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- FUNDAMENTO TEÓRICO
El peróxido de hidrógeno (H2O2) es un compuesto químico formado por dos
átomos de oxigeno enlazados por un enlace polar, y cada uno de ellos unidos a un
átomo de hidrógeno.

A temperatura ambiente se encuentra en estado líquido claro, como un fluido más


viscoso que el agua. Su característica más importante es su poder oxidante.
Debido a ello, puede causar combustión espontánea cuando entra en contacto con
materia orgánica e incluso con algunos metales como la plata.

Tiene múltiples usos en la industria como blanqueante, en sustitución del cloro, de


telas, papel, queso, huesos e incluso pollos. En la industria farmacéutica se
emplea en la elaboración de medicamentos y también en dentífricos adaptados
para el blanqueamiento dental.

Resulta sorprendente que el agua oxigenada se emplee como combustible de los


motores de algunos cohetes y también para aportar oxígeno a los mismos.

Pero sin lugar a dudas el uso más conocido y extendido del peróxido de hidrógeno
es como antiséptico de uso general, ya que produce radicales hidroxilo y otros
múltiples radicales libres que atacan a los componentes orgánicos de los
microorganismos y los destruyen. Cuando aplicamos agua oxigenada a una
herida, aparece una espuma blanquecina debida a la actividad de las catalasas,
que descomponen el agua oxigenada liberando oxígeno. Esto hace que las
esporas anaerobias no puedan proliferar en la herida abierta.

Se debe tener en cuenta que es una sustancia muy inestable y que tiende a
descomponerse en oxígeno y agua en una reacción exotérmica:
2 H2O2 (l) → 2 H2O (l) + O2 (g) + 196 kJ/mol

Esta reacción influyen factores como la presión, la temperatura y la concentración


de reactivos, al igual que en las demás, pero además en esta se debe tener en
cuenta la presencia o no de un catalizador. Los catalizadores son sustancias que
afectan únicamente a la velocidad de la reacción, ya que no reacción con los
reactivos, y son sustancias que se mantienen intactas durante la transformación:
2 H2O2 (l) [MnO2] → 2 H2O (l) + O2 (g)

Los catalizadores que hacen que la reacción sea más rápida se llaman
catalizadores positivos o promotores, pero si lo que hace es que sean más lentas
se llaman inhibidores. Podemos clasificar las reacciones catalizadas como
homogéneas, si el catalizador se encuentra en la misma fase que los reactivos, o
heterogénea si está en una fase diferente. Nosotros durante la práctica
empleamos MnO2, una sustancia en estado sólido, por lo que se trata de un
catalizador heterogéneo.
El dióxido de manganeso es un mineral en condiciones normales de color gris
metalizado. Suele formarse por la deposición de manganeso en sedimentos o por
la oxidación de otros minerales de manganeso y hierro como el cuarzo o la
limonita.

Los catalizadores lo que hacen es llevar a cabo un mecanismo de reacción


diferente, lo que supone la existencia de un estado de transición intermedio, que
requiere una menor energía de activación, algo fundamental que se traduce en un
menor tiempo de actuación, ya que el número de moléculas que pueden alcanzar
ese estado de transición es más alto que las que podían llevar a cabo la reacción.

Para cada reacción puede haber varios catalizadores; en nuestra reacción también
pueden actuar como promotores el Platino, los Aniones Yoduro y algunos
Complejos de Hierro.
Como ejemplo de los complejos de hierro están las Catalasas. Se trata de
enzimas presente en todos los seres vivos cuya función es la de descomponer el
agua oxigenada, que se produce en ciertos procesos del metabolismo, en agua y
oxígeno, que no son tóxicos para la célula.

La reacción la lleva a cabo en dos etapas:


H2O2 + Fe(III)-E → H2O + O=Fe(IV)-E
H2O2 + Fe(III)-E → H2O + O=Fe(IV)-E
Fe-E ese el núcleo del grupo hemo.

Centrándonos en nuestra reacción (la descomposición del peróxido de hidrógeno


catalizada por MnO2) podemos afirmar que la velocidad de la reacción puede
determinarse midiendo el oxígeno desprendido durante la misma es decir:
v = -d[H2O2]/dt = k' · H2O2α = 1/2 · dV(O2)/dt

Para hallar el orden de la reacción debemos representar ciertos valores y aquel


que se aproxime más a una recta nos dirá cúal es el orden de reacción y el valor
de la constante k:

ORDEN 0 Concentración frente a Tiempo Pendiente = - k


ORDEN 1 Logaritmo Neperiano de la Concentración frente a Pendiente = - k
Tiempo
ORDEN 2 Inversa de la Concentración frente a Tiempo Pendiente = + k

Dicha constante de velocidad varía con la temperatura según la Ecuación


de Arrhenius:
k(t) = A · exp(-Ea/RT)
siendo A una constante preexponencial y Ea la energía de activación del
proceso. También se puede aproximar de la siguiente manera:
ln(k) = ln(A) - Ea/RT
Si representamos gráficamente los logaritmos neperianos de k en función
de la temperatura, obtendríamos una recta de pendiente, siendo, por lo
que podemos determinar de esta manera la Energía de Activación de la
reacción catalizada.

Todo esto se encuentra basado en la Teoría Cinético-Molecular, que


sugiere que, para que la reacción química tenga lugar, las moléculas han
de chocar, pero sólo serán choques efectivos aquellos que se produzcan
entre las moléculas con orientación adecuada y energía suficiente. Estos
choques efectivos producirán rotura de enlaces y la formación de otros
nuevos. Cuando aumentamos la temperatura, la energía cinética de los
átomos aumenta también y, por tanto, la velocidad de la reacción, y si
aumentamos la concentración de los reactivos, aumentará también la
velocidad.

Durante las colisiones, se forma un Complejo Activado, que únicamente


es un estado transitorio, que dura entre décimas y centésimas de
nanosegundos. En este estado es cuando comienzan a reestructurarse
los enlaces atómicos.

Si el proceso es exotérmico no suele ser normal que los productos


vuelvan a formar el complejo activo

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