MT. 9:9
Mateo está describiéndose así mismo, observen su modestia descriptiva: << Vio a un
Hombre llamado Mateo>> Jesús ya venía de encontrarse con la fe del centurión, de
calmar la tempestad en el mar, de liberar al endemoniado de Gadara y de sanar al
paralitico y perdonar sus pecados.
Ahora se encontraba con un hombre que a la vista de sus discípulos y todos era el
menos indicado de ser llamado a ser uno más del grupo, Mateo era espiritualmente
paralitico en su pecado, su afán de hacer dinero; de aquí que necesitaba el mandato
divino << Levántate y Anda>>
1. Jesús vio todo el mal que había dentro de él, sin embargo le llamo.
2. Vio en Mateo, su escogido, su discípulo, su apóstol, su Biógrafo. El señor
llama como quiere llamar, la soberanía de Dios no es ciega, sino que obra
con sabiduría.-
Así lo hizo Jesús en aquel tiempo terrenal con los que llamo y lo sigue
haciendo de la misma forma atraves de esta palabra, para que estemos
seguros de que sea donde sea, que él nos llame tenemos el deber de
levantarnos y seguirle, << El tiempo y el lugar de donde nos llame no
importa>>
Leemos en una historia clásica griega como la lira de Orfeo encantaba con su música,
no solo a las bestias salvajes, sino hasta a los árboles y a las rocas del olimpo, de
manera que se movían de sus lugares para seguirle y escucharle, Así Cristo el
celestial Orfeo con la música de sus palabras de gracias. Atrae a él a quienes son
menos susceptibles a su divina influencia que las bestias, los árboles y las piedras: a
pobres endurecidos e insensibles almas.
Que ponga el sus dedos en el arpa dorada de su amor, y susurre en tu corazón el:
<<Ven y sígueme>> y tu como otro Mateo te levantaras para ir tres él y serás
ganado.-