Te alabamos señor
Cruz amable y redentora, árbol noble y esplendido,
ningún árbol fue tan rico ni en sus frutos ni en su flor.
Elevemos jubilosos a la angusta trinidad nuestra
gratitud inmensa por su amor y redención al eterno
padre, al hijo y al espíritu santo de amor amen.
Recogida de la ceniza.
Número #1 la cabeza.