INTRODUCCION
Por otro lado, siguiendo a Tokman, la contrapartida es que en las ciudades los
migrantes, en lugar de ser absorbidos por los sectores modernos, fueron
ocupados en actividades de baja productividad. El sector informal pasa del 10
al 16 % del empleo total en ese periodo y, como resultado, hacia 1980 casi el
50 % de los hogares pobres ya estaban en las ciudades; aunque la intensidad
porcentual de la pobreza en zonas rurales era el doble de la que se registraba
en zonas urbanas.
2. Incremento de la pobreza en el primer quinquenio de los 80´
La Constitución de 1979, indicaba el marco general de organización de la
economía, que alteraría el entorno existente. De esta manera, se pone fin al
anterior papel del Estado planificador del gobierno militar, y se pone en marcha
una economía básicamente liberal. El reto consistía en implementar los
cambios dentro de los límites democráticos. Como señala Riquez (1997) “los
cinco años de gobierno del Arq. Belaúnde fue de carácter liberal en las
medidas económicas, que dio como consecuencia movimientos de protesta y
aparición de grupos subversivos”[vii]
El diagnóstico de la situación económica y social se hizo comparando una
serie de indicadores económicos y sociales que mostraban el cambio en el
estado de las cosas entre 1968 y 1989. La inflación que se había originado por
los masivos déficits fiscales, forzaron al país a gastar por encima de sus
posibilidades, lo que agudizó la crisis económica, deprimiendo la economía.
Todo ello trajo consigo el deterioro de las condiciones de vida. Adicionalmente,
la elevada desigualdad de ingresos representa un serio problema no sólo
económico, sino social. De esta manera, el segundo Gobierno de Belaúnde
(1980-85) se caracterizó por aplicar una política económica semi liberal y
ortodoxa y el resultado fue un periodo de dos años de auge y tres años de
recesión y ajustes. El periodo de auge en realidad empezó en 1979 facilitando
el retorno de la democracia, y duró solamente hasta 1982. En ese cortísimo
tiempo el crecimiento fue discreto y faltó protagonismo y elasticidad en
momentos que se iniciaba la recesión mundial.
El periodo recesivo se presentó en 1982 debido a la política económica
aplicada, la baja de los precios internacionales de las materias primas y
el proteccionismo estadounidense. A todo ello se sumó los efectos
devastadores del fenómeno EL NIÑO en la costa norte en 1983 y las sequías
cíclicas que afectaron al departamento de puno, sumado a los actos terroristas
que causaron un enorme daño al país. El proceso inflacionario se acentuó en
esos años afectándose gravemente las remuneraciones de grandes mayorías
para los cuales la esperanza de un porvenir mejor cada vez más. La
consecuencia fue el deterioro de nuestra economía la cual fue puesta en
evidencia en la cada vez creciente pobreza de la población.
A partir de 1980 se produce una inflexión durante la crisis de la deuda
externa, debido tanto al impacto de las políticas de ajuste como a los
desequilibrios que se venían gestando con anterioridad a los años 80. En lo
particular, con la crisis de la deuda externa de 1982 y las políticas de
estabilización, la población se empobreció más y se cambió el foco de
atención, de la distribución del ingreso a la medición de la pobreza y a las
políticas para aliviarla.
Con ello, se ha recorrido un largo trecho, que va del énfasis en la
distribución y las políticas redistributivas a centrar la atención en la pobreza y
en las políticas para aliviarla entre las que no figuran precisamente las políticas
redistributivas. Se registra, entonces, un quiebre muy marcado en la tendencia,
y la pobreza no disminuye sino que aumenta, pasando de 35 a 39 el porcentaje
de hogares pobres entre 1980 y 1990. Aumenta también el porcentaje de
indigentes, y los pobres llegan a casi 200 millones.
3. La crisis económica y pobreza en el gobierno aprista (1985-1990)
En un escueto recorrido al contexto económico entre los años 1985 y 1990,
ya que ello guarda relación con la pobreza, podemos afirmar que una
economía de recesión con una alta tasa de inflación recibe el nuevo gobierno
de Alan García. En este periodo se pasó del ensayo semi liberal a la
adaptación de un programa económico heterodoxo. El resultado fue dos años
de ilusión populista y tres años de inestabilidad y crisis económica.
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
[i] BCR. “Análisis comparativo de los niveles de vida en Lima Metropolitana 1985 –
1990”. Estudio realizado en el marco del Convenio AID-BCRP. Citado en: INEI. “Análisis
comparativo de los niveles de vida 1993 – 1998”. Lima, 2000. Sección III Antecedentes.
Disponible en: http://www1.inei.gob.pe/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0075/cap-
03.htm
[i] FITZGERALD, E. “La economía política del Perú 1956-1978: desarrollo económico
y reestructuración del capital”. Instituto de Estudios Peruanos IEP, Lima 1981. Pp.65-
97.
[iv] Fuente: Banco Central de Reserva del Perú, Memoria, 1982. p.91.
[vi] TOKMAN, Víctor. “Pobreza y equidad: dos objetivos relacionados”. INEI – OIT.
Lima, 1996. Punto. 1.3.
[vii] RÍQUEZ VILLARROEL, Eva. “Realidad Nacional”. Tomo 10. Editorial San Marcos.
Lima. pág. 93.