Es así, que los estilos de vida se definen como maneras de ser y de actuar compartidas por
un grupo significativo de personas quienes comparten gustos por cosas similares, creen en
aspectos parecidos, buscan lo mismo de sus acciones, tienen una idea de futuro similar
también, entre otros.
Posteriormente en el año 2009, se hace una segunda versión, en la cual se nos presentan 6
estilos de vida: los sofisticados 8%, los progresistas 21%, las modernas 25%, los adaptados
20%, las conservadoras 19% y los resignados 7%.
Y antes de pasar a hablar específicamente de cada estilo de vida, el autor nos permite tener
en cuenta algunas características necesarias para comprender mejor cada uno de ellos. Entre
estas consideraciones a tomar podemos encontrar que, por ejemplo, los estilos de vida son
individuales y no familiares, no es necesario poseer todas las características de cada estilo
de vida para pertenecer a ella.
Los sofisticados: son un segmento mixto con más ingresos que el promedio. Suelen
caracterizarse por ser muy modernos, son los más educados dentro de todos los estilos de
vida, son liberales, cosmopolitas, valoran mucho la imagen personal y la buena calidad y
servicio.
Los progresistas: Son hombres que buscan permanentemente el progreso personal y
familiar. En su mayoría son obreros y empresarios, no le dan mucha importancia a su
imagen persona, dentro de los estilos de vida es el más trabajador, basan su consumo en el
utilitarismo y son extremadamente prácticos.
Las modernas: Son las mujeres que trabajan o estudian y que su principal centro no es el
hogar. Son organizadas y planificadoras, les importa su apariencia física y se encuentran
abiertas a la innovación. Encuentran muy placentero el consumo y apuntan a la calidad, la
familia, el trabajo y el amor. Son los aspectos más importantes para ellas.
Los resignados: Son un segmento mixto, la mayoría son migrantes que se caracterizan por
tener un nivel socioeconómico muy bajo su principal preocupación es conseguir dinero para
subsistir, suelen ser poco educados e informados, tradicionalistas y su consumo es de
acuerdo a la accesibilidad y el precio de los productos.
Luego de las descripciones de cada estilo de vida se plantea una pregunta: ¿Cambian los
estilos de vida? A la que se responde afirmativamente, pero acotando que con menor
facilidad que los segmentos socioeconómicos y como un claro ejemplo de esto nos
menciona a los nuevos ricos y la dificultad que tienen de convertirse en sofisticados pese a
sus nuevos y abundantes ingresos, posiblemente se mantenga como un progresista, pero en
uno con dinero. Más común, nos dicen el autor, es la existencia de cambios generacionales,
por ejemplo, los hijos de ese nuevo rico, al ir a un colegio de elite con el tiempo terminara
convirtiéndose en un sofisticado.
Pero también encontramos que se puede dar cambios profundos debido a determinadas
circunstancias externas, ejemplo de esto, es como algunas personas asumen una actitud
progresista como resultado de la necesidad de supervivencia y no necesariamente porque
sea su orientación. Y con esto, se explicaría algunos de los cambios que se observaron
durante el estudio de los estilos de vida ya mencionados.