«CO2» redirige aquí. Para la serie animada francesa, véase Co2 (serie de televisión).
Dióxido de carbono
General
Fórmula estructural
El dióxido de carbono (fórmula química CO2) es un gas incoloro y vital para la vida en la
Tierra. Este compuesto químico se encuentra en la naturaleza y está compuesto de
un átomo de carbono unido con enlaces covalentes dobles a dos átomos de oxígeno. El
CO2 existe en la atmósfera de la Tierra como gas traza a una concentración de alrededor de
0,04 % (400 ppm) en volumen.2 Fuentes naturales incluyen volcanes, aguas
termales, géiseres y es liberado por rocas carbonatadas al diluirse en agua y ácidos. Dado
que el CO2 es soluble en agua, ocurre naturalmente en aguas
subterráneas, ríos, lagos, campos de hielo, glaciares y mares. Está presente en yacimientos
de petróleo y gas natural.3
Estructura del sistema Solar
El Sistema Solar es la región del espacio sobre la que el Sol tiene atracción de
gravedad. Podemos imaginarlo como una inmensa burbuja flotando en el espacio.
Existe una frontera invisible, que es el lugar donde el viento solar y las partículas
cargadas dan la vuelta. Todo lo que queda dentro de ese espacio forma parte del
Sistema Solar: el Sol, los planetas, los cuerpos celestes menores, las partículas de
polvo estelar, los rayos cósmicos, y todo el espacio interplanetario.
Al formarse el Sol, los fragmentos de material estelar sobrante quedaron orbitando
alrededor de él. El material se agrupó hasta formar el resto de cuerpos celestes.
Son muy numerosos, pero casi todos se concentran en unas zonas determinadas.
El Sistema Solar se ordenó y se estructuró de la siguiente manera:
El Sol: ocupa el centro y todo orbita a su alrededor. Es más del 99% de la masa
de todo el Sistema Solar. Emite la gravedad que mantiene unido el Sistema. De él
parten el viento solar y millones de toneladas de plasma y partículas cargadas,
responsables de la meteorología espacial.
Sistema Solar interior: es la región más cercana al Sol, la más caliente y densa
del Sistema. A él pertenecen los 4 planetas rocosos: Mercurio, Venus, la Tierra y
Marte. También la Luna y los dos satélites naturales de Marte. La Tierra ocupa
la ecosfera del Sistema Solar, esto es, está a la distancia adecuada de su estrella
para poder albergar vida. Más allá de Marte, un cinturón de asteroides marca la
frontera del Sistema Solar interior. Probablemente, la gravedad de Júpiter impidió
que formaran un planeta. En él, el planeta enano de Ceres.
Sistema Solar exterior: las zonas más lejanas y frías. En él se sitúan los
gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Suman el 90% de la masa
restante. Se formaron de roca y hielo y, al ser mucho más grandes que los
planetas rocosos, atrajeron una gran cantidad de gases. La masa de Júpiter es
más de 2'5 veces la del resto de planetas juntos. Hay gran cantidad de satélites
naturales. Entre los gigantes gasesosos suman más de un centenar. Más allá de los
planetas, el cinturón de Kuiper, un cinturón de cuerpos helados y planetas enanos
como Plutón, Eris, Makemake y Haumea. En la zona más alejada, la Nube de Oort,
de donde proceden los cometas.
El Sistema Solar exterior es muchísimo más grande que el interior. La distancia
entre Marte y Júpiter, y entre cualquiera de los planetas exteriores es mucho
mayor que la distancia entre Marte y el Sol. La Nube de Oort está a 1,6 años luz.
Objeto Millones de kms
Mercurio 58
Venus 108
Tierra 150
Marte 228
Júpiter 778
Saturno 1.427
Urano 2.871
Neptuno 4.497
Plutón 5.914
1. La materia está formada por partículas muy pequeñas llamadas átomos, que son
indivisibles y no se pueden destruir.
2. Los átomos de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen su propio peso y
cualidades propias. Los átomos de los diferentes elementos tienen pesos
diferentes.
3. Los átomos permanecen sin división, aún cuando se combinen en las reacciones
químicas.
4. Los átomos, al combinarse para formar compuestos guardan relaciones simples.
5. Los átomos de elementos diferentes se pueden combinar en proporciones distintas
y formar más de un compuesto.
6. Los compuestos químicos se forman al unirse átomos de dos o más elementos
distintos.
La hipótesis de Dalton, tuvo vigencia durante mucho tiempo, en la que se afirmaba que el
átomo era indivisible; sin embargo, los átomos permanecen indivisibles en los fenómenos
químicos simples.
El átomo tiene una estructura interna que está formada por partículas aún más
pequeñas, llamadas partículas subatómicas: electrones, protones y neutrones.
Los protones y los neutrones se encuentran en el interior del núcleo y los
electrones fuera de él.