser alterada sólo dentro de
ciertos límites. Si estas modificaciones no detienen, o reducen suficientemente, la
pérdida de circulación, puede añadirse al lodo material de control de pérdidas
(Lost Circulation Material) (LCM) que es fibra de madera, cáscaras de nueces,
cáscaras de semilla de algodón, de arroz, conchas marinas, celofán o asfalto.
Este material es bombeado en píldoras, pues el LCM no sólo hace más espeso el
lodo sino que tiende a taponar las fracturas que estén causando la pérdida del
lodo. Si ninguno de estos procedimientos funciona suficientemente, un recurso
final es el de bombear cemento en la zona fracturada. Se espera que esto selle la
formación, evitando más pérdidas de circulación y se pueda continuar la
perforación. Durante la prevención de la pérdida de circulación, la prioridad suma
es la de evitar que se pierda cabeza hidrostática dentro del pozo, lo cual podría
resultar en un reventón subterráneo. Si esto ocurriese, se bombearía agua dentro
del anular con el fin de mantener un nivel suficiente.