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Psicología social

Cátedra Robertazzi
Trabajo de investigación
“Impacto de la ayuda voluntaria en
quienes más la necesitan”
Docente de trabajos prácticos: Blanca Álvarez
Miembros del grupo:
Andres Victoria
Servetto Victoria
Marco Catalina
Sturzeneger Mayra
Di Giorno Sol
Comisión: 50
1er cuatrimestre del año 2017
Planificación
→ ​Introducción

En este trabajo de campo, desarrollaremos una investigación sobre el impacto


que la ayuda voluntaria tiene en las personas que más colaboración necesitan,
principalmente los niños y los adolescentes.

Nos enfocaremos en la Asociación Civil CultivArte, ubicada en Victoria, San


Fernando. En este lugar, trabajan tanto profesionales como personas sin una
capacitación específica, todos ellos de forma voluntaria; unidos por las ganas
de ayudar, de ser solidarios, de enfrentar juntos los problemas que la sociedad
presenta.

Por lo tanto, nos planteamos la siguiente pregunta problema: ¿​Qué impacto


producen los trabajos voluntarios en aquellas personas a las cuáles se ayuda?

Dentro de CultivArte, se desarrolla un programa llamado T.E.D.A.R., creado


con el propósito de contener a niños, niñas y adolescentes considerados en
situaciones de riesgo, dándoles todas las herramientas posibles para lograr una
correcta inserción en la sociedad.

En este espacio, quiénes asisten encuentran una forma de pasar el tiempo


entretenidamente, con el objetivo de distraerse de las diferentes realidades que
cada uno de ellos vive. Estas realidades suelen ser muy difíciles, provocando el
sufrimiento de los más indefensos, debido a diferentes causas como, por
ejemplo, la falta de recursos económicos. Esta causa, una de las más
frecuentes, repercute directamente en una correcta alimentación y un buen
desarrollo educativo, considerados los aspectos más importantes de la vida de
un niño.

Por lo tanto, este programa dentro de la asociación civil CultivArte busca


reducir al máximo posible las carencias que sufren los chicos que deciden
asistir al lugar, motivados por distintas razones personales, brindándoles así
una nueva oportunidad de desarrollarse y crecer sanamente.

→ ​Marco teórico

Cuando elegimos el tema relacionado al voluntariado, nos llamó la atención


también la razón por la que son tan valorables y requeridos estos tipos de
actividades puramente solidarias. Encontramos, en nuestra investigación, un
informe sobre un programa llamado “Adoptar un hermano” el cual tenía como
objetivo principal socializar a niños en situación de pobreza para que puedan
superar las dificultades impuestas por su situación socioeconómica,
destacando la dificultad frente al cumplimiento de una correcta educación​ y
escolarización. Planteaban entonces en dicha investigación que si la pobreza y
la carencia de oportunidades educativas reduce las posibilidades de gozar
experiencias de aprendizaje útiles para lograr una realización personal y
colectiva, combatir la pobreza a través de la educación es el camino a seguir.
Sin embargo, en muchos lugares del país, y también del mundo, la educación
no es exitosa, ya que ésta necesitaría también una fuerte mejora. Por lo tanto,
la idea de espacios extra escolares que impulsaran el aprendizaje y la inserción
social aparenta ser un buen camino hacia la reducción de las problemáticas en
las que se enfocan. Estos espacios están sumamente relacionados a las
actividades voluntarias, ya que son realizados precisamente por personas con
ganas de ayudar y no de obtener un beneficio económico a cambio;
encontrando así una gran similitud con las actividades que se realizan en el
espacio CultivArte.
Por otro lado, durante nuestra búsqueda nos topamos con un artículo titulado
“Niños invulnerables” que trabaja sobre factores de la vida cotidiana que
influyen para favorecer el desarrollo de los niños que viven con pocos recursos
económicos. Expone también que los niños en estas situaciones de pobreza,
expuestos a factores de riesgo, tienen “resultados exitosos en la vida”. Esto se
debe principalmente a los tipos de protección que reciben, como por ejemplo la
familia que los acompaña, la educación que reciben y su comunidad. Este éxito
del que se habla, hace referencia al aumento en la confianza en sí mismos, a
la visualización de las situaciones con mayor optimismo, a ser más
independientes, a tener una buena reacción y relación en el encuentro con el
otro, entre otras cuestiones. Se relaciona con la asociación elegida por el
hecho de que ésta es considerada como un factor de protección significativo
para los chicos de la comunidad que asisten allí. Como bien decía una de las
personas entrevistadas, los niños encuentran un espacio de desarrollo personal
y social, en donde mejoran con los años, acompañados muchas veces por las
familias, y ayudan a que el niño pueda vivir una realidad mejor, reduciendo su
vulnerabilidad.

→ ​Objetivo general

Nuestro objetivo general es entender las consecuencias positivas que generan


este tipo de asociaciones y servicios en la sociedad, dándole una mano a
aquellos niños que sólo encuentran puertas cerradas.

→ ​Objetivo específico

El objetivo que tenemos en este trabajo de campo es poder dar cuenta de


cómo el voluntariado, en determinadas clases sociales, puede influir de manera
positiva en la vida de muchas personas. En este caso, cómo influyen
puntualmente en los niños y los adolescentes que concurren a la asociación
civil CultivArte y son parte del programa T.E.D.A.R.

→ ​Método

Para resolver la pregunta que nos planteamos sobre el impacto de los trabajos
voluntarios, realizaremos entrevistas a distintos colaboradores de la asociación
para que aporten su punto de vista y nos comenten un poco sobre la
motivación que encuentran para realizar este tipo de actividades.

Las preguntas de la entrevista estarán focalizadas también en poder descubrir


qué trabajos hacen los voluntarios y cómo creen ellos que impacta su ayuda en
la vida de estas personas, describiendo también cómo ven a los niños desde el
primer día que llegan y cómo creen que modifica su comportamiento la
asistencia a los talleres que la asociación ofrece.

→ ​1er ENTREVISTA:

P: ¿Cómo te enteraste de la existencia de esta asociación?

R: Yo empecé en el 2009. Estaba en el anteúltimo año de colegio y tenia


compañeros que venían, en ese momento una vez por semana, y como me
interesó empecé a venir. Al principio me podía comprometer a venir una vez
cada quince días y después se hizo más rutinario, todos los domingos.

Como era chica era un sacrificio porque no estaba tanto con mi familia,
por ejemplo al venir todos los domingos, no estaba en el almuerzo familiar de
los domingos y después se me hizo una costumbre, no era fácil porque trabajar
en estos lugares cuando uno es chiquito y no tiene herramientas se hace más
difícil.

P: ¿Sos estudiante o graduado de alguna carrera relacionada a este


tipo de actividades?

R: Si, soy maestra de jardin de nivel inicial y estoy estudiando para ser
maestra de primaria también, me recibo este año. Pero yo creo que haber
trabajado acá hizo que yo quiera estudiar esto, no es que yo soy maestra
entonces vine acá. Sino que vine antes entonces me formé en el tema.

P: ¿Porque razón vos voluntariamente te ofreciste a involucrarte?

R: Primero porque yo estaba en otro ámbito social económico y venir acá


los domingos​ cuando era voluntaria me pegaba muy duro y veía otra realidad.
Empecé a entender al mundo desde otro lado y dije: “ah mira hay otra cosa
más allá”.

Era llegar a mi casa y ver que yo tenia una tele, comida, ropa, buena
educación. Entonces eso me hizo quedarme y también me hizo seguir viniendo,
por más de que era difícil trabajar con los niños porque yo era pequeña y los
niños eran difíciles.

De hecho a veces me iba muy mal porque por ahí no podía con un niño
o pasaban cosas feas. Por ejemplo un niño me cortó el pelo o te gritaban.

Pero lo que me hacía seguir viniendo era eso, saber que yo tuve una
educación mejor y saludable y querer darle a todos los niños lo que yo recibí.
Yo desde mi lado, fui a una escuela Waldorf, que son muy diferentes a las otras
escuelas.

P: ¿Que motivación encontrás para realizar este tipo de actividades?

R: Yo creo que lo encuentro como un desafío, y todo desafío es una


motivación o sea, las cosas más difíciles hacen que uno quiera seguir
trabajando ahí porque uno no siempre tiene las respuestas. Y yo soy una mujer
que necesito ir a lo difícil para encontrarme conmigo y para seguir
descubriendo nuevas cosas.

P: ¿Qué cambios ves en el comportamiento de los nenes comparando


el día que llegaron hasta un tiempo después de venir acá?

R: Los cambios en realidad no son fáciles de medir, nosotros trabajamos


con cosas bastante profundas, no es que por ejemplo trabajamos con la
alfabetización entonces podemos ver que en una semana se aprendió la A o
no. Trabajamos con muchas cosas que son muy anímicas, con muchas cosas
de escuchar al otro, etc. Entonces son procesos que se ven muy a la larga.

Por ejemplo, Él (refiriéndose a un nene) está en segundo grado, pero


esta desde los 3 años conmigo entonces ahí sí veo cómo están; si están
escuchando mejor y como se comportan entre ellos. Pero también ellos van a
la escuela entonces como que uno ayuda y todo lo que hacemos suma para su
desarrollo.

En realidad nosotros lo que estamos educando no es solo para hoy sino


que también para prevenir el día de mañana o dentro de 20 años. Nosotros
tomamos una importancia de la primer infancia para que tenga un buen sano
desarrollo que por ahí no lo ves ahora.

Por ahí puedo ver que está mejor con el ritmo, escucha más el cuento, o
me doy cuenta que hace un mes ni lo escuchaba o estaba revoleando piedras y
ahora ya no. Hay cositas que se ven pero a veces decís: cómo puede ser, hace
un año que viene y sigue revoleando piedras, sigue diciendo malas palabras,
me sigue pegando. Es muy difícil, ellos van a sus casas y hay un montón de
cosas que pasan ahí.

Pero igual hay cosas que sí te puedo decir como por ejemplo cuando
leemos un cuento para nosotros es muy importante hacer silencio y en ese
momento es donde más empiezan a percibir su cuerpo y es cuando más
caóticos se ponen, y es notable que como no pueden hacer silencio, o no les
sale, explotan. Y ahora por ejemplo explotan en otro momento, en ese
momento que para nosotros es importante hay un momento de calma y
relajación.

Hay nenes que no tienen mucho límite, que hacen todo el tiempo lo que
quieren y con mucho trabajo se va notando que ahora respeta un poco más, a
él y al otro.

P: ¿Crees que tu aporte es significativo?

R: Yo creo que si, súper significativo. Más que nada porque nosotros les
tratamos de dar cosas que no reciben cotidianamente y porque tratamos de
estar con el niño y ver que es realmente lo que necesita, por ejemplo mejorar
en la alimentación, tener una alimentación más saludable.

Ver el aspecto de la ronda, de los movimientos, de las canciones, de la


música, y todas esas cosas que nosotros hacemos nutren para otras cosas.
Yo creo que también con los talleres, aunque sean una vez por semana, los
ayudamos ya que los voluntarios o los maestros le prestan puramente atención
al niño, ven lo que necesitan, están a su disposición; y todo eso hace que el
niño que no recibió lo que uno le está dando, se acuerde de eso. También es
mostrarle que hay otras cosas.

Nosotros apuntamos mucho al futuro también, por ahí el pibe cuando


esté a punto de robar se acuerde que un día una maestra lo miro a los ojos y le
contó un cuento. Entonces si, yo a veces me frustro y digo: esto no sirve para
nada, porque es una vez por semana o porque falta un montón para ver un
cambio. Pero también pienso en eso, que un día por ahí a ese chico le ayuda
un montón. Y bueno lo que a mi me pasa también es que tengo 14 niños y por
ahí de los 14 vienen 10, y bueno solo estoy ayudando a 10. O por ahí a veces
vienen 3 pero estoy poniéndole mucha fuerza a esos 3.

P: ¿En qué entorno crees que viven los niños? Con qué realidad,
familia?
R: ¿En qué entorno creo que viven? ¿O sé que viven?

Vienen con diferentes realidades; padres que están en la cárcel, mucha


violencia en la casa, a veces la familia tiene pocos recursos para poder educar
un niño, vienen de comer lo justo y necesario, unos tienen buena alimentación,
otros no. Vienen de muchos ritmos y pasados distintos.

Es un barrio muy carenciado económicamente, pero yo no me quedo


solo con eso porque veo que en el barrio donde viven también hay cosas muy
copadas; comunitarias, que se ayudan entre los vecinos. Que en el barrio
donde yo vivo no veo eso, entonces yo creo que es una vulnerabilidad
socio-económica más que nada, pero si el entorno de donde vienen es
complicado.

P: ¿Que crees vos que se le podría decir a una persona para


incentivar a realizar este trabajo voluntario?

R: Es difícil el trabajo con los voluntarios, porque es un trabajo con mucha


responsabilidad, si uno viene se tiene que comprometer mucho porque acá
están en juego los niños, que necesitan mucha contención y entonces sobre
todo se les pide eso. Venir a abrirse, a proponer y estar activo, con ganas de
trabajar, hacer y embellecer.

Por un lado muchas personas vienen solo para sentirse mejor ellos
mismos, que no está mal pero ahí te estás ayudando a vos mismo, a
desarrollarte a vos como persona.

Pero yo creo que lo que uno tiene que venir a hacer acá es venir a tener
un encuentro con el otro, y escuchar al otro y poder encontrarse desde otro
lado. Pero no venir acá a querer salvar el mundo ni nada.

P: ¿Cuales son las actividades que se realizan? ¿Cambiarías o


agregarías alguna?

R: Hay varias actividades; acompañamiento de jardín, que es todos los días


y se hace como toda una rutina. Está el paso del juego libre, después el paso
del lavado de manos, que es necesario. Después nos ponemos las pantuflas
calentitas adentro, hacemos la ronda rítmica con movimientos y canciones.

Después está la actividad del día que puede ser: pintura, labor,
modelado con arcilla, dibujo con crayones. Luego está el juego libre adentro, el
momento de ordenar, el cuento y la cena/merienda bien nutritiva.
También están todos los otros talleres; taller de primer grado, de
segundo grado y tercero que son todos acompañamientos de la escolaridad
que se vuelven a ver. Por ejemplo se trabajan las vocales pero del lado de la
pedagogía Waldorf, que es con movimientos, con la pintura, con la imagen
narrada, con la cualidad de cada letra y número.

Siempre seguir mejorando y agregando un montón de cosas estaría


buenísimo. Dar clases para los jóvenes, un trabajo más con las madres como
taller de cocina. El tema es que no hay tanto recurso económico ni tampoco
hay tantas personas entonces ahora no se puede agregar nada porque primero
hay que sostener lo que está. Pero si agregaría un montón de cosas y todo lo
que sea ideas nuevas estamos re abiertos.

P: ¿Qué es lo más difícil de trabajar con chicos?

R: Todo es muy difícil porque estás trabajando para alguien que no


conoces y que tenes que conocer y ver qué le pasa, de dónde viene, cuál es su
entorno. Tenés que estar constantemente leyendo al otro y toda cosa que
haces puede perjudicar o ayudar. Entonces tenés que estar todo el tiempo
probando, viendo qué cosas son para un niño y qué cosas son para otro. El
mismo límite que le pongo a uno no se lo puedo poner al otro. Entonces
constantemente estoy conociendo y uno se puede equivocar.

Pero lo que sí es bueno hacer todo el tiempo es llegar a tu casa y pensar


en lo que hiciste durante el día y las reacciones de los niños hacia esas cosas
que hiciste. Como por ejemplo porque tal lloro cuando hice tal cosa.

Lo más difícil yo creo que es analizarse a uno mismo: ver nuestros actos
para con el otro y también leer al otro y estar abierto a observar al niño.

P: ¿Qué es lo que más te gusta de este lugar?

R: Me gustan mucho los niños, me gusta ver cuando hay cosas que a ellos
le hacen bien, cómo se van desarrollando o ver que juegan y pueden ser libres
en un lugar con algo muy sano y saludable.

Me gusta ver cuando hacen un logro, cuando se empiezan a respetar y


valorar a ellos mismos. Cuando se dan cuenta que pueden hacer algo, que lo
pueden lograr, eso me gusta.
P: ¿Crees que varia el trato dependiendo del chico?

R: Si obvio, con cada niño es un trato diferente. Obvio que hay una
tendencia ideal de cómo tratar a los niños pero el límite que necesita uno no lo
necesita otro, la posición de la voz también, entonces si varía.

--> ​2da ENTREVISTA:

P: ¿Cómo te enteraste de la existencia de esta asociación?

R: No existía cuando yo empecé porque yo la armé.

En realidad empecé como voluntaria en un comedor y me parecía que


los niños necesitaban algo más allá que comer. Y ahí comencé contando
cuentos a niños y después para muchos niños y vinieron muchas personas a
ayudar y después de muchos años se formó lo que es ahora.

P: ¿Hace cuánto comenzaste con este proyecto?

R: En el 2001 comenzamos, en el 2002 armamos la primera asociación,


que estaba formada por 3 proyectos que trabajábamos en el barrio y así
estuvimos hasta el 2006, luego decidimos disociarnos porque teníamos
distintos enfoques y ahí armamos cultivarte como nombre.

P: ¿Sos estudiante o graduado de alguna carrera relacionada a este


tipo de actividades?

R: Si, yo soy licenciada en ciencias de la educación, profesora de primaria,


secundaria y fui al seminario pedagógico Waldorf y hoy trabajo como formadora
docente.

P: ¿Por qué razón decidiste formar esta asociación?

R: Yo sentía que recibí de niña un montón de herramientas y posibilidades


que estos niños no estaban recibiendo, y frente a eso decidí involucrarme en
esto. La realidad es que yo fui a un colegio Waldorf toda mi primaria y como
que en realidad, tuve una posibilidad que los estos niños no tuvieron.
P: ¿Y al comedor como lo armaron?

R: El cura que estaba en la parroquia donde yo era “scout” nos comentó


que de Lunes a Viernes comían en los colegios y ahí fue cuando se nos ocurrió
a mi y a unos amigos venir los sábados a cocinar acá al barrio.

Nosotros veníamos a las 9 de la mañana y ya había una fila de dos


cuadras de chicos con sus platos y cubiertos ya que nosotros no teníamos
nada en la cocina. Entonces llegar a las 9 de la mañana y ver a tantos niños
con un plato y sus cubiertos a mi me parecía de terror.

Ahí es cuando se me ocurrió que los que llegaran temprano de 9 a 11


vienen a escuchar un cuento y después entraban al comedor directo, porque
no me gustaba eso de que tengan que hacer fila, me parecía horrible. Y bueno
así aparece.

P: ¿Que motivación encontrás para realizar este tipo de actividades?

R: Pienso que todos tenemos que transformar nuestras posibilidades, la


forma que encontré yo fue a través de la educación y finalmente creo que la
educación es la herramienta para transformar.

Uno no va a poder transformar el mundo pero sí puede transformar


pequeñas cosas y yo cuando vengo al barrio y voy a las casas de chicos que
estuvieron acá y te cuentan que hubo algo que los marcó, veo que poder
transformar es eso que me motiva.

P: ¿Reciben ayuda exterior para hacer esto?

R: ¿Exterior en qué sentido?

P: ¿Si alguien les brinda, por ejemplo, comida para que vos les des a
estos niños?

R: Si, cultivarte tiene un montón de líneas de acción. Donantes particulares,


otros que donan mensualmente a través de débito automático, donaciones de
empresas de yogures, panes, todo para la merienda. Todas esas cosas se
reciben por donación y por el banco de alimentos también.

Y también hacemos eventos anuales como una cena de recaudación de


fondos, aparte recibimos como proyecto; nosotros ganamos por ejemplo un
proyecto de banco mundial por transformar la realidad de los jóvenes y con eso
nos bancamos un año, el año pasado ganamos un premio de Johnson &
Johnson que sacó una búsqueda de proyecto para ayudar al desarrollo infantil.
Este año estamos por recibir una donación del ministerio del desarrollo de la
nación, sino es insostenible.

P: ¿Qué cambios ves en el comportamiento de los nenes comparando


el día en que llegaron hasta ahora?

R: Los cambios es algo muy difícil de ver ya que es muy diferente en cada
niño porque depende también de cómo influye su entorno. Yo veo que hay un
montón de niños que van adquiriendo nuevas herramientas para poder trabajar
en sí mismo, nosotros creemos que el ser humano tiene a demás del pensar,
que es lo que trabajan en las escuelas, hay todo un mundo en el sentir y en el
hacer. Este aspecto nosotros lo trabajamos aparte del pensar, nos apuntamos
al desarrollo de lo emocional y el hacer. Y en todo esto como el arte, la música
los niños van mostrando un desarrollo muy grande con todo lo que tiene que
ver con estas herramientas de formación de cada uno.

Hay niños que ingresan con alguna dificultad y uno ve cómo se van
haciendo progresos. No se si se pueden cuantificar porque tiene que ver
mucho con el desarrollo de los niños pero realmente son procesos largos.

Nosotros queremos que vean que hay una posibilidad de elección;


desde chiquitos trabajamos con esta posibilidad de elegir cosas chiquitas
primero para cuando sean más grandes que puedan elegir cosas mas
importantes.

Como los ritmos, percibir el ritmo de las estaciones, del año, de las
semanas. Y también percibir sus propios ritmos. Hace 8 años era inviable que
se puedan poner en ronda que eso es algo básico para nosotros. Que es
donde se trabaja lo rítmico. Vemos todos los contenidos a través del hacer.

Uno realmente ve el cambio, en el 2001 era un bardo, un montón de


chicos corriendo por todos lados y hoy, luego de muchos años, los chicos todos
se ponen en ronda en cada taller.

P: ¿En qué entorno viven los nenes que vienen?

R: La mayor de la población que viene acá vive en el barrio Santa Rosa,


que es un barrio vulnerable que tiene alta tasa de población, no tienen los
recursos básicos, bajos recursos. Que ha ido mejorando en muchas
situaciones, pero la realidad es que la falta de recursos que hay es la misma.

P: ¿Crees que tu aporte es significativo?

R: Yo creo que si, pongo todo lo que sé y todo lo que he ido formando en
estos años al servicio de esto no.

La parte individual no es significativa para mi, yo creo que el trabajo en


conjunto es lo enriquecedor. De muchas personas enfocadas a un mismo fin, y
eso es lo que suma. O sea una persona que tiene una gran idea no la puede
plasmar si no está rodeada de personas que pongan a hacer, si no queda en
una idea.

P: ¿Cómo crees que ayudas a los nenes que asisten acá?

R: Les damos las herramientas para que puedan desarrollarse y elegir lo


que ellos decidan. Para mí lo que tenemos que lograr es darle las herramientas
suficientes para que un chico tenga 21 años y que pueda plantarse en el
mundo y diga: “quiero esto” “no quiero esto” “quiero estar feliz”

P: ¿Qué se le podría decir a una persona para incentivarla a que


realice este tipo de trabajos?

R: Se necesitan muchas personas para transformar, que vivimos en una


sociedad hoy que necesita mucha transformación y que necesitamos gente que
se sume, porque esto se sostiene porque hay mucha gente que lo quiere hacer.

A veces yo entrevisto voluntarios que me dicen: “ no se en qué puedo


servir” y yo creo que todo suma, que necesitamos gente con ganas de trabajar.

P: ¿Cuales son las actividades que se realizan? ¿Cambiarías o


agregarías alguna?

R: Lo que tenemos hoy por hoy es un acompañamiento de jardín y de


primaria a sexto grado, además también estamos trabajando en la “Secundaria
Media 8” que es la que queda acá en frente haciendo acompañamiento de
profesores y acompañando clases desde la pedagogía Waldorf, que es la
herramienta que nosotros tenemos actualmente.
Creo que hay muchas cosas para agregar, en realidad mucho de los
talleres no son todos los días, son una vez por semana, y para mi eso es muy
poco.

Antes nosotros estábamos con los chicos y luego los derivábamos a la


secundaria media 8 pero para que eso suceda también dependía de los
padres. Este año decidimos continuar y para eso necesitamos más gente;
tenemos una trabajadora social y necesitaríamos dos, necesitaríamos una
psicóloga, un espacio de terapia artística, para hacer hay un montón por
delante. Pero todo implica recursos, tiempo y voluntarios que hoy en día no
tenemos.

P: ¿Qué pensas sobre las problemáticas que deben enfrentar estos


niños en su día a día?

R: Yo creo que todas las personas tenemos una vida difícil y que todos
tenemos cosas que enfrentar, ellos tienen una realidad socio-económica que
les genera ciertas dificultades y creo que son difíciles como la de todas las
personas.

Y la realidad que todos los seres humanos para crecer como personas
tenemos que ir sobreponiéndonos a nuestras dificultades. Y es ahí donde
nosotros queremos acompañar.

Todo también depende de la voluntad de transformación de cada familia,


nosotros vemos que un niño necesita tales recursos y se lo decimos a una
familia que no está dispuesta a esta transformación, nosotros no podemos
hacer nada porque es un trabajo en conjunto.

P: ¿Varia el trato con los niños?

R: Varia el trato con cada uno, el trato es distinto porque cada niño es
distinto, nosotros creemos que se trabaja desde la individualidad. Ahí es donde
el trabajo de los docentes es tan importante. Poder ver el niño que tenemos en
frente, por eso cuando elegimos la forma de trabajar, creemos que la
pedagogía Waldorf es ese eje, ver al niño entero; con su realidad social, con su
familia, con sus fortalezas, y bueno con todas las posibilidades que tiene.

P: ¿Qué es lo más difícil de trabajar con niños?

R: Saber observar. Poder afinar tanto la observación, que uno pueda


discernir qué necesita cada niño. Creo que eso es un trabajo que no se termina
nunca, vas aprendiendo y afinando cosas nuevas y vas mejorando tu
observación pero creo que no hay una forma de hacerlo perfecto.

P: ¿Qué es lo que más te gusta de este trabajo que haces?

R: Todo. Creo que todos los momentos me suman a mi también como


persona y en mi realización personal. Tanto en los momentos que son divinos,
como un encuentro lindo con una madre, como en los momentos en los que se
disparó todo y los chicos empezaron a portarse muy mal y me tengo que ir a
pensar en qué puedo mejorar.

P: ¿Vos crees que las familias ayudan a los chicos?

R: Y hemos tenido muchos cambios cuando arrancamos, nosotros éramos


más chicos entonces el trato con la familia era muy raro. Los padres no
participaban, era para que vayan a comer y de paso hacían los talleres que
estaban buenos y de hecho muchos pensaron que era infancia misionera, les
daba lo mismo.

Con el paso de los años los padres fueron involucrándose más y yo creo
que hoy estamos a años luz de cómo empezamos. De hecho hoy tuve tres
entrevistas con padres y los tres vinieron y pudimos charlar.

Por supuesto que hay de todo. Padres que no están tan involucrados
como los que sí.

→ ​Bibliografía

•Niños invulnerables:
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/psicologia/article/view/758/5259
•Educación no formal:
http://www.bligoo.com/media/users/2/105441/files/Educacion%20No%20Formal
.doc

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