Imagen Fotográfica U.D. La Cámara Fotográfica Digital.

U.D. LA CÁMARA FOTOGRÁFICA DIGITAL.

1. Introducción.
2. La cámara digital:
1.1 Los sensores.
1.2 El procesamiento de datos.
1.3 La óptica en las cámaras digitales.
1.4 Color.
1.5 LCD.

1. INTRODUCCIÓN:

Una cámara digital sólo se parece en su aspecto externo a una cámara convencional. Aunque su
funcionamiento sigue basándose en la luz, el proceso interno ha cambiado: ya no hay una reacción
química de un material fotosensible, y por tanto, todos los mecanismos posteriores son distintos. Ahora, la
“escritura” con luz se basa en un proceso de foto eléctrico.
Las cámaras digitales usan una tecnología muy diferente, aunque lo esencial, en cuanto al control de
la exposición, sigue viniendo dado por el obturador y el diafragma, es decir, lo mismo que en equipos
fotográficos.
Hay que tener también en cuenta que la tecnología digital es muy joven aún. La fotografía tradicional
tiene una experiencia de más de 120 años, y la digital apenas de 30 (desde las primeras aportaciones
militares del gobierno norteamericano), sin embargo su evolución es muy acelerada. Sólo comparando
algunas de las primeras cámaras digitales con las actuales podemos comprobar la exagerada progresión
tecnológica de este sector. Por ejemplo, en 1998, la Kodak DCS 560, ya con 6 megapíxeles y un precio
de 30.000 euros, hacía una sola fotografía por segundo, y luego necesitaba 7 segundos para poder
volver a capturar una imagen. Las cámaras digitales actuales son capaces de fotografiar hasta 8 fotos por
segundo con total normalidad. Evidentemente, el procesamiento de los datos y la velocidad de disparo
era uno de los escollos más importantes que debía saltar, y que sin duda, se está saltando.
Conozcamos ahora las principales características de las cámaras digitales.

2. LA CÁMARA DIGITAL:

Varios son los aspectos técnicos totalmente nuevos de las cámaras digitales que debemos conocer:
el sensor (resolución y calidad), la velocidad de procesamiento de datos, la calidad de la óptica, el
balance de blancos…

2.1. LOS SENSORES

2.1.1. Resolución del sensor:

Llamamos resolución a la cantidad o la densidad de píxeles que forman una imagen fotográfica
digital, es decir, el número de píxeles totales que contiene una imagen, y que depende de cuántos píxeles
emplee nuestro sensor a la hora de captar la imagen. Se halla al multiplicar el tamaño en píxeles en
vertical por el tamaño en píxeles en horizontal. Por ejemplo, una cámara con un tamaño en píxeles de
1000 x 2000 tendrá una resolución de 2.000.000 pixeles o 2 Megapíxeles.

1º CFGS IMAGEN 1 I.E.S. Albayzin (Granada)

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La resolución no es el único dato que determina la calidad de la imagen aunque la batalla

comercial se libre entorno al número de Megapíxel del sensor. Este dato sólo es relevante a la hora de
saber cuál es el tamaño máximo de copia que podemos obtener con una captura sin interpolar: 6
megapíxeles serían suficientes para un 20 x 30 cm o 14 Mpx para un 40 x 50. Esto quiere decir que a
mayor resolución mayor tamaño de ampliación, aunque otros factores como la interpolación y el tipo de
impresión van a influir en este aspecto.
Es un error pues pensar que una cámara es mejor solo por tener mayor resolución que otra. El
tipo de sensor y su tamaño determinan más directamente esta calidad (la construcción del CCD, lentes,
calidad del convertidor analógico digital…). Para un mismo número de Mpx, cuanto mayor sea el área
ocupada por el sensor mejor, más luz recibirá el fotodetector y menos amplificación de la señal
necesitará.
Algunas de las pruebas a las que podemos someter al sensor de la cámara para determinar su
calidad: fotos en situaciones de luz contrastada para ver su rango dinámico, de objetos negros, de
texturas difíciles como la seda y el terciopelo o fotos a bajas velocidades de obturación para ver el ruido.

2.1.2. Pero ¿cómo funcionan los sensores?, ¿cuál es la nueva forma de capturar la imagen en
una cámara digital?

Los sensores que utiliza la fotografía digital están basados en unos semiconductores de silicio,
llamados fotodetectores (podemos asemejarlos a los haluros de plata de la fotografía analógica), que
captan los fotones de los que está compuesta la luz. Estos fotones se transforman en un voltaje concreto
en el sensor (a través de sus electrones) cuyo valor se puede medir y traducir a datos digitales, es decir,
a 0 y 1. Durante la toma de la fotografía se produce una carga eléctrica en cada fotodetector, proporcional
a la intensidad de luz que le haya llegado. Es decir, cuanta más cantidad de luz reciba, mayor será su
carga eléctrica y mayor información lumínica tendrá ese fotodetector, lo que se traducirá en un píxel de
tonos claros, y viceversa.
Estos fotodetectores o celdillas en los que se dividen los sensores darán lugar a los píxeles de la
imagen final. Los fabricantes insisten continuamente en el número de píxeles que tiene una cámara,
indicando el número de píxeles de su sensor, a lo largo y a lo ancho: 2.000 x 3.000, por ejemplo, o bien el
número total de píxeles: 6 millones, o 6 megapíxeles.
Es conveniente distinguir entre número de píxeles y píxeles efectivos. La diferencia entre
ambos no suele ser de mucha cantidad, por ejemplo, si se nos indica que la cámara tiene una resolución
de 3,2 Megapíxeles, pero 3 Megapíxeles efectivos, quiere decir que la imagen final tiene 3 Megapíxeles y
los otros 0,2 son utilizados para otras tareas como la eliminación de ruido, balances de blancos, etc.

2.1.3. Tipos de sensores:

En los comienzos de la fotografía digital el sensor más usado era el CCD. Sin embargo, otra
tecnología, la del CMOS, a tomado gran importancia en la actualidad. Ambas se basan en el uso de
píxeles para captar una imagen digital, píxeles con un diseño muy parecido en los dos, pero con
divergencias en el proceso de conversión del fotón en electrón, es decir, en la traducción de la luz en
electricidad y de ésta en señal digital.
En el CCD (Charge Coupled Devide) Dispositivo de Carga Acoplada, la mayor parte de esta
conversión debe realizarse fuera del mismo, en otro dispositivo (chip externo, llamado ADC), que
convierte la información de analógica a digital. Aunque los CCD son mucho más caros que los CMOS, el
hecho de poseer mejor calidad los había impuesto hasta hace bien poco en la fotografía digital. Casi
todas las cámaras digitales, escáneres o respaldos digitales contaban en su interior con un CCD. Sus
problemas: consumen mucha energía, atraen más el polvo y se calientan bastante requiriendo técnicas
de enfriamiento.
Los sensores CMOS (Complementary Metal Oxide Semiconductors) no necesitan chip ADC,
realizan la conversión dentro del propio sensor, lo que ofrecía una menor calidad en el resultado final

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(interferencias en la circuitería, al estar todo en el mismo chip, menos capacidad de traducción…), pero
poseen varias ventajas respecto a los CCD:

- el coste, mucho menor, puesto que el chip CMOS se utiliza para muchas más
funciones informáticas y su producción es mucho más elevada.
- Integran en el propio chip gran parte de los procesos que en un CCD tiene que
realizarse fuera de éste. Esto reduce espacio y costes, por lo que la mayoría de
las cámaras más pequeñas y accesibles del mercado tienen este sensor.
- Además CMOS requiere de menos energía para funcionar, permitiendo una
mayor duración de las baterías. Además se calientan menos.

Estas ventajas han hecho que con su progresiva mejora de la calidad de la imagen hayan
conseguido imponerse en el mercado. En el año 2000, Canon introdujo el primer sensor CMOS en una
cámara profesional digital SLR, que demostró que hoy en día la tecnología CMOS puede ofrecer unos
resultados muy similares a los de un CCD.
Otro nuevo sensor hace competencia a los CCD: los nuevos sensores Foveon X3. La principal
novedad que aportan es la capacidad de captar los 3 colores primarios a la vez e independientemente,
es decir, captura la información completa de color para cada píxel. Cuentan con una capa de sensor
independiente para cada color puestos unos encima de otros, como la típica distribución de las capas de
haluros de plata de una película fotográfica en color. Hasta ahora esto sólo se podía hacer con equipos
muy complejos que constasen de 3 CCD separados (como ocurre con la cámaras de video broadcast o
profesionales). La primera cámara en montar un sensor de este tipo es la Sigma SD9. Las pruebas han
demostrado que las fotografías hechas con este sensor son superiores en cuanto a nitidez y a la calidad
del color, ya que resuelve problemas de halos y aberraciones cromáticas inherente a los sensores CCD Y
CMOS por la interpolación que hacen del color. El inconveniente del FOVEON es que resulta mucho más
caro de producir ya que para el mismo número de píxeles emplea el triple de fotodetectores. Las
cámaras con un sensor de 10 Megapíxeles por ejemplo sólo darían 3,3 Mpx de resolución final ya que
emplean 3 capas de fotosensores, uno para cada canal de color, para cada píxel. Para alcanzar los 10
Mpx interpolan incrementando artificialmente el tamaño. No olvides que interpolar es”inventar”
información, es generar mayor datos pero creados artificialmente a partir de los datos reales.

Captura de color del sensor Foveon X3

Un sensor de imagen Foveon Debido a que el Silicio absorbe Como resultado sólo los
X3 se caracteriza por disponer diferentes longitudes de onda sensores de color Foveon X3
de tres capas separadas de a diferentes profundidades capturan la luz roja , verde y
foto detectores fundidas en cada capa captura un color azul en cada ubicación de
Silicio . diferente . píxel .
Captura de color del sensor tipo mosaico

En los sistemas convencionales Los filtros dejan sólo una Como resultado los sensores
se aplican filtros de color a una longitud de onda de luz (roja , tipo mosaico típicos capturan
única capa de foto detectores verde o azul ) pasar a través 50% del verde y sólo 25% de la
en un modelo similar a un de cualquier píxel dado , luz roja y azul. El resto del color

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mosaico o un conjunto de permitiendo que el mismo sólo es interpolado según los píxeles
tejas . registre un color . adyacentes.

2.1.4. Problemas en la imagen causados por los sensores

Actualmente uno de los campos de investigación de las compañías que fabrican sensores está
dirigido no sólo a aumentar el número de megapíxeles sino sobre todo a mejorar la calidad de los
sensores para reducir los defectos de la imagen.

Ruido.
Los sensores de captura de imágenes son dispositivos electrónicos, por lo que son sensibles a
errores e interferencias electrónicas. Estas pueden aparecer como artefactos muy visibles disminuyendo
la calidad de la imagen final. Además, el ruido reduce la cantidad de rango dinámico. Como un amplio
rango dinámico es vital para captar detalles en las sombras y las altas luces, todos los fabricantes
desarrollan tecnologías para poder disimular el ruido todo lo posible.

Existen varias fuentes de ruido en un sensor:

- El más importante es el ruido de fondo, causado por impurezas o daños en el silicio del que están
compuestos los píxeles y es el que podemos ver si hacemos una foto en negro (con la tapa puesta). Un
sensor que use silicio de más calidad y más caro tendrá menos ruido de fondo y por tanto un mayor
rango dinámico a costa de un precio más alto. Este tipo de ruido es especialmente visible en las
fotografías hechas con largos tiempos de exposición. Se puede comprobar haciendo una foto de varios
segundos a un motivo oscuro y aumentando la imagen en el ordenador por encima del 200 por ciento.
Entonces observaremos pequeños puntos de color que deberían ser oscuros. Este tipo de ruido afecta
más al canal azul ya que las cámaras suelen amplificar la señal de este canal por ser los sensores
menos sensibles al azul.
Una forma de reducir este ruido de fondo es mediante la utilización de Photoshop, previa realización de
una segunda foto con la tapa del objetivo puesta (y misma exposición que vamos de la foto a corregir) y
luego utilizar las dos imágenes en Photoshop para reducir el ruido. (Se pega la imagen negra como una
segunda capa sobre la imagen original, desenfocarla ligeramente con desenfoque gaussiano (radio de
0,3) y establecer la capa en modo de fusión diferencia (se combinan las capas y se anulan). No te
garantizo que realmente funcione en todos los casos.

- El ruido generado por las interferencias electrónicas producidas en las inmediaciones del sensor, que
pueden alterar la lectura de los fotodetectores, apareciendo en la imagen píxeles con un color
equivocado. Para evitar estas interferencias se debe aislar el sensor todo lo posible con el fin de impedir
que el resto de circuitos influyan.

1º CFGS IMAGEN 4 I.E.S. Albayzin (Granada)

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- El ruido se ve afectado por el calor, de modo que a mayor temperatura mayor ruido se generará en la
imagen. Algunos fabricantes de alta gama incluyen algún tipo de ventilación para mantener la
temperatura en unos límites aceptables.

- La sensibilidad de una cámara digital depende de la construcción del sensor y, aunque funciona de
manera muy diferente a como lo hace una película, las marcas ofrecen un equivalente en valores ISO.
Así los valores más comunes son los mismos en una cámara digital: 100, 200, 400… La enorme ventaja
de las cámaras digitales es que permiten variar el ISO de cada imagen, lo que supone una inmensa
ayuda para los fotógrafos que ya no tendrán que llevar dos cámaras para diferentes circunstancias. En la
cámara digital la sensibilidad del sensor en realidad es una determinada (normalmente la más baja
ofrecida por el fabricante), pero los valores de luz captados pueden ser amplificados eléctricamente para
multiplicar el ISO. En realidad lo que hacemos es algo muy parecido a forzar la película en fotografía
convencional. El fin es el mismo: permitirnos hacer fotos con menor tiempo de exposición pero a cambio
de un aumento del ruido.
Aunque aumentemos la sensibilidad, igual que la película de alta sensibilidad, las imágenes tienen un
grano o ruido muy acentuado. Los problemas con las imágenes digitales con altos valores de ISO son
serios. Para protegerse del ruido aleatorio no conviene utilizar por tanto, valores altos de sensibilidad o
ISO si no es extremadamente imprescindible. Los equipos fotográficos que ofrecen sensores de tamaño
Full Frame (es decir, sensores con el mismo tamaño que la tradicional película de 35 mm o de paso
universal: 24 x 36 mm) ofrecen la posibilidad de utilizar mayores valores de ISO sin generar grandes
problemas de ruido, sobre todo en comparación con los sensores de menor tamaño, como los de tamaño
APS o DX. Ten en cuentan que presentarán mayor superficie expuesta a la luz por lo que harán un mejor
aprovechamiento de ésta. Cada píxel podrá ser más grande en tamaño por lo que podrá ser más
sensible a la luz, al igual que ocurre con la película fotográfica analógica, donde el tamaño de los granos
de haluros de plata determinan la mayor o menor sensibilidad.
No obstante, para solucionar los defectos producidos por el ruido, tan graves en las primeras
generaciones digitales, se han inventado diversos sistemas de reducción de ruido, siendo el más
elemental el perfeccionamiento en la construcción del sensor. Por ejemplo, algunos respaldos digitales
tienen un sistema parecido al multiescaneado en el que se capta una imagen con múltiples exposiciones
en fotografías de larga duración y se aplica una corrección durante el procesamiento (esto solo es
posible en motivos estáticos).

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Grano químico Ruido digital

Colores ficticios (color aliasing).

Este tipo de error se produce por el modo en que la mayoría de CCDs y CMOS capturan las
imágenes. Están basados en un mosaico de filtros de color, por lo que cada píxel sólo capta información
de un color, y el resto de colores deben interpolarse a partir de los píxeles que lo rodean. A veces no se
consigue el resultado deseado y se muestran colores inapropiados. Este error suele ser más visible en
los bordes en los que se produce un cambio de color. Para minimizar este problema algunos fabricantes
colocan un filtro anti-aliasing delante del sensor, que suele mejorar mucho la calidad del color en las
imágenes aunque a cambio de un ligero desenfoque que hace que las fotografías digitales necesiten
siempre un enfoque posterior. Este problema se podría solventar si se consiguen captar los tres colores
en cada píxel y se elimina, por tanto, la necesidad de interpolar los datos, algo bastante caro y complejo
que ha logrado el sensor Foveon X3.

Esta imagen incluye color aliasing en el pelo rubio, donde se ven claramente las manchas rojas y azules. Fuji FinePix 1300.

Muaré.

Algunos materiales como el poliéster brillante y algunos patrones repetitivos como los que
presentan el pelo, el estampado de algunas telas o los periódicos y revistas, pueden dar lugar al
conocido efecto muaré. Este error en la fotografía se produce porque la reflexión cambiante del patrón
crea una inadecuada captura por parte de los píxeles del sensor. Después de producirse la interpolación
para calcular los dos colores que faltan en cada píxel, el resultado es un patrón en la imagen que no

1º CFGS IMAGEN 6 I.E.S. Albayzin (Granada)

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existe en la realidad. Este es un problema muy común en el escaneado de imágenes de un periódico o

revista. Igualmente se solventa en parte mediante la utilización de un filtro anti-aliasing delante del
sensor, a cambio de un ligero desenfoque.

Blooming.

Los fotodetectores, encargados de captar los fotones de luz, tienen una capacidad limitada de
carga. Puede ocurrir que cuando la luz que recibe un píxel concreto es demasiado intensa, los electrones
sobrepasen esta capacidad de carga. Esto provoca que parte de los electrones generados se salgan del
píxel y escapen hacia los píxeles de alrededor, causándoles un voltaje más alto del que deberían tener y
aumentando de forma errónea la luminosidad de los píxles que rodean al que ha recibido una cantidad
de luz muy elevada. Nos podemos encontrar este blooming si en nuestra imagen existen fuentes de luz
muy intensas como una bombilla o un cielo muy claro y se puede percibir como un extraño halo de luz
que rodea a los píxeles que se han saturado en la zona quemada de la fotografía. Cuando este halo se
produce de forma vertical, como en la foto de abajo, se le llama Smear.

Pixelado.

El pixelado es uno de los problemas más

comunes de la fotografía digital. Se trata de los
dientes de sierra que se pueden apreciar en los

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contornos de los sujetos de muchas imágenes, en el lugar en que debería aparecer una línea recta. Esto
se produce porque la imagen está compuesta por un mosaico de pixeles y estos tienen una forma
cuadrada. Cuando se intenta mostrar una línea es cuando aparece este problema, que se hace bastante
patente en las líneas oblicuas de las fotografías. El pixelado es aún más obvio si la imagen sufre un
enfoque excesivo tras la toma, ya que este proceso acentúa los bordes de los sujetos. Si la cámara suele
emplear valores de enfoque para evitar que las imágenes salgan desenfocadas es mejor desactivar la
opción y hacer el enfoque en la edición posterior según nuestras necesidades. También es más visible
cuando ampliamos una imagen mucho más de lo recomendado por las dimensiones en píxeles de la
imagen.

2.2. EL PROCESAMIENTO DE DATOS:

2.2.1. Búffer y sistema de almacenamiento de datos:

El búffer es una memoria intermedia donde se almacenan temporalmente los datos antes de
pasar a la memoria final, donde quedarán grabados definitivamente en forma de archivo digital de
imagen. No existe en todas las cámaras, sólo en las reflex y en algunas de gama media. La memoria
final es casi siempre una tarjeta de memoria RAM extraíble, que, como si fuera un carrete, nos permite
ser cambiada cuando esté llena (en el siguiente apartado conoceremos algunos tipos de tarjetas). Sin
embargo, el búffer está alojado en el interior de la carcasa y nos extraible.
La característica más importante del búffer es que, de la capacidad de esta memoria, y de su
velocidad de transferencia de datos a la memoria final, depende directamente la velocidad de disparo de
la cámara, es decir, las fotos consecutivas que se pueden realizar y el número de fotogramas por
segundo que posea la cámara (que vendrá indicado como fps).
El búffer se limpia continuamente después de haber transferido los datos a la tarjeta. El búffer
tiene una limitada capacidad de almacenamiento, cuando llega al máximo se satura y la cámara debe
parar hasta que se libera espacio de memoria mediante la escritura en la tarjeta. Según el tamaño de
búffer, y del tamaño del archivo, esto lo hace más o menos rápido. Esta capacidad varía enormemente
según marca y modelo. Las reflex actuales permiten un mínimo de 8 tomas seguidas antes de saturar un
búffer.
No todas las cámaras disponen de búffer, en las compactas más económicas y muchas cámaras
de gama media más antiguas no existe por lo que con ellas no pueden hacerse dos fotos seguidas a
gran velocidad. Debe aguardarse hasta que finalice la escritura en la tarjeta lo que equivale a varios
segundos de espera.

2.2.2. Tarjetas y Lectores:

La información de las cámaras digitales se almacena en tarjetas portátiles de memoria. Allí

permanecen de manera temporal, hasta que se pasan a algún otro medio de almacenamiento
(normalmente el disco duro de nuestro ordenador). En función del formato del archivo de imagen, cabrán

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más o menos fotos en nuestra tarjeta, según también la capacidad de memoria de la misma (128 MB,
256 MB, 512 MB, 1 GB…).
En el mercado existen numerosas marcas y tipos de tarjetas, siendo las más utilizadas en la
mayoría de las cámaras las Compact Flash, las Microdrive, las Secure Digital (SD) o las Smart Media
cuya predecesora era la Multimedia Card.

Compact Flash, es la tarjeta profesional por excelencia (junto a Microdrive). Está totalmente implantada
en el mercado de las cámaras de gama alta, por varias razones:
- su máxima capacidad de almacenamiento (ya es habitual de 32 y 64 GB),
- su alta velocidad de transferencia y escritura de datos, y su reducido tamaño.
- Además son tarjetas muy resistentes, tanto a condiciones ambientales adversas, como a los golpes.
Existen dos tipos, la Compact Flash I y II, ambas compatibles con las cámaras. Las segundas
suelen ser más rápidas y un poco más gruesas (porque llevan dos capas).

Microdrive, se trata de un disco duro de las mismas proporciones que una CF II, pero con las
prestaciones, e inconvenientes, de un disco magnético, es decir, mucho menos resitentes, pero con una
relación calidad precio mucho más económica que la CF (actualmente esta diferencia de calidad-precio
se ha reducido). Casi todas las cámaras que son compatibles con CF lo son con Microdrive.

Secure Digital Card (SD). Es una de las tarjetas más pequeñas (existe también la MicroSD) y versátiles
de la actualidad. Su velocidad de escritura y lectura suele ser algo menor que las CF, aunque están
mejorando mucho en los últimos años. Es común en un buen número de aparatos electrónicos de
diversa índole como agendas electrónicas, cámaras de vídeo, móviles, etc.

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Smart Media. Son más lentas que las Compact Flash, pero el tipo de cámara en las que se usan
tampoco son demasiado rápidas, por lo que no importa demasiado. Su predecesora fue la Multimedia
Card, más lenta y de menor capacidad, ya desaparecida.

xD, ha sido desarrollada por Fujifilm y Olympus. Es la más pequeña de todas, con apenas 2 gramos de
peso. También se usan en las agendas PDA y lectores de mp3. Está destinada a sustituir a la Smart
Media.

Memory Stick Pro, de Sony, son exclusivas de esta marca, y aunque hubo un momento en el que
parecía que iban a desaparecer ante las CF o Microdrive, lo cierto es que permanecen en el mercado.

En cuanto a los lectores, señalar que son esenciales para el traspaso de la información desde
las tarjetas al ordenador. Cada tarjeta requiere de un lector específico, aunque existen lectores múltiples
para varios tipos de tarjetas. El lector consiste en un adaptador donde se inserta la tarjeta que se conecta
al ordenador mediante un puerto USB o Firewire. Existen lectores de tarjetas que se instalan en el propio
ordenador (algunos portátiles traen lector de tarjetas incorporado).
En general, cuando conectamos un lector (con tarjeta) al ordenador, aparece como una unidad
más de disco, por lo que sólo hay que sacarlas de ahí y copiarlas en el disco duro del ordenador. La
velocidad de transferencia de cada tipo de lector dependerá del puerto de conexión por el que se haga
(la conexión USB es rápida pero no es estable, puesto que presenta picos de subidas y bajadas en la
velocidad de transferencia, sin embargo, Firewire es rápida y estable con velocidades de transferencia
uniformes).
Aunque se puede hacer es conveniente no borrar las imágenes de la tarjeta desde el ordenador
porque puede que el espacio que ocupaban no se libere totalmente, así que es mejor borrar todas las
fotos desde la cámara mediante el formateo del menú del propio equipo fotográfico.

2.2.3. Otras salidas de datos

Además de la grabación de datos en una tarjeta de memoria existen otras posibilidades de

almacenamiento que requieren la conexión mediante un cable a un ordenador u otro sistema similar
como un disco duro portátil. Los cables pueden ser USB o Firewire (el que mayor velocidad de
transmisión de datos real cuenta). Asimismo, las cámaras pueden transferir las imágenes a un televisor
o a un grabador de vídeo conectándolas directamente mediante un cable de video.

2.2.4. Formatos de archivo

1º CFGS IMAGEN 10 I.E.S. Albayzin (Granada)

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Existen numerosos archivos digitales aptos para almacenar los datos de una imagen, pero las cámaras
sólo utilizan tres o cuatro.

 Formato JPEG.
Es el más extendido por sus ventajas, ya que permite comprimir los datos en un grado variable, siendo lo
normal poder elegir hasta tres tipos de calidad diferentes, que suelen tener nombres diversos según la
marca (básico, normal y fine, por ejemplo). A mayor calidad obviamente mayor espacio ocuparán los
archivos. No obstante los tres grados de compresión pueden diferir entre los diferentes modelos de
cámaras. Existen cámaras profesionales que permiten decidir con exactitud el grado de compresión al
igual que en Photoshop. La calidad que nos conviene dependerá siempre de la finalidad del archivo. Lo
aconsejable es grabar a máxima calidad siempre que quiera conservar las imágenes para todo tipo de
usos. Si se va a modificar el archivo posteriormente con un programa de edición no conviene JPEG sino
Raw, ya que la calidad se verá reducida al volver a grabarlo. Cuando no se trata de grandes
ampliaciones y el archivo no va a ser modificado JPEG es una buena opción ya que es el mejor sistema
de optimización de la memoria de las tarjetas.

 Formato GIF.
Es poco usual entre las cámaras digitales. Su finalidad es permitirle guardar una imagen de poca
resolución y escaso número de colores (no admite más de 256 colores ya que trabaja con 8 bits en total
de profundidad de color) en un formato con una compresión muy grande consiguiendo un archivo muy
reducido. Se utiliza en imágenes que han de enviarse por la red o cuyo destino es la web.

 Formato TIFF
Era el formato sin pérdida de calidad por excelencia antes de la aparición del RAW, pero el que más
memoria utiliza. Se utiliza para imágenes que van a ser impresas a tamaños considerables (más de A4) o
si se quiere una calidad muy fina para por ejemplo publicar en prensa o usos publicitarios. Actualmente si
se quiere calidad se utiliza el RAW que admite una edición posterior sin pérdida.

 Formato RAW
Llamado “el negativo digital”, porque su utilidad es parecida a la de un negativo químico, como imagen
origen de la que partir para obtener copias o la fotografía definitiva. Se trata de un formato que guarda
los datos brutos procedentes del sensor. Por eso siempre es posible modificar un buen número de
parámetros después de la captura a partir de este formato, que de otro modo quedan fijados en la
imagen, teniendo que alterarse en caso necesario con un programa de retoque. Algunos de estos
cambios reducen la calidad de los píxeles, mientras que con RAW puedes modificarlos sin perder
información o perdiendo menos información y fijarlos en otro formato.
No es un formato común para todas las cámaras, sino propio de cada marca, por lo que los archivos
tienen extensiones distintas según la marca (ORF, olimpus; NEF, Nikon; CR2, Canon, etc.). Por ello para
leer y modificar las imágenes RAW antes era necesario un software específico de la marca, que se
proporciona en general al comprar la cámara. A partir de Photoshop CS los archivos RAW de cualquier
cámara pueden procesarse mediante un plugin o Cámera Raw de Adobe.
RAW es el formato más profesional, el de más calidad por varias razones:
 Por su máxima capacidad de captura (utiliza el total de píxeles del sensor)
 Captura el máximo de bits de la cámara, mejorando el rango dinámico y cromático de la
imagen
 Por su cómoda alteración mediante software, que nos permite modificar parámetros
como la reducción del ruido, el balance de blancos, el espacio de color, resolución y
formato final de archivo y la compensación de la exposición de hasta 2 pasos de latitud
de sobre y de sub-exposición.

Algunas cámaras permiten grabar una imagen en dos formatos a la vez, en JPEG y RAW, de
modo que dispongamos de una imagen de calidad para un retoque preciso y una impresión profesional
como de otra de fácil manejo y rápido uso en JPEG para enviar por mail o imprimir a menor tamaño.
Algunas cámaras están empezando a incorporar como formato RAW de salida el estándar DNG (digital
negative) propuesto por Adobe.

Velocidad de captura. Es más rápido usar el formato RAW que el TIFF y siempre es más rápido usar la
compresión JPEG. No obstante, trabajar en cualquier formato requiere la presencia de un búffer si no
queremos perdernos la fotografía instantánea. Se depende totalmente de él para situaciones fotográficas
rápidas como los deportes, la fauna, etc. En estos casos puede ser útil usar el JPEG que apenas si

1º CFGS IMAGEN 11 I.E.S. Albayzin (Granada)

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cuenta con tiempos de espera, si no se requiere un trabajo complejo de edición digital posterior (como
ocurre con fotografía de prensa y deportes).
Existe un sistema de registro de información en las cámaras digitales, que incorporan los formatos JPEG,
TIFF Y RAW, que recogen todos los datos referentes a la captura y a las características de la cámara
tales como el diafragma y la velocidad de obturación, el ISO, el balance de blancos y un largo etcétera (lo
que se conoce como metadatos).

2.3. LA ÓPTICA EN LAS CÁMARAS DIGITALES:

Las cámaras reflex digitales de menor precio (ya sea de gama baja o media) tienen un sensor más
pequeño que el formato estándar de 35 mm (24 x 36 mm). Es lo que se conoce como sensores de
tamaño APS o del tipo DX. La excepción son los respaldos digitales que pueden superar el tamaño de 35
mm. Es por esto que si comparamos los objetivos de las cámaras analógicas y las digitales podremos
observar que el tamaño de las lentes es menor en las digitales. La superficie sobre la que se ha de
formar la imagen es menor y por tanto la distancia focal también ha de ser más corta. En el caso de las
cámaras réflex digitales que montan objetivos de 35 mm, un sensor más pequeño implica que la longitud
focal hay que multiplicarla por un factor que corrija esta diferencia, el FACTOR DE TAMAÑO, y
conociéndolo se puede hallar el objetivo estándar y el tamaño exacto del sensor. El Factor de Tamaño se
halla dividiendo los milímetros del objetivo estándar de 35 mm (o del formato que sea) entre los mm del
objetivo estándar de la digital. Lo normal que este dato lo indique el fabricante, y suele rondar el valor de
1.5X.
Las equivalencias aproximadas son estas:

- El 50 mm pasa a ser un 29 mm en fotografía digital aproximadamente.

- Los objetivos gran angulares, ya no son tales: un 20mm digital pasa a ser un 30mm. Por ello
algunas marcas han ampliado esta posibilidad de gran angular y han fabricado objetivos de
14mm o 16-35 mm. Esto es un aspecto negativo para los fotógrafos que pretenden utilizar sus
angulares en las cámaras digitales puesto que ya casi dejan de ser angulares.
- Los teleobjetivos multiplican su potencia por el factor de tamaño, y por ejemplo un 300 mm pasa
a ser un 450 mm digital. Al contrario que con los angulares, esto se convierte en una ventaja
debido a que es como si aumentara la potencia de los teleobjetivos debido a que la imagen es
más pequeña.
- En macrofotografía el efecto es el mismo, parecerá que se puede acercar más, pero en realidad
lo que ocurre es que el encuadre es más pequeño debido al menor tamaño del sensor, pero la
distancia mínima de enfoque es la misma.

Actualmente, algunas marcas, como Nikon, Canon o Sony, poseen sensores del tamaño de una
película de 35 mm, por lo que todos estos comentarios no son aplicables y los objetivos se comportarán
del mismo modo a una cámara real de 35 mm, pues su relación es de 1:1. Son los llamados sensores
Full Frame, ya que cubren las dimensiones completas del formato 35 mm (sensores de 24 x 36 mm).
Por último, recordar un aspecto importante de los objetivos ZOOM. No hay que confundir nunca
el zoom digital con el zoom óptico. Éste último es el que realmente nos va a dar el aumento real de las

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lentes. El zoom digital se puede simular con Photoshop, no lo necesitamos tener en la toma, sólo sirve
para ver la imagen aumentada, con un menor número de píxeles.

2. 4. EL COLOR.

2.4.1. Balance de blancos

La película fotográfica está preparada para una determinada temperatura de color, es decir, la
temperatura a la que se encuentra la fuente incandescente que emite la luz, de ahí la existencia de
material para luz día, para tungsteno, etc. Al igual que ocurre con el ISO, una cámara digital puede
cambiar la temperatura de color a la que va a capturar cada imagen (como si cambiara el tipo de película
cada vez). Se trata de un aspecto más de la versatilidad de las cámaras digitales y a esta característica
se le llama Balance de blancos (white balance). El nombre hace referencia a que si utiliza un balance de
blancos para luz de día y tomas fotografías bajo esa luz los blancos serán blancos y no tendrán
desviaciones de color, pero si lo usas bajo condiciones diferentes de luz, los blancos tendrán un cierto
matiz amarillo (bajo tungsteno), verdoso (bajo fluorescente), azulado en sombra o bajo luz directa, etc.
La mayoría de cámaras digitales le ofrecen varios tipos de balance de blancos estándar: luz de
día o exteriores, día cubierto, sombra, luz incandescente o bombilla, luz fluorescente, flash, etc. cuya
precisión depende de la coincidencia entre la temperatura de color predefinida de fábrica en la cámara y
la real de su fuente de luz. El modo automático permite despreocuparse por este aspecto lo que se
agradece cuando la luz de ambiente cambia constantemente (en exteriores, por ejemplo, con claros y
nubes).
Si se va a fotografiar de noche o en la calle hay que tener en cuenta que las bombillas o
fluorescentes pueden ser de naturaleza muy diversa y además pueden tener un espectro de luz artificial
no continuo. Esto supone un problema para los sistemas de balance automático que pueden no
funcionar correctamente, por lo que podría ser útil un balance manual o predefinido. El modo predefinido
se usa colocando un objeto blanco o gris, según la cámara, en la luz bajo la cual vamos a hacer las fotos
y diciéndole a la cámara que eso es un blanco/gris para que elimine cualquier desviación de color. El
modo manual incorporado normalmente en cámaras de gama alta permite una selección manual de la
temperatura de color en grados kelvin.
El método profesional de calibrado de blancos para estudio consiste en utilizar una tabla de
color, por ejemplo la de Gretag-Macbeth, que se coloca junto al sujeto en una de sus fotografías. Esta se
utilizará como referencia en un programa de edición de imágenes para calibrar los tonos medios, el
negro y el blanco.

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2.4.2. Profundidad de Color

En general las cámaras digitales trabajan a 8 bits por color (24 bits en total para los tres colores primarios
RGB), pero aquellas que disponen de formato RAW y TIFF, algunos modelos pueden ser capaces de
trabajar a 16 bits por color, únicos formatos capaces de capturar tal cantidad de información hasta ahora,
de manera que se podrá trabajar con imágenes de 48 bits de color.

2.4.3. Gestión de color

Cada tipo de película, ya sea papel o diapositiva, rinde colores diferentes, igual que ocurre con las
cámaras digitales, con las que podemos ejercer un cierto control sobre el color y saber qué y cuántos
colores puede captar una cámara digital. Las cámaras de gama media y alta ofrecen dos posibilidades
de color (llamados espacios de color):
 sRGB: se elije para usos como Web, pantalla, impresión doméstica… pero no para la impresión
profesional.
 Adobe RGB: se elije para una impresión profesional de prensa, publicidad, fotográfica, etc.
Aporta una gama de colores más amplia y real que sRGB. Es por lo tanto, el que deberás elegir
normalmente.
Como opción artística también existen efectos especiales de color para que pruebe su creatividad: sepia,
blanco y negro, solarizar, etc. Estos mismos efectos se pueden aplicar en edición digital teniendo un
mayor control creativo de esta forma.

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2. 5. LCD

Todas las cámaras digitales cuentan con una pantalla LCD. Sirve para visualizar un amplio menú
de opciones y para revisar las imágenes tomadas. En algunos casos (compactas) también hace de visor
durante la captura de imágenes (evitando el error de paralaje). Sea cual sea su uso es importante tener
en cuenta el gasto extra de las baterías ya que es uno de los sistemas de mayor consumo de batería en
una cámara digital (preferibles baterías de litio, alta duración). Actualmente, en los equipos reflex también
se pueden utilizar estas pantallas como visor. Lo importante de este dispositivo será su tamaño en
pulgadas (a más tamaño mayor será imagen digital que observemos) y su definición en píxeles o
elementos de imagen (que no tiene que ver con la resolución en píxeles del sensor), de tal forma que
observaremos imágenes más definidas y precisas con pantallas con mayor número de elementos de
imagen. Es muy útil observar las imágenes tomadas visualizando también el histograma de la imagen y
así tener una lectura real y objetiva de la luminosidad de la fotografía.
Las imágenes en pantalla pueden ser vistas ampliadas (y moverte por ella) además de poder ser
observadas en forma de miniaturas y así observar mayor cantidad de fotos en la misma pantalla.

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