Cuando hablamos de nación en cuanto país, éste último concepto suele referir
principalmente a la demarcación territorial específica, con límites y fronteras.
Mientras, para referir a la organización política y el sistema de gobierno, se suele
denominar Estado-Nación. Por otra parte, también es frecuente que se extienda el
concepto de nación, por ejemplo cuando se habla de “nación latinoamericana”. En
este caso, se utiliza para referir a la consolidación de una región mayor, que
comparte aspectos culturales, religiosos, modelos políticos, o proyecciones hacia el
futuro, ligándose entre estados-naciones por sus historias pasadas, sus
actualidades presentes y sus expectativas futuras, y de este modo, buscan crear
alianzas que van más allá de lo político-económico, y traspasan también la esfera
socio-cultural, creando imaginarios sociales y sentidos colectivos, que
denominaríamos identidades comunes.
CIUDADANÍA
La Ciudadanía es aquella
condición que adquiere un ser
humano que lo acredita como
parte de un país. El documento
que certifica la ciudadanía es la
nacionalidad, la cual se adquiere
con solo nacer dentro del territorio
del estado. Un ciudadano tiene
entonces por defecto, derechos y
deberes establecidos en un código
de normas o carta magna de ese país. Tiene que por lo tanto adaptarse a todo el
sistema político, jurídico y administrativo de esa nación que lo considera como
ciudadano de esa nación. La ciudadanía ser, a partir de la definición anterior, la
forma que tiene una persona de comportarse en la ciudad, en el pueblo, en
sociedad. Esto incluye el respeto de las normas de convivencia y la tolerancia de
las diferentes culturas y etnias. También la adaptación al código de leyes que debe
cumplir como todo ciudadano local aunque sea extranjero. La ciudadanía como un
sentido en pro de la moral y las buenas costumbres de una nación, es resaltada
entre las personas que conforman la comunidad, para que sirva de ejemplo y
destaque por su loable función.