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El patrimonio como forma de resistencia a la gran minería.

El caso del Huasco Alto, Chile | 31

El patrimonio como forma de resistencia a la gran


minería. El caso del Huasco Alto, Chile
Mauricio Lorca y Marc Hufty
Recibido 1° de marzo 2016. Aceptado 3 de septiembre 2016

RESUMEN

El artículo aborda el uso del patrimonio por parte de la Comunidad Agrícola de Ascendencia Diaguita Los
Huascoaltinos como estrategia de resistencia contra dos grandes proyectos mineros. La progresiva articulación
de un discurso patrimonial orientado a valorizar el territorio coincide con el inédito proceso de reetnificación
que emprendieron esas familias comuneras en torno al etnónimo “diaguita” hace ya casi dos décadas. De esa
forma, ambas dinámicas se imbrican para revitalizar a la organización comunitaria en pos del resguardo de la
propiedad y el derecho a un modelo de desarrollo local libremente elegido.
Palabras clave: Desarrollo; Extractivismo; Identidad; Patrimonio; Territorio.

ABSTRACT

HERITAGE AS A FORM OF RESISTANCE TO LARGE-SCALE MINING: THE CASE OF HUASCO ALTO, CHILE.
This article discusses how the idea of territorial heritage has been used by the Comunidad Agrícola de Ascendencia
Diaguita Los Huascoaltinos as a resistance strategy against two large mining projects. The progressive articulation
of a heritage discourse aimed at valuing territory coincided with a process of re-ethnicization undertaken by local
families around the Diaguita ethnonym 20 years ago. These two dynamics interacted and led to a revitalization
of Diaguita institutions, helping the community to claim an increased control over their property and the right
to choose its own path towards development.
Keywords: Development; Extractivism; Heritage; Identity; Territory.

INTRODUCCIÓN
controvertidas inversiones mineras del país: los pro-
Durante las últimas décadas, la gran minería ha te- yectos Pascua-Lama y El Morro. Ambos han tenido
nido en Chile una asombrosa expansión, que ha signi- importantes repercusiones ambientales y sociales: con-
ficado la penetración del gran capital en espacios que taminación de suelos y agua e impactos en el manejo
habían permanecido, hasta ese momento, marginales del territorio y las instituciones sociales locales (Yáñez
a su acción. Esos enclaves extractivos se constituyen y Molina 2008; Salinas y Karmy 2009; Larraín y Poo
en eventos de enorme relevancia al establecer nue- 2010). Por ende, han encontrado una férrea oposición
vas fórmulas estatales y privadas de territorialización en la población local y nacional, que se ha expresa-
(Vandergeest y Peluso 1995). Esas formas de ocupación do utilizando el repertorio clásico de los movimientos
y control espacial desencadenan una marcada conflic- sociales: manifestaciones, marchas, toma de carreteras
tividad, dadas las diferencias y asimetrías existentes y recursos jurídicos (Tilly 1984).
entre los actores sociales en pugna.
De modo complementario a esas tácticas de mo-
Dentro de este tipo de conflictos destacan los ubi- vilización, desde el año 2005 se observa el desarrollo
cados en el valle del Huasco de la región de Atacama. de una nueva forma de resistencia por la principal
En efecto, en la parte alta de ese valle, en la comu- afectada por esos proyectos mineros: la Comunidad
na de Alto del Carmen, se ubican dos de las más Agrícola de Ascendencia Diaguita Los Huascoaltinos

Mauricio Lorca. Universidad Autónoma de Chile. Av. Pedro de Valdivia 425, Providencia, Santiago de Chile. Universidad
Bernardo OHiggins, Centro de Estudios Políticos, Culturales y Sociales de América Latina, EPOCAL. Fábrica 1990, Santiago
de Chile. E-mail: maurolorca@gmail.com
Marc Hufty. Graduate Institute of International and Development Studies - IHEID, Chemin Eugène-Rigot 2 | CP 1672 –
CH-1211 Genève 1, Switzerland. E-mail: marc.hufty@graduateinstitute.ch

Intersecciones en Antropología 18: 31-42. 2017. ISSN 1666-2105


Copyright © Facultad de Ciencias Sociales - UNCPBA - Argentina
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(en adelante, la Comunidad)1. Dicha forma se basa mineras de la estatal Corporación Nacional del Cobre
en la patrimonialización –entendida como el proceso (CODELCO) a empresas extranjeras y en 1997, Chile
de aumento de la carga simbólica de ciertos bienes y la Argentina firmaron el Tratado de Integración y
mediante la progresiva articulación de un discurso Complementación Minera que, junto con el Protocolo
(Davallon 2006; Roigé y Frigolé 2010)– de elementos Adicional Específico del año 2004, crearon un tipo de
culturales y naturales presentes en su territorio, con el jurisdicción supranacional que permitió la puesta en
objetivo de que esos recursos, además de constituirse marcha del proyecto Pascua-Lama (Luna et al. 2004;
en soportes de reetnificación2, añadan valor antropo- Larraín y Poo 2010). Asimismo, para completar este or-
lógico y ambiental a la propiedad –lo que legitima su den jurídico, en 1981 se dictó un código de aguas que
conservación y protección– y entorpezcan la acción disoció ese recurso del suelo, con lo que se inauguró
empresarial. un mercado de derechos de aprovechamiento que,
en un comienzo, fueron gratuitamente asignados pero
Este artículo examina esa forma de resistencia para
que, con el tiempo, han provocado la especulación y
descubrir sus orígenes, sus limitaciones y/o sus contra-
el acaparamiento de ese recurso por parte de empresas
dicciones y oportunidades. Para ello se hace referencia
y personas naturales, y la reducción a su acceso para
a la aplicación del modelo extractivista en Chile y el
las poblaciones de varias áreas del país (Barros 2011).
valle del Huasco, las respuestas que ha originado y
cómo se han implementado los procesos de reetnifi- Este escenario administrativo y normativamente
cación y de patrimonialización del territorio diaguita anuente a la inversión privada, sumado a la estabi-
huascoaltino. Por último, se analiza la dimensión po- lidad política demostrada por el país significó, entre
lítica del patrimonio y el rol que cumple en dinámicas otros efectos, la proliferación de proyectos extracti-
de confrontación entre agentes sociales que divergen vos que convirtieron al área conocida como Norte
respecto de cómo gestionar los recursos territoriales y Chico en uno de los territorios con mayor desarrollo
de lo que entienden por desarrollo3. de inversiones mineras del país4. Asimismo, aunque la
economía chilena se ha diversificado, sigue dominada
por la extracción de minerales, entre los que el cobre
EL MODELO EXTRACTIVISTA CHILENO es claramente el predominante5.
Este modelo económico calificado como “extrac-
La integración de los metales chilenos a la econo-
tivista” puede ser entendido como la obtención in-
mía global comenzó durante la colonia, se consolidó
tensiva de altos volúmenes de materias primas para
a fines del siglo XIX con la explotación de salitre y se
ser exportadas con un procesamiento mínimo. Así,
afianzó en las primeras décadas del siglo XX, con la
dentro de una lógica económica global, el extractivis-
llegada de capitales estadounidenses y el desarrollo
mo corresponde a la primera etapa de una cadena de
de la gran minería cuprífera. A partir del año 1966,
producción cuyos restantes eslabones están dispersos
el cobre fue “chilenizado” mediante la compra de la
por el mundo. Debido a esto, los emprendimientos
parte mayoritaria de esas empresas y, finalmente, fue
extractivos son intensivos en capitales, pero sus de-
nacionalizado en 1971.
mandas de empleo son bajas, y su valor agregado,
El régimen militar (1973-1990) mantuvo la na- restringido (Gudynas 2013). Otra característica del
cionalización, pero adoptó políticas neoliberales que modelo es la presión que ejercen sobre el medioam-
limitaron el rol del Estado y fomentaron la inversión biente la infraestructura, el transporte, las comunica-
extranjera, lo que significó la alineación de la econo- ciones y las actividades implicadas en la extracción
mía nacional hacia la exportación. Para lograrlo, fue de las materias primas. A esto se añade la fragmen-
establecido un nuevo orden jurídico: el decreto ley tación territorial que significa la inserción de estos
600 (1974) redefinió el papel de la inversión extranjera enclaves en configuraciones territoriales preexistentes
en la economía nacional ofreciéndole una igualdad que muchas veces han perdurado ajenas incluso a la
de tratamiento, para luego, en 1984, ser modificado presencia del Estado (Gudynas 2011). Resulta cohe-
y conceder a las empresas mineras extranjeras de rente entonces detectar importantes grados de opo-
un valor de USD 50 millones o más la invariabili- sición y conflictividad en poblaciones locales afec-
dad tributaria durante un período de diez años; la tadas por este tipo de proyectos, las que fundarían
ley 18.097 (1982) de concesiones mineras garantizó sus cuestionamientos en la valoración exclusivamente
a los inversionistas privados el derecho de propiedad comercial de los recursos sostenida por el modelo
de los yacimientos mediante la “concesión plena”. extractivista; más cuando, por el contrario, muchas
En 1983, se adoptó un nuevo código de minería y, de ellas se apropian y usan sus territorios de forma
posteriormente, en la década de 1990, se promul- comunitaria y más sustentable (Fernández y Salinas
garon y modificaron otras leyes que proporcionaron 2012; Delgado 2013, entre otros).
nuevas ventajas fiscales a la gran minería. Por ejem-
plo, la ley 19.137 permitió la venta de pertenencias
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LOS HUASCOALTINOS Y SU PROCESO en el Huasco Alto se habría dado una continuidad en


DE REETNIFICACIÓN la ocupación del espacio pero, en lo que concierne a
la pertenencia a un grupo singular por los individuos
La población indígena diaguita se reparte actualmen-
que lo componen, esa persistencia presentaría fracturas
te entre la Argentina y Chile. La Comunidad Agrícola
en el tiempo. Pues, si bien se habría mantenido una
de Ascendencia Diaguita Los Huascoaltinos se ubica
pertenencia al territorio y a sus antiguos habitantes,
en la parte alta del valle del Huasco de la Región de
habría habido un rechazo a esa distinción como for-
Atacama, Chile (Figura 1). Es una organización pro-
ma de camuflar las manifestaciones diacríticas de una
ductiva y social legalmente considerada como privada,
vinculación étnica históricamente estigmatizada por la
cuyos primeros antecedentes se remiten a la colonia y
sociedad dominante.
conciernen el reconocimiento del pueblo de indios de
Huasco Alto, que permaneció relativamente aislado de De acuerdo con la ley indígena 19.253, en Chile,
los procesos coloniales (Molina 2013). La Comunidad el criterio para reconocer un vínculo étnico es el au-
hoy abarca una superficie de 377.964 hectáreas y ha torreconocimiento fundado en líneas parentales indí-
pasado por distintas etapas. Durante la república, el genas y la presencia de manifestaciones culturales pro-
sustrato y las condiciones indígena y colectiva del te- pias. Las fuentes documentales constatan la conexión
rritorio continuaron siendo reconocidos bajo el título entre los apellidos de los actuales diaguitas con linajes
de Pueblo de Indios Estancieros (Pizarro et al. 2006). prehispánicos de los siglos XVI y XVII, vínculo que
En 1903, para evitar su desmembramiento, la propie- permanece en documentos tales como los Registros
dad fue inscrita por los comuneros como Estancia Los de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de
Huascoaltinos. Sin embargo, esto no significó que parte Vallenar (1850 a 1880), en la inscripción de la Estancia
del territorio fuera vendido o usurpado. En efecto, entre Los Huascoaltinos (1903) y en la reconstrucción de
las tierras despojadas mediante procesos usurpatorios líneas de parentesco con las poblaciones actuales. Así,
no consentidos durante la década de 1920 están las hoy, alrededor del 60% de los comuneros poseen un
actuales haciendas Chollay y Chañarcillo, que en 1998 apellido considerado diaguita, porcentaje que se repite
fueron adquiridas por la empresa minera Barrick Gold tanto en la lista de asociados del título constitutivo
y que hoy son reclamadas por la Comunidad como es- de la propiedad de 1903 como en la actual (Correa
pacios de uso y posesión ancestral (Pizarro et al. 2006; y Pizarro 2005).
Molina 2013). Además, a esto se suma la controversia En esas tierras se han desarrollado actividades agrí-
y los litigios que sobre los derechos de agua sostienen colas y ganaderas tradicionales, mediante las cuales se
las poblaciones, los terratenientes, los agricultores de elaboran productos que hoy son considerados parte del
riego y las empresas ubicadas en el valle, cuya reno- acervo cultural diaguita (por ejemplo, el pajarete, el
vación hídrica depende directamente de los glaciares arrope, etc.). Esas actividades, sumadas al ejercicio del
amenazados por la actividad minera. microcomercio y al trabajo asalariado en plantaciones
A partir de 1990, se identifica una etapa de reor- agroindustriales, permiten la sobrevivencia tanto de la
ganización de los comuneros y el saneamiento legal población indígena como de la mayoría de los campe-
de la Comunidad (Pizarro et al. 2006). Asimismo, sinos huascoaltinos. Sin embargo, si bien la reetnifica-
durante ese período ocurrió un hecho fundamental ción diaguita encuentra fundamentos en la persistencia
en el desenvolvimiento de la organización y de la del vínculo entre linajes y territorio, en la continuidad
propiedad: el proceso de reetnificación que, desde de un conjunto de saberes y prácticas propias, también
1998, emprendieron algunas familias del Huasco Alto deben considerarse las coyunturas sociopolíticas de las
y de las ciudades de Copiapó y Vallenar alrededor que ese proceso es parte. La reemergencia diaguita
del etnónimo “diaguita”. Hasta fines del siglo XX, las se enmarca dentro de la producción de una etnicidad
ciencias sociales nacionales adoptaron la teoría de una enmarcada por dispositivos institucionales que ofrecen
aculturación y un mestizaje progresivo para explicar la a esa dinámica un importante grado de consenso y
pérdida de rasgos culturales de una población indígena cooperación entre los individuos que reivindican esa
que desapareció gradualmente. Es cierto, la violencia, pertenencia y el Estado que otorga la legitimidad y la
las enfermedades, la aculturación y el mestizaje hi- legalidad de ser indígena.
cieron desaparecer a los diaguitas de buena parte de La reaparición diaguita es consecuencia importante
los valles del Norte Chico, pero no de otros espacios del entusiasmo y la colaboración del gobierno regional
considerados como “tierras marginales” desde el punto de Atacama durante el período en que Yasna Provoste
de vista del colonizador (Villalobos 1983). Campillay fue intendenta (2001-2004), pues, al autoi-
El Huasco Alto corresponde a un espacio que, des- dentificarse ella como perteneciente a la etnia, ofreció
de la conquista y la colonización europeas, desarrolló un sostén privilegiado a la emergencia, la organización
una cultura específica y características resultantes de y las reivindicaciones de las personas que en ese mo-
un cúmulo de relaciones interétnicas, productivas, co- mento comenzaban a identificarse como indígenas.
merciales, etcétera (Niemeyer 1994). En la práctica, De esta forma, luego de una demanda simbólica de
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actúa como fundamento de organización, solidaridad


algunos diaguitas frente al Congreso el año 2002, los
y acciones colectivas dirigidas a generar nuevas formas
políticos de la región al unísono presentaron una mo-
de gobernanza en el territorio huascoaltino.
ción para introducir la etnia en la ley indígena, modifi-
cación que finalmente fue promulgada en 2006. De esta En resumen, la etnicidad diaguita se implanta como
forma, hoy resultado de un largo proceso de reetnifica- un agente que condiciona las relaciones intercultu-
ción y reconocimiento legal, más de 45.000 personas rales del Huasco Alto, y se constituye en uno de los
se reconocen diaguitas en Chile (Instituto Nacional de principales sustentos de cohesión, solidaridad y mo-
Estadísticas 2012) y alrededor de 32.000 en la Argentina vilización sobre los cuales los comuneros basan sus
(Instituto Nacional de Estadística y Censos 2005). relaciones con el Estado y con dos proyectos mineros
que tienen un fuerte impacto en el territorio: Pascua-
En otras palabras, la etnicidad no es vista sólo de
Lama y El Morro.
forma descriptiva, culturalista, sino también como
una categoría de comprensión de la organización
social contemporánea dentro de un proceso gene-
rativo, contextual e interaccionista. La reemergencia EL AVANCE DE LA GRAN MINERÍA: LOS
diaguita articula así una concepción de etnicidad y su PROYECTOS PASCUA-LAMA Y EL MORRO
representación en los espacios institucionales como
El proyecto Pascua-Lama
estrategia de reposicionamiento del grupo dentro del
espectro social y político chileno. En este sentido, la Propiedad de Barrick Gold, Pascua-Lama es el
reetnificación no representa un punto de partida de lo primer proyecto minero binacional del mundo y con-
diaguita, sino una de entre varias estrategias destinadas siste en el desarrollo de un yacimiento de minerales
a transformar una serie de inequidades, las cuales, a de oro, plata y cobre (Instituto Nacional de Derechos
pesar de reproducirse a lo largo del tiempo, permi- Humanos INDH 2012: 62). Se trata de uno de los
tieron la mantención de una cultura común que hoy proyectos de inversión más objeta-
dos en Chile, debido a la remoción
de glaciares que originalmente im-
plicaba la operación de la mina,
la permisividad demostrada por la
institucionalidad pública nacional,
la permanente cooptación por parte
de la empresa de los actores que se
oponen al proyecto y el negligente
desconocimiento de la empresa y las
instituciones públicas respecto de la
población diaguita huascoaltina.
El primer estudio de impacto
ambiental (EIA) de Pascua-Lama
fue presentado en el año 2000 y
evidencia serias omisiones sobre la
presencia y los impactos en tres gla-
ciares ubicados en el área de explo-
tación que ponen en peligro parte
importante del suministro hídrico de
la cuenca del Huasco. El proyecto
obtuvo la resolución de calificación
ambiental al año siguiente, bajo la
condición de trasladar 850.000 m3
de glaciares a una altura similar o
superior de donde se encuentran
(Larraín y Poo 2010). A partir de
ese momento, la población del valle
comenzó a manifestar su desconten-
to y convocó a hacerlo también a
los agricultores, uno de los grupos
más influyentes del valle (Salinas y
Figura 1. Ubicación de la Comunidad Agrícola de Ascendencia Diaguita Los Karmy 2009).
Huascoaltinos y de los proyectos mineros Pascua-Lama y El Morro.
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En 2004, Barrick presentó un nuevo EIA para am- suscitadas como estrictamente técnicas. Esto, además
pliar el yacimiento en alrededor de un 30%. En forma de presentar “la explotación minera como una ne-
paralela, la Junta de Vigilancia del río Huasco firmó cesidad imperante para el desarrollo de la Nación”,
un acuerdo con la empresa que la comprometía a haciendo coincidir el discurso empresarial con el
responder en conjunto las observaciones hechas por gubernamental con el fin de disminuir la oposición
la institucionalidad al EIA y, una vez que ese docu- (Boccardi et al. 2008: 59).
mento fuese aprobado, a no oponerse a la ejecución
En el año 2012, cinco recién organizadas comu-
del proyecto. Además, ese compromiso contemplaba
nidades diaguitas del Huasco Alto presentaron ante la
la transferencia a la Junta, por parte de la empresa, de
Corte de Apelaciones de Copiapó un recurso de pro-
USD 60 millones en un lapso de 20 años (Salinas y
tección contra Pascua-Lama debido a incumplimientos
Karmy 2009). En 2006, ese segundo EIA fue aceptado
relacionados con la protección de los recursos hídri-
bajo restricción de no tocar los glaciares y de que
cos de la cuenca del Huasco (Porras 2013). En mayo
las vetas que se encuentran debajo de ellos fueran
de 2013, después de cuatro meses de investigación,
explotadas en forma subterránea.
la Superintendencia del Medio Ambiente sancionó al
La Comunidad impugnó el acuerdo entre la minera proyecto con una multa de USD 16 millones y ordenó
y la Junta de Vigilancia ante la Dirección General de paralizar las faenas después de corroborar los graves
Aguas (DGA) argumentando que el directorio de esa incumplimientos medioambientales cometidos por el
organización había excedido sus atribuciones al no proyecto (diarioUchile 24/05/2013). En septiembre del
consultar a los regantes sobre la decisión tomada. La mismo año, la Corte Suprema ratificó la suspensión
DGA estimó que el asunto no era de su competen- decretada por la Corte de Apelaciones de Copiapó
cia, pues correspondía a un acuerdo realizado entre (La Tercera 25/09/2013), y en octubre se sumó otro
privados (Observatorio Latinoamericano de Conflictos recurso de protección contra el proyecto, esta vez ante
Ambientales s/f). La Comunidad interpuso entonces un la Corte de Apelaciones de Antofagasta, que lo declaró
recurso de protección ante los tribunales de justicia admisible (El Diario de Antofagasta 09/10/2013).
reclamando que sus derechos no habían sido consi-
A fines de octubre de 2013, el director general
derados. En el año 2007 también procedió a hacerlo
de Barrick Gold anunció la suspensión temporal del
ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
proyecto debido a la caída del precio del oro y a la
que lo declaró admisible pues estimó que el Estado
multiplicación por 10 de su costo, que aumentó a
chileno, al calificar el proyecto Pascua-Lama positi-
USD 10.000 millones (Emol 31/10/2013). Pese a todo,
vamente, no había considerado la calidad indígena
en enero de 2014, una comisión de la Cámara de
de la Comunidad (Observatorio Latinoamericano de
Diputados destinada a investigar los efectos del pro-
Conflictos Ambientales 2010).
yecto en la situación ambiental del valle del Huasco
En forma paralela a esas acciones judiciales, la estimó que, si bien Pascua-Lama había incurrido en
aprobación del segundo EIA implicó la conformación reiterados incumplimientos, estos se habían canalizado
de una amplia red de actores que generalizó la opo- correctamente y que no era procedente la aplicación
sición y protesta ciudadana a nivel nacional e inter- de normas dictadas con posterioridad a la aprobación
nacional (Salinas y Karmy 2009). Mientras tanto, la de los EIA (Pulso 11/02/2014). La respuesta de la po-
oposición que provocó el proyecto en la Argentina blación del valle del Huasco fue un categórico recha-
condujo a la sanción en 2010 de la ley 26.639 de pre- zo a las conclusiones y las recomendaciones de esa
servación de glaciares y ambiente periglacial. Por su comisión. Actualmente, el proyecto está paralizado,
parte, la empresa continuó su política de cooptación aunque la empresa ha declarado su afán de retomarlo
mediante la transferencia de fondos a la población y (Correa 2014).
a las autoridades regionales, y la entrega de equipos
computacionales, bibliotecas e instalación de señal Wi-
Fi en el lugar. Lo eficaz de esa estrategia se reveló en El proyecto El Morro
2008 cuando, en medio de la descoordinación de los
Desde agosto de 2015 El Morro es propiedad de
opositores al proyecto, resultó electa como alcaldesa
las empresas GoldCorp Inc. y Teck Resources Limited
de la comuna Nora Rojas, exsecretaria de Barrick (El
que, mediante la unión de los proyectos El Morro y
Ciudadano 15/11/2009).
Relincho, dieron origen al proyecto Corredor, que lue-
Desde entonces y hasta el año 2012, el conflicto se go pasó a denominarse Nueva Unión, en referencia
estabilizó: los opositores a Pascua-Lama continuaron a esa fusión. El proyecto se ubica a unos 4000 msnm
las protestas, las denuncias y las movilizaciones; y la al interior de la Comunidad y el principal temor que
empresa emprendió la difusión del proyecto utilizando suscita deriva de la modificación de los flujos de aguas
una política mediática centrada en la “minería respon- subterráneas por el emplazamiento de las instalaciones
sable” como forma de construir una identidad corpora- de la mina y la pérdida del caudal y la calidad de las
tiva sobre un discurso que considera las problemáticas aguas y, por tanto, de la vegetación y las especies que
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ocupan la zona, asimismo de la afectación de unos la consulta indígena que establece el Convenio 169
145 sitios arqueológicos protegidos por la Ley 17.288 (La Segunda on line 11/02/2014).
de monumentos nacionales. Además, ese sector ha
En 2013, la Corte de Apelaciones de Copiapó con-
sido consuetudinariamente ocupado por algunas fami-
cedió orden de no innovar y suspendió el proceso de
lias huascoaltinas para la crianza de animales, por lo
consulta ordenado por no cumplir con los estándares
que las operaciones mineras afectarían directamente
internacionales (Porras 2013). Sin embargo, en octu-
las rutas trashumantes que cruzan ese espacio (INDH
bre de 2013, el proyecto obtuvo el permiso ambien-
2012) (Figura 2).
tal, pese a no haber realizado la consulta, pues la
El EIA de El Morro ingresó al Sistema de Evaluación Comisión Regional de Medio Ambiente arguyó que la
de Impacto Ambiental en 2008, y fue calificado posi- Comunidad se había negado a participar, sin manifes-
tivamente tres años después. Sin embargo, el proyec- tar que limitaron la ejecución de ese proceso a una
to encontró una fuerte oposición en la Comunidad, semana, sin la posibilidad de extender ese plazo, lo
que, con la experiencia de Pascua-Lama, había gana- cual generó contradicciones respecto de los dictados
do poder y experticia en materias técnicas, ambien- y las operaciones emprendidas por distintas institucio-
tales y políticas. El principal reparo que generó ese nes públicas. Así, se dejó sin efecto la suspensión de
EIA fue que había ignorado la condición indígena de la evaluación del proyecto decretada por las cortes
la Comunidad, a la que se le negaban los derechos de justicia (biobiochile.cl 22/10/2013). La Comunidad
constitucionales que en materia territorial, cultural y anunció nuevas medidas legales a nivel nacional e
participativa le confieren la ley indígena 19.253, la ley internacional. Después de varias peripecias jurídicas,
19.300 sobre bases del medioambiente y el convenio en octubre de 2014, en una decisión de gran impacto
169 de la OIT. Con esos argumentos, en 2011, la mediático, la Corte Suprema ordenó a la Comisión
Comunidad interpuso ante la Corte de Apelaciones de Ambiental regional paralizar la calificación ambien-
Antofagasta un recurso de protección para impugnar tal del proyecto y someterlo a una consulta indígena
la resolución de calificación ambiental entregada al de acuerdo con el Convenio 169 (Corte Suprema de
proyecto. En febrero de 2012, esa corte ordenó suspen- Justicia 2014).
derlo, fallo que en abril del mismo año fue ratificado
por la Corte Suprema (2012), que daba indicaciones a
la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región de LA RESPUESTA PATRIMONIAL
Atacama para retrotraer el proceso de evaluación, dada
la ausencia de consulta previa a la Comunidad y el La judicialización de los conflictos es una de las
desconocimiento de los derechos que esta tiene sobre principales estrategias utilizadas por la ciudadanía en
su territorio. La institucionalidad ambiental ordenó a la disputas socioambientales. El problema es que esas ac-
empresa subsanar esas observaciones, para lo cual esta ciones “tienen un fin de cautela expedita de garantías
solicitó sucesivas prórrogas con el objeto de generar constitucionales y no de resolver sobre la idoneidad

Figura 2. Operaciones mineras en quebrada Larga, área de impacto del proyecto El Morro. Fuente: Ítalo Borlando.
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de fondo de las decisiones tomadas por la autoridad que debe o no tener la propiedad respecto de su pro-
administrativa” (Von Unger 2012). En la práctica, esos tección y conservación. La estrategia de patrimoniali-
juicios sólo dilatan la ejecución de un proyecto, ya zación territorial implementada por la Comunidad se
que no impactan en las razones reales que gatillan los dirige entonces a que la propiedad sea reconocida por
conflictos: la ausencia de una ordenación territorial en los propios comuneros como un “espacio histórico,
que se determine dónde y cuándo este tipo de pro- relacional e identificatorio, un espacio personalizado,
yectos puede ubicarse y desarrollarse, y las deficien- con vida social, particular” (Echavarren 2010: 1115).
cias o contradicciones existentes en la normatividad Y también para reivindicar que ese mismo territorio
y los organismos estatales encargados de evaluarlos merece ser reconocido por el Estado como un ícono
y sancionarlos. Estas instituciones, además, han de- natural mediante el otorgamiento de etiquetas que
mostrado no ser autónomas respecto de la política de aseguren su protección y conservación, dado el patri-
inversión extractivista del país (Fernández y Salinas monio biocultural que alberga y su importancia para
2012). Es coherente, por tanto, detectar desconfianza la conservación de la flora nativa amenazada de ex-
y cuestionamiento de la ciudadanía en relación con las tinción de la región de Atacama (Squeo et al. 2008).
decisiones emanadas desde esos organismos y las sus-
La decisión de proteger legalmente la propiedad
picacias que levanta la parcialidad de las decisiones,
mediante la asignación de una distinción patrimonial
las sanciones y el trato otorgado a las empresas desde
fue voluntariamente expresada por los comuneros en
el sector público y, en general, desde la clase política.
una asamblea del año 2005, cuando, con el asesora-
Entre las estrategias utilizadas por la Comunidad miento de la Corporación Nacional Forestal (CONAF),
para defender su territorio de las implicancias negati- acordaron iniciar el proceso de inscripción oficial de
vas de los proyectos mineros aludidos destaca la pa- la propiedad al Sistema Nacional de Áreas Protegidas
trimonialización de elementos naturales y culturales (SNAP). Paradójicamente, a pesar de que la figura le-
existentes al interior de la propiedad. Así, además de gal de Área Protegida Privada está considerada en la
constituirse en un soporte de reconstrucción étnica ley 19.300 sobre bases del medioambiente, hasta la
para el grupo, esa producción patrimonial también se fecha no existe un reglamento que haga operativa esa
transforma en un mecanismo que añade valor cultural categoría dentro del sistema (Praus et al. 2011).
y ambiental al territorio, al conceptualizarlo como un
En su defecto, al año siguiente, la Comunidad pasó
espacio señero que legitima el discurso y las acciones
a ser parte de la Red de Áreas Protegidas Privadas
de protección y conservación.
(RAPP) que, coordinada por el Comité Nacional Pro
En efecto, durante las últimas décadas del siglo Defensa de la Flora y la Fauna (CODEFF), involucra
XX, el patrimonio –entendido como un conjunto de “conocer la biodiversidad que se está protegiendo,
referentes simbólicos con la capacidad de ajustarse a contar con un Plan de Manejo, proteger legalmente el
las necesidades y las funciones que les otorga el grupo área y contar con incentivos que estimulen, fortalezcan
al que pertenecen– se ha impuesto como un concepto y fomenten la conservación del territorio protegido”
dominante dentro de la vida cultural y pública, y se (CODEFF 1999: 24). A partir de entonces, comenzó
constituyó, junto con el territorio y la memoria, como un trabajo de levantamiento de información, produc-
un eje estructurador de la identidad y la especificidad ción, diseño y difusión de contenidos y herramientas
cultural (Hartog 2012). Es decir, el patrimonio permite científicas y técnicas orientadas a respaldar y velar
a la especificidad reconocerse a sí misma, represen- por la conservación del patrimonio cultural y natural
tándose y materializándose socialmente, convirtiéndo- existente en la propiedad comunitaria.
se en la manifestación de la cultura de un territorio.
En este proceso, es fundamental reparar además
Esto constituye al patrimonio en una noción estratégica
en el rol que juegan Internet y la generación de re-
para grupos que pasan, así, de ser simples objetos de
des interregionales, nacionales y/o internacionales,
estudio a sujetos capaces de construirse subjetivamen-
como son la Red Ambiental Norte y la plataforma
te desde sus experiencias cotidianas, cuestionando la
protestbarrick.net, para superar la marginalidad. Estas
visión que otros proyectan sobre ellos, reforzando y
se constituyen en plataformas de difusión de expe-
dándole a la cultura una dimensión política que hasta
riencias, conocimientos y habilidades con grupos que
ahora no había tenido.
enfrentan problemáticas similares, y sirven asimismo
De esta forma, la interpretación que la Comunidad para que la denuncia contra las empresas rebase los
tiene sobre su entorno y la producción de un dis- límites locales.
curso patrimonial acerca de la propiedad sitúan al
También ha sido estratégica la conformación de
patrimonio como vector en la disputa simbólica y la
vínculos y alianzas que la Comunidad ha creado con
negociación política existentes entre la Comunidad,
un amplio equipo de profesionales y estudiantes uni-
las empresas y el Estado. El conflicto que enfrenta
versitarios, de quienes han obtenido valiosas asesorías
a esos agentes radica entonces en cómo el territorio
y con quienes se han elaborado productos que han
huascoaltino es conceptualizado y en los resguardos
38 | M. Lorca y M. Hufty - Intersecciones en Antropología 18 (2017) 31-42

instalado el cuidado de la propiedad y la diversidad CONCLUSIONES


biocultural como una temática preeminente dentro de
la organización y la articulación de discursos autoriza- En resumen, el centro del conflicto radica en cómo
dos que reconocen ese territorio como un sitio priorita- los actores en pugna –la Comunidad, las empresas mi-
rio de conservación (e.g., Squeo et al. 2008). Todo esto neras y el Estado– interpretan el territorio en disputa, la
es sinónimo de nuevas lecturas que redundan en el gestión de sus recursos y el modelo de desarrollo que
posicionamiento del territorio en la opinión científica cada uno propone para ese espacio y los individuos
y pública y en la emergencia de mayores exigencias que ahí viven. De esta forma, para los comuneros, el
respecto de las medidas de mitigación, compensación patrimonio se convierte en un instrumento de acción
y reparación que implica la instalación de los proyec- sociopolítica dirigido a la construcción, el control y
tos mineros al interior de la propiedad comunitaria. la mantención de su territorio mediante una planifi-
cación que incluye la interrelación de los elementos
En el año 2005 se generó una versión de Plan de culturales y naturales presentes en su interior gracias
Manejo (Peña 2005) que, a juicio de la Comunidad, a una perspectiva de continuidad espacial.
contenía demasiados elementos de promoción turística
que no ayudaban a conservar adecuadamente la bio- Dentro de esta dinámica, la patrimonialización,
diversidad y las tradiciones existentes en el territorio. como instancia “de reflexividad y de complejidad dia-
Seis años después, se logró un documento definitivo léctica”, adquiere protagonismo como medio de visi-
que estableció programas de monitoreo participativo en bilidad y posicionamiento de la Comunidad en tanto
materia de fauna silvestre, cursos superficiales de agua y actor social minoritario que reclama ser incluido en
sitios arqueológicos y paleontológicos (Mondaca 2011). decisiones que son de su incumbencia (Prats 2005:
Paralelamente, se generaron y difundieron conocimien- 26). Es decir, el análisis deja de centrarse en el ob-
tos antropológicos y naturales orientados a conocer, jeto para privilegiar la función que tiene el conjunto
gestionar y planificar mejor la propiedad: se publicó patrimonial, lo cual corrobora que “no es el objeto
un libro sobre su origen y evolución histórica (Pizarro el que hace patrimonio, es la función patrimonial la
et al. 2006) y se produjeron de forma participativa las que hace a un objeto cualquiera un bien patrimonial.
líneas base de patrimonio cultural y natural de parte [Pasando] del esencialismo de los valores a la contex-
importante del territorio (Leiva 2014). tualización de las operaciones de valoración” (Heinich
2012: 258-265).
Asimismo, los comuneros elaboraron un Plan de
Desarrollo que, como instrumento consensuado, guía No obstante, debe considerarse que la construcción
las estrategias comunitarias para que el desarrollo y la de discursos como el aquí presentado –es decir, aque-
organización de la propiedad ocurran “en un marco llos con características autodefensivas en los que se
de sustentabilidad, esto es, que entregue beneficios minimizan las diferencias internas– plantean peligros
a nuestra Comunidad en el corto, mediano y largo para los grupos, pues “pueden adquirir un carácter
plazo y que permita la conservación de nuestro patri- regresivo frente a nuevas realidades sociales percibidas
monio natural y cultural […]. Por lo tanto queremos como amenazas y adquirir un carácter narcótico que
conservar todo este patrimonio que hace posible nues- obstaculiza la reproducción social sobre los nuevos
tra existencia y la de las futuras generaciones en este planos que la realidad plantea” (Prats 2005: 27). En
lugar” (Comunidad Agrícola de Ascendencia Diaguita efecto, los conflictos que oponen a la Comunidad con
Los Huascoaltinos 2008: 38). Dicho plan fue ingre- proyectos mineros han hecho que el grupo se aisla-
sado de forma voluntaria al Servicio de Evaluación ra, lo que obstaculiza iniciativas que, estima, atentan
Ambiental, y obtuvo como respuesta una declara- contra sus intereses. Esto ha redundado en que, por
ción de incompetencia para calificarlo (Servicio de ejemplo, la Comunidad interviniera y seleccionara a
Evaluación Ambiental 2008). profesionales del ámbito social que planean investi-
gar al interior del territorio, para exigir luego que los
Resulta lógico que este proceso de construcción, contenidos que generen cuenten con su aprobación.
que busca adjudicarle una categoría patrimonial a bue-
na parte de la Comunidad, termine generando “un Asimismo, en el caso presentado se aprecian dos
proceso de intercambio en el que una diversidad de perspectivas que difieren y se oponen: la dictada por el
agentes negocia posiciones de valor e interés sobre mercado y el Estado, y la sustentada por la población
lo que es o no es digno de conservación y estudio” local, que exige participar en igualdad de condiciones
(Cruces 1998: 80). Es decir, la patrimonialización del en determinaciones que afectan la sustentabilidad del
territorio activa toda su dimensión política al confron- lugar en que vive y reproduce su cultura (Bebbington
tar la legitimidad que posee cada actor para hacer 2009). De ese modo, estas activaciones se convier-
valer su interpretación acerca del territorio y, por con- ten en espacios de disputa política, pues los bienes
siguiente, “la definición del espacio, la propiedad, la simbólicos involucrados legitiman la gestión y el uso
gestión y los usos” que se les pueden dar a los recursos de la propiedad, y proporcionan nuevas lecturas del
que alberga (Echavarren 2010: 1117). territorio que permiten conceptualizar y construir un
El patrimonio como forma de resistencia a la gran minería. El caso del Huasco Alto, Chile | 39

proyecto de desarrollo que diverge del planteado por la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los
las empresas y el Estado. En última instancia, esto fi- Pueblos Indígenas. Actas de Derecho de Aguas 1:
nalmente implica la problematización y la politización 197-218.
del concepto de desarrollo en el debate público.
Bebbington, A.
Estos conflictos pueden, por lo tanto, ser entendidos 2009 Industrias extractivas, actores sociales y conflictos.
como resistencias que las poblaciones ejecutan para En Extractivismo, política y sociedad, editado por el
revertir las nuevas formas de dominación y producción Centro Andino de Acción Popular (CAAP) y Centro
territorial que impone la implantación de iniciativas Latinoamericano de Ecología Social (CLE), pp. 131-156.
extractivistas; para, a su vez, cuestionar las categorías CAAP, CLE, Quito.
identitarias que mantienen a los individuos y/o grupos
Biobiochile.cl
en posiciones de subordinación (Wilkis 2007). En efec-
2013 “Aprueban proyecto minero El Morro en Valle
to, activaciones como la abordada se constituyen en
del Huasco”. Octubre, 22. http://www.biobiochile.
estrategias identitarias que, ejecutadas desde el nivel
cl/2013/10/22/aprueban-proyecto-minero-el-morro-en-
local, a partir de las culturas y las tradiciones propias
valle-del-huasco.shtml (16 agosto 2015).
a cada actor social, extienden conceptual y funcional-
mente la dimensión política del patrimonio. Boccardi, F., S. Giovannini, M. Orellana y D. Rocchieti
2008 El sueño minero: Un análisis de la narrativa
En otras palabras, procesos de patrimonialización
utópica del desarrollo. Perspectivas de la Comunicación
como el visto “se convierten en un lenguaje en el
1: 56-72.
que se expresan los problemas implícitos en la repro-
ducción social, incluso las tensiones políticas” (Prats Briones, C.
2005: 27). Pues cuando el patrimonio está presente en 1998 La alteridad del “cuarto mundo”. Una
el discurso de grupos que se oponen a actores econó- deconstrucción antropológica de la diferencia. Del Sol,
micos y/o públicos que –de forma real o percibida– Buenos Aires.
alteran negativamente los espacios que estos perciben Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y la Fauna
y construyen como suyos, actúa como catalizador de (CODEFF)
las especificidades territoriales y socioculturales como 1999 Las áreas silvestres protegidas privadas en Chile.
forma de superar o, al menos, de manifestar las des- Una herramienta para la conservación. CODEFF,
igualdades existentes. Santiago de Chile.
Este tipo de dinámicas locales estimulan la autorre- Comunidad Agrícola de Ascendencia Diaguita Los
flexión y la participación para, en este caso, visibilizar Huascoaltinos
al grupo y exigir al Estado que asuma la regulación y 2008 Declaración de impacto ambiental proyecto plan
la coordinación real del comportamiento de los actores de desarrollo de la Comunidad Agrícola Diaguita Los
que intervienen en un territorio. Es decir, que exista Huascoaltinos. http://www.e-SEA.cl/archivos/90d_DIA_
un ordenamiento y una protección territorial efectiva Huascoaltinos.pdf (13 noviembre 2013).
y sustentable, en que la opinión de la población lo-
cal sea vinculante y se concrete en resoluciones que Correa, M. e I. Pizarro
se ajusten a las especificidades de cada lugar. Así, 2005 Historia y documentos del pueblo de indios de
dentro de los efectos que estas dinámicas tienen, está Huasco Alto: Memoria histórica diaguita huascoaltina.
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gobernanza que encuentran en el patrimonio uno de Huasco Alto. Gobierno Regional de Atacama, Copiapó.
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42 | M. Lorca y M. Hufty - Intersecciones en Antropología 18 (2017) 31-42

3.- El material con que se elaboró este trabajo responde a las 4.- El Norte Chico posee una longitud aproximada de 750
experiencias etnográficas que significó la residencia de uno km, y tiene como demarcación norte el río Salado y como
de los autores en el área estudio entre los años 2000 y 2002; límite sur la cuenca del río Aconcagua. Político-administra-
vale decir, en el momento en que se visibilizan socialmente tivamente comprende las regiones de Atacama, Coquimbo y
las reivindicaciones de reconocimiento de la etnia diaguita. una pequeña parte de la región de Valparaíso.
Asimismo, de la colaboración que el mismo profesional sos-
5.- Por ejemplo, durante los últimos 20 años, el cobre superó
tuvo con la Comunidad entre los años 2008 y 2010 en el
el 42% de las exportaciones nacionales (Arellano 2012).
trabajo de lectura y redacción de observaciones a los estudios
de impacto ambiental presentados por el proyecto El Morro.
Por último, cabe señalar el trabajo de revisión de fuentes
secundarias que significó el seguimiento exhaustivo de noti-
cias sobre los conflictos de interés en medios de información
digitales nacionales y regionales.

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