El aire es soplado al tostador por medio de una placa de toberas en el fondo y los
concentrados se cargan en forma particulaza o como pulpa cerca de la parte
superior del horno. La operación de tostacion se inicia calentando el horno
(usualmente conteniendo un lecho inerte de arena o calcinas) hasta la temperatura
de ignición de los concentrados en aire. En este se comienza a alimentar aire y
concentrado lentamente el comienzo, para comenzar la tostacion y hacer autógena
la operación.
a) Burbujeante
Opera con bajas velocidades del aire de fluidización y se caracteriza por
permanecer en el lecho la mayor parte de los sólidos y solamente una parte,
normalmente inferior al 10%, pasan al ciclón. Este tipo de fluidización se denomina
"en fase densa", caracterizándose por la superficie libre del lecho que permanece
definida.
b) Circulante
Con velocidades muy elevadas del aire de fluidización se produce el arrastre de gran
cantidad de sólidos del lecho, pudiéndose reciclar una gran parte de éstos mediante
un ciclón o multiciclón, dando lugar al denominado "lecho fluidizado circulante".
Desde el punto de vista de la presión de operación del combustor, pueden hacerse
dos divisiones:
lechos fluidizados atmosféricos, que operan a la presión atmosférica, y lechos
fluidizados a presión (5- 20 Kg/cm2). La combustión en lecho fluidizado a presión
aunque es más compleja de operar ofrece la posibilidad de utilizar turbinas de gas
en la generación de electricidad, empleando ciclos combinados gas-vapor con un
alto rendimiento global.
La combustión fluidizada a presión sólo es aconsejable para altas capacidades de
producción térmica (superiores a 200 MW), ya que conlleva en su diseño una
considerable reducción del tamaño del combustor. En este caso, se dispone de una
corriente de aire que impulsa arena y la mantiene flotando en el horno formando un
lecho. El combustible se introduce en el interior de este lecho, donde se mantiene la
suspensión. La temperatura existente en el mismo, del orden de 850°C, provoca su
combustión inmediata. Se produce un reparto de aire uniforme, lo que impide una
atmósfera reductora, minimizando el rozamiento mecánico, así como la formación de
depósitos. Hoy en día existen diferentes tipos de lechos fluidizados, con aplicación a
combustibles convencionales.
Los lechos fluidizados se diferencian entre sí básicamente según la velocidad del aire
en los mismos. Según se incrementa la velocidad del aire los lechos pasan de fijo a
burbujeante, turbulento y circulante.