En el sentido estricto se identifica con el conocimiento práctico y por lo tanto idóneo y apto
para la realización del acto médico (experiencia, comprensión del caso y claridad).
Se supone que un profesional no entiende que no puede hacer su tarea , debe referir a su
cliente a otro profesional que pueda brindarle las atenciones que el cliente necesita. Esta es
una norma que aplica también a otras diversas clases de profeciones como entre ellas la de
seguridad y la medicina . Si él médico no actúa conforme a lo expresado, podría incurrir en
responsabilidad por impericia profesional, denominada en el idioma inglés como "medical
malpractice".