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1.

Características del autismo


2. Evolución del autismo en las diferentes edades
3. Origen del autismo
4. Diagnóstico del síndrome autista
5. Trastornos que se confunden con el autismo
6. Psicología y autismo
7.

Cuando nace un niño, los padres y familiares van siguiendo paso a paso cada etapa de crecimiento del niño, pero en
algunos casos los padres observan que a partir del primer año de vida de su hijo, este no evoluciona correctamente y no es
tan sano como se creía. Hay un trastorno en su conducta, su hijo vive en su propio mundo al que no se puede llegar porque
no habla, grita sin causa alguna, se balancea todo el día (rocking), miran durante horas fijamente un objeto, caminan
en punta de pie o siendo bebés caen de los brazos maternos como bolsas de arena. Ante estas observaciones los padres
concurren al pediatra; quien luego de varios exámenes, diagnóstica el Síndrome autista. El autismo no es una enfermedad,
es un síndrome, un conjunto de síntomas que caracterizan un trastorno degenerativo del desarrollo bio-psico-social. Es
una discapacidad severa y crónica del desarrollo. Aparece durante los tres primeros años de vida y es más común en
varones que en mujeres de todo tipo de raza, etnia y clase social de todo el mundo. Las personas con autismo tienen un
promedio de vida igual que las personas de la población en general.
El conjunto de trastornos se los puede clasificar en tres grupos:
1. Trastorno de la relación social: no se relaciona con el mundo que lo rodea. Su relación es anormal con personas,
objetos y animales. No distingue los acontecimientos.
2. Trastorno de la comunicación: cualquier combinación de los sentidos y sus respuestas están afectados
(visión, oído, tacto, dolor, equilibrio, olfato, gusto) y el modo en que el niño maneja su cuerpo. El habla y el
lenguaje no aparecen o retrazan su aparición a pesar de que existen capacidades intelectuales evidentes.
3. Trastorno psíquico: falta de flexibilidad mental.
El autismo no es curable pero si tratable. Es por esto que la psicoterapia se perfila como la puerta de ingreso a la
"humanización", al amor, descubrimiento de la verdad que está en el ser humano, estructuración de espontaneidad y, sobre
todo, de coparticipación, de reciprocidad, de altruismo.
CARACTERÍSTICAS DEL AUTISMO:
Las características asociadas al autismo se dividen en tres categorías:
1. Comunicación: (biológico) las habilidades de comunicación de las personas con síndrome autista son unas de las de
mayor dificultades. El lenguaje expresivo y receptivo son de gran importancia, pero en una persona autista esto parece no
serlo ya que ellos no se comunican con los otros, están como sumergidos en su propio mundo, tienen una incapacidad para
establecer una comunicación, sus respuestas están afectadas por sus sentidos. Más del 50% no tiene lenguaje verbal.
2. Comportamiento: (psicológico) Sus conductas son involuntarias, experimentan dificultades sensoriales por una
inadecuada respuesta a los estímulos externos. Tiene algunas conductas extrañas como: no temer a los peligros, no suelen
tener miedo a nada, no expresan sus emociones, no tienen imaginación, tienen movimientos repetitivos (aplaudir, mecerse,
aletear las manos, etc.) , tienen la mirada perdida, evitan el contacto con la vista, gritan sin causa, no tienen principio de
realidad. No tienen formado su estructura psíquica. No es raro que el autista no muestre interés en aprender. El aprende de
acuerdo con sus percepciones y sus intereses, pero le es difícil compartir nuestro modelo pedagógico, basado en la
introyección de unas motivaciones y intereses en adquirir habilidades cognitivas y conocimientos. La capacidad intelectual
del autista puede ser buena, incluso alta, pero su direccionalidad y utilización no necesariamente sigue el curso que se
impone en el entorno escolar. Una característica muy común es la ignorancia del peligro. El niño normal aprende que se
puede hacer daño porque se lo enseñan sus padres; le explican lo que no debe hacer, para evitar lesionarse. Pero el
autista, puede ser que no adquiera más que una noción muy simple del sentido de protección.
3. Socialización: (social) esta categoría es la más dificultosa porque no se relacionan con los demás, no se dan cuenta
de las diferentes situaciones sociales ni de los sentimientos de los otros, prefieren estar solos. Se relacionan mejor con los
objetos que con las personas. El síntoma más típico del autismo es la falta de reciprocidad en la relación social. Las claves
de la empatía están ausentes o son rudimentarias. El autista observa el mundo físico, ha veces con una profundidad y
intensidad no habitual. La realidad audible y visible es el mundo que él entiende y que quizás le resulta coherente. Esta
realidad puede ser para el autista placentera o ingrata, pero no puede compartir las sensaciones que experimenta con sus
semejantes. Por ello, en ocasiones resultan crípticos su alegría o su enfado. El juego interactivo, es suplantado por una
actividad dirigida por su peculiar percepción del entorno. El autista suele prescindir del movimiento anticipatorio de brazos
que suelen hacer los niños cuando detectan que los van a tomar en brazos. En ocasiones evitan las caricias y el contacto
corporal; aunque a veces, por el contrario, lo buscan y desean ardientemente, como si esta fuera su forma de comunicación
con las personas que siente como seres extraños. No es raro que las personas sean contempladas como objetos, y como
tales tratadas. El autista utiliza el adulto como un medio mecánico que le satisfaga sus deseos. La disociación del mundo
social que experimenta el autista, es frecuentemente referida por padres y educadores con frases como:"vive en su
mundo". En el colegio, e incluso antes, en el jardín maternal, el autista se evade de la interacción social que establecen los
niños entre sí. Su conducta es "distinta". No comparte los intereses de la mayoría, sus acciones no parecen tener objetivo,
o este es constantemente cambiante.
EVOLUCIÓN DEL AUTISMO EN LAS DIFERENTES EDADES
El Síndrome autista se manifiesta entre el primer y tercer año de vida. Al surgir la sintomatología ocurre una detención del
desarrollo, una regresión , ya que pierden las habilidades adquiridas, se puede confundir con otros trastornos o
discapacidades (retraso mental, hipoacusia, epilepsia, Síndrome de Down, trastorno de Asperger, trastorno de Rett). Desde
el punto de vista psicológico se dice que son "border", es decir, fronterizos.
Las características evolutivas del síndrome autista son:
Primer año: (lactante)
- Bebé menos alerta a su entorno.
- No se interesa por su entorno.
- Permanece en la cuna por horas sin requerir atención.
- No responde al abrazo de la madre.
- Son difíciles de acomodar en los brazos.
- La sonrisa social ( cuatro meses) no aparece.
- Puede parecer contento, pero su sonrisa no es social.
- Rara vez ve el rostro materno.
- No diferencia a los familiares.
- Está desinteresado por las personas en general.
- Los juegos le resultan indiferentes.
- Lloran largo rato sin causa alguna.
Segundo y tercer año: (avanzan las conductas anormales)
- Falta de respuesta emocional hacia los padres.
- Falta de lenguaje (ausencia de comunicación verbal).
- No hay contacto visual.
- Producen movimientos repetitivos (mecerse, golpearse la cabeza, aletear las manos).
- Tienen carencia de dolor.
- Se asustan de los ruidos.
- Llanto desconsolado sin causa aparente.
- No usan juguetes.
- No usan carritos, los voltean y hacen girar las ruedas.
- Tienen un retraso en la adquisición del cuidad personal.
- No controlan esfínteres.
Niñez: ( continúan los mismo trastornos de conducta que en los primeros años pero se asentúan más, se hacen cada vez
más evidentes, se diferencian de los niños de su misma edad).
- No se visten solos.
- No se relacionan con los niños.
- Prefieren jugar solos.
- No presentan experiencias ni vivencias propias.
- El lenguaje es defectuoso.
- Presentan ataques violentos, agresivos y sin provocación alguna.
Adolescencia – adultez:
En esta etapa los trastornos son similares a los de individuos retardados mental, ya que el funcionamiento del autismo
adolescente o adulto dependerá de factores como:
- Lenguaje: factores determinantes para manifestar sus necesidades.
- Hábitos de autoayuda: pretende llevar una vida independiente, debe saberse capaz de autoayudar
en normas de higiene personal, alimentación, vestimenta. Puede abastecerse solo si es educado desde pequeño, lleva
mucho tiempo en entrenarse y resulta una tarea muy difícil.
ORÍGEN DEL AUTISMO
Las personas con autismo no presentan anormalidades físicas evidentes, por esto en la década del cuarenta se creía que el
Síndrome autista era una traba emocional. Investigaciones recientes señalan que este trastorno deriva de un desorden
del Sistema Nervioso Central (S.N.C.) y no de problemas emocionales. Pero como síndrome, la causa no es única, se cree
que puede ser:
- Genéticas: (endógenas) producto de una falla cromosómica llamada "X frágil".
El autismo no tiene fuerza hereditaria, puede ser heredada por una cuarta parte de los descendientes.
- Bioquímicas: el mal funcionamiento químico o metabólico favorece el comportamiento autista. Puede ser producto de
hipocalcinurias, acidosis lácticas, desorden del metabolismo de las purinas. Esta enfocado hacia el rol que cumplen los
neurotransmisores. Uno de los neurotransmisores principales es la Serótina como así también el Tripofano
- Virales: (congénitas) puede ser producto de infecciones sufridas por la madre durante el embarazo. Estas provocan
anormalidades en el S.N.C (por ejemplo la rubéola).
- Estructurales: debido a malformaciones del cerebelo, hemisferios cerebrales y otras estructuras neurológicas.
DIAGNÓSTICO DEL SINDROME AUTISTA
Para diagnosticar el autismo deben manifestarse un conjunto de trastornos (síntomas) relacionados con la comunicación, la
socialización y la conducta (biológico – psicológico – social).
Tanto los criterios del DSM IV (American Psychiatric Association, 1994) como los del ICD 10 para el trastorno autístico se
sustentan en esta concepción del autismo.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM-IV DEL TRASTORNO AUTISTA.
Para darse un diagnóstico de autismo deben cumplirse seis o más manifestaciones de del conjunto de trastornos
(1) de la relación,
(2) de la comunicación y
(3) de la flexibilidad.
Cumpliéndose como mínimo dos elementos de (1), uno de (2) y uno de (3).
Trastorno cualitativo de la relación, expresado como mínimo en dos de las siguientes manifestaciones:
 Trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal, como la mirada a los ojos, la expresión facial, las
posturas corporales y los gestos para regular la interacción social.
 Incapacidad para desarrollar relaciones con iguales adecuadas al nivel evolutivo.
 Ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir placeres, intereses o logros con otras personas (por
ejemplo, de conductas de señalar o mostrar objetos de interés).
 Falta de reciprocidad social o emocional.

Trastornos cualitativos de la comunicación, expresados como mínimo en una de las siguientes manifestaciones:
 Retraso o ausencia completa de desarrollo del lenguaje oral (que no se intenta compensar con medios alternativos de
comunicación, como los gestos o mímica).
 En personas con habla adecuada, trastorno importante en la capacidad de iniciar o mantener conversaciones.
 Empleo estereotipado o repetitivo del lenguaje, o uso de un lenguaje idiosincrásico.
 Falta de juego de ficción espontáneo y variado, o de juego de imitación social adecuado al nivel evolutivo.

Patrones de conducta, interés o actividad restrictivos, repetidos y estereotipados, expresados como mínimo en una de las
siguientes manifestaciones:
 Preocupación excesiva por un foco de interés (o varios) restringido y estereotipado, anormal por su intensidad o contenido.
 Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales.
 Estereotipias motoras repetitivas (por ejemplo, sacudidas de manos, retorcer los dedos, movimientos complejos de todo el
cuerpo, etc.).
 Preocupación persistente por partes de objetos.

Antes de los tres años, deben producirse retrasos o alteraciones en una de estas tres áreas:
(1) Interacción social,
(2) Empleo comunicativo del lenguaje. o
(3) Juego simbólico.
TRASTORNOS QUE SE CONFUNDEN CON EL AUTISMO
Muchos síntomas del síndrome autista se encuentran presentes en otros trastornos o espectros, que al inicio del síndrome
autista pueden confundirse. Estos son:
1. Trastorno de Aspeger: resulta difícil marcar los límites que lo separan del trastorno autístico. En los criterios del DSM
IV, la diferencia viene determinada por las habilidades lingüísticas, mejor desarrolladas en trastorno de Asperger que
en el trastorno autístico. Sin embargo, algunos autores han definido criterios para el de trastorno Asperger, según los
cuales la alteración del lenguaje es una condición obligada.

CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO DEL DSM IV PARA EL TRASTORNO DE ASPEGER


Trastorno cualitativo de la relación, expresado como mínimo en dos de las siguientes manifestaciones:
 Trastorno importante en muchas conductas de relación no verbal, como la mirada a los ojos, la expresión facial, las
posturas corporales y los gestos para regular la interacción social.
 Incapacidad para desarrollar relaciones con iguales adecuadas al nivel evolutivo.
 Ausencia de conductas espontáneas encaminadas a compartir placeres, intereses o logros con otras personas (por
ejemplo, de conductas de señalar o mostrar objetos de interés).
 Falta de reciprocidad social o emocional.

Patrones de conducta, interés o actividad restrictivos, repetidos y estereotipados, expresados como mínimo en una de las
siguientes manifestaciones:
 Preocupación excesiva por un foco de interés (o varios) restringido y estereotipado, anormal por su intensidad o contenido.
 Adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos y no funcionales.
 Estereotipias motoras repetitivas (por ejemplo, sacudidas de manos, retorcer los dedos, movimientos complejos de todo el
cuerpo, etc.).
 Preocupación persistente por partes de objetos.

No existe un retraso clínicamente significativo para su edad cronológicaEl trastorno causa una discapacidad clínicamente
significativa en el área social, ocupacional y en otras áreas importantes del desarrollo.
No existe un retraso clínicamente significativo en el lenguaje (pe: palabras sueltas a la edad de 2 años, frases
comunicativas a los 3 años, en el desarrollo cognitivo, de habilidades de auto-ayuda y comportamiento adaptativo (salvo en
la interacción social), o de curiosidad por el entorno.
No se cumplen los criterios de otro trastorno generalizado del desarrollo, o de
esquizofrenia.
1. Trastorno de Rett:

SINTOMAS DEL TRASTORNO DE RETT (DSM-IV)


Tienen que darse todas estas características:
 Desarrollo prenatal y peri natal aparentemente normales.
 Desarrollo psicomotor aparentemente normal en los 5 primeros meses de vida.
 Perímetro cefálico normal en el nacimiento.

Aparición de las características siguientes tras un primer desarrollo normal:


 Desaceleración del crecimiento cefálico de los 5 a los 48 meses.
 Pérdida, entre los 5 y los 30 meses, de acciones propositivas adquiridas previamente con desarrollo subsiguiente de
estereotipias (lavado o retorcimiento de manos).
 Pérdida de relación social al principio del trastorno (aunque luego pueden desarrollarse algunas capacidades de relación).
 Aparición de movimientos poco coordinados de tronco o deambulación.
 Deficiencia grave del lenguaje expresivo y receptivo y retraso psicomotor grave.

3. Trastorno desintegrativo infantil: Este trastorno, tiene como característica determinante la existencia de un
periodo de desarrollo normal que alcanza por lo menos hasta los dos años. Sin embargo, en ocasiones se puede solapar
con el trastorno autístico, concretamente con aquellos casos en los que existe una regresión después de un período de
normalidad, cuyo inicio es difícil de precisar.
4. Retraso mental: El retraso mental se define como un coeficiente de inteligencia, (C.I.), tan bajo que no permite
que la persona se comporte apropiadamente o se adapte a su entorno. Para calificar un problema como retraso mental,
éste debe ser aparente antes de los dieciocho años y la inteligencia, medida con una prueba de C.I., debería estar por
debajo de los 70 puntos. Esto último es más bien arbitrario: algunas personas con un C.I. considerablemente menor a 70,
pueden adaptarse y funcionar bastante bien, mientras que otras con C.I. mayor, no pueden.
Leve: C.I. de 50 a 70
Moderado: C.I. de 35 a 49
Severo: C.I. de 20 a 34
Profundo: C.I. menos de 20
5. Hipoacusia: Es la disminución del nivel de audición de una persona por debajo de lo normal. Puede ser
reversible o permanente. Es reversible cuando es posible devolverle al paciente mediante algún tratamiento la capacidad
auditiva. Es permanente cuando no se puede mediante tratamientos devolver dicha capacidad.
Se puede asociar al síndrome autista debido a que las personas que padecen este trastorno parecen no escuchar cuando
otra persona les habla.
Psicología y autismo
Desde el punto de vista psicológico, las personas autistas son vistas como personas que "no nacieron", su aparato psíquico
no está formado porque hubo etapas evolutivas psíquicas que no se cumplieron. El vínculo madre e hijo no fue bueno,
motivo por el que el espejismo de Lacan y la angustia del octavo mes no fue producida, el yo no pudo formarse. Estas
personas no tienen principio de realidad.
Este trastorno puede ser tratado con terapia para que los síntomas no se agraven y ayudar al sujeto "a nacer", a formar
lentamente su estructura cognitiva. Este trastorno es tratable pero no curable. Siguiendo esta lógica, la terapia del autismo
tiene como meta volver conciente, activo y real aquel "sentido de ser" que el autista percibe en sí mismo, si bien en forma
no muy clara, deformada e indescifrable. El mismo se pone a prueba, revive momentos ligados a la experiencia y a la
percepción, estructura transfert: la psicoterapia es una experiencia catártica profunda que termina con el abandono de sí
mismo para descubrir, a través de la experiencia del espejo (Lacan) la espontaneidad y la identificación que se
corresponden al Yo-ideal y que sostienen toda la vida psíquica y su dinámico devenir.
La experiencia psicoterapéutica conduce a un "despertar". Este proceso se manifiesta de modo diverso en cada autista y
esta "grandeza "es percibida en forma empática por el niño que inconscientemente busca la propia individualidad, la
propia libertad e independencia. Esta fuerza interna que puja desestabiliza las líneas del desarrollo y el resultado es el
cuadro autista, por otro lado la intervención psicoterapéutica es capaz de reestablecer el equilibrio y de activar el proceso
de crecimiento psico-mental.
El autismo, por sus características psico-patológicas forma parte de la categoría de las "alteraciones específicas del
desarrollo psico-mental".
El autismo, desde un punto de vista psicoanalítico, se delinea por fuera de las tres estructuras fundamentales
(neurosis, psicosis, perversión) y justamente por esto resulta muy dificultoso hacer un "diagnóstico", no solo desde la
perspectiva objetivamente clínica, sino que también para lo que denominamos "alteración del desarrollo". Esto engloba
tanto el nivel orgánico como el intrapsíquico.
Esta modalidad sintomática deviene clara y puede ser vista con una minuciosa mirada fenomenológica.
El autista no logra manejar el dilema presencia-ausencia así que la modalidad cerca-lejos, acercamiento-alejamiento,
esconderse-aparecer lo encuentran desarmado e incapaz de estructurarse en un lógica adapatativa-contenedora. La
pérdida lo encuentra incapaz de contener la angustia emergente y en consecuencia reclama la presencia concreta de la
ayuda del Otro (como dice Freud). Por eso, los autistas deforman el modo perceptivo hipervalorizando lo visible que
hipertrófico, esteriliza los demás canales informativos.
Sin embargo, en su autismo (aislamiento) son sujetos excesivamente presentes y atentos a la presencia del Otro, del cual
defenderse, teniéndolo lejos. Esto se evidencia claramente en los autistas graves que, a pesar de su propia lejanía,
participan empáticamente y en un modo totalmente subjetivo, por lo que podemos deducir;
 -la incapacidad de soportar que el Otro se ausente (se asemejan a las crisis de celosía producto del no cuidado del
educador), por lo que podemos decir que el Otro funciona como ‘ordenador" de las percepciones y de lo vivido.
 -un esquema "especular" se establece entre Sí mismo y el Otro (demostrada también por el cambio del pronombre yo por
tu) que toma forma solamente partiendo desde el punto de vista del Otro.
Estas modalidades de funcionamiento explican también cómo el autista utiliza un pensamiento concreto y, si queremos, un
pensamiento afectivo, siendo capaz de simbolizar y de crear un pensamiento autónomo.
Estos niños pueden "tocar" todos sus juguetes, sin poder jugar con ninguno y es porque la actividad lúdica se transforma
siempre en una "dramatización" (siempre lanzan los objetos o bien los rompen mientras tratan de mantener las distancias).
Así también se puede entender por qué la alteración autista es intrapsíquica ("conflicto-incluído, así lo define Winnicott) y
adquiera siempre un aspecto enigmático en el sentido que es entendible, pero difícil de enfrentar.
Otro aspecto a evidenciar en los mecanismos psico-mentales del autista es que los pensamientos son muy endebles, pero
están sostenidos con adecuada atención, se forman y se deshilachan con mucha facilidad movilizados por los estímulos
perceptivos, no siendo "formateados" y/o sostenidos por adecuadas valencias afectivas.
Las estereotipias y los comportamientos obsesivos pueden ser leídos como una necesidad de estructurar algo que sea
estable, que no desaparezca, que no se disuelva.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos13/elautis/elautis.shtml#ixzz4yRRl9ym0

Cómo identificar el autismo


infantil
El autismo suele ser congénito y se manifiesta en los niños entre los 18 meses
y los 3 años de edad.

1Definición.

La Confederación de Autismo en España define el autismo como parte de los Trastornos del
Espectro del Autismo (TEA), un conjunto de trastornos complejos, que afectan al desarrollo
del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral, especialmente en los aspectos relacionados
con el procesamiento de la información que proviene de los estímulos sociales.
 2Las causas.

Todos los expertos coinciden en lo mismo: la causa, o causas, está aún por descubrir. Está
claro que no se trata de una causa biológica única, sino que hay que considerar varios factores
que pueden estar implicados. En la mayoría de los casos hay que considerar factores
hereditarios. Sin embargo, los genes por sí solos no pueden explicar todas las variaciones que
se dan dentro del espectro de autismo. Hay que tener en cuenta la interacción entre el potencial
genético y el entorno biológico antes y durante el nacimiento.

En cualquier caso la evidencia de un mecanismo casual biológico y orgánico en el autismo es


aplastante. Se ha demostrado, que no hay ninguna relación causal entre las actitudes y las
actuaciones de los padres y las madres y el desarrollo del autismo.

El Doctor Eduardo R. Hernández González, pediatra y terapeuta de la conducta infantil,


menciona algunas teorías acerca del origen del autismo:
- Teorías genéticas. Inicialmente se consideró un mecanismo de transmisión autosómica
recesiva, pero actualmente se piensa que existen menos de 10 genes que actúan de manera
multiplicativa. También se ha señalado el llamado síndrome del cromosoma X frágil, es decir
la falta de sustancia en el extremo distal del brazo largo del cromosoma, como causa del
síndrome autista.
- Teorías neurobiológicas. Se habla de las anormalidades en los neurotransmisores,
específicamente de la serotonina que se encuentra aumentada en los niños con síndrome
autista, que altera el funcionamiento cerebral. Otras investigaciones hablan de alteraciones en
el cerebelo, alteraciones en el volumen cerebral, en la corteza cerebral y en el sistema límbico.
- Teorías psicológicas. La teoría socioafectiva dice que los autistas carecen de componentes
constitucionales para interactuar emcionalmente con otras personas; La teoría cognitiva que
postula que las deficiencias cognitivas se deben a una alteración que se denomina
metarepresentacional, que es la responsable de que los niños puedan desarrollar el juego
simulado y que puedan atribuir estados mentales con contenido a otros; Y la teoría cognitivo-
afectiva, que plantea que las dificultades de comunicación y sociales tienen origen en un
déficit afectivo primario que se halla estrechamente relacionado a un déficit cognitivo.
 3Características del autismo.
"Todas las personas con autismo comparten diferentes características que definen este tipo de trastornos",
dicen desde la Confederación de Autismo en España. En general, sus habilidades de interacción con los demás
son muy distintas de las habituales. En algunos casos pueden presentar un aislamiento social importante, o no
manifestar mucho interés por relacionarse con los demás. Sin embargo, en otras ocasiones pueden intentarlo
de una forma extraña, sin saber muy bien cómo hacerlo, y sin tener en cuenta las reacciones de la otra
persona. Por otro lado, suelen presentar alteraciones de las habilidades de comunicación verbal y no verbal,
que pueden variar desde las personas que no emplean ningún lenguaje hasta las que tienen habilidades
lingüísticas fluidas, pero no saben utilizarlas para mantener una comunicación recíproca.

 4Los síntomas del autismo infantil.

Existen algunos síntomas típicos que pueden manifestarse entre los 18 y los 36 meses:
- Sordera aparente, no responde a las llamadas e indicaciones. Parece que oye algunas cosas y
otras no.
- No persigue por la casa a los miembros de la familia ni alza los brazos cuando está en la cuna
para que le cojan. Parece que nos ignora.
- Cuando se le recoge de la cuna o el parque no sonríe ni se alegra de ver al adulto.
- No señala con el dedo y mira al adulto para comprobar que éste está también mirando donde
él señala.
- No señala con el dedo para compartir experiencias ni para pedir.
- Tiene dificultades con el contacto ocular, casi nunca lo hace y cuando mira hay veces que
parece que "atraviese con la mirada" como si no hubiera nada delante de él.
- No mira a las personas ni lo que están haciendo.
- Cuando se cae no llora y no busca consuelo.
- Es excesivamente independiente.
- Reacciona desproporcionadamente a algunos estímulos (es muy sensible a algunos sonidos o
texturas).
- No reacciona cuando se le llama por su nombre.
- Prefiere jugar solo.
- No dice adiós.
- No sabe jugar con los juguetes.

A partir de los 36 meses algunas de las conductas aparte de las anteriores:


- Tiende a ignorar a los niños de su edad, no juega con ellos ni busca interacción.
- Presenta un juego repetitivo y utiliza objetos y juegos de manera inapropiada, ejemplo: gira
constantemente los objetos, juega con trocitos de papel delante de los ojos, alinea objetos...
- Puede presentar movimientos esteriotipados o repetitivos como aleteo con las manos, saltitos,
balanceo... camina de puntillas.
- Ausencia de lenguaje, o éste es repetitivo y sin significado aparente con tono de voz
inapropiado. No dice cosas que antes decía.
- No existe imitación.
- Evita la mirada y el contacto.
- Parece cómodo cuando está solo y tiene problemas para aceptar cambios en su rutina.
- Tiene apego inusual a ciertos objetos.
- Tiene muchas rabietas.
- Está en su mundo.

Es alarma absoluta (necesidad total de evaluación por especialista):


- No balbucea o no hace gestos de interacción con 12 meses.
- No dice palabras aisladas con 16 meses.
- No dice frases completas con 24 meses.
- Cualquier regresión o pérdida de habilidades adquiridas a cualquier edad.
 5El tratamiento.

Por el momento, no existe ninguna cura para los autistas. Sin embargo, existen factores que
van a influir de manera importante en el desarrollo de la persona que los presenta y en su
calidad de vida. Es fundamental que el diagnóstico se realice de manera precoz y que el niño o
la niña reciban una apropiada intervención temprana. Los recursos educativos y comunitarios
deben ser los adecuados a sus necesidades individuales, y que disponga de una red de apoyo
que facilite su participación social.

Las personas con autismo siguen desarrollándose y aprendiendo a lo largo de toda su vida. Las
características que los definen no desaparecen al llegar a la vida adulta. Así, la calidad de vida
de la persona y la de su familia van a estar influidas por las posibilidades de acceder a las
intervenciones y apoyos adecuados, que se adapten a sus necesidades individuales, y que
maximicen sus oportunidades de aprendizaje, de inclusión social y de desarrollo personal.
 6El papel de los padres.

La Confederación de Autismo en España advierte que si se observan algunos de los síntomas


descritos anteriormente, es necesario acudir al médico especialista (neurólogo o psiquiatra
infantil) o bien seguir cualquiera de estos tres caminos:
1. Ir al Ayuntamiento de tu zona, y en los Servicios Sociales expón el caso de tu hijo.
Probablemente le hagan una valoración al niño. En caso de duda sobre el diagnóstico, estos
servicios lo derivarían al equipo de atención temprana, Específico o General dependiendo de la
edad.
2. Si tu hijo está en la siguiente situación deberás:
a) 0-6 años y no está escolarizado. Tienes que ponerte en contacto con el equipo de atención
temprana que le corresponda por la zona donde vive.
b) 0-6 años y está escolarizado en Escuela Infantil. El orientador del centro deberá pasar el
caso al Equipo de Atención Temprana de la zona o bien derivarlo directamente al Equipo
Específico de Alteraciones Graves del Dearrollo.
c) 3-16 años y está escolarizado en Colegio. El orientador del centro deberá derivarlo al equipo
de orientación educativa general de la zona.
3. Contactar con la asociación de autismo más cercana para pedir cita para obtener el
diagnóstico.

1- ESTRUCTURAR EL AMBIENTELa estructura física de un lugar es la forma como están distribuidos los
espacios, muebles y materiales. Lo que el niño o niña ve en un lugar le informa o sugiere la actividad que se va
a realizar, así como los materiales que puede utilizar y los que no. Un ambiente organizado y ordenado permite
que el niño o la niña permanezca en la actividad y se motive por aprender. Una madre de un niño con autismo
dice: “Hubiera querido saber desde el día en que me di cuenta de que mi niño presentaba autismo, la
importancia de tener el ambiente organizado, con todo en su lugar, todo marcado y con dibujos”. En muchas
ocasiones, la elevada actividad de los niños y las niñas con autismo se presenta porque el ambiente está muy
mal organizado o sin actividades planeadas. Por ejemplo, debe señalarse claramente el lugar donde se come,
donde se juega, donde se le enseña. Si esto no está bien organizado, debido a su atención en túnel, puede
enfocarse en algo que no corresponde al momento. No es conveniente tener a la vista muchos materiales. Si
es el momento de comer, el niño o niña debe ver solo lo que corresponde a la alimentación, en lugar de tener la
televisión o juguetes al alcance.

Los niños y las niñas con autismo, al igual que todos, necesitan de espacios recreativos; a la mayoría no les
gustan los lugares muy encerrados. Tampoco es conveniente que pasen siempre en el mismo lugar porque
luego será difícil que acepten estar en lugares variados. Se deben buscar algunos espacios al aire libre, que le
permitan desplazarse libremente, sin el riesgo de que se pierdan. Si aún no percibe peligros o le gustan las
alturas, es necesario colocar límites que le impidan salirse o tener un accidente.

2 – ESTRATEGIAS VISUALESTodos los materiales visuales, ya sean dibujos, láminas, fotografías o símbolos,
son elementos de gran ayuda para los niños y las niñas con autismo, tanto para el aprendizaje, el desarrollo de
la comunicación, como para aumentar su comprensión y regular su comportamiento.
Su gran utilidad se explica porque los niños y las niñas con autismo tienen una gran capacidad de almacenar
imágenes en su cerebro. Muchas de las estrategias que aparecen a continuación están basadas en la
utilización de elementos visuales. Ejemplo:
A- Nos saludamos

B – Luego tendremos un juego libre

C – Después vamos a pintar


D – Luego iremos al parque

E – Al regresar,tendremos clase de música

F – Por último, nos iremos a casa

Una madre comenta al respecto: “Debemos ser creativos para utilizar el material visual; no es necesario gastar
mucho dinero. Con el tiempo, vamos aprendiendo a dibujar en cualquier momento y con cualquier material”.
Aquellas imágenes que se utilizan con mayor frecuencia se pueden dibujar en cartón y forrarse o plastificarse.
Otras se pueden dibujar en una hoja, un cuaderno, o en pedazos de cartulina.3 – AGENDA DE
ACTIVIDADESLos padres y maestros coinciden en lo efectivo que resulta anunciarle al niño o a la niña
mediante dibujos o mediante objetos, la secuencia de actividades que se van a realizar en el día. Esto les
permite ajustarse a lo que va a suceder, en lugar de dedicarse a otras actividades que quieren hacer a cada
momento. Gradualmente la agenda visual les permite estar bien dispuestos a realizar las actividades
programadas. Muchas personas al comienzo creen que esto es innecesario, porque las actividades no varían
mucho, pero con el tiempo se dan cuenta de su importancia para el niño y niña. Se hace la descripción al
tiempo que se señala cada imagen frente al niño o niña. Cuando vaya a iniciar cada actividad muestra la
imagen correspondiente; al finalizarla, anuncia que la actividad se terminó, se voltea o quita la imagen y se
menciona la que sigue. De esta forma va siendo claro para el niño lo que falta.
Es frecuente que los niños o las niñas con autismo quieren repetir una actividad que les agrada en particular y
se muestran ansiosos o irritables si no se les permite. La secuencia de actividades les facilita aceptar que
existe un momento predeterminado para ello y que no la pueden realizar de inmediato. Gracias a su memoria
visual sobresaliente, recuerdan las imágenes de las actividades y la forma como están secuenciadas. Hay
muchas formas de presentarle la agenda al niño y niña. Puede hacerse con dibujos, fotografías o con objetos
que representan las actividades que se van a realizar:

Esta fotografía muestra una agenda con elementos reales, para darle mayor claridad a un niño que aún no
comprende bien los dibujos. Más adelante, se pueden utilizar dibujos que representan las actividades. Estos
dibujos deben ser simples y no necesariamente tienen que ser muy bonitos.4 – ANTICIPACIÓN

Debido a su particular forma de procesar la información, los niños y las niñas con autismo evocan en su mente
las imágenes de lo que conocen o ha ocurrido antes. Lo que es nuevo o diferente de lo habitual les genera
ansiedad y malestar. Por tanto, anticipar es fundamental para que la novedad o los cambios no los
sorprendan. Consiste en dibujarle o mostrarle una foto mientras se le explica la situación que va a vivir a
continuación.
Esta estrategia es siempre útil y tiene muchas aplicaciones. Sirve para anticipar cambios de actividades, para
avisar que algo no ocurrirá como el niño o niña esperaba, para darle información sobre un sitio nuevo que se
visitará, o para aclararle el comportamiento que se espera que tenga. Estos son algunos ejemplos:

–Uso de anticipación para anunciar un cambio de actividad: Primero nos saludamos; luego tendremos un juego
libre; después vamos a pintar; hoy no iremos al parque, porque esta mojado y con barro; por esto vamos a
jugar pelota en el corredor; al regresar tendremos clase de dibujo y por último nos iremos a casa. Al tiempo que
lo dice, le quita la imagen de la actividad anteriormente planteada y la cambia lentamente frente al niño o niña,
por la imagen de la nueva actividad que se realizará.
–Uso de anticipación para anunciar un cambio de lugar: En los jardines infantiles es frecuente que se realicen
las actividades en varios lugares o salones, lo que a veces confunde al niño con autismo, pues por su
tendencia a ser repetitivo, se le dificulta hacer cambios. Para facilitar esto, se pueden usar algunas señas que
le indiquen en qué sitio se van a realizar las actividades. Por ejemplo, se hace un marco de color a cada
imagen. Este color es el mismo de la entrada a ese lugar.
–Uso de anticipación para anunciar un lugar o una actividad que usualmente rechaza: Esta secuencia de
imágenes fue utilizada por una madre para preparar a su hijo para ir a la peluquería. El niño rechazaba esta
actividad porque no le gustaba la sensación de las tijeras en su cabello y por el ruido del lugar. Al ver las
imágenes el niño anticipaba que la actividad no se extendería y le aclaraba que el objetivo era exclusivamente
el corte de su cabello.

–Uso de anticipación para que acepte una frustración: Vamos a trabajar en la clase, pero primero debemos
guardar el carro en el armario; cuando salgamos a recreo, lo puedes volver a sacar. La siguiente gráfica
muestra la anticipación que le hizo una jardinera al niño para que accediera a guardar el carro, puesto que en
un comienzo se alteraba si le mencionaban que era hora de trabajar:

–Uso de anticipación para informarle cómo es un lugar nuevo que visitará: “Vamos a ir a la finca de una amiga
mía en San Luis. Nos vamos a ir en bus y nos demoramos una hora. En la finca hay un río cerca, donde nos
podemos bañar, pero todos juntos. Hay un lago con patos, pero ahí no nos podemos meter. Hay muchas
gallinas en el corral y unos caballos en los que no vamos a montar. Allá hace mucho calor, van a ir 5 niños y
muchos adultos.”

En este ejemplo, la madre le describe lo que sucederá, al tiempo que le muestra en imágenes. El niño logra
imaginarse la experiencia que va a vivir.5 – LLEVARLO A CONOCER Y EXPONERLO A MUCHOS SITIOS

Muchos padres evitan salir a diferentes sitios con sus niños o niñas con autismo, porque se comportan de
manera inadecuada, con pataletas o conductas repetitivas. Los padres se avergüenzan de las miradas que
reciben, ya que muchas personas de forma imprudente incluso los culpan y creen que es un malcriado; no
saben cómo manejar esta situación, por el comportamiento irritable del niño o de la niña y terminan encerrados
en sus casas para evitar problemas. Esto es un error, porque de esta manera consiguen que se aísle cada día
más y no aprenda como comportarse apropiadamente. Además los niños y las niñas que pasan mucho tiempo
encerrados, se vuelven más inquietos e irritables. Los padres y madres que han logrado progresos con sus
hijos o hijas, cuentan que para mejorar la conducta social de sus hijos y superar situaciones como las
mencionadas, les han servido las siguientes estrategias:
-Anticiparle con una agenda visual, el lugar que van a visitar y las actividades que realizarán.
-No frecuentar siempre los mismos lugares, ir a diferentes parques, supermercados, cambiar de rutas, visitar
diferentes familiares. Esto le permite al niño adaptarse con más facilidad a los cambios de entornos.
-Cuando van a realizar una visita, o ir a un lugar donde les tocará esperar, es útil llevar algunos juguetes del
agrado del niño o de la niña.
-En casa se le anticipa que los puede utilizar al llegar a tal lugar. Esto evita que el niño o la niña comience a
tocar lo que no debe y evita que comience a comportarse en forma inadecuada porque está aburrido.6 –
HACERLE EXIGENCIAS ACORDES A SU NIVEL DE DESARROLLOAl ver al niño o a la niña con autismo
interesado en muy pocas cosas, puede ocurrir que no se le enseñe lo mismo que a los demás. Es necesario
tener presente lo que a su edad se debe aprender en las diferentes áreas del desarrollo: motricidad gruesa
(movimientos de piernas y brazos) y fina (movimientos de precisión con las manos), comunicación,
socialización, independencia personal, cognitiva. Si al principio, el niño o niña con autismo no aprende al
mismo ritmo de sus compañeros, no se debe desistir. Se deben emplear diferentes apoyos e insistirle de buena
manera. Entre estos apoyos están:
Mostrar lo que otro niño o niña hace. El modelo es el mejor apoyo para que un niño o una niña con autismo
aprenda, porque ya se sabe que su estilo de aprendizaje es visual.
Insistirle verbalmente sin mostrarle lo que se espera de él, no es igual de efectivo; incluso el exceso de
información verbal los molesta.
Acompañamiento de sus compañeros. Esta estrategia se conoce como “pares tutores” y consiste en buscar
compañeros que le ayuden al niño o a la niña a realizar la actividad
Dividir la tarea en pequeños pasos y hacer un dibujo o una fotografía de cada paso.
Mostrar en imágenes cada paso que se va a realizar le ayuda al niño o a la niña con autismo a completar una
tarea. Por ejemplo, en lugar de darle una sola indicación de vestirse, se le presentan en imágenes cada una de
las acciones que se espera que lleve a cabo:

Exigirle las mismas actividades. El niño o la niña con autismo debe realizar las mismas actividades que sus
compañeros.
Si todos están haciendo una ficha, él o ella también la debe hacer. Puede requerir que se le lleve la mano, o
traerlo desde otro lugar muchas veces, pero se debe insistir.
Si quiere realizar una actividad diferente, se le debe mostrar en la agenda visual la imagen de la actividad que
están haciendo en el momento; se le muestra lo que hacen los demás y se le insiste.
Indicarle claramente lo que se espera y no se espera de la tarea.

Un padre de familia expresa: “La insistencia con amor siempre es efectiva; María al comienzo no aceptaba que
le diéramos abrazos y besos; nos propusimos insistir en esto, así que todos los días la abrazábamos
y besábamos, con mucha ternura y con juegos que le agradaban; lo hacíamos brevemente pero de todos
modos lo hacíamos. María poco a poco lo fue volviendo costumbre e incluso empezó espontáneamente a
expresarnos afecto de la misma manera” .7 – DAR INSTRUCCIONES EN FORMA APROPIADA

Es frecuente que los niños y las niñas con autismo no sigan las instrucciones que reciben y continúen en su
actividad como si no oyeran, porque no comprenden las palabras que les dicen. Es fundamental para su
desarrollo, que aprendan el significado de las instrucciones que se les dan y que las cumplan como los demás
compañeros.

Inicialmente se les enseña a reconocer instrucciones simples como “siéntate”, “párate”, “guarda”, “mira acá”,
“coge”, “dame” , etc. El adulto le debe dar la instrucción frente a la cara, con una frase corta, de una a tres
palabras. Se espera un instante y si el niño o la niña no realiza la acción, se le guía para que la realice. Es muy
importante felicitarlo cuando la realice, para que comprenda que esa era la acción esperada y se motive a
repetirla. Cuando entienda y cumpla con estas órdenes, se le solicita a otras personas que también se las dé,
para que no se acostumbre únicamente a la manera como lo dice la jardinera, el padre o la madre.
Luego se enseña otra serie de instrucciones, de a 5 cada vez. Es necesario seguir el procedimiento descrito y
no cometer algunos errores, que les impidan aprender a seguir instrucciones:
Es un error dar la instrucción cuando el niño o la niña no está atendiendo.
No se debe dar la orden desde lejos, o cuando el niño o la niña está muy concentrado en algo, pues debido a
su atención en túnel no escuchará lo que se le dijo. Por esto es necesario estar al frente para hablarle.
No se debe repetir la instrucción. Con frecuencia, los adultos no esperan a que el niño o la niña entienda y
actúe, sino que repiten muchas veces la instrucción, y lo confunden por el exceso de información verbal.
Otro error es dejar la instrucción sin cumplir. Es necesario asegurarse que el niño o la niña realice la acción
indicada en la instrucción, para que esas palabras tengan significado.
Si le dicen “dame el muñeco” y no lo hace, entonces le deben llevar la mano para que lo entregue. Si le dicen
“ven” pero no se acerca, el adulto u otra persona lo debe apoyar para que se desplace
Evitar frases que confunden al niño. Muchas veces utilizamos palabras que no son claras para el niño o que él
puede malinterpretar.
Una instrucción como “Vístete rápido que nos cogió la noche”, puede no ser clara para el niño o la niña, pues,
por un lado, contiene muchas palabras diferentes a la instrucción esencial que implica vestirse; por otro lado, la
expresión “nos cogió la noche”, puede dar lugar a que el niño imagine que la noche los va a coger o agarrar.
Es importante además que en el hogar comunitario o el jardín infantil, el niño o la niña con autismo aprenda a
seguir las instrucciones en forma grupal. Una jardinera contó la siguiente estrategia:
“Para garantizar que Pedro siguiera todas las instrucciones a lo largo del día, yo le daba la orden en forma
grupal, por ejemplo todos nos sentamos; todos jugamos, todos sacamos la lonchera. Las acompañaba de una
lámina o dibujo que representaba la acción requerida. Inmediatamente me dirigía hacia él, le repetía la orden y
le mostraba la lámina de frente. De esta forma Pedro aprendió a seguir instrucciones grupales y al final del año
ya no necesitaba que se le repitiera de manera individual”.8 – EXIGIR LAS MISMAS NORMAS DE
COMPORTAMIENTOAntes que considerarlo como un autista, hay que recordar que es un niño o una
niña. Muchos padres, madres, cuidadores o jardineras olvidan esto y utilizan el autismo como explicación o
justificación para su comportamiento, y no le exigen lo mismo que a los demás.
El autismo no puede ser excusa para que deje de cumplir las normas.
Una experta en autismo, les dice a los padres y madres en sus conferencias:
“Una cosa es que su hijo tenga autismo y otra es que sea maleducado”.
Para que cumpla las normas, muchas jardineras y padres sugieren:
Anticipar las conductas esperadas. Se deben ilustrar las normas o hábitos que se esperan, así como aquellas
que no.
Las siguientes imágenes corresponden a las normas que con frecuencia se esperan en un jardín:

Hacer cumplir las normas y no cederle. Se deben hacer cumplir sin permitir que se vuelvan un juego o que el
niño o la niña logre evadirlas. Una jardinera refiere que un niño con autismo en su grupo hacía pataletas
cuando no se hacían las cosas como él quería. Ella y los compañeros aprendieron a ignorar su llanto. Si estaba
enojado, le recordaban con las láminas de la secuencia de actividades lo que correspondía hacer en el
momento. Gradualmente el niño aumentó su tolerancia a diferentes situaciones y sus pataletas fueron
desapareciendo.
Adicionalmente, es importante resaltar que se deben hacer cumplir las normas, pero sin mostrarle enojo o
malestar. Aclarar los lugares para las actividades. Los niños y las niñas con autismo tienden a salirse del lugar
donde hay muchas personas, donde hay ruido o donde se sienten encerrados. También es frecuente que
realicen actividades en un lugar no apropiado, como por ejemplo comer en el suelo, orinar o defecar en un
rincón o detrás de un mueble, saltar en las camas.
Tanto en casa como en el jardín se le deben indicar las actividades por
realizar, así como el lugar donde se llevarán a cabo. Todas las veces que se salga, es necesario traerlo al sitio
que se le indicó.Ejemplo: El niño raya las paredes, el padre lo lleva hasta el lugar donde puede hacerlo y le
ofrece los materiales apropiados.
9 – UNIFICAR CRITERIOSMuchas veces sucede que los adultos que tienen relación con el niño no se ponen
de acuerdo sobre las normas que debe seguir el niño o la niña. Algunos exigen una norma, otros no lo hacen;
algunos le ceden, otros le exigen, lo que no facilita que aprenda y avance.
En el jardín pueden estar varias personas, así que todos deben conocer el sistema de apoyos visuales que se
utiliza para recordarle al niño o a la niña las actividades o normas que corresponden al momento; la persona
directamente responsable no debe ser la única que le habla y le explica al niño.
Es frecuente que las demás jardineras que no están a cargo directamente, actúan como si le “perteneciera”
solamente a la titular. Deben tener presente que hace parte de ese jardín o institución y por tanto, es
responsabilidad de todos.10 – TRABAJO EN EQUIPOEs necesario que la jardinera, el cuidador y los padres
se pongan de acuerdo en las pautas para manejar su comportamiento inadecuado, favorecer su socialización,
fomentar su comunicación y, en general, todo lo que se le debe enseñar.
De esta manera, todos realizarán un trabajo conjunto; de lo contrario, se sentirán solos en el proceso, y estarán
poco motivados a persistir en las metas y estrategias.
11 – EMPODERAMIENTO

Esta palabra no es muy común. Significa dar poder, lo cual es sinónimo de fortalecerse. Antes se pensaba que
cuando una persona enfrentaba un problema de cualquier tipo, debería buscar una institución o un profesional
para que le diera solución. En los últimos años se busca que las personas mismas aprendan sobre la situación
que viven, a gestionar apropiadamente los recursos y se fortalezcan. En el caso del autismo, los padres, las
madres, los cuidadores y las jardineras que más satisfacciones reportan con los logros alcanzados en sus
niños y niñas, son aquellos que se han propuesto aprender sobre el tema, asumir esta experiencia como un
reto y no resignarse a que sean otros quienes consiguen los avances. Empoderarse implica aprender sobre el
tema y llenarse de fuerza, valor y motivación para emprender las acciones necesarias para el desarrollo del
niño o de la niña.

12 – ELOGIO Y RECONOCIMIENTO

Los niños y las niñas con autismo, como ya se ha mencionado, tienden a mantener unos pocos intereses y sus
puntos de vista son muy rígidos. Por esta razón, necesitan muchas estrategias que les ayuden a ampliar sus
intereses, a tener en cuenta lo que los demás piensan y a enfocarse en las reacciones de las otras personas,
para saber cómo comportarse en forma apropiada. Cuando logran algún avance en estos aspectos, deben ser
elogiados por su esfuerzo. Por otra parte, se pueden frustrar si fracasan o las cosas no les resultan bien. Por
esto resulta muy útil emplear con frecuencia frases positivas y acciones que les indiquen a los niños que lo que
han hecho es lo que esperamos. Hay muchas maneras de hacerlo:
También pedirles que hagan dibujos de objetos cotidianos o de situaciones de la vida diaria y luego se les
pregunta sobre ellos, para que por esta vía se aumente su capacidad de expresarse.
Habilidades de memoria. Se les pueden asignar actividades en actos sociales como cantar, recitar, puesto que
recuerdan fácilmente canciones, poesías, rimas.
Si han aprendido alguna información o actividad, puede servir de modelo o monitor a otros niños. Una
profesora de un jardín se dio cuenta de que su alumno con autismo tenía muchos conocimientos sobre los
planetas; lo llevó a todos los otros salones de clase, para que les hiciera una exposición sobre el tema.
Habilidades para el uso de aparatos. Es muy frecuente que los niños y niñas con autismo aprendan fácilmente
a utilizar el equipo de sonido, juegos de video de computador. Esto puede servirles para entretenerse y luego
compartir estas actividades con otros niños o niñas. Los que tengan posibilidad de usar un computador en su
casa o comunidad, pueden aprender juegos, se les pueden mostrar imágenes de muchos temas, se les puede
enseñar a dibujar y más adelante a practicar lectura y escritura.
No hay por qué sentir temor de que el niño pase todo el tiempo en esto, puesto que para evitarlo se emplea la
agenda visual, en la cual se le muestra que realizará otras actividades adicionales.
Decirle “muy bien”, “esto te quedó excelente”, “así era” También hacerlo con expresiones como un aplauso,
una sonrisa, un gesto manual. Emplear signos como una cara feliz, un sello, un chulo.

13 – APROVECHAR FORTALEZAS

Las personas con autismo tienen muchas habilidades, que es necesario descubrir y aprovechar: Habilidades
para el dibujo. Se debe emplear esta habilidad para establecer relación con otros, animándoles a que realicen
dibujos o tarjetas para sus familiares o compañeros.

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