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Maestría en Juicio de Amparo

Amparo Directo e Indirecto

De los actos materia del juicio de Amparo ante


los Juzgados de Distrito

Maestro M. Fco. Javier Villegas Fernández

Trabajo que presenta: Luis Altamirano Buhr


Índice
I.- Amparo contra leyes .............................................................................................. 5
Leyes autoaplicativas y leyes heteroaplicativas..................................................... 6
Consideraciones para desechar la demanda ........................................................... 9
Modificaciones a la ley consentida ...................................................................... 11
Distinción basada en el concepto de individualización incondicionada.............. 12
Peculiaridades del amparo contra leyes ............................................................... 13
Prelación de análisis ............................................................................................. 17
Efecto del amparo contra una ley inconstitucional .............................................. 18
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 19
II.- Amparo Contra actos de autoridad administrativa............................................. 30
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 34
III.- Amparo contra actos fuera de juicio o después de concluido el juicio ............ 43
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 45
IV.- Amparo contra actos de ejecución de imposible reparación. ........................... 53
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 54
V.- Amparo a favor de los terceros extraños a juicio............................................... 69
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 72
VI.- Amparo por interpolación de competencias ..................................................... 80
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 80
VII.- Amparo contra no ejercicio de la acción penal o del desistimiento de la acción
penal ......................................................................................................................... 80
Jurisprudencias aplicables .................................................................................... 81
Improcedencia de la admisión de la demanda ......................................................... 81
Principio de definitividad del juicio de amparo indirecto........................................ 82

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 2 de 84


Como sabemos, el juicio de amparo se desarrolla en dos vertientes. La primera de
ellas se conoce como amparo indirecto o bi-instancial en virtud de que consta de dos
instancias, la primera en donde conoce el juez de Distrito correspondiente, y la
Segunda que se da en la revisión y de la que conoce la Suprema Corte de Justicia o los
Tribunales Colegiados de Circuito de acuerdo a un sistema de competencias.

El juicio de amparo ante los Juzgados de Distrito tiene su origen en el articulo 114 de
la Ley de Amparo y procede en una fórmula simplista contra todo acto que no sea una
sentencia definitiva, laudo arbitral o resolución que ponga fin a un juicio. Por tanto,
hay una gran gama de actos que pueden ser impugnados a través del amparo indirecto,
como se verá en seguida, al estudiar cada hipótesis de procedencia de esta vía.

Éste juicio, tiene su origen en el artículo 107, fracciones V, VI y VII, de la


Constitución. La demanda de amparo indirecto debe presentarse ante el juez de
Distrito en forma directa y no por otro conducto, como en el caso de amparo de una
instancia, en que la demanda se presenta por mediación de la autoridad responsable
(arts. 44 y 163, Ley de Amparo).

Al promoverse una demanda de amparo, en primer término, ha de resolverse si se


plantea en amparo directo o indirecto, según las normas que rigen ambos tipos de
amparo. Esta decisión del quejoso es muy importante pues, los requisitos de la
demanda son diferentes y la substanciación del juicio también será distinta. Si se
promueve el amparo indirecto conocerán de él los jueces de Distrito. Si, por el
contrario, se promueve el amparo directo, su conocimiento será competencia del
Tribunal Colegiado de Circuito correspondiente.

De lo dispuesto en los artículos 107, fracciones III, inciso b) y VII, de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracciones III y IV, de la Ley de
Amparo, se desprenden dos reglas genéricas y una específica de procedencia del
juicio de amparo indirecto:

La primera regla genérica consiste en que éste procede contra actos en el


juicio cuya ejecución sea de imposible reparación, los cuales han sido
definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación como aquellos que por
sus consecuencias son susceptibles de afectar directamente alguno de los
derechos fundamentales del gobernado, tutelados por la propia Constitución

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 3 de 84


Federal, por medio de las garantías individuales, pues esa afectación o sus
efectos no se destruyen con el solo hecho de que quien los sufra obtenga una
sentencia definitiva favorable a sus pretensiones, a saber, la personalidad de las
partes, el embargo o la negativa a denunciar el juicio a terceros, entre otros;
La segunda regla genérica consiste en que el juicio de amparo biinstancial
procede en contra de actos dictados por tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo, después de concluido el juicio, siempre que
no se dicten en ejecución de sentencia, los cuales, de acuerdo con el criterio
emitido por el Máximo Tribunal del país, gozan de autonomía y no tienen como
finalidad directa e inmediata ejecutar la sentencia dictada en el juicio natural,
como son el arresto dictado como medida de apremio para vencer la
contumacia de alguna de las partes o la interlocutoria que fije en cantidad
líquida la condena de que fue objeto el perdidoso;
Y la regla específica introducida por el legislador con el propósito de impedir
que el juicio de garantías sea utilizado para retardar o entorpecer la ejecución
de una sentencia definitiva con el carácter de cosa juzgada, consistente en que
el juicio de amparo en la vía indirecta podrá promoverse contra actos dictados
por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo en ejecución de sentencia,
sólo contra la última resolución dictada en el procedimiento respectivo, con
la posibilidad de reclamar en la misma demanda las demás violaciones
cometidas durante ese procedimiento, que hubieren dejado sin defensa al
quejoso y, tratándose de remates, contra la resolución definitiva en que se
aprueben o desaprueben; en el entendido de que conforme al criterio sustentado
por el más Alto Tribunal de la República, la última resolución es aquella en la
que se aprueba o reconoce de manera expresa o tácita el cumplimiento total de
la sentencia o se declara la imposibilidad material o jurídica para darle
cumplimiento.

En estas condiciones, y en atención a que las citadas reglas tienen aplicación en


diversas etapas del juicio natural, según la naturaleza y finalidad de cada uno de los
actos dictados durante su prosecución, es claro que cada una de ellas es aplicable a
hipótesis diferentes, por lo que no pueden adminicularse entre sí con el grave riesgo
de desnaturalizar el juicio de garantías; por tanto, a los actos dictados en juicio que
causen una ejecución de imposible reparación sobre las personas o las cosas, no se les
pueden aplicar las reglas que rigen para los actos dictados después de concluido el
juicio y en ejecución de sentencia, porque si así se hiciera, el juicio de amparo

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 4 de 84


indirecto sería procedente en contra de todos los actos dictados dentro de un
procedimiento, aun cuando no causen una ejecución de imposible reparación; de igual
manera, a los actos dictados después de concluido el juicio o en ejecución de
sentencia, no puede aplicárseles la regla de procedencia del juicio de amparo indirecto
que rige para actos dictados dentro del juicio, porque bastaría que se alegara que tales
actos causan una ejecución de imposible reparación para que el juicio de amparo fuera
procedente, pasando por alto que uno de los motivos por los cuales el legislador
instrumentó esas reglas, fue evitar el abuso del juicio de garantías.

Amparo indirecto. Reglas para su procedencia, respecto de actos dictados dentro del
juicio, después de concluido y en ejecución de sentencia. No. Registro: 184,221
Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Junio de 2003 Tesis:
1a./J. 29/2003 Página: 11

Para efectos de la procedencia del juicio de garantías, cuyo análisis es preferente,


debe atenderse sin duda a la naturaleza del acto reclamado, pero ésta no depende ni de
los "antecedentes" de los que derive, ni tampoco de los "conceptos de violación"
planteados con la pretensión de evidenciar la posible o alegada inconstitucionalidad
del acto que se reclama; esto es así, porque los "antecedentes" implican aspectos
fácticos relativos a la narrativa del surgimiento del acto, pero que, por ende, son
previos y ajenos a él, en tanto que los "conceptos de violación" representan la
argumentación tendente a justificar la pretensión de evidenciar las razones o motivos
por los que estima el quejoso que el acto reclamado es inconstitucional; por tanto, es
obvio que los citados elementos constituyen argumentaciones referentes al acto de
autoridad que específicamente se reclama.

Al tenor de las consideraciones anteriores, el artículo 114 de la Ley de Amparo


desarrolla la procedencia del amparo indirecto estableciendo:

II..-- A
Ammppaarroo ccoonnttrraa lleeyyeess
I.- Contra leyes federales o locales, tratados internacionales,
reglamentos expedidos por el Presidente de la República de acuerdo
con la fracción I del artículo 89 constitucional, reglamentos de leyes
locales expedidos por los gobernadores de los Estados, u otros
reglamentos, decretos o acuerdos de observancia general, que por su

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 5 de 84


sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de aplicación,
causen perjuicios al quejoso:

El contenido de esta fracción puede resumirse diciendo que el amparo bi-instancial


procede contra cualquier acto material y/o formalmente legislativo, ya sea
autoaplicativo (no requiere de un acto concreto de aplicación para causar sus
consecuencias en la esfera jurídica del gobernado), ya heteroaplicativo (requiere de un
acto concreto de aplicación para dañar al gobernado).

Cabe decir que para efectos de esta fracción, conforme al criterio sostenido por la
Suprema Corte de Justicia se entiende por leyes, a todo acto de autoridad que sea de
observancia general y que tenga como característica la impersonalidad y la
abstracción, lo que se da en el caso de los tratados internacionales y de los
reglamentos federales y locales; todos ellos son actos que guardan similitud en su
conformación.

En síntesis cuando un acto legislativo (lato sensu) lesiona a un gobernado debido a


que se subsume o incide dentro de los supuestos de la ley, éste podrá interponer la
demanda de amparo indirecto, a fin de inconformarse con ese acto pretendido con ello
que se anule la ley y se le reintegre en el goce de la garantía violada.

El amparo contra leyes se solicita ante Juez de Distrito y en la demanda relativa deben
señalarse según lo dispone el artículo 116, fracción III, de la Ley de Amparo, además
de otros requisitos formales, la ley reclamada y las autoridades responsables de su
expedición y promulgación, esto es, al Congreso y titular del Ejecutivo locales o
federales, según sea el caso, estableciéndose la litis entre los conceptos de violación
propuestos por el quejoso en contra de la ley reclamada y la ley misma, de suerte que
si no existe algún motivo de sobreseimiento, en la audiencia de fondo se tendrá que
dictar sentencia con declaración expresa sobre la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de la ley juzgada.

Leyes autoaplicativas y leyes heteroaplicativas.


a) La ley autoaplicativa no requiere de la aplicación concreta de la misma de un acto
posterior de la autoridad administrativa o judicial, para que produzca efectos o
agravios en la esfera jurídica de algún gobernado, pues desde su entrada en vigencia
provoca dicha afectación, como sucede con las leyes fiscales, por ejemplo. Ergo,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 6 de 84


desde que entran en vigor son impugnables, contándose con treinta días hábiles para
entablar la demanda de amparo, contados a partir del día siguiente al en que la ley
(lato sensu) haya entrado en vigor (art. 22, frac. I. Ley de Amparo).

En el juicio de amparo contra leyes el acto de aplicación no puede desvincularse del


acto de ejecución, puesto que en el caso de leyes heteroaplicativas el acto de
aplicación está íntimamente relacionado con la ejecución que se realice a través de la
actuación de la autoridad ante la cual se hace efectiva la ley, con independencia de
que no hubiere sido ella quien de manera concreta hubiere realizado dicha aplicación,
y aun en el caso de leyes autoaplicativas, aunque no existe acto concreto de aplicación,
a través del juicio constitucional puede llegar a conseguirse la anulación de la
actuación de la autoridad que tenga facultades para ejecutarla, impidiéndose en ese
supuesto que dicha ley que ya tiene aplicación sobre el gobernado se le haga efectiva,
es decir, en este último supuesto lo que se impediría, en caso de obtenerse la
protección constitucional, sería precisamente la ejecución de la ley y, en consecuencia,
que no pueda existir, en lo futuro, acto de aplicación alguno de la norma impugnada y
declarada inconstitucional en perjuicio del particular que figure como quejoso.

b) El acto legislativo de carácter heteroaplicativo precisa de la existencia de un acto


de aplicación para que se dé el agravio personal y directo y afecte a un gobernado en
su patrimonio, como es el caso de las leyes civiles, administrativas o penales, entre
otras. Sin ese acto, la ley es inocua y no procede el juicio de amparo; pero una vez que
se aplica y lesiona al gobernado, éste puede promover la demanda de amparo y
atacando tanto la ley como el acto de autoridad por virtud del cual se aplicó la ley,
contándose entonces con quince días para enderezar la referida demanda, computados
a partir del siguiente al en que surta efectos la notificación del acto concreto de
aplicación de la ley (art. 21, Ley de Amparo).

Para que la acción constitucional sea procedente en contra de leyes heteroaplicativas,


es necesario que se demuestre la existencia misma de dicho acto de aplicación,
relacionado con la fecha de presentación de la demanda y, por ende, no basta la
inminencia de la aplicación de la ley para que el amparo sea procedente, ya que la
referida inminencia no actualiza o concreta el perjuicio en la esfera jurídica del
gobernado de manera real y actual, lo cual constituye requisito indispensable de
procedencia del juicio de garantías, sino que sólo genera la presunción de que tal

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 7 de 84


aplicación ha de realizarse, sin conocerse circunstancias de tiempo, modo y lugar de
ejecución, lo que impide constatar la existencia misma del perjuicio.

De esta manera para efectos de la procedencia del juicio de amparo contra normas
heteroaplicativas, el gobernado debe impugnar su primer acto concreto de aplicación,
el cual, de acuerdo con diversos criterios sostenidos por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, puede tener origen, por regla general, en tres formas:

Por la actuación de la autoridad que por disposición de la ley es la encargada de


su aplicación;
Por la actuación del propio agraviado que por exigencia de la ley se coloca por
sí mismo en los supuestos previstos en la norma; y,
Por parte de un particular en su carácter de tercero que actúa por mandato de la
ley.

Luego, si bien es cierto que cuando el quejoso se autoaplica una disposición que a la
postre reclamará por inconstitucional o cuando es un tercero auxiliar de la
administración pública el que realiza la aplicación de una norma en perjuicio del
gobernado que la considera inconstitucional, no hay actos de las autoridades
encargadas de la ejecución de ésta que hayan requerido su cumplimiento, esa
circunstancia no implica que exista un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia para desechar la demanda de amparo interpuesta en contra de los actos
de ejecución que se imputen a dichas autoridades, toda vez que la posibilidad de
reclamar los actos de ejecución de una ley no se finca en el hecho de que haya sido la
autoridad la que hubiere aplicado la disposición de que se trate en perjuicio del
quejoso, sino en la intervención que hubiere tenido o pudiera tener para hacer cumplir
la disposición que se estima inconstitucional, lo cual puede advertirse de las pruebas y
de los informes que al efecto se rindan en el procedimiento respectivo. Estimar lo
contrario implicaría dejar al promovente en estado de indefensión, en tanto que a
priori se le priva de la oportunidad de allegar los elementos de convicción que
justifiquen la ejecución que lleva a cabo la autoridad ejecutora de la ley impugnada,
por el solo hecho de no haber sido la que realizó el acto de aplicación del precepto
reclamado.

Cuando del estudio del orden jurídico deriva que la norma reclamada en el amparo
debe ser cumplida imperativamente por el gobernado, porque de lo contrario se le

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 8 de 84


impondrán sanciones o se tomarán en su contra medidas que le causen molestias, debe
considerarse que el cumplimiento de dicha norma por el particular así constreñido,
constituye también un acto de aplicación de la ley que puede servir de base para
computar el plazo de impugnación constitucional sin necesidad de que exista un acto
específico de aplicación emanado de autoridad, ya que para efectos de la procedencia
del juicio de garantías, el perjuicio a la esfera jurídica del gobernado podrá surgir,
tanto del acto estatal que lo coloca concretamente dentro de las hipótesis previstas por
la ley, como de aquel acto por medio del cual él mismo se coloca en ellas, para evitar
los efectos coercitivos correspondientes.

Consideraciones para desechar la demanda


Si existe prueba plena en cuanto a que el acto de aplicación de la ley que se tilda de
inconstitucional en la demanda de amparo, por su fecha de emisión, no fue el primero
en el que se actualizaron las hipótesis normativas en perjuicio del quejoso, por las
propias manifestaciones que el quejoso haya realizado en su demanda o en los escritos
aclaratorios, pues éstas constituyen una confesión expresa, admisible en el juicio de
amparo y con valor probatorio pleno, de conformidad con lo dispuesto en los artículos
199 y 200 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la
Ley de Amparo, el Juez de Distrito desechara la demanda respectiva al actualizarse de
manera manifiesta e indudable la improcedencia dado que tratándose de leyes
heteroaplicativas, cabe establecer que no cualquier “acto posterior” de aplicación de la
ley puede dar pauta para que el particular impugne su constitucionalidad, sino tan solo
el primer acto de aplicación.

De acuerdo con lo expuesto, si la manifestación del quejoso vertida en la demanda de


amparo o en los escritos aclaratorios, es reveladora de que el acto de aplicación de la
ley que se tilda de inconstitucional no es el primero que se presentó en su contra,
porque con anterioridad al acto que reclama se emitió otro u otros en los que también
se actualizaron en su perjuicio las mismas hipótesis normativas; tal manifestación
constituye una confesión espontánea expresa con valor pleno, y en consecuencia, se
actualiza de manera notoria e indudable la improcedencia del juicio de amparo, en
términos ya sea de las fracción XII, párrafo primero, del artículo 73 de la Ley de
Amparo, según sea el caso; la primera, por ser la ley reclamada materia de otro juicio
de amparo por no haberse reclamado la ley en el juicio de amparo con motivo de su
primer acto de aplicación dentro del plazo que establece el artículo 21 de la
legislación de la materia que dispone que el término para la interposición de la

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 9 de 84


demanda de garantías será de quince días que se computará desde el día siguiente al
en que se haya notificado al quejoso la resolución o acuerdo que reclame; al en que
haya tenido conocimiento de ellos o de su ejecución o al en que se hubiere ostentado
sabedor de los mismos.

Así pues, si los quejosos en la demanda de garantías expresamente manifiestan que


tuvieron conocimiento pleno del acto reclamado determinado día, como esa confesión
hace plena prueba de ello se sigue que si el Juez de Distrito con base en dicha
manifestación realiza el cómputo del término de la presentación de la demanda y
concluye que el amparo resulta improcedente, tal determinación es correcta, sin que
sea necesario que exista constancia de la notificación personal del acto reclamado
para efectuar el cómputo del término respectivo, debido precisamente a la citada
confesión de la parte quejosa respecto a la fecha en que tuvo conocimiento del acto
reclamado.

Del artículo 145 de la Ley de Amparo se advierte que es del propio escrito de
demanda o de las pruebas anexas de donde puede desprenderse un motivo manifiesto
e indudable de improcedencia. La improcedencia constituye una excepción a la regla
general, que es la procedencia del juicio de amparo como medio de control de los
actos de autoridad que vulneren las garantías individuales que consagra la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha expresado que las causales de


improcedencia deben probarse plenamente y no inferirse con base en presunciones,
pues sólo por excepción, en los precisos casos que marca el artículo 73 de la ley en
cita, puede vedarse el acceso a dicho medio de control constitucional, y por lo mismo,
de más estricta aplicación es lo dispuesto en el artículo 145 para desechar de plano
una demanda.

En ese tenor, la circunstancia de que la improcedencia derive del análisis que se hace
de la naturaleza de las normas autoaplicativas y heteroaplicativas conforme a criterios
jurisprudenciales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o del estudio e
interpretación tanto de las normas generales reclamadas como de los conceptos de
violación en que se plantea una afectación inmediata por su sola vigencia, impide
considerar que el motivo de improcedencia sea manifiesto e indudable, ya que no
puede ser evidente, claro y fehaciente si para determinar su actualización se requirió

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 10 de 84


de un análisis más profundo, propio de la sentencia definitiva. Por ello, en la hipótesis
aludida no se reúnen los requisitos formales necesarios que justifiquen el
desechamiento de la demanda desde su inicio, ya que en el acuerdo inicial en el juicio
de amparo indirecto no pueden realizarse estudios exhaustivos, por no ser el momento
idóneo para ello.

Amparo contra leyes. No se actualiza un motivo manifiesto e indudable de


improcedencia para desechar la demanda, si para establecer la naturaleza
heteroaplicativa o autoaplicativa de aquéllas el juez de distrito requiere hacer
consideraciones interpretativas, propias de la sentencia definitiva. Tesis de
jurisprudencia 32/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de marzo de dos mil cinco. No. Registro: 178,541 Jurisprudencia
Materia(s): Común Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta Tomo: XXI, Mayo de 2005 Tesis: 1a./J. 32/2005 Página:
47

No está por demás aclarar que con independencia del desechamiento de la demanda
por cuanto hace a la ley que se tilde de inconstitucional, es posible que esto guarde
autonomía con la procedencia de los actos de aplicación y la demanda pueda
admitirse por éstos, si se reclaman por vicios propio, en cuyo caso el Juez de Distrito
está obligado a estudiar y resolver sobre el fondo de la cuestión de legalidad planteada.

Modificaciones a la ley consentida


Al respecto cabe señalar, que aun cuando la quejosa se hubiera sometido a las
disposiciones que contemplaba una ley anterior y que tales disposiciones se recojan en
una nueva ley reclamada, ello de ninguna manera puede implicar que la nueva ley
resulte derivada de aquella que fue consentida, ya que desde el punto de vista formal y
material, son actos legislativos distintos. Resultando procedente la acción de amparo
que se enderece en contra de una ley, aunque el contenido de esa ley infiera al quejoso
un perjuicio igual o similar al que hubiera resentido con una ley anterior, siempre que
la ley atacada provenga de un nuevo acto legislativo, esto es, de un nuevo
procedimiento legislativo que haya culminado con la creación de su texto o cuando se
introduce una reforma legal que varía en cualquier sentido el texto de la ley anterior,
toda vez que en ambos supuestos ya no se está en presencia del mismo acto, sino de
uno distinto.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 11 de 84


En este sentido, tal como ocurre con los actos administrativos declarados
inconstitucionales por una sentencia de amparo, tratándose de leyes, la eficacia
protectora del fallo federal sólo subsiste mientras subsiste el acto legislativo que dio
origen al juicio, lo cual implica que cuando el texto de la ley reclamada es objeto de
una reforma legal, cualquiera que sea el contenido y alcance de ésta, o es substituido
por otro texto distinto, similar o incluso idéntico, debe estimarse que se está en
presencia de un nuevo acto que ya no está regido por la sentencia protectora.

Considerando que en términos del artículo 72 constitucional, las leyes no son más que
los actos que traducen la voluntad del órgano legislativo, los cuales se extinguen
cuando el propio órgano, conforme al procedimiento y formalidades previstas para el
caso, dicta otro para derogar o modificar la ley preexistente; en este sentido, basta que
el texto de la ley declarada inconstitucional sufra alguna modificación, por
intrascendente que parezca, para que cese la eficacia protectora del fallo federal, aun
cuando ese nuevo texto pueda o no coincidir en esencia con el declarado
inconstitucional y adolezca, al parecer, del mismo vicio que dio motivo al amparo,
pues ha de advertirse que este último no se concede contra el contenido de una regla
legal considerada en abstracto, ni contra todas las normas que adolezcan de cierto
vicio, sino en contra de un acto legislativo específico cuya eficacia está regulada por
el artículo constitucional ya invocado.

Distinción basada en el concepto de individualización incondicionada.


Para distinguir las leyes autoaplicativas de las heteroaplicativas conviene acudir al
concepto de individualización incondicionada de las mismas, consustancial a las
normas que admiten la procedencia del juicio de amparo desde el momento que entran
en vigor, ya que se trata de disposiciones que, acorde con el imperativo en ellas
contenido, vinculan al gobernado a su cumplimiento desde el inicio de su vigencia, en
virtud de que crean, transforman o extinguen situaciones concretas de derecho.

El concepto de individualización constituye un elemento de referencia objetivo para


determinar la procedencia del juicio constitucional, porque permite conocer, en cada
caso concreto, si los efectos de la disposición legal impugnada ocurren en forma
condicionada o incondicionada; así, la condición consiste en la realización del acto
necesario para que la ley adquiera individualización, que bien puede revestir el
carácter de administrativo o jurisdiccional, e incluso comprende al acto jurídico

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 12 de 84


emanado de la voluntad del propio particular y al hecho jurídico, ajeno a la voluntad
humana, que lo sitúan dentro de la hipótesis legal.

De esta manera, cuando las obligaciones derivadas de la ley nacen con ella misma,
independientemente de que no se actualice condición alguna, se estará en presencia de
una ley autoaplicativa o de individualización incondicionada; en cambio, cuando las
obligaciones de hacer o de no hacer que impone la ley, no surgen en forma automática
con su sola entrada en vigor, sino que se requiere para actualizar el perjuicio de un
acto diverso que condicione su aplicación, se tratará de una disposición
heteroaplicativa o de individualización condicionada, pues la aplicación jurídica o
material de la norma, en un caso concreto, se halla sometida a la realización de ese
evento.

En esa tesitura, para efectos de la procedencia del juicio de amparo, si el gobernado


reclama una ley heteroaplicativa, deberá ser en virtud de su primer acto concreto de
aplicación, esto es, cuando de manera expresa o, incluso, tácita, se actualicen las
hipótesis normativas correspondientes, de manera que se generen en relación con el
gobernado los efectos de la norma, regulando o sancionando una situación jurídica
concreta.

Peculiaridades del amparo contra leyes


El amparo contra leyes tiene ciertas características o peculiaridades en relación a las
demás clases de juicio de garantías entre otros aspectos por lo que hace al término
perjudicial y a la substanciación del juicio.

Es importante mencionar que independientemente de que se trate de dos tipos


distintos de leyes (autoaplicativas y heteroaplicativas), las reglas imperantes en caso
de tramitación del amparo son aplicables para todos los juicios de garantías en que se
impugne una ley.

La única distinción entre ambos tipos de juicios constitucionales radica tan solo en la
posibilidad de promover el amparo contra una ley autoaplicativa desde el momento en
que entra en vigencia, lo cual obedece desde ese momento el acto reclamado estará
ocasionando agravios personales y directos (necesarios para la procedencia del
amparo) en la esfera jurídica del quejoso en el juicio.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 13 de 84


Entre esas peculiaridades de encuentran las siguientes:

Término prejudicial. La fracción XII, del artículo 73 de la Ley de Amparo, prevén


las diversas hipótesis de términos perjudiciales o los momentos en que puede
presentarse la demanda de amparo contra leyes, tanto autoaplicativas como
heteroaplicativas. Asimismo, debe tenerse presente el texto de la fracción I, del
artículo 22 de la misma ley, donde se alude concretamente a las leyes autoaplicativas
y los términos perjudiciales tratándose de ese acto de autoridad, como el acto
reclamado.

Suplencia de la deficiencia de la queja. Los derechos fundamentales reconocidos en


la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos pueden ser vulnerados por
la aplicación de leyes inconstitucionales cuya subsistencia puede motivar el quebranto
de los valores y principios del sistema constitucional; por ello, la protección federal
contra su aplicación es fundamental para garantizar la supervivencia de esos valores y
principios, así como la supremacía de la Constitución.

En ese sentido, el control constitucional de las leyes, e inclusive la interpretación de


las normas constitucionales, deben ser compatibles con el fin esencial del juicio de
amparo y con el propósito fundamental que llevó al legislador a prever la suplencia de
la queja deficiente cuando exista jurisprudencia que declare inconstitucional la ley
impugnada, sin que obste que se reclamen en amparo el primero o ulteriores actos de
aplicación de la ley, en tanto que la finalidad de tal suplencia es hacer prevalecer la
Constitución como Ley Suprema, cuya violación se encuentra implícita en cualquier
acto de autoridad fundado en una ley inconstitucional, lo que lleva a considerar que
aun en la hipótesis de que hubiera operado el consentimiento tácito por falta de
impugnación del primer acto de aplicación, no debe impedirse que ulteriores actos
sean declarados insubsistentes, si la ley en que se fundan ya fue declarada
inconstitucional en jurisprudencia de esta Suprema Corte, lo cual procede en
suplencia de la queja deficiente, conforme a lo dispuesto en el artículo 76 bis, fracción
I, de la Ley de Amparo.

La suplencia prevista en la fracción I del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, se


refiere a los conceptos de violación y a las omisiones en que incurra el quejoso al
promover su demanda de garantías contra actos fundados en una ley inconstitucional.
Ese tipo de suplencia implica que la jurisprudencia por la que se declara

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 14 de 84


inconstitucional una ley o norma general pueda tener aplicación a casos similares a
los que motivaron su emisión, aun cuando no se haya invocado por el quejoso, en
atención al mandato contenido en el precepto legal citado y a la observancia
obligatoria determinada en el artículo 192 de la propia ley, sin que tal actuación
signifique dar efectos generales a la declaración de inconstitucionalidad de la ley,
dado que sólo producirá su inaplicación a los casos concretos que se controviertan.

Tesis de jurisprudencia 64/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal,
en sesión privada del veinte de mayo de dos mil cinco. No. Registro: 178,128
Jurisprudencia Materia(s): Común Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXI, Junio de 2005 Tesis:
2a./J. 64/2005 Página: 184

Término para rendir el informe justificado. El artículo 156 de la Ley de amparo


prevé la reducción del término para la rendición del informe con justificación cuando
el acto reclamado esta constituido por una ley que haya sido declarada contraria a la
Constitución por la jurisprudencia del mismo cuerpo colegiado judicial. Esta última
situación obedece a la interrelación que existe entre este numeral y el artículo 76 Bis,
fracción I (suplencia de la deficiencia de la queja en amparo contra leyes), puesto que
si el juez de amparo tiene la obligación de suplir las deficiencias que presente la
demanda, no es menester que la autoridad responsable haga un estudio exhaustivo en
el informe justificado que deba rendir dentro del juicio, ya que la protección
constitucional que se demande a la justicia de la Unión, representada por los órganos
que conforman al Poder Judicial de la federación se concederá necesariamente por
virtud y como consecuencia directa de la suplencia de la deficiencia de la queja que
haga el propio servidor público (juez federal) a la demanda de amparo respectiva. Es
por ello por lo que no se requiere que la autoridad responsable cuente con un término
de diez o más días para que rinda su informe con justificación.

Término para celebrara la audiencia constitucional. Por la misma causa del caso
anterior, la Ley de amparo proviene en el mismo numeral que la audiencia
constitucional deberá señalarse, para que tenga verificativo, dentro de un término
perentorio y mas reducido que en la generalidad de los casos. En efecto, en el artículo
156 de la Ley de amparo, se alude al término de diez días, como el tiempo que
mediará entre el auto admisorio de la demanda de amparo y la fecha en que deba tener

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 15 de 84


verificativo la audiencia constitucional, cuando el acto reclamado se base en una ley
(lato sensu) que haya sido declarada jurisprudencialmente como inconstitucional.

Vigilancia sobre el trámite del amparo contra leyes. El legislador ha pretendido


que no quede vigente algún acto de autoridad que se funde en leyes declaradas por la
Suprema corte como inconstitucionales, por lo que manda que no quede paralizado
algún juicio de amparo contra leyes (art. 157), ordenando que el Ministerio Público
vele porque ningún juicio de amparo contra leyes declaradas inconstitucionales por la
jurisprudencia, quede paralizado en cuando a su substanciación o trámite.

Principios de definitividad. En el caso de amparo contra leyes, no es menester agotar


recursos ordinarios antes de hacer valer la acción constitucional, siendo ese uno de los
casos de excepción al principio de definitividad del amparo. En efecto, el artículo 73,
fracción XII, de la Ley de Amparo, prevé que si existe un recurso ordinario por virtud
del cual se pueda atacar el acto concreto de aplicación de la ley será optativo para el
agraviado hacer valer ese recurso o, en su caso, impugnar la ley y el acto de su
aplicación, a través del juicio de amparo, en la inteligencia de que si se agota el
recurso ordinario, en el solo se estudiará la legalidad del mismo, no así la
constitucionalidad de la ley, ya que solamente los jueces federales pueden resolver esa
cuestión (el apego o discrepancia de una ley con la constitución). En esas condiciones
si se promueve el recurso ordinario una vez que sea resuelto éste, se podrá promover
amparo contra la resolución recaída en el, así como impugnarse la ley por la
inconstitucionalidad que alegue el agraviado.

Síntesis. Analizando estrictamente el texto de esta fracción (I, art. 114), queda
establecida la procedencia del amparo en los siguientes casos:

1. Contra actos legislativos que sean de carácter autoaplicativo, o sea, que con su sola
entrada en vigor causen agravios al quejoso, como lo ha señalado la Suprema Corte de
Justicia en Tribunal Pleno, las cuales pueden impugnarse vía juicio de garantías desde
que entran en vigor, contando el gobernado con treinta días hábiles para interponer la
demanda respectiva (art. 22, fracción I de esta Ley), o cuando se apliquen por primera
ocasión en contra del gobernado, caso en el siguiente a tal aplicación (art. 21, de la
Ley de amparo), asimilándose la ley autoaplicativa a una ley heteroaplicativa.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 16 de 84


2. Asimismo el amparo indirecto procede contra leyes heteroaplicativas
promoviéndose este medio de control constitucional contra la ley misma y el acto
concreto de aplicación de ella, contándose con quince días siguientes al en que surta
efectos la notificación de la emisión del acto concreto de aplicación de la ley, para
promover la demanda de amparo (art. 21, Ley de Amparo).

Prelación de análisis
Cuando se promueve un juicio de amparo en contra de una ley o reglamento con
motivo de su aplicación concreta en perjuicio del quejoso, el Juez de Distrito no debe
desvincular el estudio de la disposición impugnada del que concierne a su acto de
aplicación. De ahí que el juzgador de garantías debe analizar, en principio, si el juicio
de amparo resulta procedente en cuanto al acto de aplicación impugnado, es decir, si
constituye el primero que concrete en perjuicio del peticionario de garantías la
hipótesis jurídica controvertida y si en relación con él no se actualiza una diversa
causa de improcedencia; de no acontecer así, se impondrá sobreseer en el juicio
respecto del acto de aplicación y la norma impugnada.

Por otra parte, de resultar procedente el juicio en cuanto al acto de aplicación, debe
analizarse la constitucionalidad de la disposición impugnada debiendose pronunciarse
primero sobre la ley, ya que el corolario jurídico inmediato, de resultar
inconstitucional, es el de nulificarla en relación con el quejoso, de modo tal que
ninguna autoridad pueda volvérsela a aplicar válidamente y, asimismo, declarar por
vía de consecuencia la inconstitucionalidad del acto de aplicación, mientras que de ser
constitucional, la consecuencia es que las autoridades puedan aplicársela válidamente,
en el presente y en el futuro, quedando sujeto el acto de aplicación al resultado del
análisis de los vicios propios que se hayan alegado en su contra.

Por tanto, si quebrantándose ese orden, se examina primero el acto de aplicación y,


por vicios propios, se declara su inconstitucionalidad, no es dable en la revisión
decretar el sobreseimiento respecto de la ley por falta de afectación al interés jurídico
del quejoso por haber quedado sin efectos su aplicación, ya que el quejoso conserva
su derecho a perseguir en la revisión un pronunciamiento en cuanto a la
inconstitucionalidad de la ley, dado que los efectos de una declaración en ese sentido
son más amplios y le resultarían en mayor grado favorables, en tanto que obtendría la
decisión de que la norma jurídica reclamada no se le volviera a aplicar, ni en el
presente ni en el futuro.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 17 de 84


Un motivo más que corrobora esa postura es que en la hipótesis de interponerse la
revisión por alguna de las otras partes y de revocarse la concesión del amparo
respecto de los actos de aplicación, habría de quedar sin sustento el sobreseimiento
decretado respecto de la ley, sin que entonces el Tribunal Colegiado de Circuito, que
debe analizar en revisión sólo las cuestiones de legalidad reclamadas, pudiera reparar
la injustificada omisión en cuanto al análisis de la constitucionalidad de la ley
impugnada.

Efecto del amparo contra una ley inconstitucional


Cuando la Justicia de la Unión concede el amparo contra una ley, el cumplimiento de
la ejecutoria respectiva consiste en que la autoridad responsable se abstenga de aplicar
la ley inconstitucional, en relación exclusivamente con quienes obtuvieron la
protección. Tal es la característica esencial de nuestro juicio de garantías, consignada
en el primer párrafo de la fracción II del artículo 107 de la Constitución: “La
sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos particulares, limitándose a
ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una
declaración general respecto de la ley o acto que la motivare”. En consecuencia, el
cumplimiento de la ejecutoria respectiva no estriba en que el órgano legislativo esté
obligado a derogar o modificar, por virtud de dicha ejecutoria, la ley inconstitucional,
pues si por tal se entendiera su obligación, resultaría que la sentencia de amparo
asumiría alcances de declaración general respecto de la ley, que es precisamente lo
vedado por el precepto antes trascrito.

Como consecuencia la decisión sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de


una ley que se tome en una sentencia de amparo que ha causado ejecutoria, constituye
cosa juzgada. Consecuentemente, si se concedió el amparo, el efecto inmediato será
nulificar la validez jurídica de la ley reclamada en relación con el quejoso y si el
juicio se promovió con motivo del primer acto de aplicación, éste también será
contrario al orden constitucional; dentro del mismo supuesto de concesión del amparo,
ninguna autoridad puede volverle a aplicar válidamente la norma jurídica que ya se
juzgó, dado que la situación jurídica del quejoso se rige por la sentencia protectora.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 18 de 84


Jurisprudencias aplicables
Los distintos tribunales ordinarios no deben aplicar la jurisprudencia sobre
inconstitucionalidad de un precepto declarado inconstitucional por la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, al resolver sobre la legalidad de un acto fundado en una
diversa disposición a la que se declaró inconstitucional, con independencia de que
aquélla sólo haya reiterado el contenido de esta última, ya que se trata de un nuevo
acto legislativo no examinado por el Alto Tribunal, pues aceptar lo contrario, llevaría
a que los tribunales ordinarios determinen, sin facultades para ello, que otra ley tiene
los mismos vicios reconocidos explícitamente en la declarada inconstitucional por
jurisprudencia, lo que contraviene el sistema de control de la constitucionalidad de las
leyes reservado a los órganos que integran el Poder Judicial de la Federación y a la
determinación última del Máximo Órgano jurisdiccional.

Además, la aplicación analógica del criterio contenido en una tesis de jurisprudencia


que hubiera determinado la inconstitucionalidad de cierta norma, ya no es lo que el
propio Alto Tribunal ha definido como una cuestión en la que los tribunales
administrativos se limitan a realizar un estudio de legalidad, relativo a si el acto o
resolución impugnados respetaron el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, porque si un precepto no ha sido declarado específica y
concretamente inconstitucional por aquella jurisprudencia, el análisis de otro precepto,
aunque sea semejante, sólo lo pueden hacer los tribunales de control constitucional.

Jurisprudencia sobre inconstitucionalidad de una ley. El tribunal federal de justicia


fiscal y administrativa no debe aplicarla para resolver sobre la legalidad de un acto
fundado en una disposición diversa a la declarada inconstitucional, aun cuando reitere
su contenido. Tesis de jurisprudencia 54/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este
Alto Tribunal, en sesión privada del quince de abril de dos mil cinco. No. Registro:
178,426 Jurisprudencia Materia(s): Administrativa Novena Época Instancia: Segunda
Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XXI, Mayo de
2005 Tesis: 2a./J. 54/2005 Página: 481

Sin embargo la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido en la


jurisprudencia P./J. 38/2002 publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, agosto de 2002, página 5, que el Tribunal Federal
de Justicia Fiscal y Administrativa se encuentra facultado para aplicar jurisprudencia
que declare la inconstitucionalidad de una ley dada su obligatoriedad en términos de

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 19 de 84


los artículos 94, octavo párrafo, constitucional y 192 de la Ley de Amparo; pero no
tesis aisladas sobre el tema, al igual que tampoco puede realizar aplicaciones
analógicas, ya que las Salas de dicho tribunal no se hallan facultadas para realizar la
aplicación de tesis aisladas que declaren inconstitucional una ley, de la misma forma
en que tampoco tienen atribuciones para efectuar determinados razonamientos a fin de
llegar a concluir que, a su juicio, procede la aplicación analógica de una
jurisprudencia sobre el mismo tema de inconstitucionalidad, en virtud de que ese
análisis le compete sólo al Poder Judicial de la Federación.

Ya que si bien los aspectos de constitucionalidad deben ser dirimidos y resueltos sólo
por Poder Judicial de la Federación en la vía de amparo, no es menos cierto que al
Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa nada le impide pronunciarse
sobre la validez de un razonamiento específico, cuando tal planteamiento se apoya en
una tesis de jurisprudencia exactamente aplicable a la hipótesis concreta sometida a su
consideración, de donde sólo puede entenderse cumplida su función jurisdiccional al
llevar al caso a estudio el razonamiento propio del criterio invocado declarando así su
nulidad, sin que tal subsunción normativa pueda considerarse como un
pronunciamiento de constitucionalidad; lejos de ello, tan sólo significaría que observó
el contenido del numeral 192 de la Ley de Amparo; que establece que la
jurisprudencia emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es
obligatoria para las Salas, los Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, los
Juzgados de Distrito, los tribunales militares y judiciales del orden común de los
Estados y del Distrito Federal; tribunales administrativos y del trabajo, locales y
federales. Por tanto, cuando el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
jurisprudencia ha resuelto que un precepto es inconstitucional, los distintos tribunales
están obligados a resolver en debida observancia a lo dispuesto por el citado precepto,
sin que, por ello, se estime que invade la competencia reservada al fuero federal, de
conocer sobre la inconstitucionalidad de una ley.

Debe advertirse que la jurisprudencia que determina la inconstitucionalidad de leyes,


establecida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, contiene la interpretación y
la determinación del alcance de la respectiva norma que, tras dicha actividad
definidora, adquiere su pleno sentido jurídico, fundiéndose con la actuación del
creador de la norma para formar una unidad vinculante en el orden jurídico. Sin negar
la labor creativa del intérprete supremo cuando desarrolla dicha actividad, dado el
elemento lógico que aporta, no es posible afirmar que el criterio que surge y se plasma

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 20 de 84


en la jurisprudencia dé nacimiento a una norma autónoma que se sitúe por encima de
la norma derivada condicionando su eficacia, tomando en cuenta que un criterio de
ese carácter, en nuestro particular sistema jurídico, solamente produce como efecto la
inaplicación de la ley en el caso concreto, evitando posteriores aplicaciones en único
beneficio del sujeto amparado, retrotrayendo las cosas hasta antes de la violación
perpetrada, sin derogar la norma derivada con efectos generales.

Tribunal federal de justicia fiscal y administrativa. Se encuentra facultado para aplicar


jurisprudencia que declare la inconstitucionalidad de una ley, pero no tesis aisladas
sobre el tema, al igual que tampoco puede realizar aplicaciones analógicas. No.
Registro: 182,745 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XVIII, Noviembre de 2003 Tesis: VI.1o.A.144 A Página: 1031

Cuando en el juicio de amparo indirecto se reclama una ley con motivo de su acto de
aplicación, el juzgador, al estudiar el fondo, debe pronunciarse primero sobre la ley,
ya que el corolario jurídico inmediato, de resultar inconstitucional, es el de nulificarla
en relación con el quejoso, de modo tal que ninguna autoridad pueda volvérsela a
aplicar válidamente y, asimismo, declarar por vía de consecuencia la
inconstitucionalidad del acto de aplicación, mientras que de ser constitucional, la
consecuencia es que las autoridades puedan aplicársela válidamente, en el presente y
en el futuro, quedando sujeto el acto de aplicación al resultado del análisis de los
vicios propios que se hayan alegado en su contra. Visible en:

Amparo contra leyes. En la revisión, el quejoso conserva interés jurídico para obtener
un pronunciamiento en cuanto a su inconstitucionalidad, aunque se le haya otorgado el
amparo por los actos de aplicación, dado que los efectos que pretende pueden
beneficiarlo en mayor grado. Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: VIII, Diciembre
de 1998 Tesis: P. XCIX/98 Página: 221

De acuerdo con el principio de relatividad de las sentencias que rige en el juicio de


amparo, por cuya virtud el efecto protector de aquéllas únicamente alcanza al texto
legal que fue materia de análisis en el juicio, no así a sus reformas ni a una ley
posterior que reproduzca su contenido, debe estimarse procedente el juicio de
garantías que se intente en contra de la reforma de una ley ya declarada
inconstitucional respecto del quejoso, cualesquiera que sean sus similitudes o

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 21 de 84


diferencias esenciales o accidentales con el texto anterior pues, además de que se trata
de actos legislativos diversos, en cuanto constituyen distintas manifestaciones de la
voluntad del órgano respectivo, el principio de seguridad jurídica exige que sea el
Juez Federal quien, en un nuevo proceso, califique la regularidad constitucional del
texto reformado o sustituto del ya analizado, para evitar que esta cuestión quede
abierta a la interpretación subjetiva de las partes y que el quejoso quede en estado de
indefensión, en cuanto carezca de la vía adecuada para hacer valer la identidad
esencial existente entre el texto original y el texto posterior, considerando que tal
materia no podría ser objeto de análisis a través de los procedimientos previstos en la
Ley de Amparo para decidir sobre el cumplimiento de una sentencia protectora, como
son los referentes al incidente de inejecución, a la queja por defecto o exceso, o al
incidente de repetición del acto reclamado, ninguno de los cuales permite censurar los
nuevos actos de la autoridad legislativa, ya que ésta, en términos del citado principio
de relatividad, no está limitada en su actuación por la sentencia de amparo.

Leyes, amparo contra. Cuando se reforma una ley declarada inconstitucional o se


sustituye por una de contenido similar o igual, procede un nuevo juicio por tratarse de
un acto legislativo distinto. No. Registro: 197,244 Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: VI, Diciembre de 1997 Tesis: P./J. 89/97
Página: 10

Al respecto cabe señalar que con anterioridad tratándose de inconstitucionalidad de


leyes, existia el criterio que no bastaba que un solo quejoso promoviera dos o más
juicios de amparo contra las mismas autoridades, por idéntico acto legislativo y que la
sentencia que sobre el particular se dicte se encuentre pendiente de resolución para
que se surtan los extremos a que se contrae la causa de sobreseimiento prevista por el
artículo 73, fracción III, de la ley reglamentaria del juicio constitucional; pues para
ello se requiere demostrar, además, que los actos concretos de aplicación impugnados
en ambas oportunidades, coincidan en todas sus partes y, de no ser así, debe
desestimarse la causa de improcedencia alegada y entrar al estudio de las cuestiones
de fondo propuestas en la demanda.

Cabe señalar que cuando se reclama una ley que es autoaplicativa y se logra la
protección de la Justicia Federal, el efecto de ésta es que ya no se aplique la ley al
quejoso; pero cuando una ley se reclama por su aplicación y se obtiene la protección

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 22 de 84


de la Justicia Federal, el efecto es el de nulificar el acto de aplicación, pero desde
luego la autoridad respectiva no queda impedida para aplicarla nuevamente, caso en el
cual debe considerarse que el particular está legitimado para reclamar la
inconstitucionalidad de la ley cuantas veces le sea aplicada.

Tal criterio dio lugar a la tesis jurisprudencial, "Sobreseimiento improcedente en


amparos promovidos por el mismo quejoso. Si las autoridades responsables son las
mismas en dos juicios de amparo promovidos por el mismo quejoso, pero los actos
reclamados y en especial los de aplicación, son diversos, no procede sobreseer en el
segundo juicio." publicada con el número quinientos ocho del Tomo VI, Materia
Común, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1995

Tal criterio no sería compartido años más tarde, al fallar por mayoría de diez votos el
amparo en revisión número 5232/86, donde se resolvió que los efectos de una
sentencia que declara inconstitucional una ley que haya sido reclamada por su sola
entrada en vigor o con motivo del primer acto concreto de la aplicación, son los de
proteger al quejoso contra la aplicación futura de dicha ley, dado que en el juicio de
amparo indirecto contra leyes, si no aparecen motivos de sobreseimiento, la sentencia
de amparo afecta a la ley enjuiciada, siendo determinante de sus efectos y alcances la
restricción establecida por los artículos 107, fracción II, constitucional y 76 de la ley
reglamentaria, acerca de que el fallo sólo se ocupará, si procediere, de amparar y
proteger a las personas que lo hubieren solicitado, 'sin hacer una declaración general
respecto de la ley o acto que la motivare', limitación de vital importancia que se ajusta
a la llamada fórmula Otero o principio de relatividad de las sentencias de garantías, al
reducir la concesión del amparo sólo al quejoso, sin que la declaración de
inconstitucionalidad beneficie a todo el universo de gobernados.

Así pues la Ley de Amparo permite que el Juez de Distrito haga pronunciamiento
sobre la ley misma, siempre que el amparo se limite al quejoso; lo único que no puede
hacer el juzgador es una declaración general de nulidad de la ley, porque ello
implicaría su derogación o abrogación. El efecto inmediato de la sentencia protectora
contra una ley es nulificar su eficacia jurídica en relación con el quejoso, pues si
mediante el examen de los conceptos de violación el órgano de control constitucional
la consideró conculcatoria de sus garantías constitucionales resolviendo protegerlo y
ampararlo, tal resolución es determinante para que deje de tener validez jurídica y
vigencia para él, sin que ello quiera decir que la ley pierda sus características de

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 23 de 84


generalidad y obligatoriedad, pues continúa siendo de observancia obligatoria para
todos aquellos gobernados que estén colocados en la hipótesis normativa y que no
gocen de la Protección Constitucional.

Por vía de consecuencia, si el quejoso solicitó y obtuvo el amparo con motivo del
primer acto de aplicación, al estar fundado en ley inconstitucional, ese acto de
aplicación adolece del mismo vicio, y ninguna autoridad puede volverle a aplicar la
ley que ya se juzgó, dado que las relaciones entre el quejoso y la ley se rigen por la
sentencia protectora. En efecto, las ejecutorias de amparo deben ser inmediatamente
cumplidas por toda autoridad que tenga conocimiento de ellas y que, por razón de sus
funciones, deba intervenir en su ejecución, pues atenta la parte final del primer
párrafo del artículo 10 de la Ley Orgánica de los Artículos 103 y 107 de la
Constitución Federal, no solamente la autoridad que haya figurado con el carácter de
responsable en el juicio de garantías está obligada a cumplir la sentencia de amparo,
sino cualquiera otra autoridad que, por sus funciones, tenga que intervenir en la
ejecución de este fallo.

Por tanto, cuando el quejoso obtiene sentencia favorable contra la ley, los ulteriores
actos de aplicación no le dan acción para reclamar su inconstitucionalidad, porque
siendo el efecto inmediato del fallo protector nulificar su eficacia en relación con el
quejoso, sus alcances serán anular todo acto de aplicación que con base en la misma
norma se llegue a concretar; y cuando la sentencia niegue el amparo, los ulteriores
actos de autoridad sólo pueden ser reclamados en juicio de garantías por vicios
propios de ilegalidad, pero no dan motivo a impugnar nuevamente la ley.

Las consideraciones vertidas al ser recogidas en diversas ejecutorias posteriores,


dieron lugar a interrumpir la tesis jurisprudencial mensionada con anterioridad y a
integrar la tesis jurisprudencial publicada con el número doscientos del Tomo I,
Materia Constitucional, del Apéndice citado, con el rubro de "Leyes, amparo contra.
Debe sobreseerse si se promueve con motivo del segundo o ulterior acto de
aplicacion."

La decisión sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley que se tome


en una sentencia de amparo que ha causado ejecutoria, constituye cosa juzgada.
Consecuentemente, si se concedió el amparo, el efecto inmediato será nulificar la
validez jurídica de la ley reclamada en relación con el quejoso y si el juicio se

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 24 de 84


promovió con motivo del primer acto de aplicación, éste también será contrario al
orden constitucional; dentro del mismo supuesto de concesión del amparo, ninguna
autoridad puede volverle a aplicar válidamente la norma jurídica que ya se juzgó,
dado que la situación jurídica del quejoso se rige por la sentencia protectora. En
cambio, cuando el fallo es desfavorable respecto de la ley, las autoridades pueden
aplicársela válidamente; por ello, una vez que el juicio de garantías se ha promovido
contra la ley y se obtiene pronunciamiento de fondo, sea que se conceda o se niegue la
protección solicitada en sentencia ejecutoria, la decisión sobre su congruencia o
incongruencia con el orden constitucional se ha convertido en cosa juzgada.

De forma que cuando la Justicia de la Unión concede el amparo contra una ley, el
cumplimiento de la ejecutoria respectiva consiste en que la autoridad responsable se
abstenga de aplicar la ley inconstitucional, en relación exclusivamente con quienes
obtuvieron la protección. Tal es la característica esencial de nuestro juicio de
garantías, consignada en el primer párrafo de la fracción II del artículo 107 de la
Constitución: 'La sentencia será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos
particulares, limitándose a ampararlos y protegerlos en el caso especial sobre el que
verse la queja, sin hacer una declaración general respecto de la ley o acto que la
motivare'. En consecuencia, el cumplimiento de la ejecutoria respectiva no estriba en
que el órgano legislativo esté obligado a derogar o modificar, por virtud de dicha
ejecutoria, la ley inconstitucional, pues si por tal se entendiera su obligación,
resultaría que la sentencia de amparo asumiría alcances de declaración general
respecto de la ley, que es precisamente lo vedado por el precepto antes transcrito.

"Ley inconstitucional, efecto del amparo contra la.” Semanario Judicial de la


Federación, Sexta Epoca, Volumen XLV, página ciento veintiuno.

Existiendo sin embargo un criterio distinto en el voto minoritario que emiten los
ministros Sergio Salvador Aguirre Anguiano y José de Jesús Gudiño Pelayo, en el
incidente de inejecución de sentencia 142/94, que señala que contrariamente a lo
resuelto en la sentencia de la mayoría, cuando el quejoso ha obtenido una sentencia
favorable al habérsele concedido el amparo contra una ley por resultar ésta contraria a
lo preceptuado por nuestra Carta Magna, dicho amparo suspende indefinidamente en
el tiempo la aplicación de la ley respecto del quejoso, mientras subsista el vicio de
inconstitucionalidad declarado, en virtud de que el amparo debe entenderse en función
del contenido de la ley misma, el cual fue el objeto de análisis de la sentencia

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 25 de 84


protectora, independientemente de que ésta, como acto formal, sufra reformas
posteriores.

En efecto, la majestad con que están investidas las sentencias de amparo implica que
su cumplimiento se traduzca en una cuestión de orden público, al constituir la forma
de hacer imperar los mandatos de la Carta Magna y la cual no debe verse disminuida
en función de un acto formal del Poder Legislativo que reitera, materialmente, el vicio
de inconstitucionalidad respecto del cual el quejoso ya obtuvo la protección de la
Justicia Federal. Tratándose del juicio de garantías contra leyes y atendiendo al
principio de relatividad de las sentencias consagrado en el artículo 107, fracción II,
constitucional y 76 de la Ley de Amparo, el cumplimiento de las ejecutorias de
amparo conlleva, a nuestro parecer, que no pueda ser aplicado el contenido de la ley
al quejoso que obtuvo una sentencia favorable mientras subsistan los vicios de
inconstitucionalidad determinados.

El criterio anterior coincide con la tesis clásica sustentada por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, Volumen
XIV, Tercera Parte, página 46.) que dice:

Cuando una nueva ley, ya sea por renovación de la vigencia de la anterior, o por
nueva expedición, contiene los mismos conceptos de la que fue declarada
inconstitucional por ejecutoria de la Suprema Corte, no se debe aplicar a la parte
quejosa en el juicio respectivo, pues el amparo concedido contra una ley suspende
indefinidamente en el tiempo la aplicación de la misma respecto del quejoso,
debiendo entenderse que el principio citado se refiere al contenido de la ley, más que
a la ley específicamente determinada. Lo contrario equivaldría a consentir que los
fallos de la Justicia Federal, pudieran ser materia de continuadas controversias entre
los mismos quejosos y las mismas autoridades responsables, por idénticos actos
reclamados, con menoscabo evidente de la potestad de las ejecutorias relativas y con
recargo innecesario de trabajo y estudio para el Poder Judicial de la Federación.

"Leyes, amparo contra. La protección constitucional otorgada al quejoso, implica el


impedimento para las autoridades de aplicar el precepto o preceptos declarados
inconstitucionales mientras conserven el mismo vicio que motivó el amparo, aun
cuando se trate de una ley derivada de un proceso legislativo distinto." No. Registro:

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 26 de 84


851 Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: VII, Mayo de 1998 Página: 676

Cuando en el juicio de amparo se reclama la inconstitucionalidad de una ley con


motivo de un acto de aplicación y en la sentencia que se dicta sólo se otorga la
protección respecto de éste, el quejoso no carece de interés jurídico para interponer el
recurso de revisión, pues existe la posibilidad de que del estudio de los agravios se
llegue a la conclusión de que la ley combatida es inconstitucional, lo que de suyo
importa la obtención de mayores beneficios para el quejoso recurrente que los ya
conseguidos con el fallo de primer grado. Lo anterior es así, porque cuando se trata de
la inconstitucionalidad de leyes reclamadas en amparo indirecto, el efecto de la
sentencia que otorga la protección federal no sólo consiste en dejar insubsistentes los
actos de aplicación reclamados, sino en impedir que el dispositivo combatido pueda
volverse a aplicar válidamente en perjuicio del quejoso, es decir, que aun cuando se
otorgue la protección constitucional por los actos de aplicación, por vicios propios, el
quejoso conserva su interés jurídico para reclamar que se declare la
inconstitucionalidad de la ley; por ello, está en aptitud legal de interponer el recurso
de revisión en contra de una sentencia que, en ese aspecto, le es desfavorable y, por
ende, correlativamente el tribunal revisor deberá efectuar el análisis correspondiente.
Además, la procedencia del recurso deriva de lo previsto en el artículo 84, fracción I,
de la Ley de Amparo, y es acorde con el principio de derecho procesal consistente en
que puede impugnar una resolución judicial quien no obtiene todo lo que pidió o
quien resiente un agravio.

Amparo contra leyes. Cuando se concede la protección federal respecto del acto de
aplicación, pero no en relación con la ley impugnada, el quejoso conserva su interés
jurídico para reclamar en la revisión que se declare su inconstitucionalidad, pues al
abordarse el estudio correspondiente podría obtener mayores beneficios. No. Registro:
188,313 Tesis aislada Materia(s):Constitucional, Común Novena Época Instancia:
Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIV,
Diciembre de 2001 Tesis: 2a. CCXXIII/2001 Página: 363

En el juicio de amparo las normas generales pueden combatirse por violación a


cualquiera de las exigencias establecidas en la Constitución General de la República,
como son las derivadas del proceso legislativo o las contenidas en las garantías
individuales, incluida la de seguridad jurídica, que abarca las denominadas
subgarantías de legalidad, fundamentación y motivación, competencia, retroactividad,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 27 de 84


audiencia, entre otras. Consecuentemente, la inconstitucionalidad de una ley puede
derivarse de la demostración de incongruencias en el orden jurídico que revelen
violación, entre otras, a la garantía de seguridad jurídica, como podría ser la
contradicción de la ley impugnada con otra norma general o ley secundaria, en el caso
de que regulen un mismo supuesto jurídico.

Por consiguiente, en los casos en que se tilda de inconstitucional una ley por su
afirmada contradicción con otra norma general o ley secundaria, el examen
constitucional precisa de la existencia de la causa de pedir que no se colma con la
exposición de contradicciones entre los textos legales, sino que requiere de la
indicación de la garantía individual violada y de la precisión de razones mínimas que
pongan de relieve la violación del derecho público subjetivo invocado por la norma
general aplicada, de otra manera, por más contraria a la Constitución que resultara la
norma comparativa no aplicada, no podría concederse la protección de la Justicia
Federal.

Leyes. Su inconstitucionalidad puede derivarse de la contradicción con otra ley, a


través de la demostración de transgresión a la garantía de seguridad jurídica por la
norma aplicada en perjuicio del quejoso. No. Registro: 185,138 Tesis aislada
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Enero de 2003 Tesis:
I.3o.C.377 C Página: 1812

Resulta incorrecto que el Juez de Distrito sobresea en un juicio de amparo contra


leyes, fuera de la audiencia constitucional, porque el impetrante de garantías no haya
señalado en su demanda como autoridades responsables al secretario de Gobernación
y al director del Diario Oficial de la Federación; si de la lectura del libelo primario se
obtiene, que el quejoso llamó a juicio al Congreso de la Unión que expidió la norma
que se reclama de inconstitucional, y al presidente de la República que la promulgó,
expresando conceptos de violación en contra de dichos actos, ya que ello no impide
examinar la constitucionalidad del citado ordenamiento, aun cuando no se hayan
expresado motivos de inconformidad respecto del acto de refrendo y su publicación,
dado que no son combatidos por vicios propios, pues habiéndose oído a la autoridad
responsable expedidora del ordenamiento combatido, incluyendo al Ejecutivo que la
promulgó, la eficacia o falta de fundamento de los conceptos de violación habrá de
afectar a todos los actos de formación de la ley.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 28 de 84


Amparo contra leyes. La omisión del quejoso de señalar como autoridades
responsables al secretario de gobernación y al director del diario oficial de la
federación, no impide examinar la constitucionalidad del ordenamiento reclamado. No.
Registro: 180,964 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XX, Agosto de 2004 Tesis: VIII.3o. J/14 Página: 1386

Conforme a la técnica del juicio de garantías, para analizar el aspecto sustantivo de


una norma, con motivo de su primer acto de aplicación, debe existir como
presupuesto que la misma haya irrumpido en la individualidad de un gobernado, al
grado de ocasionarle un agravio en su esfera jurídica, ya sea que se le aplique formal
o materialmente, de manera escrita o de hecho, pues basta que dicho ordenamiento
materialice sus efectos en el mundo fáctico y altere el ámbito jurídico de la persona,
para que se estime aplicada. De no ser así, la ley reclamada no causa perjuicio y el
amparo resulta improcedente, de conformidad con el artículo 73, fracción XVIII, ésta
en concordancia con el artículo 114, fracción I, a contrario sensu, de la ley de la
materia.

Leyes heteroaplicativas que no causen perjuicio al quejoso. El amparo es improcedente


en términos del artículo 73, fracción XVIII, en relación con el 114, fracción I, a
contrario sensu, ambos de la ley de amparo. No. Registro: 196,641 Jurisprudencia
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: VII, Marzo de 1998 Tesis: 2a./J. 12/98
Página: 323
Si el contribuyente, con motivo de sus obligaciones fiscales, a través de una
institución bancaria realiza transferencia electrónica de fondos, en el lugar de su
domicilio, en favor de la autoridad tributaria correspondiente, que tiene su domicilio
en diverso lugar y circuito de amparo al de aquél, conforme al artículo 36 de la Ley de
Amparo, el primer acto de aplicación de la ley autoaplicativa señalada como
inconstitucional se da en el lugar en que se hace la operación relativa y no en el lugar
de residencia de la autoridad, toda vez que la declaración respectiva aconteció
precisamente en el lugar en el que el gobernado debió dar cumplimiento a sus
obligaciones. Consecuentemente, para conocer de la demanda de amparo indirecto,
resulta ser competente el Juez de Distrito del lugar en que se haya hecho el pago del
impuesto vía internet.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 29 de 84


Competencia. Debe conocer de la demanda de garantías el juez de distrito del lugar en
que se efectuó la declaración del impuesto vía internet, respecto de la aplicación de
una ley tildada de inconstitucional. No. Registro: 184,947 Tesis aislada
Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Febrero de
2003 Tesis: III.2o.T.1 A Página: 1024

IIII..-- A
Ammppaarroo C
Coonnttrraa aaccttooss ddee au oriiddaadd aaddm
auttor miinniissttrraattiivvaa
II.-Contra actos que no provengan de tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo.

En estos casos, cuando el acto reclamado emane de un


procedimiento seguido en forma de juicio, el amparo sólo podrá
promoverse contra la resolución definitiva por violaciones cometidas
en la misma resolución o durante el procedimiento, si por virtud de
estas últimas hubiere quedado sin defensa el quejoso o privado de los
derechos que la ley de la materia le conceda, a no ser que el amparo
sea promovido por persona extraña a la controversia.

Amparo contra actos formal y materialmente administrativos. Esta hipótesis de


procedencia del juicio de amparo bi-instancial es aptísima, comprendiéndose en ella
todos aquellos actos de autoridad administrativa (formal y materialmente hablando).
Así por ejemplo, en este caso se encuentra la procedencia del amparo contra los actos
del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos (todo decreto que emita, la
resolución por medio de la cual se expulsa a un extranjero del territorio nacional, en
términos del artículo 33 constitucional, etcétera), de un Secretario de Estado
(negativa a otorgar una concesión para la explotación del espacio aéreo), del
gobernador de una entidad federativa (un decreto expropiatorio por ejemplo) de un
agente de tránsito (la imposición de una multa por infracción al reglamento de
tránsito) de las autoridades fiscales (el cobro de un crédito fiscal), etcétera.

Amparo contra actos formalmente administrativos, pero materialmente


jurisdiccionales. El segundo párrafo de esta fracción hace mención a una situación sui
generis, por prever la procedencia del amparo contra todo aquel acto que, emanado de
un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio, haya causado agravios al

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 30 de 84


quejoso, discriminándose la procedencia del amparo uni-instancial no obstante de que
el acto reclamado puede equipararse a una sentencia definitiva. Sin embargo, por no
tratarse de un juicio en sentido estricto y que la autoridad responsable es de índole
administrativa y no jurisdiccional (lato sensu), incluyendo en esta idea a los
Tribunales administrativos y los laborales), el amparo procedente para impugnar
dicha resolución es el amparo bi-instancial, en el que se harán valer todos los
conceptos e violación contra los vicios in procedendo y los vicios in indicando que se
hayan cometido en ese procedimiento o recurso administrativo seguido en forma de
juicio.

A fin de aclarar este punto, hago los siguientes señalamientos:

a) El Poder Público se divide, para su ejercicio, en diversas funciones (legislativa,


ejecutiva, judicial y electoral, preferentemente);
b) Esa división de pauta a la constitución de órganos de gobierno de esas
especies y materias;
c) Independientemente de ello, los órganos de una determinada especie o ‘poder’,
tienen sus atribuciones, algunas de las propias de los otros entes; así por ejemplo,
el órgano legislativo, puede emitir actos legislativos (las leyes), ejecutivos (se
autoadministra), judiciales (conoce del juicio político) y electorales (elige a los
miembros de la Mesa Directiva de cada una de las cámaras). Lo mismo sucede
en el caso de los otros “poderes”, incluyendo al ejecutivo y sus dependencias;
d)Derivado de este aspecto, surge la división de actos de autoridad considerando
sendos puntos de vista: el formal que atiende a la índole del órgano del que
emana el acto, por lo que si éste lo expide el Presidente de los Estados Unidos
Mexicanos o alguno de sus colaboradores, el acto será formalmente
administrativo); y ,el material (que se basa en la naturaleza del acto mismo,
propia de sus características, por los que si el acto implica la función de dirimir
una controversia, será materialmente jurisdiccional);
e) En el caso de la segunda parte de la fracción en estudio, se trata de la
impugnación de actos formalmente administrativos, (por emanar del Poder
Ejecutivo o Administrativo), pero materialmente jurisdiccional (por tratarse de
una función de dicción del Derecho a resolver una controversia de intereses).

En forma ejemplificativa, se señala como acto de esta naturaleza el recurso de


reversión, que se interpone entre la autoridad que decretó una expropiación (el,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 31 de 84


Ejecutivo, por tanto, autoridad administrativa y acto formalmente administrativo),
pero que implica una tarea de dirimir una controversia o decir el Derecho en un caso
concreto (función jurisdiccional, por ende, de esa naturaleza es el acto desde un punto
de vista material).

Al promover el amparo contra las resoluciones que emanan de los recursos


administrativos, es importante que el quejoso ataque no solo esa resolución, sino que
impugne a través del procedimiento mismo se dieron, a fin de que se depure ese
procedimiento administrativo seguido en forma de juicios, y en su caso, sea dable que
al volver a dictarse una resolución en ese negocio, se le dio la razón.

Amparo contra actos de organismos públicos descentralizados. Conforme a la


fracción en estudio, en amparo indirecto procede contra actos de autoridades
administrativas, ya que la fracción I, hace referencia a las autoridades legislativas y
por lo que se refiere a las jurisdiccionales (sean del Poder Judicial o se trate de
Tribunales administrativos o del trabajo), las fracciones III, IV, V, regulan la
procedencia del amparo, por lo que por exclusión en esta se prevé la procedencia del
juicio de amparo contra actos de autoridad administrativa.

Ahora bien, la administración pública se encuentra compuesta por entes centralizados


y descentralizados y para efectos de la procedencia del juicio de amparo ambos tipos
de entes (órganos de gobierno y organismos públicos descentralizados), tienen la
condición de autoridad pública; por ende, cuando se pretenda impugnar los actos de
un organismo públicos descentralizado, la demanda se sustentará en lo dispuesto por
la fracción que ahora se estudia, dando pauta al amparo indirecto en materia
administrativa.

Amparo contra actos de órganos públicos autónomos. Considerando que todos los
actos de autoridad, sea éstas legislativas, administrativas o judiciales, deben estar
apegados al texto de la Constitución, a fin de mantener vigente el orden jurídico y
dable la vida pacífica en sociedad, dentro de un marco de legalidad, debe concluirse
que las autoridades creadas fuera del marco de la división tripartita de Poderes (o sea,
los órganos públicos autónomos, tales como el Instituto Federal Electoral o la
Comisión Nacional de Derechos Humanos), también están obligados a respetar el
texto de la Ley Suprema Nacional, preferentemente en sus relaciones con los
gobernados.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 32 de 84


Ahora bien, como los órganos públicos autónomos pueden violentar el orden
constitucional en perjuicios de los gobernados, en preciso que estos tengan un medio
de control constitucional a su alcance, siendo ese el juicio de amparo, el que procede
en términos de la fracción III, del artículo 114, de la Ley de amparo, al estarse frente
a una autoridad que no es la legislativa ni tampoco constituye un Tribunal Judicial
administrativo o del trabajo.

En caso de promoverse amparo contra actos de los referidos órganos, éste seguirá las
directrices del juicio de garantías interpuesto en materia administrativa, por lo que
operan los principios de definitividad, de estricto derecho y de relatividad de las
sentencias de amparo, en la misma forma en que rigen en el caso de substanciarse un
amparo administrativo.

Excepción al principio de definitividad. En términos de la fracción en comento, la


persona que haya sido afectada en su patrimonio por un acto que emane de autoridad
administrativa (lato sensu), con la emisión de un acto materialmente jurisdiccional,
pero no haya sido emplazada al procedimiento respectivo por no ser parte en el
mismo, puede entablar la demanda de amparo, sin necesidad de esperar a que se dicte
la resolución definitiva en esa controversia. Cabe decir que el agraviado es un extraño
al procedimiento administrativo, por lo que se le exenta de la necesidad u obligación
de agotar los recursos ordinarios o esperar al dictado de una resolución en el
procedimiento de mérito, previamente a la procedencia del juicio de garantías, ya que
se le ha dañado en su esfera jurídica, sin tener injerencia en la substanciación del
procedimiento administrativo correspondiente.

En este caso, el agraviado puede ir en vía de amparo contra los actos atentatorios de
sus intereses, aun sin que se haya agotado en todas sus partes el trámite del recurso de
referencia, siendo admisible la demanda de garantías, conforme a la última parte de
este numeral.

Esta causa de excepción al principio de definitividad, obedece al hecho de que el


agraviado no fue oído en juicio por lo que no es dable que espere a que se resuelva el
negocio, para poder enderezar la acción de amparo contra los actos que atentan en
contra de su patrimonio.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 33 de 84


Jurisprudencias aplicables
De la interpretación armónica de lo dispuesto en los artículos 73, fracción XV y 114,
fracción II, de la Ley de Amparo, se advierte que dichos preceptos tienen como
objetivo primordial determinar la procedencia del amparo indirecto, sólo contra una
resolución definitiva, entendiéndose ésta como aquella que sea la última, la que ponga
fin al asunto; y que para estar en tales supuestos, deben agotarse los recursos
ordinarios o medios de defensa, o bien, todas las etapas procesales, en tratándose de
actos emitidos en un procedimiento seguido en forma de juicio. Sin embargo, cuando
la resolución dictada dentro del procedimiento, aun sin ser la definitiva, constituye el
primer acto de aplicación de una ley en perjuicio del promovente y se reclama
también ésta, surge una excepción al principio de definitividad, en virtud de la
indivisibilidad que opera en el juicio de garantías, que impide el examen de la ley,
desvinculándola del acto de aplicación que actualiza el perjuicio. En este supuesto, el
juicio de amparo procede, desde luego, contra ambos actos, siempre y cuando esté
demostrada la aplicación de la ley, de manera tal que no basta la afirmación del
quejoso en ese sentido para que el juicio resulte procedente contra todos los actos
reclamados.

Amparo contra leyes con motivo de una resolución dictada dentro de un procedimiento
seguido en forma de juicio. La excepción al principio de definitividad establecido por
la fracción ii del artículo 114 de la ley de la materia, tiene como presupuesto que se
trate del primer acto de aplicación de la ley. No. Registro: 190,707 Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Común Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XII, Diciembre de 2000 Tesis:
1a./J. 35/2000 Página: 133

Para que el juicio de garantías proceda de manera inmediata contra una ley aplicada
dentro de un procedimiento seguido en forma de juicio, sin necesidad de esperar a que
éste culmine, es menester analizar si el acto de aplicación tiene una ejecución de
imposible reparación, porque los efectos legales y materiales alcancen a afectar al
quejoso de manera cierta e inmediata en algún derecho sustantivo, que no sea
susceptible de repararse con el hecho de obtener una sentencia favorable en el juicio,
por haberse consumado irreparablemente la violación. De lo contrario, si la parte
quejosa únicamente alega que se afecta su posibilidad de defensa, implicando
cuestiones meramente procesales, el juicio resulta improcedente y debe sobreseerse
con fundamento en el artículo 73, fracción XVIII, en relación con el 114, fracción II,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 34 de 84


ambos de la Ley de Amparo, pues en este caso, atendiendo al principio de
definitividad, la acción procede hasta que se dicte la resolución definitiva con la cual
culmine el procedimiento, momento en que se podrán combatir tanto la ley, como el
procedimiento mismo, y la resolución final.

Amparo indirecto. Promovido contra una ley aplicada en un procedimiento seguido en


forma de juicio, procede el sobreseimiento si el quejoso reclama únicamente la
afectación de derechos procesales y no sustantivos. No. Registro: 196,227
Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: VII, Mayo de 1998 Tesis:
1a./J. 29/98 Página: 150

El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada P.


CLXV/2000, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XII, octubre de 2000, página 36, reiteró un criterio anterior en
el sentido de que la extradición es un procedimiento que se divide en tres fases:

La primera inicia cuando un Estado manifiesta a otro la intención de presentar


petición formal de extradición y solicita se adopten medidas precautorias, o
bien, la que inicia directamente con la petición formal de extradición;
La segunda se entendía iniciada con la decisión de la Secretaría de
Relaciones Exteriores de admitir la solicitud formal de extradición; y
La tercera constituida sólo con la resolución de dicha secretaría, que en forma
definitiva la concede o la rehúsa, con el importante señalamiento de que
cuando culmina una de las tres, quedan consumadas irreparablemente las
violaciones que en ellas pudieran haberse cometido, en virtud del cambio de
situación jurídica.

Ahora bien, nuevos elementos de reflexión llevan a establecer que la adopción de las
medidas precautorias previstas por el artículo 17 de la Ley de Extradición
Internacional, si bien en términos generales pueden formar parte del trámite de
extradición siempre que el gobierno requirente decida hacer uso de ese derecho, ello
no da inicio formal al citado procedimiento, sino que esto ocurre hasta que se presenta
la petición formal, con los requisitos que establezca el tratado correspondiente y la
propia ley de la materia, según sus artículos 19, 20 y 21, pues es cuando se brinda al
reclamado la garantía de audiencia ante un Juez de Distrito y concluye con el dictado

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 35 de 84


de la resolución de la Secretaría de Relaciones Exteriores que concede o rehúsa la
extradición.

Por tanto, la medida precautoria que tiene por objeto evitar que la persona reclamada
pueda sustraerse a la acción de la justicia, asegurando la eficacia de la decisión de
extradición no da inicio al procedimiento relativo y, además, es preclusiva, en tanto
que conforme al último párrafo del artículo 119 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, no puede durar más de sesenta días naturales contados a
partir de la fecha en que se haya cumplimentado, por lo que se extingue el derecho de
realizar cualquier facultad procesal no ejercida en ese plazo; lo que no ocurre con las
violaciones procesales que pudieran suscitarse a partir de que se presente la petición
formal de extradición, ya que al tratarse de un procedimiento administrativo seguido
en forma de juicio, en términos del párrafo segundo de la fracción II del artículo 114
de la Ley de Amparo, por regla general, podrán invocarse al tiempo de combatir en
amparo indirecto la resolución que concede la extradición.

Extradición. Es un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio que inicia


con su petición formal y termina con la resolución definitiva de la Secretaría de
Relaciones Exteriores en que la concede o la rehúsa (interrupción de la tesis plenaria
CLXV/2000). No. Registro: 180,883 Tesis aislada Materia(s):Penal Novena Época
Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX,
Agosto de 2004 Tesis: P. XXXVI/2004 Página: 11

La orden de verificación fiscal en el domicilio de los particulares, como toda orden de


visita domiciliaria, está sujeta a los requisitos establecidos en el artículo 16
constitucional y, además, a los instituidos en los artículos 38 y 43, entre otros, del
Código Fiscal de la Federación, de los cuales se infiere que es un acto autónomo
susceptible de causar perjuicio, por sí solo, a los particulares, advirtiéndose que si
bien es un mandamiento para practicar la visita domiciliaria, no forma parte de ésta.
Por tanto, no siendo un acto dentro de un procedimiento en forma de juicio, sino un
acto autónomo, puede válidamente impugnarse en amparo desde luego, ya que su
procedencia se rige por el primer párrafo de la fracción II del artículo 114 de la ley de
la materia.

Orden de visita domiciliaria en materia fiscal. Es impugnable en amparo


autónomamente, por no formar parte del procedimiento en forma de juicio en que se
desenvuelve la visita. No. Registro: 184,453 Jurisprudencia Materia(s):Administrativa

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 36 de 84


Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta Tomo: XVII, Abril de 2003 Tesis: 2a./J. 23/2003 Página: 194

Las actas de visita domiciliaria o auditoría fiscal encuadran en la categoría de actos de


trámite o instrumentales, ya que no ponen fin a la vía administrativa, sino que sólo
sirven para ilustrar y aportar todos los datos necesarios para que recaiga una decisión
final que, en su caso, se manifestará con el establecimiento de una liquidación o la
imposición de una obligación (actos definitivos o resolutorios); de ahí que, por regla
general, dichas actas no sean impugnables mediante el juicio de garantías conforme al
artículo 114, fracción II, de la Ley de Amparo.

Sin embargo, la inimpugnabilidad de las mencionadas actas es una simple regla de


orden y no una regla absoluta, pues no puede afirmarse que los actos de trámite nunca
sean impugnables aisladamente, es decir, habrá que esperar hasta que se produzca la
resolución final del procedimiento, oportunidad en la cual podrán plantearse las
irregularidades que el visitado aprecie sobre el modo en que el procedimiento se ha
tramitado, así como sobre la legalidad de todos y cada uno de los actos que la
originaron, como la falta de identificación de los visitadores, entre otros; además, el
amparo indirecto en contra del resultado final de la visita fiscal domiciliaria sólo sería
procedente de conformidad con el precepto indicado, por violaciones cometidas en la
misma resolución o durante el procedimiento, si por virtud de estas últimas hubiere
quedado sin defensa el quejoso o privado de los derechos que la ley de la materia le
conceda, excepto que el amparo sea promovido por persona extraña a la controversia,
que se trate de amparo contra leyes o actos que tengan sobre las personas o las cosas
una ejecución de imposible reparación, supuestos en que el amparo procederá desde
luego; de no ser así, el juicio de garantías sería improcedente en términos de la
fracción XV del artículo 73 de la ley citada, habida cuenta de que en contra del
resultado final de esa visita -resolución definitiva-, el particular afectado, en
acatamiento al principio de definitividad que rige el juicio de garantías, tiene la carga
de agotar el recurso, juicio o medio de defensa legal que proceda, por virtud del cual
aquél pueda ser modificado, revocado o nulificado.

Actas de visita domiciliaria. Son impugnables, por regla general, a través del juicio de
amparo indirecto, hasta que se produzca la resolución final en el procedimiento
administrativo. No. Registro: 184,549 Jurisprudencia Materia(s):Administrativa
Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta Tomo: XVII, Abril de 2003 Tesis: 2a./J. 24/2003 Página: 147

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 37 de 84


El registro de sindicatos federales, previsto en los artículos 365, 366 y 368 de la Ley
Federal del Trabajo, es competencia de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social a
través de la Dirección General de Registro de Asociaciones, por lo que si bien es un
acto formalmente administrativo por su génesis, desde el punto de vista material
constituye un acto de naturaleza preponderantemente laboral, mediante el cual se
justifica ante cualquier autoridad la personalidad y capacidad de las organizaciones
sindicales, con la particularidad de que cuando no se satisfacen los requisitos
establecidos en los numerales citados, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social está
facultada para negar dicho registro, pero en contra de esa negativa no procede el
recurso de revisión previsto en el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, atento a que en su artículo 1o. expresamente se excluye de su
aplicación a la materia laboral, de cuya naturaleza material participa el referido
registro sindical, de tal manera que contra dicha negativa los entes sindicales no
tienen la carga de agotar ese medio ordinario de defensa, sino que pueden acudir
desde luego al juicio de garantías ante Juez de Distrito, conforme al artículo 114,
fracción II, de la Ley de Amparo.

Registro de sindicatos federales. Contra su negativa procede el juicio de amparo


indirecto sin que deba agotarse, previamente, el recurso de revisión previsto en el
artículo 83 de la ley federal de procedimiento administrativo, en virtud de que es un
acto preponderantemente laboral. No. Registro: 180,803 Jurisprudencia
Materia(s):Laboral Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Agosto de 2004 Tesis: 2a./J.
101/2004 Página: 417

La toma de nota de la nueva directiva de un sindicato es un acto que se rige por lo


establecido en el artículo 377 de la Ley Federal del Trabajo, y la negativa de su
inscripción, por parte de la autoridad del trabajo, es impugnable en amparo indirecto
de conformidad con lo establecido por el artículo 114, fracción II, de la Ley de
Amparo, pero esto no conduce a establecer que, acorde con el principio de
definitividad que rige en el juicio de garantías, deba agotarse previamente el recurso
de revisión consignado en el artículo 83 de la Ley Federal de Procedimiento
Administrativo, dado que este ordenamiento es de carácter general y, por ende, no
puede aplicarse de manera supletoria frente a una norma especial; además, la ley en
cita en su artículo 1o., párrafo tercero, establece que ese cuerpo de normas no será
aplicable a las materias de carácter fiscal, responsabilidades de los servidores públicos,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 38 de 84


justicia agraria y laboral; aunado a que en el artículo 17 de la ley laboral se prevé la
forma en que debe subsanarse ese vacío legal, en donde se excluyen ordenamientos de
naturaleza administrativa.

Sindicatos. Para la impugnación en vía de amparo indirecto de la negativa de toma de


nota de cambio de directiva, no existe obligación de agotar recurso administrativo. No.
Registro: 180,456 Tesis aislada Materia(s):Laboral Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XX, Septiembre de 2004 Tesis: I.13o.T.50 L Página: 1875

De una interpretación armónica y sistemática de los artículos 10, fracción III y 114,
fracción II, de la Ley de Amparo, resulta que el desechamiento de pruebas del
ofendido, dentro de la etapa de la averiguación previa, debe ser combatido cuando se
promueva el juicio de amparo biinstancial en contra de la resolución de inejercicio de
la acción penal o su desistimiento, por ser éstas las que realmente pueden depararle
perjuicio. En efecto, sostener lo contrario implicaría propiciar el abuso del juicio de
amparo y la multiplicación innecesaria de asuntos, en detrimento de la garantía de
justicia pronta y expedita que tutela el artículo 17 constitucional.

Pruebas del ofendido. Su desechamiento en la averiguación previa. Oportunidad para


impugnarlo. No. Registro: 181,055 Jurisprudencia Materia(s):Penal Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XX, Julio de 2004 Tesis: IV.1o.P. J/5 Página: 1545

No obstante que por reforma publicada el treinta y uno de diciembre de mil


novecientos noventa y cuatro en el Diario Oficial de la Federación, el artículo 21
constitucional fue adicionado en el sentido de establecer la posibilidad de impugnar
las resoluciones del Ministerio Público, tal impugnación sólo es factible tratándose del
no ejercicio y del desistimiento de la acción penal, de tal suerte que si de las
constancias de autos se advierte que el representante social se encuentra integrando la
averiguación previa correspondiente, a través de ciertas diligencias encaminadas a
comprobar el cuerpo del delito denunciado, así como la probable responsabilidad del
inculpado, resulta evidente que la indagatoria respectiva se encuentra aún en su fase
de integración, y en ese tenor, el amparo es improcedente en la medida en que no se
trata de actos que se refieran, por ejemplo, a medidas y providencias de seguridad y
auxilio a las víctimas de un delito, o al aseguramiento del objeto del delito y de los
bienes que están afectos a la reparación del daño, en cuyo caso pudieran afectarse

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 39 de 84


derechos e intereses legítimamente tutelados en su favor; en otras palabras, si los
actos reclamados se hicieron consistir en diversas omisiones, tales como no efectuar
algunos requerimientos, citar y hacer comparecer al inculpado principal o emplear las
medidas de apremio para lograr diversas comparecencias, que se atribuyen a la
representación social durante la integración de la averiguación, carecen de
definitividad para los efectos de la procedencia del juicio de amparo indirecto, pues si
aún no se ha dictado resolución sobre el no ejercicio de la acción penal, menos aún
puede sostenerse si las violaciones (actos u omisiones) cometidas durante la
averiguación, privaron a la víctima o al ofendido por algún delito de los derechos que
la ley le concede, pues la resolución del Ministerio Público sobre el no ejercicio o
desistimiento de la acción penal puede ser impugnada junto con las violaciones del
procedimiento. Luego, las consideraciones expuestas conducen a sobreseer en el
juicio con fundamento en el artículo 73, fracciones XV y XVIII, de la Ley de Amparo,
en relación con los diversos numerales 74, fracción III y 114, fracción II, de ese
ordenamiento legal.

Averiguación previa. Es improcedente el amparo cuando se reclaman actos u


omisiones en su integración. No. Registro: 181,605 Tesis aislada Materia(s):Penal
Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Mayo de 2004 Tesis: XXIII.1o.24 P
Página: 1745

Resulta incorrecto el sobreseimiento decretado en el juicio de amparo interpuesto en


contra de la resolución por medio de la cual se resuelve el recurso de revisión previsto
en el artículo 135 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, por considerar que
se establece la causa de improcedencia prevista en la fracción XV del artículo 73 de la
Ley de Amparo, ya que previamente debió promoverse el juicio de nulidad, en
atención a que dicha resolución es definitiva y no admite ulterior recurso de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 143 de la Ley Federal de Protección al
Consumidor; consecuentemente, el amparo promovido en contra de la mencionada
resolución resulta procedente, y por tratarse de una determinación que no emana de un
tribunal judicial, administrativo o del trabajo, dictada en un procedimiento seguido en
forma de juicio, encuadra en la hipótesis prevista en la fracción II del artículo 114 de
la Ley de Amparo.

Recurso de revisión. La resolución recaída al previsto en la ley federal de protección al


consumidor, sí es susceptible de impugnación a través del amparo indirecto. No.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 40 de 84


Registro: 181,879 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIX, Marzo de 2004 Tesis: I.4o.A.845 A Página: 1609

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a.


XII/96, publicada en la página 206 del Tomo III, junio de 1996, Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, sostuvo que cuando la Legislatura
Local se erige en Gran Jurado para conocer y decidir acerca de las irregularidades
imputadas a determinados servidores públicos, a pesar de no tener el carácter de
tribunal judicial desde un punto de vista formal, materialmente funciona como un
auténtico tribunal, de ahí que en contra de la resolución definitiva pronunciada en
segunda instancia en ese tipo de asuntos proceda el amparo directo ante el Tribunal
Colegiado de Circuito competente.

En ese contexto, por un lado, el artículo 125 de la Constitución Política del Estado
Libre y Soberano de Puebla indica de manera categórica que el juicio político es
procedente sólo en contra del gobernador del Estado, diputados al Congreso Local y
Magistrados del Tribunal Superior de Justicia, por las conductas previstas en la
fracción II de ese precepto, de conformidad con el procedimiento establecido en la
Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Puebla; por otra
parte, el artículo 126 de dicha Norma Fundamental dispone que para procesar por un
delito del orden común a esos mismos servidores públicos taxativamente señalados, se
requiere que la legislatura, erigida en Gran Jurado, declare por los dos tercios de los
votos de sus miembros presentes si ha lugar o no a formarles causa; lo anterior en
concordancia con la atribución para actuar como Gran Jurado sólo en esos supuestos,
establecida en el artículo 57, fracción XIII, de la propia Constitución Local, de donde
resulta evidente que fuera de esas hipótesis el Congreso del Estado no tiene que
erigirse en Gran Jurado y, en consecuencia, tratándose de procedimientos
administrativos en los que se sancione a servidores públicos o particulares por la
responsabilidad en que hubiesen incurrido, como es el caso en este último supuesto de
los auditores externos del órgano de fiscalización superior del Estado, es procedente
el juicio de garantías en la vía indirecta, al tenor del artículo 114, fracción II, de la
Ley de Amparo.

Amparo indirecto. Procede contra actos emitidos por el congreso del estado de puebla
dentro de un procedimiento administrativo de responsabilidad de servidores públicos,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 41 de 84


fuera de los supuestos constitucionales conforme a los cuales debe erigirse en gran
jurado. No. Registro: 181,611 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Mayo de 2004 Tesis: VI.1o.A.152 A Página: 1742

De los artículos 23, 24, fracción I, 30, 31, primer párrafo y 33 de la Ley Federal de
Competencia Económica, así como 23, fracción I, 25, fracción I, 27, primer párrafo,
30 y 31 de su reglamento, se advierte que el procedimiento de investigación de
prácticas monopólicas seguido por la Comisión Federal de Competencia se compone
de dos grandes etapas. La primera, tendiente a recabar medios de prueba que permitan
suponer la existencia, a nivel presuntivo, de actos o prácticas prohibidas por la Ley
Federal de Competencia Económica.

La segunda etapa inicia con el oficio de presunta responsabilidad, por el que se


especifica claramente cuáles son las conductas monopólicas o prohibidas observadas
en la fase anterior, señalándose quién es el presunto infractor, ordenando su
emplazamiento, para que aquél, en un término no mayor a treinta días comparezca a
manifestar lo que a su interés convenga y exhibir las pruebas pertinentes;
posteriormente, la comisión fijará un plazo no mayor a treinta días naturales para
formular alegatos; hecho lo cual, la autoridad deberá dictar una resolución dentro de
los sesenta días naturales siguientes. Esta última fase es un procedimiento seguido en
forma de juicio para los efectos del artículo 114, fracción II, segundo párrafo, de la
Ley de Amparo, pues en él la Comisión Federal de Competencia realiza los actos
necesarios para dictar una resolución definitiva en relación con las prácticas
monopólicas investigadas, dando al presunto infractor la oportunidad de alegar y
probar a su favor.

Comisión Federal de Competencia. La segunda etapa del procedimiento de


investigación de prácticas monopólicas es un procedimiento seguido en forma de juicio
para los efectos de la procedencia del juicio de amparo. No. Registro: 181,773 Tesis
aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Abril de
2004 Tesis: I.7o.A.285 A Página: 1402

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 42 de 84


IIIIII..-- AAm mppaarroo ccoonnttrraa aaccttooss ffuueerraa ddee jjuuiicciioo oo ddeessppuuééss ddee ccoonncclluuiiddoo
eell jjuuiicciioo
III.-Contra actos de tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo ejecutados fuera de juicio o después de concluido.

Si se trata de actos de ejecución de sentencia, sólo podrá promoverse


el amparo contra la última _ resolución dictada en el procedimiento
respectivo, pudiendo reclamarse en la misma demanda las demás
violaciones cometidas durante ese procedimiento, que hubieren
dejado sin defensa al quejoso.

Tratándose de remates, sólo podrá promoverse el juicio contra la


resolución definitiva en que se aprueben o desaprueben.

Entre las autoridades jurisdiccionales, encontramos a los tribunales judiciales (los


auténticos órganos de dicción del Derecho) (sean federales o locales, civiles, penales,
familiares, etcétera); a los administrativos (como es el caso del Tribunal federal de
Justicia Administrativa y fiscal); y los tribunales laborales (encontrando aquí al
tribunal Federal de conciliación y Arbitraje, las Juntas de Conciliación y Arbitraje.

Actos fuera del Juicio. Entendidos como los actos a los que dan nacimiento los
tribunales, cuando no desarrollan una tarea propiamente jurisdiccional (de dicción del
Derecho). Así por ejemplo, se tiene a la jurisdicción voluntaria o a los procedimientos
paraprocesales en materia laboral, en que al desahogar las conductas que la ley
impone a los jueces (lato sensu), no se está dirimiendo una contienda o controversia
jurisdiccional.

Actos después de concluido el juicio. Se entiende a todas las resoluciones que


derivan de la ejecución de la sentencia dictada en el proceso respectivo, ya que el
juicio es el conjunto de actos relacionados entre si u que se presentan
cronológicamente conforme a los mandatos legales, que inician con una demanda y
terminan con una sentencia (en materia penal inician con el auto de formal prisión y
concluyen con una sentencia). Debe subrayarse que la sentencia definitiva y
ejecutoria es al resolución o acto procesal que da por terminado el juicio, ya que el
objetivo que persiguió el actor, fue el que se dijera el Derecho entre partes, para

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 43 de 84


deducir los intereses de quienes en ese juicio participación, a mayor abundamiento, la
función del juez es la dicción del Derecho (iuris dictio), lo cual se cumple cuando el
juzgador dirime la controversia, desarrollándose esta tarea pública al momento de
dictar la sentencia definitiva y que tenga la condición de cosa juzgada y sentencia
ejecutoria.

Si se considera que un juicio es la concatenación de actos tendientes a dirimir una


controversia, se debe concluir que los actos que se ejecuten o emitan para dar
cumplimiento a la sentencia dictada dentro de dicho juicio, son propiamente actos
autoridad después de concluido el juicio.

1.- En su segundo párrafo, hace referencia a los actos derivados del incidente
de cumplimiento o ejecución de la sentencia.
2.- En el último párrafo habla de los actos derivados del remate.

Se concluye que los actos después de concluido, son actos dictados con posterioridad
a que la sentencia ha causado estado (sentencia ejecutoria), como es el caso de los
actos de ejecución de una sentencia y los autos propios del remate.

Cuando de amparo se impugne contra los actos después de concluido el juicio, la


demanda debe enderezarse precisamente contra la resolución definitiva del incidente
de ejecución o contra la que apruebe el remate, según sea el caso:

a) Las violaciones procedimentales (violaciones durante la secuela del


procedimiento de ejecución); y,
b) Los vicios de fondo (los habidos en la resolución última, o sea, la sentencia
interlocutoria en que se ordena la ejecución de la sentencia).

En esas condiciones, si en el trámite del incidente no se respetó alguna formalidad


esencial del procedimiento, esa violación de garantías será materia de impugnación al
momento de promover la demanda de amparo contra la sentencia interlocutoria, sin
que quepa el juicio de amparo cada acto procesal del juez en controversia que emane
del referido incidente. Esta situación toma su forma del juicio de amparo directo, en
que también se atacan violaciones procesales y las violaciones que se hayan cometido
en la sentencia definitiva misma.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 44 de 84


Jurisprudencias aplicables
Es verdad que la regla general que contempla el artículo 114, fracción III, de la Ley
de Amparo establece que el amparo se pedirá ante el Juez de Distrito contra actos de
tribunales judiciales, administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio o después
de concluido y que si se trata de actos de ejecución de sentencia sólo podrá
promoverse contra la última resolución dictada en el procedimiento respectivo,
pudiendo reclamarse en la misma demanda las demás violaciones cometidas durante
ese procedimiento que hubieren dejado sin defensa al quejoso; sin embargo, también
es verdad que esta regla general sufre una excepción, esto es, cuando se reclama un
acto no con el propósito de entorpecer ese procedimiento de ejecución.

En este sentido, si por una parte, se tiene que el procedimiento de ejecución de


sentencia inicia una vez que el juicio ha concluido por sentencia definitiva y se integra
por el mandamiento en el que el Juez ordena requerir al demandado que cumpla con
la obligación establecida en la condena, en el caso de obligaciones de dar, la negativa
de efectuar el pago motiva el embargo de bienes, su avalúo, la publicación de edictos
para convocar postores y las audiencias de almoneda para concluir con la sentencia
que aprueba el remate y, por otra parte, se tiene que en el caso, las propias constancias
informantes del juicio de garantías evidencian que dentro del procedimiento de
ejecución derivado del juicio ordinario mercantil de donde emerge el acto reclamado,
el remate quedó fincado y el inmueble rematado fue adjudicado en favor de la
institución crediticia actora en el juicio, señalada tercero perjudicada, es entonces
inconcuso que dicho procedimiento de ejecución quedó concluido en sus fases y,
siendo esto así, no es jurídicamente válido sobreseer en el juicio so pretexto de que el
quejoso, aquí agraviado, no esperó la emisión de la última resolución en dicha fase,
cuando es claro que el mencionado periodo quedó totalmente culminado.

De manera que habrá de sostenerse que el acto reclamado en realidad emana de un


procedimiento autónomo, puesto que al través del reconocimiento de no adeudo
perseguido con base en el incidente no especificado intentado por la parte quejosa, lo
que se busca es obtener una resolución de índole meramente declarativo, pero de
ninguna manera se busca retardar el cumplimiento de la sentencia ejecutoria,
sencillamente porque el procedimiento de ejecución correspondiente ha quedado
concluido; de ahí que no pueda cobrar vida la causal de improcedencia prevista en la

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 45 de 84


fracción XVIII del artículo 73, en relación con la diversa fracción III del numeral 114,
ambos de la Ley de Amparo.

Amparo indirecto. Su procedencia no depende del dictado de la última resolución


dentro del procedimiento de ejecución, si éste ha concluido. No. Registro: 183,348
Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVIII,
Septiembre de 2003 Tesis: XVI.5o.11 C Página: 1346

El artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo contiene dos hipótesis derivadas de
lo dispuesto en los párrafos segundo y tercero de dicha fracción; en el primer supuesto,
por regla general, el procedimiento de ejecución de sentencia inicia después de que
causa ejecutoria ésta y culmina con la emisión del auto que reconoce de manera
expresa o tácita el cumplimiento total de la sentencia, o bien, declare la imposibilidad
material o jurídica para darle cumplimiento; en el segundo, la resolución definitiva o
última resolución es aquella en la que se apruebe o desapruebe el remate. Cabe
precisar que, incluso, dentro del procedimiento general de ejecución de sentencias,
surgen otros procedimientos derivados del mismo, en que pudiera llegarse también al
remate; en cualquier caso, tratándose de éste, la "última resolución" es en la que se
aprueba y, con base en ello, el bien es adjudicado. De modo que los demás actos que
se dicten con posterioridad a esa resolución a consecuencia de aquél deben
considerarse, aunque tengan el mismo fin, como autónomos y, por tanto, factibles de
impugnación en la vía de amparo indirecto por sus vicios propios; sin que pueda
decirse que se trata de actos en ejecución de sentencia respecto de los cuales deba
esperarse el dictado de la "última resolución" pues ésta ya fue emitida.

Amparo indirecto. Procede contra actos dictados con posterioridad a la emisión de la


"última resolución" en el procedimiento de ejecución de sentencia. No. Registro:
183,937 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Julio de 2003 Tesis: VII.3o.C. J/4 Página: 804

Si se toma en consideración que de conformidad con lo dispuesto en los artículos 44,


46 y 158 de la Ley de Amparo, un juicio puede terminar ya sea mediante sentencia
definitiva, o bien, mediante resolución que le ponga fin, entendiendo por la primera
aquella que decide el juicio en lo principal y respecto de la cual las leyes comunes no
concedan recurso ordinario alguno por virtud del cual pueda ser modificada o

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 46 de 84


revocada y, por la segunda, aquella que sin decidir el juicio en lo principal, lo da por
concluido y respecto de la cual las leyes comunes tampoco conceden recurso
ordinario alguno, y que contra tales resoluciones procede el juicio de amparo directo,
es inconcuso que el auto que declara ejecutoriada una sentencia, al ser un acto que se
dicta después de concluido el juicio, no es susceptible de impugnarse a través de
dicho medio de defensa extraordinario, sino por la vía de amparo indirecto, de
conformidad con el artículo 114, fracción III, de la ley de la materia que dispone que
esta vía procede contra actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo
ejecutados fuera de juicio o después de concluido. Lo anterior es así, porque si bien el
citado auto dota a la sentencia de su carácter definitivo cuando informa a las partes
contendientes que su plazo para interponer los recursos ordinarios de defensa
previstos por la ley ha fenecido, no constituye en sí una sentencia definitiva y
tampoco puede ser considerado como una resolución que ponga fin al juicio, puesto
que en dicho auto no se determina obstáculo alguno que haga imposible pronunciarse
en cuanto al fondo del asunto, esto es, se trata de un acto de naturaleza informativa
que se dicta después de concluido el juicio, lo que se confirma con el hecho de que la
terminación de éste no depende de la declaración de que la sentencia ha causado
ejecutoria, sino de la circunstancia de que exista un pronunciamiento de fondo que
haya puesto fin al litigio planteado por las partes, o una imposibilidad para ello.

Sentencia. El auto que la declara ejecutoriada es impugnable a través del juicio de


amparo indirecto, por tratarse de un acto dictado después de concluido el juicio. No.
Registro: 188,356 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIV,
Noviembre de 2001 Tesis: 1a./J. 83/2001 Página: 21

Para determinar si un acto tiene efectos meramente procesales, en tanto que la


afectación a la esfera jurídica del gobernado podría desaparecer con el dictado de un
fallo favorable a sus intereses, debe tomarse en consideración si efectivamente habrá
de dictarse sentencia en el juicio, ya que si en el caso concreto, antes de que tuviera
lugar el acto reclamado, se celebró un convenio de transacción entre las partes que
dirimió la controversia y que impide el dictado de una sentencia definitiva que pueda
ser reclamada en amparo directo, entonces se está frente a la hipótesis de procedencia
del juicio de garantías por la vía indirecta, prevista en el artículo 114, fracción III, de
la Ley de Amparo, por tratarse de un acto dictado después de concluido el juicio.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 47 de 84


Actos reparables en sentencia, para determinar la improcedencia del amparo indirecto
tratándose de, debe considerarse si habrá de dictarse el fallo. No. Registro: 184,231
Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Junio
de 2003 Tesis: VI.2o.C.171 K Página: 912

El juicio de amparo es improcedente contra la interlocutoria que declara infundado el


incidente de nulidad de notificaciones que se ventiló en el periodo de ejecución de
sentencia; ello, en virtud de que el resultado del incidente trae como consecuencia que
siga el trámite de la ejecución, y la voluntad del legislador al crear la fracción III del
artículo 114 de la Ley de Amparo, fue evitar el abuso del juicio de garantías y que no
se impida la materialización de los trámites de ejecución en un juicio en el que el
quejoso fue oído y vencido con las formalidades que prevé el artículo 14
constitucional. En consecuencia, el amparo procede hasta que se dicte la última
resolución en el periodo ejecutivo, y en los conceptos de violación se podrán alegar
las violaciones que considere se cometieron en el trámite del citado incidente de
nulidad de notificaciones, o bien, en la resolución que recayó al mismo.

Amparo improcedente. Lo es cuando el incidente de nulidad de notificaciones se


declara infundado y se tramitó dentro del procedimiento de ejecución de sentencia, sin
que la interlocutoria que le pone fin sea la última resolución en la etapa de ejecución.
No. Registro: 184,223 Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XVII, Junio de 2003 Tesis: XVI.3o.2 K Página: 917

La interpretación literal, sistemática y teleológica de lo dispuesto en los artículos 107,


fracción III, inciso a), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y
161 de la Ley de Amparo, permite concluir que la excepción al principio de
definitividad que dichas normas establecen, procede exclusivamente cuando en
amparo directo en materia civil, se impugnen sentencias definitivas o resoluciones que
pongan fin al juicio, por violaciones a las leyes del procedimiento que afecten las
defensas del quejoso, siempre que dichas sentencias se hayan dictado en controversias
relativas al estado civil o que afecten al orden y estabilidad de la familia o a menores
o incapaces.

Ahora bien, si se toma en consideración que sólo en este caso específico y respecto de
la referida vía de amparo, el interesado queda eximido de preparar el juicio de amparo,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 48 de 84


resulta inconcuso que no puede hacerse extensiva la citada excepción a los casos en
los que por la diversa vía del amparo indirecto se impugnen actos de tribunales civiles
ejecutados fuera de juicio o después de concluido, no obstante que se trate de
controversias del estado civil o de actos que pudieran afectar al orden y estabilidad de
la familia o a menores o incapaces, pues del contenido textual y de la interpretación
de los mencionados preceptos legales se infiere que fue voluntad del Constituyente
Reformador y del legislador ordinario, que la excepción en cita procediera
exclusivamente en vía de amparo directo. Lo anterior se confirma con la
interpretación de lo establecido respecto al juicio de amparo indirecto, en el inciso b)
de la fracción III del señalado precepto constitucional y en el artículo 114, fracción III,
de la Ley de Amparo, así como por el hecho de que por la propia naturaleza
procedimental de esta vía, no se requiere de actos procesales tendientes a su
preparación.

Definitividad en el juicio de amparo. La excepción a este principio sólo procede


respecto de violaciones a las leyes del procedimiento impugnables en la vía directa,
tratándose de controversias que afecten al estado civil, al orden y estabilidad de la
familia o a menores o incapaces. No. Registro: 189,125 Jurisprudencia
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta Tomo: XIV, Agosto de 2001 Tesis: 1a./J. 41/2001 Página:
101

De una interpretación sistemática e integral de lo dispuesto en las fracciones II, III y


IV del artículo 114 de la Ley de Amparo, se advierte que el desechamiento de pruebas
dentro de un incidente cuya interlocutoria es susceptible de impugnarse en amparo
indirecto, por regla general, se considera una violación intraprocesal que puede ser
combatida hasta que se promueva el juicio de amparo biinstancial en contra de dicha
interlocutoria. Ello es así, porque las fracciones II y III del precepto citado admiten la
posibilidad de que las violaciones cometidas en un procedimiento, sean reclamables
en el amparo que se promueva en contra de la resolución final que se dicte en ese
procedimiento, incluso, la fracción últimamente señalada, hace referencia a los actos
de ejecución de sentencia y a los remates, cuyo trámite generalmente se efectúa en
forma de incidente. De modo que si en el amparo indirecto pueden reclamarse las
violaciones procesales cometidas dentro de un incidente tramitado fuera de juicio o
después de concluido al impugnarse la resolución que lo decida, la misma razón debe
regir para aquellos amparos que se promuevan en contra de resoluciones incidentales
dictadas dentro de un juicio.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 49 de 84


Amparo indirecto. El desechamiento de pruebas dentro de un incidente cuya
interlocutoria es susceptible de impugnarse en esa vía, debe reclamarse hasta el
pronunciamiento de aquélla. No. Registro: 190,037 Jurisprudencia Materia(s):Común
Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIII, Abril de 2001 Tesis: P./J. 38/2001 Página: 5

Cuando lo que perjudica a una de las partes en el juicio laboral es la aclaración del
laudo, procede el juicio de amparo indirecto en términos de lo establecido en la
fracción III del artículo 114 de la Ley de Amparo, pues se está en el supuesto de un
acto emitido después de concluido el juicio, ya que no es parte integrante del laudo
conforme al texto del artículo 847 de la Ley Federal del Trabajo, ni es una resolución
que ponga fin al juicio, toda vez que el artículo 837, fracción III, de la propia ley
laboral, establece que el laudo es la resolución que decide el fondo del conflicto.

Aclaración del laudo. Cuando se tiene únicamente a ese acto como reclamado, procede
el juicio de amparo indirecto en su contra. No. Registro: 180,739 Tesis aislada
Materia(s):Laboral Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Septiembre de
2004 Tesis: II.T.263 L Página: 1713

Si en ejecución de sentencia, en la tramitación de un incidente que culmina con una


interlocutoria, susceptible de ser reclamada en amparo indirecto, se cometen
violaciones a las normas del procedimiento, el afectado puede reclamar éstas, junto
con dicha interlocutoria, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 114, fracción
III, segundo párrafo, de la Ley de Amparo, pudiéndose aplicar por analogía los
principios que rigen el juicio de amparo directo, contenidos en los numerales 158, 159,
160 y 161 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de nuestra Ley
Fundamental.

Violaciones al procedimiento en el incidente de ejecución de sentencia. Son


impugnables, junto con la interlocutoria que lo resuelve, en amparo indirecto. No.
Registro: 190,054 Jurisprudencia Materia(s):Civil, Común Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIII, Marzo de 2001 Tesis: I.6o.C. J/28 Página: 1696

La correcta y objetiva interpretación de los numerales 44, 46 y 158 de la Ley


Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Federal, conlleva a

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 50 de 84


determinar que el amparo directo procede únicamente respecto de sentencias
definitivas o laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por tribunales
judiciales, administrativos o del trabajo y respecto de las cuales la ley no prevea
recurso ordinario alguno por virtud del cual puedan ser modificadas o revocadas, de
donde se sigue que si en un asunto del orden civil el acto reclamado se hace consistir
en el acuerdo a través del cual la autoridad responsable decreta la deserción del
recurso de apelación interpuesto por el ahora quejoso contra la sentencia de primera
instancia que decidió el fondo sustancial, y a su vez la declara ejecutoriada, en ese
particular no se actualizan los supuestos de los preinvocados numerales 44, 46 y 158
de la Ley de Amparo, sino lo dispuesto por el artículo 114, fracción III, de la ley de la
materia, el cual prevé que: "El amparo se pedirá ante el Juez de Distrito: ... III. Contra
actos de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo ejecutados fuera de juicio
o después de concluido ...", por lo que si ello es así, entonces la competencia para
conocer de la demanda de garantías de que se trata indiscutiblemente radica en un
Juzgado de Distrito.

Amparo indirecto. Procede contra el acuerdo que decreta la deserción del recurso de
apelación, y a su vez declara ejecutoriada la sentencia inicial combatida, en términos
del artículo 114, fracción III, de la ley de amparo. No. Registro: 180,961 Tesis aislada
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Agosto de 2004 Tesis:
II.2o.C.464 C Página: 1548

El procedimiento incidental en que se solicita la rendición de cuentas sobre la


administración de la sociedad conyugal, promovido una vez que se ha decretado
judicialmente su disolución en un juicio de divorcio, no forma parte de la etapa de
liquidación de sentencia, en virtud de que no se endereza directamente a obtener su
ejecución, y sí de un procedimiento autónomo cuya finalidad no es la de ejecutar la
sentencia pronunciada en el juicio natural, sino la de obtener información acerca del
estado que guardan los negocios sociales. Por tanto, la resolución que en definitiva
desecha esta incidencia es reclamable en amparo indirecto, de conformidad con la
regla de procedencia del artículo 114, fracción III, párrafo primero, de la ley
reglamentaria del juicio de garantías, por tratarse de un acto emitido por la autoridad
jurisdiccional después de concluido el juicio.

Sociedad conyugal. La resolución que desecha el incidente de rendición de cuentas una


vez decretada su disolución en un procedimiento de divorcio es reclamable en amparo

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 51 de 84


indirecto. No. Registro: 180,778 Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XX, Agosto de 2004 Tesis: VI.2o.C.393 C Página: 1685

De conformidad con lo dispuesto por el artículo 114, fracción III, de la Ley


Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución Federal, procede el
amparo indirecto contra los actos de tribunales judiciales, administrativos o del
trabajo ejecutados fuera de juicio o después de concluido; estableciendo el último
párrafo de la fracción citada que tratándose de remates sólo podrá promoverse el
juicio contra la resolución definitiva en que se apruebe o desapruebe; lo que implica
que pueden plantearse en la demanda todas las violaciones cometidas durante el
procedimiento respectivo. En esa virtud, aunque el juicio de amparo se promueva
después de que se hubiera decretado el remate, si se reclaman únicamente violaciones
cometidas durante el procedimiento correspondiente, no así la resolución por la que se
aprobó o desaprobó el remate, dicho juicio resulta improcedente.

Amparo indirecto. Es improcedente contra las violaciones cometidas durante el


procedimiento de remate si no se reclama la resolución que lo aprueba o desaprueba.
No. Registro: 182,490 Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIX, Enero de 2004 Tesis: VI.3o.C.19 K Página: 1444

El artículo 114, fracción III, de la Ley de Amparo establece que el juicio de amparo
indirecto, tratándose de actos de ejecución de sentencia, puede promoverse contra la
última resolución dictada en dicho procedimiento, pudiendo reclamarse en la
demanda las demás violaciones cometidas durante el mismo que, en su caso, hubieran
dejado sin defensa al quejoso; empero, debe considerarse como una excepción a la
regla anterior, cuando aquellos actos tienen sobre las personas o las cosas una
ejecución de imposible reparación, como lo es el embargo de cuentas bancarias del
ejecutado decretado en el procedimiento de ejecución de una sentencia dictada en un
juicio ordinario mercantil, porque dicho embargo origina una obligación distinta a lo
resuelto en el juicio natural que tiende a privar al quejoso de su derecho de disponer
libremente de los fondos de la cuenta bancaria, lo que evidentemente no podría ser
reparado con alguna actuación posterior, aun cuando resultara improcedente el
incidente de ejecución respectivo, dado que ya no podrá ser restituido del tiempo que
duró el congelamiento de sus cuentas, ni del perjuicio resentido por la imposibilidad
de utilizarlas en su beneficio o por su actividad comercial.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 52 de 84


Embargo de cuenta bancaria en el procedimiento de ejecución de sentencia. Constituye
un acto de imposible reparación que hace procedente el amparo indirecto (excepción a
la regla establecida en la fracción III del artículo 114 de la ley reglamentaria de los
artículos 103 y 107 constitucionales). No. Registro: 183,549 Tesis aislada
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVIII, Agosto de 2003 Tesis:
I.11o.C.74 C Página: 1742

IIV
V..-- A
Ammppaarroo ccoonnttrraa aaccttooss ddee eejjeeccuucciióónn ddee iim
mppoossiibbllee rreeppaarraacciióónn..
IV.-Contra actos en el juicio que tengan sobre las personas o las
cosas una ejecución que sea de imposible reparación;

Para determinar cuándo se trata de actos que por sus consecuencias dentro del juicio
son de imposible reparación, según los artículos 107, fracción III, inciso b), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV, de la Ley
de Amparo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado dos criterios
orientadores para determinar la procedencia o improcedencia del juicio de amparo
indirecto, a saber:

Como regla general, los actos procesales tienen una ejecución de imposible
reparación cuando sus consecuencias afectan de manera directa e inmediata
alguno de los derechos sustantivos previstos en la Constitución Federal, ya que
la afectación no podría repararse aun obteniendo sentencia favorable en el
juicio, por haberse consumado irreversiblemente la violación de la garantía
individual de que se trate;
Cuando sus consecuencias afectan a las partes en grado predominante o
superior. Lo cual sucede, por regla general, cuando concurren circunstancias de
gran trascendencia que implican una situación relevante para el procedimiento,
de cuya decisión depende la suerte de todo el juicio natural, bien para asegurar
la continuación de su trámite con respeto a las garantías procesales esenciales
del quejoso, o bien porque conlleve la posibilidad de evitar el desarrollo ocioso
e innecesario del procedimiento. Debiendo resaltarse que siendo la regla
general que las violaciones procesales dentro del juicio se reclamen junto con

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 53 de 84


la sentencia definitiva en amparo directo, es lógico que aquellas que sean
impugnables en amparo indirecto tengan carácter excepcional.

De no actualizarse ninguno de estos supuestos, en el orden previsto, será


improcedente el juicio de amparo indirecto y el gobernado deberá esperar hasta que
se dicte la sentencia de fondo para controvertir la posible violación cometida a través
del juicio de amparo directo, según lo dispuesto en los artículos 158, 159 y 161 de la
Ley de Amparo.

Dado que para hacer procedente al amparo con base en esta fracción, se requiere que
el promovente del mismo demuestre la existencia de un acto judicial (resolución) que
tenga consecuencias de imposible reparación. Se dice que un acto es de imposible
reparación cuando se dicte una resolución que de llegar a consumarse haría imposible
que en la sentencia de ese proceso se repusiera el agraviado en un derecho de fondo
que fue desconocido con motivo de la substanciación de un juicio, es decir, que al
momento de dictarse la sentencia definitiva en el amparo no se pueda reponer el
procedimiento, ya que dicho acto no es revisable en la sentencia pues se ha
consumado durante la tramitación del juicio, sin que haya un recurso ordinario para
impugnarlo.

El poder Judicial de la federación, a través de la Suprema Corte de Justicia y de los


tribunales Colegiados de Circuito, ha sustentado que los actos de ejecución de
imposible reparación son aquellos que afectan o lesionan los derechos fundamentales
del hombre, tales como la vida, la libertad y la propiedad, condicionando a que esos
derechos se regulen por la ley sustantiva, no así la adjetiva, cuando sea menester que
se proteja al gobernado en esos derechos desde el momento mismo en que se dicte la
resolución judicial que atenta en contra de su patrimonio.
Los actos de ejecución de imposible reparación son todos aquellos que lesionan los
derechos sustantivos, no así los procesales como el ofrecimiento de pruebas o los
incidentes de nulidad de actuaciones, verbigracia.

Jurisprudencias aplicables
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al analizar actos procesales
que afectan a las partes en el juicio en grado predominante o superior, ha establecido,
implícitamente, un criterio orientador para decidir cuándo revisten tales matices y se
tornan de ejecución irreparable, en términos del artículo 114, fracción IV, de la Ley

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 54 de 84


de Amparo, lo cual sucede, por regla general, cuando concurren circunstancias de
gran trascendencia que implican una situación relevante para el procedimiento, de
cuya decisión depende la suerte de todo el juicio natural, bien para asegurar la
continuación de su trámite con respeto a las garantías procesales esenciales del
quejoso, o bien porque conlleve la posibilidad de evitar el desarrollo ocioso e
innecesario del procedimiento, debiendo resaltarse que siendo la regla general que las
violaciones procesales dentro del juicio se reclamen junto con la sentencia definitiva
en amparo directo, es lógico que aquellas que sean impugnables en amparo indirecto
tengan carácter excepcional. Estas bases primarias para determinar los actos
procesales que afectan a las partes en el juicio en grado predominante o superior,
requieren que se satisfagan íntegramente, sin desdoro del prudente arbitrio del
juzgador para advertir similares actos de esa naturaleza que puedan alcanzar una
afectación exorbitante hacia el particular dentro del juicio.

Violaciones procesales dentro del juicio que afectan a las partes en grado
predominante o superior. Notas distintivas. No. Registro: 180,217 Tesis aislada
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XX, Octubre de 2004 Tesis: P. LVIII/2004 Página: 10

Para determinar cuándo se trata de actos que por sus consecuencias dentro del juicio
son de imposible reparación, según los artículos 107, fracción III, inciso b), de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV, de la Ley
de Amparo, el Tribunal en Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
partido de dos criterios orientadores para determinar la procedencia o improcedencia
del juicio de amparo indirecto, a saber: el primero, considerado como regla general,
dispone que los actos procesales tienen una ejecución de imposible reparación cuando
sus consecuencias afectan de manera directa e inmediata alguno de los derechos
sustantivos previstos en la Constitución Federal, ya que la afectación no podría
repararse aun obteniendo sentencia favorable en el juicio, por haberse consumado
irreversiblemente la violación de la garantía individual de que se trate; y el segundo,
considerado como complementario del anterior, establece que los actos procesales o
formales tienen una ejecución de imposible reparación cuando sus consecuencias
afectan a las partes en grado predominante o superior. De no actualizarse ninguno de
estos supuestos, en el orden previsto, será improcedente el juicio de amparo indirecto
y el gobernado deberá esperar hasta que se dicte la sentencia de fondo para

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 55 de 84


controvertir la posible violación cometida a través del juicio de amparo directo, según
lo dispuesto en los artículos 158, 159 y 161 de la Ley de Amparo.

Actos de ejecución irreparable. Criterios para determinar la procedencia o


improcedencia del juicio de amparo indirecto. No. Registro: 180,415 Tesis aislada
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XX, Octubre de 2004 Tesis: P. LVII/2004 Página: 9

Cuando el juicio de amparo es el único medio para combatir un acto de autoridad, no


por ello debe estimarse la procedencia de aquél, porque, en principio, debe atenderse a
si los actos de autoridad reclamados son de naturaleza irreparable, esto es, si revisten
la característica de que la afectación que producen dentro del procedimiento judicial
en el que fue emitido trasciende a los derechos fundamentales tutelados por las
garantías individuales (entre los que se encuentran la propiedad, la libertad, la vida, la
integridad personal, etcétera), y no que solamente tenga una consecuencia
simplemente procesal, para de ahí determinar la ejecución de imposible reparación a
que se refiere el artículo 114, fracción IV de la Ley de Amparo. Por lo tanto, no basta
que un determinado proveído y la posible violación que con él se cometa en juicio, ya
no sea materia de la sentencia que en dicho procedimiento se dicte, sino es necesario
además que tal cuestión afecte inmediata y directamente los derechos fundamentales,
que la Constitución General tutela en favor de los gobernados para que sea susceptible
de impugnación mediante el juicio de amparo indirecto.

Amparo indirecto. Procedencia del. Actos de naturaleza irreparable. No. Registro:


204,175 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Octubre de 1995 Tesis: IV.3o. J/9 Página: 333

Si el quejoso esgrime en sus conceptos de violación que el acto reclamado carece de


fundamentación, por lo que al transgredir la garantía de legalidad consagrada en el
artículo 14 constitucional se le afectan derechos sustantivos, debe determinarse que el
hecho de que la resolución reclamada no se encuentre debidamente fundada, no hace
procedente el amparo indirecto, acorde a lo dispuesto por el artículo 114, fracción IV,
de la ley de la materia, ya que tal precepto exige, para la procedencia de la acción
constitucional, que el acto se realice dentro del juicio y que tenga sobre las personas o
las cosas una ejecución de imposible reparación, esto es, sólo sería procedente el
amparo en esta vía, si se afectan de modo directo e inmediato derechos sustantivos del

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 56 de 84


gobernado, y las garantías individuales no son derechos sustantivos sino un
instrumento constitucional establecido para la salvaguarda de éstos.

Fundamentación y motivación, la garantía de, no es un derecho sustantivo. No.


Registro: 184,885 Tesis aislada Materia(s):Común Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XVII, Febrero de 2003 Tesis: VI.2o.C.165 K Página: 1064

La Suprema Corte ha establecido, al interpretar lo dispuesto en el artículo 114,


fracción IV, de la Ley de Amparo, que los actos en juicio tienen una ejecución de
imposible reparación y, por ende, que son susceptibles de impugnarse en amparo
indirecto, cuando de modo inmediato afectan derechos sustantivos consagrados en la
Constitución, pero que no son de imposible reparación y son impugnables en amparo
directo, cuando sólo afectan derechos adjetivos o formales. No obstante, aunque el
acuerdo que desecha parcialmente una demanda sin ulterior recurso se considera una
violación adjetiva o procesal, es reclamable en amparo indirecto, como excepción a la
regla general, porque afecta al actor en grado predominante o superior, pues el
desechamiento de las acciones, elementos o sujetos desorganiza y debilita lo
pretendido por el actor en su demanda, además de que dicho desechamiento parcial no
constituye un acto reparable con el hecho de obtener una sentencia condenatoria
favorable al propósito del demandante, ya que no resolverá sobre la acción no
admitida, por no haber sido parte de la litis.

Demanda. Su desechamiento parcial sin ulterior recurso, es reclamable en amparo


indirecto, por ser un acto de ejecución irreparable dentro del juicio. No. Registro:
186,601 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVI, Julio de 2002
Tesis: 2a./J. 55/2002 Página: 210

Con fundamento en lo dispuesto por el artículo 197 de la Ley de Amparo, el Tribunal


Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estima conveniente interrumpir y
modificar en la parte relativa, la jurisprudencia "AMPARO INDIRECTO, RESULTA
IMPROCEDENTE CONTRA LA RESOLUCIÓN QUE DESECHA LA
EXCEPCIÓN DE FALTA DE COMPETENCIA (INTERRUPCIÓN Y
MODIFICACIÓN EN LA PARTE RELATIVA, DE LA TESIS
JURISPRUDENCIAL NÚMERO 166, VISIBLE EN LAS PÁGINAS 297 Y 298,
SEGUNDA PARTE, DE LA COMPILACIÓN DE 1917 A 1988).", para sustentar

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 57 de 84


como nueva jurisprudencia, que conforme a la regla de procedencia del juicio de
amparo indirecto establecida en el artículo 107, fracción III, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con el artículo 114, fracción IV,
de la referida Ley de Amparo, el juicio constitucional indirecto es procedente, de
manera excepcional y aun tratándose de violaciones formales, adjetivas o procesales,
contra la resolución que desecha la excepción de incompetencia por declinatoria,
porque se considera que en esta resolución se afecta a las partes en grado
predominante o superior, ya que de ser fundada se deberá reponer el procedimiento, lo
que traería como consecuencia retardar la impartición de justicia contrariando el
espíritu del artículo 17 constitucional.

Amparo indirecto, resulta procedente contra la resolución que desecha la excepción de


falta de competencia. No. Registro: 183,349 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena
Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Septiembre de 2003 Tesis: P./J. 55/2003 Página: 5

El acuerdo del agente del Ministerio Público dictado en la etapa de averiguación


previa, en que niega decretar el aseguramiento de un documento privado (contrato de
compraventa), supuestamente celebrado entre el ofendido y el inculpado, del cual se
comprende e involucra la falsedad del mismo, cuyo aseguramiento solicitó el propio
ofendido con el objeto de que no se altere, destruya o desaparezca, supuesto que dicho
documento constituye el objeto directo del delito (despojo), es un acto que por su
naturaleza causa perjuicios irreparables al quejoso y, en consecuencia, en términos del
artículo 114, fracción IV, de la ley de la materia, es procedente el amparo indirecto,
toda vez que esa negativa contraviene lo dispuesto por los artículos 133 y 134 del
Código de Procedimientos Penales para el Estado de Jalisco, que constriñen a la
aludida representante social a asegurar los instrumentos del delito y las cosas objeto o
efecto de él para que no se alteren, destruyan o desaparezcan, pues de lo contrario,
esto es, de no asegurarlo y conservar su identidad, se correría el riesgo de que se
extraviara, destruyera o desapareciera, lo que traería serios perjuicios para el ofendido,
quien tendría interés de cuestionar su identidad o tildarlo de falso, máxime que
conforme a lo dispuesto por el artículo 10, fracción II, de la Ley de Amparo, el
ofendido o la víctima, entre otros actos, puede promover amparo contra los actos
surgidos dentro del procedimiento penal, relacionados directa o inmediatamente con
el aseguramiento del objeto del delito, y de acuerdo con el numeral 8o., fracción I, del

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 58 de 84


Código de Procedimientos Penales en mención, la averiguación previa constituye una
de las diversas etapas del procedimiento penal.

Acto de imposible reparación. Para efectos del amparo lo constituye la negativa del
agente del ministerio público a asegurar los instrumentos o cosas objeto o efecto del
delito (Legislación del Estado de Jalisco). No. Registro: 183,965 Tesis aislada
Materia(s):Penal Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVIII, Julio de 2003 Tesis:
III.2o.P.114 P Página: 998

El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis P.


CXXXIV/96, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo IV, noviembre de 1996, página 137, estableció que la
resolución que dirime la excepción de falta de personalidad en el actor es reclamable
en amparo indirecto, según lo previsto en el artículo 114, fracción IV, de la Ley de
Amparo. Aplicando analógicamente tal criterio, se concluye que la resolución que
confirma la negativa a decretar tal caducidad en juicios ordinarios es impugnable en
amparo indirecto, pues en ambos casos, de resultar fundados los planteamientos
relativos, sus efectos serán dar por terminado el juicio y, por tanto, que no se siga un
juicio innecesario, por lo que si se parte de la base de que donde existe la misma razón
debe aplicarse la misma disposición, resulta claro que, como excepción, el acto
intraprocesal referido genera una ejecución irreparable y, por ende, en su contra es
procedente el juicio de amparo indirecto.

Caducidad de la instancia. En juicios ordinarios. La resolución que confirma la


negativa a decretarla es impugnable en amparo indirecto. No. Registro: 186,654
Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Segunda Sala Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVI, Julio de 2002 Tesis:
2a./J. 68/2002 Página: 152

El auto o resolución que no admita la denuncia del juicio a terceros, para que les
perjudique la sentencia que en él se dicte, solicitada por la parte demandada al
contestar una demanda, es un acto dentro del juicio por emitirse en el curso del
procedimiento tramitado ante el Juez de los autos y cuya ejecución es de imposible
reparación al producir, de manera directa e inmediata, un grado extraordinario de
afectación a los derechos sustantivos tutelados por las garantías individuales, y a los
derechos fundamentales que a favor del peticionario de la denuncia consagran los

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 59 de 84


artículos 14 y 16 constitucionales, al privarle, pese a la existencia de una
litisconsorcio pasiva, al peticionario del derecho a denunciar el juicio a un tercero,
ocasionándole molestias sin causa legal, al tener que agotar, en su caso, todo un
proceso por todas sus instancias para obtener la admisión de la referida denuncia.
Además, se infringe su garantía individual y derecho fundamental a la administración
de justicia, consagrado en el artículo 17 constitucional; y, porque, la autoridad
jurisdiccional no puede revocar su determinación al pronunciar la sentencia con que
concluya el juicio; de ahí que, contra esa clase de determinaciones es procedente el
juicio de amparo indirecto, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 114,
fracción IV, de la Ley de Amparo.

Denuncia del juicio a terceros. El auto o resolución que niega su admisión, es un acto
de imposible reparación, contra el que procede el amparo indirecto. No. Registro:
190,379 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIII, Enero de 2001
Tesis: 1a./J. 39/2000 Página: 17

La razón medular que tuvo el legislador al establecer la regla de procedencia


contenida en el segundo párrafo de la fracción III del artículo 114 de la Ley de
Amparo -relativa a que tratándose de actos dictados dentro del procedimiento de
ejecución de sentencia el amparo sólo procede en contra de la resolución que pone fin
a dicho procedimiento, pudiéndose reclamar en la demanda las violaciones cometidas
durante éste, que hubieren dejado sin defensa al quejoso-, fue evitar que con motivo
de la promoción del juicio de garantías se entorpeciera o retardara la ejecución de una
sentencia definitiva, cuyo cumplimiento es una cuestión de orden público. Por tal
motivo, el hecho de que la promoción del amparo contra actos dictados dentro del
procedimiento referido se haya hecho por la parte vencedora en el juicio natural
constituye una cuestión que debe considerarse irrelevante para efectos de determinar
el alcance de la indicada regla de procedencia, en virtud de que ello en nada altera la
circunstancia de que mediante dicha acción se entorpezca la ejecución de la sentencia,
que es precisamente lo que el legislador pretendió evitar con la disposición
mencionada.

Ejecución de sentencia. Es improcedente el amparo indirecto entablado contra actos


dictados dentro del procedimiento relativo, aun cuando sea promovido por la parte
vencedora en el juicio natural. No. Registro: 181,144 Jurisprudencia
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Primera Sala Fuente: Semanario Judicial

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 60 de 84


de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Julio de 2004 Tesis: 1a./J. 36/2004 Página:
75

La jurisprudencia por contradicción de tesis número 4/2001, dispone que entre los
actos procesales que se consideran como de imposible reparación se encuentra la
resolución de la alzada que confirma la de primera instancia que desestima el
incidente de falta de personalidad que se oponga por la parte demandada contra quien
comparece como representante del actor y, para ello, se consideró la extrema
gravedad de los efectos de la violación, su trascendencia específica y los alcances
vinculatorios de la sentencia que llegara a conceder el amparo.

Asimismo, se estimó que dicha determinación se considere como de imposible


reparación, en virtud de que en caso de resultar fundada daría lugar a la terminación
del procedimiento y que, por ende, no se tramitara innecesariamente el mismo. Ahora
bien, el artículo 851 del anterior Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
México, vigente hasta el quince de julio de dos mil dos, concede al demandado en un
juicio especial de desahucio el derecho relativo a que mediante la consignación de las
pensiones rentísticas que se le reclamen, el Juez que conoce del procedimiento de
desahucio dé por terminada la providencia de lanzamiento.

Así, la violación a esta norma procesal constituye, en términos del artículo 114,
fracción IV, de la Ley de Amparo, un acto dictado en el juicio que tiene sobre las
personas o las cosas una ejecución de imposible reparación; ello porque aun cuando el
demandado obtenga sentencia favorable en dicho procedimiento, la falta de
levantamiento de la providencia de lanzamiento desde que consigna las rentas trae
como consecuencia para el enjuiciado la obligación de continuar un juicio que debió
concluir desde la fecha en que se realizó tal consignación y, por consiguiente, se
actualiza la afectación irreparable de aquel derecho que debió respetársele desde que
hizo tal consignación.

Lanzamiento, la negativa a decretar el levantamiento de la providencia de, en el juicio


especial de desahucio, constituye un acto de imposible reparación reclamable en
amparo indirecto. No. Registro: 183,505 Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XVIII, Agosto de 2003 Tesis: II.2o.C.421 C Página:
1775

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 61 de 84


El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció en la tesis de
jurisprudencia P./J. 24/92, visible en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Octava Época, Número 56, agosto de 1992, página 11, que los actos en el
juicio que tengan sobre las personas o las cosas una ejecución de imposible reparación,
son impugnables ante el Juez de Distrito en términos de lo dispuesto por el artículo
114, fracción IV, de la Ley de Amparo, debiéndose entender que producen "ejecución
irreparable" los actos dentro del juicio, sólo cuando afectan de modo directo e
inmediato derechos sustantivos consagrados en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, y nunca en los casos en que sólo afectan derechos adjetivos o
procesales. Por otra parte, el propio Tribunal Pleno precisó en la jurisprudencia P./J.
113/2001 publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XIV, septiembre de 2001, página 5, que el artículo 17 constitucional
garantiza a favor de los gobernados el disfrute de diversos derechos, entre los que se
encuentra el acceso efectivo a la administración de justicia, la cual debe impartirse de
manera pronta y expedita mediante el cumplimiento por parte de la autoridad
jurisdiccional de los plazos y términos dispuestos por la ley.

En ese orden, la omisión de pronunciar el laudo, a pesar de haber transcurrido el plazo


previsto en los artículos 885 a 887 y 889 de la Ley Federal del Trabajo, constituye una
paralización del procedimiento laboral, que evidencia la existencia de una violación
que incide en la esfera jurídica del particular de manera irreparable, pues con ello se
difiere la resolución del juicio, aun cuando el laudo que en el fondo del asunto llegare
a emitirse resultara favorable a sus intereses, ya que la violación a la garantía
individual no podría ser remediada ante la imposibilidad material de retrotraer el
tiempo y, por ende, la vía para la impugnación de aquella omisión es el amparo
indirecto, en términos de lo dispuesto por el artículo 114, fracción IV, de la Ley de
Amparo, pues el efecto vinculatorio de la sentencia concesoria será obligar a la Junta
a obrar en el sentido de respetar la garantía violada emitiendo el laudo relativo.

Laudo. La omisión de su dictado, a pesar de haber transcurrido el plazo legal para ello,
es un acto de imposible reparación impugnable en amparo indirecto. No. Registro:
182,160 Jurisprudencia Materia(s):Laboral Novena Época Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Febrero de 2004
Tesis: 2a./J. 8/2004 Página: 226

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 62 de 84


Si se combate en amparo la negativa de la Junta responsable de fijar nueva fecha para
la reinstalación del trabajador, motivada por su incomparecencia en la primera fecha
señalada para tal efecto, debe estimarse que tal violación no encuadra en alguna de las
hipótesis previstas en el artículo 159 de la Ley de Amparo, pues la Ley Federal del
Trabajo no contiene disposición alguna que regule la figura del ofrecimiento de
trabajo, ya que ésta deriva de la jurisprudencia número 158, sustentada por la anterior
Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo V, Materia del Trabajo, página
107, con el rubro: "DESPIDO, NEGATIVA DEL, Y OFRECIMIENTO DEL
TRABAJO. REVERSIÓN DE LA CARGA DE LA PRUEBA.". En consecuencia, la
negativa de señalamiento de nueva fecha para que se realice la reinstalación, con
todas sus consecuencias, debe ser impugnada mediante juicio de amparo indirecto,
por constituir un acto dictado dentro del procedimiento que es de imposible
reparación, en términos del artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.

Reinstalación. En contra de la negativa de la junta responsable de fijar nueva fecha


para que aquélla se lleve a cabo, motivada por la incomparecencia del trabajador en
la primera fecha señalada para tal efecto, procede el juicio de amparo indirecto. No.
Registro: 180,498 Tesis aislada Materia(s):Laboral Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XX, Septiembre de 2004 Tesis: I.6o.T.43 L Página: 1850

El artículo 114 de la Ley de Amparo, en su fracción IV, previene que procede el


amparo ante el Juez de Distrito contra actos en el juicio que tengan sobre las personas
o las cosas una ejecución que sea de imposible reparación. Atento lo anterior, la
negativa por parte del tribunal responsable de inscribir la demanda en forma
preventiva en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, es un acto que no
tiene sobre las personas o las cosas una ejecución irreparable, en virtud de que es un
acto intraprocesal dictado en el juicio ordinario respectivo, por no afectar de modo
directo e inmediato algún derecho sustantivo consagrado en la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, por medio de las garantías individuales, por tanto,
dicha negativa de inscripción, al constituir una simple determinación de trámite
emitida en el juicio natural y no tener sobre las personas o las cosas una ejecución de
imposible reparación en términos de lo dispuesto por el artículo citado, se actualiza la
causal de improcedencia prevista en el numeral 73, fracción XVIII, de la citada ley y,

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 63 de 84


por ende, el sobreseimiento en el juicio de garantías en términos de lo establecido por
el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo.

Acto de imposible reparación. Para efectos del amparo no lo constituye la negativa del
tribunal responsable de inscribir preventivamente la demanda en el registro público de
la propiedad y del comercio, por no afectar de modo directo e inmediato derechos
sustantivos. No. Registro: 181,394 Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Junio de 2004 Tesis: XV.3o.5 C Página: 1405

De conformidad con el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, interpretado a


contrario sensu, el juicio de amparo indirecto resulta improcedente contra los actos en
el juicio que no tengan sobre las personas o las cosas una ejecución que sea de
imposible reparación; sin embargo, por similitud jurídica procesal, es también
aplicable dicha disposición legal, en ese sentido, cuando el acto reclamado lo
constituye el auto que únicamente admite a trámite las diligencias de medios
preparatorios a juicio, mediante el cual se ordene notificar personalmente a la parte
inconforme para que comparezca al juzgado a absolver posiciones, con el
apercibimiento de declararla confesa de las que previamente sean calificadas de
legales, en caso de no comparecer, pues no es un acto que lleve en sí mismo una
ejecución de imposible reparación, toda vez que no le causa algún daño jurídico que
no sea reparable, que produzca afectación directa e inmediata en sus derechos
sustantivos protegidos por las garantías constitucionales, y cualquier afectación que
pudiera resentir, dependerá de actuaciones posteriores que se deben verificar dentro
de esas mismas diligencias.

Improcedencia del amparo indirecto, contra el auto que admite a trámite las
diligencias de medios preparatorios a juicio. No. Registro: 181,326 Tesis aislada
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Junio de 2004 Tesis:
I.7o.C.14 K Página: 1445

El Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis de


jurisprudencia P./J. 55/2003, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII, septiembre de 2003, página 5, estableció que la
resolución que desecha la excepción de falta de competencia es reclamable en amparo
indirecto, según lo previsto en el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo. En

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 64 de 84


consecuencia, aplicando analógicamente tal criterio, se concluye que la resolución que
declara fundada la excepción de mérito es impugnable también en amparo indirecto,
pues en ambos casos, de resultar fundados los planteamientos relativos, sus efectos
serán reponer el procedimiento y, por tanto, traería como consecuencia retardar la
impartición de justicia, contrariando el espíritu del artículo 17 constitucional, por lo
que si se parte de la base de que donde existe la misma razón debe aplicarse la misma
disposición, resulta claro que, como excepción, el acto intraprocesal referido genera
una ejecución irreparable y, por ende, en su contra es procedente el juicio de amparo
indirecto.

Excepción de falta de competencia. La resolución que la declara fundada es


impugnable en amparo indirecto. No. Registro: 180,351 Tesis aislada
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Octubre de 2004 Tesis:
X.1o.27 K Página: 2343

Las medidas cautelares de obra nueva y daño temido decretadas no son de los actos de
ejecución irreparable a que se refiere el artículo 114, fracción III, de la Ley de
Amparo, para que proceda el juicio de garantías en la vía indirecta, porque la
sentencia que decida la controversia resolverá si deben o no subsistir en los términos
decretados, de conformidad con el artículo 227 del Código Procesal Civil para el
Estado de Guerrero, que en su fracción V, establece que: "La providencia cautelar
quedará sujeta a la decisión final que se dicte en juicio definitivo.". En tal virtud, los
actos en mención no se rigen por la regla general de la jurisprudencia P./J. 50/96,
sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en
la página 5, Tomo IV, septiembre de 1996, correspondiente a la Novena Época del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta bajo el rubro: "ACTOS
PREPARATORIOS DEL JUICIO O PREJUDICIALES. LAS RESOLUCIONES
DICTADAS CON MOTIVO DE ELLOS, SON EMITIDAS FUERA DE JUICIO Y,
POR ELLO, IMPUGNABLES EN AMPARO INDIRECTO.", toda vez que la
resolución que al efecto se dicte en las mencionadas medidas está supeditada a la
decisión final del juicio definitivo, de manera que las medidas tomadas por el
juzgador que conoce de los actos preparatorios que puedan afectar a las partes, se
equiparan a las violaciones procesales previstas en los artículos 158 y 159, fracción
XI, de la Ley de Amparo.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 65 de 84


Medidas cautelares. Las decretadas sobre obra nueva y daño temido no son actos de
ejecución irreparable que puedan impugnarse en amparo indirecto No. Registro:
181,709 Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Abril de 2004 Tesis: XXI.3o.12 C Página: 1436

Cuando el acto reclamado se hace consistir en la abstención de las autoridades


responsables de acatar una sentencia ejecutoriada, la cual posee fuerza de cosa
juzgada y crea una obligación a cargo del órgano administrativo demandado, que es
correlativa al derecho del particular afectado, no puede negarse que cuando existe tal
desobediencia o se deja de cumplir el fallo de un tribunal se incurre en violación de
garantías, puesto que se priva al gobernado del derecho que surge de una sentencia
firme, pronunciada por una autoridad competente, y esta privación se realiza sin que
el órgano administrativo actúe con arreglo a la ley y, por ende, el incumplimiento por
parte de las autoridades responsables a las sentencias pronunciadas por el Tribunal de
lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, respecto de las cuales, incluso, se
haya agotado el recurso de queja previsto por el artículo 83 de la Ley del Tribunal de
lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal para el cumplimiento de una
sentencia, da lugar a la promoción del juicio de amparo por violación a los artículos
14 y 16 constitucionales; luego, es inaplicable la causal de improcedencia prevista en
la fracción XVIII del artículo 73, en relación con la fracción IV del artículo 114,
ambos de la Ley de Amparo, puesto que ésta se refiere a actos procesales que causen
al agraviado un perjuicio no reparable en la sentencia definitiva.

Amparo indirecto. Es procedente en contra del incumplimiento de las ejecutorias


pronunciadas por el tribunal de lo contencioso administrativo del distrito federal. No.
Registro: 182,489 Tesis aislada Materia(s):Administrativa Novena Época Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIX, Enero de 2004 Tesis: I.9o.A.80 A Página: 1444

Los alimentos constituyen un derecho sustantivo y en esa medida no puede sostenerse


que la resolución que sobre el particular se pronuncia durante la tramitación de un
juicio en el que se ventilan cuestiones que afectan a la familia, deba considerarse
como una cuestión intraprocesal que sólo afecte derechos adjetivos, pues se trata de
un acto dentro de juicio de ejecución irreparable, habida cuenta que afecta directa e
inmediatamente el derecho sustantivo a recibir alimentos, debiendo considerar para
ello, que aun cuando la sentencia que se dicte favorezca los intereses de la

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 66 de 84


promovente del juicio constitucional, lo cierto es que dicho fallo, en modo alguno,
podría restituir el goce de los alimentos a que tiene derecho el acreedor alimentario,
ya que este derecho debe gozarse diariamente, pues la necesidad correlativa así lo
exige; por ello esas resoluciones deben reclamarse en amparo indirecto, de
conformidad con el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.

Alimentos. Las resoluciones que afectan el derecho a recibirlos deben considerarse


actos de imposible reparación reclamables en amparo indirecto. No. Registro: 183,159
Tesis aislada Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVIII,
Octubre de 2003 Tesis: VI.2o.C.362 C Página: 889

Cuando en un juicio ordinario civil en el que se ventilan cuestiones relacionadas con


la paternidad, se dicta un auto por el que se admite y ordena el desahogo de la prueba
pericial para determinar la huella genética, con el objeto de acreditar si existe o no
vínculo de parentesco por consanguinidad, dicho proveído debe ser considerado como
un acto de imposible reparación, que puede afectar los derechos fundamentales del
individuo, por lo que debe ser sujeto a un inmediato análisis constitucional, a través
del juicio de amparo indirecto, en términos de los artículos 107, fracción III,
inciso b), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114,
fracción IV, de la Ley de Amparo. Lo anterior es así, por la especial naturaleza de la
prueba, ya que para desahogarla es necesario la toma de muestras de tejido celular,
por lo general de sangre, a partir del cual, mediante un procedimiento científico, es
posible determinar la correspondencia del ADN (ácido desoxirribonucleico), es decir,
la huella de identificación genética, lo cual permitirá establecer no sólo la existencia
de un vínculo de parentesco, sino también otras características genéticas inherentes a
la persona que se somete a ese estudio, pero que nada tengan que ver con la litis que
se busca dilucidar y, no obstante, puedan poner al descubierto, contra la voluntad del
afectado, otro tipo de condición genética hereditaria, relacionada por ejemplo con
aspectos patológicos o de conducta del individuo, que pertenezcan a la más absoluta
intimidad del ser humano.

Prueba pericial en genética. Su admisión y desahogo tienen una ejecución de imposible


reparación susceptible de afectar derechos sustantivos de la persona. No. Registro:
184,431 Jurisprudencia Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XVII, Abril de 2003
Tesis: 1a./J. 17/2003 Página: 88

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 67 de 84


De conformidad con lo dispuesto en el artículo 114, fracción IV, de la Ley de Amparo,
aplicable por igualdad de razón a cualquier procedimiento seguido en forma de juicio,
es procedente el amparo indirecto en contra del embargo precautorio decretado con
apoyo en el artículo 151 de la Ley Aduanera, por ser dicha medida cautelar un acto
que causa sobre los bienes embargados ejecución de imposible reparación, en la
medida en que limita irreversiblemente el ejercicio de los derechos del propietario,
quien con motivo del gravamen no puede usar y disfrutar de la cosa embargada
plenamente.

A lo anterior no se opone la tesis jurisprudencial de la Segunda Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página ciento ochenta y siete, Tomo
VII, abril de mil novecientos noventa y ocho, del Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, de rubro: "EJECUCIÓN, PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE.
EL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES DICTADAS EN AQUÉL SÓLO
PROCEDE CUANDO SE RECLAMA LA DEFINITIVA, A PESAR DE QUE SE
IMPUGNE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES.". En efecto, aun cuando en
dicha tesis jurisprudencial se dijo que al procedimiento administrativo de ejecución
regulado por los artículos 145 a 196 del Código Fiscal de la Federación (equiparable
al previsto por la Ley Aduanera en su artículo 151 y demás relativos), es aplicable el
artículo 114, fracción II, de la Ley de Amparo, por ser ese procedimiento equiparable
a los procedimientos seguidos en forma de juicio, y que por ello, el amparo indirecto
sólo procede en contra de la resolución que apruebe el remate, tal decisión
jurisprudencial no puede tener alcance tal, que impida aplicar la excepción que el
mismo artículo 114 de la Ley de Amparo prevé en su fracción IV, respecto de los
actos que tengan sobre las personas o las cosas ejecución de imposible reparación.

Así es, porque en la citada tesis, lo que enfática y directamente se decidió, fue el tema
relativo a la equiparación del procedimiento administrativo de ejecución (y
tácitamente de los procedimientos similares, como el de verificación aduanera), con
los procedimientos seguidos en forma de juicio; no se ocupó, pues, la Segunda Sala de
manera inmediata y clara, del diverso tema sobre los actos que dentro del
procedimiento tengan sobre las personas o las cosas ejecución de imposible
reparación. Así lo demuestra la propia Segunda Sala al resolver, con fecha posterior a
la de aprobación de la citada jurisprudencia (veinte de marzo de mil novecientos
noventa y ocho), el amparo en revisión 1329/97 concediendo el amparo a la quejosa

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 68 de 84


en contra del embargo precautorio reclamado, por estimar inconstitucional el artículo
151, fracción III, de la Ley Aduanera. El Pleno de la Suprema Corte, por su parte, con
posterioridad a la primera sentencia que formó la jurisprudencia de la Segunda Sala,
aprobó tesis jurisprudencial en la que declaró inconstitucional el artículo 145, fracción
IV, del Código Fiscal de la Federación que prevé el embargo precautorio, y
lógicamente amparó a los quejosos que reclamaron dicha medida cautelar. El Pleno, a
su vez, en sesión de trece de enero de mil novecientos noventa y ocho, aprobó tesis
aislada en la que declaró inconstitucional el artículo 145, fracción I, del Código Fiscal
de la Federación que prevé el embargo precautorio.

Embargo precautorio. Es acto de imposible reparación contra el cual procede el


amparo indirecto. No. Registro: 190,313 Tesis aislada Materia(s):Administrativa
Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIII, Febrero de 2001 Tesis: I.2o.A.25 A
Página: 1757

V
V..-- A
Ammppaarroo aa ffaavvoorr ddee llooss tteerrcceerrooss eexxttrraaññooss aa jjuuiicciioo
V.-Contra actos ejecutados dentro o fuera de juicio, que afecten a
personas extrañas a él, cuando la ley no establezca a favor del
afectado algún recurso ordinario o medio de defensa que pueda tener
por efecto modificarlos o revocarlos, siempre que no se trate del
juicio de tercería;

Para los efectos del juicio de amparo, en los términos del artículo 114, fracción V, de
la ley de la materia, persona extraña es, en principio, aquella que no ha figurado en el
juicio o en el procedimiento como parte en sentido material, pero que sufre un
perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la
oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas,
quedando incluida en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que
fue emplazada incorrectamente.

Importa destacar por otro lado, que la afectación que puede resentir una persona
extraña a juicio, no proviene en todos los casos del mismo acto dentro de la secuela
que va desde la demanda hasta el cumplimiento de la sentencia, sino que ello
dependerá de la titularidad del derecho que reclame (y pruebe), sea en relación con el

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 69 de 84


bien debatido en el juicio, sea con los bienes de que la sentencia disponga o, en fin,
con aquellos que se afecten en la ejecución.

Lo anterior es así porque cuando dos personas siguen un juicio sin llamar a la que es
titular de los derechos que en el procedimiento habrán de controvertirse, es evidente
que conforme al derecho positivo se le causa un perjuicio a sus intereses
jurídicamente protegidos, tanto desde el punto de vista legal como desde el punto de
vista constitucional, porque las disposiciones ordinarias le dan acciones para
intervenir en el juicio, y desde el punto de vista constitucional en razón de que si los
artículos 14 y 16 de la Carta Magna otorgan a todo gobernado las garantías de
audiencia y legalidad, no puede válidamente discutirse en juicio sobre un bien o
derecho del que es titular una persona a quien no se llamó para que se defendiera.

Consecuentemente, ya sea que se tome en cuenta la ley ordinaria, o la norma


constitucional, en el derecho positivo mexicano se demuestra la afectación a la
persona extraña, puesto que resiente un perjuicio por la transgresión a derechos
legítimamente tutelados como lo ha reconocido este Pleno en la tesis visible en la
compilación de 1988, Primera Parte, página 868, que dice:

INTERÉS JURÍDICO PARA LA PROCEDENCIA DEL AMPARO.-De acuerdo con el


sistema consignado en la ley reglamentaria del juicio de garantías, el ejercicio de la
acción constitucional está reservado únicamente a quienes resienten un perjuicio con
motivo de un acto de autoridad o por la ley. Ahora bien, la noción de perjuicio para los
efectos del amparo supone la existencia de un derecho legítimamente tutelado que,
cuando es transgredido por la actuación de una autoridad o por la ley, faculta a su
titular para acudir ante el órgano jurisdiccional correspondiente demandando que esa
transgresión cese. Tal derecho protegido por el ordenamiento legal objetivo es lo que
constituye el interés jurídico que la ley de la materia toma en cuenta para la
procedencia del juicio de amparo. Sin embargo, es oportuno destacar que no todos los
intereses que puedan concurrir en una persona merecen el calificativo de jurídicos,
pues para que tal acontezca es menester que el derecho objetivo se haga cargo de ellos
a través de una o varias de sus normas.

En tales condiciones, cuando dentro del juicio se controvierten los derechos sobre un
bien respecto del cual un extraño tiene interés, ya el solo procedimiento le causa
perjuicio a su esfera jurídica ordinaria, puesto que las leyes le otorgan las acciones
adecuadas para comparecer e intervenir en el juicio, además de que también se le

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 70 de 84


afectan directamente sus garantías constitucionales, en virtud de que sin oírlo se
sustancia un procedimiento contencioso, del cual puede derivar una resolución que
lesione su interés.

Tomando en cuenta lo anterior se denominan terceros extraños a juicio los sujetos que
no siendo partes en el mismo, se ven afectados en su esfera jurídica con motivo del
dictado de cualquier resolución, sea de trámite o se trate de sentencia dictada en el
juicio respectivo. Así, por ejemplo, si en un juicio ejecutivo mercantil se traba
embargo sobre bienes de una persona distinta al demandado, el sujeto afectado por ese
acto de autoridad tendrá la condición de tercero extraño o ajeno al juicio de origen, ya
que la acción respectiva no se enderezó en su contra, sino del deudor original.

Junto a ese sujeto, se encuentra el llamado equiparado al tercero ajeno a juicio quien
siendo parte en el negocio, porque tiene interés en juego dentro del proceso mismo (el
demandado), no se le emplazó legalmente para comparecer a él y el juicio se sigue a
sus espaldas, sin oírlo ni vencerlo en el mismo.

En términos de esta fracción, la persona que tenga la condición de auténtico tercero


extraño a juicio o que se le equipare al mismo puede comparecer ante el juez que
conoció de la causa respectiva interponiendo recursos ordinarios o medios legales de
defensa que tenga a su alcance (incidente de nulidad de actuaciones o tercería, por
ejemplo), defendiendo así sus derechos frente a ese juzgador; asimismo, puede
promover una demanda de amparo indirecto.

Ahora bien, para efectos de la procedencia de ese juicio a favor del equiparado
extraño o ajeno a juicio, es necesario que no se haya apersonado ni comparecido en
forma alguna dentro del juicio primario o primitivo, pues con cualquier promoción
que se haga por parte de dicho sujeto, automáticamente se estará ostentando como
sabedor de juicio y estará capacitado y legitimado para promover e interponer todos
los recursos ordinarios legales y medio de defensa ordinarios dejando sin efectos la
procedencia del amparo.

La procedencia de amparo indirecto no esta condicionada a que previamente se hayan


agotado recursos ordinarios o medios legales de defensa por lo que en la especie no
rige el principio de definitividad del juicio de amparo.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 71 de 84


Esta excepción tiene su razón de ser precisamente en un trato de igualdad y en un
sentido netamente de justicia, ya que el agraviado por el acto reclamado no es parte
en el juicio natural y nada tiene que hacer en el mismo, sin que se le reconozca
personalidad procesal y para el aso de que el promoverte sea el equiparado al tercero
extraño a juicio, no esta obligado a haber agotado recursos ordinarios durante la
secuela del juicio, antes de interponer la demanda de amparo, por que no tuvo
oportunidad de defensa al no haber sido llamado al proceso natural y por ello, está en
una desventaja con relación a las demás partes al momento en que comparezca al
proceso de mérito.

El efecto de la sentencia definitiva en el juicio de garantías promovido por el


demandado equiparado al tercero extraño a juicio, que acredite tener esa calidad
procesal por falta de emplazamiento o por falso emplazamiento que se le practicó,
estriba en dejar insubsistente todo lo actuado dentro del juicio de origen o juicio
natural, incluyendo, por ende, la sentencia definitiva que se haya dictado en el
proceso correspondiente.

Asimismo dicha resolución (la de amparo), puede servir para iniciar el juicio de
responsabilidad civil y hasta la acción penal respectiva en contra de la autoridad que
realizó el emplazamiento ilegal que organizó diversos perjuicios y daños al quejoso
pudiendo extenderse tal acción al gobernado que promovió el juicio ordinario o de la
clase que se quiera imaginar, cuando se compruebe que fue el originador de la
conculcación de garantías, por haber sobornado al notificador respectivo.

Jurisprudencias aplicables
Para los efectos del juicio de amparo, en los términos del artículo 114, fracción V, de
la ley de la materia, persona extraña es, en principio, aquella que no ha figurado en el
juicio o en el procedimiento como parte en sentido material, pero que sufre un
perjuicio dentro del mismo o en la ejecución de las resoluciones, sin haber tenido la
oportunidad de ser oída en su defensa por desconocer las actuaciones relativas,
quedando incluida en este concepto, asimismo, la parte que no fue emplazada o que
fue emplazada incorrectamente.

Persona extraña a juicio, concepto de. No. Registro: 196,932 Jurisprudencia


Materia(s):Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: VII, Enero de 1998 Tesis: P./J. 7/98 Página: 56

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 72 de 84


Una nueva reflexión sobre el tema del amparo promovido por las personas extrañas a
juicio a que se refiere el artículo 114, fracción V, de la ley de la materia, lleva a este
Pleno, por una parte, a reiterar las consideraciones generales de la resolución dictada
en el expediente de contradicción de tesis 22/92 y que originó la jurisprudencia 359
(compilación de mil novecientos noventa y cinco, Tomo VI, páginas doscientos
cuarenta y uno a doscientos cuarenta y dos), esto es, que quien promueve amparo
como persona extraña a juicio tiene la carga de acreditar la afectación que los actos
reclamados causan a su interés jurídico, y que esta violación a los derechos de que el
quejoso es titular permite determinar la regla de que el plazo impugnativo debe
computarse a partir de que tenga conocimiento de esos actos que le causan un agravio
personal, actual y directo, de donde se infiere que si la afectación es causada desde el
principio, en virtud de no haber sido emplazado y por todo el juicio, el plazo empieza
a contar desde que tiene conocimiento de ello; asimismo, si lo que agravia al quejoso
es la sentencia, el cómputo empieza cuando tiene conocimiento de este fallo, o bien, a
partir de la ejecución, si sólo ésta lo perjudica.

Por otra parte, sin embargo, este Pleno se aparta del criterio de dicha tesis
jurisprudencial, en cuanto limitaba la causación de la afectación al extraño a juicio
sólo por los actos de ejecución, de donde derivaba que el cómputo del plazo debía
comenzar, en todos los casos, a partir de la ejecución. La separación respecto de esta
parte de la tesis deriva de su desarmonía con la regla fundamental de la primera parte,
así como por la razón de que cuando dos personas litigan entre sí, sin llamar a quien
es titular de los derechos controvertidos, ya el solo procedimiento le causa perjuicio,
tanto desde el punto de vista legal, como constitucional, en virtud de que se sigue el
juicio sin darle la garantía de audiencia; además, si en los casos en que desde el
procedimiento se causa perjuicio al quejoso extraño y tiene conocimiento de ello, se
tuviera que esperar hasta la ejecución, es claro que se apartaría de la regla prevista en
el artículo 21 de la Ley de Amparo, acerca de que el plazo impugnativo debe contarse
a partir de que haya tenido conocimiento de tal acto. El cómputo a partir de la
ejecución se justifica, por tanto, sólo cuando ésta es la única que agravia al quejoso, o
bien, cuando afectándole el procedimiento, tuvo conocimiento del mismo hasta la
ejecución.

Persona extraña a juicio. El plazo para que promueva el amparo no se computa


siempre a partir de la ejecución de la sentencia, sino a partir de cuando aquélla

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 73 de 84


conoce el procedimiento, sentencia o acto que afecte su interés (modificación de la
jurisprudencia 359. No. Registro: 196,930 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena
Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Enero de 1998 Tesis: P./J. 6/98 Página: 95

De los artículos 4o., 11 y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, se infiere que, como
regla general, para determinar qué autoridades han de ser llamadas como responsables
cuando alguien demanda el amparo como persona extraña a un juicio, deben
precisarse los actos autoritarios que afectan los intereses jurídicos del quejoso; y si
bien no puede establecerse, a priori, con precisión, quiénes son autoridades
responsables en esta clase de amparos, sí es posible, dentro de la amplia serie de
situaciones susceptibles de presentarse, llegar a señalar a título ejemplificativo y como
aplicación de la regla general, algunas de las hipótesis más características.

Así, cuando el quejoso, como persona extraña, es titular del derecho o bien que
debaten actor y demandado en un juicio, sufre el perjuicio desde que se inició el
procedimiento sin haber sido emplazado, o haberse realizado el emplazamiento con
vicios que le impidieron comparecer a defender sus derechos subsistiendo el perjuicio
durante todo el juicio y, en su caso, en la ejecución; en esas condiciones, si todo el
procedimiento le causa perjuicio, inclusive la sentencia definitiva y su ejecución (si
hasta ahí se llegó), serán autoridades responsables el Juez y, en sus respectivos casos,
el actuario, el tribunal de segunda instancia y los ejecutores.

En otro supuesto, si los bienes o derechos de que es titular la persona extraña no son
debatidos ni tocados durante el procedimiento, sino sólo por el Juez en su sentencia,
ésta será el acto reclamado y el Juez la autoridad responsable. En otra aplicación de la
regla general, si ni el procedimiento ni la sentencia afectan los intereses del quejoso
extraño, pero sí el mandamiento de ejecución, éste y su cumplimiento serán los actos
reclamados, y serán responsables el ordenador y el ejecutor. Finalmente, si los
derechos del extraño no son tocados por el procedimiento ni por la sentencia, ni por el
mandamiento de ejecución, sino sólo por la ejecución, ésta constituye el acto
reclamado y el actuario o ejecutor será la autoridad responsable.

No es obstáculo para lo anterior, la circunstancia de que al momento de promover la


demanda no se tenga conocimiento de todas las autoridades sino sólo de alguna de
ellas, ya que el quejoso tendrá la oportunidad de realizar el señalamiento de las

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 74 de 84


restantes en la ampliación de demanda, que procederá una vez que se conozca el
informe justificado y, para tal efecto, si el quejoso omitiera señalar alguna o algunas
de las autoridades que participaron en el procedimiento, concurriendo a la afectación
de su derecho, debe atenderse a la jurisprudencia número 30/96 de la Segunda Sala,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época,
Tomo III, del mes de junio de mil novecientos noventa y seis, a fojas doscientos
cincuenta y doscientos cincuenta y uno, bajo el rubro: "Demanda de amparo. Si de su
análisis integral se ve la participación de una autoridad no señalada como responsable,
el juez debe prevenir al quejoso para darle oportunidad de regularizarla.".

Persona extraña a juicio. En el amparo que promueva, son autoridades responsables


las que dictan, ordenan, ejecutan o tratan de ejecutar, los actos que afectan el bien o
derecho del que aquélla es titular. No. Registro: 196,929 Jurisprudencia
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: VII, Enero de 1998 Tesis: P./J. 5/98 Página: 96

La falta de notificación personal en el procedimiento de ejecución de sentencia se


equipara a la falta de emplazamiento a juicio, toda vez que dicha irregularidad
ocasiona el desconocimiento de esa etapa, violando tal omisión la garantía de
audiencia; de tal suerte que contra esa circunstancia procede el amparo indirecto, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 107 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en relación con el diverso numeral 114, fracción V, de la
Ley de Amparo, dado que a través de aquel medio el gobernado tiene la posibilidad de
aportar ante el Juez de Distrito, en la audiencia constitucional, las pruebas necesarias
para demostrar la citada irregularidad en el periodo de ejecución, sin que tenga que
esperar hasta que se dicte la última resolución para reclamar la falta de citación al
mismo, en virtud de que se trata, preponderantemente, de la violación a la garantía de
audiencia.

Amparo indirecto. Procede contra la omisión de notificar personalmente en el


procedimiento de ejecución de sentencia, por equipararse a la falta de emplazamiento
a juicio e infringir la garantía de audiencia. No. Registro: 182,487 Tesis aislada
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIX, Enero de 2004 Tesis:
I.6o.C.69 K Página: 1446

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 75 de 84


Aun a pesar de haber dado contestación a la demanda, sin mediar tal contestación
pero al no haberse impugnado el emplazamiento, como en la especie, es posible que
se llegue a adquirir en el curso del juicio la calidad de tercero extraño por
equiparación exigida por el artículo 114, fracción V, de la Ley de Amparo, para que
pueda proceder la vía constitucional indirecta.

En efecto, la falta de impugnación al emplazamiento y más aún el hecho de contestar


la demanda revelan el conocimiento del juicio y la sujeción al mismo por parte del
demandado. No obstante lo anterior, la equiparación a tercero puede surtirse cuando
ilegalmente se ordene que las notificaciones personales se hagan al demandado por
Boletín Judicial o cuando, sin existir tal orden, el notificador no cumpla en forma
debida con tales notificaciones personales, pues al desconocer los proveídos atinentes
el demandado quedaría privado de la oportunidad de conocer ideal y legalmente
decisiones judiciales respecto de las cuales la ley determina, por su relativa
trascendencia, el conocimiento certero y fehaciente que únicamente puede
garantizarse si se proporciona la información en el domicilio de esa parte.

Ahora bien, para que el demandado pueda reputarse en esas condiciones tercero
extraño por equiparación es menester que no suceda otra actuación que continúe la
sujeción que provocó el emplazamiento, como verbigracia, una notificación que
ordinariamente deba hacerse por boletín, una promoción del propio demandado o su
participación en alguna diligencia, porque los efectos de una notificación legalmente
realizada por boletín continúa con la sujeción que provocó el emplazamiento, y con
mayor razón la participación activa del demandado en el juicio. Por otra parte, es
necesario también que al enterarse de aquella exclusión ya no se encuentre en aptitud
de lograr el remedio dentro del propio juicio natural. De tal suerte que la falta de
notificación personal que se dé, si es seguida de una notificación practicada en forma
legal o de alguna actuación en que intervenga el demandado, no es apta para ser
reclamada en amparo indirecto.

Tercero extraño por equiparación. Es posible adquirir esa calidad durante el juicio,
pese a que se ha contestado la demanda o que, al menos, no se impugnó el
emplazamiento; pero es menester que no se lleve a cabo otra actuación que impida al
demandado considerarse ajeno al procedimiento. No. Registro: 180,438 Tesis aislada
Materia(s):Común Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Septiembre de 2004 Tesis:
IV.2o.C.17 K Página: 1885

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 76 de 84


Cuando el quejoso no fue emplazado al juicio o fue citado en forma distinta de la
prevenida por la ley, lo que le ocasionó el desconocimiento total del juicio, se le
equipara a una persona extraña a juicio, por lo que el conocimiento del amparo en
estos supuestos, compete a un Juez de Distrito y no a los Tribunales Colegiados de
Circuito de conformidad con lo dispuesto por la fracción VII del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por el artículo 114, fracción
V, de la Ley de Amparo; toda vez que el quejoso, por medio del amparo indirecto,
tiene la posibilidad de aportar ante el Juez, en la audiencia constitucional, las pruebas
necesarias para demostrar la falta de emplazamiento o que el llamamiento que se le
hizo al juicio se realizó en forma distinta a la prevista en la ley, siempre y cuando el
quejoso haya promovido la demanda de amparo dentro del término que señalan los
artículos 21 y 22 de la Ley de Amparo, pues ello no hace que pierda su calidad de
tercero extraño al juicio, pues la violación cometida en su contra, la constituye
precisamente esa falta de citación que lo hace desconocedor y, por ende, extraño al
juicio seguido en su contra. Sin que tampoco sea obstáculo el que los artículos 158 y
159, fracción I, de la Ley de Amparo, establezcan como violación reclamable en
amparo directo esa falta o ilegalidad del emplazamiento, ya que no es posible aplicar
esos dispositivos legales cuando el quejoso es persona extraña al juicio por
equiparación y de hacerlo, se le dejaría en estado de indefensión, porque no se le daría
oportunidad de acreditar la irregularidad del emplazamiento.

Emplazamiento. La falta o ilegalidad del mismo son impugnables en amparo indirecto


cuando el quejoso se ostenta como persona extraña al juicio por equiparación, no
obstante que tenga conocimiento de la sentencia, laudo o resolución definitiva durante
el transcurso del término previsto en los artículos 21 y 22 de la ley de amparo. No.
Registro: 189,964 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena Época Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XIII, Abril de 2001
Tesis: P./J. 40/2001 Página: 81

La sola circunstancia de que el afectado conozca de la existencia del juicio en el que


funge como parte y comparezca al mismo, a pesar de no haber sido legalmente
emplazado, desvirtúa su carácter de persona extraña al procedimiento, por lo que si
promueve el juicio de amparo indirecto, ostentándose con tal carácter, el Juez de
Distrito debe sobreseerlo con fundamento en el artículo 74, fracción III, de la Ley de
Amparo, fundamentalmente porque el promovente ya no es persona extraña al juicio
por haber comparecido al procedimiento ordinario, quedando en posibilidad de

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 77 de 84


defenderse dentro del contencioso y, en su oportunidad, si es el caso, acudir al amparo
directo, fundamentándose la improcedencia en los artículos 73, fracción XVIII y 114,
fracción V, aplicada en sentido contrario, de la propia ley; sin que lo anterior implique
que el promovente del amparo indirecto, por el hecho de ostentarse como tercero
extraño, quede al margen del término previsto en el artículo 21 de la Ley de Amparo,
esto es, al plazo de quince días contados a partir del día siguiente al en que tenga
conocimiento del juicio, bajo el argumento de que la falta o ilegalidad del
emplazamiento sea una violación de gran magnitud, pues si bien la improcedencia por
extemporaneidad o consentimiento tácito basado en los artículos 21 y 73, fracción XII,
del propio ordenamiento, puede llegar a configurarse, tal circunstancia no se surte
necesariamente porque puede suceder que el afectado por la falta de emplazamiento
promueva el juicio de garantías antes de que transcurra el plazo referido y en tal
supuesto no cabría sobreseer por inoportunidad de la demanda, ya que seguiría en pie
la otra causal.

Persona extraña a juicio. Carece de tal carácter quien compareció al procedimiento


natural, por lo que debe sobreseerse en el juicio al actualizarse la causal de
improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XVIII, de la ley de amparo, en
relación con el diverso 114, fracción V, aplicada en sentido contrario, del propio
ordenamiento, aun cuando haya sido promovido dentro del término establecido en el
artículo 21 de la propia ley. No. Registro: 189,916 Jurisprudencia Materia(s):Común
Novena Época Instancia: Pleno Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta Tomo: XIII, Abril de 2001 Tesis: P./J. 39/2001 Página: 93

Cuando el acto reclamado en esta instancia constitucional lo hizo consistir la quejosa


en todo lo actuado por falta de emplazamiento al juicio natural, es decir, que no fue
oída, es incuestionable que se le equipara a una persona extraña al mismo y por
consiguiente de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 107, fracción VII, de la
Constitución General de la República y 114, fracción V, de la Ley de Amparo, la vía
procedente para reclamar tal acto lo constituye el amparo indirecto; sin que deba
acatar el principio de definitividad, ya que por ser precisamente tercera extraña al
juicio, la peticionaria de garantías no está obligada a intentar los recursos ordinarios
que establece la ley, en caso de que existieran.

Emplazamiento, falta de. Como acto reclamado no hay obligación de agotar los
recursos ordinarios. No. Registro: 204,883 Jurisprudencia Materia(s):Común Novena

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 78 de 84


Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta Tomo: I, Junio de 1995 Tesis: VI.2o. J/5 Página: 304

Si durante el desarrollo del juicio intestamentario, y previo a la etapa relativa a la


declaración de herederos, la cónyuge supérstite repudia la herencia y derechos que
correspondían al de cujus respecto del único bien inmueble afecto a la masa
hereditaria, tal proceder no implica renuncia alguna a los derechos que de origen sigue
conservando la cónyuge sobre el cincuenta por ciento del mencionado bien, cuando se
encuentre sujeto al régimen de sociedad conyugal, dado que el juicio sucesorio
únicamente se constriñe a la adjudicación de los bienes y derechos de que disponía el
de cujus, de manera que con el aludido repudio se deja de ser parte formal en el
procedimiento intestamentario, porque los derechos que la vinculaban con la parte
proporcional del bien hereditario con ello se han extinguido, sin embargo,
jurídicamente sigue conservando íntegro su derecho respecto del otro cincuenta por
ciento del bien que no es materia de la sucesión intestamentaria. De manera que si con
posterioridad se adjudica la totalidad del inmueble a los coherederos, sin excluir la
parte de los derechos no renunciados por la cónyuge, incuestionablemente que ello se
traduce en un acto violatorio de sus garantías de legalidad y seguridad jurídica
previstas por los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, dado que los reseñados derechos son la esencia de su interés jurídico que
la legitima para instar el juicio de amparo biinstancial, sin que se encuentre obligada a
agotar el principio de definitividad, debido a que por la renuncia y repudio de los
derechos hereditarios dejó de ser parte en el juicio sucesorio, y entonces le resulta el
carácter de tercero extraño por equiparación, con legitimación para ejercitar el juicio
constitucional, según lo establece la fracción V del artículo 114 de la Ley de Amparo.

Tercero extraño por equiparación. Tiene ese carácter la cónyuge supérstite para instar
el juicio de amparo biinstancial, sin que esté obligada a agotar el principio de
definitividad, cuando hubiere repudiado la herencia respecto de un bien inmueble
sujeto al régimen de sociedad conyugal, si con posterioridad al repudio se hubiere
adjudicado en su totalidad a los coherederos. No. Registro: 180,049 Tesis aislada
Materia(s):Civil Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Noviembre de 2004 Tesis:
XXI.3o.16 C Página: 2036

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 79 de 84


V
VII..-- A
Ammppaarroo ppoorr iinntteerrppoollaacciióónn ddee ccoom
mppeetteenncciiaass
VI.-Contra leyes o actos de la autoridad federal o de los Estados, en
los casos de las fracciones II y III del artículo 1o. de esta ley.

En términos de esta fracción el juicio de amparo bi-instancial es el procedente para


proteger la competencia entre las autoridades federales y las locales, evitándose así la
interpolación competencial respectiva el amparo que se promueva debe ser intentado
precisamente por la persona que resintió en su esfera jurídica los efectos del acto
contrario a la Constitución, sin que esa acción (la de amparo) pueda hacerse extensiva
a favor de la Federación o de los Estados.

Jurisprudencias aplicables

VVIIII..-- A Ammppaarroo ccoonnttrraa nnoo eejjeerrcciicciioo ddee llaa aacccciióónn ppeennaall oo ddeell
miieennttoo ddee llaa aacccciióónn ppeennaall
ddeessiissttiim
VII.- Contra las resoluciones del Ministerio Público que confirmen
el no ejercicio o el desistimiento de la acción penal, en los términos
de lo dispuesto por el párrafo cuarto del artículo 21 Constitucional.

En ambos casos, se prevé como requisito de procedencia del juicio de amparo que se
haya agotado el recurso ordinario respectivo, observándose de esa manera el principio
de definitividad del juicio de amparo. En efecto, el texto legal dice que el amparo
procede solo contra la resolución que confirme el no ejercicio o el desistimiento de la
acción penal, confirmación que hace el Procurador General de la República o el de
Justicia de alguna entidad federativa, cuando el ofendido o la víctima por la comisión
del delito, se haya inconformado con esa resolución.

Se aprecia que el sujeto que promoverá la demanda de amparo en este caso, será la
víctima o el ofendido que sea titular del derecho de exigir la reparación del daño o la
responsabilidad civil proveniente de la comisión del delito, en términos del artículo
10, de la propia Ley, teniendo la condición de tercero perjudicado el indicado (si se
impugna la resolución que confirma el no ejercicio de la acción penal) o el procesado
o reo (cuando se ataque la confirmación del desistimiento de la acción penal).

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 80 de 84


Jurisprudencias aplicables
Si bien es cierto que el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece la impugnación por vía jurisdiccional de las resoluciones del
Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la acción penal, y el
artículo 114, fracción VII, de la Ley de Amparo prevé la procedencia del juicio de
garantías ante el Juez de Distrito, cuando el acto reclamado sea una de esas
determinaciones, también lo es que no en todos los supuestos el denunciante tiene
interés jurídico para promover el referido juicio toda vez que para ello se requiere que
con tal determinación de la autoridad responsable se afecte su esfera jurídica,
supuesto que sólo se actualiza cuando tiene el carácter de víctima u ofendido por el
delito, por lo que de no ser así, el juicio de amparo es improcedente de conformidad
con la fracción V del artículo 73 de la ley de la materia al carecer de interés jurídico
para promoverlo en relación con el numeral 80 de la citada ley, al señalar que la
sentencia concesoria tiene por efecto restituir al quejoso en el pleno goce de la
garantía individual violada, lo cual se traduciría en resultados reales y objetivos, ya
que no es función del juicio constitucional el mero esclarecimiento de problemas
teóricos o hipotéticos, además de que, de acuerdo con el principio de relatividad, si
dicha sentencia sólo beneficia al quejoso, el presupuesto necesario es que se afecte su
esfera de derechos con el acto de autoridad.

Interés jurídico en el amparo. Tratándose de resoluciones sobre desistimiento o no


ejercicio de la acción penal carece del mismo el denunciante que no tiene el carácter
de víctima u ofendido por el delito. No. Registro: 180,332 Tesis aislada
Materia(s):Penal Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: XX, Octubre de 2004 Tesis:
VI.1o.P.226 P Página: 2355

IIm miissiióónn ddee llaa ddeem


mpprroocceeddeenncciiaa ddee llaa aaddm maannddaa
De no existir causa de improcedencia notoria e indudable respecto de la demanda de
amparo, o tener duda de su operancia, el juez de distrito debe admitirla a trámite y no
desecharla de plano. Dado que el Juez de Distrito solamente podra desechar una
demanda de amparo cuando encuentre un motivo manifiesto e indudable de
improcedencia, debiendo entender por ‘manifiesto’ lo que se advierte en forma
patente, notoria y absolutamente clara y, por ‘indudable’, que se tiene la certeza y

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 81 de 84


plena convicción de algún hecho, esto es, que no puede ponerse en duda por lo claro y
evidente que es.

En ese sentido, se concluye que un motivo manifiesto e indudable de improcedencia


es aquel que está plenamente demostrado, toda vez que se ha advertido en forma
patente y absolutamente clara de la lectura del escrito de demanda, de los escritos
aclaratorios o de los documentos que se anexan a esas promociones, de manera que
aun en el supuesto de admitirse la demanda de amparo y sustanciarse el
procedimiento, no sería posible arribar a una convicción diversa, independientemente
de los elementos que pudieran allegar las partes, esto es, para advertir la notoria e
indudable improcedencia en un caso concreto, debe atenderse al escrito de demanda y
a los anexos que se acompañen y así considerarla probada sin lugar a dudas, ya sea
porque los hechos en que se apoya hayan sido manifestados claramente por el
promovente o por virtud de que estén acreditados con elementos de juicio indubitables,
de modo tal que los informes justificados que rindan las autoridades responsables, los
alegatos y las pruebas que éstas y las demás partes hagan valer en el procedimiento,
no sean necesarios para configurar dicha improcedencia ni tampoco puedan desvirtuar
su contenido.

Por lo que de no actualizarse esos requisitos, es decir, de no existir la causa de


improcedencia manifiesta e indudable o tener duda de su operancia, debe ser admitida
la demanda de amparo a fin de estudiar debidamente la cuestión planteada, pues, de lo
contrario, se estaría privando al quejoso de su derecho a instar el juicio de garantías
contra un acto que le causa perjuicio.

PPrriinncciippiioo ddee ddeeffiinniittiivviiddaadd ddeell jjuuiicciioo ddee aam


mppaarroo iinnddiirreeccttoo
El principio de definitividad sólo es aplicable a las partes que intervienen en el juicio
o procedimiento del cual emana el acto reclamado, y en ningún caso a los terceros
extraños al mismo, pues el artículo 107 de la Constitución General de la República, en
su fracción III, inciso c), expresamente señala que el juicio de amparo es procedente
contra actos que afecten a los terceros extraños a juicio, sin que se advierta la
imposición de restricción alguna. Luego, es evidente que la facultad que tiene el
tercero extraño al juicio o procedimiento del cual emana el acto reclamado para
acceder al juicio de garantías, no está afectada por el llamado “principio de

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 82 de 84


definitividad”, ya que puede hacerlo sin necesidad de agotar previamente los recursos
o medios ordinarios de defensa a su alcance.

Así mismo no existe la obligación de agotar el principio de definitividad del juicio de


amparo indirecto previamente a su interposición:

A) Por disposición constitucional, cuando se reclaman:

I. Actos que afectan a terceros extraños al juicio o al procedimiento del cual


emanan;
II. Actos cuya ejecución es de imposible reparación;
III. Actos respecto de los cuales, la ley que los rige, exige mayores requisitos
que los que prevé la Ley de Amparo, para suspender su ejecución; y
IV. Actos que importan una violación a las garantías consagradas en los
artículos 16, en materia penal, 19 y 20 de la Constitución General de la
República.

B) Por disposición de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107


Constitucionales, cuando se reclaman:

I. Actos o resoluciones que se impugnan con motivo del primer acto de


aplicación de una ley que se estima es inconstitucional;
II. Actos o resoluciones que importan peligro de la privación de la vida,
deportación o destierro o cualquiera de los prohibidos por el artículo 22
constitucional, como lo son, entre otros, las multas excesivas y las penas
inusitadas o trascendentales;
III. Actos o resoluciones respecto de las cuales, la ley que las rige, no prevé la
suspensión de su ejecución con la interposición de los recursos o medios de
defensa ordinarios que proceden en su contra; y
IV. Actos o resoluciones que carecen de fundamentación.

C) Por disposición de los criterios sustentados por los tribunales judiciales de la


Federación:

I. Cuando únicamente se reclaman violaciones directas a la Constitución


General de la República, como lo es la garantía de audiencia; y

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 83 de 84


II. Cuando los recursos ordinarios o medios de defensa legales, por virtud de
los cuales se puede modificar, revocar o nulificar el acto reclamado, se
encuentran previstos en un reglamento, y en la ley que éste reglamenta no se
contempla su existencia.

Elaboro: Luis Altamirano Buhr Hoja # 84 de 84

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