Liderazgo estratégico: se refiere a la forma más eficaz de realizar la gestión del proceso de
preparación de estrategias de una compañía para crear una ventaja competitiva
Maximizar el valor para el accionista es el objetivo principal de las compañías que generan
utilidades por dos razones: la primera es que los accionistas proporcionan a las empresas el
capital de riesgo que permite a los administradores adquirir los recursos necesarios para
producir y vender bienes y servicios.
Capital de riesgo: es aquel que una compañía no puede recuperar si fracasa o quiebra.
El valor para el accionista: se refiere al rendimiento que obtienen los accionistas por la compra
de acciones de una compañía. Este rendimiento proviene de dos fuentes:
Para maximizar el valor para el accionista, los administradores deben formular e implantar
estrategias que permitan a su compañía superar a las rivales, lo que les da una ventaja
competitiva.
Una compañía tiene una ventaja competitiva sobre sus rivales cuando su rentabilidad es mayor
que la promedio de otras empresas que compiten por los mismos clientes. Cuanta más alta sea
su rentabilidad en relación con la de los rivales, mayor será la ventaja competitiva. Una
compañía tiene una ventaja competitiva sostenida cuando sus estrategias le permiten
mantener una rentabilidad por arriba del promedio durante varios años.
En algunas la demanda crece rápidamente y en otras se contrae. Algunas pueden ser acosadas
por el exceso de capacidad y las constantes guerras de precios, otras por el exceso de demanda
y el alza de precios. En algunas, el cambio tecnológico puede revolucionar a la competencia.
Otras se caracterizan por la carencia de cambios tecnológicos. En algunas industrias, la elevada
rentabilidad entre las compañías podría inducir el ingreso de nuevos competidores, con el
consiguiente deterioro de los precios y ganancias de la industria. En otras industrias podría ser
difícil que entraran empresas nuevas y podrían persistir los periodos de alta rentabilidad durante
un tiempo considerable. Las distintas condiciones competitivas que prevalecen en las industrias
podrían provocar diferencias de rentabilidad y crecimiento de las utilidades.
EL DESEMPEÑO DE LAS EMPRESAS SIN FINES DE LUCRO
Las empresas sin fines de lucro, como las dependencias gubernamentales, universidades y
organizaciones de beneficencia no están en el “negocio” de obtención de utilidades. Aun así, se
espera que usen sus recursos con eficiencia y operen con eficacia, y que sus administradores
establezcan objetivos para medir su desempeño.
o La meta de desempeño de una escuela de negocios podría ser que sus programas se
clasifiquen entre las mejores del país
o La de una organización de beneficencia podría ser prevenir las enfermedades en niños
de países pobres.
o La meta de desempeño de una dependencia gubernamental podría ser mejorar sus
servicios mientras no excedan su presupuesto
Los administradores de empresas sin fines de lucro necesitan establecer estrategias que los
lleven a alcanzar dichas metas
ADMINISTRADORES DE ESTRATEGIA
Los administradores son el eje del proceso de preparación de estrategias. Ello significa que
deben responsabilizarse de formular las estrategias para obtener una ventaja competitiva y,
además, aplicarlas. Deben dirigir el proceso de preparación de estrategias
Administradores de negocio: Una unidad de negocios es una división independiente (con sus
propias funciones, por ejemplo, departamento de finanzas, compras, producción y
mercadotecnia) que proporciona un producto o servicio a un mercado en particular. El
administrador general principal del negocio, o el administrador de negocio, es la cabeza de la
división. La función estratégica de estos administradores es traducir las declaraciones generales
de la dirección e intentar que las que provienen del nivel corporativo se conviertan en
estrategias concretas de cada uno de los negocios que tienen a su cargo.
Visión: expone cierto estado futuro deseado; expresa, con frecuencia a grandes rasgos,
lo que la compañía trata de alcanzar.
Valores: establecen la forma en que los administradores y empleados deben
conducirse, cómo deben hacer negocios y el tipo de organización que deben construir
a fin de ayudar a que la compañía logre su misión.
Metas principales: Una vez que se establecen la misión, la visión y los valores clave, los
administradores de estrategias pueden dar el siguiente paso en la formulación de una
declaración de la misión: establecer las principales metas. Una meta es un estado
futuro deseado, preciso y medible que intenta alcanzar una compañía.
ANALISIS EXTERNO:
ANALISIS INTERNO
Una vez elegido el conjunto de estrategias congruentes para lograr una ventaja
competitiva y aumentar el desempeño, los administradores deben ponerlas en
práctica. La implantación estratégica incluye actuar en los niveles de función de
negocios y corporativo a fin de implantar un plan estratégico general en toda la
organización.
CIRCUITO DE RETROALIMENTACION
Indica que la planeación estratégica es constante: nunca termina. Una vez implantada
la estrategia, se debe supervisar su ejecución para determinar el grado en que se
alcanzan las metas y objetivos estratégicos y en qué grado se crea y sostiene la ventaja
competitiva. Esta información y conocimientos respaldan al nivel corporativo a través
de la línea de retroalimentación y son los insumos para la siguiente ronda de
formulación e implantación estratégica.
El modelo de planeación básico indica que las estrategias de una compañía son el resultado de
un plan, que el proceso de planeación estratégica es racional y sumamente estructurado y que
la dirección orquesta todo el proceso.
Acción autónoma: las estrategias de los administradores de más bajo nivel : la acción
autónoma de administradores de niveles más bajos muy comprometidos con la
empresa que, por iniciativa propia, formulaban nuevas estrategias y trataban de
convencer a los administradores de niveles superiores para que alteraran las
prioridades estratégicas que habían fijado