A diferencia del periodo neoliberal, el Presupuesto Público es un instrumento de Política Fiscal que refleja
los ingresos y gastos del Estado, determina la asignación de recursos para la ejecución de las políticas
públicas, cumplimiento de objetivos y metas establecidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social
(PDES). En este sentido, el Presupuesto General del Estado 2018 fue elaborado de manera conservadora
con una tasa de crecimiento proyectada del Producto Interno Bruto real de 4,7%, precio referencial del
barril de petróleo de USD45,5, inflación de 4,49%, entre las variables más importantes.
Es importante recordar, que el Presupuesto Público antes de 2006 respondía a las políticas neoliberales
impuestas por organismos internacionales. A partir de la gestión 2006, el Presupuesto General del Estado
responde a las necesidades reales de crecimiento y desarrollo de la economía nacional, en el marco del
Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
¿Cuál es la composición de los ingresos y gastos del Presupuesto General del Estado?
El Presupuesto General del Estado consolidado de 2018 asciende a Bs 214.650 millones que representa
un incremento del 2% respecto al 2017, cinco veces mayor al presupuesto aprobado de la gestión 2005,
cuyo incremento se debe a las políticas económicas del Estado aplicadas desde la gestión 2006, como la
nacionalización de los recursos naturales (hidrocarburos, minerales, energía y otros), recuperación y for-
talecimiento de las empresas públicas, generación de mayores ingresos tributarios para el Estado, incre-
mento de la inversión pública, entre los más importantes; logros que han permitido fortalecer la demanda
interna, constituyéndose como uno de los motores de crecimiento y desarrollo económico del país.
Por otra parte, los Gobiernos Autónomos Departamentales (GADs) y Gobiernos Autónomos Regionales
(GAR) generan apenas el 1,3%; sin embargo, gastan un 4,2%. Los Gobiernos Autónomos Municipales
(GAMs) generan sólo el 4,1%, pero gastan 9,2%. De forma similar, las Universidades Públicas captan 1,1%
pero gastan 2,7%, lo cual demuestra que el nivel subnacional es altamente dependiente de las transferen-
cias que realiza el nivel central del Estado.
A partir de la gestión 2006, la economía del país sufrió un cambio estructural, fruto de la implementación
del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, nacionalización de las empresas estratégicas, la
intervención del Estado en la redistribución de la riqueza, mejoramiento de la salud, educación, seguridad
ciudadana, soberanía alimentaria y energética, entre otros. Es decir que en 2005 las Empresas Públicas ge-
neraban el 4,2% de los ingresos totales, en tanto que para el 2018 la participación aumentó a 36,7%, sien-
do cuarenta y seis veces más que en periodos neoliberales, de Bs 1.685,1 millones en 2005 a Bs 78.757,9
millones para el año 2018. En cambio la participación de los Órganos del Estado disminuyó de un 80,5%
del total registrado en 2005 a 46,1% para la gestión 2018.
El presupuesto del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y Regalías Hidrocarburíferas para la gestión
2018 se incrementó en 8% respecto a la gestión 2017, que beneficiaría con mayores recursos a los Gobier-
nos Autónomos Departamentales, Municipales, Universidades, Fondo Indígena y el Tesoro General de la
Nación (TGN), para proyectos de inversión y gastos sociales.
8%
3
9.693
8.953 IDH
6.204
5.730
Regalías
3.223 3.490
2017 2018
Fuente: PGE 2017 - 2018
Los ingresos de operación generados por las empresas públicas e ingresos tributarios del nivel Central del
Estado, suman un total del 48,3% de los recursos que se constituyen en la fuente principal de financiamien-
to del Presupuesto General del Estado 2018. Seguidos por las fuentes financieras 35,8% (saldos de Caja y
Bancos principalmente), 13,5% otros ingresos corrientes y 2,4% de ingresos de capital.
Además, las transferencias del Tesoro General de la Nación y regalías proyectadas para ETA’s y Universida-
des se incrementaron en 3% respecto al 2017 de Bs 17.930 millones a Bs18.464 millones.
Es importante aclarar, que a pesar del esfuerzo que realiza el Gobierno Nacional de incrementar los ingre-
sos tributarios, las ETA’s y Universidades no generan la suficiente cantidad de recursos para mantener su
aparato administrativo.
- 18% Sueldos y Jornales, de los cuales corresponde a salarios del Magisterio y Salud (37%), Poli-
cía y Fuerzas Armadas (11%), Municipios (9%), Instituciones de la Seguridad Social (8%), Empre-
sas Públicas (7%), Entidades Descentralizadas (4%) y otros.
- 26% Bienes y Servicios, constituidos por los gastos de operación de las Empresas Públicas (13%)
y YPFB (52%). Asimismo, egresos de los Municipios (15%), Entidades Descentralizadas (6%), Ad-
ministración Central (5%) y otros.
- 22% Gastos de Capital, se componen por la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) con Bs
44.704,9 millones, por el aporte significativo de la ABC, ENDE, Ministerio de la Presidencia, YPFB
y Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, entre las más representativas. Posterior-
mente se tiene a las transferencias de capital Bs 1.526,0 millones, y otros gastos de capital Bs
421,7 millones.
- 21% Uso de Fondos, refleja los recursos de otras Aplicaciones Financieras (93%) programadas
esencialmente por las Empresas Públicas y Municipios.
Bienes y Servicios
El Gobierno Nacional, dentro del periodo 2006 -2018 ha aplicado una política sostenible y responsable de
la administración de los recursos públicos. Por lo tanto, la generación de los ingresos fiscales corrientes
siempre fue superior a los gastos públicos donde claramente se evidencia una brecha positiva, que alcan-
zó en promedio entre 3 a 4 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto.
Este aspecto se debe fundamentalmente al incremento de los ingresos de operación de las Empresas
Públicas por la comercialización de su producción y la recaudación tributaria; asimismo la política de aus-
teridad ha generado que se prioricen principalmente los gastos de inversión pública frente a los gastos
corrientes, dando como resultado un escenario positivo de la administración pública. Tal como se puede
observar en el siguiente gráfico:
Se analiza el gasto corriente en términos del Producto Interno Bruto, en la gestión 2005 este representaba
el 28,7%, si descontamos las empresas residuales de ese entonces el gasto corriente alcanzaba a 27%. A
partir de la nacionalización de las empresas públicas el presupuesto de gasto corriente se incrementó
alcanzando en la gestión 2018 a 43,7% del Producto Interno Bruto y sin Empresas Públicas representa
únicamente el 28,1% del Producto Interno Bruto; lo cual refleja que el gasto corriente del sector público
se mantuvo constante en el marco de la política de austeridad, sin incrementos irresponsables.
Priorización del Estado para incrementar la Formación Bruta de Capital Fijo del país
Desde la gestión 2006, la Política Salarial aplicada en el marco del Modelo Económico Productivo Social
Comunitario, tiene como base la redistribución del ingreso, a partir de la asignación de incrementos sala-
riales por encima de la tasa de inflación, para generar un incremento real y no simplemente la reposición
del poder adquisitivo, cuyo objetivo es beneficiar a las y los trabajadores, públicos y privados, con los
salarios más bajos, para coadyuvar con el desarrollo económico y social del país.
En este entendido, para la gestión 2018 los gastos en sueldos y salarios ascienden a Bs38.845 millones,
toda vez que se mantiene la ejecución de políticas de austeridad encaradas por el Gobierno Nacional.
Por otra parte, los gastos de Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se incrementaron sustancialmente
hasta llegar a Bs44.705 millones más de 8 veces al presupuesto de 2005, que apenas llegaba a un Bs5.078
millones.
Para el sector de Infraestructura, el presupuesto programado asciende a USD 2.052 millones, de los cuales
la inversión en Transportes alcanza a USD1.968,5 millones, Comunicaciones USD 51,2 millones y Recursos
Hídricos USD 32,6 millones. Para el sector Productivo se tiene USD 2.319,7 millones, de los cuales USD
1.042,2 millones son para Energía; Hidrocarburos con USD 300,9 millones; Agropecuario USD 356,5 millo-
nes; Minería con USD 459,8 millones; Industria con USD 154,5 millones y por último Turismo con USD 5,8
millones.
Para el sector Social se tienen USD 1.552 millones, de los cuales se destinará para Salud USD 432,7 millo-
nes; Educación USD 403,2 millones; Urbanismo y Vivienda USD 280,5 millones; Saneamiento Básico USD
241,6 millones; Deportes USD167,7 millones; Cultura USD 18,9 millones; y por último Seguridad Social
USD 7,3 millones.
Asimismo, en cumplimiento al mandato de la Constitución Política del Estado Plurinacional, que establece
que son fines y funciones esenciales del Estado garantizar el acceso de las personas a la educación y a la
salud, así como garantizar su inclusión y acceso, sin exclusión ni discriminación alguna de los mismos, se
ha previsto para la gestión 2018, Bs 21.430 millones (7,7% del PIB) para Educación y Bs 18.805 Millones
(6,8% del PIB) para Salud, con el objeto de asignar recursos para la ampliación de estos servicios que be-
nefician a la población en general, mayores a los asignados a Defensa y Gobierno.
Finalmente, el Presupuesto General del Estado contribuyó a la ejecución de las políticas económicas del
Estado aplicadas desde la gestión 2006, como la nacionalización de los recursos naturales (hidrocarburos,
minerales, energía y otros), recuperación y fortalecimiento de empresas del Estado generación de ma-
yores ingresos tributarios para el Estado, incremento de la inversión pública, entre los más importantes;
logros que han permitido fortalecer la demanda interna, constituyéndose como uno de los motores de
crecimiento y desarrollo económico del país.
En 2017 la deuda externa representa el 24,9% del Producto Interno Bruto, por debajo
de los umbrales establecidos por organismos internacionales.
El ratio de deuda externa sobre el Producto Interno Bruto, en 2017 alcanzó el 24.9% siendo uno de los
niveles más bajos desde 1970. Este nivel está muy por debajo de los umbrales internacionales, como el
50% exigido por la Comunidad Andina de Naciones-CAN que es utilizado por el Banco Central de Bolivia y
también por debajo del umbral del 40% señalado por diferentes analistas e instituciones.
Esto quiere decir que en este momento el nivel de endeudamiento externo respecto al Producto Interno
Bruto no representa un problema para la economía nacional, más al contrario significa que nuestro país
posee una amplia capacidad de endeudamiento.
Bonos Soberanos
El objetivo principal de las emisiones soberanas es diversificar las fuentes de financiamiento del Estado
como parte de una política de manejo responsable del endeudamiento, y colocarse a la par de países
como Colombia o Perú, que mantienen una fuerte presencia en los mercados internacionales de deuda.
Por lo tanto, en lugar de representar un riesgo para la economía nacional, la emisión de bonos soberanos
en el mercado internacional es un claro ejemplo del reconocimiento a Bolivia como país apto para la
inversión extranjera, porque se posiciona a nivel mundial como una economía exitosa, en sus políticas
macroeconómicas con redistribución del ingreso.
El menor crecimiento de la región producto de la caída en los precios de las materias primas (commodi-
ties) se observó sobre todo en las gestiones 2015 y 2016; sin embargo, desde la gestión 2006 el país conti-
nuó registrando un crecimiento sostenido debido al fortalecimiento de la demanda interna, permitiendo
liderar al país en el crecimiento económico de la región. Según los datos oficiales del Instituto Nacional de
Estadística (INE), el crecimiento del Producto Interno Bruto al 1er trimestre de 2017 fue de 3,3%, aspecto
que se reactivó al 4to trimestre de 2017 con crecimiento de 4,2%, por lo que se demuestra que a pesar
de un contexto externo desfavorable en los últimos años, la economía boliviana continua mostrando un
crecimiento sostenido debido al favorable desempeño de los sectores no extractivos, los cuales represen-
taron más del 80% de la producción nacional.
Los datos presentados muestran con contundencia que la administración de los recursos públicos se ha
realizado bajo un marco de austeridad. Asignando recursos a la inversión productiva, salud y educación,
aspectos que han permitido que en los últimos años Bolivia lidere el crecimiento de la región.