Anda di halaman 1dari 47

UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
REGIÓN VERACRUZ

CONSUMO DE ALCOHOL Y PRESIÓN DE


GRUPO

EXPERIENCIA EDUCATIVA
INVESTIGACIÓN E INTERVENCIÓN EN SALUD

PRESENTA:

CUEVAS FLORES VICTOR AUGUSTO


ESTRADA PACHECO NADIA PAOLA
SANTOS HUERTA ABIGAIL DE LOS ÀNGELES
TEMIX HERNANDEZ JESUS ALBERTO
TOMAS LÓPEZ LEYDI LAURA

TITULAR DE LA EXPERIENCIA EDUCATIVA:

DRA. MARÍA ESTHER BARRADAS ALARCÓN

VERACRUZ, VER. MARZO 2018


CAPÍTULO I

CONSTRUCCIÓN DEL PROBLEMA

1.1 Tema

Consumo del alcohol y presión del grupo

1.2 Delimitación del problema

Relación entre el consumo de alcohol y la presión del grupo en estudiantes


universitarios de la generación 2017 de la facultad de Psicología región Veracruz,
durante el periodo febrero-mayo 2018.

1.3 Planteamiento del problema

El alcohol, según la Organización Mundial de la Salud (2015), es una sustancia


psicoactiva con propiedades causantes de dependencia que se ha utilizado
ampliamente en muchas culturas durante siglos. El consumo nocivo de alcohol
conlleva una pesada carga social y económica para las sociedades, afecta a las
personas y las sociedades de diferentes maneras, y sus efectos están
determinados por el volumen de alcohol consumido, los hábitos de consumo y,
en raras ocasiones, la calidad del alcohol.

En la encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2012) donde el consumo de alcohol


entre los adultos se definió como el consumo diario u ocasional de una bebida
alcohólica; se obtuvo que entre 2000 y 2012 se observa un aumento en el porcentaje
total de adultos mexicanos que consumen alcohol (39.7% en 2000, 34.1% en 2006
y 53.9% en 2012). Entre los hombres, el aumento fue de 56.1% en el año 2000 a
53.1% en 2006, y a 67.8% en 2012, y entre las mujeres de 24.3% en el año 2000 a
18.5% en 2006, y a 41.3% en 2012.

En México el consumo de alcohol tanto en jóvenes como adultos ha ido en


crecimiento, incluso la edad de inicio de consumo de alcohol disminuyo a 12 años
(Publímetro, 2017), ante esto la panorámica actual no es prometedora debido al
consumo en exceso por una mayoría en la población llegando al punto donde el
13% de los individuos caen en la enfermedad llamada alcoholismo (Berruecos,
2006), este término fue definido como “un estado psíquico y físico como resultado
del consumo de alcohol, caracterizado por una conducta de consumo compulsiva
de las bebidas alcohólicas de manera continuada o periódica” (OMS, 1976)

El consumo de alcohol es un problema relevante debido a que en los últimos


años se ha incrementado su ingesta, situación derivada de factores sociales tales
como la enorme tolerancia y aceptación social respecto a su consumo, su fácil
accesibilidad, y la asociación entre consumo y adquisición de habilidades sociales,
bajo el supuesto de que su ingesta facilita las relaciones entre adolescentes,
jóvenes y adultos. (Dura, T., 2002).

Las consecuencias de consumir alcohol prolongadamente pueden ser sangrado de


estómago, inflamación y daños en el páncreas, daño al hígado, de igual forma, el
alcohol puede afectar la capacidad de razonamiento y juicio.

El alcohol no solo afecta la salud física y psicológica de quien lo consume,


también influye en la sociedad, ya que puede verse afectada por las consecuencias
que desencadena una persona bajo los efectos del alcohol, entre las que se
encuentran los accidentes de tránsito y conductas violentas hacia amigos, familiares
y otros. En este sentido, se estipula que las lesiones mortales que se atribuyen al
consumo de alcohol tienden a ocurrir en edades relativamente jóvenes (OMS,
2011).

Algunas estadísticas señaladas en la OMS (2011), indican que el consumo


de alcohol es el causante de 2,5 millones de muertes cada año. De igual manera,
se estima que un total de 320.000 jóvenes entre las edades de 15 y 29 años mueren
por causas relacionadas con el consumo de alcohol, lo que resulta en el 9% de
todas las muertes en ese grupo de edad. En 2012, unos 3,3 millones de
defunciones, o sea el 5,9% del total mundial, fueron atribuibles al consumo de
alcohol. Tres años más tarde, se informa que el porcentaje de defunciones
atribuibles al consumo de alcohol entre los hombres asciende al 7,6% de todas las
defunciones, mientras que las mujeres presentan un porcentaje de 4% (OMS, 2015).
Por estas razones se considera que es importante abordar el tema y realizar una
investigación e intervención apropiada para la población elegida.

1.4 Preguntas de investigación

¿Cuál es el nivel de consumo de alcohol que presentan los jóvenes?

¿Cuál es relación que existe entre el consumo de alcohol y presión de grupo?

¿Quiénes son más factibles a consumir alcohol debido a la presión de grupo, los
hombres o las mujeres?

¿Cuál es el nivel de presión que reciben los jóvenes para consumir alcohol?

1.5 Justificación

Esta investigación proporciona una base de datos con el diagnóstico sobre el


consumo de alcohol y presión de grupo que presentan los estudiantes universitarios
de la generación 2017 de la facultad de Psicología región Veracruz, durante el
periodo febrero-mayo 2018, a partir de la cual, se puedan proponer y realizar
programas de intervención para disminuir el consumo de alcohol en jóvenes. Con
esto se pretende beneficiar directamente a los afectados, así como a la institución
y a la sociedad.

1.6 Limites espaciales, temporales del estudio

Algunos de los límites que pueden presentarse para la realización del trabajo son la
falta de tiempo suficiente para aplicar las encuestas y que los tiempos disponibles
entre los encuestados y los investigadores no coincidan.
CAPÍTULO II
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

El presente capítulo se encuentra constituido primeramente por el apartado 2.1


denominado Estado del arte; en el que se hace una descripción a partir de la revisión
de trabajos previos sobre el tema en estudio. Por otro lado, el apartado 2.2 Marco
teórico, se conforma con las diferentes teorías en relación a la temática que se irá
exponiendo; con el objetivo de proporcionar un panorama más amplio del campo de
conocimiento que se aborda y conocer a detalle el mismo.

2.1 Estado del arte

En los últimos años ha aumentado el número de investigaciones relacionadas


con el abuso de bebidas alcohólicas, sin embargo, son escasos los estudios en el
que se involucra la presión de grupo como factor de consumo.

De acuerdo con la organización mundial de la salud (OMS, 2002) el consumo


de bebidas alcohólicas ocupa un lugar entre los diez mayores riesgos para la salud.
Causando 1.8 millones de muertes en todo el mundo, incluyendo el 5% de todas las
muertes de jóvenes de entre 15 y 29 años. Globalmente, se estima que el alcohol
provoca de un 20 aun 30% de los cánceres de esófago, enfermedades del hígado,
epilepsia, accidentes de vehículos motorizados, homicidios y otras lesiones
intencionales. También se estima que en todo el mundo 140 millones de personas
sufren de dependencia al alcohol.

La proporción de consumidores de alcohol varia significativamente más entre


los países de las Américas. Las estimaciones en Argentina (84%) y Canadá (78%)
se acercan a las de los países europeos, mientras que son más bajas en Estados
Unidos de América (66%), México (58%), Brasil (49%) y Jamaica (42%) (WHO
2004a).

Se ha dicho también que la conducta aprendida del bebedor es el resultado


de la necesidad que tienen los jóvenes de copiar el modelo del comportamiento del
adulto y que los efectos reforzadores son variables en cada caso: la aprobación del
grupo, la facilitación de la interacción social, la relajación ante las penalidades
cotidianas y la posibilidad de sentirse independiente y seguro de sí mismo. Mello y
Mendelson, (1971). Alcoholismo: factores causales. Universidad Veracruzana.

Salcedo y Cols. (1995) Consumo de alcohol en escolares: motivaciones y


actitudes. El objetivo fue conocer los motivos que les inducen a beber y las
alternativas que proponen. Contó con la participación de 672 escolares de 11 a 12
años de la ciudad de Cuenca. De los resultados de dicho estudio se desprende que
el 58,6% ha consumido bebidas alcohólicas en alguna ocasión y 39,8% señala no
haber probado el alcohol en ninguna ocasión. Concluyeron que la forma de obtener
las bebidas alcohólicas por parte de los escolares es por medio de un amigo
(54,9%), seguido por la adquisición a través de un familiar (33,5%). También
señalan que la primera oferta de adquisición de bebidas alcohólicas se produce en
la calla (37,7%)

Posteriormente, Aragón y Cols. (1997) Alcoholismo parental y psicopatología


infanto-juvenil. El objetivo fue revisar los estudios publicados entre 1988-1995, que
analizan los problemas psicopatológicos de los descendientes de padres
alcohólicos. Encontraron que el 89,2% de los escolares de 13 a 20 años afirma
haber probado el alcohol en alguna ocasión, mientras que el 29,75% señala
consumirlas en la actualidad. Señalan que entre los escolares encuestados el 47,1%
afirma conseguir las bebidas alcohólicas a través de un amigo y en el 41,1% de las
veces la obtienen por medio de un familiar.

Paniagua y Cols. (2001) Consumo de tabaco, alcohol y drogas no legales


entre adolescentes y relación con los hábitos de vida y el entorno. El objetivo fue
conocer la edad de contacto con tabaco, alcohol y drogas ilegales entre los
adolescentes, su consumo y sus relaciones con el entorno y hábitos de vida.
Obtienen que el 69,2% de los adolescentes de 12 a 16 años encuestados afirman
haber probado el alcohol en alguna ocasión, mientras que el 37% manifiesta
consumirlas en la actualidad. Indican que los escolares encuestados suelen obtener
las bebidas alcohólicas a través de un amigo (54,1%), seguido de un familiar
(16,4%)

Existen estudios con el propósito de identificar la relación que existe entre el


alcoholismo y la presión del grupo.

Se han dado resultados afirmando dicha relación como señala Martínez, I.


(2014) Índices de drogadicción en alumnos del Tecnológico de Veracruz. Su objetivo
es identificar la incidencia y frecuencia del consumo de alcohol, tabaco y drogas
ilícitas en los estudiantes de Ingeniería Industrial del Instituto Tecnológico de
Veracruz en el periodo de enero-junio 2008. La población estudiada es de 825
alumnos de Ingeniería Industrial del Instituto Tecnológico de Veracruz. Los cuales
fluctúan en edades de 18 a 25 años de nivel socioeconómico medio y medio bajo
siendo en su mayoría jóvenes que provienen de otras ciudades además de
Veracruz, con una predominancia del género masculino. Con ayuda de la Encuesta
Nacional de Adicciones 2002 (ENA). Se realizó a través de una metodología
cuantitativa; que según Hernández (2006) lo define como el método que utiliza la
recolección y el análisis de datos para contestar preguntas de investigación,
confiando en la medición numérica, el conteo y frecuentemente en el uso de la
estadística para establecer con exactitud patrones de comportamiento en una
población. Los resultados muestran que un 80% de la población muestra problemas
del consumo de drogas, siendo un total de 84.83% de la muestra y un 58.98% ha
consumido tabaco. Reafirmando que el hecho de que las amistades en esta etapa
son muy importantes.

Todo lo anterior no es nuevo, pues en el 2009, Andrade, P., Pérez, C., Alfaro,
L., Sánchez, M. & López, A. (2009) Resistencia a la presión de pares y pareja y
consumo de tabaco y alcohol en adolescentes. El objetivo general del estudio es
medir la habilidad de resistencia a la presión en adolescentes no consumidores y
consumidores de alcohol y tabaco como la evidencia empírica reporta. La muestra
estuvo constituida por 5651 adolescentes, 2637 (47.9%) hombres y 2864 (52.1%)
mujeres estudiantes de bachilleratos públicos de la ciudad de México,
seleccionados de manera aleatoria con una media de edad de 16.7 años y una
desviación estándar de 1.36; 50.1% del turno matutino y 49.9 % del turno vespertino.
Para medir el patrón de consumo se utilizó una escala elaborada con base en los
indicadores de la Encuesta Nacional de Adicciones (2002). Los resultados
obtenidos muestran que los adolescentes que nunca han consumido tabaco ni
alcohol en su vida o que no lo han consumido en el último mes, obtuvieron puntajes
más altos en su habilidad de resistencia a la presión que los adolescentes que han
fumado y bebido alcohol con más frecuencia; en contraparte, los adolescentes que
presentan un consumo frecuente de tabaco y alcohol en el último mes poseen una
mayor aceptación de la presión de su grupo de pares y/o pareja para el consumo
de tabaco y alcohol.

Por su parte Calderón Gloria, (2014) Expectativas hacia el consumo de


alcohol y resistencia a la presión de grupo, adolescentes, el objetivo general de la
investigación es relacionar las expectativas hacia el consumo de alcohol con la
resistencia a la presión de grupo en adolescentes, para esto ocuparon una
población de 286 adolescentes de entre 10 y 19 años pertenecientes al grupo de la
tarde de la secundaria estatal "Gran Libertador Simón Bolívar" en el distrito de José
Luis Bustamante y Rivero, Perú. En el presente estudio se utilizó el método de la
encuesta, como técnicas el cuestionario y la entrevista individual, los datos
recopilados se llegó a la conclusión que el 64% presenta un nivel alto de consumo
de alcohol, mientras que el 48% presenta una resistencia parcial al grupo, dando
así una relación del 0.001% entre estas variables.

Rodríguez, M.; Peroz, C.; Matute, J. (2014). Resistencia de la presión de


grupo y consumo de alcohol en adolescentes. El objetivo general de la investigación
es evaluar la relación entre la resistencia a la presión de grupos y el consumo de
alcohol en adolescentes. Para ello se utilizó una muestra de 218 estudiantes
venezolanos de secundaria consumidores de alcohol pertenecientes a 4 liceos
distintos. Para la recopilación de datos se utilizaron 2 instrumentos, Cuestionario de
Identificación de los Trastornos Debidos al Consumo de Alcohol y Cuestionario
de Resistencia a la Presión de Grupos, Los resultados revelan que existe relación
significativa entre la resistencia a la presión de grupo total, indicando que mientras
mayor es la percepción que los adolescentes tengan de la presión que ejerzan sus
pares para la iniciación en el consumo, mayor será la ingesta y mientras menor sea
la percepción, menor será el consumo.

Sin embargo, se han realizado estudios los cuales los datos han diferido con
la afirmación y se han mostrado que no hay relación.

Colorado A. (2012). Diagnóstico situacional de consumo de alcohol en


estudiantes de la U.V Región Veracruz. El objetivo general es identificar la relación
que existe entre los hábitos de consumo de bebidas alcohólicas y los factores de
capacidad de resistencia ante la presión del grupo para consumir alcohol, las
expectativas positivas hacia el alcohol y los estilos de vida en estudiantes. Se realizó
un diagnóstico de consumo de alcohol en el total de los estudiantes de la Facultad
de Psicología de la Universidad Veracruzana región Veracruz inscritos en el periodo
Febrero – agosto 2012. El estudio llevado a cabo es de tipo transversal y posee una
orientación metodológica de corte cuantitativo, se basa en la recolección de datos,
con base en la medición numérica y el análisis estadístico, lo que nos permite
conocer los patrones de comportamiento de determinada población. En este estudio
se hizo a 314 estudiantes de segundo, cuarto, sexto, octavo, decimo, doceavo,
catorceavo y dieciseisavo bloque, el cual dio a demostrar que gran parte de la
población de estudiantes ingieren bebidas alcohólicas con regularidad, respecto a
géneros la cantidad de mujeres y de hombres que beben es equiparable, solo que
los hombres consumen en mayor cantidad que a las mujeres y con mayor
frecuencia, también se demostró que no hay presión de grupos y que se sienten
libres de consumir o no bebidas alcohólicas.

Andrade, Yepes, Sabogal. (2012). resistencia a la presión de grupo y


consumo de alcohol en 50 jóvenes universitarios entre los 16 y 22 años de la
universidad de san buenaventura Medellín. El objetivo del estudio es describir la
correlación de la presión del grupo y el consumo de alcohol en estudiantes
universitarios. Para ello se ocupó una muestra de 50 (25 hombres y 25 mujeres)
estudiantes de la Universidad de San Buenaventura Medellín extensión Ibagué en
convenio con la Fundación Universitaria San Martin, cuyas edades oscilan entre los
16 y 22 años y se encuentran entre los primeros ocho semestres del ciclo
universitario. El instrumento utilizado para la presente investigación fue el
Cuestionario de Resistencia a la Presión de Grupo, diseñado por Londoño, C.,
Valencia, S., Sánchez, L. y León, V. (2007), el cual cuenta con 45 Ítems con la
finalidad de medir la capacidad que tiene el joven para oponerse a la presión de un
grupo. Los datos obtenidos muestran que el 30% de los jóvenes universitarios toma
alcohol con una frecuencia elevada, mientras que el 84% mostro una alta resistencia
indirecta y el 94% directa, esto indica que se percibe una presión baja del grupo.

Londoño, C., Valencia, S., Sánchez, L. & León, V. (2007) Diseño Del
cuestionario resistencia a la presión de grupo en el consumo de alcohol. El objetivo
del estudio es diseñar y evaluar una prueba específica que mide el manejo de la
presión de grupo para el consumo de alcohol en adolescentes, el instrumento se
diseña a partir de la propuesta de una visión del manejo de la presión de grupo con
tres componentes: la presión de grupo directa, la presión de grupo indirecta y el
nivel de presión percibido. La muestra no aleatoria estaba conformada por 163
jóvenes entre 16 y 26 años, estudiantes de la jornada diurna en una universidad
ubicada en la ciudad de Bogotá. Los análisis psicométricos muestran que la prueba
cuenta con un nivel de confiabilidad y validez óptimos, y se confirma la existencia
de dos dimensiones de la presión de grupo a partir del análisis de rotación varimax;
independientes del nivel de presión percibido por el sujeto. En general, los jóvenes
presentan puntajes altos en la resistencia ante la presión de grupo, se discuten las
limitaciones del estudio y la posibilidad de haber medido la percepción de la
habilidad para resistir la presión de grupo y no la habilidad social de oponerse a los
mandatos que el grupo le hace al joven.

Barradas, Báez, García, Nesme, Cobos. (2015). Resistencia ante la presión


del grupo de pares para consumir alcohol en estudiantes universitarios. La presente
investigación tuvo como objetivo medir la resistencia ante la presión del grupo para
el consumo de alcohol con la participación de 93 estudiantes de la carrera de
Psicología generación 2013 de la Universidad Veracruzana, región Veracruz,
mediante una metodología cuantitativa utilizando el instrumento “Cuestionario a la
resistencia a la presión del grupo en el consumo de alcohol” (CRPG). Con base a
los datos obtenidos se identificó que el 98.2% de las mujeres presentan alta
resistencia, mientras que los hombres el 100% presento alta resistencia ante la
presión directa de grupo de pares, aunque esto indique que la resistencia a la
presión se encuentre en un nivel alto, se encontró también que el consumo
promedio de 2.4 copas, estableciendo así que a pesar de la resistencia esto no
significa que el nivel de consumo sea menor.
2.2 Marco Teórico Commented [MEBA1]: ES SUBTITULO CONTINUA
INMEDIATAMENTE DESPUES DEL ESTADO DEL ARTE
2.2.1 Qué es el alcohol

El alcohol etílico es considerado una droga depresora del Sistema Nervioso


Central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales y que afecta la
capacidad de autocontrol, produciendo primeramente euforia y desinhibición
(Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007).

El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol


etílico. El etanol, alcohol etílico o simplemente alcohol (CH₃CH₂OH), es una
sustancia que se deriva de la descomposición de carbohidratos vegetales, proceso
que puede ser espontáneo, pero que puede acelerarse por la acción catalítica de
una levadura, saccharomyces cerevisiae, que se encuentra presente de forma
natural o puede ser añadida por el hombre con el fin de obtener bebidas alcohólicas.
Aunque existen otros alcoholes con diferente uso, la terminología usual ha asociado
comúnmente los vocablos etanol y alcohol para referirse a las bebidas embriagantes
(Ladero, J. M., Leza, J. C., Lizasoain I. y Lorenzo, P., 2009).

El etanol se ha usado con fines recreativos, medicinales y ceremoniales a lo


largo de cuando menos, 10,000 años. El alcohol que contiene la cerveza, el vino y
los licores fuertes es un compuesto que se conoce como alcohol etílico o etanol.
Sólo el etanol es seguro para consumo humano. El etanol se fabrica mediante los
métodos de destilación, para los licores y fermentación en el caso de la cerveza y
el vino. (Colorado, 2012).

El procedimiento de fermentación consiste en la degradación de sustancias


orgánicas por la acción de enzimas microbianas que son acompañadas
frecuentemente de desprendimientos gaseosos, esta fermentación transforma los
jugos azucarados de los frutos o cereales en bebidas alcohólicas. De esta forma se
obtienen bebidas como son el vino, la cerveza y la sidra que en condiciones
normales tienen una concentración de alcohol que va de entre los 4º y los 15º.
(Colorado, 2012)
La destilación es el proceso que consiste en vaporizar parcialmente un líquido
y en condensar los vapores formados para separarlos, esta se aplica en los
productos agrícolas susceptibles de producir alcohol por medio de la fermentación,
por medio de este proceso se producen bebidas alcohólicas con una elevada
concentración alcohólica como son el vodka, el whisky, el ron y la ginebra, estas
bebidas tienen una graduación alcohólica que va de entre los 40º y 50º (Berjano y
Pons, 1999).

2.2.1.1 Principales conceptos del Alcohol

La Organización Mundial de la Salud (OMS) (2001), citada por Monteiro


(2007), señala que la adolescencia temprana es un momento de especial riesgo
para comenzar a experimentar con el alcohol. Además, el alcohol no solo es una
sustancia psicoactiva cuyas consecuencias son graves, sino que “los adolescentes
carecen de las habilidades de criterio y resistencia para manejar el alcohol con
prudencia” (Salcedo, A., Palacios, X. y Espinoza, A., 2011)

“En terminología química los alcoholes constituyen un amplio grupo de


compuestos orgánicos derivados de los hidrocarburos que contienen uno o varios
grupos de hidroxilos (-OH). El etanol (C2H5OH, alcohol etílico) es uno de los
compuestos de este grupo y es el principal componente psicoactivo de las bebidas
alcohólicas (Organización Mundial de la Salud OMS 1994)” Commented [MEBA2]: Como cita textual que es requiere
numro de pagina
El etanol es un líquido claro, incoloro, volátil, inflamable, de infinita solubilidad
en agua y miscible en cloroformo y éter. Su liposolubilidad es unas 30 veces menor
que su hidro solubilidad. En lo relacionado con su valor nutritivo, 1 gramo de alcohol
aporta al organismo 7,1 Kcal.; este aporte energético no se acompaña de un aporte
nutritivo como minerales, proteínas o vitaminas (Álvarez, 2001 en Ahumada, J.
Gámez, M.; Valdez C. 2017).

Además, es un depresor del sistema nervioso central que se absorbe


rápidamente en el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. Una
bebida estándar equivale a 0.6 onzas de etanol puro. Una bebida estándar se
considera 12 onzas de cerveza, 8 onzas de licor de malta, 5 onzas de vino o 1.5
onzas de licor fuerte (un "shot") como el tequila, el ron, el vodka o el whisky (National
Institute on Drug Abuse [NIDA], 2013 en Ahumada, J. Gámez, M.; Valdez C. 2017).

2.2.1.2 Farmacología del alcohol

El etanol (CH3-CH2-OH) es un líquido incoloro, claro, volátil, inflamable,


hidrosoluble, y en menor proporción liposoluble. Un gramo de alcohol aporta al
organismo 7.1Kcal. Pero este 9 aporte energético no se acompaña de un valor
nutritivo como minerales, proteínas o vitaminas (Álvarez, 2003).

El etanol se absorbe en el torrente sanguíneo a través de pequeños vasos


sanguíneos que se encuentran en las paredes del estómago y del intestino delgado.
Minutos después de ingerir el alcohol, éste viaja del estómago al cerebro, donde
rápidamente produce su efecto retrasando la acción de las células nerviosas.
Aproximadamente el 20% de alcohol se absorbe a través del estómago, donde se
metaboliza mediante la enzima alcohol-deshidrogenasa (ADH). Sin embargo, la
mayor parte (80%) restante es metabolizada en el hígado, donde sufre dos procesos
oxidativos en el primero, que tiene lugar en el citoplasma del hepatocito mediante la
ADH, el etanol pasa a acetaldehído; en el segundo paso el acetaldehído se oxida a
acetato. En una menor proporción el alcohol se oxida en las microsomas a través
de una vía metabólica especifica denominada “sistema oxidativo microsomal para
la oxidación del etanol”. Las catalasas localizadas en los peroxisomas constituyen
una tercera vía metabólica cuya importancia es escasa o nula. Por lo tanto, el hígado
solo puede metabolizar cierta cantidad de alcohol a la vez, dejando el exceso en
circulación en todo el cuerpo. Es por esto por lo que la intensidad del efecto del
alcohol en el cuerpo se relaciona directamente con la cantidad de etanol que se
consume. (Álvarez, 2003).

2.2.1.3 Patogenia

El etanol ejerce su acción sobre las neuronas del SNC al incorporarse a sus
membranas y desorganizar su estructura bilaminar, lo que altera la conformación
lipídico-proteica y modifica sus propiedades electrofisiológicas y otras funciones
entre las cuales se encuentran las inherentes a los receptores y a los canales
iónicos integrados en la membrana.

Este es el mecanismo universalmente aceptado para justificar el efecto


inhibidor del etanol sobre el funcionamiento del SNC. El hecho de que en las
primeras fases de la intoxicación alcohólica exista un estado de estímulo intelectual
se debe a la de presión ejercida sobre los sistemas inhibidores de la formación
reticular que controlan la actividad cortical. (Lorenzo, Ladero, Leza & Lizasoian
2009).

2.2.1.4 Consumo de alcohol

El consumo de bebidas alcohólicas es aceptado en nuestra cultura para


festejar, convivir o para arreglar negocios; ya que proporcionan una agradable
sensación de relajamiento que, si bien para unas personas es sólo una manera de
pasar un rato agradable, para otras se convierte en algo peligroso ya que las hace
sentir diferente e importantes y porque les ayuda a superar sus deficiencias, de
modo que poco a poco buscan esa sensación por sí misma, independientemente
de estar celebrando algo en compañía de alguien, y es así como se inicia la
dependencia que se conoce como alcoholismo. Commented [MEBA3]: Quien afirma esto??? Falta la cita

Los efectos del alcohol son diferentes en los alcohólicos y en las demás
personas; en los alcohólicos es una especie de alegría que les produce un deseo
de beber abusivamente sin que puedan controlar su ingestión, lo cual no se presenta
en los bebedores moderados.

El individuo que padece de alcoholismo no es capaz de limitar su consumo


de alcohol, por lo que no debe beber ni una sola copa, ya que al hacerlo
desencadenará un proceso que le impide dejar de beber.

Posteriormente, se experimenta con mayor fuerza la necesidad de consumir


alcohol; esta necesidad aumenta progresivamente y comienza a causar conflictos
en las relaciones y el trabajo del bebedor, además que invaden a la persona
sentimientos de culpa, tristeza, miedo, desesperación entre otras.
El alcohol es una droga legal porque su producción, distribución,
comercialización, publicidad, venta y consumo está permitido por la ley. Es una
droga no medicamentosa porque no tiene efectos terapéuticos como otras drogas
tales como la aspirina o la penicilina. Por otro lado, es adictiva porque su consumo
frecuente y repetitivo produce una dependencia psicológica y física. Uno de los
grandes riesgos de consumir alcohol es que la gente, por su domesticación, le ha
perdido el miedo y hasta llegan a creer que es inofensivo o parte de la alimentación.

El acto de beber alcohol puede ser un hábito en un momento dado, pero el


hábito se puede pasar al exceso y de ahí a la adicción.

Landero y Villareal (2007) establecen que la relación entre la persona y el


alcohol puede ser:

 Abstemio: es la persona que no bebe alcohol o lo hace


ocasionalmente, pero ingieren cantidades muy pequeñas y nunca se intoxica.
 Bebedor moderado: es el que toma por motivos sociales (en
fiestas, reuniones, comidas, etcétera) Generalmente, consume cantidades
moderadas de alcohol y conoce su límite, bebe por gusto, no por el efecto;
nunca bebe solo y rara vez se intoxica.
 Bebedor excesivo: es un individuo cuya manera de beber en
cuanto a cantidades, frecuencia y consecuencias, rebasa los límites
socialmente aceptados. Estas personas, aunque no se consideran
alcohólicas porque no han desarrollado una dependencia física generan
problemas familiares laborales y sociales.
 Alcohólico: es una persona que presenta una dependencia
psíquica y física del alcohol; esta última característica es la que lo diferencia
del bebedor excesivo.
 Maniacodepresivo: Atraviesa por periodos cíclicos de euforia,
en los que funcionan muy bien y aparentemente ya han dejado de beber,
pero posteriormente vuelven a hundirse en la depresión y en el alcoholismo.
 Reincidente: Cree que después de un periodo largo de
abstinencia al alcohol (de desintoxicación) podrán volver a consumirlo sin
peligro, pero como esa idea es errónea, muchas personas reinciden
creyendo que ya están curadas.

2.2.1.5 Definición de alcoholismo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina en la actualidad al Commented [MEBA4]: Falta el año

alcoholismo "síndrome de dependencia del alcohol".

(Moya., 2007) Hace referencia al alcoholismo definiéndolo como el consumo


crónico de cantidades abusivas de alcohol y, al igual que el resto de las adicciones
a drogas, es el resultado de la interacción entre las características farmacológicas
de la sustancia (en este caso el alcohol), el individuo que la consume (variables
individuales, como por ejemplo características genéticas) y la sociedad (hábitos de
consumo de alcohol, disponibilidad y accesibilidad a las bebidas alcohólicas, etc.). Commented [MEBA5]: Se pone entre otros

Por su parte; (Gil, 2008) lo define como una enfermedad caracterizada por
un consumo elevado de alcohol, una dependencia de este y un conjunto de
patologías derivadas de la ingesta abusiva y constante.

Mientras que Bonet y Socarras (2003) en Zúñiga (2010) afirman que el


alcoholismo es un trastorno conductual crónico manifestado por ingestas repetidas
excesivas de alcohol respecto de las normas dietéticas y sociales de la comunidad
que acaban interfiriendo con la salud o las funciones económicas y sociales del
bebedor.

El alcoholismo se caracteriza por la dificultad para controlar el consumo de


bebidas alcohólicas. El deterioro en la capacidad de controlar el consumo de alcohol
puede ser intermitente y muy ligero, en las fases iniciales de la enfermedad, pero
puede llegar a ser continuado e intenso, más adelante, y conducir a una
“robotización” progresiva de la conducta de autoadministración de alcohol y a una
pérdida de control tan grave como la de cualquier otra drogodependencia por vía
intravenosa. (Guardia, J., Jiménez, M., Pascual, P., Flórez, G. & Contel, M. 2008)
2.2.2 ABUSO Y DEPENDENCIA AL ALCOHOL Commented [MEBA6]: Es subtitulo no va con mayusculas

De acuerdo con el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos


mentales (DSM - IV) existe una diferencia entre el abuso y la dependencia al alcohol,
(Valdez, 2005).

El abuso es definido como un patrón desadaptativo de abuso de alcohol que


conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativos, manifestado por uno (o
más) de los siguientes, durante un período de 12 meses (DSM-IV, 1994):

a) Consumo recurrente de alcohol, que da lugar al incumplimiento de


obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa

b) Consumo recurrente del alcohol en situaciones en las que hacerlo es


físicamente peligroso

c) Problemas legales repetidos relacionados con el alcohol

d) Consumo continuado del alcohol, a pesar de tener problemas sociales


continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por
los efectos del alcohol

Podemos interpretar los síntomas marcados por el DSM IV de la siguiente


manera: A) La disminución de una vida productiva. B) El consumo en situaciones
que ponen en riesgo en su contexto laboral o persona, ya sea manejando un
vehículo o una maquinaria de construcción C) Multas por manejo en estado de
ebriedad, detención por escándalos, entre otros. D) Presencia de problemas
sociales con las personas que están en su alrededor. Todos estos criterios del DSM
IV nos hablan acerca de las consecuencias dañinas que se presentan cuando se
abusa del alcohol. Estas consecuencias afectan tanto al entorno como al individuo.
(Valdez, 2005).

Por otra parte, el DSM-V refiere a la dependencia al alcohol como un patrón


desadaptativo de consumo de alcohol que conlleva un deterioro o malestar
clínicamente significativos, manifestado por tres (o más) de los siguientes 7 criterios,
que ocurran en cualquier momento, de un período continuado de 12 meses (DSM-
IV,1994):

1. Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes:

a) Necesidad de cantidades marcadamente crecientes de alcohol para


conseguir la intoxicación o el efecto deseado

b) Efecto marcadamente disminuido con el consumo continuado de las


mismas cantidades de alcohol

2. Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes:

a) El síndrome de abstinencia característico para el alcohol

b) El alcohol es ingerido para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia

3. El alcohol es frecuentemente ingerido en cantidades mayores o durante


un período más prolongado de lo que inicialmente se pretendía

4. Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o


interrumpir el consumo de alcohol

5. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención


del alcohol, en el consumo del alcohol o en la recuperación de los efectos del mismo

6. Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas


debido al consumo del alcohol

7. Se continúa ingiriendo alcohol a pesar de tener conciencia de problemas


psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que son causados o exacerbados
por el consumo del alcohol

En este punto el DSM-IV menciona la presencia de la tolerancia, abstinencia,


deterioro del control, negligencia en las actividades, aumento del tiempo en la
bebida, compulsión por la bebida, su uso en situaciones peligrosas (al igual que en
abuso) y presencia de problemas legales, además estos criterios incluyen los
cambios en las reacciones fisiológicas hacia el alcohol, por lo que se puede decir
que la dependencia al alcohol provoca reacciones fisiológicas y cambios en la
conducta (que va a estar enfocada en conseguir y consumir alcohol) que generan
problemas en la salud física y mental del individuo, además de las consecuencias
familiares y sociales negativas. (Valdez, 2005).

2.2.2.1 Perspectiva histórica sobre el consumo de alcohol

A partir de la aparición de la cerámica, a principio del periodo neolítico, el


hombre tiene la posibilidad de realizar el proceso de fermentación de jugos
vegetales y el almacenamiento de sustancias líquidas, más adelante el procesado
de los cereales. En cuanto el origen de las bebidas alcohólicas, los primeros
destilados se conocieron con el nombre de "aguavite" o sea, aguardiente
(Berruecos, 2007).

Berruecos L. (2007). Las bebidas indígenas fermentadas y los patrones de


consumo de alcohol de los grupos étnicos en México. Revista Liberaddictus,
Número 97, Volumen XIV

Hasta hace aproximadamente un siglo, sólo se extraía el alcohol del vino o


del orujo. Sólo en Reino Unido se extraía de la cebada, tomando en cuenta que en
la época prehispánica se obtenía el pulque de los magueyes. La creciente demanda
y la diversidad de usos, obligó a buscar esta sustancia en los más variados
productos vegetales y hoy ocupa primerísimo lugar el alcohol de cereales y de caña
o melaza de azúcar. De acuerdo con la literatura, entre los años 4000 y 3500 a.c. Y
se utilizaban las bebidas (cerveza y el vino) en las civilizaciones de Egipto, China y
en la cultura Mesopotámica, adquiriendo el uso de sustancias en la mayoría de los
casos un carácter ritual, mágico – religioso. (Labal 2005 en Gutiérrez 2008).

Esta misma tendencia por el pueblo griego, quienes identificaron a las


bebidas alcohólicas con figuras mitológicas. Más adelante, en la Edad Media, en el
siglo IX, aparece la destilación, lo que probablemente facilitó la disponibilidad de
bebidas alcohólicas de alta concentración poder de intoxicación Difundiéndose esa
técnica rápidamente a toda Europa. El descubrimiento y la colonización ayudaron a
la expansión de bebidas alcohólicas en ambos continentes entre América y Europa,
lo que llevó al uso masivo de alcohol en situaciones que no estaban dentro del
contexto ritual mágico y religioso. Sin dejar a un lado, que el pulque ya existía antes
de la conquista. (Labal 2005 en Gutiérrez 2008).

El consumo de bebidas alcohólicas es un hábito ampliamente extendido y


culturalmente aceptado en la mayoría de las sociedades. En la actualidad, beber
alcohol no es un hábito exclusivo de la población adulta, los jóvenes también lo
hacen y cada día son más los adolescentes que acostumbran a hacerlo,
especialmente durante el tiempo que dedican al ocio durante el fin de semana.
Actualmente, el consumo de alcohol es uno de los principales factores que se
relacionan con la salud de los individuos y de las poblaciones y sus consecuencias
tienen un gran impacto tanto en términos de salud como en términos sociales.

2.2.2.2 Historia del consumo de alcohol en México

En lo que concierne al consumo de alcohol en territorio mexicano, éste tuvo


sus inicios en la época prehispánica, donde existían reglas muy claras acerca de
quién podía beber, en qué cantidad y en qué ocasiones. La bebida más popular (en
las antiguas poblaciones con testimonios materiales de que se cultivaba 6500 a.c y
puesto que esa región es muy seca, por tanto, se puede suponer que se buscaban
sustitutos del agua para beber moderadamente), era el pulque u octli (bebida
fermentada obtenida del maguey), cuyo uso era comunal y estaba asociado con la
agricultura, la religión y los ciclos vitales como nacimientos, matrimonios y muerte.
La ebriedad que se producía durante los actos religiosos era aceptada socialmente
(Gutiérrez 2008).

Gutiérrez, A. (2008) Relación entre parentalidad, abuso de alcohol y


conductas antisociales en estudiantes. Tesis para obtener el título de licenciada en
psicología. Universidad nacional autónoma de México: México.

En cuanto al problema del consumo de alcohol y el alcoholismo en México,


se sabe que no es un fenómeno nuevo en tanto que ha sido documentado desde el
siglo XVI: había una gran variedad de bebidas fermentadas que eran consumidas
por los diferentes grupos indígenas que vivían en el país. Los sacerdotes, celosos
de su tarea mediadora con lo divino, prohibieron a la población el uso de la sustancia
sagrada fuera de ciertas ceremonias. La prohibición era clara pero no universal.
Había matices y diferencias: los castigos más severos estaban dirigidos a la élite
gobernante y los estratos populares recibían penas menores; en cambio, los
ancianos mayores de 50 años podían beber pulque a placer, según creían para,
calentar la sangre y poder dormir sin excederse. En esa época, de acuerdo con las
investigaciones de Berruecos (1986, 2002 y 2006), las nociones de moderación
parecían centrarse en las ocasiones en las que 17 se podía beber, en quién podía
hacerlo y menos en cuánto se consumía. En ocasiones rituales, en las que estaba
permitido el consumo de alcohol, los hombres adultos aparentemente podían beber
hasta el estupor sin vergüenza. Este mismo autor identifica dos patrones de
consumo primordiales: consumo sólo por parte de la nobleza, con fuertes penas
para los transgresores, y consumo popular en ocasiones rituales asociadas con la
agricultura, la religión y los ciclos de la vida, como el nacimiento, el matrimonio y la
muerte, con penas menores a quienes violaban estas disposiciones. Otros
investigadores sugieren la existencia de normas diferentes para grupos de la
población y de acuerdo con las ocasiones de consumo.

Posterior a la época prehispánica, en el periodo colonial, el consumo de


alcohol se modificó en toda la población. Estas modificaciones fueron en dirección
al abuso, hasta llegar al punto de volverse un gran problema para la Nueva España.

La conquista española trajo consigo la modificación de los patrones


tradicionales de consumo, éstos cambiaron de un uso ocasional, limitado a ciertas
festividades, a otro profano indiscriminado. Más tarde se introdujeron las bebidas
destiladas y la 18 cantidad de personas que bebían y se intoxicaban se incrementó.
De acuerdo con Berruecos esto se asoció con tres factores: 1) la inclusión de una
proporción mayor de aquéllos que formaban parte del grupo social de estrato social
menor, esto es, los más pobres, llamados "macehuales", en el grupo de bebedores;
2) el ajuste de la intoxicación ritual a las numerosas festividades del calendario
cristiano, y 3) a la comercialización del pulque. Estos cambios tienen varios
orígenes. Entre ellos se comenta el uso indiscriminado de alcohol; ya que entre los
aztecas el uso estaba restringido. Además, se trajeron de España las bebidas
destiladas, que contienen una mayor concentración de alcohol. El índice de
comercialización del pulque y embriaguez aumentaron considerablemente. La
antigua embriaguez exclusiva de los ritos aztecas se ajustó a las numerosas
festividades de la iglesia católica convirtiéndose en una forma de evasión de la
realidad a vergonzante de su sometimiento al conquistador. Además, de que las
autoridades indígenas ya no ejercían ningún control para evitar el abuso. En efecto
casi todas la bebidas alcohólicas que se elaboraban en el México colonial fueron
consideradas por las autoridades como nocivas para la salud, no solo por que
provocan embriagues al ser consumidas en exceso sino porque a muchas de ellas
principalmente el pulque se les agregaban raíces y hierbas para fortalecerlas como
el ocpatli o cuapatle, popotle, la cal viva, la frutilla del árbol de Perú, cascaras de
manzana, limones, palo de timbre, la raíz del árbol de xixique, chile y gusano de
maguey . A pesar de que la cultura católica prescribía restricciones para el consumo
del alcohol, tanto en las celebraciones rituales, como en la vida cotidiana; estas no
resultaron efectivas en la práctica. Es así que, las etnias, libres de las antiguas
restricciones, aumentaron su consumo. Por todos estos factores que coincidieron
19 en el tiempo, se incrementa la ingesta de alcohol y comienzan a surgir los
problemas sociales derivados de esta ingesta. Se han encontrado relatos en los que
según las autoridades, el vino era el responsable de parte de los desórdenes
sociales, las sanciones que se llegaron a aplicar y cómo podían aumentar en función
de la edad y posición social. En el periodo de la Independencia, proliferó la
fabricación del pulque. A tal grado llegó esta industria a ser importante, que muchas
de las familias que formaron parte de la gran aristocracia mexicana, debían sus
fortunas a la fabricación de esta bebida, o al cultivo del maguey en sus extensas
haciendas. Durante la época del Porfiriato, además de las grandes haciendas
pulqueras, florecieron sembradíos de vid, hubo mucho auge en la fabricación de
tequila y en igual forma, la industria cervecera comenzó a tener importancia
(Argüelles 1991 citado en Gutiérrez 2008).

El consumo de drogas legales e ilegales es un problema que ha trascendido


en diversos campos, personales, sociales, económicos y políticos, hoy en día es
difícil encontrar un país en el que no se observe este fenómeno. En México, a partir
de la década de los años 70, se establece el estudio continuo del uso y abuso de
drogas, iniciándose las primeras encuestas en hogares, así como los estudios
periódicos en población estudiantil y grupos vulnerables; posteriormente, en la
década de los 80, se amplía el Sistema de Registro de Información en Drogas
(SRID) en Ciudad de México, para incluir los casos detectados en instituciones de
salud y de procuración de justicia. Durante los años 90 se establece el Sistema de
Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (SISVEA) y se lleva a cabo un estudio
de menores trabajadores en espacios abiertos en 100 ciudades. Finalmente, al
iniciar la primera década de este siglo, se plantea la necesidad de disponer de
información actualizada, sistematizada y obtenida con métodos comparables, por lo
que se crea el Observatorio Epidemiológico en Drogas (CONADIC, 2002)

2.2.2.3 Prevalencia

De acuerdo con el informe “Manejo del abuso de sustancias” México ocupa


el décimo lugar en América latina en el consumo de estas bebidas. (OMS, 2014)

De acuerdo con la encuesta nacional de consumo de drogas, alcohol y


tabaco, entre los estados con mayor consumo de alcohol en México se encuentran
Jalisco, Aguascalientes, Nuevo León, Coahuila, Michoacán con un promedio de
consumo por persona anual es de 7.43, 7.28, 6.94, 6.67, 6.61 Litros
respectivamente, mientras que por el otro lado los estados como Tlaxcala, Puebla,
Estado de México y Chiapas, se encuentran por debajo de 3 litros per cápita
(Encuesta nacional de consumo de drogas, alcohol y tabaco, 2017)

2.2.3 EDAD DE INICIO Commented [MEBA7]: Es su titutlo no van todas con


mayusculas
De acuerdo con la consulta Consumo de bebidas alcohólicas en México en
el 2009 La edad promedio en la que los actuales adultos mexicanos se iniciaron en
el consumo de bebidas alcohólicas es de 17.4 años; los hombres que se iniciaron a
una edad promedio más tempranas (16.8) que las mujeres (18.3). Otro dato a llamar
la atención es que el 27% de la población y el 33% de los hombres declaran haber
consumido sus primeros tragos antes de los 16 años. (Mitofsky, 2009)
Por su parte la Encuesta nacional de consumo de drogas, alcohol y tabaco
(ENCODAT) en su reporte 2016-2017 sobre el consumo de alcohol declara que el
consumo de alcohol en menores de edad ha incrementado en la región occidental
del país, con una edad de inicio de 12 años en el consumo de esta bebida además
se destaca que el 21.8% de la población acudió a profesionales para el tratamiento
de su abuso al alcohol, entre los profesionales más consultados por estas personas
se encuentran los grupos de autoayuda y el psicólogo. (ENCODAR, 2017)

2.2.3.1 Consumo de alcohol en los jóvenes.

La adolescencia es concebida como un período crítico en esta se da el inicio


y experimentación de conductas de riesgo, El consumo tiende a ser mayor en los
universitarios que en otros grupos de jóvenes, incluyendo a quienes no asisten a la
escuela; siendo el período de mayor consumo entre los 18 y 21 años de edad.
(Colorado, 2012).

Los principales factores asociados con el consumo excesivo son, por un


lado, la exposición a los sucesos negativos de la vida, el estar motivado para tal
consumo con el fin de reducir la tensión y por el otro las variables de personalidad,
estilos de afrontamiento, historia familiar de consumo y otros factores contextuales
(Landero y Villarreal, 2008).

2.2.3.2 Teorías sobre el consumo de alcohol en la adolescencia


2.2.3.2.1 Teorías psicobiológicas
En general, se basan en la idea común de que una perturbación básica de la
química del cuerpo lleva a un estado de deficiencia que se alivia temporalmente con
la ingestión de alcohol.
2.2.3.2.2 Teoría de la deficiencia nutricional de Mardones y Williams
Asume que el consumo de alcohol se da por la carencia de vitaminas
esenciales. La investigación no ha apoyado esta idea (Secades, 2001).
2.2.3.2.3 Teoría genética
Las investigaciones con animales y con gemelos apoyan la idea de que sí
que puede existir cierta vulnerabilidad genética para la tendencia al alcoholismo
(Secades, 2001). Parece ser que el aspecto biológico estaría más relacionado con
el mantenimiento de la conducta alcohólica, mientras que los sociales quedarían
vinculados más con el origen de la conducta (Rowe y cols.,1996; citado en Oliva,
2004).
2.2.3.2.4 Teorías de la psicología evolucionista
Explicaría las conductas de riesgo como una de las formas que tiene el
adolescente de salir de su grupo familiar, eliminando el peligro de endogamia y
llevando a un inicio precoz de la actividad sexual y reproductiva. Algunos autores
como Steinberg y Belsky (1996) apuntan a que los sujetos con mayor disposición a
afrontar peligros tendrían más posibilidades de sobrevivir (selección natural) con lo
que también se reproducirían en mayor número (selección sexual).
2.2.3.2.5 Teoría de los marcadores somáticos (Damasio, 1996)
La corteza orbitofrontal sería la encargada de reconocer las cuestiones
morales y de elegir una respuesta adecuada a la situación. Los comportamientos
antisociales y de riesgo se darían en aquellos sujetos con una menor maduración
cerebral de esta zona.
2.2.3.2.6 Trabajos de Chambers, Taylor y Potenza (2003)
Afirman que, debido a la gran sensibilidad de los circuitos neurobiológicos
relacionados con los sistemas de recompensa, ciertas experiencias como el
consumo de drogas pueden tener unos efectos persistentes que facilitan la adicción.
Teorías psicológicas
2.2.3.2.7 Teorías de la personalidad

Actualmente ya no se aceptan las asunciones más psicoanalíticas que


asociaban el alcoholismo con conflictos infantiles, ni se admite la idea de que exista
un tipo de personalidad concreto-asociada a los sujetos alcohólicos. Lo que sí se
apoya es la idea de que ciertas características de personalidad están relacionadas
a un riesgo mayor de alcoholismo: baja autoestima, baja tolerancia a la frustración,
impulsividad, hiperactividad, depresión, búsqueda de sensaciones, gusto por el
riego, inseguridad y baja competencia personal (MSC, 1996; Secades, 2001).

2.2.3.2.8 Formulaciones desde las teorías de aprendizaje: según Secades (2001) Commented [MEBA8]: negritas
La adquisición y mantenimiento del hábito de beber alcohol se regiría por las
mismas leyes que otras conductas.

2.2.3.2.9Condicionamiento operante Commented [MEBA9]: negritas

La probabilidad de ocurrencia de una conducta (beber alcohol) está


determinada por sus consecuencias (ser aceptado por el grupo de iguales,
emborracharse, disminuir momentáneamente la tristeza, etc.). El consumo de
alcohol también reforzaría negativamente al sujeto, debido a que reduce o elimina
el estado físico y/o afectivo negativo provocado por la ausencia de éste.

2.2.3.2.10 Teoría del aprendizaje social Commented [MEBA10]: negritas

Desde la teoría del aprendizaje social de Bandura y aplicada al alcohol por


Nathan et al. (1970) se explica la adquisición y mantenimiento del alcoholismo por
modelado (imitación), refuerzo social y anticipación de los efectos. Hay que tener
en cuenta, además, la gran importancia que adquieren los factores cognitivos
(pensamientos, creencias, expectativas, etc.) ya que mediatizan el impacto que los
eventos antecedentes y consecuentes tienen sobre cada sujeto particular. Todos
estos mecanismos de aprendizaje no serían mutuamente excluyentes, sino que
coexistirían en los problemas de alcohol (Secades, 2001).

2.2.3.2.11 Teoría de la reducción del estrés Commented [MEBA11]: negritas

Las investigaciones en este marco presentan resultados contradictorios.


Unos estudios encuentran un aumento de emociones positivas y otros de las
negativas. Esto puede explicarse porque sobre los estados emocionales están
influyendo muchos elementos simultáneamente: dosis, tiempo transcurrido desde la
ingesta de alcohol, expectativas sobre efectos, estado de ánimo antes del consumo,
etc. (Secades, 2001).
2.2.3.3 Consecuencias del consumo del Alcohol

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (2008), el consumo de


alcohol se encuentra a nivel mundial entre las primeras diez (10) causas de
discapacidad; desórdenes como la depresión y la esquizofrenia llaman la atención;
siendo siete veces mayor la discapacidad en hombres que en mujeres. (Cicua, D.,
Méndez, M., Muñoz, L., 2008)

Los consumidores frecuentes también tienen una probabilidad tres veces


mayor que otros jóvenes a ser depresivos, lo cual sugiere el papel de la
automedicación como motivación para el consumo frecuente de sustancias (Repetto
et al., 2004; Saluja et al., 2004 en Arnet, J. 2008)

2.2.3.4 Trastornos mentales provocados por el alcohol

El abuso constante del consumo de alcohol genera consecuencias aversivas


para la salud mental del individuo, que pueden afectar en su entorno social y
familiar. (Dinámicamente, 2018)

La ingestión excesiva y continua de alcohol provoca trastornos agudos o


crónicos, del sistema nervioso central y en particular del cerebro. (Gárate, B.,
Villagra, D., Puente, E., & Silva, I., 2012)

TABLA 1.- Trastornos mentales inducidos por el abuso y la dependencia al Commented [MEBA12]: minúscula

alcohol.

AGUDOS CRONICOS
Intoxicación toxica Alteraciones Cognitivas
Síndrome de abstinencia no Demencia alcohólica
complicado Encefalopatía de Wernicke
Alucinosis aguda Síndrome de Korsakoff
Amnesias parciales (blackout) Alteraciones de la personalidad
Trastornos del sueño Disfunción sexual
Alteraciones de la personalidad
Disfunción sexual Commented [MEBA13]: no cumple con los criterios APA
la hare abajo como la solicita el APA
AGUDOS CRONICOS
Intoxicación toxica Alteraciones Cognitivas
Síndrome de abstinencia no Demencia alcohólica
complicado Encefalopatía de Wernicke
Alucinosis aguda Síndrome de Korsakoff
Amnesias parciales (blackout) Alteraciones de la personalidad
Trastornos del sueño Disfunción sexual
Alteraciones de la personalidad
Disfunción sexual
Falta Fuente:

Entre los procesos neuropsicológicos alterados ligados al consumo de


alcohol podemos diferenciar dos clases de acuerdo con la tabla 1. Entre los
procesos agudos, hace alusión de una aparición brusca y reversible, relacionados
con la intoxicación de alcohol o con situaciones de abstinencia, tales como
amnesias temporales, alucinosis y delirium tremens. Por otro lado, en los procesos
crónicos que cursan de forma lenta e insidiosa y con tendencia a la irreversibilidad,
que se manifiestan en forma de trastornos cognitivos, de la personalidad y afectivos.
Algunos de estos procesos crónicos son parte de síndromes orgánicos con lesiones
cerebrales. (Belloch, B., Sandín, B., & Ramos, F.,1995).

2.2.3.5 Efectos de alcohol en la fisiología humana

El alcohol etílico o etanol consumido en exceso es tóxico para la mayoría de


los órganos del ser humano, es ingerido por vía oral en bebidas que lo contienen en
diversos porcentajes de concentración alcohólica. Consumido en grandes
cantidades provoca un desequilibrio metabólico debido a que el organismo no puede
almacenarlo, ni eliminarlo por medio de la orina o la respiración, pues por este medio
solo se elimina entre 1% a 5%, por lo que la mayor parte debe ser metabolizado a
nivel hepático, transformándolo en cuerpos más simples posibles de ser eliminados
(Berjano y Pons, 1999).

Pocos minutos después de haber ingerido alcohol pueden aparecer efectos


cuya manifestación varía según la cantidad ingerida y las características de cada
persona, como la edad, el peso y el sexo. Velasco (2007) describe los efectos
inmediatos del consumo excesivo de alcohol de acuerdo con la gravedad y con el
proceso de embriaguez:

Primera etapa: la persona se ve relajada, comunicativa y sociable. Esta etapa


se caracteriza por la desinhibición.

Segunda etapa: en esta etapa se manifiesta una conducta


predominantemente emocional, con pobreza de juicio y de pensamiento. Se
presenta cierto grado de insensibilidad en la piel, falta de coordinación muscular, y
trastornos de la visión y el equilibrio.

Tercera etapa: confusión mental, tambaleo notorio al caminar, visión doble, y


reacciones variables de la conducta: miedo, agresividad, llanto, etc. Se presenta
mucha dificultad para pronunciar correctamente las palabras y para comprender lo
que se dice.

Cuarta etapa: incapacidad para mantenerse en pie, vómitos, incontinencia de


la orina y aproximación a la total inconsciencia.

Quinta etapa: en esta etapa y la más severa se llega a la inconsciencia, hay


ausencia de reflejos, se manifiesta un estado de coma que puede llevar a la muerte
por parálisis respiratoria.

Estas etapas y otros efectos en el organismo humano pueden ser explicadas


por la acción farmacológica del alcohol después de ser consumido, algunas de estas
respuestas han sido descritas por Ladero, Leza, Lizasoain y Lorenzo (2009).

2.2.3.6 Factores para el consumo de alcohol

Se expondrán aquellos aspectos que intervengan en el motivo por el cual los


jóvenes consuman alcohol. (Albarracín, M., & Muñoz, L., 2008).
2.2.3.6.1 Maduración biológica Commented [MEBA14]: negrita cada subtitulo para el
resto del trabajo
Uno de los factores asociados al consumo de alcohol es la maduración
biológica temprana, en donde se asocia la pubertad temprana (especialmente en
las niñas), con el inicio en el consumo de sustancias. La explicación a ello es que
las niñas, cuando entran a la pubertad a temprana edad, consiguen amigas mayores
que ellas y atraen al sexo opuesto de mayor edad, aumentando el riesgo de
consumo de alcohol, ya que se enfrentan a nuevas situaciones en las que se facilita
la ingestión de sustancias (Deardorff, Gonzales, Christopher, Roosa y Millsap,
2005).

2.2.3.6.2 Exposición comercial

Es la exposición de los jóvenes a comerciales y propagandas sobre bebidas


alcohólicas, en donde el alcohol es sinónimo de mujeres lindas, sexo, rumba y
alegría (Miller, 2005).

2.2.3.6.3 Contexto sociocultural.

También incide como factor asociado el contexto urbano, o lugar donde se


permite y se tiene acceso al consumo de alcohol con el fin de socializar con otros y
celebrar. En diversos sitios se facilita el consumo de alcohol, de cigarrillo y otras
sustancias, en encuentros sociales que los acercan a situaciones que pueden ser
riesgosas para su integridad física y mental.

2.2.3.6.4 Factor social

El factor social es un factor predominante en el consumo de alcohol; los


amigos, los pares más cercanos, parejas y grupos pequeños se convierten en una
influencia dominante que determina el consumo de sustancias. El consumir alcohol,
hace parte de la selección y socialización entre amigos, puesto que debe existir
aprobación por parte de los otros, evitando la exclusión social por parte de quienes
consumen alcohol (Donovan, 2004; Henry, Slater, y Oetting, 2005). Las actitudes
de aprobación por parte de los pares constituyen un factor asociado con el consumo
de alcohol en jóvenes.

2.2.3.6.5 Satisfacción social

Otro factor importante es el nivel de satisfacción social, ya que los niños y


jóvenes creen que con el consumo de alcohol obtendrán consecuencias positivas
debido al papel que sus efectos juega en las relaciones interpersonales, dando
paso, en consecuencia, al aumento del nivel de satisfacción personal (Barnett y
cols., 2005).

2.2.3.6.6 Sentimientos y emociones.

Se ha encontrado que también es influyente la relación con los padres, en


especial aquellas en las cuales el joven tiene una relación conflictiva con estos, y
cuando sus comportamientos están ligados al consumo de sustancias. A partir de
la relación con los padres y con los pares, adquieren gran importancia los
sentimientos y las emociones de los jóvenes, resultado de esas interacciones. En
consecuencia, los sentimientos y las emociones se pueden considerar como un
factor más de asociación al consumo de alcohol (Donovan, 2004; yeh, Chiang y
Huang, 2005).

2.2.3.6.7 Factor familiar.

El uso de la droga en adolescentes y el comportamiento sexual tienen sus


raíces en la familia, en actitudes que los presentan como un modelo a seguir. Si en
la familia existen patrones de consumo de sustancias, los jóvenes los seguirán; el
consumo de alcohol se favorece o no de acuerdo con la percepción que tienen los
parientes de este comportamiento y con sus actitudes, bien sean de aprobación o
desaprobación (Brody, Cleveland, Gerrard, Gibbons y Pormery, 2005; East, y Khoo,
2005).

2.2.3.7 Prevención

Las escuelas realizan esfuerzos, con diversos métodos, para prevenir o


reducir la drogadicción entre los jóvenes (Dryfos, 1998 en…). En algunos programas
se trata de elevar la autoestima de los estudiantes con la idea de que la causa
principal de la drogadicción es una baja autoestima. En otros programas se presenta
información acerca de los peligros para la salud de la drogadicción, con la
esperanza de que la mayor información acerca de sus efectos hará menos probable
que los estudiantes las consuman. Otros programas, incluyendo el proyecto DARE,
que es el de mayor uso, se enfocan en enseñar a los estudiantes a resistir la “presión
de los pares” pues se considera que ésta es la razón principal de que los jóvenes
consuman drogas. Ninguno de esos enfoques ha funcionado muy bien (Triplett y
Pine, 2004 en Arnet, 2008)

Los programas más exitosos se han enfocado en el funcionamiento de la


familia, abordando los problemas familiares que acaso motiven la drogadicción de
los adolescentes o en enseñar a los padres a mejorar habilidades como la
supervisión paterna, la medida en que saben dónde están y qué hacen sus hijos
adolescentes en cualquier momento (Kerr y Stattin, 2000n en Arnet, 2008) En
conjunto, estos programas han tenido poco efecto en la conducta de consumo de
alcohol de los estudiantes universitarios. La embriaguez es una parte tan arraigada
en la cultura de los campus universitarios estadounidenses que es difícil que la
combata un programa de intervención.

PORQUE todo este espacio debe seguir el siguiente subtema pues es


parte del capitulo II
2.2.4 PRESION DEL GRUPO Commented [MEBA15]: es subtitulo no va en
mayusculas
2.2.4.1 Definición de la presión del grupo Commented [MEBA16]: negrita

El principal significado de la vida adulta es social. La socialización consiste


en aprender y adoptar las normas, valores, expectativas y roles sociales que se
requieren en un grupo particular (Londoño, 2010).

Berjano y Pons (1999) sugieren que puede ocurrir que algunos miembros del
grupo de iguales consuman alcohol, incluso que en ocasiones lo hagan de manera
excesiva. Esta situación implicaría que otros miembros que hasta el momento no
consumían de manera habitual, pueden comenzar a hacerlo, empujados por la
necesidad de adaptarse a la circunstancia social, representada por el grupo. Los
jóvenes que tienen en su mayoría amigos consumidores de alcohol presentan
mayor probabilidad de ser consumidores y beber más que los que tiene amigos que
no consumen o poseen pocos amigos bebedores de alcohol. (Alcherete, Cassola,
Godoy y Pilatti, 2005).

Inclusive la relación con los pares es más influyente que la relación con los
propios padres, ya que se busca obtener identificación con el grupo. A partir de
dichas relaciones, los sentimientos y las emociones adquieren gran importancia
para los adolescentes; por lo que se pueden considerar los sentimientos y las
emociones como un factor más de asociación al consumo de alcohol (Cicua,
Méndez y Muñoz, 2008).

De acuerdo con Landero y Villarreal (2008) los niveles de consumo son más
elevados cuando se bebe en grupo que cuando se bebe solo, el contacto con los
amigos que se embriagan predispone el abuso de consumo de alcohol.

El ingreso de los jóvenes a la vida universitaria supone la paulatina


integración a nuevas identidades sociales. La incorporación a la vida universitaria
es una experiencia social novedosa tanto para los sujetos jóvenes, como para sus
familias. En este contexto los jóvenes universitarios se ven inmersos en procesos
complejos para la integración de sus prácticas sociales que convergen en una
constante tensión para formar una identidad propia. (Garay, 2001).

El contexto ambiental, como publicidad, comunidad, familia y pares, que


rodean al joven juega un papel importante en la facilitación del consumo de alcohol
y otras sustancias, ya que estos son la fuente primaria de socialización del joven y
le prevén de un conjunto de reglas y creencias acerca del mundo en general y de
eventos específicos como el de ingerir bebidas alcohólicas. Así pues, basados en
los patrones de consumo frecuente, las actitudes de consumo frecuente, las
actitudes positivas y creencias de beneficio del consumo de alcohol de figuras de
autoridad, familiares, figuras públicas y otros similares; los jóvenes justifican y
mantienen el consumo (Guerrero, 2003)

2.2.4.2 Teoría biopsicosocial Commented [MEBA17]: negrita

Aplicada al alcoholismo por Erwing (1980) y Moss y Finney (1983). La


principal característica de este modelo es su carácter multifactorial e integrador.
Sugiere que la etiología del consumo de alcohol y de la posterior adicción se debe
a la interacción de numerosos factores constitucionales (genéticos y biológicos),
factores sociales (actitudes, disponibilidad, presión, etc.) y factores psicológicos
(historia de aprendizaje, tolerancia a la frustración, creencias, etc.). Algunos factores
actuarían como protectores y otros aumentarían el riesgo de caer en el alcoholismo.
Este modelo considera que los elementos causantes del inicio a la conducta deben
considerarse independientemente a los que determinan su mantenimiento y
desarrollo. El peso de cada factor varía tanto intra como interindividualmente
(Secades, 2001).

2.2.4.3 Factores causales del alcoholismo

De acuerdo con los estudios del Dr. Plaut (citado en Molina y Sánchez 1985)
los individuos que mayores posibilidades tienen de convertirse en alcohólicos son
aquellos que:
1) Responden a las bebidas alcohólicas en una cierta forma (quizás
determinada fisiológicamente) que les permite experimentar intenso alivio y
relajación.

2) Poseen ciertas características de la personalidad que les impiden enfrentar


con éxito los estados depresivos, la ansiedad y la frustración.

3) Pertenecen a culturas en las que se provoca culpabilidad y confusión en


torno a la conducta del bebedor.

Estos puntos constituyen indudablemente un buen modelo que resume bien


los diferentes factores que se invocan con relación al problema del alcoholismo. En
definitiva, mientras más estudios se acumulan más claramente se ve que hay una
gran variedad de circunstancias significativas en torno a la bebida.

Molina Y Sánchez (1985) clasifican en tres grupos los factores que


contribuyen a conformar la complicada etiopatogenia del síndrome de dependencia
del alcohol.

2.2.4.3.1 Factores psicológicos. Commented [MEBA18]: negrita

Desde hace muchos años, sobre todo bajo la influencia del psicoanálisis, la
búsqueda de una "personalidad pre alcohólica" o de rasgos de carácter “típicos del
alcohólico " ha llevado a diversos autores a sostener hipótesis que de hecho son
divergentes unas de otras y aún contradictorias. Tienen la intención común de poner
en evidencia las tendencias específicas que dentro del plano etiológico llevan a los
individuos al consumo excesivo del alcohol.

No existe una “personalidad alcohólica” definida, ni hay rasgos que puedan


explicar el origen o la evolución del alcoholismo; nada de lo que se ha argumentado
al respecto ofrece seguridades para diagnosticar el “potencial patogénico” de los
individuos.

Los estudios clínicos más serios, aquellos que no intentan forzar los hechos
para que concuerden con la teoría escogida, demuestran la pluralidad de
personalidades entre los alcohólicos. Por lo tanto, no debemos conceder
importancia especial a ciertas teorías psicodinámicas, como aquélla que sostiene
que el impulso básico hacia el consumo excesivo de alcohol es la homosexualidad
latente cuya represión se logra mediante la intoxicación sostenida. Tenemos que
aceptar que las explicaciones psicodinámicas no pueden ponerse en términos
científicos y por ello las recordamos en sus expresiones originales. La más clásica
describe al alcohólico como un individuo o pasivo-dependiente (“oral”) por lo que el
alcoholismo no es más que la no superación de una etapa del desarrollo
psicosexual. (Conger citado en Molina y Sánchez 1985).

Pero otros puntos de vista dentro del enfoque psicodinámico incluyen la


hipótesis de que la ingestión excesiva de alcohol protege al individuo contra un
sentimiento de minusvalía o bien le permite alcanzar la sensación de mayor poder.
Se ve al alcohólico como un ser inmaduro que necesita beber para sentirse
poderoso algo que la realidad de todos los días no le proporciona. (Schuckit y
Morrisey 1976 en Molina y Sánchez 1985).

Esto “explicaría”, se dice, porque la incidencia del alcoholismo es


considerablemente más baja en la mujer: su dependencia social es tolerada y no
tiene que recurrir al alcohol para cambiar su realidad.

Algunos investigadores han señalado que las características más comunes y


predominantes de los individuos alcohólicos son las siguientes: se trata de personas
neuróticas incapaces de relacionarse adecuadamente con los demás, sexual y
emocionalmente inmaduras, tendientes al aislamiento, dependientes, que manejan
inadecuadamente las frustraciones y que tienen sentimientos de perversidad y de
indignidad.

2.2.4.3.2 Factores biológicos Commented [MEBA19]: negrita

En muchos textos sobre alcoholismo se dedica un amplio capítulo a los


factores biológicos, que bien pueden ser divididos para su mejor discusión en
fisiológicos y genéticos. La explicación de esta tendencia generalizada es que los
aspectos biológicos de cualquier fenómeno patológico son más objetivamente
abordables, lo cual no quiere decir que se les considere más importantes que los
psicológicos o lo sociales. Si bien es cierto que la investigación de los cambios
ocurridos en el organismo del individuo alcohólico está sujeta al método científico,
debemos reconocer que tales cambios bien pueden ser el resultado de una intensa
y prolongada ingestión de alcohol. Empecemos con los factores propiamente
fisiológicos. En los últimos años se ha prestado una gran atención al estudio del
metabolismo del etanol, las respuestas orgánicas que provoca y su influencia sobre
la evolución de la enfermedad, con su cortejo de complicaciones físicas y
psicológicas. Pero, aunque de estas investigaciones se han obtenido conocimientos
de indudable utilidad queda aún sin respuesta a la pregunta de si el alcoholismo es
una mera aberración fisiológica.

La teoría de la alergia como causa del alcoholismo es ya relativamente vieja


y está prácticamente abandonada. Postula la presencia de un factor humoral
específico que sensibiliza para favorecer la ingestión excesiva de alcohol.

La realidad es que los estados alérgicos pueden ocurrir a partir de cualquiera


de las sustancias que se encuentran en las bebidas alcohólicas, incluido, por
supuesto el etanol mismo. Pero tales reacciones no son responsables del origen del
alcoholismo, ya que no existe similitud entre los signos y síntomas de esta
enfermedad y los de las alergias conocidas.

La llamada “teoría genetotrófica” tiene aún cierta influencia tal vez porque
abre posibilidades terapéuticas que de hecho proporcionan buenos resultados, si
bien meramente paliativos la hipótesis sugiere que los alcohólicos sufren un defecto
genético en la producción de las enzimas necesarias para metabolizar ciertos
materiales alimentarios; la deficiencia nutricional que resulta provoca una especie
de apetencia fisiológica por el alcohol, de tal manera que la primera ingestión
desencadena un deseo Incontenible cuyo asiento fisiológico es probablemente una
disfunción hipotalámica.

En años más reciente se desarrolló una hipótesis que ha generado fuertes


controversias, según la cual en los individuos alcohólicos existe un defecto en el
metabolismo del acetaldehído, sustancia que constituye el primer paso de la cadena
metabólica de alcohol, lo que daría por resultado la producción de ciertos
compuestos en el organismo que son precursores de los alcaloides opiáceos.

Por otro lado, se ha demostrado la naturaleza familiar del alcoholismo,


existen factores genéticos dado que las mismas influencias psicológicas y culturales
afectan a todos los miembros del grupo familiar.

2.2.4.3.3 Factores socioculturales Commented [MEBA20]: negrita

Bales (1946) citado en Molina y Sánchez (1985) propone que existen tres
formas en las que la organización social influye en la incidencia del alcoholismo

El grado en el cual una cultura opera sobre los individuos para producir
algunas necesidades de adaptación a sus tensiones internas.

Las actitudes que la propia comunidad propicia entre sus miembros hacia el
consumo de alcohol.

La medida en la que provee medio sustitutivos para la satisfacción de


necesidades.

Como una consecuencia lógica, supone que una sociedad que produce
tensiones internas agudas como la culpabilidad la agresión contenida los conflictos
sociales y la insatisfacción sexual y cuya actitud hacia el alcohol es la de aceptarlo
unitariamente como un reductor de tales funciones es una sociedad que tiende a
producir un alto porcentaje de alcohólicos.

2.2.4.4 Factores sociales que influyen en el consumo de alcohol

a) Macro situacionales

Son los condicionantes geográficos, legales, económicos y sociales y


culturales. Entre ellos podemos destacar: actitudes sociales favorables al consumo,
necesidades agudas de ajuste (la desadaptación social facilita la huida de la
realidad y búsqueda de estados gratificantes inmediatos) y tensiones internas
creadas por la sociedad (conducta de beber para disminuir la tensión), insatisfacción
o frustración causada por la carencia o insuficiencia de otras formas de gratificación,
etc. (Secades, 2001).

b) Micro situacionales

Son las condiciones ambientales y psicosociales cercanas al consumo. Haría


referencia a todos los aspectos favorecedores del consumo de alcohol que se
puedan dar en los contextos familiares, escolares, de sus iguales y demás entornos
cercanos en los que se desenvuelve directamente el sujeto (Secades, 2001).
FUENTES

Ahumada-Cortez, Jesica Guadalupe; Gámez-Medina, Mario Enrique; Valdez-


Montero, Carolina. (2017) EL CONSUMO DE ALCOHOL COMO
PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA 13(2) pp. 13-24 Universidad Autónoma
Indígena de México El Fuerte, México recuperado en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=46154510001

Albarracín, M., & Muñoz, L. (2008). Factores asociados al consumo de alcohol en


estudiantes de los dos primeros años de carrera universitaria. Marzo 24,
2018, de SCIELO Sitio web:
http://www.scielo.org.pe/pdf/liber/v14n14/a07v14n14.pdf

Alcherete, A., Cassola, I., Godoy, J. C. y Pilatti, A. (2005). Conductas del alto riesgo,
expectativas hacia el alcohol y consumo del alcohol en adolescentes de la
ciudad de Córdoba. Argentina.: Universidad Nacional de Córdoba Argentina
(Octubre 2005).

Alcherete, A., Cassola, I., Godoy, J. C. y Pilatti, A. (2005). Conductas del alto riesgo,
expectativas hacia el alcohol y consumo del alcohol en adolescentes de la
ciudad de Córdoba. Argentina.: Universidad Nacional de Córdoba Argentina
(Octubre 2005).

Álvarez, F. y Del Río, C. (2003). Farmacología del alcohol. Manual SET de


alcoholismo. Madrid. Sociedad Española de Toxicomanias. Editorial Médica
Panamericana, S.A. p 5-7.

Ana Cecilia Arce. (2017, enero 17). Alcoholismo: Problema creciente en México.
2018, marzo 9, de Publimetro Sitio web:
https://www.publimetro.com.mx/mx/destacado-tv/2017/01/17/alcoholismo-
problema-creciente-mexico.html
Andrade, P., Pérez, C., Alfaro, L., Sánchez, M. & López, A. (2009) Resistencia a la
presión de pares y pareja y consumo de tabaco y alcohol en adolescentes.
Adicciones, 21 (3), 243-250
Aragón, N., Bragado, M.C. y Carrasco, I. (1997). Alcoholismo parental y
psicopatología infanto-juvenil. Una revisión. Adicciones, 9 (2), 255-277
Arnett Jensen, J. (3ra) (2008) Adolescencia y adultez emergente. Un enfoque
cultural., México: Pearson Educación. Recuperado de:
https://www.biblionline.pearson.com/Pages/BookRead.aspx

Barradas, Báez, García, Nesme, Cobos. (2015, noviembre 06). Resistencia ante la
presión del grupo de pares para consumir alcohol en estudiantes
universitarios. Revista Iberoamericana de Producción Académica y Gestión
Educativa, 02, 2018, febrero 27, De http://pag.org.mx/index.php/PAG/index
Base de datos.
Belloch, B., Sandín, B., & Ramos, F. (1995). Manual de psicopatología. Manual de
psicopatología, 1, 476.

Berjano, E. y Pons, D. J. (1999). El consumo abusivo de alcohol en la adolescencia:


Un modelo explicativo desde la psicología Social. Madrid, España.: Plan
Nacional sobre Drogas.

Berjano, E. y Pons, D. J. (1999). El consumo abusivo de alcohol en la adolescencia:


Un modelo explicativo desde la psicología Social. Madrid, España.: Plan
Nacional sobre Drogas.

BERRUECOS L. (2006). “Panorámica actual de la investigación social y cultural


sobre el consumo del alcohol y el alcoholismo en México.”. 2018, enero 11,
de Fundación de Investigaciones Sociales A.C Sitio web:
http://www.fisac.org.mx/investigaciones.cfm?investigacion=167

Calderón Rodríguez, G. M., & Deza Palle, F. V. (2015). Expectativas hacia el


consumo de alcohol y resistencia a la presión de grupo, adolescentes I.E.
Gran libertador Simón Bolívar. Arequipa 2014. Universidad Nacional de San
Agustín de Arequipa.
Cicua, D., Méndez, M., Muñoz, L. (2008) Factores en el consumo de alcohol en
adolescentes. Pensamiento Psicológico, 4(11) Pp. 155-134 Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80111671008

Cisneros, C. (2014). Preferencia en el consumo de Etanol o Cafeína en un grupo de


ratas cepa Wistar. (Licenciatura). Universidad Veracruzana, Facultad de
psicología región Veracruz. Veracruz, Ver.

Colorado Soto, A. (2012). Diagnóstico situacional de consumo de alcohol en


estudiantes de la U.V Región Veracruz. Licenciatura. Universidad
Veracruzana, Facultad de Psicología Región Veracruz.
Colorado, A. (2012). Diagnóstico situacional de consumo de alcohol en estudiantes
de la U.V. Región Veracruz. (Licenciatura). Universidad Veracruzana,
Facultad de psicología región Veracruz. Veracruz, Ver.

CONSULTA MITOFSKY. (2009). Consumo de bebidas alcohólicas en México.


Marzo 24, 2018, de CONSULTA MITOFSKY Sitio web:
http://consulta.mx/index.php/estudios-e-investigaciones/mexico-
opina/item/615-consumo-de-bebidas-alcoholicas-en-mexico

Díaz, M. A., Díaz M. R, Hernández, Á. C. Narro R. J., Fernández, V. H. y Solís, T.


C. (2008). Prevalencia en el consumo riesgoso y dañino de alcohol y factores
de riesgo en estudiantes universitarios de primer ingreso. México: Salud
Mental, julio-agosto 2008; 31:271-282.

Dinámicamente. (marzo 6, 2018). Consecuencias del consumo y opciones de


tratamiento. Marzo 24, 2018, de Dinámicamente Sitio web:
http://dinamicamente.mx/consecuencias-del-consumo-y-opciones-de-
tratamiento/

Dura, T. (2002). Consumo de alcohol en alumnos de educación secundaria


obligatoria. Anales Sis San Navarra. 25 (3). Pp. 281-287
Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco. (2017). Reporte de
alcohol. México: secretaria de salud.
Espada JP, Pereira JR, García-Fernández JM. Influencia de los modelos sociales
en el consumo de alcohol de los adolescentes. Psicothema. 2008; 20:531-7.

Gárate, B., Villagra, D., Puente, E., & Silva, I. (2012). Efectos del alcohol en el
sistema nervioso. Marzo 24, 2018, de Universidad Nacional Agraria La
Molina. Sitio web:
www.lamolina.edu.pe/facultad/ciencias/cbiologia/boletin/Fisiologia_Animal_
Monografia.pdf

Gil, J., (2008) Consumo de alcohol entre estudiantes de enseñanzas secundarias.


Factores de riesgo y factores de protección. Revista de Educación, 346.
Sevilla,
España pp. 291 -313

Guardia, J., Jiménez, M., Pascual, P., Flórez, G. & Contel, M. (2008) Alcoholismo
guías clínicas basadas en la evidencia científica socidrogalcohol. Segunda
edición. Recuperado de:
http://ajarjaen.org/Fotos%20AJAR/guia_alcoholismo_08.pdf

Gutiérrez, A. (2008) Relación entre parentalidad, abuso de alcohol y conductas


antisociales en estudiantes. Tesis para obtener el título de licenciada en
psicología. Universidad nacional autónoma de México: México.

Instituto Nacional de Salud Publica. (2012). Consumo de alcohol en México, 2000-


2012: estrategias mundiales para reducir su uso nocivo. 2018, Enero 9, de
Instituto Nacional de Salud Publica Sitio web:
http://ensanut.insp.mx/doctos/analiticos/ConsumoAlcohol.pdf

José A. García del Castillo. (2015). Fundamentos de prevención de adicciones.


España: EDAF.
Ladero, J. M., Leza, J. C., Lizasoain I. y Lorenzo, P. (2009). Drogodependencias,
Farmacología, patología, psicología, legislación. (3ª. Ed.). Madrid, España.:
Editorial Médica Panamericana.
Landero, R. & Villareal, M. (2007) Consumo de alcohol en estudiantes en relación
con el consumo familiar y de los amigos. Psicología y salud, 17(1), 21-25p.

Londoño, C., Valencia, S., Sánchez, L. & León, V. (2007) Diseño Del cuestionario
resistencia a la presión de grupo en el consumo de alcohol. (CRPG). Suma
Psicológica, 14 (2), 271-288.
Londoño, P. C. (2010). Resistencia de la presión de grupo, creencias acerca del
consumo y consumo de alcohol en universitarios. Colombia.: Anales de
psicología. 26:27-33. Monteiro, G. M. (2007). Alcohol.

Lorenzo., Ladero, J., Leza, J., & Lizasoian, I. (2009) Drogodependencias. (3ra.
Edición) Madrid, España: Editorial medica panamericana.

Martínez Guzmán, I. (2014). Índices de drogadicción en alumnos del Tecnológico


Veracruz. Licenciatura. Instituto Tecnológico de Veracruz.
Ministerio de Sanidad y Consumo. (2007). Guía sobre drogas. España. Recuperado
el 5 de abril del 2011, de
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/guiaDrogas.pdf

Molina, V. & Sánchez, L. (1985) El alcoholismo en México (2da. Edición) México:


Fundación de investigaciones sociales A.C.

Mora, R. J., Natera, G. (2001). Expectativas, consumo de alcohol y problemas


asociados en estudiantes universitarios de la ciudad de México. Salud pública
de México, marzo-abril 2001; 43:89-96.

Organización Mundial de la Salud. (2015). Alcohol: Nota descriptiva Nº349 De


http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es/
Organización Panamericana de la Salud. (2007). Alcohol, género, cultura y daños
en las Américas. Washington, D.C. Recuperado el 15 de febrero de 2011, de
http://www.paho.org/spanish/dd/pin/Multicentrico_Espa%C3%B1ol.pdf

Organización Panamericana de la Salud. (2010). El Alcohol: Un producto de


consumo no ordinario: Investigación y Políticas Públicas. Washington, D.C.:
Oxford University Press.
Paniagua, H., García, S., Castellano, G. Sarrallé, R. y Redondo, C. (2001).
Consumo de tabaco, alcohol y drogas no legales entre adolescentes y
relación con los hábitos de vida y el entorno.

Rodríguez, M.; Peroz, C.; Matute, J. (2014). Resistencia de la presión de grupo y


consumo de alcohol en adolescentes. Revista de Psicología Universidad de
Antioquia, 6 (1), 25-40.
Salazar, J. A. A., Toloza, Á. J. Y., & Guaqueta, M. L. S. (2013). Resistencia a la
presión de grupo y consumo de alcohol en 50 jóvenes universitarios entre los
16 y 22 años de la Universidad de San Buenaventura Medellín, extensión
Ibagué. Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 4(1).

Salcedo, A., Palacios, X. y Espinoza, A. (2011) Consumo de Alcohol en jóvenes


universitarios. Avances en Psicología Latinoamericana. 29(1) pp. 77-97
Recuperado de: http://www.redalyc.org:9081/articulo.oa?id=79920065007

Salcedo, F., Palacios, M.L., Rubio, M., Del Olmo, E. y Gadea, S. (1995). Consumo
de alcohol en escolares: motivaciones y actitudes. Aten Primaria, 15, 8-14

Valdez, J. (2005). El consumo de alcohol en estudiantes del distrito federal y su


relación con la autoestima y la percepción de riesgo. Tesis de pregrado.
Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.F.

Velasco Fernández, R. (1982). Alcoholismo: factores causales. Posgrado.


Universidad Veracruzana

Velasco, M. L. B. (s.f.). Adiccionario: 2 Alcohol. Folleto. Xalapa, Veracruz, México:


Secretaria de Educación de Veracruz.

World Health Organization . (2014). Global status report on alcohol and health 2014
. Marzo 24, 2018, de World Health Organization Sitio web:
http://www.who.int/substance_abuse/publications/global_alcohol_report/en

Zúñiga, M. (2010) Inteligencia emocional en niños de familias con alcoholismo. Tesis


que para obtener el título de licenciado en psicología. Universidad
Veracruzana, Veracruz: México.

Anda mungkin juga menyukai