Fundamentos.:
Nota.:
La tabla 1.6.1. dice: “Encuesta sobre métodos reológicos utilizados en la industria”.
Fin de la nota.:
Las conclusión que puede extraerse de esta encuesta está lejos de ser satisfactoria; existen
muchos alimentos a los que no se aplican técnicas para medir la textura y, en otros casos, la forma
de medición no resulta adecuada. Este panorama de los años 70 se ha transformado lentamente,
hasta que a partir de los años 90, con la aparición en el marcado de texturómetros más sencillos,
versátiles, baratos y se pequeñas dimensiones, la gran industria en muchas regiones de área
iberoamericana ha podido introducir las mediciones instrumentales de la textura, con un aporte
más a los ensayos que se utilizan para los sistemas de aseguramiento de la calidad total.
Subtítulo. :
La literatura científica recoge una gran variedad de instrumentos de medición de la textura, como
sol las revisiones de Finney (1969), Gordon (1969), Heiss y Witzel (1969), Kramer y Twigg (1966) y
otros. La dificultad principal con estos equipos, en muchos casos, es que se desconoce
exactamente que propiedad se mide y surge entonces una diversidad de parámetros que en
ocasiones han sido podremente definidos o mal interpretados y creando confusión; en otros las
correlaciones con la medición sensorial no han sido significativas, por lo que no puede asegurarse
entonces que dicho instrumento mida la propiedad sensorial que se desea. Los métodos de
medición de la textura de los alimentos pueden clasificarse en: fundamentales, empíricos e
imitativos. Las pruebas fundamentales miden propiedades reológicas fundamentales, tales como
la viscosidad y módulo elástico; desde el punto de vista práctico presentan poco interés, ya que
solamente pueden ser útiles para definir o caracterizar sistemas, sus relaciones con la estructura y
proporcionar las bases para el desarrollo de ensayos empíricos o imitativos. Además, se ha
demostrado que en general ofrecen correlaciones muy pobres con la evaluación sensorial de la
textura y las pruebas requieren de un material homogéneo y de forma o tamaño perfectamente
conocido, entre otras.
Las pruebas empíricas son las más utilizadas en la industria, principalmente debido a su rapidez y
sencillez, además de que ofrecen mejores correlaciones con la evaluación sensorial que las
pruebas fundamentales. Sin embargo, los resultados obtenidos son válidos solamente para este
instrumento y no pueden extrapolarse a otros sistemas de medida.
Las técnicas imitativas se desarrollan bajo condiciones que simulan las que se utilizan en la
práctica y existen instrumentos que pueden medir las propiedades del material durante la
manipulación (“como son los que miden la untuosidad de la mantequilla y las características de las
harinas: farinógrafo, alveógrafo y amilógrafo) y los que simulan los procesos masticatorios
(mandíbula de Volodkevich, tenderómetro M.I.T., texturómetro de la la G.F.C. y otros).
En el presente tema se tratarán exclusivamente las técnicas e instrumentos empíricos más
importantes que pueden ser utilizados para determinar la textura de alimentos sólidos y
semisólidos, mostrando a la vez los modestos aportes y las experiencias desarrolladas en Cuba.
Subtítulo. Penetrómetros.
Nota.:
La figura 1.6.1 dice: “algunos penetrómetros manuales”
Fin de la nota.
Otros muy usado es el penetrómetro para grasas de la ASTM (figura 1.6.2.), que mide la
profundidad de penetración de un cono en su caída libre sobre la superficie de la muestra.
Nota.:
Fin de la nota.:
De acuerdo con Haighton (1959), la siguiente fórmula puede aplicarse para la penetración de un
cono en grasa sólida para un ámplio intervalo de durezas:
Ecuación 1.6.1. “C. mayúscula es igual al producto de K. mayúscula por W. mayúscula, todo sobre
p. minúscula a la 1.6.
Donde C. mayúscula es el “valor de fluencia”; K. mayúscula es una constante que depende del
ángulo del cono; W. mayúscula es el peso del cono en gramos; p. minúscula es la profundidad de
penetración después de 5 segundos.
El campo de utilización de este instrumento se ha ampliado para diversos alimentos grasos, tales
como margarina, mantequilla (Dixon y Parekh, 1979; DeMan y colaboradores, 1979) y más
recientemente a quesos (Hernández y Díaz, 1989; Díaz y Hernández, 1994) y barras de chocolate
(De Hombre, 1997).
La consistencia de la mayonesa y productos similares puede determinarse instrumentalmente con
la “plomada” (“Figura 1.6.3.), hecha de aluminio de 13 centímetros de largo y peso aproximado de
15 gramos, la cual se deja caer en la muestra desde una determinada altura.
Nota.:
La figura 1.6.3. dice: “Plomada para mayonesa”.
Fin de la nota.:
La figura 1.6.4. representa un esquema o corte del instrumento, compuesto por una plataforma
ciliindrica (como base y guiia), un cilidro móvil o vaastago mensor de aangulo plano, con un peso
calibrado y una escala milimeetrica (incorporada al vástago).
Nota.:
La figura 1.6.4. dice: “Penetroometro portaatil de aangulo plano (en plástico) para
cuajada”.
Fin de nota.
La valoracioon metroloogica experimental indicoo que el error relativo del instrumento escila
entre 2 y 7.7% siendo mayores errores para cuajadas muy “firmes” de menos de 1.50 miliimetros
de penetracioon (lo que no se da en la praactica industrial para ningún tipo de queso de los maas
huumedos). Varios trabajos de investigación del colectivo del I.S.P.J.A.E. (Instituto Superior
Politeecnico Josee Antono Echeverriia) han permitido determinar la firmeza ooptima para el corte
de la cuajada, no solo en quesos semimaduros, sino en los demaas grupos caracteriisticos (pasta
hilada, duros como Grana y blandos como Camembert).
En eestas la penetracioon de un alimento se lleva hasta una profundidad tal que cause un
aplastamiento irreversible o flujo del material; por lo general se mide la “fuerza maaxima de
penetracioon” (Figuras 1.6.5.a y 1.6.5.b) como una medida de la firmeza o consistencia del
producto, pero a partir de las curvas de fuerza versus distancia, pueden calcularse otros
parámetros: moodulo elaastico aparente, deformabilidad, etceetera.
Nota.:
La figura 1.6.5.a dice: “Curvas de peentracioon del texturoometro”.
La figura 1.6.5. b dice: “Esquema de una prueba de pentracioon”.
Fin de la nota.
En la figura 1.6.5.a (Y.P.) indica el momento donde ocurre el primer cambio significativo de la
pendiente de la curva. Esta prueba es maas sencilla y uutil cuando se trata de frutas y vegetales
frescos, pero puede emplearse en cualquier tipo de alimento: geles, quesos, pastas caarnicas,
pastas caarnicas, granos, mantequilla y otros productos grasos. Bourne (1966) demostroo que la
fuerza maaxima de penetracioon (“o fuerza de fluencia”) es directamente proporcional tanto al
aarea como al periimetro del vaastago utilizado y propuso la ecuacioon:
Ecuacioon 1.6.3.: “F. mayuuscula es igual a la suma del producto K. mayuuscula subiindice c. por A.
mayuuscula, esto maas K. mayuuscula subiindice s. por P. mayuuscula, esto maas C.
Esta ecuacioon fue confirmada posteriormente por De Man (1969) para queso, sin embargo, para
mantequilla y margarina el valor del coeficiente de cizallamiento es cero, por lo que la fuerza
maaxima de penetracioon seraa solo dependiente del aarea del vaastago. De Man consideroo que
para grasa existe flujo en lugar de compresión y para estos productos postuloo la ecuacioon:
Ecuacioon 1.6.4. “F. mayuuscula es igual al producto de K. mayuuscula subiindice f., lo anterior
multiplicado por A. mayuuscula”.
Nota.:
La figura 1.16 dice: “Curva tiipica de penetracioon de un cono en barras de chocolate”.
Fin de la nota.