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MUJERES JÓVENES

Estimadas líderes de las Mujeres Jóvenes:

Vemos un potencial extraordinario y en ocasiones no utilizado en las


presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes. Así como las líderes adultas de
las Mujeres Jóvenes, estas líderes jovencitas han sido llamadas por Dios y les
han impuesto las manos sobre su cabeza bajo la dirección de quienes tienen
las llaves del sacerdocio. Se les han dado responsabilidades de preparar,
aconsejar, enseñar, ministrar y guiar.

Como Presidencia General, nos emociona compartir tres videos nuevos para
que se utilicen en la capacitación de los miembros de las presidencias de clase.
Estos videos captan el sentimiento y el gozo de trabajar con las mujeres
jóvenes.

Te invitamos a considerar este tema importante en tu próxima reunión de


líderes de las organizaciones auxiliares de estaca. Los videos y recursos
nuevos te ayudarán a medida que:

 Ayudes a las jovencitas a darse cuenta de la confianza que conlleva su


llamamiento y las facultes para servir completamente en sus
responsabilidades. (Véase Manual 2, 10.3.5).

 Mantengas expectativas altas pero bondadosas para las jóvenes en


posiciones de liderazgo.

 Tomes tiempo para aprender y practicar los principios y las habilidades


de liderazgo de las Lecciones de liderazgo para la presidencia de clase
disponibles en línea.

El más sincero agradecimiento por tu servicio y ejemplo a las jovencitas.

Presidencia General de las Mujeres Jóvenes


Recursos de capacitación
Lecciones de liderazgo para la presidencia de clase
 Liderar a la manera del Salvador: Lecciones de liderazgo para las presidencias
de clase de las Mujeres Jóvenes
Artículos
 Parte 1: “Llamadas a liderar”: La influencia de las presidencias de clase de las
Mujeres Jóvenes
 Parte 2: La preparación espiritual es fundamental para las líderes jóvenes de
las Mujeres Jóvenes
 Parte 3: Vengan ahora y razonemos juntas
 Parte 4: Ministrar a los demás es un mandamiento y convenio
 Parte 5: Enseñar el evangelio de Jesucristo
 Parte 6: Ejercicios de apertura: Un lugar para aprender liderazgo y bendecir a
los demás
 Cómo avanzar de las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes a las
maestras visitantes

Recursos de capacitación anteriores


 “Enseñar y aprender en el hogar y la observancia del día de reposo”,
Capacitación anual para las organizaciones auxiliares: Mujeres Jóvenes - 2015

 “¿Cómo puedo utilizar Ven, sígueme para ayudar a las mujeres jóvenes a llegar
a estar más convertidas?”, Capacitación anual para las organizaciones
auxiliares: Mujeres Jóvenes – 2014

Liderar a la manera del Salvador

Nuevos recursos en video


 Un espíritu de unidad: Las reuniones de presidencia de clase de las Mujeres
Jóvenes - Parte 1
 Una causa tan grande: Las reuniones de presidencia de clase de las Mujeres
Jóvenes - Parte 2
 Si estáis preparados: Los ejercicios de apertura de las Mujeres Jóvenes.
Artículos de liderazgo recientes
 Parte 1: “Llamadas a liderar”: La influencia de las presidencias de clase de las
Mujeres Jóvenes
 Parte 2: La preparación espiritual es fundamental para las líderes de las
Mujeres Jóvenes
 Parte 3: Vengan ahora y razonemos juntas
 Parte 4: Ministrar a los demás es un mandamiento y convenio
 Parte 5: Enseñar el evangelio de Jesucristo
 Parte 6: Ejercicios de apertura: Un lugar para aprender liderazgo y bendecir a
los demás
 Cómo avanzar de las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes a las
maestras visitantes

PARTE 1: “LLAMADAS A LIDERAR”: LA INFLUENCIA DE LAS


PRESIDENCIAS DE CLASE DE LAS MUJERES JÓVENES
Por la hermana Carol F. McConkie, de la Presidencia General de las
Mujeres Jóvenes

 21 MARZO 2016

“Cuando las líderes de las Mujeres Jóvenes confían en las jovencitas,


determinan altas expectativas y las capacitan para cumplir con éxito su
llamamiento, ellas ayudan a las mujeres jóvenes a llegar a ser líderes fieles que
amarán al prójimo y las acercarán a Cristo en la Iglesia, la comunidad y el
hogar”, dijo la hermana Carol F. McConkie.

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 Compartir
PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO
 Ayuda a que los líderes de los jóvenes entiendan la confianza y la
responsabilidad que tienen con los llamamientos de liderazgo.

 Mantén expectativas altas pero bondadosas para las jóvenes en


posiciones de liderazgo.

 Dedica tiempo con las presidencias de clase para estudiar los principios
de liderazgo en el Manual 2.
“La preparación espiritual en el servicio y amar a los que enseñamos son dos
principios que invitan al Espíritu del Señor y bendicen los esfuerzos de las
mujeres jóvenes para liderar”. —Carol F. McConkie, de la Presidencia General
de las Mujeres Jóvenes

Este artículo es el primero en una serie sobre las presidencias de clase.


Uno de los atributos más importantes que un líder con un llamamiento de la
Iglesia puede adquirir es prestar servicio a los demás como el Salvador lo hizo,
con humildad y caridad. El Salvador enseñó: “El que quiera hacerse grande
entre vosotros será vuestro servidor; y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo” (Mateo 20:26–27). Con amor cristiano y el
ejemplo de ellos de discipulado, los líderes llamados ayudan a las demás
personas a llegar a ser “discípulos verdaderos de… Cristo” (Moroni 7:48) por
medio de liderar a la manera del Salvador.
Las mujeres jóvenes que prestan servicio en las presidencias de clase son
llamadas a liderar y tener ciertas responsabilidades en conexión con sus
llamamientos. En el Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 10.3.5,
encontramos la siguiente lista de deberes específicos de las presidencias de
clase:
• Velan por las integrantes de la clase… especialmente [por] aquellas que son
miembros nuevos o menos activas, y [por] aquellas… [con] necesidades
especiales. Oran por ellas, pasan tiempo con ellas y llegan a ser verdaderas
amigas.

• Ayudan a los miembros de la clase a entablar amistades, aprender técnicas


de liderazgo y vivir el Evangelio.

• Ayudan a cada mujer joven a saber que es bienvenida.

• Apoyan los esfuerzos de los miembros de la clase en el programa del


Progreso Personal.

• Realizan reuniones regulares de presidencia de clase.

• Dirigen las reuniones dominicales de sus clases.

• Ayudan a planear actividades, incluyendo la Mutual.

• Las presidentas de clase sirven en el comité del obispado para la juventud.

Las líderes de las Mujeres Jóvenes son llamadas para enseñar a las
presidencias de clase las aptitudes de liderazgo y los atributos para cumplir con
estas responsabilidades. Ellas se podrían preguntar a sí mismas: “¿Qué estoy
haciendo para capacitar a las jovencitas a cumplir con sus deberes?”. “¿Tienen
ellas oportunidades significativas para servir plenamente en sus
llamamientos?”. Las líderes de las Mujeres Jóvenes son llamadas para ayudar
a las jovencitas a aprender a liderar a la manera del Salvador.

Hace algunos años, el hermano Tad R. Callister, Presidente General de la


Escuela Dominical, enseñó que los líderes pueden poner en práctica tres
principios básicos para ayudar a los jóvenes a cultivar habilidades de liderazgo
como las de Cristo (Véase “El poder del sacerdocio en el joven”, Liahona, mayo
de 2013). Me gustaría aplicar esos mismos principios a las Mujeres Jóvenes.
1. Confiamos en ellas
Hace poco, en una reunión de capacitación de la organización auxiliar de
Mujeres Jóvenes de estaca, se escuchó a una líder decir: “Cuando nos
apoderamos de las responsabilidades de nuestras presidencias de clase, en
esencia, las estamos relevando y no tenemos el derecho de hacerlo”. ¡Esa líder
de las Mujeres Jóvenes estaba en lo correcto!

Las jovencitas, que son llamadas y apartadas como miembros de la


presidencia de clase, han sido llamadas por revelación. Bajo la guía del obispo,
quien posee las llaves del Sacerdocio en el barrio, se ha impuesto las manos
sobre la cabeza de cada mujer joven y se las ha apartado para llevar a cabo
deberes específicos en la obra de salvación. El élder Dallin H. Oaks lo explicó
de manera hermosa: “Quienquiera que funcione en un oficio o llamamiento
recibido de alguien que posea llaves del sacerdocio, ejerce autoridad del
sacerdocio al desempeñar los deberes que se le hayan asignado” (“Las llaves y
la autoridad del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2014). Una mujer joven llamada
y apartada para servir en una presidencia de clase funciona en su llamamiento
con la autoridad del sacerdocio delegada.
Los líderes ayudan a las jovencitas a comprender el poder, la bendición y la
responsabilidad de la autoridad de ellas. Cada jovencita es llamada por Dios
mediante la revelación. El Señor y el obispo la han sostenido y han confiado en
ella. Las líderes de las Mujeres Jóvenes pueden asegurarse de que cada
jovencita, que ha sido llamada a servir, sabe y comprende la fuente de su
llamamiento y que se le ha confiado una gran responsabilidad.

2. Tenemos elevadas pero amorosas expectativas en ellas


“El esfuerzo de los [líderes de los jóvenes] se eleva o decae de acuerdo con el
nivel de expectativas que [tengan sus líderes]… Si lo único que esperamos de
ellos es que dirijan los [ejercicios de apertura] y asistan a los comités del
obispado para la juventud, eso es todo lo que harán. Pero ustedes, los líderes,
pueden darles una visión más amplia: la visión del Señor. ¿Y por qué es la
visión algo tan crucial? Porque al ampliarse la visión, aumenta la motivación”
(Tad R. Callister, “El poder del sacerdocio en el joven”, Liahona, mayo de
2013).
¡Debemos permitirles que lideren! También esa misma presidenta de las
Mujeres Jóvenes de estaca enseñó: “¡No hay recompensa para el fracaso!”.
Les permitimos que hagan las cosas difíciles; no las hacemos por ellas.
Demostramos amor, las alentamos y les enviamos un recordatorio por medio
de un mensaje de texto sobre la recompensa. Les ayudamos a comprender
que tienen el derecho a recibir revelación y que a medida que se acerquen al
Espíritu Santo, recibirán impresiones de Él. Al reconocer y actuar de acuerdo
con esas impresiones, ellas adquirirán confianza y presenciarán milagros en la
obra de salvación.

A veces quizás ellas fracasen, pero nosotras les ayudaremos a aprender de


aquellas experiencias y que hagan su mejor esfuerzo la siguiente vez. Sin
embargo, con ayuda a lo largo del trayecto, los padres y los líderes las verán
elevarse y tomar su lugar en el Reino de Dios como las presidencias de clase.

3. Capacitamos y volvemos a capacitar a las jovencitas para que cumplan


las expectativas con excelencia
Para ayudar a las jovencitas a llegar a ser líderes exitosas, las líderes de las
Mujeres Jóvenes ayudan a cada miembro de la presidencia de clase a
aprender y practicar las aptitudes de liderazgo y atributos. Las lecciones de
liderazgo para las presidencias de clase llamadas “Liderar a la manera del
Salvador”, enseñan los principios básicos de liderazgo que se encuentran en
el Manual 2, capítulo 3: prepararse espiritualmente, deliberar en consejo,
ministrar a los demás y enseñar el Evangelio. Las dieciocho lecciones son
breves, aproximadamente cinco minutos de duración cada una, y se pueden
enseñar como parte de una reunión regular de presidencia de clase o en otras
situaciones por un líder adulto o por una miembro de la presidencia de clase.
Las lecciones de liderazgo enseñan habilidades específicas, como crear unidad
en una presidencia de clase y cómo hacer y utilizar una agenda. Las lecciones
sobre cómo ministrar a una jovencita y a su familia y dar un ejemplo cristiano
ayuda a las mujeres jóvenes a aprender a fortalecer cada miembro de la clase.
La preparación espiritual en el servicio y amar a los que enseñamos son dos
principios que invitan al Espíritu del Señor y bendicen los esfuerzos de las
mujeres jóvenes para liderar.

Cuando las líderes de las Mujeres Jóvenes confían en las jovencitas,


determinan altas expectativas y las capacitan para cumplir con éxito su
llamamiento, ellas ayudan a las mujeres jóvenes a llegar a ser líderes fieles que
amarán al prójimo y las acercarán a Cristo en la Iglesia, la comunidad y el
hogar.

PARTE 2: LA PREPARACIÓN ESPIRITUAL ES FUNDAMENTAL PARA LAS


LÍDERES JÓVENES DE LAS MUJERES JÓVENES
Por la hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las
Mujeres Jóvenes

 20 ABRIL 2016
Las líderes deben enseñar a las jóvenes, tal como a esta jovencita en
Mongolia, que prepararse espiritualmente es fundamental para llegar a ser una
líder eficaz.

PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO


 Ayuda a una presidenta de clase recientemente llamada a comprender
que prepararse espiritualmente es fundamental para ser una líder eficaz.
“Enseñen a sus líderes jóvenes que sus propios hábitos y comportamientos
personales y espirituales tendrán un impacto poderoso en su capacidad de
guiar y ministrar de forma eficaz a las jóvenes en su clase, más que cualquier
otra cosa que puedan hacer”. —Hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta
General de las Mujeres Jóvenes

• Este artículo es el segundo de una serie sobre las presidencias de clase.


Las jóvenes en la Iglesia restaurada son personas increíbles que tienen un
papel importante en la edificación del reino de Dios en estos los últimos días y
en ayudar a preparar al mundo para la Segunda Venida del Salvador.

Una de las oportunidades significativas que tienen de participar en esta obra es


como líderes jóvenes en sus presidencias de clase. Esos son llamamientos
sagrados y pueden ser oportunidades significativas si como líderes adultas
tenemos la comprensión de no involucrarnos demasiado y permitimos que
nuestras jóvenes guíen, ministren y crezcan.

En el primer artículo de esta serie de liderazgo para las jóvenes, la


hermana Carol F. McConkiedestacó que las jóvenes que sirven en las
presidencias de clase son llamadas por revelación, apartadas por quienes
tienen las llaves del sacerdocio y efectúan sus deberes con autoridad del
sacerdocio delegada mientras actúan en sus llamamientos. Ella enumeró
muchas de las responsabilidades que tienen como líderes, en las cuales los
adultos y los padres ayudarán a la líder joven recién llamada a comprender
cuando comienza a servir (véase “La influencia de las presidencias de clase de
las Mujeres Jóvenes”).

Preparación espiritual
El primer principio de liderazgo del Evangelio que se enumera en el Manual 2:
Administración de la Iglesia es prepararse espiritualmente (véase la sección 3,
“Liderazgo en la Iglesia de Jesucristo”). Como adultos comprendemos que
debemos buscar la guía del Espíritu Santo por medio de la oración y el estudio
de las Escrituras cuando comenzamos un nuevo llamamiento, y tenemos que
ayudar a la presidenta de clase recién llamada a entender que el prepararse a
sí misma espiritualmente antes de que dirija su primera reunión o ayude a
planificar y llevar a cabo una actividad es una de las cosas más fundamentales
que puede hacer para ser una líder eficaz.
Las lecciones de liderazgo “Liderar a la manera del Salvador” para las
presidencias de clase que se encuentran en la página web de las Mujeres
Jóvenes en LDS.org tienen algunas sugerencias maravillosas de las formas en
que las jóvenes pueden prepararse espiritualmente para ser líderes eficaces y
semejantes a Cristo.

Otras sugerencias:

 Estudiar diariamente las palabras de Cristo. Estudiar las Escrituras


teniendo en mente a una joven específica o un desafío que tengas
como líder. Prestar atención a las impresiones del Espíritu Santo al
buscar maneras de seguir el ejemplo del Salvador.

 Observar las normas que ves que las jóvenes tienen dificultad para
vivir. Deliberar en consejo como presidencia para saber cómo
ayudarlas.

 Orar de forma personal y como presidencia por guía en tus


llamamientos. Escuchar las impresiones del Espíritu Santo sobre
cómo puedes ser un instrumento en las manos del Señor.
 Pensar en las jóvenes de tu clase y orar por ellas usando sus
nombres. Buscar la guía del Espíritu Santo sobre cómo bendecir a
cada miembro de la clase y actuar de acuerdo a las impresiones
que recibas.

 Seleccionar un atributo cristiano que te gustaría desarrollar


personalmente. Estudiar las Escrituras que te enseñen sobre ese
atributo. Orar al Señor para que te ayude a desarrollar esa cualidad
y tengas en cuenta cómo tus esfuerzos contribuyen a cumplir tu
función como líder.

 Enseñar a tus líderes jóvenes que sus propios hábitos y


comportamientos personales y espirituales tendrán un impacto
poderoso en su capacidad de guiar y ministrar de forma eficaz a las
jóvenes en su clase, más que cualquier otra cosa que puedan
hacer.

 Enseñar la importancia del estudio constante de las Escrituras y la


oración, y animarlas a hacer sus oraciones por personas específicas
de sus clases y por desafíos especiales entre sus compañeras.

Parte de la preparación espiritual de las líderes jóvenes debe incluir la lectura


de las Escrituras y de la lección con antelación, y estar preparadas para ser
participantes activas en los análisis de clase. Las integrantes de las
presidencias de clase pueden planificar con las líderes adultas para dirigir
ciertas partes del análisis de la clase. Imaginen cuánta más participación habrá
si una integrante de la presidencia de clase dirige el análisis al final de la
lección determinando cómo las jóvenes miembros de la clase pueden vivir los
principios que han sido analizados y animándolas a establecer metas para la
próxima semana. Esto requerirá ideas, planificación y esfuerzo con antelación.

Enseñar lo que significa “ser apartada”


El estar espiritualmente preparadas califica a las líderes jóvenes para recibir las
bendiciones asociadas con el llamamiento para el cual han sido apartadas.
Debemos ayudarlas a comprender lo que significa ser apartadas para un
llamamiento. El presidente Spencer W. Kimball dijo: “El apartamiento puede
tomarse literalmente; es un apartamiento [o separación] del pecado, de lo
carnal; es un apartamiento de todo lo que es grosero, ruin, malicioso,
despreciable y vulgar; es ser apartado del mundo hacia un plano más alto de
pensamiento y de actividad. La bendición se recibe con la condición de un
desempeño fiel” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional,
2004, pág. 4).

Cómo llegar a ser una líder semejante a Cristo


El ser una buena líder que está espiritualmente preparada incluye ser un buen
ejemplo. El Salvador guio, primero y principal, mediante Su ejemplo perfecto.
Dijo: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió” (Juan 6:38). Una buena líder joven también se
esforzará por ser obediente en guardar los mandamientos para que pueda ser
una luz para quienes están en su clase y calificar por la guía del Espíritu Santo
en su llamamiento.
Nuestras jóvenes no solo son las futuras líderes de la Iglesia; son las líderes
ahora, si las dejamos. Su capacidad de guiar, amar, enseñar y ministrar es
ilimitada. Al continuar esta serie de las presidencias de clase, comencemos por
enseñarles la importancia de la preparación espiritual mientras llegan a ser
líderes semejantes a Cristo en Su Iglesia.

PARTE 3: VENGAN AHORA Y RAZONEMOS JUNTAS


Por la hermana Neill F. Marriott, de la Presidencia General de las
Mujeres Jóvenes

 25 MAYO 2016

Cuando las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes y sus líderes


deliberan en consejo, son capaces de traer mayor fe, unidad, amor y buenas
obras.
PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO
 El seguir el modelo de deliberación en consejo del Señor trae el Espíritu
y mayor inspiración a nuestras responsabilidades.
“No hay problema familiar, de barrio o de estaca que no se pueda superar
si procuramos la solución a la manera del Señor, o sea, consultando
juntamente”. —Élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles

Este artículo es el tercero en una serie sobre las presidencias de clase de las
Mujeres Jóvenes.
¿Estás buscando la mejor manera de crear confianza, resolver problemas,
unificar esfuerzos y planear eficazmente? El élder M. Russell Ballard nos
indica: “No hay ningún problema en la familia, el barrio o la estaca, que no
pueda ser resuelto si buscamos soluciones a la manera del Señor por medio de
deliberar en consejo” (véase Counseling with Our Councils, pág. 4).
“La Iglesia del Señor se gobierna por medio de consejos a nivel general, de
área, de estaca y de barrio. Estos consejos son fundamentales para el orden
de la Iglesia” (Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 4.1).
Somos el pueblo del “recogimiento” que necesita la inspiración personal el uno
del otro, el apoyo, la atención y las opiniones para mejor transitar los desafíos,
llevar a cabo la obra del Señor y ministrarnos unos a otros.

El valor de los consejos


Ya sea que seamos miembros de una presidencia de clase de las Mujeres
Jóvenes o una familia, el seguir el modelo de deliberación en consejo del Señor
trae el Espíritu y mayor inspiración a nuestras responsabilidades.

Sostenemos la promesa de Jesucristo: “Porque donde están dos o tres


congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20).
Todos tenemos sabiduría o pensamientos que ofrecer, y los consejos pueden
ser una de las maneras más eficaces de reunir esa sabiduría colectiva bajo la
influencia del Espíritu del Señor. En su libro, el élder Ballard escribe que invitar
a los miembros del consejo a deliberar juntos “fue como abrir las compuertas
del cielo: una ola de inspiración e ideas inundó súbitamente a los miembros del
consejo” (Counseling with Our Councils, pág. 4).
Imagina una presidenta de clase de las Laureles reuniéndose con sus
consejeras (ten en cuenta que deben ser llamadas “consejeras” por un motivo)
y la asesora de las Mujeres Jóvenes. Comienzan con una oración, pidiendo
guía espiritual mientras detenidamente consideran cómo llevar las bendiciones
del Evangelio a la vida de una jovencita menos activa de la clase. Cada
miembro de la presidencia tiene la responsabilidad de compartir qué piensa
para llegar a una solución. ¿Cómo pueden —las líderes de la clase llamadas y
apartadas— servir a esta hermana? Una conversación libre y abierta trae
buenos resultados como así también pensamientos variados e inspirados de
personas que se edifican una a la otra y se crea la mejor solución. También se
incrementan el escuchar con respeto y las habilidades oratorias.

Obviamente este modelo de un consejo funcionará en un ámbito familiar, una


conversación matrimonial, una sesión de un planeamiento de un evento, como
así también en una presidencia de clase.

Los aspectos significativos de un consejo de familia o de la Iglesia


Doctrina y Convenios 88:122 enseña: “Nombrad de entre vosotros a un
maestro; y no tomen todos la palabra al mismo tiempo, sino hable uno a la vez
y escuchen todos lo que él dijere, para que cuando todos hayan hablado, todos
sean edificados de todos y cada hombre tenga igual privilegio”.
Mira los cinco elementos de esta Escritura, los cuales son necesarios para
dirigir un consejo eficazmente:

1. Un consejo tiene un líder.


2. Se prepara con antelación.
3. TODOS escuchan lo que se dice.
4. El contenido debe ser edificante.
5. Cada miembro del consejo tiene IGUAL privilegio.
Consejos eficaces en Zimbabue, África

En una asignación en la Iglesia en África, aprendí que las líderes de las


Mujeres Jóvenes tenían la necesidad de entender más cómo funciona un
consejo. Con el apoyo de un miembro de la Presidencia de Área, decidimos
practicar trabajar en consejos. Ocho círculos de sillas se formaron en el salón
cultural. Una presidenta de las Mujeres Jóvenes fue asignada como líder de
cada consejo y se dio un “problema” para resolver. Cada una leyó y deliberó
sobre qué es un consejo verdadero al estudiar Doctrina y
Convenios 88:122 juntas. Con ese aporte espiritual, comenzaron a compartir.
Un líder de estaca local notó que algunos miembros hablaban más y se les
recordó las palabras de la Escritura: “igual privilegio”. Pronto todos los
miembros de estos consejos de práctica habían hablado y llegado a decisiones
en un espíritu de unidad y responsabilidad compartida. Cuando cada líder de
consejo decía los resultados de este deliberar juntos, reconocieron que a eso
debe seguirle una acción a las decisiones que tomaron. Las palabras
“investidas de poder” vinieron a mi mente cuando vi a las líderes seguir la guía
de las Escrituras y el manual de la Iglesia sobre los consejos. Estas hermanas
se sintieron capaces de enseñar en sus presidencias de clase sobre cómo
deliberar en consejo. Tales deliberaciones iluminan el sendero a soluciones
basadas en el Evangelio en las clases, las familias y las unidades de la Iglesia.
Los efectos sanadores de los consejos

Las presidencias de clase y las líderes adultas de las Mujeres Jóvenes


aprenderán que “un llamamiento a servir en un obispado o presidencia es un
llamamiento a servir en uno de los consejos más importantes de la Iglesia. Aquí
es donde se dan las pautas para toda la organización sobre la cual el consejo
preside. Cuando el amor cristiano es evidente en los obispados y las
presidencias, es un efecto cautivador, que compromete, y sanador en toda la
organización” (Counseling with Our Councils, pág. 118). Los consejos son la
manera del Señor de liderar y hacer la obra de la Iglesia. Las líderes adultas y
las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes pueden brindar mayor fe,
unidad, amor y buenas obras mientras aprenden las habilidades de deliberar y
ministrar en sus llamamientos al participar en consejos.
• Mira las lecciones de liderazgo para las presidencias de clase, “Liderar a la
manera del Salvador”.

PARTE 4: MINISTRAR A LOS DEMÁS ES UN MANDAMIENTO Y CONVENIO


Por la hermana Bonnie L. Oscarson, Presidenta General de las
Mujeres Jóvenes

 23 JUNIO 2016

Ministrar a las personas que están a nuestro alrededor es una parte del
convenio que cada una de nosotros ha hecho. María camina por las calles con
su prima Elisabet y con otra mujer en una escena de los videos SUD de la
Biblia.

PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO


 Ministrar como lo hizo el Salvador incluye ofrecer sanación, consuelo,
ánimo y amor a los demás.

 Las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes son llamadas para


velar y cuidar por las jovencitas en su clase.

 Todas las personas que han sido bautizadas han hecho el convenio de
ministrar a los que necesitan de consuelo.
“Nuestras mujeres jóvenes pueden tocar corazones y rescatar almas de
maneras que las líderes adultas no pueden. Los jóvenes tal vez necesiten
consejo y tiernos recordatorios, pero con apoyo y dirección, las mujeres
jóvenes pueden hacer cosas increíbles”.—Hermana Bonnie L. Oscarson,
Presidenta General de las Mujeres Jóvenes
Este artículo es el cuarto en una serie sobre las presidencias de clase de las
Mujeres Jóvenes.
No mucho después de recibir mi llamamiento, estaba sentada en una reunión
con varias Autoridades Generales hablando del tema de la reunión
sacramental. Uno de los líderes del sacerdocio se volteó hacia mí y dijo algo
como: “Los hombres jóvenes de nuestra Iglesia tienen la oportunidad de
prepararse y repartir la Santa Cena cada semana. ¿Qué oportunidades
significativas de servicio tienen las mujeres jóvenes en la Iglesia?”.

Ministrar como lo hizo el Salvador


La pregunta me tomó por sorpresa y no tuve una respuesta inmediata, pero
desde entonces he orado y lo he pensado detenidamente, y creo que sé la
respuesta. Todas nuestras mujeres jóvenes, pero en especial las miembros de
nuestras presidencias de clase, tienen la oportunidad de ofrecer amor cristiano
y servicio a medida que ministran unas a otras.

En esta serie sobre elevar las funciones de las presidencias de clase de


nuestras Mujeres Jóvenes, hemos escrito sobre la importancia de la
preparación espiritual y de deliberar en consejo. Ministrar, el tercer principio de
liderazgo, es quizás uno de los más importantes.

Usamos la palabra ministrar a menudo, pero ¿entendemos lo que significa? Y


aún más importante, ¿ayudamos a los miembros de nuestras presidencias de
clase a entender que ministrar es una de las responsabilidades más
importantes en sus llamamientos?
El Salvador Jesucristo estableció el mejor ejemplo de ministrar. Él tendió la
mano a las personas, una por una, y les ofreció sanación, consuelo, ánimo y
más que nada, amor. La caridad es la característica distintiva de la vida del
Salvador, y el amor cristiano define lo que significa ministrar. Jesucristo es el
Maestro en demostrar a los demás que son importantes, que son valiosos a la
vista de su Padre Celestial y que tienen un valor infinito. Él enseña que
debemos dejar a las noventa y nueve para encontrar a la oveja que se perdió
(véase Lucas 15: 3-7).

Lo que nuestras presidencias de clase pueden hacer


Los miembros de nuestras presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes
tienen la oportunidad de tender la mano igual que el Salvador al fortalecer a las
mujeres jóvenes en sus clases que están teniendo dificultades y necesitan
ánimo. El Salvador enseñó: “De manera que, sé fiel; ocupa el oficio al que te he
nombrado; socorre a los débiles, levanta las manos caídas y fortalece las
rodillas debilitadas” (D. y C. 81:5).
Cuando un poseedor de las llaves del sacerdocio aparta a las presidencias de
clase, el cargo de velar y cuidar de las demás personas en su clase está
intrínseco en su llamamiento. Como líderes y padres, necesitamos asegurarnos
de recalcar la importancia de esa responsabilidad y enseñarles lo que significa
ministrar. El Manual 2 ofrece las siguientes ideas que las presidencias de las
mujeres jóvenes pueden usar para ministrar a los miembros de sus clases:
• Recordar cómo se llaman y familiarizarse con ellas.
• Amarlas sin juzgarlas.
• Velar por ellas y fortalecer su fe “una por una”, como lo hizo el Salvador.
• Establecer una amistad sincera con ellas, así como visitarlas en sus hogares
y en otros lugares.
(Véase Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 3.2.3).

A medida que las mujeres jóvenes en las presidencias de clase buscan el


Espíritu y deliberan en consejo sobre quién necesita su atención y qué se debe
hacer, el Señor les dará las respuestas inspiradas. Pensarán en maneras en
las que pueden tender una mano y ministrar a las mujeres jóvenes que
necesitan su amor. Al actuar en respuesta a esas impresiones espirituales,
ocurrirán milagros en la vida de aquellas personas a quienes ministran, al igual
que en sus propias vidas. El presidente Henry B. Eyring dijo: “[El Salvador] nos
ha llamado a servir a los demás para que fortalezcamos tanto nuestra fe como
la de ellos. Él sabe que mediante el servicio llegaremos a conocerle” (“Velar y
fortalecer”, Liahona, julio de 2000, pág. 79). Qué gran principio para enseñarle
a nuestras mujeres jóvenes: a medida que servimos a otras personas como lo
hizo el Salvador, nosotras somos bendecidas de maneras maravillosas.
Las líderes de las Mujeres Jóvenes a menudo preguntan cómo tender una
mano a las personas menos activas. Siempre les digo que tienen un recurso
poderoso y maravillosamente efectivo para lograr esa meta. Las animo a
utilizar a sus presidencias de clase para ayudar a buscar a las ovejas perdidas.
Les sugiero que animen a las mujeres jóvenes a tender una mano a sus
compañeras y les ofrezcan una mano de amor y hermandad. Nuestras mujeres
jóvenes pueden tocar corazones y rescatar almas de maneras que las líderes
adultas no pueden. Los jóvenes tal vez necesiten consejo y tiernos
recordatorios, pero con apoyo y dirección, las mujeres jóvenes pueden hacer
cosas increíbles.

Una responsabilidad para todas


Ministrar a otras personas no es solo una responsabilidad que viene con un
llamamiento específico de liderazgo. Cada persona que ha sido bautizada en
esta Iglesia se ha comprometido a “entrar en el redil de Dios y ser llamados su
pueblo, y [estar] dispuestos a llevar las cargas los unos de los otros para que
sean ligeras; sí, y [estar] dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar
a los que necesitan de consuelo” (Mosíah 18:8–9). Ministrar a las personas que
están a nuestro alrededor es una parte del convenio que cada una de nosotras
ha hecho; los llamamientos de liderazgo simplemente dan un enfoque especial
y una dirección a nuestro cuidado y preocupación.
Nuestras presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes son líderes
increíblemente eficaces. A medida que entiendan y actúen de acuerdo al
principio de ministrar como lo hizo el Salvador, cambiarán eternamente la vida
de aquellas personas a las que ministren al igual que las suyas.

Las lecciones de liderazgo para las presidencias de clase tituladas “Liderar a la


manera del Salvador” se encuentran en el sitio web de las Mujeres Jóvenes
bajo Liderar a la manera del Salvador.

PARTE 5: ENSEÑAR EL EVANGELIO DE JESUCRISTO


Por la hermana Carol F. McConkie, de la Presidencia General de las
Mujeres Jóvenes

 9 AGOSTO 2016

La reunión de presidencia de clase es una oportunidad para enseñar el


Evangelio a medida que cada una de las miembros de la presidencia trabaja
para completar eficazmente sus responsabilidades.

PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO


 La enseñanza eficaz es la esencia misma del liderazgo en la Iglesia.

 Las presidencias de clase tienen muchas oportunidades de enseñar el


Evangelio.

 Una líder de la presidencia de clase puede “sembrar en los corazones la


devoción a la verdad”.
“Como mujeres jóvenes, que prestan servicio en las presidencias de clase,
procuren de manera continua el Espíritu y pongan atención a los susurros que
llegan a su corazón y mente, estos pueden darles el valor de hablar con
claridad, enseñar y testificar la una a la otra, a amigos y a miembros de la
familia”. —Carol F. McConkie, Presidencia General de las Mujeres Jóvenes

Este artículo es el quinto de la serie sobre las presidencias de clase de las


Mujeres Jóvenes.
La reunión de la presidencia de clase es una oportunidad para preparar a cada
miembro de la presidencia para poner en práctica el principio de liderazgo
“Enseñar el Evangelio”.

Hace muchos años el presidente Gordon B. Hinckley instruyó a los líderes


generales de la Iglesia con lo siguiente: “La enseñanza eficaz es la esencia
misma del liderazgo en la Iglesia” (“How to Be a Teacher When Your Role as
Leader Requires You to Teach”, Reunión de la mesa directiva del sacerdocio
para Autoridades Generales, 5 de febrero de 1969).

En el capítulo 3 del Manual 2: Administración de la Iglesia, se nos instruye que


todos los líderes son maestros porque son llamados a fortalecer a los demás
con su testimonio del Padre Celestial y de Jesucristo y vivir según los principios
del Evangelio. El presidente Thomas S. Monson enseñó: “Los líderes más
influyentes son por lo general los que siembran en los corazones la devoción a
la verdad… los que transforman alguna cosa ordinaria en algo desde donde
podemos apreciar a la persona que aspiramos ser” (“Ejemplos de
rectitud”, Liahona, mayo de 2008, págs. 66-67).
Las líderes de las Mujeres Jóvenes pueden ayudar a las jovencitas que prestan
servicio como presidencias de clase a comprender que, como líderes, cuentan
con muchas oportunidades para enseñar el Evangelio tanto en entornos
formales como informales. De manera informal, “los jóvenes se enseñan
mutuamente todo el tiempo al compartir experiencias, al ayudar a un amigo a
comprender un principio del Evangelio o al dar el ejemplo mediante sus
acciones” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 28).
Con frecuencia se le pregunta a la Presidencia General de las Mujeres
Jóvenes: “¿Cuán a menudo pueden enseñar las lecciones dominicales las
jovencitas?”. Ellas se guían por la instrucción del Manual 2, 10.6.2. “Las
mujeres jóvenes pueden ayudar en la enseñanza de vez en cuando. Cuando
las mujeres jóvenes impartan instrucción, una integrante de la presidencia de
las Mujeres Jóvenes o una asesora las ayuda a prepararse”. En cualquier
momento o dondequiera que las jovencitas enseñen, cada momento de
enseñanza es una oportunidad para elevar, inspirar y fortalecer a los demás.
Las lecciones de liderazgo para las presidencias de clase que se centran en
“Enseñar el Evangelio” les ayudarán a aprender a poner en práctica los cuatro
principios siguientes de enseñanza para que estén mejor preparadas a influir
en otras jovencitas para bien, por medio del ejemplo y en una variedad de
situaciones de la enseñanza.

Amar a quienes se enseña


A medida que las miembros de la presidencia de clase procuren el Espíritu
Santo, ellas recibirán la guía divina para saber lo que el Señor desea que
hagan para que así demuestren amor cristiano sincero, la clase de amor que
ablandará el corazón de cada jovencita y preparará la mente de ellas para
recibir la palabra del Señor. Quizás ellas saludarán de manera personal a cada
jovencita que asista a la clase, demostrarán interés sincero por aquellas
mujeres jóvenes que tal vez estén pasando por momentos difíciles y ayudarán
a todas a sonreír y sentirse bienvenidas. Ellas pueden tender una mano a las
que no están asistiendo por medio de un mensaje de texto, una llamada
telefónica o visitarlas en sus hogares. Mediante estos esfuerzos, la clase de las
Mujeres Jóvenes puede llegar a ser un lugar seguro y sagrado, donde la
enseñanza y el aprendizaje se llevaría a cabo por medio del Espíritu.

Enseñar y testificar por el Espíritu


“Enseñar y testificar por medio del Espíritu requiere vivir dignamente, orar con
fervor y aprender a reconocer y seguir con valentía la guía del Espíritu”
(véase D. y C. 43:15–16 y “Enseñar el Evangelio”, Lecciones de liderazgo para
las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes). Como mujeres jóvenes, que
prestan servicio en las presidencias de clase, procuren de manera continua el
Espíritu y pongan atención a los susurros que llegan a su corazón y mente,
estos pueden darles el valor de hablar con claridad, enseñar y testificar la una a
la otra, a amigos y a miembros de la familia.
Observé a una presidenta de la clase de Laureles dar testimonio sobre el poder
de las Escrituras. Compartió que su familia estaba atravesando por pruebas
extremadamente difíciles. Ella deseaba hacer algo que la fortaleciera para
seguir adelante con fe. Al orar, se sintió compelida a leer las Escrituras cada
día, de ese modo, hizo un compromiso personal de realizarlo. Desde enero no
ha fallado ningún día. Ella testificó del poder divino que ha encontrado en las
Escrituras. Mediante el Espíritu puede sentir el poder que obra la expiación de
Jesucristo en su vida; también puede sentir el amor del Padre Celestial por ella
y su familia. La lectura diaria de las Escrituras la ha fortalecido espiritual y
emocionalmente. Esta mujer joven habló por medio del Espíritu y con una
convicción sincera que inspiró y alentó a todas las jovencitas a buscar las
bendiciones que se hallan en la lectura de las Escrituras.

Enseñar la doctrina de las Escrituras


Las líderes ayudan a las presidencias de clase a confiar en la virtud de la
palabra de Dios y de su efecto potente en el corazón y la mente
(véase Alma 31:5). Ellas enseñan de los materiales autorizados para las
lecciones, las Escrituras, las enseñanzas de los profetas de los últimos días y
otros recursos aprobados por la Iglesia. No mezclan la doctrina de Cristo con
las filosofías del hombre (véase Colosenses 2:8). No huyen a las preguntas
difíciles, sino que se deleitan en las palabras de Cristo en su estudio personal.
Además, ellas atesoran las palabras de los profetas y están preparadas a
hablar cuando sienten impresiones o son llamadas a hacerlo.
Cuando la presidenta de clase o una de las consejeras comparte lo que
significa personalmente para ella un pasaje de las Escrituras o un discurso de
conferencia, sus palabras tienen mucha relevancia e influencia en la mente de
sus compañeras. Por medio del Espíritu, sus palabras pueden elevar e inspirar
a otras jovencitas y alentarlas a acudir a la fuente de verdad, sentir el Espíritu,
encontrar respuestas a sus preguntas y sentir unión y amor por el Señor y la
una a la otra.
Invitar el aprendizaje diligente por las miembros de la clase
Las presidencias inspiran a todas las miembros de la clase a participar en el
proceso de aprendizaje. Ellas llevan las Escrituras a clase, leen de las mismas
y comparten versículos favoritos. Participan en análisis y comparten
experiencias que fortalecen el testimonio o citas favoritas de discursos de la
conferencia. Una miembro de la presidencia de clase podría comenzar con la
primera parte de la lección al compartir cómo ella ha puesto en práctica un
principio del Evangelio en su vida. Al concluir la lección, la presidenta de la
clase puede dirigir la sección “Vivir lo que se aprende” y deliberar en consejo
junto con la clase acerca de lo que ellas harán o lo que cada jovencita le
gustaría hacer para aplicar una norma o un principio del Evangelio de lo que
han aprendido o sentido en la lección. Las líderes otorgan a las presidencias de
clase el tiempo suficiente durante la lección para que ellas puedan alentar a
otras mujeres jóvenes a actuar.

Cuando las líderes de las Mujeres Jóvenes preparan a una jovencita, ella, que
presta servicio en una presidencia de clase, tendrá la habilidad de cumplir con
la palabra profética del presidente Monson. Ella puede ser la líder que
“[sembrará] en los corazones la devoción a la verdad”. Será una sierva llamada
por Dios que ayudará a otras jovencitas a llegar a ser la persona que aspiran
ser.

PARTE 6: EJERCICIOS DE APERTURA: UN LUGAR PARA APRENDER


LIDERAZGO Y BENDECIR A LOS DEMÁS
Por la hermana Neill F. Marriott, de la Presidencia General de las
Mujeres Jóvenes

 30 AGOSTO 2016

Los ejercicios de apertura son una oportunidad muy importante para que las
líderes adultas fomenten las aptitudes de liderazgo de las presidencias de clase
de las Mujeres Jóvenes.

Este es el sexto y último artículo de una serie sobre las presidencias de


clase de las Mujeres Jóvenes.
Una amiga compartió recientemente la experiencia de una pariente que sirvió
como misionera en un área internacional hace varios años. Una fiel líder de una
organización auxiliar en una rama recién creada se le acercó con expresión de
esperanza. “Hermana”, comenzó, “¿está bien si realizamos afuera nuestros
ejercicios de apertura?”.

Con expresión confusa, la misionera preguntó: “¿Por qué?”.


Con seriedad la hermana respondió: “Queremos ser obedientes, pero
sencillamente no tenemos suficiente espacio para que todas hagamos nuestros
ejercicios”.

Estoy de acuerdo que el término “ejercicios de apertura” es único y quizás un


poco confuso, pero ¿estamos utilizando el poder de esta reunión semanal?
¿Están buscando maneras de enseñar sobre liderazgo y al mismo tiempo
mejorar los ejercicios de apertura en sus reuniones? ¡Podemos hacerlo mejor!
Esta reunión es un momento de preparación para todas y una oportunidad para
la capacitación sobre liderazgo.

Los ejercicios de apertura son un momento para establecer el énfasis de la


siguiente clase. Reconocemos y agradecemos a quienes han venido.
Cantamos juntas; los himnos “invitan la presencia del Espíritu del Señor,
inducen a la reverencia, nos ayudan a sentirnos más unidos y nos dan la
oportunidad de alabar al Señor… Deseamos que todos los miembros canten
los himnos, tanto los que tengan facilidad para la música como lo que no la
tengan” (Himnos,pág. IX). Y más importante, mediante la oración, invitamos al
Espíritu a abrir el corazón y la mente para la enseñanza del Evangelio.
Se nos promete: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20). ¿La atmósfera en el salón es
propicia para el Espíritu? ¿Cómo se crea esa atmósfera?
Los ejercicios de apertura son una oportunidad muy importante para que las
líderes adultas fomenten las aptitudes de liderazgo de las presidencias de clase
de las Mujeres Jóvenes. La integrante de la presidencia de clase que dirija el
ejercicio de apertura —o deba hacerlo— puede aprender sobre organización y
preparación espiritual; puede ganar confianza sobre cómo guiar con propósito,
dignidad, amor y con el Espíritu.

¿Cómo puede esa joven liderar si primero no tiene guía y preparación? En la


sección de las Mujeres Jóvenes en LDS.org, una de las casillas debajo del
encabezado es “Lecciones de liderazgo para la presidencia de clase”. Haz clic
allí y hallarás un recurso de lecciones cortas que cada joven debe experimentar
en algún momento durante su tiempo en el programa de las Mujeres Jóvenes.
Por ejemplo, la lección titulada Deliberar en consejo, nro. 4: Cómo dirigir
reuniones hace hincapié en el principio de la preparación responsable y cómo
crear un ambiente espiritual en las reuniones.
Nuestro mejor ejemplo de cómo se debe dirigir un ejercicio de apertura o una
reunión viene de la conferencia general. Tenemos un modelo de liderazgo
preparado, unido con dignidad cálida y amorosa. Desde el púlpito de la
conferencia general vemos el modelo de cómo iniciar y dirigir una reunión.
Cuando enseñes esta lección de liderazgo, quizás puedas mostrar un video
corto de la conferencia general y analizar lo que ven y sienten las integrantes
de la presidencia de clase sobre la dirección de una sesión de conferencia
general. ¿Cómo las jóvenes pueden seguir el ejemplo de dirección de nuestros
líderes de la Iglesia? ¿Qué cualidades de liderazgo y dirección ven en el podio
de la conferencia general?

Mediante esta lección, las jóvenes comienzan a ver que hay mucho más en la
dirección de los ejercicios de apertura que solo leer los anuncios de la página
que la presidenta de las Mujeres Jóvenes les entrega cuando comienzan la
reunión. Esta lección también beneficia a las líderes adultas, cuando ven su
función de preparar a las presidencias de clase para llegar a ser líderes
eficaces.

Considera las siguientes sugerencias de la lección de liderazgo sobre dirigir


una reunión de forma eficaz:

 Lleguen temprano y asegúrense de que todo esté listo para la


reunión.

 Cuando sea posible, hagan asignaciones de antemano que incluyan


empezar y terminar con una oración.

 Dirijan con reverencia según las guíe el Espíritu. Los líderes


siempre enseñan por medio del ejemplo.

 Utilicen una agenda escrita que describa lo que tendrá lugar en la


reunión.

 La persona que dirige anuncia quién ofrecerá la oración, hablará,


dirigirá la música y hará otras cosas en la reunión.

 Elijan música que invite al Espíritu. Asegúrense de que la directora


de música y la pianista estén preparadas. Cuando resulte
apropiado, hagan arreglos para que la música de preludio se
escuche antes de que comience la reunión.
 Sean eficientes y tengan presente los límites de tiempo.

Con el fin de vivir lo que estamos aprendiendo, la líder puede pedir a la


presidencia de clase que practique el dirigir un ejercicio de apertura de un
domingo o de una actividad de la Mutual allí en la reunión de presidencia de
clase. Después de eso, analicen qué cosas estuvieron bien y qué se puede
mejorar. Sería útil identificar una manera específica en que la líder de la clase
puede preparar o dirigir mejor una reunión.

Así que quizás el término “ejercicios” es correcto, estamos preparando a


nuestras jóvenes para toda una vida de dirección y servicio. Incluso lo más
importante, mientras aprenden a liderar como el Salvador lidera, ellas
establecerán un ejemplo en sus clases, hogares y comunidades que bendecirá
a las próximas generaciones.

Esto concluye la serie sobre las presidencias de clase (véanse arriba los
“vínculos relacionados” para consultar artículos previos). Las líderes de las
Mujeres Jóvenes y las integrantes de la presidencia de clase hallarán ayudas
adicionales de liderazgo en youngwomen.lds.org.

CÓMO AVANZAR DE LAS PRESIDENCIAS DE CLASE DE LAS MUJERES


JÓVENES A LAS MAESTRAS VISITANTES
Por la hermana Linda K. Burton, Expresidenta General de la Sociedad
de Socorro

 13 JULIO 2016

Abbi Ray, a la izquierda, y Grace Worthington cantan un himno en una clase de


las Mujeres Jóvenes el domingo 3 de julio de 2016. Fotografía de Hans
Koepsell.

PUNTOS DESTACADOS DEL ARTÍCULO


 Las lecciones de liderazgo de las Mujeres Jóvenes son un recurso
maravilloso para preparar a las jóvenes para convertirse en maestras
visitantes.

 Los principios de preparación espiritual, ministrar a los demás y amar a


quienes enseñan prepara a las jóvenes para convertirse en grandes
maestras visitantes.
“Las maestras visitantes llegan a conocer y amar a cada hermana con
sinceridad, la ayudan a fortalecer su fe y le dan servicio. Procuran inspiración
personal para saber cómo responder a las necesidades espirituales y
temporales de cada hermana que se les haya asignado visitar”. —
Manual 2, 9.5.1.

VÍNCULOS RELACIONADOS
 El descubrir las funciones y responsabilidades de las presidencias de
clase de las Mujeres Jóvenes es la sexta parte de esta serie.
 Encuentra las lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de
las Mujeres Jóvenes.

Una pregunta frecuente que se le hace a las Presidencias Generales de las


Mujeres Jóvenes y de la Sociedad de Socorro es: “¿Las jóvenes pueden
prestar servicio como maestras visitantes mientras están en las Mujeres
Jóvenes para que estén mejor preparadas para servir como futuras líderes,
madres y misioneras?”.

Aunque no está aprobado en el manual para las jóvenes que presten servicio
como maestras visitantes, hay otras maneras en que se pueden preparar de
forma eficaz. Como Presidencia General de la Sociedad de Socorro, es un
privilegio servir casi a diario con la Presidencia General de las Mujeres
Jóvenes.

Nos encanta su enfoque y esfuerzos para ayudar a fortalecer el liderazgo de


las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes. Recientemente, miembros
de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes han escrito artículos
en Church News que buscan ayudar a las líderes de las Mujeres Jóvenes a
fortalecer las presidencias de clase.
Las lecciones de liderazgo de las Mujeres Jóvenesse han publicado en
LDS.org para ayudar a las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes a
conocer cómo contribuir de maneras significativas a la edificación del reino
participando en la obra de salvación. Los principios de liderazgo delineados en
las lecciones en línea para las presidencias de clase no solo fortalecen a las
jóvenes al ser apartadas para actuar en sus llamamientos como miembros de
la presidencia de clase, sino que también les sirve cuando practiquen esos
principios en sus futuros llamamientos y responsabilidades, incluso y en
especial como maestras visitantes.
En el Manual 2, 9.5.1, encontramos una descripción breve de las
responsabilidades de una maestra visitante:
“Las maestras visitantes llegan a conocer y amar a cada hermana con
sinceridad, la ayudan a fortalecer su fe y le dan servicio. Procuran inspiración
personal para saber cómo responder a las necesidades espirituales y
temporales de cada hermana que se les haya asignado visitar”.

Las lecciones de liderazgo de presidencia de clase de las Mujeres Jóvenes son


la introducción perfecta para las responsabilidades de maestras visitantes
mientras las miembros de la presidencia lleguen a conocer y amar a las
jóvenes, las ayuden a fortalecer su fe, les presten servicio y busquen
inspiración personal para saber cómo responder a sus necesidades. Al hacerlo,
se prepara a las jóvenes para servir como maestras visitantes. Observa cómo
los siguientes principios y extractos breves que se encuentran en las lecciones
de liderazgo de las Mujeres Jóvenes son un recurso maravilloso para preparar
a las jóvenes para convertirse en maestras visitantes.

Prepararse espiritualmente
“Con espíritu de oración estudien las Escrituras todos los días de esta semana
teniendo en mente a una mujer joven o un desafío que tengan como líder.
Presten atención a las impresiones del Espíritu Santo al buscar maneras de
seguir el ejemplo del Salvador. Compartan su experiencia con la presidencia de
clase”.

Deliberar en consejo
“A medida que demuestren su preocupación y en consejo deliberen sobre las
maneras de apoyar y fortalecer a las miembros de la clase, piensen con
detenimiento antes de hablar. Comuníquense de maneras que fomenten la
confianza y respeto a las personas y familias. Como líderes, tienen la sagrada
responsabilidad de mantener confidencial toda información privada o delicada
que se trate”.

Ministrar a los demás: velar por cada miembro de la clase


“El profeta José Smith enseñó repetidamente la importancia decisiva de dirigir a
los demás con amor y bondad genuinos. Él dijo: ‘Nada tiene mayor efecto en
una persona para inducirla a abandonar el pecado que llevarla de la mano y
velar por ella con ternura. Cuando las personas me manifiestan la más mínima
bondad y amor, ¡oh, qué poder ejerce aquello en mi alma!; mientras que un
curso contrario tiende a agitar todos los sentimientos ásperos y contristar la
mente humana’ (Hijas en Mi reino, pág. 27).
“Piensen en una época cuando alguien demostró amor genuino y cuidó de
ustedes. ¿Qué hizo esa persona? ¿Cómo las impresionó?”.

Enseñar el evangelio de Jesucristo: amar a quienes se enseña


“La caridad es un don de Dios y que no podemos desarrollar sin la ayuda del
Señor. Mormón dijo que debemos ‘… [pedir] al Padre con toda la energía de
[nuestros] corazones, que [seamos] llenos de este amor’ (Moroni 7:48).
“Al orar, guardar los mandamientos y estudiar la vida del Salvador, su amor por
todas las personas aumentará, especialmente hacia aquellos entre quienes
sirve”. En Hijas en Mi reino (en el capítulo 7, “La religión pura”: Cuidar y
ministrar por medio de las maestras visitantes) encontramos sugerencias
sencillas que pueden bendecir tanto a las maestras visitantes como a las
presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes mientras “ministran” a sus
hermanas.
Cómo pueden las maestras visitantes amar, cuidar y fortalecer a una
hermana:
• Orar diariamente por la hermana y por su familia.

• Buscar inspiración para llegar a conocer a la hermana y a su familia.

• Visitarla con regularidad para saber cómo está y para consolarla y


fortalecerla.
• Mantener un contacto frecuente con ella por medio de visitas, llamadas
telefónicas, cartas, correos electrónicos, mensajes de texto y pequeños actos
de bondad.

• Saludarla en las reuniones de la Iglesia.

• Ayudarla cuando tenga alguna emergencia, enfermedad u otra necesidad


urgente.

• Enseñarle el Evangelio por medio de las Escrituras y de los mensajes de las


maestras visitantes.

• Inspirarla mediante su buen ejemplo.

Como hermanas de la Sociedad de Socorro y jóvenes, todas hemos recibido


las ordenanzas del bautismo y la imposición de manos por el don del Espíritu
Santo acompañados de los convenios sagrados de “… llevar las cargas los
unos de los otros… llorar con los que lloran… y… consolar a los que necesitan
de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en
todo lugar” (Mosíah 18:8–9).
Nuestros convenios y ordenanzas nos conectan con la obra de salvación. Un
preciado himno describe esta conexión de manera hermosa: “Sirvamos unidas,
pues somos hermanas; que Dios nos bendiga en nuestra labor. Edificaremos
Su reino en la tierra brindando servicio con sincero amor” (“Sirvamos
unidas”, Himnos, nro. 205).
Mientras las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes y las maestras
visitantes se preparen espiritualmente, deliberen en consejo, ministren a los
demás y enseñen el evangelio de Jesucristo, “[edificarán] el reino” y ayudarán a
las hermanas de todas las edades a prepararse para el regreso de nuestro
Salvador Jesucristo.

Lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de las Mujeres


Jóvenes

DELIBERAR EN CONSEJO

Lección 1:
Crear un espíritu de unidad en la presidencia
Presentar el principio
En Su gran oración intercesora, el Salvador oró para que aquellos que creyeran
en Él fuesen uno, así como Él y Su Padre son uno (véase Juan 17:20–23). En
los últimos días el Salvador nos mandó que estuviéramos unidos cuando
declaró: “Sed uno; y si no sois uno, no sois míos” (véase D. y C. 38:27).
El deliberar en consejo proporciona una oportunidad para estar unidas como
presidencia. Su presidencia también comparte la responsabilidad de estar
unidas con los líderes del sacerdocio que poseen las llaves del sacerdocio y
seguir su dirección (obispos, presidentes de estaca, apóstoles y profetas).

Aprender juntas
 ¿Por qué es fundamental la unidad para tener éxito en la obra del Señor?

 ¿Cómo pueden las diferencias de opinión ser útiles?

 Como presidencia de clase, ¿cómo resolverán las diferencias?

 Después de que se tome una decisión, ¿cuál es la responsabilidad de cada


miembro de la presidencia?

 ¿Cómo y dónde reciben dirección de los líderes del sacerdocio?

Vivir lo que se aprende


 Determinen una forma específica de edificar la unidad como presidencia de
clase y después comprométanse a actuar. Anoten las bendiciones y beneficios
que reciben. Prepárense para compartir sus observaciones en la próxima
reunión de presidencia de clase.

 Identifiquen algo que pueden hacer para aumentar la unidad entre los
miembros de su clase.

 Como presidencia de clase ¿qué dirección estamos recibiendo del obispado y


otros líderes del sacerdocio? ¿Cómo podemos ser uno con ellos?

Recursos

Capacitación mundial de líderes, “Las llaves son la autoridad que Dios nos ha
dado”

Servir a las Mujeres Jóvenes


Piensen en todas las personas de su clase. ¿Qué harán para ayudar a que
cada una se sienta incluida?
Lección 2:
Planear actividades teniendo en mente los propósitos del Evangelio
Presentar el principio
El Señor ha llamado a Sus seguidores para “[fortalecer] a [nuestros]
hermanos… en todos [nuestros] hechos” (véase D. y C. 108:7). Por lo tanto, es
esencial planificar actividades teniendo en mente los propósitos del Evangelio.
Las actividades significativas brindan oportunidades de poner en práctica los
principios del Evangelio, fortalecer el testimonio, desarrollar talentos y
habilidades de liderazgo, prestar servicio y promover la amistad con otras
personas que se han comprometido a vivir las normas del Evangelio. Estos son
los propósitos del Evangelio.

Aprender juntas
A veces los líderes comienzan a planificar una actividad preguntándose: “¿qué
queremos hacer?”. En cambio, es importante empezar haciendo la pregunta:
“¿Qué quiere el Señor que suceda en la vida de aquellos a quienes servimos?”.
¿Qué diferencias es probable que ocurran en los tipos de actividades
programadas si en primer lugar hacen esta última pregunta?

Vivir lo que se aprende


Comprométanse a planificar la próxima actividad teniendo en mente los
propósitos del Evangelio. Después de la actividad, analicen como presidencia
maneras específicas mediante las que se fortalece la vida de una persona al
aplicar los principios del Evangelio.

Lección 3:
Preparar y utilizar una agenda en reuniones de la presidencia de clase
Presentar el principio
El Salvador ha instruido a los líderes en nuestros días a “[organizar y] preparar
todo lo que fuere necesario” (D. y C. 88:119). Una agenda es un plan escrito
para una reunión. Es una herramienta de organización que ayuda a los
participantes a centrarse en los propósitos de la reunión y a usar el tiempo
eficazmente. Se debe preparar en orden de prioridad a fin de asegurarse de
que los asuntos más importantes se analicen primero. (Véase Manual 2:
Administración de la Iglesia, 18.1.)

Aprender juntos
¿Cuáles creen que sean algunas de las “cosas más necesarias” que podrían
incluir en una agenda escrita, y por qué?
Una agenda para las reuniones de presidencia de clase podría incluir lo
siguiente:

 Asignar la primera oración.

 Estudiar un versículo de las Escrituras.

 Recibir capacitación de líderes.

 Analizar el consejo de los líderes del sacerdocio y la mejor manera de


implementarlo.

 Deliberar en consejo acerca de cómo fortalecer y bendecir a cada miembro de


la clase.

 Informar de las asignaciones.

 Planear los eventos próximos para que satisfagan las necesidades.

 Dar nuevas asignaciones.

 Asignar la última oración.

Vivir lo que se aprende


Comprométanse a preparar y utilizar una agenda escrita en la próxima reunión
de presidencia de clase. ¿Qué beneficios observaron? Compartan sus
reflexiones al final de la reunión.

Recursos
 Ejemplo de agenda de una reunión de presidencia

Lección 4:
Dirigir las reuniones
Presentar el principio
En nuestros días, el Señor ha instruido a los líderes a planificar y “dirigir las
reuniones según los guíe el Espíritu Santo, de acuerdo con los mandamientos y
revelaciones de Dios” (D. y C. 20:45; véanse también Moroni 6:9; D. y C. 46:2).
Una reunión bien dirigida establecerá un tono digno e invitará al Espíritu a estar
presente.

Aprender juntas
 Analicen algunas cualidades que les gustaría ver cuando alguien esté
dirigiendo una reunión.
 ¿Cómo invitan estas cualidades a que el Espíritu esté presente?

 ¿Por qué el prepararse de antemano es esencial para una reunión eficaz?

Consideren las siguientes sugerencias para dirigir una reunión eficaz:

 Lleguen temprano y asegúrense de que todo esté listo para la reunión.

 Cuando sea posible, hagan asignaciones de antemano que incluyan empezar y


terminar con una oración.

 Dirijan con reverencia según las guíe el Espíritu. Los líderes siempre enseñan
por medio del ejemplo.

 Utilicen una agenda escrita que describa lo que tendrá lugar en la reunión.

 La persona que dirige anuncia quién ofrecerá la oración, hablará, dirigirá la


música y hará otras cosas en la reunión.

 Música:

 Elijan música que invite al Espíritu.

 Asegúrense de que la directora de música y la pianista estén preparadas.

 Cuando resulte apropiado, hagan arreglos para que la música de preludio se


escuche antes de que comience la reunión.

 Sean eficientes y tengan presente los límites de tiempo.

Vivir lo que se aprende


 Practiquen dirigir la apertura del domingo o una actividad de la Mutual. Pidan a
los miembros de la presidencia que identifiquen lo que hicieron bien y las
posibles maneras de mejorar.

 Determinen una forma específica que las preparará mejor para dirigir una
reunión. Compartan con su presidencia de clase lo que hicieron y la(s)
diferencia(s) que observaron.

Recursos
 Ejemplo de agenda de apertura
Lección 5:
Delegar responsabilidad y asegurar que se responsabilicen por sus tareas
Presentar el principio
El Salvador reconoció el potencial de los demás y los llamó para ayudar en la
obra de Su reino (véanse Mateo 10:1; 3 Nefi 11:18–22). Los líderes ayudan a
otras personas a crecer al darles asignaciones significativas y proporcionar
ánimo y asistencia según sea necesario.

Aprender juntas
Una carrera de relevos es un acontecimiento emocionante en una competencia
de pista y campo. ¿Qué pensaría de una miembro de un equipo de relevos que
decidió guardar el relevo y correr toda la carrera sola? ¿Cómo haría ella sentir
a los miembros de su equipo? ¿Qué pasaría con una clase si la presidenta o la
presidencia de clase planeasen e hicieran todo solas? ¿Qué crecimiento se
perderían las demás? ¿Cómo puede hacer que al participar otras personas se
logre una “mejor carrera”?

El delegar incluye más que darle a alguien una asignación. Incluye los
siguientes pasos:

1. Describir claramente la asignación que tienen en mente.


2. Con espíritu de oración determinar a quién se debe dar la asignación.
3. Reunirse con la otra persona para explicar la asignación.
4. Decidir juntas cuándo tiene que terminarse la asignación.
5. Asegurarse de que la asignación se entiende y se acepta la responsabilidad
de ella. Llevar un registro escrito de la asignación y verificar el progreso de
vez en cuando.
6. Respetar los esfuerzos de la persona asignada para hacer planes y cumplir
con la asignación. Las líderes proporcionan ánimo y ayudan según sea
necesario.
7. Pedir a la persona que informe sobre la asignación. Después de recibir el
informe, la líder acepta los mejores esfuerzos por parte de la persona y
expresa agradecimiento sincero por las cosas buenas que ha hecho.
Vivir lo que se aprende
Como presidencia, deliberen en consejo y vean cómo podrían hacer participar
a las miembros de la clase de manera significativa para prepararse para una
actividad, para participar en una lección dominical, etc. Utilizar las pautas para
delegar. Analizar los beneficios que han observado al incluir a otras personas.
“Colaborar en el consejo de barrio”, vea este video y compare el consejo de
barrio con la presidencia de clase. ¿Cómo pueden colaborar juntas para
bendecir a las miembros de la clase?
Lección 6:
Mantenga la confidencialidad
Presentar el principio
En 1 Pedro 1:15 dice: “Sino, como aquel que os ha llamado es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra conducta”. Para la Fortaleza de la
Juventud nos enseña: “Sé amable y positivo(a) al hablar de los demás. Elige no
insultar ni degradar a otras personas, ni siquiera en broma. Evita los chismes
de cualquier clase, y evita hablar con enojo. Si te sientes tentado(a) a decir
cosas duras o hirientes, no digas nada” (pág. 20).
A medida que demuestren su preocupación y en consejo deliberen sobre las
maneras de apoyar y fortalecer a las miembros de la clase, piensen con
detenimiento antes de hablar. Comuníquense de maneras que fomenten la
confianza y respeto a las personas y familias. Como líderes, tienen la sagrada
responsabilidad de mantener confidencial toda información privada o delicada
que se trate.

Aprender juntos
 Analicen el consejo de Alma a su hijo Coriantón (véase Alma 41:14). ¿Cómo
pueden ustedes, como líderes, “procurar ser misericordiosas con sus
hermanos; tratarlos con justicia, juzgarlos con rectitud y hacer lo bueno sin
cesar” al esforzarse en ayudar a las miembros de su clase?
 Analicen juntas la importancia de mantener la confidencialidad y no permitir que
cualquier cosa que se comparta en el ámbito confidencial se convierta en un
chisme.

 Analicen las formas en que ustedes como miembros de la presidencia pueden


evitar que se digan chismes y fomentar la amabilidad.

Vivir lo que se aprende


Comprométanse a mantener la confidencialidad de las miembros de la clase.
Determinen, como presidencia, mantener sus reuniones y conversaciones sin
chismes. Hablen amablemente de los demás y por medio de su ejemplo inviten
a otras personas a hacer lo mismo.

MINISTRAR A LOS DEMÁS

Lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes


Lección 1:
Velar por cada miembro de la clase
Presentar el principio
Apenas unas horas antes del sacrificio expiatorio del Salvador, Él mandó a Sus
apóstoles a que “se amen unos a otros” como Él los había amado. Cuando
sinceramente aman y se preocupan por cada miembro de la clase, demuestran
que se esfuerzan por ser discípulas de Jesucristo (véase Juan 13:34–35).

Aprender juntas
El profeta José Smith enseñó repetidamente la importancia decisiva de dirigir a
los demás con amor y bondad genuinos. Él dijo: “Nada tiene mayor efecto en
una persona para inducirla a abandonar el pecado, que llevarla de la mano y
velar por ella con ternura. Cuando las personas me manifiestan la más mínima
bondad y amor, ¡oh, qué poder ejerce aquello en mi alma!; mientras que un
curso contrario tiende a agitar todos los sentimientos ásperos y contristar la
mente humana” (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith,pág.
456).
 Piensen en una época cuando alguien demostró amor genuino y cuidó de
ustedes. ¿Qué hizo esa persona? ¿Cómo las impresionó? ¿Cómo las ayudó a
cambiar para ser mejores?

 ¿Por qué piensan que el amor tiene una influencia tan poderosa para bien en
los demás?

Vivir lo que se aprende


 Anoten las ideas que les vengan a la mente o representen en varias formas
cómo pueden acercarse a cada mujer joven de manera individual.

 Con espíritu de oración, analicen las mejores maneras en que pueden ayudar
específicamente a las miembros de la clase a sentirse necesarias y queridas.

 Determinen una cosa que cada miembro de la presidencia hará esta semana
para extender amor y amistad sinceros a un miembro de la clase de forma
individual. Compartan sus experiencias en la próxima reunión de presidencia
de clase.

Recursos

Reunión mundial de capacitación de líderes, “Ministrar a los demás”, ¿cómo


pueden ustedes, como líderes de la clase, seguir los ejemplos de estos líderes
del sacerdocio?
Lección 2:
Ser ejemplo de los creyentes
Presentar el principio
El apóstol Pablo nos exhorta: “Sé ejemplo de los creyentes en palabra, en
conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza” (1 Timoteo 4:12). Como
creyentes, el Señor les ha llamado a una gran obra. Él confía en ustedes y
desea que “sean una influencia para bien” a través de su ejemplo de rectitud
(véase Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, iii).

Aprender juntas
 Piensen en alguien que las ha fortalecido a través de su ejemplo al vivir las
normas del Evangelio en circunstancias difíciles. ¿Qué hizo la persona que las
ha inspirado?

 Como líderes, ¿por qué es esencial que ustedes guíen con el ejemplo?
 ¿Qué las ayudará a tener el valor moral para defender lo que es correcto?

Vivir lo que se aprende


Practiquen algunas situaciones en las que podría resultar difícil ser un ejemplo,
tales como cuando escuchan malas palabras o chismes acerca de otros
miembros de la clase. ¿Qué dirían? ¿Qué harían?

Reflexionen acerca de cómo pueden ser un “ejemplo de los creyentes” “en todo
tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar” (Mosíah 18:9). Seleccionen una
cosa a la que se comprometan a hacer esta semana para ser un ejemplo para
los miembros de la clase, amigos y familiares. Prepárense para compartir su
experiencia en la próxima reunión de presidencia de clase.

Recursos

Mensajes mormones para la juventud, “Atrévete a lo correcto aunque solo


estés”, ¿cómo pueden ayudar a las miembros de la clase a no sentirse solas al
dar un buen ejemplo para los demás?

Ven, sígueme, “Nos convertimos”, ¿cómo el llegar a estar verdaderamente


convertidos ayuda a ser un ejemplo de los creyentes y un estandarte a los
demás?

Lección 3:
Ministrar a una mujer joven en su familia
Presentar el principio
Declaró el presidente Harold B. Lee: “La obra más importante… que harán será
la que realicen dentro de las paredes de su propio hogar” (“Enseñanzas de los
Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee, 2000, pág. 142). Pueden ser parte de
esta “obra importante” al hacer las cosas pequeñas que inviten el Espíritu a su
hogar y hacer de éste un lugar santo, cualesquiera que sean sus
circunstancias.
Pueden invitar al Espíritu a su hogar a través de medios simples, como
acciones cristianas, entretenimiento sano, buena música y arte inspirador.
Ustedes pueden establecer el ejemplo y ayudar a otras mujeres jóvenes a
fortalecer a su familia.

Aprender juntos
 Lea la sección “La familia” en Para la Fortaleza de la Juventud. Analice cómo
pueden las mujeres jóvenes invitar al Espíritu a su hogar y fortalecer a su
familia.
 Miren el video “Por medio de cosas pequeñas”. ¿Cómo tomaron la iniciativa
estos jóvenes en su familia para invitar al Espíritu a su hogar y para que éste
se convirtiera en un lugar santo? ¿Cuáles fueron los resultados de sus
acciones?

Vivir lo que se aprende


 ¿Qué están dispuestas a hacer para sentir el Espíritu en su hogar? Sigan el
desafío del obispo en el video “Por medio de cosas pequeñas” y anoten las
maneras en que harán de su hogar un lugar santo durante dos semanas.
¿Cómo cambió? ¿Cómo cambió su hogar? Compartan con su presidencia de
clase lo que aprendieron de esa experiencia.

 Piensen en las mujeres jóvenes de la clase y las circunstancias de sus familias.


Al planear las lecciones de las Mujeres Jóvenes y de la Mutual, consideren
cómo pueden ayudar a cada mujer joven a fortalecer a su familia. ¿Cómo
pueden ayudarla a vivir los principios de Para la Fortaleza de la Juventud y
contribuir a que su hogar sea un lugar santo?
Recursos

Ven, sígueme, “Fortalezca a nuestra familia”, ¿cómo pueden ustedes, como


líderes de la clase, hacer muchas de las mismas cosas que se enseñan en este
video?

Capacitación mundial de líderes, “El hogar es una institución divina”

Capacitación mundial de líderes, “Una expresión del amor de Dios”


Capacitación mundial de líderes, “Las familias se fortalecen por guardar los
convenios”

PREPARARSE ESPIRITUALMENTE

Lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes

Lección 1:
Estudiar diariamente las palabras de Cristo
Presentar el principio
Con el fin de guiar a los miembros de su clase a la manera del Salvador,
ustedes deben esforzarse por conocer al Salvador. Llegarán a conocerlo al
estudiar Sus palabras. Las palabras de Cristo contienen principios verdaderos
que proporcionan respuestas a cualquier pregunta, duda o desafío que puedan
encontrar como líderes. Los profetas han asegurado que el estudio diario de las
Escrituras invitará al Espíritu en su vida. A medida que estudien diligentemente
las palabras de Cristo, el Espíritu Santo las inspirará a saber cómo pueden
ayudar y bendecir a los miembros de la clase. Recuerden la promesa de Nefi:
“Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aquí, las palabras de Cristo os
dirán todas las cosas que debéis hacer” (2 Nefi 32:3).

Aprender juntas
 ¿Qué significa para ustedes “deleitaos en las palabras de Cristo”? Describan
una época en la que ustedes se han “deleitado” en las Escrituras. ¿Qué
aprendieron? ¿Cómo se sintieron?

 Piensen en un principio que han encontrado en las Escrituras que podría


fortalecerlas como líderes de la clase. ¿En qué maneras específicas podrían
aplicar ese principio para ayudarlas a dirigir más como el Salvador?

Vivir lo que se aprende


Con espíritu de oración estudien las Escrituras todos los días de esta semana
teniendo en mente a una mujer joven o un desafío que tengan como líder.
Presten atención a las impresiones del Espíritu Santo al buscar maneras de
seguir el ejemplo del Salvador. Compartan su experiencia con la presidencia de
clase.

Recursos
Ven, sígueme, “Nosotros aprendemos”, escuche a los jóvenes hablar sobre
cómo el estudio de las Escrituras ha cambiado su vida.

Lección 2:
Obedecer los mandamientos y las normas
Presentar el principio
Jesucristo dio el ejemplo perfecto de la obediencia y sumisión a la voluntad del
Padre Celestial (véase Juan 6:38). Nuestra obediencia a los mandamientos es
una expresión de nuestro amor por Dios y Jesucristo (véase Juan 14:15). El
Señor reveló en nuestros días que la obediencia a los mandamientos conduce
a las bendiciones de Dios (véase D. y C. 130:20–21). Los verdaderos líderes
obedecen los mandamientos del Señor para que puedan ser una luz para los
demás, obtener bendiciones y ser dignos de recibir la guía del Espíritu Santo
(véase D. y C. 121:45-46).

Aprender juntas
 Piensen en alguien que conocen que las inspire con su obediencia a los
principios del Evangelio. ¿Qué hace esa persona que las inspira a obedecer?

 ¿Por qué es importante que un líder se esfuerce por ser obediente?

 ¿De qué maneras pueden ustedes, como presidencia de clase, ser un “modelo”
de obediencia para las miembros de su clase?

Vivir lo que se aprende


¿Cuáles son algunas de las normas que notan que les resultan difíciles de vivir
a las mujeres jóvenes? ¿Qué podrían hacer como líderes para ayudarlas?
Deliberen en consejo con su presidencia de clase y líderes de las Mujeres
Jóvenes para ver cómo pueden motivarse las unas a las otras a obedecer “con
exactitud” (véase Alma 57:21).

Recursos
Capacitación mundial de líderes, “Fe en el poder del sacerdocio”

Mensajes mormones para la juventud, “Mantente dentro de los límites”


Al ver estos videos, reflexione sobre cómo la verdadera libertad y felicidad se
encuentran por obedecer los “límites” del Señor.
Lección 3:
Orar para recibir revelación del Espíritu Santo

Presentar el principio
Jesús era un líder que escuchaba. Un gran líder no sólo escucha a los demás,
sino también los susurros del Espíritu Santo. Como líderes llamadas y
apartadas, tienen el privilegio de servir como instrumento por medio del cual el
Espíritu Santo puede guiar, enseñar, testificar, consolar e inspirar. Tienen el
derecho de recibir revelación acerca de cómo dirigir y amar a las jovencitas de
la clase.

Pueden aprender ahora, en su juventud, a ser guiadas por el Espíritu Santo


(véase D. y C. 43:16). El Señor las ayudará al tratar de reconocer y entender el
Espíritu mediante el estudio diligente de las Escrituras, la oración significativa y
la obediencia a los mandamientos y las normas.

Aprender juntos
 Lean Moroni 10:4.
 ¿Cómo debemos orar al Padre Celestial?

 ¿Qué significa orar con “verdadera intención”?

 ¿Cuál es la bendición prometida si oramos a nuestro Padre Celestial de esta


manera?

 ¿Por qué tener la influencia del Espíritu Santo es tan importante en su


llamamiento?

Vivir lo que se aprende


Como líderes y como presidencia de clase, oren al Padre Celestial, con
verdadera intención, para recibir Su guía en el llamamiento. Escuchen los
susurros del Espíritu Santo para saber lo que deben hacer para ser un
instrumento en Sus manos. Piensen en las mujeres jóvenes de la clase y oren
por ellas usando sus nombres. Busquen la guía del Espíritu Santo sobre cómo
bendecir a cada miembro de la clase y actúen de acuerdo a las impresiones
que reciban. Compartan con su presidencia de clase lo que descubrieron
acerca de orar sinceramente.

Recursos
Fortaleza de la Juventud - Multimedia 2013, “Escuchar su voz”
Lección 4:
Cultivar los atributos de Cristo

Presentar el principio
Al comienzo de Su ministerio terrenal, Jesucristo caminó por la orilla del mar de
Galilea y llamó a dos pescadores, Pedro y Andrés. “Venid en pos de mí”, dijo,
“y os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19; véase también Marcos 1:17).
El Señor también la ha llamado a Su obra y Él la invita a seguirlo. La invitación
de seguir a Cristo es una invitación a seguir Su ejemplo y llegar a ser como Él.
Llegar a ser más como el Salvador le ayudará a liderar como el Salvador lideró.
El capítulo 6 de Predicad Mi Evangelio identifica nueve atributos de Cristo: fe
en Jesucristo, esperanza, caridad y amor, virtud, conocimiento, paciencia,
humildad, diligencia y obediencia.

Aprender juntos
Revise la actividad de atributos en Predicad Mi Evangelio(véase también la
página siguiente). Busquen un atributo cristiano que les ayudarán a ser mejores
líderes. Analicen las Escrituras y preguntas juntas.

Vivir lo que se aprende


Seleccionen un atributo cristiano que les gustaría desarrollar personalmente.
Estudien los pasajes de las Escrituras en la actividad de atributos. Oren al
Señor para que les ayude a desarrollar esa cualidad y tengan en cuenta cómo
sus esfuerzos ayudan a cumplir con su función de líder. Compartan su
experiencia con la presidencia la próxima vez que se reúnan.

ENSEÑAR EL EVANGELIO

Lecciones de liderazgo para las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes

Lección 1:
Aplicar los principios de la enseñanza
Presentar el principio
Los líderes de la Iglesia del Salvador procuran seguir Su ejemplo al enseñar el
Evangelio. Reconocen a Jesucristo como el Maestro de maestros. Encuentran
en las Escrituras ejemplos de enseñanza que Él ejemplificó. Se esfuerzan por
seguirlo y enseñan a Su manera.
Cuando vean el video “Principios de la Enseñanza” piensen en un maestro que
ha influenciado su vida y su testimonio. ¿A qué se dedicaba él o ella? ¿Cómo
se sintió? ¿Cuándo y dónde le enseñó esta persona?
Aprender juntas
1. Analicen los principios de la enseñanza que el Salvador enseñó en este
video:
 Amar a quienes enseña.
 Enseñar y testificar por el Espíritu.
 Enseñar la doctrina de las Escrituras.
 Invitar el aprendizaje diligente por los miembros de la clase.
2. ¿De qué manera este notable maestro ejemplificó la manera de enseñar del
Salvador?
3. ¿Dónde tiene la oportunidad, como líder, para enseñar?
 ¿Cómo enseña formalmente en la reunión de presidencia de clase, en la
Mutual, en el campamento, en seminario, en las lecciones dominicales y en
otros lugares?
 ¿Cómo enseña informalmente a las personas de su clase, a su familia y a
sus amigos?
Vivir lo que se aprende
Con espíritu de oración seleccione uno de los principios de la enseñanza
aprendido en el video. Aplíquelo al preparar y enseñar el Evangelio en un
ambiente formal o informal durante esta semana. ¿Qué diferencia marcó este
principio en su enseñanza? Comparta lo que haya encontrado con la
presidencia de la clase.

Recursos
Ven, Sígueme : “Nosotros enseñamos”, ¿qué principios de enseñanza
identificaron estos jóvenes y qué oportunidades tuvieron de enseñar?

Lección 2:
Ame a quienes enseña
Presentar el principio
Jesús fue nuestro ejemplo perfecto de cómo amar y tratar a los demás. La
caridad es “el amor puro de Cristo” (véase Moroni 7:45–48). Es la clase de
amor, más sublime, noble y fuerte, y el de mayor gozo para el alma.
La caridad es un don de Dios y que no podemos desarrollar sin la ayuda del
Señor. Mormón dijo que debemos “[pedir] al padre con toda la energía
[nuestros] corazones, que [seamos] llenos de este amor” (Moroni 7:48).
Al orar, guardar los mandamientos y estudiar la vida del Salvador, su amor por
todas las personas aumentará, especialmente hacia aquellos entre quienes
sirve.

Aprender juntos
 Lean Moroni 7:45. ¿Cuáles son las características de la caridad? ¿Cómo
pueden desarrollar esta clase de amor? ¿Cómo bendice esto las vidas de
aquellos a quienes sirve?

 Anoten o representen en varias formas cómo pueden acercarse a cada mujer


joven de manera individual.

Vivir lo que se aprende


 En las próximas semanas, oren a su Padre Celestial para que sean llenas de
caridad.

 Determinen una cosa que cada miembro de la presidencia hará esta semana
para extender amor y amistad sinceros a un miembro de la clase de forma
individual. Compartan sus experiencias en la próxima reunión de presidencia
de clase.

Recursos
Ven, Sígueme, “Conózcanos y ámenos”

Capacitación mundial de líderes, “Amar a los hijos de Dios”

Lección 3:
Enseñar y testificar por el Espíritu.

Presentar el principio
El Señor describió la importancia de la enseñanza por medio del Espíritu
cuando dijo: “ Y se os dará el Espíritu por la oración de fe; y si no recibís el
Espíritu, no enseñaréis” (D. y C. 42:14). Aprender las verdades del Evangelio y
obtener un testimonio por el poder del Espíritu Santo (véase Moroni 10:5 y 2
Nefi 33:1). Como líder, será importante enseñar y testificar a los demás por
medio del Espíritu.
Enseñar y testificar por medio del Espíritu requiere vivir dignamente, orar con
fervor y aprender a reconocer y seguir con valentía la guía del Espíritu
(véase D. y C. 43:15–16). Cuando estén espiritualmente preparadas, el Espíritu
las guiará en lo que digan. El testimonio será más poderoso si se expresa
como una convicción breve y sincera sobre los principios o doctrinas que
enseña.

Aprender juntos
 Piensen en un momento en el que sintieron el Espíritu y su testimonio se
fortaleció. ¿Cuáles fueron las circunstancias (las personas y lugar)? ¿Qué
aprendieron? ¿Cómo se sintieron?

 Lean 2 Nefi 1:27. ¿Qué podemos aprender de Nefi sobre la enseñanza por
medio del Espíritu?
 Como líderes de clase, ¿qué pueden hacer para ser un “ejemplo” al enseñar y
testificar por medio del Espíritu?

Vivir lo que se aprende


En sus clases dominicales, en la Mutual, seminario o en la escuela, presten
atención a las impresiones del Espíritu Santo y tengan el valor de seguir los
susurros para enseñar o de testificar por el Espíritu.

Con la presidencia de clase, analicen cómo el testificar puede darle valor para
“defender la verdad y la rectitud”. Busquen oportunidades para testificar a los
miembros de su clase durante las próximas semanas.

Recursos
Ven, sígueme, “Invítenos a testificar”, al ver este video, piense en las mujeres
jóvenes de la clase y cómo se verán afectadas por su testimonio del Salvador y
Su Evangelio.

Lección 4:
Enseñar de las Escrituras y las palabras de los profetas vivientes

Presentar el principio
Una manera importante de cumplir con su responsabilidad como líder es por
medio de la enseñanza. Jesús es el ejemplo supremo de un líder sirviendo
como maestro. Él nos mandó que nos “[enseñáramos] el uno al otro la doctrina
del reino” (D. y C. 88:77). La frase “la doctrina del reino” se refiere a las
verdades reveladas del Evangelio que se encuentran en las Escrituras y las
palabras de los profetas vivientes. Como líderes, pueden ayudar a fortalecer a
los demás espiritualmente mediante la enseñanza con frecuencia de las
Escrituras y las palabras de los profetas vivientes.

Aprender juntas
 Alma enseñó que la palabra de Dios lleva a las personas a hacer lo correcto y
tiene un “efecto… potente” en la mente. Lean Alma 31:5. Analicen con otras
personas y compartan sus pensamientos sobre este pasaje, y piensen en cómo
la palabra de Dios ha cambiado a las personas en las Escrituras. Compartan
unas con otras una ocasión en que un pasaje de las Escrituras o un discurso
de conferencia general les ha hecho cambiar para bien.
 ¿Cuáles son las oportunidades que tenemos como líderes de compartir y
enseñar la palabra de Dios a los miembros de nuestra clase para ayudarles a
progresar espiritualmente?

Vivir lo que se aprende


Para la próxima semana, encuentren más Escrituras en el Nuevo Testamento o
en el Libro de Mormón que ilustren la forma en que el Salvador enseñó la
doctrina. En la siguiente reunión de presidencia de clase, analicen lo que hayan
encontrado en su estudio. Trabajen con los líderes adultos para determinar
cuándo y dónde se puede enseñar la doctrina a los miembros de su clase.

Recursos

Ven, sígueme, “Utilice las Escrituras”, ¿cómo pueden utilizar el poder de las
Escrituras y las palabras de los profetas vivientes para invitar al Espíritu en
todo lo que hacen como líderes y maestras? ¿Qué pueden hacer para alentar a
las jóvenes a utilizar las Escrituras?

Lección 5:
Invitar a la participación y el aprendizaje diligente
Presentar el principio
Cuando el Salvador vivía en la tierra, con frecuencia enseñaba a Sus
seguidores al formularles preguntas que hacían que pensaran y sintieran
profundamente. Él les dio oportunidades para formular sus propias preguntas y
compartir sus propios puntos de vista. Él respondió sus preguntas y escuchó
sus experiencias. Gracias a Su amor, ellos se sentían seguros de compartir sus
pensamientos y sentimientos personales.
Al tomar lugar un análisis significativo, las relaciones se edifican y fortalecen. El
Señor enseñó: “Y ahora bien, he aquí, un mandamiento os doy, que al estar
reunidos os instruyáis y os edifiquéis unos a otros” (D. y C. 43:8).
Como líderes, serán llamadas para dirigir el análisis e invitar a otras personas a
participar en sus reuniones de presidencia y con los miembros de su clase. Al
dirigir, anime a todas a que compartan sus pensamientos y sentimientos
relacionados con el Evangelio.

Aprender juntas
 Miren el video “Háganos preguntas”, ¿qué ayudará a las mujeres jóvenes de la
clase a sentirse seguras al hacer preguntas y compartir sus ideas y
sentimientos? ¿Qué podría hacer como líder para ayudarlas?
Vivir lo que se aprende
Durante una reunión de presidencia, después de una lección de domingo, o
después de una actividad de la Mutual, analicen lo que notaron en cuanto a la
participación de las miembros de la clase. ¿Se invitó a todas a participar?
¿Algunas estaban inseguras? Analicen lo que harán para ayudar a las
miembros de su clase a participar. ¿Qué pueden hacer esta semana para que
las miembros de la clase se sientan seguras y aceptadas?

Recursos

Ven, sígueme, “Nosotros compartimos”, ¿por qué el compartir es importante


para su aprendizaje y el aprendizaje de los demás? ¿Cómo invita al Espíritu y
fortalece el testimonio el compartir?

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