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ESTUDIO BÍBLICO DE LA CARTA A LOS
ROMANOS
Solamente por la fe: declaración inicial (Romanos 3:27-31)
INTRODUCCIÓN
“¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino
por la ley de la fe.”
(Romanos 3:27)
El apóstol Pablo viene construyendo el argumento de que todos los seres humanos son
pecadores, que ninguno tiene excusa y que todos, sin excepción serán juzgados por el Señor
Jesucristo.
En la clase anterior (Romanos3:9-20), el apóstol Pablo dibuja de manera magistral una selección
de citas del AT, perfecta y lógicamente enlazadas, que como un espejo reflejan la condición de
los seres humanos. La imagen de dicho espejo es aterradora porque muestra la miseria y total
estado de descomposición del pecador ante su Santo Creador. En Romanos3:11 dice “No hay
quien entienda”, sin embargo, el apóstol viene llamando la atención del lector, haciéndole
entender su absoluta e irremediable depravación espiritual y moral, pero a partir del verso 21
comienza a hacerle entender que hay una única esperanza para el hombre. Para Martin Lutero,
este es el punto más importante de toda la Biblia (Rom.3:21-31).
JUSTICIA SIN LEY (v.21)
La justicia de Dios entonces, se manifestó con la encarnación del Verbo de Dios, su muerte en la
cruz y su resurrección, pero los efectos de esta maravillosa manifestación continúan vigentes en
el presente para todo aquel pecador que se arrepiente de sus pecados y se humilla ante este
Dios y Juez Soberano.
TEMA ESPECIAL: FE SALVADORA
Fe salvadora (pisteuo): Va más allá de simplemente creer, implica una confianza absoluta en Dios
y su Palabra, así como una entrega de todo el ser a ese Dios en quien se cree y confía (rendición
absoluta = obediencia). Esta fe se compone de tres (3) elementos: Conocimiento, Comprensión o
Aceptación y Confianza. Conocimiento de una verdad, lo cual solo implica estar enterado de
cierta información. Comprensión/Aceptación de esa verdad, lo cual implica aceptar la información
como cierta o veraz. Confianza, implica la transformación del pensamiento, palabra y acción ante
esa verdad. Los dos primeros elementos no generan acción ante una verdad, sino solo el tercer
elemento.