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ORDEN INTERNO: Para la Cooperación en el Mantenimiento del Orden Interno, considerado éste,

como el estado en el cual se administra la justicia, se consolidan los valores nacionales y prevalece
el imperio de la Constitución y las Leyes, se hará mediante la planificación de las diversas
actividades, estableciéndose las siguientes funciones principales: • Guardería del Ambiente

• Resguardo Nacional

• Antidrogas

• Seguridad

• Guardacostas

Coadyuvar en el control y funcionamiento de los servicios públicos y de las industrias básicas de


importancia estratégica para el Estado, además de colaborar en el mantenimiento de la vida socio-
económica de la Nación; dichas actividades están previstas en planes estructurados y coordinados
con los organismos del Estado, incrementándose en caso de estados de excepción. Disponer de
unidades altamente capacitadas para realizar operaciones especiales, de seguridad interna y de
soporte al esfuerzo bélico.

LOS ANTESEDENTES: El nuevo orden mundial no es menos conflictivo que su antecesor; por el
contrario, la violencia continúa presente en el plano internacional, aunque su morfología
experimentó importantes cambios. Es así que, en detrimento del empleo de la fuerza en términos
interestatales, se observa un incremento cuantitativo y una complejización cualitativa de la
violencia expresada en planos intra e transestatales. Básicamente, nos estamos refiriendo a los
conflictos de naturaleza intraestatal y a las llamadas amenazas transnacionales. Estas últimas no
irrumpieron por primera vez en el escenario internacional en el siglo pasado, pero en buena
medida fueron "redescubiertas" tras su larga subestimación en detrimento de la confrontación
entre superpotencias. Este redescubrimiento se acompaña de una verdadera toma de conciencia
acerca de su gravedad e incidencia en el campo de la seguridad de los Estados, ámbito que dejaba
de estar monopolizado por el poder militar.

Lo cierto es que, a pesar de esta nueva configuración mundial, América Latina todavía se encuentra
relegada a un plano inferior dentro del nuevo Orden Internacional. Actualmente, este nuevo
escenario mundial ha generado nuevos retos y desafíos a la conceptuación sobre Seguridad
Nacional.

En atención a lo referido con anterioridad, a América Latina se le presentan unos nuevos desafíos
para atender todo lo relativo a la noción de Orden Interno y engranar lo concerniente a la lucha
entre otras contra la subversión, el narcotráfico, el terrorismo, las agresiones medioambientales,
las cuales quedaron registradas en la agenda de la década de los años noventa (1991-2000), como
los de mayor gravitación en el Orden Internacional. Más aún, la modernización económica y los
cambios sociales producidos en los últimos tiempos, están separando a las poblaciones de sus
identidades locales, tradicionales; ése vacío está siendo reemplazado por la religión, muchas veces
tratando de reforzar su conciencia en movimientos fundamentalistas, pero esa conciencia
civilizacional es promovida por el rol de occidente, que está buscando el retorno a sus propias
fuentes y separando a las civilizaciones no occidentales. Todo este espectro socio político,
configura un escenario de conflicto que podría desembocar en el futuro mediato, en un gran
proceso confrontacional. Estas consideraciones nos llevan a plantear nuevos roles a las Fuerzas
Públicas y a la Fuerza Armada; así como, una dimensionalidad diferente al Orden Interno que ha
dejado de ser doméstico y minúsculo para convertirse en externo y de doble valor. El objetivo del
presente trabajo es describir brevemente, las transformaciones que ha comenzado a vivir América
Latina y El Caribe a partir del año 1999, con la conceptualización del Orden Interno, la designación
como responsabilidad básica de esa misión a las Fuerzas Armadas y a las Fuerzas Públicas, su
transmutación y por ende cuáles son las principales amenazas de carácter transnacional, que
integran la agenda del Orden Internacional emergente y las cuales nos están afectando. Para ello,
se busca lograr la interpretación del Orden Interno en el marco del Derecho Constitucional;
efectuando además la de diversos conceptos y definiciones emitidos en el ámbito nacional e
internacional que se refieren a ese término, con el propósito de desarrollar un constructo para
determinar su alcance, para luego poder desglosarlo, comenzando desde las nuevas amenazas que
atentan contra el mismo, hasta determinar su vinculación con los Objetivos e Intereses Nacionales.

5. CARACTERISTICAS

Lo típico y peculiar del Orden Interno en cuanto a Su característica constituye lo siguiente :

a. Constituye una figura jurídica suprema

Surge filosóficamente como un deber ser valorativo de tranquilidad, paz, sosiego y orden,
aspiración que se desea alcanzar en relación a la realidad concreta y sociologicamente de un país,
materializado en derecho positivo al estar considerado en cuatro artículos de la Constitución
Política del Estado. La Policía Nacional es el medio corporativo e institucional indispensable, en el
que prioritariamente se basa el estado para cumplir con su finalidad fundamental.

b. Es el "debe ser" de la función Policial

Toda actividad, procedimiento y finalidad policial debe estar orientado a garantizar, mantenimiento
y restablecimiento del Orden Público, considerando el "es" es decir lo fáctico, lo real lo concreto,
de acuerdo al desarrollo de la vida social y el comportamiento moral de sus integrantes teniéndose
en cuenta que en su cumplimiento, la PNP ofrece un costo significativo de vidas inocentes, jugando
un papel importante al respecto, la acertada conducción política del país.

c. Comprende todo el Territorio Nacional

Abarca todo el ámbito nacional. El estado de normalidad y tranquilidad debe observar dentro de
los límites que corresponden geográficamente a nuestro territorio en razón de que cualquier grave
alteración que podrían resquebrajar significativamente el orden interno puede presentarse e
iniciarse en cualquier zona o región del país, sea en el campo, la ciudad, en la costa, sierra o selva,
es interdependiente con la seguridad nacional.

d. Su observancia debe ser permanente

La división de Poderes y el Estado de Derecho, así como su existencia y estabilidad requieren de un


permanente respeto y de un inminente acatamiento y observancia de dicho orden.

e. Es dinámico
Está en movimiento, de acuerdo a los cambios, a la realidad y a la situación económica, política,
social, jurídica y grado de desarrollo de cada país; los fenómenos naturales o ecológicos que
ocasionan graves catástrofes, también pueden hacer variar y cambiar dicho orden; por lo tanto
existe una dinamicidad en su desenvolvimiento; así la situación del Orden Interno de la década de
1982 no será igual a la de la década de 1992 y así sucesivamente.

f. Es variable

Las situaciones de paz y tranquilidad que condicionan un orden varían de acuerdo a la época y al
lugar geográfico donde se desenvuelve de conformidad al tiempo y al espacio. Sus manifestaciones
de resquebrajamiento, no pueden ser iguales a los de ayer, hoy y mañana, es decir a los del
pasado, presente y futuro.

g. Es integral

La responsabilidad es del Estado; en su observancia participan los Poderes del Estado y todas las
organizaciones y estructuras que lo conforman, así como la sociedad en general, de igual forma la
PNP por ser su finalidad fundamental y las FF.AA. cuando lo dispone el Presidente de la República.

h. Su control es potestad del Poder Político

De conformidad al Art. 188 Inc. 4 de la Constitución, la autoridad política dispone su necesidad y


los términos de su control de acuerdo al Art. 137. a. de la Constitución. El origen de esta
característica o principio, surge en Inglaterra en 1780 como consecuencia de una serie de motines
que se presentaron en Londres. Al respecto el jurista parlamentario Lord Viansfield manifestó que
los militares deberían intervenir no como soldados, sino como ciudadanos y que la autoridad civil
local mantenía el ejercicio del mando supremo.

i. Requiere previsión general

Las acciones de previsión que se realizan para el mantenimiento del Orden Interno en el país, es
general y aplicable para todo tipo de comportamiento delictivos que se dan en la sociedad, sean
éstos organizados, planificados, espontáneos. Este orden dentro de una comunidad se realiza a
través del cumplimiento del ordenamiento jurídico de un país y del normal funcionamiento de los
Poderes del Estado y las organizaciones encargadas de formular, ejecutar, y aplicar el Derecho,
dentro de ella la PNP, cuya finalidad es el de garantizar el cumplimiento de las leyes y el de adoptar
medidas de previsión para que las diversas disposiciones dadas por el gobierno, se cumplan a
cabalidad.

j. Pertenecen a la Naturaleza Jurídica que fundamenta la Función Policial.

Dentro del Derecho de Policía, el Orden Interno, es un elemento tipificador del mismo, por lo tanto
es un componente jurídico institucionalizado; característico, simbólico y representativo de la
autoridad policial. El Fin Fundamental de la Policía Nacional es casualmente el de garantizar,
mantener y restablecer el Orden Interno por lo tanto para su cumplimiento debe adoptar un
procedimiento ejemplar, imparcial, justo, eficaz, indomable y decisivo, sobre todo contra actos
ilegales o conatos de anarquía o subversión.
k. Permite, la vigencia del Principio de Autoridad.

Todo régimen constitucional tiene por fin establecer un equilibrio fundamental que sea favorable a
la libertad y que a la vez asegure el normal desenvolvimiento del Estado. Este equilibrio se
establece por el juego de dos fuerzas dinámicas o de movimiento que son el "Poder y la Libertad" o
la "Autoridad y el Derecho" y de una fuerza de resistencia que es el "Orden". Por lo tanto "Orden,
Poder y Libertad".

l. Su expresión es única.

El Orden Interno es una finalidad fundamental del Estado, por lo tanto no puede tener mayor o
menor naturaleza o valor que otro orden similar o de menor graduación, no es unívoco designar
objetivos distintos ya que su término no se refiere a varios órdenes internos, sino a uno solo,
conoce sea éste extenso o lato que Puede afectar todo el territorio nacional cuando no se ha
controlado en su oportunidad (1982-1992), o sea restringido, específico y que afecta en sus
comienzos a una sola localidad, región o departamento (Ayacucho por ejemplo en sus inicios
17.May 1980). Las atribuciones y facultades que se dan en forma se requiere para los Art. 118 inc.
4 Presidente de la República, 137, 165 y 166 PNP, son niveles de responsabilidad y no Órdenes
internos menores no puede existir pues un orden interno exclusivamente para el desarrollo
del país a cargo del Presidente o del gobierno de turno y otro orden interno menor, restringido a
cargo de la PNP.; ya que ésta figura jurídica como finalidad fundamental del Estado es única,
existiendo la responsabilidad de velar por él, en garantía, mantenimiento, restablecimiento y
control de niveles de responsabilidad que no solo compete al Presidente de la República si no
también a la PNP y las FFAA sino también de conformidad a sus respectivas leyes Orgánicas al
Ministerio del Interior, a los Gobiernos Locales y a las Autoridades Políticas. Los graves
comportamientos alteraciones o resquebrajamientos el Orden Interno es un país cualquiera que
fuera, tienen que iniciarse o surgir no intempestivamente a nivel nacional, sino gradual y
progresivamente pudiendo iniciarse en un caserío (por ejemplo Chuschi 17MAY1980) Ayacucho
ataque a la cárcel con liberación de subversivos (1981) con graves alteraciones del Orden Público
en su inicio para progresivamente afectar significativamente el orden interno a nivel nacional,
pudiéndose dar el caso en algunas circunstancias que sean intempestivas o sorpresivas como por
decir un golpe de estado o desastre naturales. Por lo expuesto no puede haber dos clases de orden
interno sino uno solo, con diversos matices o manifestaciones de intensidad o violencia. Su control,
mantenimiento y restablecimiento en cualquiera de los casos constituye el desarrollo nacional.

m. Es fundamental para el desarrollo

El mantenimiento y conservación del orden interno propicia una disposición favorable al desarrollo
económico y social del país y por ende ofrece seguridad, confort, bienestar, riqueza, beneficio
común etc. Términos a los que en la actualidad se conoce como desarrollo. El orden interno y el
desarrollo son conciliables, en consecuencia su estabilidad requiere de desarrollo y modernidad de
todas las estructuras del Estado, de igual forma se requiere para incrementar de una sólida
democratización para permitir igualdad de condiciones sociales y una mayor cultura y educación
en la población, lo cual permite una mayor y mejor posibilidad de orden.

Qué es Estado:
La palabra Estado es una forma de organización cuyo significado es de naturaleza política. Se trata
de una entidad con poder soberano para gobernar una nación dentro de una zona geográfica
delimitada. Se usa erróneamente como sinónimo de Estado la palabra Gobierno.

Las funciones tradicionales del Estado se engloban en tres áreas: Poder Ejecutivo, Poder Legislativo
y Poder Judicial. En una nación, el Estado desempeña funciones políticas, sociales y económicas.

Los elementos que constituyen el Estado son: Población, Territorio y Poder.

También están designadas por Estado cada una de las divisiones políticas y geográficas del país o el
conjunto de instituciones no voluntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un
territorio determinado. Estas divisiones son autónomas y tienen su propio gobierno regido por una
estructura administrativa local.

Existen distintas formas de organización de un Estado, pudiendo abarcar desde concepciones


centralistas, a las federalistas o las autonomistas, en las que el Estado permite a las federaciones,
regiones o a otras organizaciones menores al Estado, el ejercicio de competencias que le son
propias pero formando un único Estado.

Dentro del Estado también existen instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración
pública, los tribunales y la policía, que asumen las funciones de defensa, gobernación, justicia,
seguridad y otras, como las relaciones exteriores.

Escrito con minúscula inicial, la palabra estado significa la situación actual que se encuentra una
entidad, alguien o algo. Ejemplos: el estado de la pobreza, el estado del tiempo o del clima, el
estado civil, el estado de ánimo, el estado o condición física, etc.

El Consejo de Estado es un órgano constitucional presidido por el Vicepresidente Ejecutivo de la


República y está conformado, además, por cinco personas designadas por el Presidente de la
República; un representante designado por la Asamblea Nacional de la República; un
representante designado por el Tribunal Supremo de Justicia y un Gobernador de Estado
designado por el conjunto de mandatarios estadales. Todos los integrantes del Consejo de Estado
tienen sus respectivos suplentes; y cuando lo considere pertinente, podrá convocar a sus sesiones
a Consejeros Especiales, quienes tendrán derecho a voz.

Para el cumplimiento de sus fines, el Consejo de Estado tiene una Secretaría Permanente, una
Secretaría Ejecutiva y las demás dependencias que se determinan en su Reglamento Orgánico.
Además, a parte de sus integrantes, podrá admitir la asistencia de personalidades invitadas en
calidad de acompañantes u observadores, cuando se considere necesaria su presencia para tratar
un determinado tema.

El Consejo de Estado podrá contar con la asesoría y el apoyo de un Comité del Poder Popular y
puede designar las subcomisiones que requiera para el cumplimiento de sus fines.

Composición actual2

La composición actual del Consejo de Estado de la República Bolivariana de Venezuela es:


Presidente: Tareck El Aissami, Vicepresidente Ejecutivo de la República.

Secretario Permanente: G/D Pascualino Angiolillo Fernández, Secretario del Consejo de Defensa de
la Nación.3

Miembros principales designados por el Presidente de la República:

José Vicente Rangel Vale, abogado y periodista, fue Vicepresidente Ejecutivo de la República (2002-
2007), Ministro de la Defensa (2001-2002), Ministro de Relaciones Exteriores (1999-2001) y
Diputado del Congreso de la República (1961-1986).Roy Chaderton Matos, abogado y diplomático,
fue Ministro de Relaciones Exteriores (2002-2004) y actualmente es Embajador Representante
Permanente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).Luis Britto García,
abogado, escritor, narrador, dramaturgo y ensayista, es Doctor en Derecho y profesor titular de la
UCV, Premio Casa de las Américas (1969 y 1970), Premio Nacional de Literatura (2002) y Premio
ALBA Cultural - mención Letras (2010).

Rafael Uzcátegui.

Rosángela Orozco.

Miembro principal en representación de la Asamblea Nacional de la República:

No designado.

Miembro principal en representación del Tribunal Supremo de Justicia:

Maikel Moreno.

Miembro principal en representación de los Gobernadores de Estado:

No designado.

Miembros suplentes designados por el Presidente de la República:

Imelda Rincón Finol, profesora e investigadora de la Universidad del Zulia, de la cual fue
vicerrectora académica (1984-1988) y rectora (1988-1992); miembro principal del CNE (2000) y
Embajadora de Venezuela ante el Gobierno de Bolivia (2002).

Soraya El Achkar, Rectora de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad.

Miguel Pérez Abad.

Jesús Rafael Martínez Barrios.

Miembro suplente en representación de la Asamblea Nacional de la República:

No designado.

Miembro suplente en representación del Tribunal Supremo de Justicia:

Indira Alfonzo Izaguirre.

Miembro suplente en representación de los Gobernadores de Estado:


No designado

INSTRUMENTOS QUE REGULAN LA EXISTENCIA DEL ESTADO:

definiciones más amplias del Estado lo identifican como una estructura con soberanía sobre un
territorio en particular. Esta estructura cuenta con normas establecidas a través de un conjunto de
instituciones y organismos que ejerce el poder de manera legítima, permanente y jerarquizada.

Legítima, porque es producto de una convención constituyente que cimente el pacto social y
porque sus funciones tienen sentido en la utilidad pública o el bien común, ejercidas con autoridad
legal y potestad para regular la sociedad de conformidad con el mandato de sus ciudadanos.
Permanente, porque a diferencia de los gobiernos, el Estado de derecho tiene una vocación de
permanencia para aportar estabilidad a la vida nacional. Y jerarquizada, porque a diferencia de la
sociedad civil, las entidades inferiores del Estado se deben a las superiores dentro de una
estructura que respete el principio de subsidiariedad. Solamente están al mismo nivel los tres
poderes ejecutivo, legislativo y judicial, orientados por medios directos o indirectos por el mandato
de los ciudadanos. La separación y el equilibrio de estos poderes del Estado son extensivos a todos
los niveles de la sociedad.

En nuestro concepto básico de Estado, su existencia se reconoce por cinco elementos esenciales:

1. población;

2. territorio;

3. autoridad y monopolio de la fuerza legal;

4. control de la hacienda pública; y,

5. ejercicio de la soberanía por mandato de sus ciudadanos.

El Estado así reconocido es el hogar de la sociedad que acoge y protege. Su estructura debe
fundarse en los cimientos de la ley y el orden, en un cuerpo político robusto, pluripartidista y
respetuoso de los derechos y libertades de los ciudadanos, y en un programa encaminado a
fomentar el bienestar de sus ciudadanos con justicia y equidad.

Por tanto, los principales objetivos del Estado son:

a) mantener la ley y el orden;

b) promover la prosperidad y el bienestar de sus ciudadanos y residentes a cuyo servicio está y a


los que debe protección; y,

c) administrar los programas de gobierno y los asuntos públicos según el mandato expreso de
sus ciudadanos.

En El Hombre y el Estado, Jacques Maritain afirma que: “La función concreta del Estado –su
función principal– es velar por el orden legal y la aplicación de la ley. Pero el Estado no es la ley”,2
porque, según añade en otro segmento de su obra, “el Estado no es más que un órgano habilitado
para hacer uso del poder y la coerción y compuesto de expertos o especialistas en el orden y el
bienestar públicos; es un instrumento al servicio del hombre”.3 Es decir, al servicio de sus
ciudadanos, reconociendo la primacía en el orden social de la persona humana. Cualquier violación
de ese orden social colocaría a la persona al servicio del Estado, lo cual sería una perversión
política.

Lo que le da sentido y razón de ser al Estado es la primacía del bien común como principio
ordenador de la sociedad. La sociedad civil inviste al Estado con el cargo de promotor y gestor del
bien común, para cuyo desempeño lo dota del deber y del derecho de intervenir en la vida social.
El Estado es garante de la justicia social, por la promoción y participación populares, para que las
personas se integren en los diversos cuerpos intermedios que la representan y sirvan de
interlocutores suyos ante el Estado. El Estado, según Maritain, es “una parte especializada en los
intereses del todo”.4

Estos parámetros definen al Estado como la entidad que regula los intereses del todo social y que
funciona mediante una estructura de gobierno para administrar ordenadamente los mandatos de
sus ciudadanos. Si ese mecanismo político pone al ciudadano al servicio del Estado se convierte en
una aberración de abuso de poder, mientras que cualquier grado avanzado de anarquía lo
convierte, por el contrario, en una entidad fallida.

El Estado es una entidad legal al servicio de sus ciudadanos y no una “persona moral”, porque está
supeditado a los intereses del todo sin sacrificar los derechos del individuo o de una parte
minoritaria con el pretexto de justificar decisiones que supuestamente beneficien a una “causa
mayor”. La autoridad de un Estado legítimo no habilita a sus instituciones para tomar decisiones
con el pretexto de que el fin justifica los medios. La soberanía del Estado es legítima en tanto
comprenda y coordine la voluntad soberana de sus ciudadanos, administrada por un gobierno
elegido democráticamente y obligado a rendir cuentas a sus ciudadanos. Los medios utilizados
por el Estado legítimo están siempre limitados por los derechos y las libertades fundamentales
inherentes a todos y cada uno de sus ciudadanos.

Hay estructuras de gobierno que son aberrantes cuando subvierten la primacía de la persona
humana. Estas aberraciones dictatoriales, absolutistas o totalitarias hacen que el Estado sea
ilegítimo como instrumento de poder manejado por un segmento hegemónico de la sociedad, un
partido político o un dictador. Por tanto, sin llegar a la anarquía, los poderes del Estado deben estar
siempre sometidos a las decisiones y mandatos de sus ciudadanos.

El concepto sobre la legitimidad del Estado se remonta a Aristóteles. Un Estado es legítimo si existe
un consenso entre los miembros de la comunidad política para aceptar los principios básicos que lo
sustentan. Un gobierno puede ser ilegítimo por los métodos de obtener el poder y perpetuarse, o
porque viola los principios básicos que siguen vigentes en el Estado que administra, pero la
Estructura del Estado sigue siendo legítima mientras no se rechacen o anulen esos principios y se
adulteren sus funciones, convirtiéndolo en un vehículo de poder totalitario o absolutista. En
tiempos modernos, al Estado legítimo se le denomina también Estado de derecho. En este sentido,
la legitimidad del Estado cristaliza con el respeto por la soberanía popular como garante de que
todos los ciudadanos son iguales ante la ley y poseen los mismos derechos y obligaciones.

Bajo estos parámetros, el elemento indispensable del Estado legítimo consiste en el


reconocimiento de la dignidad humana, que en tiempos modernos ha quedado codificado en
diversos instrumentos que integran el derecho internacional universalmente reconocido, en los
que se exige el respeto a los derechos y libertades fundamentales de las personas. Para que esos
instrumentos tengan valor y trascendencia, la fuente última de esos derechos y libertades no
puede subyacer en la mera voluntad de ciertos individuos, en el poder coercitivo del Estado o en
las decisiones públicas de gobierno, sino en la dignidad intrínseca del ser humano, que es
inviolable y no puede depender de mecanismos mayoritarios o agentes de poder. Estos derechos y
libertades ratificados en instrumentos internacionales universalmente reconocidos deben ser
siempre la base fundamental de las disposiciones constitucionales que le dan coherencia a un
Estado legítimo.

Para que esas condiciones fundamentales sean posibles, el Estado tiene que ser gobernado
mediante un mecanismo democrático que aliente y facilite la participación eficaz de los ciudadanos
en las decisiones públicas. Ese mecanismo puede tener formas muy diversas, que van desde la
monarquía constitucional hasta el régimen estrictamente parlamentario, con muchas variantes de
participación directa o indirecta. Independientemente del mecanismo de gobierno elegido por sus
ciudadanos, al Estado compete la responsabilidad de edificar y sostener el bienestar y la justicia.
En su función administradora del Estado, esa es la obligación primordial de todo gobierno y la
razón de ser de su autoridad política.

Hay muchas formas de organizar un Estad0 –centralistas, federalistas o autonomistas–, pero sólo
aceptables en tanto que éstas respeten la voluntad soberana de sus ciudadanos. Cabe aclarar que
los conceptos de Estado y de gobierno no son sinónimos ni semejantes. El gobierno (los
gobernantes), desempeña funciones al servicio de las instituciones que forman parte del Estado
por un tiempo determinado. Además, es importante diferenciar el término Estado de la idea de
nación, ya que existen naciones sin Estado y Estados que aglutinan a distintas naciones: hay
Estados plurinacionales (con varias nacionalidades), como China, y naciones repartidas entre varios
Estados, como es el caso del pueblo alemán o del pueblo kurdo.

Según el ordoliberalismo, que promueve una Economía Social de Mercado, el Estado debe
incentivar un nivel saludable de competitividad dentro de un ambiente legal y a través de medidas
que adhieran a los principios del libre mercado. Esta perspectiva establece que las instituciones del
Estado deben tomar una posición activa para incentivar la competencia y evitar que emerjan
monopolios (u oligopolios) que destruirán no sólo las ventajas del libre mercado, sino que
posiblemente también afectarán la gobernabilidad, puesto que el poder económico también
puede ser utilizado para controlar el poder político. En general, el Estado debe asumir un papel
regulador de la actividad económica sin caer en un centralismo exagerado o autoritario.

En el Siglo XXI el Estado está llamado a ser promotor de los derechos, de la justicia, y de la
participación, para lo cual la sociedad civil5 le atribuye poder, autoridad y autonomía suficientes,
para alcanzar el logro de la plena dignidad humana. Sin embargo, estos atributos que le da la
sociedad civil al Estado, solo pueden surgir de una democracia que verdaderamente esté orientada
a la participación., entendida ésta como un proceso permanente de acceso del pueblo organizado
a la toma de las decisiones y a la participación en las ejecuciones y la supervisión de las mismas.

Solo con el gradual perfeccionamiento de la democracia participativa, se puede alcanzar en


verdadero Estado social y democrático de derecho, entendiendo como aquel que está sujeto a la
ley, legítimamente establecido por el poder constituyente, que promueve y garantiza todos y cada
uno de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de la persona humana.
QUE ES POBLACION: Se habla de población como el número de habitantes que integran un estado
ya sea el mundo en su totalidad, o cada uno de los continentes, países, provincias o municipios que
lo conforman; y puede referirse también a aquel acto poblacional que significa dotar de personas a
un lugar.

Cada país o región tiene una población característica que aumenta por los nacimientos y las
inmigraciones y decrece por las defunciones y la emigraciones, lo que es objeto de estudio por
parte de la dinámica poblacional o demográfica, que usa como un instrumento primordial la
pirámide de población, para reflejar esos ritmos de crecimiento. Para saber el número de personas
que viven en determinado lugar y sus características, se emplean los censos.

COMPONENTE: En el estudio de una población interesan tres componentes: nacimientos,


fallecimientos y migraciones (emigraciones e inmigraciones). Los parámetros más útiles para el
estudio de la población son:

Tasa de natalidad.- Es el número de nacimientos que se producen en un año por cada mil
habitantes de ese país. Así, por ejemplo, en España, en 1995 la tasa de natalidad fue de 8,7, lo que
quiere decir que por cada mil habitantes nacieron 8,7 niños.

Indice de fecundidad.- Es el número medio de hijos por mujer. Para que se asegure el reemplazo
generacional y la población de un país se mantenga, debe ser del orden de 2,1, lo que quiere decir
que cada matrimonio (dos personas) debe tener 2,1 hijos. Se añade el 0,1 para contrarrestar la
mortalidad infantil.

El índice de fecundidad de un país indica cual es el comportamiento que están teniendo sus
habitantes con respecto al número de hijos por mujer (por matrimonio, por tanto). Así, el índice de
fecundidad en España en 1995 que fue 1,2, indica que los españoles tuvieron un número tal de
hijos ese año que supone que cada mujer tendría en su vida 1,2 niños/as si este comportamiento
se prolongara. Si el índice se estabilizara en este valor la media de hijos de la familia española
llegaría a ser de 1,2.

Se llega a este índice calculando primero el número de hijos por mujer que han tenido las mujeres
de 15 años, las de 15, las de 17,…… hasta las de 45 años (se asume que la edad reproductora es de
15 a 45 años). Se suman todos esos valores y resulta el número de hijos que tendría la mujer
teórica que se comportara a lo largo de toda su vida reproductora como lo han hecho las españolas
ese año. Ese número es el índice de fertilidad.

Tasa de mortalidad.- Mide los fallecimientos por cada mil habitantes en el año de que se trate. No
es una buena medida del nivel de salud de una población porque depende mucho del grado de
envejecimiento. Una población envejecida tendrá tasa de mortalidad alta aunque sus condiciones
sanitarias sean buenas

Pirámides de edades.- Son representaciones gráficas en las que se representa la población


repartida por edades. Reflejan muy bien la historia de esa población: epidemias, guerras, etc. y es
útil para predecir el futuro.

Migraciones: La emigración huyendo de la pobreza ha sido normal en toda la historia de la


humanidad. Los habitantes de los países desarrollados no debemos olvidar que durante el siglo XIX
más de sesenta millones de europeos, sobre todo campesinos, se desplazaron a Norteamérica y
otros lugares en busca de mejores condiciones de vida. Desde España la emigración fue
principalmente hacia Sudamérica. En el siglo XX , entre los años cincuenta y los setenta, un gran
número de trabajadores de España, Portugal. Grecia, Turquía, etc tuvieron que emigrar hacia los
países del centro y el norte de Europa. La crisis económica de los años setenta redujo la entrada de
inmigrantes aunque ahora se ha reanudado desde los países del este europeo y los del norte de
Africa, principalmente.

Los países con pirámides jóvenes, con mucha población menor de 15 años, y que han fracasado en
sus políticas de industrialización y desarrollo, tienen muchas personas obligadas a una emigración
forzada. Es la situación del norte de Africa que Europa contempla con preocupación y la de la
emigración procedente de Iberoamérica hacia Estados Unidos. Los países desarrollados están
reaccionando ante esta presión emigradora con medidas restrictivas y reducciones de los cupos de
entrada

Poder nacional:

Biblioteca del Poder Legislativo de Uruguay.jpg

El 'Poder Nacional debe entenderse como la suma de todas las fortalezas de una nación, que le
permiten establecer su estrategia de desarrollo en pos de los objetivos nacionales pese a los
obstáculos que pueda pasar la Nación en un determinado momento.

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