Sin embargo, hay una cosa que es segura; el ser humano tiende
a caminar y crecer a pesar de las vicisitudes, cree en él, y por
ende crea con él, porque estamos hechos de polvo divino, y
tenemos capacidades que están más allá de aquello que
imaginamos, porque la racionalidad, el sentimiento y la emoción
se pueden vincular dentro y fuera de nosotros y nos
convertimos en creadores de historia, en constructores de vida
y sobre todo en seres humanos.
Sé, que parece fácil; o se lee fácil, pero lo único que debemos
hacer es creer en lo que hacemos, amar lo que con nuestras
manos construimos y aportar más y mejor vida en todo aquello
que hacemos.