Sebastián Martínez Gaitán 20152155030

Derechos humanos – María del Pilar Marín Rivas

Luis Eduardo Pérez. Desarrollo, derechos sociales y políticas públicas.

El presente texto, tiene como objetivo, brindar una reflexión sobre las políticas
públicas y su relación con la promoción y realización de los derechos humanos,
primero hay que partir de la complejidad misma de las políticas para los derechos
humanos, puesto que los 2 componentes principales, el de políticas públicas, y el de
derechos humanos, pareciera primera , vista incompatible el uno del otro, empezando
se piensa que las políticas de acción del estado, son técnicas, o meramente
administrativas, en el sentido de que se encargan de afrontar un problema, con
herramientas o procedimientos realistas con su entorno. Mientras que los derechos,
pertenecen al mundo del discurso, y de los ideales, que representan más, una visión de
lo que debe ser , o debe aspirar a ser, sin que en realidad, se plantea la posibilidad ,de
una garantía realista para los derechos humanos.

Sin embargo, dicha concepción de los derechos, es sumamente sesgada, puesto que
ignoran que los derechos, ponen un límite, para la acción del estado, así como también
denuncia la falta de atención del mismo, por lo tanto sus políticas, pueden ser,
técnicamente realizables, partiendo siempre desde el respeto por la autonomía de los
derechos humanos, y las políticas internacionales que rigen los mismos. Pero porque
las políticas enfocadas en los derechos humanos son tan importantes?por que las
mismas permiten un pleno ejercicio de los derechos, lo cual quiere decir menos
motivos para denunciar o descuido.

Esto tiene carias ramificaciones, primero que el cumplimiento y garantías de las

políticas de derechos humanos, no pueden ser rechazadas con el argumento, de no
tener con los recursos necesarios para su realización, puesto que la correcta
implementación de los mimos, generaría a largo y mediano plazo, un beneficio
sustancial del estado, primero descongestionaría el aparato judicial del estado, al no
tener que ocuparse, de llevar a cabo casos de violación o abstencionismo de derechos
humanos, segundo la liberación de recursos destinados a los mismos procesos
judiciales y tercero una prevención e demandas internacionales al estado, por materia
de violación e derechos humanos.

Las políticas públicas enfocadas en los derechos humanos , deben partir sin embargo
de varios estándares, el primero la coherencia con el respeto, protección y garantía de
lo estipulados internacionales en materia de derechos humanos, segundo la
formulación de estrategias técnicamente posibles de implementar, y que no queden
en la abstracción y el idealismo, la tercera es ser factible y sostenible desde el punto de
vista financiero, es aca cuando se entiende la política pública, como acciones de estado,
para proteger o promover un bien considerado de interés público .

Es importante señalar que el objetivo de una política pública enfocada en los derechos
humanos, más que buscar obligar al estado, a cumplir sus funciones, busca también
armonizar los principios de los derechos humanos, con las obligaciones del estado, de
forma que su relación sea interdependiente, y no excluyente. Para eso hay que
cumplir ciertos criterios, uno el de universalidad, que significa derechos para todas las
personas sin distinciones clases, los ricos tienen los mismo derechos que los pobres, y
viceversa, no obstante la universalidad no puede, irónicamente, tratar a todos por
igual, porque en efecto, hay una población que necesita , más atención del estado que
otra, primero hay que ayudar al necesitado, sobre el acaudalado, por más irónico que
parezca, para tener una sociedad más igual, hay que ser más desiguales en ciertas
situaciones. La interdependencia, que quiere decir que los derechos no tienen
jerarquía, todos son iguales, un ejemplo sería el de derecho a la educación, que a su
vez está ligado con el derecho a la libre personalidad ,i la integridad , e incluso el
derecho a la alimentación. La inalterabilidad es un factor calve, puesto que los
derechos no son, bajo ninguna excusa negociables, por ejemplo, que para conservar
su trabajo, alguien deba renuncia a ciertas garantías laborales, asociadas con sus
derecho al trabajo.