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Las culturas indígenas

Siglos antes de la llegada de los españoles, existía en el continente americano áreas


pobladas por gran variedad de pueblos indígenas, muy civilizados (Mayas, Aztecas e Incas)
y de culturas intermedias (Tainos, Araucanos, Guaraníes, Charruas, Pampas). De las mas
avanzadas surgieron tres grandes centros de civilización: el de los mayas, en Guatemala y
Yucatán; el de los aztecas en México; y el de los Incas, en el Perú, que han dejado un
legado artístico admirable (templos, palacios, cerámicas, esculturas, pinturas, industria del
tejido, orfebrería y tallas en madera).

Rasgos comunes:

Desarrollo de conocimientos científicos y manifestaciones artísticas.

Existencia de tipos de organización social muy avanzadas

Gran desarrollo en el cultivo agrícola, especialmente el maíz (economía agrícola).

Teatro ritual y conocimiento de la poesía (épica y lírica) y le la poesía narrativa.

La naturaleza les inspira adoración a divinidades que aseguren la vida en un mundo hostil,
propio de la mentalidad mágica e irracionalista. Una de las principales características de la
sensibilidad indígena es la concepción de un mundo y de una historia vinculada con la idea
de "fatalidad y Catástrofe"

Poesía Lírica

El pensamiento mágico se lo expresaba en la poesía indígena a través de poemas:

"lloro y me aflijo, cuando recuerdo

que dejaremos las bellas flores, los bellos cantos;


... no por segunda vez serán engendrados,

no por segunda vez serán hijos,

y ya están a punto de salir de la tierra...

¿Donde ha de vivir este corazón mío?

¿Dónde será mi casa?

¿Dónde mi mansión duradera?

Ah, sufro desamparo en la tierra."

A través de metáforas y símbolos, los pueblos de las altas culturas expresaron la lucha entre
la vida y la muerte. Entre medio de los hombres están los dioses, cuyos orígenes
constituyen un verdadero misterio.

Tres concepciones del mundo se entremezclan a través de la historia precolombina: la etapa


mágica, la etapa religiosa y la etapa histórica.

En la etapa mágica el hechicero era el invocador o nombrador de las fuerzas benignas y su


lenguaje, de carácter ritual, contenía los elementos de una poesía, espontánea y revelada.

En una etapa posterior, el lenguaje simbólico y religioso, sirvió para dejar testimonio, con
patético acento lírico, de la destrucción de sus culturas en manos de los conquistadores,
como en este poema escrito en náhuatl, después de la conquista:
"Todo esto paso con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos. Con suerte
lamentosa nos vimos angustiados. En los caminos yacen dardos rotos, los cabellos están
esparcidos. Destrechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros"

LOS AZTECAS

Es un pueblo que domino el centro y sur del actual México, en Mesoamérica, desde el siglo
XIV hasta el siglo XVI. Tras la caída de la civilización tolteca que había florecido
principalmente en Tula entre los siglos X y XI, oleadas de inmigraciones inundaron la
meseta central de México, alrededor del lago de Texcoco. Debido a su tardía aparición en el
lugar, los aztecas-mexicas se vieron obligados a ocupar la zona pantanosa situada al oeste
del lago. Estaban rodeados por enemigos poderosos que les exigían tributos.

Los aztecas fueron capaces de consolidar un imperio poderoso en sólo dos siglos, esto se
debió en parte a su creencia en una leyenda, según la cual fundarían una gran civilización
en una zona pantanosa en la que vieran un nopal (cactus) sobre una roca y sobre él un
águila devorando una serpiente.

Al aumentar en número, los aztecas establecieron organizaciones civiles y militares


superiores. En 1325 fundaron la ciudad de Tenochtitlán.

Los aztecas-mexicas establecieron alianzas militares con otros grupos, logrando un imperio
que se extendía desde México central hasta la actual frontera con Guatemala. A principios
del siglo XV Tenochtitlán gobernaba conjuntamente con las ciudades-estado de Texcoco y
Tlacopan bajo la denominación de la Triple Alianza. En un periodo de unos 100 años los
aztecas lograron el poder total.

Al final del reinado de Moctezuma II, en 1520, se habían establecido 38 provincias


tributarias; sin embargo, algunos pueblos de la periferia del Imperio azteca luchaban
encarnizadamente por mantener su independencia. Estas divisiones y conflictos internos en
el seno del Imperio azteca facilitaron su derrota frente a Cortés en 1521, ya que muchos
pueblos se aliaron con los españoles. Es posible que la interpretación de antiguos presagios
sobre el regreso del dios Quetzalcóatl indujera a Moctezuma a confundirlo con Cortés, si
bien lo que más interesaba al emperador era colmar de regalos a los españoles para que se
retiraran.

Arte y Escultura

Sus manifestaciones se encuentran entre las más importantes de Mesoamérica antes de la


llegada de los europeos. El arte azteca es, fundamentalmente, un lenguaje utilizado por la
sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de
las culturas foráneas. El arte azteca se expresa a través de la música y la literatura, pero
también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello de soportes tan variados
como los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las plumas. El arte
azteca es violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una sensibilidad
que nos hablan de su enorme riqueza simbólica.

Era fundamentalmente monumental y aparecía asociada a las grandes construcciones


arquitectónicas, contenía un componente simbólico y abstracto de gran importancia
relacionado con su universo religioso. De las obras destacaremos la imponente Coatlicue
(diosa de la tierra), de relieve plano y repleta de símbolos; la cabeza de Coyolxauhqui
(diosa de la Luna e hija de Coatlicue); la Piedra del Sol o Calendario azteca, enorme bloque
circular trabajado en relieve y dedicado a la divinidad solar Tonatiuh que algunos
investigadores atribuyen al monstruo de la tierra Tlaltecuhtli y la Piedra de Tizoc, enorme
disco que narra en un friso las conquistas del que fuera famoso Tlatoani (emperador) de los
aztecas entre 1481 y 1486. Existen obras escultóricas de menor envergadura entre las que
destacaremos el llamado Caballero Águila y algunas imágenes del dios Tláloc y de la diosa
Chalchiuhtlicue. La más conocida es la imagen de la diosa de las flores Xochipilli. Algunas
piezas conservan restos de pintura e incrustaciones realizadas con piedras diferentes. Los
trabajos escultóricos en madera y turquesa, supusieron un aporte interesante. Encontramos
tambores con relieves muy complejos, marcos para espejos de obsidiana y los llamados
mosaicos de turquesas que continúan la antigua tradición mesoamericana y de los que sólo
se conservan algunas cabezas zoomorfas y máscaras.

Literatura
La escritura

Le escritura azteca o náhuatl, fue videográfica o jeroglífica, y estaba en la ultima etapa de


elaboración, es decir, la fonética, cuando llegaron los españoles. Los aztecas no habían
podido todavía representar los sonidos con letras, o al menos, no se lo ha podido
comprobar.

Fuentes

La literatura náhuatl es conocida, sin embargo, por diversas fuentes que han llegado hasta
nuestros días. Muchos códices de la época aborigen, fueron destruidos por los españoles,
para evitar la supervivencias de las regiones idolátricas y a veces, lo destruyeron también
los propios aborígenes en sus luchas intestinas.

En general, lo que se conoce hoy en dia de la literatura nahuetl es debido a las crónicas de
los misioneros o la tradición oral. Los estudiosos investigadores han podido hacerse una
idea caval e incluso rescatar ideas indígenas gracias a esas fuentes.

Se sabe, así, que entre los aztecas llegaron a formarse verdaderas escuelas literarias y que al
menos hubo tres grandes centros culturales: Tenochtitan (México), Texcoco y Cualhtitlán.
En las primeras de esas ciudades, existió un verdadero emporio cultural, y en la segunda
hubo archivos y museos importantes, ahora desaparecidos.

Los géneros literarios mas cultivados fueron la lírica , la épica, el drama y además, la
historiafria.

La poesía lírica

La poesía lírica estuvo íntimamente ligada a la música y a la danza, es decir, que la poesía
era cantada y bailada.
Esta poesía era anónima e intervenían tres agentes: el compositor de la letra, el músico y los
bailarines y cantores.

La temática no era muy variada, y trataba principalmente de la fugacidad de la vida, el


enigma de la muerte con frecuentes alusiones al mas allá, la vanidad del hombre y la
rapidez del goce en la vida. Estaba impregnada de ideas religiosas, acordes con el concepto
azteca de la vida, que en su opinión, consistía en la guerra, la muerte, el mundo de
ultratumba y las clases sociales.

No quedan sino escasos vestigios de la poesía amorosa o satírica.

En cuanto a la forma, fue muy común el uso del verso hemistiquios.

La épica y los himnos religiosos

Los aztecas componían himnos religiosos en honor a sus dioses, que provenían de la
inspiración de compositores oficiales de los templos.

En materia épica o guerrera los aztecas tuvieron una profunda conciencia. Escribieron
problemas sobres sus héroes y la historia, bastantes rudimentarios, en los cuales mezclaban
ciertos lirismos.

INCAS

Nombre genérico de los gobernantes cuzqueños, con equivalencia a soberano, quienes


establecieron un vasto imperio en los Andes en el siglo XV. Los incas no eran un grupo
étnico natural del Cuzco, se trataba de una población que emigró hacia el año 1100 d.C.
Con el paso del tiempo se convirtieron en un grupo muy poderoso e importante.
Cuenta la leyenda que eran años en que gobernaba el Inca Viracocha, cuando aparecieron
rodeando la ciudad del Cuzco los chancas, un pueblo muy belicoso de la sierra central,
quienes atacaron y destruyeron la ciudad, tras de lo cual Viracocha huyó. Frente a las ruinas
del viejo templo solar, el Inticancha, el general Yupanqui imploró su ayuda al dios Sol, el
cual convirtió a las piedras que rodeaban la ciudad en soldados y éstos derrotaron a los
enemigos. La gente aclamó a Yupanqui como su nuevo inca y éste asumió el cargo con el
nombre de Pachacutec (‘el que transforma el mundo’). A Pachacutec le sucedió Túpac Inca
Yupanqui. Posteriormente, ya como inca, se dirigió al sur, donde avanzó hasta el río Maule,
punto que se convertirá en la frontera sur del Imperio. Éste, no obstante, alcanzó su mayor
extensión con el reinado (1493-1525) del hijo de Túpac, Huayna Cápac. Hacia 1525, el
territorio bajo control inca se extendía por la zona más meridional de la actual Colombia,
por Ecuador, Perú y Bolivia y por zonas de lo que hoy en día es el norte de Argentina y
Chile, abarcando un área de más de 3.500 Km de norte a sur, y de 805 Km de este a oeste.
Los investigadores estiman que esta inmensa región estuvo habitada por una población de
entre 3,5 y 16 millones de personas de distintas culturas andinas. La muerte de Huayna
Cápac en 1525 provocó la división del Imperio. Sus dos hijos aspiraban al trono. La
consiguiente y encarnizada lucha entre ambos, debilitó seriamente al Imperio. En este
crítico momento el conquistador español Francisco Pizarro desembarcó en la costa con una
fuerza de unos 180 hombres dotados de armas de fuego. Pizarro, apoyado por distintos
grupos de indígenas descontentos por la dominación inca, logró controlar el Imperio,
altamente centralizado, haciendo prisionero a su jefe, Atahualpa. Temeroso de que Pizarro
pudiera ordenar su destitución en favor de Huáscar, Atahualpa dio la orden de ejecutar a su
antiguo rival, lo que sería una de las causas de su propia condena en el proceso al que le
sometieron los españoles un año después.

Arte y escultura

Supuso el momento culminante de un largo proceso social y político que se había iniciado
varios milenios antes. Más que un conjunto de formas innovadoras, sus manifestaciones
artísticas supusieron una continuidad con las tradiciones anteriores, siendo las más
elaboradas los textiles, la orfebrería, el trabajo en piedra y la cerámica. A partir de una
experiencia local modesta, los incas desarrollaron un arte sencillo al que fueron
incorporando las técnicas y la habilidad de los pueblos conquistados. Los trabajos
realizados en piedra constituyen el otro gran conjunto de realizaciones incaicas que merece
la pena destacar. Suele limitarse a representaciones zoomorfas de auquénidos, llamas,
vicuñas y alpacas, y fitomorfas, mazorcas de maíz, que son conocidas como conopas y a
numerosos cuencos y recipientes llamados popularmente morteros. Entroncados en las
tradiciones artísticas andinas, los incas supieron imprimir un carácter propio y original a sus
obras que se basó en una simplificación de las formas por medio de volúmenes geométricos
sencillos y una esquematización de los motivos decorativos muy próxima a una concepción
estética geometrizante y cubista. El arte inca se caracterizó por la sobriedad, la geometría y
la síntesis, tendiendo más a lo práctico y funcional que a lo formal.

Literatura

Escrituras y fuentes

Los Incas carecieron de un sistema de escritura ideográfico o fonético. No se conservan


restos del idioma imperial ni tampoco quedan documentos literarios escritos. Solo se
dispone de tradiciones orales. El Inca Gracilaso, que la conoció dice que "es lastima que se
pierda o corrompa, siendo una lengua tan galana"*. Las fuentes de la primitiva literatura
quechua, además de la tradición oral, son los libros escritos por los españoles del tiempo de
la Conquista, quienes han dejado transcriptas muchas composiciones de la época y aun
anteriores.

La poesía Quechua

La poesía incaica se caracteriza por el panteísmo o adhesión a la tierra, propio a una


civilización agrícola-militar, en la que los animales, las plantas y las flores, ocupan un lugar
importante. El espíritu de la mentalidad indígena es difícil de comprender por el hombre
occidental, ya que los valores de ambos mundos son distintos.

Además del panteísmo, es perceptible en la poesía incaica una tristeza típica del indígena,
que, sin embargo, no tiene el mismo sentido que le da el hombre moderno. Por otra parte,
casi no existe diferencia para el alma indígena entre los conceptos de tiempo y espacio.
Otra característica es un cierto "franciscanismo" (como lo designo Luis Alberto Sánchez)
que consiste en el amor especial que el indio siente por los animales, que comparten el
hogar casi en calidad de hermanos. Este matiz hace pensar en la sicología de san Francisco
de Asís, que consideraba hermanos a las bestias y cosas naturales.
Así mismo, la poesía Quecha es un arte de masas y no exalta sino por excepción a los
grandes hombres del imperio o Tahantisuyo.

Como en las otras civilizaciones antiguas, la poesía se acompañaba de la música y de la


danza. Hubo dos clases de poetas: el poeta oficial, de la corte y el poeta popular, profano,
lírico o bucólico, llamado Haravec. El primero componía poesías rituales, de mayor valor
literario y más exquisita técnica literaria, mientras que el segundo era un vate popular, de
menos técnicas y compromisos en los temas a desarrollar.

Declinación de la literatura quechua

Conviene distinguir al referirse a las letras incaicas, entre el arte incaico puro, propio de la
época de la Conquista, y el arte mestizo o cholo fruto de la contaminación de las culturas
aborigen y española.

Con la Conquista, los cantos indígenas se mezclaron con los católicos, y de esa fusión
surgió un arte nuevo o mestizo. Los españoles, del mismo modo que lo habían hecho en
México, Guatemala y otros países, destruyeron los elementos paganos de las civilizaciones
indígenas. Sin embargo, la mentalidad indígena, muy religiosa de por si, transfirió muchos
aspectos de su paganismo al catolicismo, y fue así como en algunos casos Jesucristo fue
asimilado en Pachacamac, dios de los incas.

Clases de lírica

La lírica incaica y su posterior evolución, la mestiza, tenían distintos tipos de


composiciones. Entre ellas el wawaki, que era cantado por coros juveniles de ambos sexos
en las festividades de la luna o durante las noches de guardia en las sementeras.

El yaraví, que eran expresiones líricas, por lo general de temas amatorios y sentimental, que
fue raíz del actual yaraví peruano.
El Huayno, de carácter erótico; el hahuay o lamento; el triunfo o canción alegre del trabajo
y la victoria, que también paso al arte mestizo; el aymoray, poesía ligera de inspiración
rural, que empleaba a menudo el dialogo; la poesía ritual y otras formas.

MAYAS

Era un grupo de pueblos indígenas mesoamericanos perteneciente a la familia lingüística


maya o mayense. Entre los demás pueblos significativos se hallan los tzeltales de las tierras
altas de Chiapas; los choles de Chiapas; los quichés, cakchiqueles, pokonchis y pokomanes
de las montañas de Guatemala y los chortís del este de Guatemala y el oeste de Honduras.
Todos estos pueblos formaban parte de una civilización y cultura comunes que, en muchos
aspectos, alcanzó las más elevadas cotas de desarrollo entre los indígenas de todo el área
mesoamericana.

Los orígenes de la civilización maya son objeto de discrepancias académicas en virtud de


las contradictorias interpretaciones de los hallazgos arqueológicos. El periodo formativo
comenzó, cuando menos, hacia el 1500 a.C. Durante el periodo clásico, aproximadamente
entre el 300 y el 900 d.C., los mayas extendieron su influjo por la zona sur de la península
de Yucatán y el noroeste de las actuales Guatemala y Honduras. Se construyeron entonces
los grandes centros ceremoniales como Palenque, Tikal y Copán. Los centros maya fueron
abandonados de forma misteriosa hacia el año 900 y algunos individuos emigraron al
Yucatán.

En el periodo posclásico, desde el 900 hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI, la
civilización maya tenía su centro en el norte de Yucatán. La migración tolteca de los itzáes,
procedentes del valle de México, impactó fuertemente en sus estilos artísticos. Chichén
Itzá, Mayapán y Uxmal fueron ciudades esplendorosas. La Liga de Mayapán, que dominó
la península de Yucatán durante dos siglos, preservó la paz durante algún tiempo, pero tras
un periodo de guerra civil y de revolución, las ciudades quedaron abandonadas. Los
españoles vencieron con facilidad a los grupos mayas más importantes, pero el gobierno
mexicano no logró subyugar las últimas comunidades independientes hasta 1901.
Actualmente los mayas forman la mayoría de la población campesina en Yucatán y
Guatemala.
La lengua maya (también llamada yucateca) la hablan unas 350.000 personas en Yucatán,
Guatemala y Belice.

Arte y Escultura

Fue la forma de expresión social política e ideológica de uno de los pueblos más
interesantes de la América Prehispánica. Sus manifestaciones abarcan todas las técnicas y
materiales que podamos imaginar y se extiende en el tiempo durante más de dos mil años.
El territorio que abarcaron fue muy grande: el sur de México y la península de Yucatán,
Guatemala, Belice y parte de Honduras y El Salvador. El periodo de mayor auge fue el
clásico (300-900 d.C.), después sobrevino el llamado colapso maya de las tierras bajas del
Petén, el abandono de los centros más importantes y el resurgir de la civilización más al
norte, en la península de Yucatán, durante el periodo posclásico (900-1500 d.C.). El arte
maya hunde sus raíces en la cultura olmeca (1200-400 a.C.) recibiendo posteriores
influencias de Teotihuacan y Tula. Nos encontramos, pues, ante un arte mesoamericano que
participa de sus mismos patrones y concepciones.

Incluye una gran variedad de manifestaciones: altares, estelas, lápidas, dinteles zoomorfos,
tableros, tronos, jambas, columnas, figuras de bulto y marcadores de juego de pelota. Sus
principales características son la utilización del relieve, la monumentalidad en el
tratamiento de los temas, el uso del color en el acabado superficial, la dependencia del
ámbito arquitectónico, la profusión de signos caligráficos y ornamentales, la relevancia de
las líneas curvas y el carácter abigarrado y escenográfico de la composición. Las estelas
conmemorativas son magníficos trabajos entre los que destacaremos las de Tikal, Copán,
Quiriguá y Cobán. Se trata de enormes lajas de piedra clavadas verticalmente en el suelo,
en las que los escultores mayas tallaron en bajorrelieve imágenes del jubileo de sus reyes.
Se erigían al finalizar un periodo temporal concreto, cada cinco y cada veinte años, y en
ellas, mediante jeroglíficos, se narraban los acontecimientos más importantes del reinado.
Excelentes son los dinteles figurativos que flanqueaban las puertas de los palacios y
templos de Yaxchilán, los altares de Piedras Negras y los zoomorfos de Quiriguá, aunque
quizá la cumbre de la escultura maya sean los paneles de los edificios de Palenque. El
palacio, y los templos de las inscripciones, el Sol, la Cruz y la Cruz Foliada, constituyen
uno de los mejores ejemplos de cómo el hombre es capaz de plasmar en piedra su universo
religioso
Escritura

Los pueblos mayas desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su


mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o
pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales. Los
registros también se realizaban en códices de papel ámate (corteza de árbol) y pergaminos
de piel de animales. Sólo existen tres muestras de estos códices: el Dresdensis (Dresde),
actualmente en Dresde; el Perezianus (Peresiano o de París), en París; y el Tro-cortesianus
(Tro-Cortesiano o Matritense maya). Estos códices se utilizaban como almanaques de
predicción en temas como la agricultura, la meteorología, las enfermedades, la caza y la
astronomía.

En el siglo XVI se escribieron textos en lengua maya pero con alfabeto latino, y entre los
más importantes se encuentran el Popol Vuh, relato mítico sobre el origen del mundo y la
historia del pueblo maya, y los llamados libros de Chilam Balam, crónicas de chamanes o
sacerdotes en las que se recogen acontecimientos históricos. La obra del obispo fray Diego
de Landa, Relación de las cosas de Yucatán, ha resultado una fuente importantísima para
descifrar la grafía maya.

Popol Vuh o Libro del concejo

Se transmitió originalmente por tradición oral, hasta mediados del Siglo XVI, en que fue
escrito por un indígena en lengua quiché pero con caracteres latinos.

Este fue traducido al castellano por Francisco Jiménez, cura párroco de Santo Tomás
Chuilá, antigua población de Guatemala.

El popol vuh narra la historia de la creación de los pueblos quiches:

Primera creación
Los dioses crearon la tierra y la poblaron de animales dándoles a cada uno un lenguaje,
pero como no fueron capaces de pronunciar los nombres divinos, fueron destruidos.

Segunda creación

Los dioses crean figuras humanas de barro que hablan pero carecen de pensamientos.
Vieron que no estaba bien y las destruyeron.

Tercera creación

Los dioses fabricaron muñecos de madera con forma humana, los cuales hablaban y
tuvieron descendencia, pero al carecer de sangre se secaron.

Los utencillos de cocina y los animales domésticos se rebelaron contra estos maniquíes y
una espesa lluvia que bajo del cielo termino por destruirlos. Los sobrevivientes huyeron a
los montes convertidos en monos.

Cuarta creación

Después de celebrar nuevo consejo, se produce la creación definitiva del hombre,


fortalecido con la sustancia blanca del maíz, con el cual forman la carne de los que serán
los primeros padres de la humanidad. Estos como tenían inteligencia capaz de comprender
los secretos del universo, agradecieron su creación a los dioses.

Las 4 edades del Popol vuh

El popol vuh tienen un carácter simbólico y a través de los mitos que lo componen se ha
podido leer la historia sistematizada de las distintas etapas del pueblo quiché, desde la
prehistoria hasta su edad mas avanzada.
Las cuatro edades corresponden, sucesivamente, a la edad primitiva, en la cual no existían
diferencias de grupos lingüística y el hombre estaba en el ciclo de la caza y la recolección;
la segunda edad es el comienzo de la vida agrícola y el principio de la alfarería; la tercera
edad nos habla de una sociedad con unidad étnica y al grupo familiar dedicado a los cultos
agrarios; y la cuarta edad se corresponde con importantes progresos de organización
política, social y religiosa, en la que el maíz es el alimento esencial y la base de una
economía propia.

Le lenguaje del Popol Vuh

Este es simbólico y oculta una cosmogía que se dirige a la mentalidad mágica del hombre
primitivo. La riqueza de su prosa poética consiste en la revelación producida a través de
nombres de dioses mayores o menores que representan la fuerza de la naturaleza, o
nombran a los seres que pondrán la vida sobre la faz de la tierra. Los llamados
constructores y los que traerán por primera vez la palabra.

En lenguaje del Popol Vuh es metafórico, debido a que se expresa por analogías, y se
explica mediante un pensamiento con imágenes. Aparece entonces la metáfora como una
pequeña fábula o mito.

ANTES DEL SIGLO XV

Antes de la llegada de los españoles, en el territorio americano existían importantes culturas


indígenas que se habían desarrollado en diversos aspectos: científico, artístico y económico.
Entre ellas sobresalen pueblos como los mayas, radicados en Guatemala y Yucatán; los
aztecas, establecidos en México, y los incas, que ocuparon el Perú. Subyace en todos ellos
una interpretación mágica de la realidad, característica común a todas las civilizaciones
primitivas.

En el ámbito literario, América indígena desarrolla una literatura colectiva transmitida


oralmente de generación en generación.
SIGLO XV

Durante este siglo, dos civilizaciones indígenas americanas se encuentran en su apogeo: la


azteca y la inca. Con el descubrimiento del nuevo mundo realizado en 1492 por Cristóbal
Colon, la América indígena se convierte en América hispánica.

HISTORIA FACTICA

Siglo XV

América

Los aztecas e incas están en el apogeo; los mayas, en decadencia.

A fines de siglo, en 1492, Colon descubre tierra americana y Americo Vespucio arriba, en
1499, a las costas de América del Sur.

Comienza la fundación de ciudades de tipo europeo: la primera (1494) fue la Isabela; la


segunda y más antigua que hoy subsiste; es Santo Domingo (1496), que dio luego nombre a
la isla.

HISTORIA SOCIOCULTURAL Y ECONOMICA

Aspecto sociocultural y económico

América

En las importantes civilizaciones precolombinas observamos algunos rasgos comunes:


desarrollo del intercambio comercial; conocimiento del cultivo de plantas; aplicación de
principios científicos. Los mayas y los aztecas poseían un lenguaje escrito en forma de
dibujos simbólicos de tipo jeroglífico.

HISTORIA DEL ARTE

Características

América

Son numerosos los testimonios artísticos que han sobrevivido hasta nuestros días. Cada
civilización atraviesa por diversas etapas artísticas.

Los aborígenes son grandes orfebres, tallan la piedra y madera, y realizan tejidos de gran
belleza. En arquitectura hay monumentos importantes.

PANORAMA CARACTERIZADOR DE LA LITERATURA DE LA EPOCA

Principales manifestaciones literarias, científicas y filosóficas.

América

Los aztecas componen himnos religiosos y escriben poemas sobre sus héroes y su historia.

En 1493, Cristóbal Colon escribe su Primera Carta, en la cual describe al Nuevo Mundo y a
sus habitantes.
HISTORIA FACTICA

Siglo XV América

 Los aztecas e incas están en el apogeo; los mayas, en decadencia.

 A fines de siglo, en 1492, Colon descubre tierra americana y Americo


Vespucio arriba, en 1499, a las costas de América del Sur.

 Comienza la fundación de ciudades de tipo europeo: la primera (1494) fue


la Isabela; la segunda y más antigua que hoy subsiste; es Santo Domingo (1496),
que dio luego nombre a la isla.

HISTORIA SOCIOCULTURAL Y ECONOMICA

Aspecto sociocultural y América


económico
 En las importantes civilizaciones precolombinas observamos algunos
rasgos comunes: desarrollo del intercambio comercial; conocimiento del cultivo
de plantas; aplicación de principios científicos. Los mayas y los aztecas poseían
un lenguaje escrito en forma de dibujos simbólicos de tipo jeroglífico.

HISTORIA DEL ARTE

Características América

 Son numerosos los testimonios artísticos que han sobrevivido hasta


nuestros días. Cada civilización atraviesa por diversas etapas artísticas.

 Los aborígenes son grandes orfebres, tallan la piedra y madera, y


realizan tejidos de gran belleza. En arquitectura hay monumentos importantes.

PANORAMA CARACTERIZADOR DE LA LITERATURA DE LA EPOCA

Principales América
manifestaciones
literarias, científicas y  Los aztecas componen himnos religiosos y escriben poemas sobre sus
filosóficas. héroes y su historia.

 En 1493, Cristóbal Colon escribe su Primera Carta, en la cual describe al


Nuevo Mundo y a sus habitantes.
Resumen histórico: La América precolombina y la
conquista del Nuevo Mundo

El año 1492 marcó en España el comienzo de una época que inauguró nuevas maneras de
pensar a la vez que redujo libertades sociales. La toma de Granada, el último reino
musulmán en la Península Ibérica, por los Reyes Católicos significó el fin de la
“reconquista” cristiana de la península. Por una parte, este hecho ayudó a fortalecer la
identidad naciente de una España unida, ejemplificada en la Gramática de la lengua de
Nebrija, que normalizó un idioma oficial común para todo el reino; por otra parte, alimentó
el fanatismo religioso que llevó a la expulsión de los judíos y aumentó el poder de la
Inquisición. El humanismo renacentista dominó el ámbito cultural, mientras que el espíritu
guerrero de la reconquista se dirigiría muy pronto hacia un continente a punto de ser
“descubierto”. La culminación de la época de la conquista cristiana permitió también que
los Reyes Católicos consideraran una extensión de su poder a otros territorios europeos.
Los avances tecnológicos hicieron posible la búsqueda de nuevas rutas marítimas
comerciales al Extremo Oriente, pues las rutas terrestres habían sido cortadas por los
turcos. Los europeos establecieron colonias y puestos de comercio en lugares estratégicos a
lo largo de estas rutas. Para el año 1444 Portugal ya había establecido una pequeña base en
Cabo Verde, en la costa occidental de África, que le sirvió como avanzada de exploración y
mercantil, y más tarde para un lucrativo comercio de esclavos.

En 1492 los Reyes Católicos consideraron por segunda vez la petición de un marinero
genovés llamado Cristóbal Colón de financiar un viaje para encontrar una ruta a las Indias
por el Oeste. De hecho, Colón pensó que había llegado a las Indias. Esta idea equivocada le
dio su nombre a las poblaciones indígenas de América, cambió drásticamente su historia y
dio paso a una nueva época en la historia de España.

La América precolombina

Se desconoce gran parte de la historia indígena de América antes de la conquista porque


ésta se conservaba principalmente en la memoria colectiva, y era transmitida oralmente. Lo
que se ha podido reconstruir de la historia de pueblos como los guaraníes de la Argentina y
Paraguay, los mapuches de Chile, o los potiguares y tupíes del Brasil es muy poco porque el
choque de la conquista destruyó su historia. Los textos que permiten reconstruir el pasado
de civilizaciones más avanzadas se reducen a los códices de escritura pictográfica que
sobrevivieron la destrucción generalizada de este tipo de material por los españoles—como
el Códice Florentino--, a historias indígenas escritas después de la conquista por autores
mestizos, y a las crónicas redactadas por los conquistadores y clérigos españoles.

El Caribe

Las Antillas del Mar Caribe fueron el escenario del primer contacto entre españoles e
indígenas en el Nuevo Mundo. Las Antillas Mayores (Cuba, Jamaica, La Española y Puerto
Rico) estaban habitadas por indígenas llamados taínos. Las islas de las Antillas Menores
estaban pobladas por tribus que los conquistadores llamaron “caribes”. Ambos grupos eran
tribus araguas (arawaks) que habían llegado a las islas en oleadas sucesivas desde
Sudamérica. Los caribes adquirieron fama entre los conquistadores de ser muy violentos, de
donde surgió el mito de los “caníbales”, salvajes que comían carne humana. Estos grupos
prácticamente desaparecieron poco después de la llegada de los españoles. Sin embargo,
hay palabras de su vocabulario que pasaron a la lengua española, entre ellas ‘hamaca’,
‘huracán’, ‘barbacoa’, ‘bohío’ y ‘guayaba’ y ‘cacique’.

Los mayas

Entre las civilizaciones que los españoles encontraron en el “Nuevo Mundo” destacan tres:
los mayas, los aztecas y los incas.

Los mayas llegaron a constituir un imperio importante alrededor del siglo X d.C., cuando
tenían su capital en la ciudad de Chichén Itzá y controlaban gran parte de la península de
Yucatán. El declive de su imperio ocurrió de manera rápida, y existen diversas teorías sobre
su causa. Se conservan dos textos principales de la cultura maya: el Popol-Vuh, un
compendio de leyendas escrito en español después de la conquista, y otro de documentos
culturales, el Libro de Chilam Balam.

Los aztecas
El imperio azteca creció sobre las ruinas de civilizaciones anteriores en el valle central del
actual México. En el momento de su apogeo (que coincide con la llegada de los españoles),
el imperio abarcaba un vasto territorio que se extendía desde el sur de los Estados Unidos
hasta Guatemala. Los aztecas asimilaron la cultura y la religión de los toltecas, una
civilización antigua que había dejado su huella trescientos años antes en el valle de México.
Los toltecas a su vez asimilaron rasgos culturales y religiosos de los teotihuacanos, cuyo
centro ceremonial más significativo se encontraba en Teotihuacán, al norte de lo que es hoy
la ciudad de México. El mito de fundación azteca propone que los dioses ordenaron a los
mexicas fundar su capital en un lugar donde vieran un águila comiendo una serpiente sobre
un nopal (un tipo de cactus). La escena ocurrió, según el mito, en una isla en medio del lago
Texcoco, donde los aztecas establecieron la capital de su imperio, Tenochtitlán (la escena es
el escudo oficial del México moderno, y se reproduce en su bandera). La ciudad de
Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los mexicas, quienes se consideraban herederos del
dios Quetzalcóatl. El nombre “azteca” es de factura posterior a la conquista, y alude a
Aztlán, la tierra mítica original de este pueblo de México, a quienes debería llamarse en
propiedad “mexicas” o “tenochcas”. De su lengua, el náhuatl, se han incorporado algunos
vocablos al español: ‘chocolate’, ‘maíz’, ‘coyote’, tomate’ y ‘comal’, entre otros.

En el siglo XV los aztecas expandieron su influencia hasta los límites geográficos ya


mencionados, impulsados por una súbita explosión demográfica, una clase alta militarizada,
y la naturaleza guerrera del culto azteca al dios Huitzilopochtli. Esta deidad solar guerrera
requería alimentarse con la esencia de la vida, que se encontraba solamente en la sangre
humana. Los aztecas creían que el universo se sustentaba con el sacrificio humano. La
guerra y el tributo de seres humanos impuesto a los pueblos conquistados eran maneras de
obtener prisioneros para sacrificar a su dios. Los españoles luego justificarían la conquista
de la nación azteca debido a la naturaleza “salvaje” de los indígenas, ejemplificada
principalmente en la práctica del sacrificio humano.

Los incas

El imperio de los incas, llamado el Tawantinsuyo, se asentaba en las regiones andinas del
Perú. La civilización incaica superó a la azteca en su extensión geográfica y organización
política. En el siglo XV la influencia incaica se extendió hacia el norte por toda la costa
hasta Ecuador, y hasta el Río Maile, en Chile, al sur. El poder incaico residía en el Cuzco,
una ciudad en las alturas de los Andes.
Los incas habían habitado esa región desde el siglo XIII, pero empezaron a aumentar su
poder en el siglo XV, cuando los cuzqueños se apoderaron de los pueblos cercanos y
pusieron en marcha un proyecto de expansión bajo el liderazgo de Túpac Yupanqui. La
organización política del territorio incaico se realizó bajo el ayllu (tribu) de Sapa Inca, la
familia de Tupac Yupanqui, y se basaba en un sistema de alianzas entre los pueblos
autóctonos y el poder central incaico. Los pueblos aliados a los incas eran obligados a pagar
tributos al gobierno central, lo que provocaba resentimientos locales que mantuvieron al
imperio en un permanente estado de inestabilidad. Al igual que en el caso de los aztecas, la
aplicación del nombre “inca” a toda la población es un error histórico, pues este nombre se
refería exclusivamente a la alta nobleza del Tawantinsuyo.

El poder del monarca incaico se debía a su descendencia directa del rey sol, Manco Cápac.
Para mantener la pureza de la sangre, la sucesión al poder tenía que seguir las reglas de los
ayllus que formaban la base dinástica de la sociedad incaica. Sin embargo, en esta sociedad
poligámica la sucesión del poder a menudo se convirtió en una competencia entre los varios
hijos del rey. La disputa dinástica entre Atahualpa y su medio hermano Huáscar, hijos del
rey Huayna Cápac, fue clave en la desintegración política del imperio inca frente a la
amenaza española. Justo antes de llegar éstos, Atahualpa había asesinado a Huáscar en el
contexto de una guerra civil entre los partidarios de ambos.

Las ruinas de Cuzco, la ciudad ceremonial de Machu Picchu y las líneas de Nazca todavía
permanecen como testimonios de esta civilización andina.

Los viajes de Colón y la exploración temprana del Nuevo Mundo

Cristóbal Colón salió del puerto español de Palos el 3 de agosto de 1492 con tres navíos: la
Santa María, la Niña, y la Pinta. El 12 de octubre avistaron Guanahaní, una isla de las
Bahamas que Colón bautizó con el nombre de San Salvador. La expedición tuvo contacto
con algunos indígenas y exploró las islas caribeñas de Juana (hoy Cuba) e Hispaniola (hoy
Haití y la República Dominicana). Al hundirse la Santa María la Nochebuena del mismo
año, Colón fundó en Hispaniola una pequeña colonia que llamó “La Navidad”. En su
segundo viaje, Colón encontró que ésta había desaparecido. Colón regresó a España con
muestras de los animales e indígenas que había encontrado en su viaje, y con noticias
exageradas de las riquezas que podrían explotarse en las nuevas tierras. Colón regresaba
también para reclamar a los reyes lo convenido en el pacto (las Capitulaciones de Santa Fe)
que éstos y él habían concertado antes de su partida, por el cual Colón obtenía el título de
Almirante del Gran Océano y el cargo vitalicio y hereditario de virrey de todos los
territorios reclamados por él para la Corona Española.

Portugal, otra gran potencia marítima del momento, inmediatamente le disputó a España el
derecho de reclamar todos los territorios que se encontraran navegando hacia occidente.
Para evitar un conflicto mayor, en 1494 el papa Alejandro VI redactó el Tratado de
Tordesillas, en el que se trazaba una línea del polo norte al polo sur 370 leguas al occidente
de las islas Azores, dándosele a Portugal todas las tierras al este de esa línea, y a España las
tierras hacia el occidente.

Los tres viajes siguientes de Colón aumentaron el conocimiento del Caribe, pero no
produjeron mayores beneficios. Casi inevitablemente, Colón se fue desprestigiando ante los
reyes. Otros exploradores le siguieron—entre ellos Américo Vespucio, un florentino que
exploró la costa oriental de América del Sur, y por quien el cartógrafo alemán
Waldseemuller nombró al continente. El español Juan Ponce de León exploró Puerto Rico
en 1508, luego la costa de la Florida en 1513, y Vasco Núñez de Balboa encabezó la
expedición que descubrió el Océano Pacífico ese mismo año.

La conquista de México

En 1519 Hernán Cortés zarpó desde Cuba al frente de una expedición exploratoria de 11
navíos, más de 500 soldados y 16 caballos. Al llegar al territorio de Yucatán, Cortés tuvo
noticias de una tierra muy rica que se hallaba hacia el noroeste. Dirigiéndose hacia allí,
Cortés arribó a la costa oriental de lo que hoy es México, donde fundó Veracruz. De ahí
avanzó por tierra en dirección a Tenochtitlán, a pesar de haber recibido órdenes de esperar
refuerzos en la costa. Con la ayuda de una intérprete nativa de nombre Malintzín (“la
Malinche”), Cortés supo de Tenochtitlán, de su rey Moctezuma y de las riquezas que
poseía. Cortés también descubrió que las tribus que encontraba a su paso resentían la
autoridad que el imperio azteca tenía sobre ellas, y rápidamente les ofreció su ayuda contra
los tenochcas a cambio de obtener de ellos refuerzos, albergue y alimentos. Los aliados más
poderosos de Cortés fueron los tlaxcaltecas, quienes habían resistido tenazmente los
intentos de conquista de los aztecas.
El primer intento de tomar la ciudad en 1519 fue desastroso para los españoles. A su
llegada, los españoles fueron tratados como huéspedes honrosos, pero Cortés se dio cuenta
rápidamente de la situación desventajosa en que se encontraba, y tomó prisionero a
Moctezuma en su propio palacio. Cortés tuvo que defenderse luego de un ataque español en
la costa y de una sublevación indígena en la capital que cercó a los españoles. Después de
una batalla larga y sangrienta en la que murió Moctezuma apedreado por sus súbditos y en
la cual Cortés perdió gran parte de su ejército, los sobrevivientes españoles tuvieron que
abandonar la ciudad a oscuras en una retirada que se conoce con el nombre de la “Noche
Triste”. Casi dos años más tarde, Cortés regresó con refuerzos y construyó barcos que le
permitieron poner cerco a la ciudad construida en medio del lago. El cerco acabó con la
capacidad de resistencia de una población que también había sufrido los estragos de las
enfermedades traídas por los españoles, y Tenochtitlán se rindió finalmente en 1521 con la
captura del último rey azteca, Cuauhtémoc. Las fuentes principales de la conquista de
México son una colección de cinco Cartas de relación escritas por Cortés al rey Carlos V, y
una crónica redactada por Bernal Díaz del Castillo—uno de los soldados de Cortés—
titulada Historia verdadera de la conquista de México.

La conquista del Perú

La expedición de Francisco Pizarro partió de Panamá en 1530 con 180 soldados,


incluyendo a sus hermanos. Los españoles entraron en 1532 en la ciudad de Cajamarca, en
donde se encontraba el rey Atahualpa. En una entrevista Pizarro le exigió a Atahualpa que
aceptara la soberanía española y la religión cristiana, a lo que Atahualpa se negó.
Inmediatamente, el rey fue hecho prisionero, y cerca de dos mil de los hombres que lo
acompañaban fueron asesinados. De un golpe, los españoles habían tomado el centro de
poder del imperio. Atahualpa ofreció llenar una habitación con oro y plata hasta la altura de
su cabeza como rescate, pero aun cuando cumplió su promesa, éste fue ejecutado por los
españoles, después de aceptar recibir el bautismo en la religión católica.

A pesar de este comienzo exitoso, los españoles tuvieron que luchar por muchos años para
dominar totalmente el imperio incaico. En varias ocasiones la nobleza incaica logró
organizar sublevaciones que fueron apaciguadas por los conquistadores o sus
descendientes. Este largo período de resistencia acabó definitivamente cuarenta años más
tarde con la captura y muerte de Túpac Amaru, último heredero del reino, en 1572. Otro
factor importante que prolongó la inestabilidad política de la región fueron las luchas
violentas entre los propios conquistadores, quienes se disputaban el poder y las riquezas
adquiridas.
La época posterior a la conquista

Los conquistadores se apoderaron de tierras en nombre de la corona, pero ejerciendo ellos


el poder inmediato sobre los territorios y pueblos conquistados. Los españoles recrearon en
las nuevas tierras un sistema feudal: recibieron tierras y a la gente que las habitaba en
recompensa por su participación en las exploraciones y guerras de pacificación. Este
sistema se institucionalizó en el régimen de la encomienda, que concedía a los indígenas de
un territorio al conquistador que la poseía (encomendero) siempre que éste velara por el
adoctrinamiento cristiano de sus indios. Los abusos a los que se prestaba el sistema de
encomiendas llevaron a la creación de los repartimientos de indios en 1512. La corona
intentó nuevamente proteger a los indígenas de los excesos de sus amos españoles mediante
las Nuevas Leyes de 1542, las cuales derogaron el carácter hereditario de las encomiendas.
En el Perú, los conquistadores adoptaron la institución prehispánica de la mita, en la cual
cada comunidad indígena tenía que poner trabajadores al servicio del Inca durante una parte
del año.

Desde el momento en que la exploración y conquista se convierte en un proceso de


colonización, los intereses de los conquistadores y sus descendientes entraron en conflicto
con los intereses de la corona. Para ejercer su autoridad en tierras tan distantes, la corona
usó diversas estrategias para debilitar el poder local de los conquistadores. Por ejemplo, la
Casa de Contratación fue creada en 1503 en Sevilla para centralizar y sancionar todo el
comercio con América, y el Consejo de Indias fue creado en 1524 para ejercer autoridad
administrativa sobre los nuevos territorios. En varias ocasiones Fernando I, Carlos V y
Felipe II promulgaron leyes para proteger los derechos de los indígenas de los abusos de
sus amos españoles. La corona mantuvo también una representación muy fuerte en los
territorios americanos mediante virreyes, corregidores y gobernadores nombrados
directamente por ella.

La utopía y el debate moral

La exploración y colonización españolas del Nuevo Mundo no solamente trastornaron las


ideas geográficas europeas, sino que crearon un nuevo papel imperial para la España de
comienzos del siglo XVI. Durante esta época de pleno renacimiento europeo, el
descubrimiento de nuevas tierras parecía ofrecer el escenario para la realización de las
grandes aspiraciones humanas del momento. Algunos esperaban encontrar en el Nuevo
Mundo lo que no era posible en el Viejo: riquezas ilimitadas a la disposición del hombre
más decidido y emprendedor, pero también la posibilidad de ensayar nuevas
configuraciones sociales fuera de los rígidos estamentos sociales de Europa. No es
casualidad que la Utopía (1516) de Tomás Moro sea descrita por su autor como una isla en
las Américas, ni que surja muy pronto el arquetipo del buen salvaje americano—un ser que
vivía en armonía con la naturaleza y con su sociedad—o que se emprenda la búsqueda de
seres mitológicos como las sirenas, las amazonas o El Dorado en el Nuevo Mundo.

Estos ideales chocaron violentamente con la realidad brutal de la aniquilación de los


indígenas americanos por los abusos a los que eran sometidos y las nuevas enfermedades
ante las cuales no tenían defensas. El primer grito en defensa de los indígenas lo había dado
en 1511 en La Española el fraile dominico Antonio de Montesinos, quien en un sermón
para los días de la Navidad había preguntado a sus feligreses “¿Con qué derecho y con qué
justicia tenéis en tan cruel servidumbre a aquestos indios? ¿Estos no son hombres? ¿No
tienen almas racionales?” El debate implícito en las acusaciones de Montesinos tuvo su
punto culminante en una disputa formal que sostuvieron en 1550 en Valladolid Fray
Bartolomé de las Casas, el gran defensor de los indígenas, y el filósofo Juan Ginés de
Sepúlveda. Las Casas argumentaba que los indígenas eran hombres que poseían alma y
derechos garantizados por la ley natural y por su calidad de vasallos de la corona. Por su
parte, Sepúlveda alegaba que eran “homúnculos”, esclavos naturales incapaces de distinguir
entre el bien y el mal que necesitaban tutela adulta. El derecho internacional moderno tiene
sus orígenes en las discusiones que surgieron a causa de la extensión de la hegemonía
española a los nuevos súbditos y territorios. El teólogo español Francisco de Vitoria fue una
figura muy destacada en estos asuntos.

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