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REAJUSTE DE LA PENSiÓN ALIMENTICIA

ARTICULO 482
La pensión alimenticia se incrementa o reduce según el aumento o la
disminución que experimenten las necesidades del alimentista y las posibilidades del
que debe prestarla. Cuando el monto de la pensión se hubiese fijado en un porcentaje
de las remuneraciones del obligado, no es necesario nuevo juicio para reajustarla.
Dicho reajuste se produce automáticamente según las variaciones de dichas
remuneraciones.
CONCORDANCIA:
C.C. arts. 472, 481
COMENTARIO
Claudia Morán Morales
Como se afirmó en el apartado anterior, el artículo 481 establece que la
prestación alimenticia debe ser fijada de acuerdo con el criterio de la
proporcionalidad, según las necesidades del alimentista y los ingresos del alimentante.
En este sentido, el artículo 482 se complementa con el anterior al señalar las causas
por las cuales la pensión de alimentos puede aumentar o disminuir.
En efecto, siendo la prestación de alimentos una obligación de tracto sucesivo o
cumplimiento periódico (BELTRÁN DE HEREDIA Y ONIS), puede estar sujeta a
diversas modificaciones durante el tiempo de su vigencia. De otro lado, la deuda
alimenticia -salvo el caso del artículo 484- tiene el carácter de una de valor y como
tal sujeta a las normas aplicables para este tipo de obligaciones, en especial, lo referido
a las cláusulas de estabilización.Por este motivo, como anota la doctrina (LACRUZ
BERDEJO y SANCHO REBULLlDA), considero que no existe impedimento alguno para
que el juez pueda someter la pensión de alimentos a una cláusula de reajuste
automático a fin de mantener el poder adquisitivo de la moneda. En el mismo sentido,
interesantes sentencias extranjeras han reconocido abiertamente el carácter de
deuda de valor de la prestación alimenticia ordenando su adecuación con el índice del
coste de vida, siempre que no exceda de la proporción en que se hubiesen
incrementado los ingresos del alimentante (por ejemplo, las Sentencias del Tribunal
Supremo Español de 9 de octubre de 1981 y 11 de octubre de 1982), esto en clara
aplicación del principio de la proporcionalidad.
El artículo 567 del Código Procesal solo establece la obligación del juez de actualizar, al
momento de expedir sentencia o de ejecutarla, la pensión alimenticia a su valor real.
Así, en aplicación del artículo 1236 del CC, la prestación de alimentos se actualizará
conforme al índice de Precios al Consumidor acumulado en el tiempo en el que duró
dicho proceso (PLÁCIDO VILCACHAGUA). No obstante, reitero, no existe inconveniente
(legal) para que el juez -a pedido de parte o de oficio- pueda ordenar la aplicación de
alguna cláusula de reajuste automática (p. ej. de periodicidad anual), siempre que así
lo permitan los ingresos del acreedor alimentario.
El artículo 482 del CC trata exclusivamente de las variaciones que puede
experimentar la pensión de alimentos a consecuencia de una modificación en el
aspecto pasivo (una disminución del patrimonio del deudor alimenticio) o en el
aspecto activo de la relación (un incremento en los ingresos del alimentista),
siempre que sean de tal entidad que justifiquen el cambio solicitado. Esto último
no podía ser de otro modo a la luz de la regla recogida en el artículo 481 del CC que
reconoce el principio de proporcionalidad al momento de establecer la pensiónde
alimentos.
Tratándose de cualquiera de estos supuestos, nuestra ley procesal (artículos 568
y 571) establece que las variaciones en la pensión de alimentos tendrán vigencia a
partir de la fecha del día siguiente a la fecha de la notificación de la demanda en la
que se solicita el aumento o disminución, una vez que hubiesen sido
aprobadas por resolución judicial.
Una cuestión que sí ha contemplado expresamente nuestra norma civil es la
posibilidad de que la prestación alimenticia se fije en un porcentaje de los ingresos
del alimentante, evitando el inconveniente de solicitar, con cierta frecuencia, el
aumento de aquella, sobre todo tratándose de personas con trabajos
dependientes y de carácter estable, casos en los que es posible determinar
conprecisión el monto de los ingresos y sus eventuales incrementos (PERALTA
ANDíA).
Si se produce una variación en la cuantía de las pensiones, resulta importante
precisar el momento en que opera el alza o la disminución de la pensión
alimenticia. Los artículos 568 y 571 establecen que en cualquiera de estas
situaciones, la fecha en que desde la que se hace efectivo el mandato judicial es
el día siguiente al de la notificación de la demanda.

DOCTRINA
BELTRÁN DE HEREDIA Y ONIS, P. De los alimentos entre parientes. En:Comentarios al
Código Civil y Compilaciones torales (dirigidos por ALBALADEJO GARCíA, M.) Madrid,
1982; LACRUZ BERDEJO, J. L Y SANCHO REBULLlDA, F. La obligación de alimentos. En:
Elementos de Derecho Civil IV. Barcelona, 1990, pp. 45­70; PERALTA ANDíA,J. Derecho
de Familia en el Código Civil. Lima, 2002;PLÁCIDO VILCACHAGUA, A. Manual de
Derecho de Familia. Lima, 2001.JURISPRUDENCIA
"El aumento de pensión alimenticia pedido en favor de la esposa no prospera cuando
ella trabaja y percibe una renta" (Exp. N° 259-92-Puno, Normas Legales N° 202, p. 412).
"En el juicio sobre aumento de alimentos no se discute el derecho alimenticio, sino
el monto de la pensión. El recurso de nulidad solo procede cuando se deniega el
derecho" (Exp. N° 564-87-Lima, Normas Legales N° 183, p. 257)."Debido a la naturaleza
del derecho alimentario, éste se encuentra sujeto a las variaciones que podrían
ocurrir en el tiempo respecto al estado de necesidad delos beneficiados o a
las posibilidades del obligado, por ello la ley autoriza a solicitar la modificación o la
exoneración de la pensión alimenticia" (Cas. N° 1371-96-Huánuco, Gaceta Jurídica
N° 57, p. 20-A).

CAUSALES DE EXONERACiÓN DE ALIMENTOS


ARTICULO 483

El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere si disminuyen sus


ingresos, de modo que no pueda atenderla sin poner en peligro su propia
subsistencia, o si ha desaparecido en el alimentista el estado de necesidad. Tratándose
de hijos menores, a quienes el padre o la madre estuviese pasando
una pensión alimenticia por resolución judicial, ésta deja de regir al llegar aquéllos
a la mayoría de edad. Sin embargo, si subsiste el estado de necesidad por causas de
incapacidad física o mental debidamente comprobadas o el alimentista está siguiendo
una profesión u oficio exitosamente, puede pedir que la obligación continúe vigente.
(*) (*) Texto según modificatoria introducida por la Ley N" 27646 de 23-01-2002.
CONCORDANCIA:
C.C. arto 424
COMENTARIO
Claudia Morulti Morales
Si en el artículo 481 se contemplaban las eventuales modificaciones en el monto
de la pensión alimenticia, en éste se reconoce la posibilidad del cese provisional
de la obligación cuando falte uno de los requisitos objetivos, o lo que es lo mismo, si la
fortuna del alimentante disminuyera o si la nueva situación del alimentista le
permitiera mantenerse por sí mismo. Esto quiere decir que el aumento en
los ingresos del alimentante o la reducción de los ingresos del alimentista que le
impidiesen atender a su propia subsistencia, actualizaría la obligación, puesto que
el derecho a percibirla no se extinguió (LACRUZ BERDEJO y SANCHO
REBULLIDA, PADIAL ALBÁS).
De acuerdo con el primer supuesto -la disminución de los ingresos del alimentista-,
se exige que el obligado carezca de los medios para atender a su propia subsistencia,
y aunque no se mencione en la ley, la de su familia si la tuviera. No es necesario, en
cambio, que el alimentante se encuentre en estado de indigencia sino que haya
disminuido la disponibilidad económica de que disfrutaba anteriormente.
La finalidad de la norma es doble: proteger el derecho a la vida del alimentante y
no descuidar los gastos para manutención de su familia a que pudiese estar afecto
aquél, intereses que el legislador considera preferentes al pago de los alimentos, de
manera que, solo una vez satisfechas las necesidades personales y las cargas
familiares, es posible exigir el cumplimiento de la obligación alimenticia.
Cabe precisar que se trata de una exoneración que afecta solo al alimentante, puesto
que, subsistiendo el estado de necesidad del alimentista, éste podrá
ejercer libremente su derecho frente a los demás obligados siguiendo el orden de
preferencias establecido por el legislador. El aumento de ingresos del alimentante
originaría una nueva obligación entre las partes para cuya exigibilidad será
necesario iniciar otro proceso judicial en el que se fije el nuevo monto de la pensión,
atendiendo a las nuevas circunstancias.
En cuanto a la desaparición del estado de necesidad, ello se puede deber no solo a que
el alimentista cuente ya con recursos propios para atender a su subsistencia, como
por ejemplo, si recibe una cuantiosa herencia, sino también a que pueda contar con los
medios necesarios para proporcionárselos, lo que ocurriría si hubiese estado impedido
de trabajar temporalmente por motivos de salud. Esta solución es coherente con el
propio fundamento de la institución: la solidaridad familiar y la defensa del derecho a
la vida, causas que al desaparecer
originan la extinción (temporal) de la obligación. De igual manera, si el alimentista
volviera a la situación de necesidad podrá solicitar una pensión de alimentos en un
nuevo proceso judicial. La norma recoge expresamente el caso de los hijos que
alcanzan la mayoría de edad, en el cual cesa la obligación de alimentos. Sin embargo,
ésta puede extenderse más allá de esta fecha en el caso de que el hijo mayor de edad
siga una profesión u ofil"io con éxito, esto es, mientras curse sus estudios y no como
algunas veces se pretende hasta la obtención del título profesional o de instrucción
superior, ya que el tiempo que demandaría tal hecho puede extenderse
indefinidamente en el tiempo.

DOCTRINA
BELTRÁN DE HEREDIA Y ONIS, P. De los alimentos entre parientes. En:Comentarios al
Código Civil y Compilaciones forales (dirigidos por ALBALADEJO GARCíA, M.) Madrid,
1982; LACRUZ BERDEJO, J. L. Y SANCHO REBULLlDA, F. La obligación de E!limentas. En:
Elementos de Derecho Civil/V. Barcelona, 1990, pp. 45­70; PERALTA ANDIA, J. Derecho
de familia en el Código Civil. Lima, 2002; PLÁCIDO VILCACHAGUA, A. Manual de
Derecho de familia. Lima, 2001; P ADIAL ALBÁS, A. La obligación de alimentos entre
parientes. Barcelona, 1997.
JURISPRUDENCIA
"Para que continúe la prestación alimentaria en favor de un alimentista que ha
alcanzado la mayoría de edad, se requiere acreditar que está siguiendo una profesión
u oficio en forma exitosa; por lo que, en caso de no poder demostrar esta situación,
debe exonerarse al obligado de cumplir con dicha pensión" (Exp. N° 454-98,
Resolución del 6/05/98, Sexta Sala de Familia de la CorteSuperior de Lima).
"El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere de seguir prestándolos
si disminuyen sus ingresos, de modo que no pueda atender a la obligación sin
poner en peligro su propia subsistencia" (Exp. N° 2476-95, Ledesma Narváez,
Marianella, Ejecutorias, tomo N° 3, p. 46).

DACIÓN EN PAGO EN MATERIA DE ALIMENTOS


ARTICULO 484
El obligado puede pedir que se le permita dar los alimentos en forma diferente del
pago de una pensión, cuando motivos especiales justifiquen esta medida.
CONCORDANCIA:C.C. arto 1265

COMENTARIO
Claudia Morán Morales
El artículo 484 del CC se alinea con la mayoría de legislaciones como la francesa,la
alemana y la portuguesa, que prescriben que la forma normal de
prestar los alimentos se realiza mediante el pago de una cantidad en metálico,
reconociendo como forma excepcional o subsidiaria el pago in natura. En cambio,
legislaciones como la italiana y la española reconocen al deudor alimentario la
facultad de elegir el modo de cumplir con su obligación, siempre que ello no
perjudique el interés delalimentista.
Lo que no ha establecido el legislador peruano es el modo en el que se puede cumplir
con el pago in natura, será el juez siguiendo su prudente arbitrio quien lo establezca
atendiendo a las particulares circunstancias del caso. Así, si el pago en metálico llegar?
a ser una pesada carga para el deudor alimentario debido a su falta de recursos, éste
podrá solicitar al órgano jurisdiccional la determinación de otra modalidad de pago,
que comúnmente será recibiendo y manteniendo en casa de aquél al alimentista,
por ser ello compatible con el propio concepto de alimentos que consiste en un
conjunto de prestaciones cuya finalidad es satisfacer las necesidades del alimentista
(CORNEJO CHÁVEZ, PERALTA ANDíA).
Sin embargo, la convivencia entre deudor y acreedor alimentario podría ser
incompatible con el ejercicio de los derechos (o potestades) de terceros o ser
contraria a la integridad física o moral del alimentista, casos en los que el
juzgador puede denegar la solicitud del alimentante.
La colisión de derechos se presentaría, por ejemplo, si el progenitor alimentante
pretendiera llevar a casa a su hijo menor de edad cuya guarda y custodia fueron
otorgadas judicialmente al otro progenitor, o si lo solicitaran los abuelos perjudicando
el derecho del padre que ejerce la patria potestad. Entiendo que se dañaría la
integridad física o moral del alimentista cuando el alimentante tuviera antecedentes
de haber ejercido malos tratos en agravio de aquél o haber sido suspendido de la
patria potestad por el mismo motivo, o cuando el ambiente familiar no fuera el más
adecuado, respectivamente. Asimismo, empleando estamedida el alimentante
pretendiera burlar la resolución judicial en virtud de la cualse hubiese dispensado a lo~
cónyuges del deber de convivencia o declarado la disolución del matrimonio (PLACIDO
VILCACHAGUA). Otra posibilidad de cumplimiento in natura lo constituye la entrega
periódica de bienes que pudieran ser de utilidad para el alimentista, entendiendo
por tales principalmente víveres o alimentos de primera necesidad. Finalmente,
teniendo en cuenta que la prestación de alimentos es de carácter periódico, el hecho
de que se haya ordenado el pago bien en dinero, bien in natura, no impide que pueda
solicitarse con posterioridad el cambio de unamodalidad por otra cuando las
circunstancias hagan imposible seguir cumpliendo como se venía haciendo hasta el
momento.
DOCTRINA
CORNEJO CHÁVEZ, H. Derecho familiar peruano. Tomo II. Lima, 1998; PLÁCIDO
VILCACHAGUA, A. Manual de Derecho de Familia. Lima, 2001; PERALTA ANDíA,
J. Derecho de Familia en el Código Civil. Lima, 2002.
JURISPRUDENCIA
"El pedido de variación en la forma de prestar la pensión de alimentos tiene
por finalidad que del porcentaje judicialmente establecido se pase a considerar una
cantidad fija, todo esto sustentado en el hecho de haber dejado de laborar en su
centro de trabajo" (Exp. N° 449-98, Resolución del 30/04198, Sexta Sala de Familia de
la CorteSuperior de Lima).
LIMITACiÓN PARA EL ALIMENTISTA INDIGNO
ARTICULO 485
El alimentista que sea indigno de suceder o que pueda ser desheredado por el deudor
de los alimentos, no puede exigir sino lo estrictamente necesario para
subsistir.
CONCORDANCIA:C.C. arts. 667, 748

COMENTARIO
Claudia Morán Morales
En el Derecho histórico español y en el vigente (artículo 152.4), la mala conducta
del alimentista o el haber incurrido en alguna causa de desheredación da lugar a
la extinción del derecho de alimentos. A diferencia de otras legislaciones -como el
artículo 1611 del BGB alemán-, nuestro Código Civil distingue claramente la
institución de los alimentos de la sucesión mortis causa (CORNEJO CHÁVEZ).
Teniendo presente que los alimentos legales entre parientes tienen por objeto la
protección del derecho a la vida de la persona, no existe relación lógica con la
sucesión mortis causa, que establece las reglas jurídicas de la transmisión de
derechos y obligaciones que se produce por el hecho de la muerte a los sucesores
del fallecido. Sin embargo, atendiendo a la ofensa que suponen esos hechos
respecto del alimentante, el legislador ha considerado que en este caso la pensión
de alimentos deberá limitarse al mínimo indispensable para sobrevivir, sin
descuidar por ello la protección de la vida del alimentista necesitado (BORDA).
Las causas de indignidad (artículo 667 del CC) y de desheredación (artículos 744, 745
Y 746 del CC) deberán acreditarse debidamente, pudiendo invocarse todas
ellas respecto a cualquier obligado, incluso, frente a aquellos que no sean
herederos forzosos como son los hermanos.

DOCTRINA
BORDA, G. Tratado de Derecho Civil. Familia. Tomo 11. Buenos Aires, 1993; CORNEJO
CHÁVEZ, H. Derecho familiar peruano. Lima, 1998; PADIAL ALBÁS, A. La obligación de
alimentos entre parientes, Barcelona, 1997.

EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN DE PRESTAR ALIMENTOS


ARTICULO 486
La obligación de prestar alimentos se extingue por la muerte del obligado o del
alimentista, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 728. En caso de muerte del
alimentista, sus herederos están obligados a pagar los gastos funerarios.
CONCORDANCIA:C.C. arts. 61, 728

COMENTARIO
Claudia Morán Morales
El artículo 486 del CC sienta el principio de la intransmisibilidad mortis causa del
derecho y de la obligación de alimentos. Lo anterior es consecuencia de su
carácter intuitu personae (BORDA, FERRI), pues la obligación legal de alimentos se
fundamenta en la estrecha relación personal que existe entre alimentista
y alimentante y, además, porque la fijación de la pensión se realiza tomando en cuenta
el estado de necesidad del primero y la fortuna del segundo, situación que podría -y así
será en la mayoría de los casos- modificarse si se admitiera la transmisión sucesoria de
uno u otro. Por tanto, la muerte -natural o la presunta, declarada por sentencia
judicial- de cualquiera de los sujetos implicados, extingue la obligación de alimentos.
No obstante lo anterior y según el tenor de la norma, considero que no existe
impedimento legal para que el alimentista reclame a los herederos del alimentante las
pensiones ya devengadas e impagas (COSPITE).
Por su parte, la declaración de ausencia no extingue el derecho alimentario, se
Suspendería en el caso de ausencia del alimentista, pero no si el ausente fuera el
obligado, pudiendo exigirse en este caso su cumplimiento a quienes se encuentren en
posesión temporal de los bienes y, de ser el caso, al administrador judicial nombrado
para dicho efecto, según lo dispuesto en los artículos 49 y siguientes del CC (FERRI,
COSPITE).
El Código establece una excepción en el artículo 728 que regula la situación del hijo
alimentista, mal llamado hijo, ya que no existe una filiación determinada
jurídicamente. En realidad, se trata de un acreedor alimentario quien tiene derecho
a exigir una pensión de alimentos del varón que mantuvo relaciones sexuales durante
la época de la concepción. La leyes la que determina la obligación alimenticia, pues no
se dan los presupuestos subjetivos y objetivos para el nacimiento de la obligación legal
de alimentos.
En este caso particular, y para no dejar en desamparo a un posible hijo es que el
legislador ha establecido una excepción al principio de intransmisibilidad monis
causa.Justamente, el Código Civil señala -en mi opinión innecesariamente- que los
obligados a pagar los gastos funerarios del alimentista son sus herederos, esto por
tratarse de una carga de la herencia, y como tal constituye un pasivo que debe
ser soportado por la masa hereditaria.

DOCTRINA
BORDA, G. Tratado de Derecho Civil. Familia. Tomo 11. Buenos Aires, 1993;
COSPITE, N. Degli alimenti. En: Commentario breve al Codice Civile (a cura di
ClAN, G. e TRABUCCHI, A.). Padova, 1992, pp. 412­420; FERRI, G. Degli
alimenti. En: Commentario al Diritto italiano della famiglia (a cura di ClAN, G., OPPO,
TRABUCCHI, A.). Tomo IV. Padova, 1991, pp. 573-676.
JURISPRUDENCIA
"Si no se acredita que los hijos mayores de edad sigan con éxito alguna profesión
y oficio, ni se encuentren en estado de necesidad, entonces se extingue la
obligación alimentaria" (Exp. N° 2440-95, Ledesma Narváez, Marianella. Ejecutorias.
Tomo 3, p. 47). 292.1
INDISPONIBILIDAD DEL DERECHO A RECIBIR ALIMENTOS
ARTICULO 487
El derecho de pedir alimentos es intrasmisible, irrenunciable, intransigible e in
compensable.
CONCORDANCIAS:C.C. arts.486, 1288, 1302, 1305
C.P.C.arto 648 íncs. 3), 6) Y 7) D.S.OO1-97-TR art.37D.S.OO4-97-TR arts. 12, 13, 14

COMENTARIO
Claudia Morán Morales
El artículo 487 del CC enumera algunas de las características fundamentales del
derecho de alimentos, recogidas y aceptadas por la mayor parte de las legislaciones
y la doctrina civilista (entre otros, FERRI, LACRUZ BERDEJO Y
SANCHO REBULLlDA, ZANNONI, y CORNEJO CHÁVEZ).En primer lugar, la norma
reconoce que el derecho de alimentos es intransmisible, pero no solo mortis causa
como se establece en el artículo anterior, sino también mediante acto inter vivos, por
las mismas razones, al tratarse de una obligación de carácter personalísimo. Dentro de
esta prohibición quedan comprendidos la constitución de derechos sobre las
pensiones alimenticias que se realice a favor de terceros y el embargo para
garantizar cualquier clase de deuda, de acuerdo con el artículo 648.7 del Código
Procesal Civil.
De igual manera, el derecho de alimentos es irrenunciable, es decir, el titular nopuede
desprenderse de él mediante un acto voluntario, principio que fue ya expuesto por los
postglosadores y comentaristas con el aforismo renunciari non potest alimentis. La
renuncia al derecho de alimentos debe ser considerada un acto nulo, de acuerdo con
el artículo 219 del CC al haber vulnerado una norma de orden público.
En efecto, si el fundamento de esta institución es la protección del derecho a la vida
del alimentista, aceptar la renuncia sería tanto como aceptar la disponibilidad
de un derecho personalísimo. Como anota la doctrina (LACRUZ BERDEJO y
SANCHO REBULLlDA), dentro del término renuncia debe comprenderse no solo
aquel documento en el que así se exprese como todo acto que pueda suponerla:
pacto de no reclamación de pensiones futuras, aceptar el pago de cuantiosas
pensiones pero limitadas en el tiempo, entre otras.Al margen de lo anterior, nuestro
Código Civil permite la renuncia no expresa, puesto que el alimentista no está forzado
a reclamar los alimentos, ello a pesar dehaber cumplido con todos los requisitos
objetivos y subjetivos para el nacimientode la obligación. A ello se añade lo dispuesto
en las normas procesales que establecen que los alimentos se deben desde la fecha de
la notificación de la demanda y no antes. Por otro lado, el artículo 2001.4 establece un
plazo de prescripción de dos años para el cobro de la pensión alimenticia, que supone
implícitamente una renuncia al derecho.
En el primer caso, el legislador considera que como todo derecho, la facultad de exigir
su cumplimiento corresponde exclusivamente al alimentista, quien puede hacer uso de
ésta si él lo considera pertinente, y en este sentido constituye una renuncia. En cuanto
a lo segundo, las pensiones alimenticias atrasadas y no
cobradas constituyen un crédito ordinario, pues el tiempo en que debió
cobrarse ya pasó, y lo que es más importante, el alimentista vivió y sobrevivió a tal
hecho, por tanto ya no existe un derecho a la vida que proteger, ni cuestión de orden
público. Así, como todo crédito ordinario, quedará sometido a un plazo de prescripción
a que hice referencia en el párrafo anterior. También es admisible que el alimentista
renuncie a una parte de la pensión de alimentos y decida tomar para sí, solo lo
estrictamente necesario para su subsistencia. Como la pensión de alimentos toma en
cuenta diversos aspectos de la situación personal del alimentista, aquélla podría
ascender a una suma muy superior a la considerada como el mínimo indispensable.
Nada impide, pues, que el acreedor alimentario decida, libremente, cobrar la cantidad
justa para alimentarse y vivir con dignidad. La norma también establece la prohibición
de transigir sobre el derecho de alimentos, que es otra de las consecuencias de su
indisponibilidad. Como la transacción implica siempre determinadas concesiones entre
las partes, resulta imposible transigir si se carece de facultades de disposición, a
consecuencia de la propia naturaleza de los derechos involucrados, tal como sucede en
este caso. Sin embargo, es posible que las partes puedan llegar a un acuerdo
-mediante conciliación judicial o extrajudicial- sobre el monto de la pensión, la forma y
la periodicidad del pago, puesto que con ello se facilita el cumplimiento de la
obligación. No encuentro ningún problema legal -y la admite igualmente la doctrina
(PLACIDO VILCACHAGUA, PERALTA ANDIA)- en esta solución, es más, la considero
acorde con la realidad en la que se desenvuelve la institución de la obligación de
alimentos entre parientes y cónyuge. Obviamente, los acuerdos extrajudiciales o la
conciliación deberán ser respetuosos de los intereses delalimentante y alimentista.
Finalmente, el artículo 487 del CC establece que el derecho de alimentos
es incompensable. De este modo, nuestro legislación sigue al Codice italiano encuanto
impide la compensación de las pensiones alimenticias, inclusive, de las atrasadas. La
finalidad de la norma es evitar que el alimeltante incumpladeliberadamente sus
prestaciones y que posteriormente solicite la compensacióncon las acreencias que él
tuviera frente al alimentista.
DOCTRINA
FERRI, G. Degli alimenti. En: Commentario al Diritto italiano della famiglia (a cura
di ClAN, G., OPPO, TRABUCCHI, A.). Tomo IV. Padova, 1991, pp. 573­676;
LACRUZ BERDEJO, J. L. Y SANCHO REBULLlDA, F. La obligación de alimentos. En:
Elementos de Derecho Civil IV Barcelona, 1990, pp. 45­70; PERALTA ANDíA, J. Derecho
de Familia en el Código Civil. Lima, 2002; PLÁCIDO VILCACHAGUA, A. Manual de
Derecho de Familia. Lima, 2001; ZANNONI, E. Derecho de Familia. Tomo l. 1999.

CAPÍTULO SEGUNDO PATRIMONIO FAMILIAR


CARACTERES DEL PATRIMONIO FAMILIAR
ARTICULO 488

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