A veces un poco antes, otras un poco después, los niños dan un paso
significativo en la percepción de sí mismos durante este año. Se tiene la
experiencia de una percepción de estar separado de su entorno en cuanto a los
demás seres humanos y su entorno, junto con una distinción entre un mundo
interior y uno exterior. Los sentimientos contrastantes de un sentido de pérdida de
la unidad previa con en mundo y un sentido de admiración al ver el mundo de una
nueva forma, generalmente llevan a confusión e inseguridad. Esto puede ser
expresado en marcados cambios de comportamiento que varían
considerablemente de acuerdo al temperamento y la personalidad del niño.