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INTRODUCCIÓN

Dios mismo declara a Job varón perfecto y recto, y así y todo se le somete

a prueba, no a causa de sus pecados, sino a pesar de su rectitud. La prueba

perseguía dejar establecida su rectitud, así como darle una visión más profunda

de la naturaleza de Dios y una más clara comprensión de la condición humana.

Mientras que Satanás se proponía demostrar que Job era un pecador, la meta

de Dios era poner de manifiesto para siempre la sinceridad de la fe de Job.

¿Cómo era Job? ¿Cómo era su personalidad o que cualidades poseía?

La Palabra de Dios dice de este hombre lo siguiente: según Job 1:1: hubo

en la tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto,

temeroso de Dios y apartado del mal. Era perfecto; es decir tenía el mayor grado

posible de bondad o excelencia en su línea. Que poseía el grado máximo de una

determinada cualidad. Esta perfección no se debe entender que el no cometió

pecado. El mismo lo expresa en Job 9: 20 “si yo me justificara, me condenaría

mi boca; si me dijera perfecto, esto me haría inicuo”. La perfección que se

expresa en la Biblia; se refiere a una perfección moral, dicho de otra forma Job

caminaba en integridad de corazón, era de conducta intachable y de una gran

madurez, también era sincero delante de Dios; no era falso, ni hipócrita y

anhelaba agradar a Dios en lo íntimo.


EL CARÁCTER DE JOB

(heb. Yôb [1]; 'Iyyôb [2], "¿dónde está [mi] Padre?" o "perseguido

[aborrecido]"; Hijo de Isacar (Gen_46:13). Piadoso creyente en el verdadero

Dios que vivió en la tierra de Uz;* el personaje central del libro de Job (Job

1:9). Ezequiel (14:14, 16, 20) y Santiago (5:11) se refieren a él como un ejemplo

ideal de paciencia y rectitud. Sin duda, Job vivió en la época patriarcal, como lo

sugiere el marco social, histórico y cultural del libro. Parece que Job era un

hacendado muy rico (1:3, 4; 42:12), un líder honrado y respetado por sus vecinos

a causa de su sabiduría y buenos consejos, y alguien preocupado en forma

práctica por el bienestar de todos los que necesitaran su ayuda (29:7-17). Vivía

en una "ciudad" y aparentemente era uno de sus ancianos (v 7). Desde un punto

de vista humano no había explicación razonable acerca de por qué un hombre

recto como Job tenía que sufrir las terribles calamidades que cayeron sobre él

(1:13-21). Tampoco él entendía por qué le habían sucedido esas desgracias; sin

embargo, mantuvo su confianza en Dios (cp 23). A pesar del razonamiento

equivocado de su esposa y de Elifaz, Bildad, Zofar y Eliú (2:9, 11; 32:2), no se

quebró su "integridad". Al final Dios reprendió severamente la filosofía errada

de sus amigos: que las calamidades eran una retribución divina por sus errores

(42:7). El punto crucial en la experiencia de Job fue su oración por sus amigos,

y Jehová le "aumentó al doble todas las cosas que" había tenido antes (v 10).

Job fue uno de los personajes más sobresaliente. Tanto que Dios le dijo a

Satanás: “Te has fijado en mi siervo Job... Por qué no hay ninguno como él sobre

la tierra”. Job.1:8; 2:3. ¿Por qué dijo Dios esto de Job?


La rectitud de Job, se refiere a que no se inclinaba a un lado ni a otro, ya

que había establecido vivir una vida recta, de acuerdo a los principios y

estatutos establecidos por Dios, y hacia lo que a Él le agradaba; es decir

obedecía en todo. Por eso era un hombre prospero.

Entre sus cualidades tenemos que Job era:

Perfecto: Job 1:8, 2:3 completo, entero, sin defecto, sin tacha, cumplido,
piadoso, integro, perfecto, recto. Esto quiere decir que Job no tenía faltas

morales para señalarlo, moralmente era irreprensible.

Recto: es decir derecho, hombre íntegro, justo, bueno, ajustado. Este


adjetivo aparece primero en Ex. 15:26,…se usa idiomáticamente (hacer lo que

es recto). El significado básico está en la raíz “ser recto”, en el sentido de

emparejar o nivelar. En otras palabras Job había establecido una vida recta,

esto es, de acuerdo con el carácter de Dios. Job era un hombre recto.

Job.1:1. Y Justo delante de Dios y los hombres.

Temeroso de Dios: un temor reverente. Cuando se usa con relación a una


persona de alto rango, connota temor reverente. Es más que simple temor; es

la actitud con que una persona reconoce el poder y la condición a la persona

a la que se reverencia y se le rinde el debido respeto. Con este significado, la

palabra puede indicar sumisión en una debida relación ética con Dios. Esto

quiere decir que Job era reverente y sumiso a la majestad divina. Él reconocía

quien es Dios, su posición, sus atributos, su dignidad y se rendía ante él en

obediencia total. Job era un hombre temeroso de Dios. Job.1:1. era un hombre
piadoso- “temía a Dios”. Este temor era un temor de reverencia hacia Dios,

por eso alcanzo un buen testimonio de parte de Dios.

Apartado del mal: “es decir apartado de toda depravación, escoria,


maldad, pecado o perversidad. La mayoría de los casos del término significan

algo que es moralmente malo o maligno, a menudo con referencia a seres

humanos. Esto implica que Job vivía odiando y rechazando todo lo pecaminoso

y lo moralmente malo que se opone a la santidad de Dios. Él no permitía que

ninguna clase de maldad o distorsión moral se albergara en su corazón. Job

era un hombre apartado del mal. Job.1:1. Por el temor a Dios Job se apartaba

del mal.

Íntegro: Podemos hablar de una persona entera, no dividida. Una persona


de integridad vive correctamente, no está dividida, ni es una persona

diferente en circunstancias diferentes, ni con personas diferentes. Una

persona de integridad es la misma persona en privado de lo que es en

público. Prov. 10:9, 11:3. El diccionario “The American Heritage Dictionary”

define la integridad así: “Una firme adhesión a un estricto código moral o

ético”, “el estado de mantenerse incólume, solidez, o, la cualidad o condición

de ser íntegro o no dividido”. Job era un hombre intachable. Job.1:1. la

palabra “intachable”- Integro, que no le falta a ninguna de sus partes, justo,

perfecto. Por eso Dios engrandeció a Job ante Satanás.


CONCLUSIÓN

La vida de Job nos da un gran ejemplo para que le podamos imitar y

agradar a Dios tal y como lo hizo Job. Tanto que Dios lo engrandeció delante de

Satanás. Job era un personaje real, el cual padeció de una manera tan grande

que nunca pensaríamos le pudiese ocurrir a un justo; en un solo día se ve

disminuido de ser un personaje poderoso a ser un pobre y despreciado el cual

pierde todo y hasta sus mejores amigos le recriminan pensando que ha cometido

un gran pecado. Pero enfermo y a punto de desfallecer no peca contra Dios.

Finalmente reconoce que le falta humildad y recupera el doble de lo que había

perdido y vuelve a ser un hombre poderoso en la tierra con una vida prospera

hasta el final de sus días. Nosotros hoy en día debemos tratar de ser semejantes

a Job debido que con estas características en nuestra vida estaríamos

completamente apartados del mal y daríamos un testimonio verdadero de lo que

nuestro Señor Jesucristo ha hecho en cada uno.

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