EL EFECTO GOOGLE

Debido a la tendencia del excesivo uso de buscadores en internet, el proceso de

aprendizaje de información trivial de uso diario se ha visto gravemente afectado.
Hoy en día la gran mayoría de las personas pueden ingresar desde cualquier lugar
del mundo que posea un aparato inteligente con conexión a internet a la basta
cantidad de información almacenada en la red. Esto ha permitido una notable
democratización a los conocimientos de una manera mucho más fácil y rápida. Por
así decirlo, todo está a un solo click de distancia.

Pensemos un poco en lo que sucedía hace algunos años. Para llegar a un lugar,
además de un mapa se necesitaba de la experiencia de haber realizado el viaje
desde A hasta B. En esta simple actividad hay un proceso de memorización
importante de datos. Lo que hoy ocurre es lo contrario. Nuestro cerebro se está
acostumbrando a no memorizar datos de manera continua, discriminando la
información entre lo que es importante de lo que es, en simples palabras,
googleable.

Sin lugar a dudas los buscadores de internet han dado en el clavo permitiéndonos
ahorrar un significativo número de horas al momento de buscar una simple fecha
importante, un nombre de algún compuesto químico o la dirección para llegar a una
cafetería de renombre. El volumen de información a la que podemos acceder es
increíblemente gigante. Podemos evitar tener que leer libros y manuales enteros,
ya que nuestro buscador puede arrojar una frase clave que resume absolutamente
todo lo que necesitamos.

El tiempo en la actualidad es uno de los recursos más importantes con los que el
ser humano dispone. Por lo mismo, se considera totalmente descabellado perder
horas y horas buscando en ediciones físicas o en alguna antigua enciclopedia si
tenemos la información necesaria, precisa e importante en tan solo unos
nanosegundos.

Sin embargo, no todo es color de rosas. Algunos estudios indican que las personas
suelen perder algo de memoria, ya que no está llevándose a cabo el proceso del
constante ejercicio cerebral. Una investigación de la psicóloga Betsy Sparrow,
profesora adjunta de la Universidad de Columbia en Nueva York (EE UU), revela
que Internet funciona como una "memoria externa" que nos hace retener cada vez
menos información.

Si comparáramos a nuestros antepasados, ellos hacían este importante proceso

realizando actividades simples, como lo es aprender un número de teléfono familiar,
alguna dirección importante o simplemente memorizando cosas para su posterior
uso. Es ahí donde radica la importancia del proceso de aprendizaje.

Cada vez utilizamos nuestro cerebro en menor cantidad, basándonos en la premisa

de que “en internet está todo lo necesario, por lo que no es necesario aprenderlo”.
Otra arista importante del estudio señala que si los estudiantes sabían que la
información posteriormente podría ser fácilmente buscada, tendían a no recordar
tan bien la respuesta como cuando creían que la información no estaría disponible.

El uso de la tecnología ha significado un gran avance para la humanidad, sin

embargo, siempre debemos estar atentos al alcance negativo que pueda tener en
nosotros. Y tú ¿Estás inmerso en el Efecto Google?